1 “Dios medida de la Evolución en las Ciencias”. Beresit. Cofradía Internacional de Investigadores. Actas de Congreso Beresit I, Toledo, (1991), 19-38. DIOS MEDIDA DE LA EVOLUCION EN LA CIENCIA PROF. EMILIA CURRAS Doctora en Ciencias Químicas Académica Universidad Autónoma de Madrid RESUMEN En los periodos históricos de gran evolución científica se ha vuelto la vista hacia el aspecto puramente materialista del Universo donde se incluye nuestro Planeta Tierra y nosotros y nosotros mismos como sus pobladores. Se buscan leyes químicas físicas y matemáticas que expliquen el gran fenómeno de la vida a nivel dimensional-terrestre, marcado por el propio desarrollo científico. Sin embargo, siempre se ha llegado a un punto a partir del cual no se puede seguir razonando. Nos quedamos en el umbral de lo inexplicable en cada momento histórico. Bien es de verdad que posteriores descubrimientos e invento nos trasladan un paso más en el conocimiento de nuestro mundo, de la verdad subjetiva de las cosas —entes— que nos rodean. Pero…. Asimismo siempre encontramos ese límite… Entonces, ante lo inexplicable, volvemos la vista hacia un Ser Superior, máximo hacedor. Principio. Fin y Razón de este mundo, parte desconocido. Medida de todas las cosas. Actualmente nos encontramos en uno de esos períodos de gran desarrollo científico. Hoy ya no nos basta con referirnos exclusivamente a nuestra Naturaleza, humana y vegetativa… Nos extendemos más allá, hacia el Cosmos, hacia una dimensión cósmica, hacia la inmensidad de lo misterioso y desconocido. Para ello hacemos uso de la Ciencia. Como consecuencia la Ciencia se diversifica, se amplía, se pluraliza. Hace falta establecer conexiones para no perder la unidad del sistema… Dios sigue siendo la medida de la evolución en la Ciencia, sigue marcando la pauta, sigue siendo la razón y motivo de esa evolución. INTRODUCCION Estamos viviendo una época de acelerada evolución en la historia de la humanidad. Es algo que no necesita demostración y que no podemos comprender la gran trascendencia de este momento histórico, en que se han desvanecido los importantes principios axionómicos, tenidos como fundamentales desde los principios de nuestra conciencia histórica, como seres racionales, capaces de elaborar líneas de pensamiento. Líneas e pensamiento acordes con nuestras necesidades vitales, teniendo en cuenta la doble vertiente humana, material por un lado y espiritual -anímica- por otro lado. 2 Se han desvanecido esos principios fundamentales y han venido a ser sustituidos por otros principios que se nos muestran con grandes visos de veracidad, toda vez que pueden ser demostrables experimentalmente. En un cierto aspecto parece como si nos faltase el suelo bajo nuestros pies. Como si fuésemos a caer al vacío… Necesitamos asirnos a algo para sentirnos seguros. Y, curiosamente, el asidero vuelve a ser la idea de Dios, del Ser Supremo, del Uno, que engloba el todo y las partes, que regula las acciones, reacciones y relaciones entre sí –las partes y el todo- y dentro de sí mismo. La ciencia, como la causante de los conocimientos que nos han llevado a esta situación de transmutación, no puede por si misma resolver, ni responder a las grandes incógnitas que se plantea el ser humano. Vuelve de nuevo la idea de Dios, la que, en cierto modo, supone regular la evolución de la ciencia. Al leer mucha bibliografía que existe sobre el tema de la relación de la ciencia con la religión, la fe, la teología, la creencia, me ha surgido una serie de ideas que quizá puedan explicarme a mi misma, al menos, ciertos puntos por donde poder comprender la gran unión que existe entre ciencia, teología y religión. Por mucho que se