CONGRESO CONAMET/SAM 2004 RESISTENCIA A LA ABRASIÓN DE UÑAS PARA PALA MECANICA FABRICADAS EN ADI Sebastián Laino, Hugo R. Ortíz y Ricardo C. Dommarco (1) Grupo Tribología – Fac. Ingeniería – Univ. Nac. de Mar del Plata Av. J. B. Justo 4302 – B7608FDQ Mar del Plata - Argentina RESUMEN La Fundición Nodular Austemperada (ADI) es un material cuyo tratamiento térmico le confiere una microestructura particular, denominada ausferrita, que posee excelentes propiedades mecánicas, entre las cuales se distingue la resistencia al desgaste. En general se considera que el aumento de la dureza produce un aumento de la resistencia a la abrasión. Sin embargo, se demostró que en el ADI esta relación no es válida cuando la solicitación es severa, y que por el contrario, la progresiva disminución de la dureza obtenida a medida que se eleva la temperatura de austemperado, produce un aumento de la resistencia a la abrasión. En el presente trabajo se evalúa la resistencia a la abrasión de ADI para temperaturas de austemperado superiores a las reportadas en trabajos previos, intentando determinar el punto de inflexión en el aumento de la resistencia a la abrasión. Se realizaron ensayos de campo y de laboratorio para una completa caracterización del material y monitoreo de su respuesta frente a la abrasión. Las variantes de ADI austemperadas a las temperaturas más elevadas y de menor dureza poseen la resistencia a la abrasión más elevada. Palabras Claves: Desgaste, abrasión, fundición nodular austemperada, deformación plástica plástica hacia ambos lados del surco formando labios 1. INTRODUCCIÓN o protuberancias[2, 3]. El volumen de estas protuberancias dependerá de la geometría de la 1.1 Formato del encabezamiento partícula abrasiva y de las propiedades del material. El desgaste abrasivo se produce cuando las asperezas duras de un cuerpo hacen contacto sobre otro indentando la superficie y dejando un surco cuando se mueven. Esto produce la pérdida de masa del material abradido ocasionando pérdidas económicas cuantiosas, en particular en áreas industriales como la minería, construcción, movimiento de suelo, etc. Una de las variables más importantes que afectan la resistencia a la abrasión es la microestructura del material abradido, la cual está biunivocamente relacionada con las propiedades mecánicas, entre las cuales la dureza, por definición, es la principal propiedad a considerar. Un aumento de la dureza produce una disminución de la profundidad de indentación o penetración del abrasivo y, por lo tanto, una disminución del volumen del surco producido en el deslizamiento [1]. Sin embargo, se ha demostrado que el volumen del surco producido por abrasión no es igual al volumen de material removido, ya que siempre existe una cantidad de material desplazado por deformación 1.1 El ADI y su resistencia al desgaste La resistencia al desgaste del ADI es muy dependiente de las características, tanto de su microestructura como del entorno en el cual se produce. Trabajos previos relativos a la caracterización de las propiedades mecánicas del ADI en un rango de temperaturas de austemperado que va desde los 220 a los 360 °C [4, 5] han mostrado que la resistencia al desgaste aumenta para las variantes tratadas a las temperaturas más bajas. Se ha observado también en ensayos de laboratorio y de campo sobre herramientas para el movimiento de suelos [6, 7, 8] que la resistencia al desgaste del ADI aumentó con la disminución de la temperatura de austemperado. Si bien en ningún caso excedió la de herramientas con endurecimiento superficial, el ADI fue muy superior en suelo rocoso, donde aumenta la probabilidad de falla por fractura. Trabajos recientes [9] han mostrado que el ADI posee un comportamiento superior al acero cuando se lo utiliza en la fabricación de cinceles. CONGRESO CONAMET/SAM 2004 Por otro lado, se ha