Corte Suprema de Justicia

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República de Colombia
Corte Suprema de Justicia
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
SALA DE CASACION CIVIL
MARGARITA CABELLO BLANCO
Magistrada Ponente
AC174-2014
Radicación n° 11001 02 03 000 2013 02493 00
Bogotá D. C., veintisiete (27) de enero de dos mil
catorce (2014).
Procede la Corte a resolver la queja propuesta por la
parte demandante, compuesta por los señores NIDIA
ASTRID CARREÑO BARRERA, ERIKA MARCELA CARREÑO
RAMÍREZ y NAIRO ALBERTO CARREÑO BARRERA, contra
el proveído de veintiséis (26) de agosto del año que cursa, a
través del cual el Tribunal Superior de Bogotá, Sala de
Familia,
negó
la
concesión del
recurso
de
casación
planteado frente al auto de seis (6) del mismo mes y año,
dentro del proceso ordinario que los actores iniciaron contra
MARÍA EFIGENIA TIBADUIZA GUTIÉRREZ.
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ANTECEDENTES
1. Los accionantes, ante el Juzgado 19 de Familia de
Bogotá, presentaron demanda ordinaria con pretensión de
declaratoria de unión marital de hecho, conformación de
sociedad patrimonial y posterior liquidación, en contra de
quien fuera compañera permanente del señor Felix Alberto
Carreño, señora María Efigenia Tibaduiza Gutiérrez, lo que,
efectivamente, lograron el diecinueve (19) de diciembre de
dos mil seis (2006), data en que el referido despacho
judicial acoge las súplicas pertinentes.
2. Posteriormente, debido a las políticas adoptadas
sobre descongestión de despachos judiciales, el proceso fue
remitido y, su conocimiento asumido, por el Juzgado
Tercero de Familia. Ante esta oficina judicial, en su
momento, fue tramitada la liquidación de la sociedad
patrimonial otrora declarada, llegando el trámite hasta la
aprobación
del
trabajo
de
partición,
mediante
la
correspondiente sentencia.
3. Dicha determinación fue recurrida en apelación por
la parte demandada y el Tribunal acusado, en auto de seis
(6) de agosto de dos mil trece (2013), al evaluar las
actuaciones cumplidas en ese expediente, en particular, las
implicaciones derivadas del fallecimiento de la compañera
permanente, señora María Efigenia Tibaduiza, demandada,
concluyó que la Corporación se había equivocado al
momento de resolver, en época anterior, algunos recursos
de apelación.
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Luego de explicar la razón de tales afirmaciones y de
aceptar expresamente que semejantes desatinos habían
viciado parte de lo actuado en el proceso, el fallador de
segunda instancia decidió declarar la nulidad de todo lo
actuado a partir del diez (10) de septiembre de dos mil siete
(2007), proveído que dio inicio al trámite de liquidación de
la sociedad patrimonial declarada, al considerar que la
misma debía realizarse dentro del proceso de sucesión
correspondiente.
4. La parte demandante interpuso recurso de casación
mostrando su total desacuerdo con lo decidido, siendo
rechazado por el Magistrado ponente, el veintiséis (26) de
agosto de la misma anualidad, con fundamento en el
artículo 366 del C. de P. C.
5. Los accionantes agotaron el trámite propio de la
queja y, aducida en tiempo, procede la Corte a resolverla.
LOS FUNDAMENTOS DEL TRIBUNAL
1. El ad-quem, señaló como base de su decisión que:
«el recurso extraordinario de casación solo procede contra las
sentencias que se profiere (sic) en segunda instancia por los
Tribunales Superiores».
2. Al resolver la reposición formulada por la misma
parte, el sentenciador de segundo grado, bajo similar
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argumento que el memorado, mantuvo la negativa de
conceder el recurso de casación.
LA SUSTENTACION DE LA QUEJA
1.
Quien
representa
los
intereses
de
la
parte
demandante, ante la Corte, expone su inconformidad al
considerar que a partir de lo decidido por dicha Corporación
y la época de la referida determinación, se genera enorme
inestabilidad jurídica, pues no es razonable que varios años
después, el mismo funcionario, sin petición previa al
respecto, revise lo cumplido y, radicalmente, cambie de
parecer, disponiendo la nulidad de todo lo actuado y
ordenando
rehacer
las
actuaciones
cumplidas,
cuya
ejecutoria sobrevino tiempo atrás.
2. El quejoso insiste en que el argumento del fallador
es equivocado, pues una lectura apropiada de la norma
invocada (artículos 586 y ss del C. de P.C.; y, artículo 6 de
la Ley 54 de 1991), permite concluir que, a diferencia de lo
sostenido por dicho funcionario, sí es posible que dentro
del mismo proceso en donde fue declarada la unión marital,
se proceda a la liquidación de la sociedad pertinente.
3. Culmina su exposición aludiendo que el recurso de
casación deviene procedente, pues, en el numeral 5º del
artículo 368 del C. de P.C., aparece autorizado acudir a
dicho remedio procesal cuando el juez de conocimiento
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incurre en una nulidad y, ciertamente, según lo argumentó,
el Tribunal, con sus actuaciones, dio lugar a dicho vicio.
CONSIDERACIONES
1. Primeramente debe resaltarse que por expresa
consideración del inc. 3º del artículo 372 del C. de P. C., el
recurso de queja, tiene como finalidad primordial y
exclusiva, determinar si la Sala de Familia del Tribunal
Superior
de
Bogotá,
cuando
negó
la
concesión
del
extraordinario de casación, procedió con apego a la
normatividad vigente o, contrariamente, se apartó de sus
postulados.
