Los efectos tóxicos del clembuterol

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Texto de apoio ao curso de Especialização
Atividade física adaptada e saúde
Prof. Dr. Luzimar Teixeira
Los efectos tóxicos del clembuterol
21 de noviembre de 2002 | Bibliografía
BELÉN PÉREZ FERNÁNDEZ
Facultad de Veterinaria
Universidad Autónoma de Barcelona
Las propiedades biológicas del clembuterol sobre el organismo han convertido a este
fármaco anabolizante en un producto lamentablemente popular en el mundo del deporte.
Estas mismas características, que han propiciado su uso en veterinaria, han conducido a
menudo a un empleo abusivo en animales de carne cuyas consecuencias pueden llegar a
ser graves para los consumidores.
El clembuterol se define como un agente agonista de los receptores adrenérgicos utilizado
frecuentemente como broncodilatador en el tratamiento del asma bronquial, bronquitis
asmática y bronquitis espástica. Actúa después de unirse a estos receptores provocando
una serie de reacciones a nivel del organismo que dan como resultado final una relajación
de la musculatura bronquial, favoreciéndose así la respiración. La dosis recomendada en
salud humana es de 10 a 20 µg (microgramos), dos veces al día.
Además de esta acción terapéutica, el clembuterol se caracteriza por el fuerte efecto
anticatabólico que presenta. Esto significa que es una sustancia que tiene la capacidad de
disminuir la tasa de reducción proteica en la célula muscular, provocando así un mayor
desarrollo de la misma. A esta acción anabólica se une el ligero efecto que tiene este
agente sobre la temperatura corporal, la cual, después del uso del compuesto, aumenta.
Este incremento de la temperatura favorece el consumo de grasa en el organismo.
La ingesta de carne de animales tratados con elevadas cantidades de clembuterol puede
comportar la aparición de efectos graves en el consumidor como alteraciones de tiroides,
disfunciones metabólicas o intolerancia a la temperatura Son estas propiedades las que
han hecho del clembuterol uno de los compuestos más popularmente utilizados por
atletas y deportistas que desean aumentar la masa muscular, aunque es una sustancia
que presenta una serie de efectos tóxicos si se consume de forma descontrolada y a
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dosis elevadas. Los efectos más destacables a dosis del orden de 100-140 µg/día en
hombres, y de 80-100 µg/día en mujeres, son palpitaciones, nerviosismo, temblores,
temblor involuntario de los dedos, dolor de cabeza, aumento de la transpiración, insomnio,
posibles espasmos musculares, aumento de la presión sanguínea y náuseas.
Utilización en animales y toxicidad
En animales, el clembuterol se utiliza en caballos por vía oral, intramuscular o
endovenosa como broncodilatador, y se utiliza en vacuno y en caballos como tocolítico
para disminuir las contracciones uterinas, por vía parenteral u oral, a dosis de 0.8 µg/kg
de peso vivo.
Es un fármaco que se absorbe bien por vía oral, tanto en humanos como en las especies
de destino y que después de su absorción se distribuye ampliamente hacia los tejidos,
traspasando incluso en algunas especies la barrera placentaria. Después de su absorción,
el clembuterol presenta 4 metabolitos a nivel principalmente de hígado y de riñón pero
sólo uno de ellos tiene actividad farmacológica, presentando un efecto como
broncodilatador muy inferior al de la propia molécula. Además, la proporción del
metabolito es de un 1-2 % de los residuos extraíbles en estos dos órganos.
La toxicidad del clorhidrato de clembuterol, la forma empleada como agente terapéutico,
es de moderada a alta, presentando una LD50 (dosis letal 50) de 80-180 mg/kg (pesovolumen). Estudios de toxicidad realizados en ratas, después de administrar el fármaco a
dosis repetidas a diferentes períodos de tiempo (de 1 a 18 meses), han dado como
resultado un aumento de la respiración y la frecuencia cardiaca, llegándose a observar
lesiones en el miocardio y hepatotoxicidad. A dosis tóxicas el clembuterol puede presentar
un efecto teratogénico (cancerígeno).
En las especies de destino no se han observado efectos adversos significativos excepto
aumento del ritmo cardíaco y una caída de la presión diastólica. Algunos estudios
realizados en humanos sanos y en mujeres embarazadas han mostrado que el
clembuterol tiene una buena tolerancia en la mayoría de pacientes cuando se administran
dosis terapéuticas y los únicos efectos adversos observados han sido nerviosismo,
palpitaciones y temblor muscular. En pacientes con enfermedad coronaria no se han
observado efectos sobre el sistema cardiovascular y funciones respiratorias, mientras que
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los pacientes con enfermedades obstructivas respiratorias crónicas se muestran más
susceptibles al efecto broncodilatador del fármaco.
Presencia en tejidos
El uso terapéutico de este fármaco en veterinaria puede comportar la aparición de
residuos de esta sustancia en los tejidos procedentes de los animales tratados y que irán
destinados al consumo humano. Por este motivo, las autoridades sanitarias intentan
controlar la presencia de clembuterol en los tejidos que se han fijado como diana para
esta sustancia y de esta forma prevenir cualquiera de los riesgos que puede tener esta
sustancia para la salud del consumidor.