quieran estudiar y tratar por separado, y se sigan caminos divergentes, de alguna manera, en algún período histórico, confluyen uniéndose de nuevo. El ser humano, como tal, no puede divorciarse de la idea de Dios, aunque se tomada en sus más diversas manifestaciones y representaciones. En este trabajo trataremos de exponer nuestras opiniones, con la intensión de que puedan dar lugar a puntos de reflexión y con el deseo de que conduzcan a pensamientos de tendencia positiva y esclarecedora. EVOLUCION HISTORICA Siempre pienso que puede ser útil situar el tema tratado dentro de un contexto histórico, en una evolución a lo largo del tiempo. Para desarrollar mis ideas, los dos o tres mil años de historia de la Humanidad apenas significan nada. Sin embargo, desde un punto de vista puramente humano, materialista, de desarrollo científico, hemos avanzado considerablemente. Desde se punto de vista podemos establecer períodos de gran actividad científica y de cambios radicales en nuestros principios fundamentales. No obstante, se me hace difícil establecer esos períodos con nitidez de fechas. Los grandes descubrimientos e inventos se han producido en un momento determinado por año, día y hora, pero sus consecuencias se han dejado sentir paulatinamente a lo largo de los años y por tanto los cambios de mentalidad, que llevaban implícitos, se han producido, igualmente paulatinamente. Incluso, en ciertos casos, se han solapado unos períodos pasados con los venideros. Si partimos del descubrimiento de los metales…, pasamos luego por el gran auge de las astronomías, la matemática, la filosofía y la metafísica. En la Edad Media se desarrolla la alquimia, la metalurgia y el arte naval. Surge la ciencia moderna en los siglos XVI y XVII. La técnica, como hoy la entendemos, se empieza a desarrollar en el siglo XVIII. El siglo XIX nos depara una de las grandes revoluciones industriales. Y nuestro siglo XX nos pone en contacto 3 directo con el cosmos hacia el exterior y con nuestra naturaleza intelectiva hacia nuestro interior. En todos esos períodos se observa que cada uno de ellos se sucede a menor distancia temporal que el anterior. Cada vez se aceleran los procesos para desvelar el mundo en que vivimos. Se observa también que cada vez el ser humano se va separando de la idea de Dios, como consustancial con el mismo. Sin embargo, cada vez que se produce ese vacío de ideologías, de pensamiento. Cada vez que se produce una transmutación en el campo científico, se vuelve la vista a la idea de Dios y por ahí se intenta encontrar soluciones a los problemas planteados. Los casos más recientes hemos de encontrarlos en los científicos de la mitad de este siglo, entre ellos: Einstein, Max Planck, James Jeans, Arthur Eddington, Schrödinger, Ken Wilber, Spinoza, Werner, Heisinberg y Ortega y Gasset. Posteriormente, después del Concilio Vaticano II y hasta nuestros días, vuelven a surgir teólogos y científicos, entre los que podemos citar a Karl Popper, Stephen Hawking, Edward Witten, Chenu, Hans Küng, José G. Caffarena, A Pérez Laborda, J.M. Mardones, Ruiz de la Peña, González Cardenal Ratzinguer y el Arzobispo de Toledo, Marcelo González Martín, que estudian estos temas. Una muestra significativa supone precisamente la celebración de este congreso Beresit I (Fig. 1) EVOLUCION EN LA CIENCIA IDEA DE DIOS PERIODOS DE GRAN EVOLUCION EN LA CIENCIA DESVANECIMIENTO DE VERDADES TENIDAS COMO FUNDAMENTALES ALEJAMIENTO IDEA DE DIOS CONSECUENCIA BUSQUEDA DE NUEVAS VERDADES FUNDAMENTALES VUELTA A LA IDEA DE DIOS PERIODOS SIGNIFICATIVOS RECIENTES SIGLO XX POSTERIOR A FINAL GUERRAS MUNDIALES DESPUES DEL CONCILIO VATICANO II Fig. 1 4 LAS DOS DIMENDIONES DEL SER