Infancia cubana: el placer de reír a cualquier hora Por Diony Sanabia Abadia (Prensa Latina *) La Habana, (PL). El policlínico Luis Turcios Lima, del municipio de 10 de Octubre en la capital cubana, resulta hoy una imagen peculiar para el niño Julio César Hernández, de menos de dos años de edad y querido por médicos y enfermeras. Los primeros viajes del menor al centro sanitario fueron en el vientre de su mamá Claudia, y los ultrasonidos realizados le sirvieron para presentarse de diversas formas: desde un simple punto hasta un feto total. Cada jornada permitió a los especialistas valorar el estado de salud y recomendar a la progenitora los más esmerados cuidados porque "ningún niño en Cuba nace desamparado; fuerza y alegría deben ser partes inseparables", como alega una experta neonatóloga. Tras el alumbramiento de Julito, continuaron las visitas al policlínico y allí lloró con los rutinarios análisis de sangre y las vacunas desde los dos meses de vida para evitar diferentes padecimientos. Ahora, gracias a "los pinchazos de la felicidad", no hay preocupaciones por la tuberculosis, la hepatitis B, la difteria, la tos ferina, el tétanos, la haemophilus influenzae B, la meningitis B y C, la parotiditis, la rubéola y el sarampión. Tampoco será un problema la poliomielitis pues la primera dosis contra esa enfermedad a través de unas gotas fue recibida con una amplia sonrisa por el pequeño de ojos verdes inolvidables. La historia de Julito es muy parecida a la de miles de niños cubanos, quienes a diferencia de millones de contemporáneos en el mundo, celebrarán felices este Primero de Junio, el Día Internacional de la Infancia. Junto al acceso gratuito a la salud, en un sector en el cual destaca la tasa de mortalidad infantil de 4,5 fallecidos por cada mil nacidos vivos alcanzada el pasado año, los pequeños disfrutan de múltiples bondades en la esfera educacional. También reciben los beneficios de la práctica sana del deporte y la actividad física, y crecen como protagonistas o seguidores de las disímiles manifestaciones de las artes y la cultura. Paralelamente, Cuba exhibe un enorme nivel de seguridad para sus infantes, y resulta habitual encontrarlos tranquilos en cualquier sitio de este país, que los ubicó en el centro de la mirada desde el triunfo revolucionario del Primero de Enero de 1959. Entre las estrategias diseñadas para el cuidado de los chicos, sobresale el Programa Nacional de Atención Materno-Infantil con diversos objetivos y enfoques hacia muchas áreas. Bajo esos conceptos, los pasos se dirigen a la promoción de la lactancia materna, la reducción del bajo peso al nacer, el desarrollo de la perinatología y la lucha contra las enfermedades diarreicas agudas. Además, existe el enfrentamiento a las infecciones respiratorias agudas, la prevención y diagnóstico precoz de enfermedades genéticas, y las acciones sobre los accidentes en menores de 20 años de edad, entre otras. De acuerdo con documentos oficiales, en Cuba existe una situación favorable para el desarrollo de la infancia y la adolescencia como resultado de la política que se centra en la justicia social y la equidad. El respeto y la atención a sus derechos constituyen una estrategia que de manera consciente y planificada permite la proyección de acciones a favor de los menores. La Constitución cubana y los diferentes códigos, leyes y decretos leyes emanados de la Carta Magna protegen y establecen medidas legislativas, judiciales y administrativas en apoyo de los niños, quienes también festejan su día cada tercer domingo de julio. Adscrita a la Asamblea Nacional del Poder Popular funciona con carácter permanente la Comisión de Atención a la Niñez, la Juventud y la Igualdad de Derechos de la Mujer. En materia de protección, ese grupo desarrolla sus funciones auxiliando al Parlamento y al Consejo de Estado con el fin de lograr un mejor desenvolvimiento de la infancia, la adolescencia y las féminas. Para festejar este Primero de Junio en Cuba, están previstas múltiples acciones auspiciadas por la Organización de Pioneros José Martí, que agrupa a alumnos de primero a noveno grados. La prioridad serán los encuentros con la historia, y se efectuarán iniciativas culturales y deportivas, exposiciones del Movimiento de Pioneros Exploradores y la activación de los diversos círculos de interés, manifestaron los organizadores. Como parte de las celebraciones, y en saludo al Día de los Niños en el país, el 17 de julio venidero, acontecerá la edición 19 del Festival Nacional de la Canción Infantil Cantándole al Sol. Por otra parte, el Ballet Nacional de Cuba (BNC) agasajará el Día Internacional de la Infancia con una gala del Taller Vocacional de la compañía, cuyos protagonistas serán masivamente niños y jóvenes. En colaboración con el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), la pieza El camarón encantado subirá a la escena del capitalino teatro Carlos Marx a unos 500 bailarines. La coreografía de Eduardo Blanco sobre el cuento homónimo del francés Laboulaye, recogido por el Héroe Nacional José Martí en la revista La Edad de Oro, tuvo su estreno mundial aquí hace una década como colofón del curso académico 2001-2002. Resulta nuestro deber preocuparnos por la niñez, ayudarla a embellecer la vida con el arte, comentó recientemente a reporteros la prima ballerina assoluta Alicia Alonso. El representante de Unicef en Cuba, Juan José Ortiz, aseguró que el espectáculo marcará otro hito en el trabajo de esa organización y calificó al BNC como templo del arte cubano para la promoción del desarrollo de la infancia. A diferencia de muchos países, Cuba festejará la fecha con la danza y no con demandas de los derechos de ese sector de la población, expresó. (*) El autor es periodista de la Redacción Nacional de Prensa Latina.