Por ello, se ha establecido un límite máximo de residuos (LMR) permitido después de la
utilización de este fármaco (expresado en µg/kg sobre la bases del peso fresco) que son
autorizados por la Unión Europea.
Este LMR se basa en el tipo y en la cantidad de residuos que se considera que no
constituyen un riesgo toxicológico para la salud humana y se expresa en base a la dosis
diaria admisible (ADI), que para el clembuterol es de 0.0042 µg/kg p.v., equivalente a 0.25
µg/60 Kg. y calculada a partir de los estudios experimentales realizados en los animales
de laboratorio y la aplicación de un factor de seguridad a la dosis a la que no se observan
efectos.
El clembuterol, según establece el Reglamento CEE 2377/90 y el Reglamento CEE
1312/96, se encuentra dentro del Anexo I de la legislación, correspondiendo al grupo de
sustancias farmacológicamente activas para las que se ha establecido un límite máximo
de residuos definitivo. Este límite máximo de residuos establecido en équidos y bovino es
de 0.1 µg/kg en músculo, 0.5 µg/kg en hígado y riñón, y de 0.05 µg/kg en la leche
procedente de vacas tratadas con el fármaco.
Para asegurar que este límite máximo de residuos no se supera deben fijarse unos
tiempos de espera en función de la posología y especie de destino del fármaco que debe
respetarse para así poder garantizar que el consumo de los diferentes órganos no
suponen ningún riesgo en el consumidor. Este tiempo de espera es el período que se ha
de respetar desde el cese del tratamiento y antes del sacrificio del animal productor de
alimentos. Es un periodo que se calcula aplicando unos modelos estadísticos e intervalos
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de confianza de forma que se garantiza que en el 95 % de los animales tratados con una
especialidad determinada y según una pauta concreta, las concentraciones de
clembuterol en los tejidos estarán por debajo de los niveles máximos establecidos.
Riesgos asociados al uso ilegal del clembuterol
Cuando se administra a las especies de destino, los residuos presentes en los diferentes
tejidos disminuyen lentamente del hígado y del riñón. En vacuno, después del tratamiento
con clembuterol, las concentraciones que se encuentran en estos órganos finalizado el
tratamiento es elevada pero a los 6 días de la administración los niveles presentes
disminuyen a un 16 %.
Por tanto, si se administra clembuterol a las especies de destino de forma terapéutica y
bajo prescripción veterinaria, y posteriormente se respetan los tiempos de espera fijados
para la especialidad administrada, el riesgo que presentan para el consumidor las carnes
y órganos procedentes de los animales tratados será mínimo. Obviamente, el no respeto
de los periodos de supresión después de un uso terapéutico del fármaco puede comportar
un riesgo para la salud del consumidor por poderse encontrar cantidades de clembuterol
por encima del LMR fijado.
Pero además de este riesgo, el gran problema se plantea cuando se utiliza esta sustancia
de forma ilegal como anabolizante para conformar la masa muscular de vacuno u ovino y
como agente repartidor de la grasa. Cuando se ha utilizado con este fin, y como muestran
los casos reiterados que han ido apareciendo en España de su uso ilegal o la presunta
intoxicación por clembuterol ocurrida en el año 1992, el problema surge por las elevadas
cantidades administradas a los animales antes del sacrificio, de forma, que aunque parte
del fármaco administrado se excreta o metaboliza, hay una cantidad muy importante que
queda retenida en el organismo, especialmente en hígado (donde se encontrarán las
mayores concentraciones), en músculo y en la retina de los animales tratados (es por ello
que uno de los órganos que se utilizan en el control del uso ilegal de la molécula son
precisamente los ojos).
En consecuencia, la ingesta por parte del consumidor de los órganos procedentes de
animales tratados, de forma descontrolada, con elevadas cantidades de clembuterol,
puede comportar la aparición de la sintomatología derivada del uso del fármaco y que
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dependiendo de la susceptibilidad de la persona que consuma este agente, la dimensión
de la afección puede llegar a ser grave.
Pensemos que los atletas que desean aumentar su masa muscular ingieren una dosis
media de 80-100 µg/día durante 6-8 semanas, con intervalos de descanso, y está descrito
que este tratamiento, además de los efectos ya descritos, podría llegar a producir la
destrucción de los receptores adrenérgicos, lo cual podría tener efectos claros sobre la
tiroides y provocar disfunción metabólica e intolerancia a la temperatura. Pero lo más
preocupante sería el pensar que estas dosis podrían estar muy por debajo de aquellas
que se administran a los animales que posteriormente irán destinados al consumo.
Bibliografia
Goodman & Gilman. Las Bases Farmacológicas de la Terapéutica (1996). Novena
Edición. Sección II. Fármacos con acciones en las uniones sinapticas y neuroefectoras.
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EMEA/MRL/723/99. Clenbuterol. Summary Report (2)
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Van Dooren.Flipsen,M.M.H.; Schilt,R.;Roos,A.H. (1998) Journal of Animal Science,
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