HUMANO Podría ser que la clave del conflicto entre ciencia y religión, ciencia y teología radicase en considerar al ser humano desde dos dimensiones diferentes. Quizás ésa fuese, asimismo, la clave de la gran convergencia entre aquellas ramas del saber humano. Entre otros escritos me he referido al ser humano como centro de su mundo terrenal. Es agente, actor, ser único e irrepetible, responsable de sus actos sobre el Planeta Tierra. Está unido a la Tierra, hecho de sus mismos elementos naturales y sujeto a las mismas leyes físicas y químicas. Sus dimensiones se miden desde sí mismo. El es el patrón espacio-tiempo, donde no se conciben más que tres dimensiones y un concepto del tiempo unidireccional hacia el avenir en sentido progresivo. El hombre, el ser humano, con el poder de su inteligencia, en continua evolución hacia un aumento de capacidad pensante, ha ido modificando y transformando su entorno. Ha construido libremente un medio que le proporciona mejores condiciones de vida y que constituye su mesocosmos, dentro de su noosfera. Aquí nace, vive y muere. Ese es su mundo. Esta su dimensión humana-terrenal. Por otra parte, el ser humano, aunque sobre el Planeta Tierra, no está aislado del resto del Universo. La Tierra pertenece al sistema solar y éste a la galaxia de la Vía Láctea… y así sucesivamente, hasta un límite que se nos escapa de nuestra imaginación. Ahora el ser humano no es más que una minúscula partícula en un inmenso Universo. Está sometido a toda clase de influjos y reflujos, en una ordenación precisa, sin atisbos de imprevisión, donde no se pueden medir las dimensiones del espacio, ni prefijar las direcciones de tiempo. Quizás no tengamos conciencia todavía, o quizás empecemos a tenerla de las nuevas nociones del espacio, ni prefijar las direcciones de tiempo. Quizás no tengamos conciencia todavía, o quizá empecemos a tenerla de las nuevas nociones del espacio de diez dimensiones, como nos predice Edward Witten y las direcciones cambiantes del tiempo en avances y retrocesos simultáneos como nos desea demostrar Stephen Hawking. En estas condiciones, el ser humano no es libre, no es dueño de su destino. Sigue el ritmo del Universo. Con el poder de su inteligencia, vislumbra que esto es así. Toma conciencia de su dimensión cósmica-humana. Aquí es donde puede radicar un punto de discrepancia entre sus creencias y su realidad. El ser humano debe ser considerado desde sus dos dimensiones: - Humana - terrenal Cósmica - humana Estas dos dimensiones se entremezclan en le mismo sujeto, ente o persona. Solamente pueden ser separadas conceptualmente, de aquí la dificultad de su comprensión (Fig. 2) 5 LAS DOS DIMENCIONES DEL SER HUMANO S E R H U M A N O COMPONENTES MATERIAL INSEPARABLES ESPIRITUAL DE LA MISMA NATURALEZA LOS MISMOS ELEMENTOS SUJETOS A MISMAS LEYES FISICAS QUIMICAS QUE PLANETA TIERRA COMPRENDE TRES DIMENSIONES DEL ESPACIO COMPONENTE UNIDIRECCIONAL PROGRASIVA DEL TIEMPO DIMENSION HUMANA TERRESTRE DE INMENSO UNIVERSO SOMETIDA A FLUJOS REFLUJOS LEYES Y NORMAS PREFIJADAS Y EXACTAS NO MODIFICABLES NO COMPRENDE QUIZA OTRAS DIMENSIONES DEL TIEMPO EN COMUNICACIÓN MUTUA MINUSCULA PARTICULA DIRECCIONES DEL ESPACIO DIMENSION COSMICA HUMANA Fig. 2 6 RELIGION Y TEOLOGIA Hasta aquí nos hemos referido al ser humano, únicamente desde un punto de vista físico-materialista. No hemos hecho otra alusión a su condición de sujeto con capacidad mental, intelectiva, más que cuando hemos mencionado su inteligencia… Lo hemos hecho intencionadamente para pasar ahora a estudiar su condición espiritual. El hombre lleva en su naturaleza una componente anímica espiritual. El hombre lleva en su naturaleza una componente