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toda realidad social. Y uno de esos principios es la tensión entre la Unidad y el Conflicto y aquí
me quería detener un segundito.
Cuando estamos trabajando por la paz aparecen los conflictos y frente a los conflictos tenemos
distintas actitudes. Una de ellas puede ser no mirarlos, pasar de largo, hacer como si no
existieran, y de este modo nos vamos evadiendo, viviendo un mundo que, de alguna manera,
nos vamos fabricando, negando la realidad. Otro modo puede ser entrar de tal manera en el
conflicto que quedo entrampado en él y rápidamente huyo de la voluntad de seguir trabajando
para la paz, porque son tantos los obstáculos que encuentro, las dificultades que encuentro,
que entonces me vengo abajo y digo esto es imposible, entonces buscamos el camino más
corto, la salida más rápida, cuando la construcción de la paz requiere tiempo, reflexión y una
escucha, un modo de escuchar muy profundo de dónde viene la violencia, cuál es la causa
última de la violencia, por qué grita, por qué pega, por qué se destruye, cuál es la razón
última de la violencia.
Un gran santo de nuestro tiempo Jean Vanier, va a decir, es el creador de El Arca, que trabajó
toda su vida con hermanos de capacidades diferentes y sabe muy bien de qué habla. Dice, la
causa de la violencia es el temor, el temor a desaparecer por no ser reconocido, como Caín.
Caín que es la primera manifestación bíblica de la violencia frente a su hermano Abel, que
experimenta que puede desaparecer, que puede dejar de ser reconocido en su persona, en su
trabajo. El reconocimiento más profundo es el del amor. El amor es el que puede dar
seguridad a la persona.
Santo Tomás diría "y descansar el corazón en el sumo bien”. Esto es la paz, poder descansar el
corazón en el sumo bien, descansar en la verdad, tener la persona integrada, segura, entonces
no crea la inseguridad. La falta de amor, la falta de experiencia del amor, el vacío interior, la
soledad, son de las causas más profundas de la violencia, pero para todo esto es necesaria
una escucha profunda del otro, un ponerme en su lugar y un intentar componer este interés,
esta dificultad con esta otra. Por ejemplo, si tengo que enfrentar el problema del narcotráfico
no puedo solamente estar mirando el problema de la oferta del narcotráfico, es tremendo, allí
me encontraré con mafias, allí tendré enormes dificultades y allí tendré que actuar con mucha
inteligencia y rigor, pero para poder enfrentar todo el problema tendré que ocuparme de la
cultura de la demanda, por qué nuestros chicos demandan.
Hay problemas que no se arreglan con la ley seca, son más profundos, vienen de lejos, vienen
de la falta del calor familiar, viene de la falta de imágenes, de modelos. Y para trabajar en
todo esto tenemos que hacerlo juntos, nadie puede solo enfrentar cosas así.
No estamos en los tiempos de los genios, estamos en el tiempo de la humildad, de los equipos
y de saber que nosotros solos no podemos.
Termino con esta frase de Francisco cuando nos está hablando de esta tensión que les hablaba
hace un ratito entre la unidad y el conflicto.
"El conflicto no puede ser ignorado, no puede ser disimulado, tiene que ser asumido, pero si
quedamos atrapados en él perdemos perspectivas, los horizontes se limitan y la realidad
misma queda fragmentada. Cuando nos detenemos en la coyuntura conflictiva perdemos el
sentido de la unidad profunda de la realidad.”
Como la paz es don de Dios y no sólo tarea humana, no sólo actividad humana, se la vamos a
pedir por la intercesión del labrador, que supo usar sus instrumentos de trabajo para vivir la
cultura del trabajo. Este santo nuestro que protege nuestro partido, nuestra diócesis, vamos a
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pedirle a su intercesión, como vamos a rezar el 25 de mayo en la oración de San Francisco, que
podamos ser instrumentos de su paz.
Somos instrumentos, la paz la trae él, la da él, la regala él, es el primer fruto de su Pascua.
Abramos el corazón para poder recibirla en esta hermosísima fiesta que ahonda nuestro
sentido de pertenencia, nuestro sentido comunitario, nuestra alegría de ser hermanos, de ser
vecinos. Pidámosle que nos regale abrir este corazón para poder ser constructores, artesanos
de la paz.
Que así sea.
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