demostrado mediante ensayos de laboratorio que existe una relación dureza/microestructura, obtenida a temperaturas de austemperado intermedias [10], que provee la mayor resistencia al desgaste. También se reportó que la resistencia a la abrasión y la dureza de ADI colada en molde permanente puede aumentarse subiendo la cantidad de austenita a través de una disminución del contenido de silicio. Ensayos en un sistema pin on disk [11] mostraron que para durezas similares, el ADI posee mayor resistencia a la abrasión, que aceros templados y revendidos (T&R) y aceros austemperados, atribuyendo este comportamiento a la presencia de austenita y su capacidad de deformación y transformación. Otros trabajos [12] han mostrado que las microestructuras correspondientes a acero o fundición nodular con tratamiento de T&R tienen mayor resistencia al desgaste que los mismos aceros y fundiciones con tratamiento de austemperado, cuando son ensayados en un sistema tipo pin-on-disk. Debe tenerse en cuenta que los parámetros de tratamiento térmico utilizados poromovieron una mayor cantidad de austenita retenida en las estructuras con T&R. También se han realizado ensayos de abrasión de una pasada con péndulo [13], los que muestran que a temperaturas de austemperado constantes, la resistencia aumenta con el tiempo de austemperado que produce el mayor contenido de austenita retenida. Cuando se considera la temperatura de austemperado como variable, la resistencia al desgaste aumentó con la dureza, a la vez que el contenido de austenita disminuyó [14]. También se reportó [15] que la resistencia al desgaste del ADI está íntimamente relacionada con el contenido de austenita retenida, y que el comportamiento depende del tipo de tribosistema. Las referencias no permiten dilucidar una relación consistente entre la microestructura del ADI y su resistencia al desgaste, la que se muestra muy dependiente del tribosistema. Esta situación es de suma importancia a la hora de seleccionar un material para una aplicación industrial, ya que la mayoría de los datos experimentales han sido obtenidos a través de ensayos de laboratorio. Por lo tanto, en condiciones ideales, el uso de un material para una nueva aplicación debería ser evaluado a través de ensayos de campo, aun cuando deban tolerarse las dificultades asociadas a los mismos, tales como alto costo, seguimiento de las muestras, paradas de máquina, pérdida de datos, etc. El presente trabajo reporta los resultados obtenidos en ensayos de abrasión de campo realizados con una pala cargadora frontal y también los obtenidos mediante ensayos de abrasión de laboratorio, donde se utilizó una máquina según la norma ASTM G 65. La resistencia a la abrasión de las variantes de ADI estudiadas fue comparada con la de variantes de ADI estudiadas en trabajos previos [16], las que resultaron superiores a la de aceros templados y revenidos. 2. METODOLOGÍA EXPERIMENTAL 2.1 Producción de uñas y preparación de probetas Las uñas para ensayos de campo y los bloques Y de 25 mm (norma ASTM A-395M) para la extracción de probetas de laboratorio, de fundición nodular, cuya geometría y dimensiones se muestran en la Figura 1a), fueron obtenidos a partir de un horno industrial tipo cubilote, recibiendo tratamiento en cuchara para inocular, nodulizar y ajustar la composición química. La inoculación y nodulización fueron efectuadas con FeSi y FeSiMg, respectivamente. La composición química de las muestras fue determinada mediante espectrometría de emisión óptica con excitación por chispa. Se evaluó la microestructura del material tanto en la condición “ascast” como después del tratamiento térmico. Los parámetros relevantes del ciclo térmico y la identificación de las muestras se listan en la Tabla 1. Las uñas y muestras de laboratorio austemperadas a 280 °C (ADI 280) fueron utilizadas como material de referencia, ya que a esta temperatura se obtuvo la mayor resistencia a la abrasión en trabajos previos [16]. 