2. En todos aquellos asuntos relacionados con los
medios de impugnación, ya ordinarios ora extraordinarios,
sin disquisición de ninguna índole, está definido que es la
ley la que, de manera expresa y excluyente, gobierna su
dinámica. Por supuesto, tal regulación involucra aspectos
como
la
clase
de
providencias
susceptibles
de
ser
recurridas, la censura que puede ser aducida, los requisitos
formales o de técnica que debe cumplir, atendiendo su
naturaleza, y desde luego, la parte o sujeto procesal
autorizado para presentar el recurso pertinente.
Por ello, como bien sabido se tiene, todas aquellas
situaciones alusivas a esta problemática, involucran un
tratamiento y aplicación restrictiva, es decir, al intérprete u
operador judicial no le está permitido autorizar formas no
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previstas en la ley para confrontar determinadas decisiones
de los jueces. Surge, entonces, que poder recurrir un auto o
una sentencia es un evento que sólo la ley contempla; es la
norma respectiva la que dispone si ese pronunciamiento
admite tal o cual recurso o, si, definitivamente, está
excluido de cualquier forma de impugnación.
3. No puede perderse de vista que el principal
cometido de toda censura, al momento de su formulación,
es lograr que el mismo juez o uno de superior jerarquía, al
volver sobre lo resuelto, decida si el pronunciamiento hecho
debe mantenerse o reformarse (art. 348 y 351 C. de P.C.).
En otros términos, lo que se reprocha o confronta, por
obvias razones, es el pronunciamiento del funcionario que
condensa su voluntad atinada o desatinada, pues a partir
de esa situación se visualizan los yerros o aciertos del
administrador de justicia. En esa dirección, entonces,
aparecen recursos que proceden frente a determinadas
decisiones judiciales y, algunas otras que, de manera
expresa, inclusive, las repulsan. Por ejemplo, no es
susceptible recurrir en reposición pronunciamientos que
tengan el carácter de sentencia o aquellos cuyo contenido
incorporen órdenes directas al secretario, vr, gr, autos de
cúmplase (artículo 348 C. de P.C.); como que no es
procedente formular el recurso de apelación frente a
decisiones excluidas expresamente de dicha censura, tal
cual acontece con algunas nulidades que se resuelven de
plano (art. 34 ib), o el auto ejecutivo (art. 505 idem), etc., es
más, en algunos eventos la norma excluye, por completo, la
posibilidad de impugnar la decisión emitida, así sucede
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entre otras, con el auto que adopta pruebas de oficio (art.
179 ibidem).
En fin, trátese de un auto o de una sentencia, sólo la
ley defiere la posibilidad de ser recurridos y, a su vez,
establece qué impugnación procede.
4. Bajo esa perspectiva, no en vano la propia
Constitución Política, al incorporar en su articulado (art.
29), algunas notas sobre el debido proceso, de manera
contundente, alude a que dicha prerrogativa se resquebraja
cuando no se observan a plenitud las formas propias de
cada juicio y, sin duda, dentro de tales postulados,
aparecen los recursos o medios de impugnación; por tanto,
admitir uno cualquiera de ellos cuando la ley no lo tiene así
previsto o en relación a providencias no susceptibles del
mismo,
refleja
una
trasgresión
a
ese
mandato
constitucional.
5. En esa dirección, no soporta cuestionamiento
alguno el que la procedencia de la censura aducida no
depende del acierto o no de la determinación adoptada, no,
su viabilidad está condicionada a que la ley, expresamente,
autorice
tal
forma
de
recurrir.
Luego,
itérase,
la
impugnación propuesta, en un momento determinado,
devendrá susceptible de estudiarse siempre y cuando así lo
contemple alguna norma ya de carácter general o especial;
en defecto de una u otra, el funcionario judicial no puede, a
riesgo de vulnerar el debido proceso, habilitar ese medio de
reproche.
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6. En el caso presente, el quejoso presentó recurso de
casación frente al pronunciamiento del Tribunal que declaró
una nulidad y, esa determinación, a voces del artículo 302
C.
de
P.C.,
responde
a
la
naturaleza
de
un
auto
interlocutorio y, al margen del acuerdo o desacuerdo de la
Corte con lo resuelto por esa Corporación, es decir, de la
coincidencia conceptual alrededor de los motivos que lo
condujeron a resolver en ese sentido, la única realidad que
se desprende de las actuaciones cumplidas, bajo el imperio
de las normas vigentes, es que el recurso extraordinario
invocado no procedía y, en ese sentido, el ad-quem, al negar
su concesión, actúo con apego a la ley de procedimiento. No
resultaba atendible, itérase, en la medida en que fue
enderezado frente a un auto y no respecto de una
sentencia.
Sobre el tema, es claro el artículo 366 de la obra
procesal citada al supeditar la viabilidad de la censura
propuesta, entre otras exigencias, a que el pronunciamiento
reprobado tenga la naturaleza de fallo de fondo; en términos
más precisos, el recurso se aduce contra la sentencia,
directriz que no encuentra salvedad en la causal 5ª del
artículo 368 idem.
7. En conclusión, cuando el Tribunal negó el recurso
de casación, no procedió de manera arbitraria o equivocada,
por
lo
que
habrá
de
declararse
bien
denegada
la
impugnación.
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Radicación n° 11001 02 03 000 2013 02493 00
RESUELVE:
DECLARAR bien denegado el recurso de casación que
interpusiera la parte actora.
Devuélvase al Tribunal la presente actuación para que
forme parte del expediente respectivo.
Sin costas por no aparecer causadas (Art. 392 C. de P.
C.).
Notifíquese
MARGARITA CABELLO BLANCO
Magistrada
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