anímica-espiritual. Para lo que intento poner de manifiesto con este escrito voy a prescindir de la Gran Cadena del ser y considerar que alma y espíritu se encuentran al mismo nivel y no estableceré ninguna distinción entre ellas, puesto que se trata de hacer resaltar que el hombre lleva en si las componentes: Material y anímica. Partimos de la base de que el Universo, empezase cuando empezare, surgiera de una explosión o de uniones de minúsculas partículas u ondulaciones que han ido evolucionando, ha tenido que ser creado por alguien. De la nada, nada sale. Por muy progresistas y aperturistas a nuevas ideologías que queramos ser, no podemos admitir el absurdo. Podemos admitir una serie de explicaciones de hechos, hasta ahora desconocidos, que incluso calificaríamos de extravagantes. Pero las ideas, que se muestran como absurdas por su misma contradicción, no entran en nuestras concepciones ideológicas. Por tanto, algo que existe y cuya evidencia es experiencia continua, tiene que haber sido creado por alguien. Ese alguien, es llamado Dios por una gran mayoría de seres humanos, entre los que me encuentro. Así pues el Universo, el Cosmos, ha sido creado por Dios. Y de aquí sale la relación entre Dios y el ser humano, criatura creada. Ahora podemos explicar la causa por la que el hombre ha tenido siempre la idea de su relación con Dios, expresada de muy diversas maneas a lo largo de la historia. Así nace la religión y la teología (Fig.3). La teología como el estudio, el tratado de Dios, hace referencia a la dimensión cósmica-humana del ser humano. Este necesita explicarse el mundo-cosmos donde vive. Desea conocer sus leyes, sus normas. Es un mundo donde no cabe la casualidad, ni el azar. Dios es ley, es principio. Es en Sí mismo el omnicosmos, donde está comprendido el macrocosmos, el microcosmos y el mesocosmos, donde se sitúa el ser humano. La misma naturaleza espiritual del hombre en conjunción con su naturaleza material es una medida y exponente de su doble dimensión cósmica, que no mure con la muerte física, si no que perdura mas allá de nuestros sentidos terrenales. De esta forma se podría explicar la creencia de que el alma es inmortal… Naturalmente que no es tan simple el razonamiento; pero puede suponer un punto de partida para mayores profundizaciones (Fig. 4). Por otra parte, la religión como relación del hombre con Dios, tiene en cuenta al ser humano en su dimensión humana-terrenal. Esta en cuanto que ser espiritual, necesita un eco, una exteriorización de sus alegrías, un consuelo a sus desgracias. Se le hace preciso buscar una esperanza para su futuro. DIOS CREADOR DEL UNIVERSO Y SER HUMANO DE LA NADA 7 NADA SALE UNIVERSO EXISTE EVIDENCIA POR EXPERIMENTOS DESCUBRIMIENTOS INVENTOS REAL DEBE SER CREADO POR SER CAPAZ DE HACERLO SER SUPERIOR DIOS EXISTE SER HUMANO CREADO POR DIOS RELACION CREADOR CRIATURA CREADA IDEA DE RELIGION TEOLOGIA Fig. 3 8 RELACION SER HUMANO ----- RELACION ----- TEOLOGIA RELIGION RELACION SER HUMANO DIOS REGULA ACTIVIDAD PENSANTE SENTIMIENTOS MORAL CONVIVENCIA… NIVEL DIMENSIONAL HUMANO TERRESTRE TEOLOGIA ESTUDIO DE DIOS EN SU TRASCENDENCIA SUS MANIFESTACIONES RELACION SER HUMANO DIOS EN SU TRASCENDENCIA ESPIRITUAL NIVEL ANIMICA DIMENSIONAL COSMICA HUMANA Fig. 4 9 Debe construir una religión moral para poder sobrevivir con los demás seres que habitan con él en el planeta Tierra. La idea de que somos las criaturas de Dios es puramente humanaterrenal. Se dice que Dios ha hecho al hombre a su imagen y semejanza y así explicamos la justicia, el amor, la bondad, la misericordia… El hombre es reflejo de Dios. Sin embargo, en realidad, lo que sucede –y no es mi deseo entonar una nota discordante- es