2.2 Ensayos Mecánicos Para los ensayos de campo se utilizó una pala cargadora frontal de 105 CV de potencia, con balde de 2 m3 de capacidad, dedicada a la carga de piedra cuarzítica con un tamaño en el rango de 10-30 mm y una resistencia a la compresión de 1000 Kg/cm2. El balde de la máquina aloja 8 uñas, Fig.1b), dos de las cuales fueron utilizadas como material de referencia (posiciones 1 y 4 del balde, Figura 1), mientras que las Tabla 1. Parámetros de tratamiento térmico e identificación de las muestras. Austenizado Identificación Austemperado Temp. [°C] Tiempo [min] Temp. [°C] Tiempo [mín] ADI 280 910 120 280 120 ADI 300 910 120 300 120 ADI 320 910 120 320 120 ADI 340 910 120 340 120 CONGRESO CONAMET/SAM 2004 restantes seis posiciones del balde fueron cubiertas con la variante de tratamiento térmico estudiada, Fig.1c). Las uñas utilizadas poseen un peso inicial de ~4,5 Kg. La pérdida de peso por abrasión de las uñas se midió utilizando una balanza con una apreciación de 10 gramos. Los ensayos de desgaste por abrasión en el laboratorio se realizaron de acuerdo la norma ASTM G 65/94 (Dry sand rubber wheel abrasion test), utilizando una balanza con una apreciación de 0,1 mg y los valores reportados surgen del promedio de tres determinaciones. E= ΔPref Ec. 1 ΔP 3. Resultados y Discusión 3.1 Caracterización del Material La composición química de las muestras se lista en la Tabla 2. Los elementos de aleación incorporados aseguran una correcta austemperabilidad del material para las dimensiones de pieza utilizadas, como se observa en la micrografía obtenida para el centro de la zona de mayor sección de la pieza, Figura 2, la que muestra una estructura del tipo acicular y austenita retenida en borde de célula. Figura 1. a) Esquema y dimensiones del bloque Y ASTM A-395, a partir del cual se obtuvieron las probetas de laboratorio, b) característica geométrica de las uñas empleadas en ensayos de campo, c) esquema del balde de pala mecánica, indicando las posiciones de las uñas durante los ensayos de campo. Las uñas de referencia (ADI 280) fueron ubicadas en las posiciones 1 y 4. Figura 2. Microestructura ausferrítica correspondiente a una muestra ADI 280 tomada en el centro de la zona de mayor sección de una uña. Nital 2%. La Tabla 3 lista los valores de dureza obtenidos, tanto para las muestras de laboratorio como para las uñas utilizadas en ensayos de campo. Las probetas extraidas de bloque Y de 25 mm poseen una dureza superior a la observada en las uñas para la misma temperatura de austemperado. Esto tiene su origen en la diferencia de sección entre el bloque Y y las uñas, lo que afecta la microestructura resultante, tanto en la solidificación como en el tratamiento térmico. En los ensayos de abrasión, tanto en los de laboratorio como en los de campo, se evaluó la resistencia al desgaste relativo (E), a través del cociente entre la variación de peso del material de referencia (ΔPref) y la variación de peso del material estudiado (ΔP), Ec.1. Tabla 2. Composición química (% en peso) de las muestras utilizadas (uñas y probetas de laboratorio). CE = carbono equivalente. Balance, Fe. Muestra C Si Mn S P Mg Cu Mo CE Fund. Nod. 3,29 2,58 0,31 0,032 0,046 0,008 0,72 0,19 4,34 CONGRESO CONAMET/SAM 2004 3.2 Resistencia a la Abrasión Ensayos de Campo. La Figura 3 muestra las curvas correspondientes a los valores de resistencia al desgaste relativo (E) en función del tiempo de operación de la pala mecánica. Se observa que las variantes de ADI evaluadas, ADI 300 y ADI 320, poseen una resistencia a la abrasión claramente superior a la variante de material utilizada como referencia, ADI 280. En particular, el comportamiento observado para el ADI 300, con un valor de E ≈1,8 para