LA HOMEOPATÍA y EL MIEDO A PERDER EL CONTROL En la medicina homeopática unicista la esfera emocional y mental de la persona tiene tanta importancia, o a veces incluso más, que la valoración de los síntomas físicos y funcionales. Esto se debe a que en los pronósticos a largo plazo de los pacientes se observa a menudo que las actitudes mentales y el estrés emocional tienen un efecto determinante sobre el patrón de enfermedad que eventualmente desarrollará la persona. Entre toda la complejidad de emociones que pueden afectar a la salud, el miedo es uno de los elementos más poderosos. El miedo nos hace más vulnerables ante el impacto de la vida, nos desarma ante la adversidad, tanto a nivel mental y emocional, como a nivel inmunológico. El repertorio de síntomas homeopáticos enumera decenas de miedos – oscuridad, pobreza, enfermedad, alturas, gente, etc.-, pero de todos ellos, el miedo a perder el control es uno de los más destructivos que una persona puede sentir. El miedo a perder el control es un miedo clásico de nuestra cultura actual. Ejercer el control es la respuesta ilusoria que pensamos puede resolver nuestros conflictos como seres humanos. Lo desconocido, lo caótico, lo incomprensible, la amenaza de lo imprevisible—todo ello puede ser conquistado y sometido a control y de este modo convertirse en inocuo. Controlar la vida –esa cualidad que siempre se nos escapa- es la ambición de aquellos que no confían lo suficiente como para dejarse llevar, para entregarse totalmente o rendirse al enigma de lo que es ser humano. Para el individuo moderno el control férreo de todo lo que esté en su mano es la única arma posible frente a la avalancha de caos que puede avecinarse en cualquier momento. Este control lo ejercemos esencialmente sobre nosotros mismos: controlamos nuestras emociones: el dolor, la rabia, la pena. El ansia de perfeccionismo, la autoexigencia, las altas expectativas en el trabajo y en la vida familiar, tambien son expresiones de nuestro miedo a perder el control. El control también se ejerce sobre los demás: sobre la pareja, sobre los hijos, dominándoles a través de altas expectativas académicas y de conductas irreprochables. Se ejerce sobre el espacio físico inmediato: el orden patológico de nuestras casas y nuestras ciudades, la limpieza escrupulosa de nuestros ambientes con sustancias altamente biocidas. El orden y la limpieza nos producen seguridad. Por supuesto, la polaridad de esta necesidad patólogica de controlar es un miedo terrorífico a perder el control. Un organismo acostumbrado a un estricto autocontrol y sumido en el miedo a perder ese control a la larga desarrollará una patología relacionada con esa sensación. El tratamiento que lo cure a fondo deberá resolver tanto los síntomas físicos, como la actitud emocional y mental de la persona. En la Homeopatía es muy importante la elección cuidadosa del remedio. Cada uno de los remedios homeopáticos que trata el miedo a perder el control tiene un angulo totalmente único respecto del tema. Por ejemplo, el paciente que necesita Arsenicum Album sufre de una terrible inseguridad existencial y de miedo a la muerte. Como compensación, ejerce control sobre el plano material de las cosas: el orden y la limpieza le producen mucha seguridad, el dinero y la riqueza tambien. Tiende a ser inquieto, friolero, y tiene miedo de la soledad, ‘por si se fuera a morir cuando está solo’*. Sin embargo para el paciente que toma Carcinosinum la esfera de control es uno mismo. Necesita ser absolutamente perfecto pues los objetivos que desde pequeño le han sido impuestos son prácticamente imposibles de alcanzar. Reprimir emociones fuertes es tambien imprescindible para mantener las relaciones afectivas de las cuales es totalmente dependiente. Pero sin embargo se permite amar el chocolate, la música, y las tormentas, ‘se siente feliz cuando caen rayos y truenos’*. Thuja Occidentalis por otro lado, teme perder el control porque la fachada que se ha construido frente al mundo esconde sentimientos de baja estima y de fealdad personal terrible. Si pierde el control la careta se rompe y los demás descubrirán su verdadero ser. La rigidez de su fachada le produce a la vez sensaciones de inmensa fragilidad, ‘como si estuviera hecho de cristal’*. La homeopatía unicista es una medicina que actúa a nivel profundo restaurando el equilibrio del ser humano, precisamente porque comprende que éste es una unidad integral donde todo, lo emocional y lo físico, lo grande y lo pequeño, lo virtual y lo material, está relacionado entre si, y por tanto debe siempre tratarse de forma simultánea, de modo que nunca se pierda la unidad individual. *Nota: Rubricas mentales de materia médica del Repertorio Homeopatico de Kent. SUSANA AIKIN es homeópata graduada de la School of Homeopathy de Nueva York, donde también ha ejercido como profesional. Actualmente reside y practica homeopatía en Madrid. Tel.: 618 446364 Email: [email protected]