Nombre: _____________________________ Curso: _____ Tiempo: ________ TITULO: Las manchas del leopardo Cuando el mundo estaba recién creado, había muchas cosas incompletas. Por entonces todavía las jirafas y los leopardos no tenían manchas, y ni siquiera las cebras tenían rayas en su piel. Pues así era. Los animales, limpios de manchas y rayas, vivían en un sitio llamado Alto Desierto. Allí no había más que arena. De vez en cuando se podían encontrar algunas rocas y algunas matas de hierba, pero todo tenía el mismo color amarillento de los arenales. El leopardo era el animal que tenía el color de la piel más parecido al de la arena. Eso le veía muy bien para cazar: se acercaba a su presa sin ser visto y, ¡zas!, la atacaba. En el Alto Desierto había otro cazador. Era un etíope que siempre llevaba un arco y un carcaj lleno de flechas. Este hombre tenía la piel de un color grisáceo y pardo, que también le servía para poder cazar sin ser visto. Era amigo del leopardo y cazaban juntos. Los animales del Alto Desierto ya no sabían cómo protegerse de ellos. Aprendieron poco a poco a huir de todo lo que tuviera el aspecto de un leopardo o de un etíope…; pero allí todo tenía el mismo color pardusco y no tuvieron más remedio que alejarse en busca de otros territorios. Después de andar durante muchos días, los animales llegaron a una gran selva virgen, donde había muchos árboles y mucha maleza. Dentro de la oscuridad de la selva, los árboles hacían sombras de diferentes formas: las había redondas, alargadas, jaspeadas… Los animales decidieron esconderse en aquel lugar. Pasó el tiempo y, sin darse apenas cuenta, se fueron poniendo morenos de forma desigual: a las cebras les había tocado la sombra alargada y habían cogido el moreno a rayas; las jirafas no se sabe dónde se habían metido, pero se habían puesto morenas a manchitas redondas. NIVEL: 5º Prueba: 4 Nº pal: 719 IFL.: 87 Cansado ya de oler a los animales y de no verlos, el etíope, con su arco, lanzó sin rumbo un montón de flechas, pensando que alcanzaría a algún animal. Después de intentarlo varias veces, por fin se oyó el ruido de la caída de un animal en la maleza. El leopardo corrió hacia el lugar de donde venía el ruido y avisó al etíope: -He hecho blanco en alguna fiera, pero no la veo. Huele a cebra y cocea como la cebra. -Dime, cebra, si es que eres una cebra, ¿Con qué te has estado pintarrajeando? –preguntó el leopardo. -Te contestaré si prometes dejarme en libertad –respondió la cebra. El leopardo la dejó levantarse y la cebra se marchó corriendo con dificultad, mientras decía: -¡Ya no estamos en el Alto Desierto! Me voy a curar las heridas que me ha hecho tu amigo con sus odiosas flechas; adiós. El etíope comprendió de pronto lo que allí estaba pasando y se lo contó al leopardo. -Mira, en este sitio tan oscuro, nosotros destacamos mucho. Tenemos que cambiar el color de nuestra piel clara para confundirnos con lo que nos rodea. Yo voy a cambiar mi piel clara por una de color negruzco. El etíope empezó a untarse todo el cuerpo con barro. El leopardo estaba muy intrigado, ya que nunca había visto a un hombre cambiar el color de su piel. -¿Y yo qué hago? –preguntó el leopardo. -Pues…sólo debes decidir si quieres rayas como la cebra o manchas como la jirafa. Después de dudar mucho, el leopardo dijo: -Me decido por las manchas, pero no las quiero muy grandes, pues me parecería a la jirafa. Mientras tanto, en el Alto Desierto, el leopardo y el etíope pasaban hambre, pues no tenían ya nada que cazar. -Está bien. Te las haré como las yemas de los dedos. Todavía me queda mucho barro en la piel. Levántate. Decidieron ir a buscar el escondite de los animales. Y también llegaron a la selva. Allí todo estaba sombrío y esto les llamó la atención. El etíope fue imprimiendo la huella de sus cinco dedos por todo el cuerpo del leopardo: quedaban cinco motitas negras muy juntas. Por eso aún se ven en la piel de los leopardos esas cinco motitas. -Huelo y oigo a la jirafa, pero no puedo verla – dijo el etíope. -Huelo y oigo a la cebra, pero no puedo verla – añadió el leopardo. Proyecto de Innovación “Un plan lector para nuestro centro” C.P. “Benedicto XIII” -IIlueca- Curso 2008-09