COMENTARIO DE UNA FUENTE HISTÓRICA: MAPA DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA EN MARZO DE 1937 La guerra civil española: situación del frente en marzo de 1937. CLASIFICACIÓN DE LA FUENTE: Se trata de un mapa temático donde se refleja la situación de los frentes en la guerra civil española en marzo de 1937. Así pues, es un mapa militar que refleja la evolución de la guerra y las zonas ocupadas por cada uno de los dos bandos enfrentados, el republicano y el nacional. No se reseña ningún autor, pero es evidente de que se trata de una fuente secundaria y, como hemos dicho, con un claro contenido militar, o político-militar. ANÁLISIS DE LA FUENTE: El mapa muestra la situación del conflicto y de los frentes en marzo de 1937. El bando republicano ocupa Cataluña, parte de Aragón, toda la franja mediterránea hasta Málaga (excluida), Menorca, la submeseta sur, Andalucía oriental una parte de la franja cantábrica desde las afueras de Oviedo (nacional) hasta Bilbao (republicano) y Madrid; por su parte, el bando nacional, en este momento ocupa Galicia, la submeseta norte, Navarra, parte de Aragón, Extremadura, Andalucía occidental y los archipiélagos (excepto Menorca). El fracaso en tomar la capital de forma directa (octubre-noviembre de 1936) hace que la estrategia de los nacionales sea cortar sus comunicaciones con Valencia, a donde se ha trasladado el gobierno, desencadenando las batallas del Jarama (febrero de 1937) y de Guadalajara (marzo de 1937) en torno a Madrid. En la primera los republicanos consiguen contener el avance nacional a costa de numerosas bajas por ambos bandos, mientras que en Guadalajara se produce un auténtico descalabro de las fuerzas italianas a manos del Ejército Popular de la República. En este marco temporal –febrero de 1937- hay que destacar la toma de Málaga por el cuerpo expedicionario italiano, a la que siguió una violenta represión tanto en el interior de la ciudad como en la huida de ella. COMENTARIO DE LA FUENTE: A esta situación se ha llegado después de que en los primeros meses de guerra los nacionales han conseguido pasar el Estrecho y hacerse fuertes en Cádiz y Sevilla, para desde allí, el ejército de África al mando de Yagüe, emprender el camino hacia Madrid a través de Extremadura, provocando una cruel represión en Badajoz, y consiguiendo contactar con las fuerzas de Mola por Cáceres y Salamanca. Al mismo tiempo, el golpe ha triunfado sin lucha en las principales capitales castellanas, gallegas y navarras, e incluso los nacionales han cortado la frontera francesa a la república tomando Irún. Pero Fanjul y Goded han fracasado en su intento de tomar Madrid y Barcelona en los primeros días. Como el objetivo último sigue siendo la toma de la capital, hacia ella se dirigen las fuerzas de Yagüe (por Extremadura) y Mola (por la sierra). Por su parte, Franco ocupa Toledo poniendo fin al cerco del Alcázar (baza propagandística y simbólica que ensalzó a Franco, pero retrasó el asalto a Madrid). Miles de hombres y mujeres se movilizaron para la defensa de la Madrid, bajo la consigna “No pasarán. Madrid resistió el ataque gracias también a la llegada de las primeras unidades de las Brigadas Internacionales, de los carros de combate y aviones rusos y de la “columna Durruti”, anarcosindicalistas procedentes de Barcelona, liderados por Buenaventura Durruti. Finalmente, Franco dio la orden de detener el asalto frontal a Madrid. La situación bélica tendrá como siguiente capítulo la campaña del Norte (abril-octubre 1937). Los combates principales se inician cuando los sublevados (con un gran protagonismo de los requetés carlistas), al mando del general Mola, desencadenaron un ataque hacia Vizcaya. El 26 de abril, Guernica era arrasada por la aviación nazi (la Legión Cóndor), produciéndose el primer bombardeo aéreo masivo sobre la población civil. Bilbao fue ocupada el 19 de junio. Aunque la República lanzó dos ofensivas en Brunete y Belchite con la intención de aliviar la presión en el Norte, en agosto cayó Santander y en octubre Asturias. Todo el territorio conquistado era fundamental por sus recursos mineros, siderúrgicos e industriales. La caída del Norte daba la iniciativa bélica a los sublevados.