las primeras horas de funcionamiento, disminuyendo a valores estabilizados del orden de E≈1,4 a partir de las ~60 horas, es similar al reportado en trabajos previos [16] y no se encuentra plenamente justificado. Sin embargo, la variante ADI 320 presentó un comportamiento estable para todo el período de ensayo con valores de resistencia similares del orden de E≈1,4. La mayor resistencia a la abrasión de las variantes ADI 300 y ADI 320, respecto del ADI 280 utilizado como material de referencia, fue obtenida a pesar que esta última posee una dureza superior, como se observa en Tabla 3. ensayos de laboratorio coincide con el criterio comúnmente aceptado, según el cual a una mayor dureza le corresponde una mayor resistencia al desgaste. La importante diferencia observada al comparar los resultados obtenidos en el laboratorio y en el campo tendría su origen en las diferencias observadas entre ambos tribosistemas, la cual puede estudiarse mediante el análisis de las huellas de desgaste. La Figura 4 muestra la macrografía correspondiente a las huellas de desgaste, tanto de los ensayos de laboratorio, Fig.4a), como de los ensayos de campo, Fig.4b). En el primer caso los surcos poseen un ancho de aproximadamente 250 μm con una marcada deformación plástica claramente visible para la magnificiación utilizada, mientras que en el segundo caso el ancho es de ~20 μm. Figura 3. Resistencia a la Desgaste Relativa (E) de la variantes de ADI ensayadas en campo: ADI 280 como material de referencia (E=1) y ADI 300 y 320. Ensayos de Laboratorio. La Tabla 3 lista los valores de resistencia a la abrasión (E) obtenidos en los ensayos de laboratorio, observándose un comportamiento diferente al mostrado por las uñas ensayadas en campo. En este caso la mayor resistencia la mostró el material de referencia, ADI 280, mientras que la resistencia menor fue observada para el ADI 320. La respuesta a la abrasión observada en los Figura 4. Macrografía de las huellas de desgaste, a) ensayos de campo, b) ensayos de laboratorio. Tabla 3. Valores de dureza y resistencia al desgaste obtenidos en laboratorio. Variante ADI Dureza Uñas - HRC Dureza probeta - HRC E (laborat.) ADI 280 38 44 1,00 ADI 300 36 42 0,98 ADI 320 35 41 1,00 ADI 340 34 37 0,85 CONGRESO CONAMET/SAM 2004 La deformación plástica producida en la vecindad de un surco de abrasión se ve esquematizada en la Figura 5, definiendo el área de surco Av y el material deformado que da origen a las protuberancias a ambos lados del surco, A1 y A2. La relación entre estas áreas, Ec.2, permite definir lo que se conoce como “grado de desgaste” o factor fab, cuyo valor puede utilizarse como una medida de la aptitud de un material para soportar este tipo de esfuerzo. En el caso ideal, cuando el total del volumen del surco se pierde en forma de viruta, entonces fab=1. resistencia a la penetración de partículas es la mejor opción, no es válido bajo determinadas condiciones de servicio. Las microestructuras que presentan el mejor balance entre resistencia a la penetración y capacidad de deformación son las más apropiadas cuando la solicitación impuesta en servicio es severa. Cuando la solicitación en servicio es abrasión de nivel moderado a bajo, tal que produce huellas de desgaste similares a la observada en los ensayos de laboratorio, las variantes de ADI austemperadas a menor temperatura y mayor dureza serán las más apropiadas. 5. REFERENCIAS 1 J.F. Archard, Contact and Rubbing of flat surfaces, Journal of Applied Physics 24 (1960) p.981. 2 K.H.Zum Gahr, “Microstructures and wear of materials,” Tribology Series 10, Elsevier, Amsterdam, 1987. 