Por qué soy como soy. Santiago Maunez Vizcarrondo “Las catástrofes y la miseria vienen cuando los valores temporales sensorios predominan sobre el valor eterno.” Krishnamurti “Ante un mundo en crisis”. Repito: Mi abuela paterna fue una madre soltera que al saber que su compañero sentimental tenía otra “amiga” tomó sus dos hijos y los trajo, desde “esa” casa en Naguabo, al hogar del Dr. Isidro A. Vidal en Humacao. Allí se criaron, decentemente, y vivieron hasta después de fallecer el muy querido médico y alcalde de mi pueblo. Mi abuela Tella, espiritista, conocedora del valor eterno, tenía un gran carácter. Mi padre se educó en las escuelas públicas de Humacao. Estudió contabilidad en un colegio de San Juan. Escribía poesías. En unión a otros jóvenes visitaba al prócer José de Diego para ilustrarse con sus ideas. Fue el primer reportero del periódico El Mundo. Escribía desde Humacao. Fue el primer presidente del partido Republicano en mi pueblo. Mi padre tenía un pequeño negocio de vituallas y su socio era don Félix Feliciano Morales, el primer nacionalista de mi pueblo. Fueron amigos por toda la vida. Félix Feliciano me enseñó que una bandera con cinco franjas, tres rojas y dos blancas, con una estrella blanca en medio de un triangulo azul celeste, era la bandera de mi Patria, la que debía amar siempre. Mi abuela paterna era del partido Liberal, mi madre del partido Popular y todos respetaban los ideales de los demás. Así me educaron y así crecí. En el 1942 mis padres me enviaron a Tri-State College en Angola, Indiana, a estudiar ingeniería civil. Terminé en el 1945. Trabajé en la mejor oficina de ingeniería que había en Puerto Rico: Dávila & Llenza. Solicité, el examen de reválida como ingeniero civil a la Junta Examinadora (puertorriqueña) y siempre me lo negaron. Cansado de luchar contra esa “pared” inexpugnable, en el 1952, solicité empleo al gobierno federal de USA e inmediatamente me aceptaron. Comprendí lo que eran los complejos coloniales en mi Patria. Aristóteles me lo enseñó y me liberé. Hoy Tri-State College es una Universidad por derecho propio. El Colegio de Ingeniería de Mayagüez es sólo una “extensión” de la Universidad de Puerto Rico. Trabajé casi 30 años para el gobierno federal, siempre como empleado civil, en Puerto Rico, en USA y en una bella isla italiana del mar Mediterráneo llamada La Maddalena. Mi esposa de siempre, Josefina Cuadra Cruz, con quien tuve cuatro hijos, un varón y tres hembras, a los que dimos una preparación universitaria, me acompañó en mis andanzas. Mi amigo, el ingeniero humacaeño Manolín Soares Córdoba, fue el único ingeniero que siempre me dio la mano a cambio de nada, sólo nuestra amistad. ¡Conocí a los miembros de la Familia Estaca, creadores de la “pared”! Y me reí de ellos. Jamás he olvidado lo que aprendí: (1) Que una bandera con cinco franjas: tres rojas y dos blancas, con un triangulo azul celeste y una estrella en medio del triangulo, es la bandera de mi patria. (2) Que Puerto Rico, mi única patria, es primero. (3) Que miembros de la Familia Estaca puertorriqueña fueron los que se opusieron a darme un examen de reválida como ingeniero civil. (4) Que el gobierno federal de USA no tuvo el menor reparo de aceptar mis conocimientos como ingeniero civil permitiéndome trabajar con ellos. (5) Que no hay peor cuña que la del mismo palo. (6) Que Aristóteles tenía razón al decir “El esclavo pierde la mitad de su alma”. A mis 82 años es tarde para cambiar mi forma de ser. Aprecio a mis amigos y perdono a los que trataron de hacerme daño. Elogio a los hombres que aman la libertad. Por esto y mucho más, soy como soy.