que es el hombre el que ha hecho –ha representadoa Dios a su imagen y semejanza. Se nos hace así más asequible, más comprensible, más amigo, más familiar (Fig. 4) Siguiendo esta línea de razonamiento podríamos ir analizando cada uno de los axiomas, creencias y postulados de las distintas religiones. Entre ellas la religión católica es la que más se adecua a esta concepción de la religión. Se encontrarían explicaciones para todo aquello que hoy nos parece inexplicable y misterioso. Y lo que verdaderamente quedase sin explicar habría que achacarlo al estado de evolución del conocimiento humano, que aún ignora tantas cosas… y que en el avenir irá desvelando con su incansable sed de saber. Teóricamente llegaría un momento en que supiésemos todo acerca de nosotros mismos, del Universo, de Dios. Se plantearía el dilema se la continuidad de nuestra existencia. Estamos tan lejos de ese momento que es mejor eludir cualquier elucubración futura. CIENCIA, RELIGION Y TEOLOGIA También encontramos explicaciones para comprender cómo está concebido y ordenado el mundo donde vivimos. Es un mundo hecho a nuestro modo, siguiendo unas pautas determinadas por el grado de cultura y civilización de la especie humana en cada momento histórico. Es un mundo en evolución. Necesariamente va cambiando, acomodándose a los adelantos de la ciencia y su consecuencia, la técnica. Por lo tanto las relaciones con Dios, con la idea de Dios, también deben ir cambiando. La religión no puede ser estática, ni rígida, ni anclarse en lo que está escrito. La revelación, como inspiración de Dios en el hombre, puede ser admisible; pero con ciertos recelos. No creo que seamos capaces de negarla. Sin embargo, bajo ese aspecto, se pueden introducir ideas que estén lejos de la propia de Dios. La religión debe cuidar, eso sí, la moral natural y velar porque las costumbres hagan la vida en comunidad pacífica y armoniosa. El ser humano debe dominar el mosocosmos y no ser dominado por él (Fig. 5). Aplicando estos mismos razonamientos, tampoco la teología entra en conflicto con la ciencia. Siempre debemos tener presente esa diferencia dimensional entre el ser humano y el cosmos (Fig. 6). Para una mejor comprensión de lo que decimos, comparemos el mundo de las hormigas, por ejemplo, con el nuestro. Las hormigas viven en un mundo perfectamente organizado, de convivencia y trabajo, en el que las dimensiones de espacio y tiempo no pueden ser iguales que las nuestras. Ellas habitan unos lugares que conocen solamente desde su alcance intelectivo. Suponemos que están muy lejos de comprender, ni siquiera tener conciencia, de la complejidad de nuestro mundo con tantos condicionantes ideológicos y técnicos. 10 CIENCIA RELIGION CIENCIA ESTUDIO DE MUNDO TERRENAL HECHO A MEDIDA DEL HOMBRE SEGUN GRADO DE CULTURA CIVILIZACIÓN DE CADA MOMENTO HISTORICO EN EVOLUCION ACOMODANDOSE A ADELANTOS DE LA CIENCIA DIMENSION HUMANA TERRESTRE RELACION CON RELIGION - MORAL NATURAL - COSTUMBRES - VIDA ARMONICA PACIFICA EN EVOLUCION Fig. 5 11 CIENCIA TEOLOGIA CIENCIA ESTUDIO DEL UNIVERSO MUNDO SUPERIOR TRASCENDENTAL RELACIONES CON LA INMENSIDAD DESCONOCIDA DIMENSION COSMICA HUMANA DEL HOMBRE TEOLOGIA RELACIONES ANIMICAS ACTIVIDADES ESPIRITUALES EJEMPLO INMORTALIDAD DEL ALMA LIBRE ALBEDRIO _ _ _ Fig. 6 12 Así nosotros, tampoco podemos comprender organizaciones, ni funcionamientos ni ideologías de mundos superiores al nuestro. Bien es verdad que por nuestra mayor capacidad intelectiva, que va aumentando al unísono con la evolución normal de la especie humana, estamos en condiciones de captar, vislumbrar y comprender, poco a poco, esos mundos superiores, donde al final y en conjunción supranatural, se llega