3 K.H.Zum Gahr, “Modeling of two body abrasive wear,” Wear, 124 (1988) 87-103. Figura 5. Esquema de las protuberancias formadas por deformación plástica sobre los bordes de una surco producido por abrasión. Mientras que en los ensayos de campo las variantes ADI 300 y 320 mostraron valores E≈1,40 no se observó una diferencia marcada entre los valores de resistencia a la abrasión de estas variantes en los ensayos de laboratorio, donde la resitencia a la abrasión mostró valores E≈1 (ver Tabla 3), tanto para ADI 300 como para ADI 320 4 R.C. Dommarco, H.A. Dall'O, H.R. Ortiz, Resistencia a la Abrasión-Erosión en A.D.I., Proceedings Jornadas Metalúrgicas S.A.M. (1991) Sociedad Argentina de Metales, Buenos Aires, Argentina, pp.99-102. 5 H.A. Dall’O, H.R. Ortiz, R.C. Dommarco, Resistencia al Desgaste de Fundiciones Esferoidales tratadas isotérmicamente, Análisis comparativo,” Jornadas Tribológicas de la Rca. Argentina, TRIBOS ’94 (1994) Centro Argentino de Tribología, Buenos Aires, Argentina. Las huellas de desgaste ponen en evidencia que la severidad de la solicitación impuesta al material es muy superior en el ensayo de campo y que, a la luz de los resultados obtenidos en los ensayos de abrasión, esta condición de servicio favorece la mejor respuesta de las variantes de ADI con mayor capacidad de deformación. 6 J. García, J. Sikora, H. Dall’O, Sustitución de elementos de labranza de acero por ADI: Estudio Tribológico comparativo entre experiencias de campo y de laboratorio, Jornadas Tribológicas de la Rca. Argentina, TRIBOS ’94 (1994) Centro Argentino de Tribología, Buenos Aires, Argentina. Además, el uso de variantes de ADI austemperadas a mayor temperatura provee una mayor tenacidad del material, y con ello, una disminución de la probabilidad de falla por rotura. 7 J. Sikora, J. Capurro, J. García, H. Dall’O, Desarrollo y evaluación en servicio de rejas de arado fabricadas en ADI, Proceedings Jornadas Metalúrgicas S.A.M. (1994) Sociedad Argentina de Metales, Bahía Blanca, Argentina, pp.137-140. 4. CONCLUSIONES Las fundición nodular austemperada (ADI) presenta un aumento de la resistencia a la abrasión cuando aumenta la temperatura de austemperado, lo que a su vez produce una disminución de la dureza. Esto permitió demostrar que el criterio comúnmente utilizado para la selección de materiales resistentes a la abrasión, el cual supone que una mayor dureza o 8 J. Capurro, M. Nolasco, J. Sikora, Evaluación en servicio de rejas fabricadas en ADI, IV Congreso Argentino y II Internacional de Ingeniería Rural (1996) Neuquén, Argentina, pp.319-325. 9 H. Farina, J. Sikora, Factibilidad y ventajas técnicas del uso de ADI en herramientas agrícolas,” Jornadas Metalúrgicas S.A.M. ‘98 y IBEROMET V (1998) Sociedad Argentina de CONGRESO CONAMET/SAM 2004 Metales, Rosario, Prov. De Santa Fé, Argentina, pp.97-100. 10 M. Martinez Gamba, J. García, H. Dall’O, J. Sikora, Comportamiento a la abrasión de ADI destinada a uso agrícolas y mineros, Proceedings Jornadas Metalúrgicas S.A.M. (1994) Sociedad Argentina de Metales, Bahía Blanca, Argentina, pp.133-136. 11 Ductile Iron Data for Design Engineers, QIT-Fer et Titane Inc. (1990) Chap.IV, pp. 1-33. 12 Q. Luo, J. Xie, Y. Song, Effects of microstructures on the abrasive wear behavior of spheroidal cast iron, Wear 184 (1995) pp. 01-10. 13 J.M. Velez, A.P. Tschiptschin, Estudo do Comportamiento em Desgaste de um Ferro Fundido Nodular Austemperado através da Tecnica de Esclerometria Pendular, Proceedings 50° Congreso Anual da Asociacion Brasilera de Metales (1995) v.2, pp.01-13. 14 J.M. Velez, Estudo da Resistência ao Desgaste Abrasivo de Ferros Fundidos Nodulares Austemperados e Temperados e Revenidos Utilizando um Esclerômetro Pendular, PhD Thesis, Escola Politécnica, Universidade de Sao Paulo, Sao Paulo, Brasil (1997) 226 pp. 15 W.S. Zhou, D.Q. Zhou, S.K. Meng, Abrasion resistance of austempered ductile iron, Cast Metals 6 (1993) No.2, pp. 69-75. 16 R.Domarco, I. Galarreta, H.Ortíz P. David, G. Maglieri, The use of ductile iron for wheel loader bucket tips, Wear 249 (2001) 101-108.