El nacimiento de la Urología, como saber y quehacer individualizado científica y profesionalmente, tiene lugar en la segunda mitad del siglo XIX. Presidieron esta individualización tres factores fundamentales: el cistoscopio, la litotricia y la necesidad asistencial de crear unidades monográficas en el amplio campo de la Cirugía General. La endoscopia, primero diagnóstica y después manipuladora y quirúrgica, fue dándole a la Urología un prestigio específico. A mediados de los años 50 el urólogo no sólo dominaba los campos quirúrgicos y médicos que le eran propios, como la patología relacionada con la próstata o la litiasis renal, sino que inició una incursión importante en la cirugía abdominal e intestinal mediante las sustituciones vesicales y derivaciones urinarias, de tal modo que su amplitud fue extendiéndose desde su campo de dominio retroperitoneal al intraperitoneal con abordajes por vía anterior hasta entonces inusuales en la practica quirúrgica urológica. Su interés por la patología renal, el fracaso renal en cualquiera de sus expresiones y las terapéuticas sustitutivas, le permitió estar en vanguardia en el momento de la introducción de los trasplantes renales. El compromiso asistencial del urólogo había llegado a su cenit y desde su progreso tecnológico, endoscópico e instrumental, fue desarrollando procedimientos mínimamente invasivos, más tarde llamados endourológicos, entre ellos la nefrolitotomía percutánea, que fueron modelo para otras especialidades quirúrgicas y cuyo instrumental fundamentó iniciativas laparoscópicas, como la colecistectomía laparoscópica. Podemos afirmar que la Urología llega al final del siglo XX en total plenitud, con un magnifico contenido doctrinal y asistencial. La litotricia había permanecido hasta el siglo XIX en manos de litotomistas, no necesariamente médicos, pero a finales de siglo los profesores de Cirugía de dos hospitales de especial renombre mundial, el Hospital Necker, de París, y el St. Peter Hospital for Stone, de Londres, crean servicios independientes para el tratamiento de esta afección, la litiasis vesical, extraordinariamente frecuente en la época, más aún desde que la incorporación de la radiología (1897) permite el reconocimiento de los cálculos sin maniobras invasivas. El nombre de la Urología aparece por primera vez referido a un quehacer médicoquirúrgico individualizado, en 1896, cuando se funda la Asociación Francesa, que ya se denomina “de Urología”. La Asociación Española se fundó en 1911, pero desde 1896, y oficialmente desde 1902, la asignatura de “Enfermedades de las vías urinarias” ha sido enseñada de forma independiente en la Universidad española. A finales del sigo XX, la Urología, como especialidad médico-quirúrgica, se reafirmó en el panorama asistencial como una de las especialidades de mayor contenido. Definición de la Especialidad En la actualidad, la especialización en Urología, al igual que el resto de especialidades Médicas, está regulada por el Real Decreto 127/ 84. La Comisión Nacional del la Especialidad de Urología la define como la especialidad médico-quirúrgica que se ocupa del estudio, diagnóstico y tratamiento de las afecciones médicas y quirúrgicas del aparato urinario y retroperitoneo, en ambos sexos, y del aparato genital masculino, sin límites de edad, motivadas por padecimientos congénitos, traumáticos, sépticos, metabólicos, obstructivos y oncológicos. Por otro lado, la Oficina Central de la Asociación Europea de Urología, la define como la evaluación, terapia, prevención y rehabilitación de las enfermedades, malformaciones y lesiones del sistema genitourinario masculino y urinario femenino, incluyendo los trastornos metabólicos y endocrinos asociados a estos temas en ambos sexos a todas las edades. Con el objetivo de conseguir una proyección integral de la asistencia urológica, su contenido ha sido dividido en diferentes capítulos: a/ Urología General b/ Áreas específicas: Andrología, Endourología, Oncología, Trasplante Renal, Urodinámica, Urolitiasis, Urología Pediátrica Para atender estas variadas patologías, el programa de formación menciona, de forma particular, que el urólogo debe dominar ciertos procedimientos diagnósticos específicos y