a la idea de Dios. La teología, por tanto, no puede ser sólo del dominio de estudio de las personas dedicadas profesional y vocacionalmente a la religión. Los científicos tienen mucho que decir de las relaciones entre las verdades descubiertas con ayuda del estudio y la investigación y las verdades superiores, trascendentales, que quizá sintamos, intuyamos, que existen y no sepamos explicarnos fácilmente. No me parece ético, no ecléctico, negar por principio, cualquier manifestación o aparente manifestación científica o trascendental, solamente por el hecho de que no lo entiendo. A la luz de mi razón, de mis conocimientos actuales, pueden resultar ciertos principios extraños, inexplicables… Quizás mañana hayamos encontrado, descubierto, su veracidad. Ante la ciencia, la religión y la teología se debe adoptar una postura de duda y de esperanza, siempre con la vista puesta hacia el futuro que nos abrirá las puertas hacia la sabiduría. LA EVOLUCION DE LA CIENCIA En el resumen de este trabajo hemos aludido a la evolución de la ciencia y los períodos de mayor auge en los estudios en dirección hacia la idea de Dios. Haciendo un recorrido a lo largo de la Historia se observa que efectivamente, después de los grandes descubrimientos que han hecho tambalear y caer las ideas fundamentales, se ha sucedido una época de vuelta a la idea de Dios, bien para combatirlo o para negarlo. Los que se llaman a sí mismos agnósticos, y muestran una indiferencia frente a la religión y la teología, se apoyan indirectamente en la idea de Dios para afirmar su indiferencia. Por el contrario la mayoría de los científicos están impregnados de la idea de Dios. Son personas religiosas. Lo demuestra el hecho de que una buena parte de ellos son judíos y sabemos lo arraigada que llevan en sí la idea de Dios. Por tanto la idea de Dios está presente en toda investigación y resultado científico, sea en el terreno puramente material-experimental, sea en el terreno humanístico, sea en la física, sea en el arte. Y esa idea de Dios y ese deseo de encontrar una concordancia entre el conocimiento, la verdad subjetiva, humana, con las verdades trascendentales de nuestro ego a nivel superiorcósmico, es lo que nos lleva a tomar a Dios como patrón y medida de nuestras actividades trascendentales de nuestro ego a nivel superior-cósmico, es lo que nos lleva a tomar a Dios como patrón y medida de nuestras actividades, actitudes, razonamientos y descubrimientos. De aquí que hayamos postulado que Dios es la medida de la evolución en la ciencia. Sin remontarnos a épocas pasadas y fijándonos solamente en el período que ha transcurrido desde la celebración del Concilio Vaticano II hasta estos días de 1989, podemos constatar como, por ejemplo, se desea unir los descubrimientos en las nuevas tecnologías de la inteligencia artificial y los 13 sistemas expertos con la idea de Dios. La inteligencia artificial se basa fundamentalmente en querer establecer, por medio de fórmulas matemáticas, una concordancia entre el funcionamiento del cerebro y el de una máquina. El pensamiento, las líneas de razonamiento lógico se reflejan en formas matemáticas… Por otra parte, también con fórmulas matemáticas se pueden explicar el funcionamiento del Universo y de la idea del Universo. Al querer relacionar estos postulados con la idea de Dios, se deberá admitir que la mente de Dios puede ser expresada y entendida mediante formulaciones matemáticas. Es una corriente en boga en estos momentos. Otro ejemplo lo hemos citado en páginas anteriores, al hablar de la composición corpuscular regular y armónica del Universo, que está sujeto a las leyes prefijadas, y la idea del libre albedrío. Aquí se