Art culo 2: Las mujeres tambien transmiten...

Tecnicatura en periodismo deportivo -
F.P.y C.S. –UNLP
2015
Diario El Día
9/12/2014
PLATENSES COPADAS CON EL FÚTBOL
Las mujeres también transmiten a sus hijos la pasión por la
camiseta
Alientan, siguen al equipo y aguantan los trapos. En la cancha se plantaron y lograron imponerse.
Ya son multitud.
Solas, con amigas, en pareja o con hijos, las mujeres poco a poco fueron copando los estadios. Y
como viene pasando desde hace años en los diferentes ámbitos de la vida social, también en el
fútbol debieron abrirse paso y reclamar que la mayoría masculina reconozca el lugar genuino que
ocupan como hinchas.
Cada vez más mujeres se alzan en defensa de la camiseta y sin tapujos aguantan los trapos. Y en
muchos casos son ellas quienes transmiten a sus hijos la pasión por el equipo.
El amor por Estudiantes le trajo problemas de pareja a Berenice Diera (21). A su novio le costaba
entender su fanatismo, y lo difícil que le resultaba perderse un partido. El club se convirtió en
tema de pelea; hasta que él terminó por aceptar que ella no dejaría de ir a la cancha. “Él es de
Boca pero no va a los partidos. Yo soy mil veces más futbolera. A mí me encanta y no lo dejaría por
nadie. Intenté que me acompañe pero no quiere saber nada”, cuenta Berenice. La historia se
parece a la que años atrás vivió su mamá, cuando de niña la lleva a la cancha, en contra de las
opiniones de su padre que las esperaba en casa.
A Elina Saldívar (42) desde chica le gustó el fútbol, y también en su caso el papá se negaba a
llevarla a la cancha por considerar que era un ambiente peligroso y “para hombres”. Pero la
negativa no alcanzó para detenerla, y de adolescente se escapaba con amigos para alentar a
Gimnasia. Antes de conocerla, su marido Germán Serrano era de River y no acostumbraba a
moverse hasta los estadios. Ella le contagió su pasión por el Lobo, y ahora juntos (acompañados
por sus cuatro hijos) alientan al equipo desde la tribuna.
León Sivori es empleado de un club de fútbol, y dice que en los últimos años aumentó
considerablemente la cantidad de mujeres en los partidos. “Vienen solas y entienden del deporte.
Algunas se transforman y pierden su femineidad por un rato o también están las que se producen
y parece que fueran a modelar”, describe.
A pesar del aumento de las mujeres en los estadios, León reconoce el machismo que impregna el
deporte y como ejemplo cuenta que los hombres de la tribuna suelen quejarse cuando aparecen
mujeres en el arbitraje.
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Aunque a la mayoría de los varones les gusta que las mujeres vayan a la cancha para alentar a su
equipo, el problema aparece cuando ellas pretenden dar un paso más. Patricia Gunter (33) cuenta
que en la tribuna conoció a un grupo de chicos y que de encontrarse seguido en los partidos se
creó como una especie de amistad. Un día agarró uno de los bombos que ellos llevaban y comenzó
a tocar. “Me dejaron hacerlo un par de veces, pero se ve que después lo pensaron mejor y
decidieron que el bombo no”, se ríe Patricia.
El límite que marcan los hombres también suele aparecer cuando las mujeres pretenden opinar
sobre cómo se jugó, o cuando intentan sumarse a las áreas organizativas del club. Ni Estudiantes
ni Gimnasia cuentan con mujeres en la comisión directiva, sólo aceptan colaboradoras.
Mujeres Asociadas a los clubes
En el 2000 se creó la agrupación Mujeres Asociadas a Clubes de Fútbol (Macfut). Alrededor de 60
mujeres se reúnen una vez al mes en los distintos clubes del país con el objetivo de planear
acciones para erradicar la violencia de los eventos deportivos y lograr una mayor integración de la
mujer.
“Los clubes son los hombres, y cuesta que dejen entrar a las mujeres. Nosotras buscamos que nos
den más lugar”, cuenta Marta Cheves (75), que hace 15 años representa a Estudiante en Macfut.
Cuando Marta dejó Tandil para instalarse en La Plata tenía 16 años, y dice que desde ese
momento se volvió hincha del Pincha. En esos tiempos, su hermano jugaba en el equipo. Ella
trabajó para el club, y ya jubilada continúa colaborando ad honorem. Actualmente es una de las
mujeres que organiza eventos para recaudar dinero para el fútbol amateur.
El fervor de las mujeres en la cancha
La mayoría de las mujeres consultadas coinciden en que la pasión por el equipo se manifiesta igual
que en muchos hombres: con gritos, lágrimas, insultos, desesperación, decepción, frustración y
con una alegría inmensa en cada gol.
Micaela (22) y Rita (56) Castro, y Susana De la Barrera (52) devoran un choripán durante la previa
del partido de Gimnasia. Con medio sandwich en la mano, confirman el mito popular y aseguran
que son más sabrosos que los que se comen en otro lugar. Coinciden en que para ver los partidos
es mejor la tribuna. “Tiene más emoción. Ahora la gente de la platea se liberó un poco y canta,
pero igual no es lo mismo”, dice Susana. Las tres están solteras y admiten que la cancha es un
buen lugar para conocer hombres, pero confiesan que no cuentan con buenas experiencias en ese
tipo de romances.
El futbol como formador de identidad
Como explica la psicóloga Débora Tajer, especialista en género, en “El fútbol como organizador de
la masculinidad”, por lo menos desde 1920 el fútbol forma parte de la genealogía masculina del
país. Según la tradición, el padre debe trasmitir a su hijo el amor por una camiseta.
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De manera que los hombres construyen su identidad a partir de un nombre, un apellido y un club
de pertenencia. Los varones podrán cambiar de mujer y de partido político, pero difícilmente de
equipo de fútbol.
Por esto, para la especialista, a pesar de la entrada masiva de mujeres apasionadas al deporte, “el
fútbol está sexuado y pintado de género, con predominio masculino”.
Tajer sostiene que las mujeres que procuren ingresar en la actividad deberán enfrentar los mismos
escollos que se plantean cuando deciden sumarse a alguna actividad social en la que predominan
los hombres.
En cuanto a lazo femenino con el deporte, plantea: “Gran parte de la relación de las mujeres con el
fútbol está en íntima conexión con el tipo de vínculo con los varones significativos”.
Como novedad de los últimos años, cada vez se encuentran más casos de madres que llevan a sus
hijos a la cancha y les trasmiten la pasión por un equipo. Elisabeth Nicolini (36) se convirtió en
hincha de Gimnasia por su padre, y ahora ella le transmitió a su hija Camila (9) el amor por la
camiseta. Su marido es de otro equipo.
Existe otro grupo de mujeres que, sin ser fanáticas, también van a la cancha. Tajer las distinguió
como “las que acompañan” y explica: “Son mujeres que, con suficiente experiencia en la vida, han
aprendido la estrategia de que, al no poder vencer a un poderoso enemigo, lo más inteligente es
unírsele”.
Leer más en http://pasado.eldia.com/edis/20141208/Las-mujeres-tambien-transmiten-sus-hijospasion-camiseta-laciudad0.htm
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