terapéuticos médicos: Procedimientos Diagnósticos Específicos: Calibración uretral y sondaje vesical, endoscopia uretral, vesical, ureteral y piélica, punción de cavidades y biopsias de órganos, radiología uretral, vesical, ureteral y renal establecida sobre cateterismos vesical o uretral, urodinámica del tracto urinario inferior y superior, ecografía, con especial mención de la ecografía transrectal prostática, Procedimientos terapéuticos médicos: Farmacología oral, sistémica-endocavitaria y parenquimatosa de: Disfunciones miccionales neurógenas y prostatismo, Infección urinaria y genital masculina, tumores genitourinarios de todas las localizaciones, litiasis, cólico nefrítico y dolor urológico en general. Procedimientos terapéuticos instrumentales y físicos :Dilatación y cateterismo uretral simple y forzado con instrumentos especiales, punción y drenaje terapéuticos del aparato genitourinario, hipertermia y termoterapia directa prostática, transrectal, transuretral o extracorpórea, litotricia extracorpórea, aplicaciones externas o endocavitarias de láser,prótesis Procedimientos quirúrgicos: Convencionales: cirugía de la insuficiencia renal (trasplante), de la hipertensión vásculo-renal, de los traumatismos genito-urinarios y retroperitoneales, de los tumores, de las malformaciones genitales, y de la transexualidad. Endoscópicos transuretrales de uretra, próstata, vejiga y tracto pieloureteral. Endoscópicos percutáneos renal y ureteral. Otras técnicas endourológica. El Instituto Urologico Dr. Pena esta formado por cuatro especialistas en Urologia, los Drs Pena Outeiriño, Jose Maria, Martinez Rodriguez Jeroniom, Leal Atenas Jose y Poyato Galan Juanma y por el ATS Oscar Bermudo. Todos trabajamos formando un equipo uniforme, compartiendo nuestros conocimientos para mejor beneficio de nuestros pacientes.. Entre todos pretendemos dar una atencion integral en todas las ramas de la urologia En cuanto al Campo de Acción de la especialidad podemos definirlo en relación a patologías u órganos: Patologías:De los trastornos de la micción (incontinencia, micción dolorosa).De la insuficiencia renal, aguda y crónica.De la hipertensión nefrógena vasculorrenal y adrenal. De la criptorquidia. Genitales ambiguos e intersexo. Infertilidad y subfertilidad en el varón. Disfunción eréctil. Órganos: Glándulas suprarrenales y riñón, Retroperitoneo, Uréter y vejiga, Próstata, vesículas seminales, Uretra, Genitales masculinos (pene, testículos, epidídimos, deferente y patología de vecindad). Mision. Por tanto, la misión fundamental de nuestra Unidad es proporcionar una asistencia urológica integral, de calidad y excelencia a nuestros pacientes. En la actualidad asistimos a una serie de cambios en la Sanidad Pública y privada encaminados a mejorar su eficiencia, tomando como centro al ciudadano y como objetivos primordiales sus necesidades, demandas, expectativas y satisfacción. La Urología, sin lugar a dudas, debe enmarcarse en este contexto, intentando atender a su población con la finalidad de lograr estos objetivos. De esta forma, la satisfacción del ciudadano es el elemento que define el enfoque de la calidad de nuestra asistencia. Las diferentes actuaciones deben ir orientadas a la consecución de este hecho Visión Nuestra visión es situar el Servicio de Urología de la Clínca Sagrado Corazón como referente en los niveles nacional e internacional, a partir de la implantación continuada y progresiva de elementos de mejora desde todos los ámbitos implicados en los servicios de salud. Valores Los valores son aquellos elementos que conforman la conducta básica de las personas que forman parte de la unidad y lo que se espera de ellas. Por tanto deben basarse en principios como: - El respeto a las creencias y decisiones de la persona enferma y sus allegados - La confidencialidad e intimidad del paciente necesarias para preservar la dignidad de las personas - La búsqueda de la excelencia y la mejora continua de la calidad asistencial. - La continuidad asistencial - El trabajo en equipo - El compromiso con el Sistema Sanitario Publico. - La información y la transparencia - El uso adecuado de los recursos y de la innovación tecnológica - El liderazgo clínico responsable, etc