hecha mano de las diferencias dimensionales del ámbito puramente humano y el ámbito cósmico. Aún se puede citar otro ejemplo significativo, en el deseo de compaginar la idea de un Dios creador con la idea de ubicuidad de Dios. Dios está en todas partes a la vez. Lo ocupa todo. En el momento en que admitamos la teoría de la relatividad y comprendamos que entre materia y energía no existe más que una diferencia de estado de concentración, habremos llegado a la conclusión de que el Universo se compone de energía. Esta energía se manifiesta de muy diversas formas en vibraciones de distinta longitud de onda. Deben ser impulsadas para que vibren. Aquí es donde surge la idea de Dios que impulsa, da fuerza a esas infinitas partículas u ondulaciones. Son los científicos los que buscan las explicaciones teológicas a sus descubrimientos e inventos. Los teólogos, quizás se sitúen en un plano más trascendental y tengan menos interés por la ciencia de la teología. Al fin la idea de Dios es la medida de la evolución en la ciencia (Fig.7). La religión, en su dimensión puramente humana-terrestre, debe ocuparse del hombre en sus aspiraciones espirituales y materiales a nivel de su existencia sobre el planeta Tierra. Debe proporcionar normas con otros sea lo mejor posible, en paz y armonía. En este sentido se deberá relacionar muy estrechamente con la flamante y reciente ecología. En la ecología se engloban en sentido general, la biología, la medicina… la química, la física….la neurofisiología… todas las ramas del saber humano concernientes al ser humano, en cuanto a tal. La ecología se basa en una moral natural. La religión, asimismo, se basa en una moral natural, donde no se olvida la componente espiritual de la persona. Podemos fácilmente comprender que también la idea de Dios es la medida de la evolución en la ciencia, considerada a nivel humano-terrestre. Y así lo demuestran los científicos y religiosos que buscan soluciones y explicaciones a los problemas planteados por los nuevos descubrimientos o inventos (Fig.7). 14 CIENCIA BUSCA EXPLICACION FENOMENOS NATURALES A NIVEL TERRESTRE COSMICO RECURRE A RELIGION TEOLOGIA PARA EXPLICAR FUNDAMENTOS DE DESCUBRIMIENTOS INVENTOS AVANCES IDEOLOGICOS NUEVAS CONCEPCIONES RACIONALES POR IDEA DE DIOS CONSECUENCIA DIOS MEDIDA DE LA EVOLUCION DE LA CIENCIA Fig. 7 15 EL PAPEL DE LA INFORMACION No quisiera terminar este trabajo sin hacer mención de la información. La información, como he dicho en algún otro escrito, es el motivo de mi existencia y de mi subsistencia. El estudio de la información, entendida en sentido general, me ha llevado a otras investigaciones y a formar mis líneas de pensamiento. Por lo tanto no puedo prescindir de ella tampoco en estos razonamientos aquí expuestos. La información se ha de considerar como el hilo conductor entre la ciencia y la religión y la teología. Por la información se configura en nuestra mente el mundo en que vivimos, el mundo interior de nuestro propio yo y el mundo exterior en el que realizamos nuestra actividad vital. Por tanto, por la información llegamos al conocimiento y elaboramos nuestro pensamiento. Se desarrolla nuestra actividad neural y se activa nuestra capacidad mental, que va aumentando progresivamente. Cada generación está en mejores condiciones de relacionar la idea de nuestro planeta Tierra y del Universo con la idea de Dios. La información es el nexo que une la idea e Dios con la evolución en la ciencia, por consiguiente con las nuevas tendencias y postulados de la religión y la teología. OBRAS DE REFERENCIA ARNTZ, H.: “Information and the Emergence of Man. Boundaries in Evolution. 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