MENSAJE DE PASCUA DE RESURRECCIÓN 2014 1. ¡El Señor está vivo, ha resucitado! Es la buena noticia, que como un río de bendición ha salido del sepulcro abierto. Por Jesucristo la vida de Dios entra al mundo, llena el corazón humano y renueva todas las cosas. 2. El acontecimiento maravilloso de la Pascua nos da la vida eterna, la fe, el amor y la esperanza; “….la fe de los cristianos es la Resurrección de Cristo”. (S. Agustín) 3. Así como una niebla matinal que se retira cuando sale el sol, el amor de Dios victorioso ha puesto en retirada la noche fría del pecado y de la muerte. 4. ¡Cuántas penas y dolores, cuánta amargura y violencia, cuánto miedo y sinsentido reclaman hoy esa luz amable que brilla en la Resurrección! 5. El Señor Resucitado ha inaugurado la gran familia donde Dios quiere que todos los hijos sean amados, bienvenidos e importantes. 6. Recibimos hoy el regalo de esta vida nueva para vivirla y fermentar una sociedad dominada sin contrapeso por el dinero y el éxito individual a toda costa. 7. Es urgente el remedio para para sanar una sociedad que contamina el amor y la familia y que descarta a los niños antes de nacer, a los ancianos y a los débiles. 8. Necesitamos esta vida nueva que nos ofrece el Señor. Sin Cristo se dilata el campo donde crece el abandono, la inequidad, el odio y la desconfianza. 9. La Resurrección es el alma de la misión porque el Espíritu de Cristo Resucitado hace presente el amor de Dios que se difunde y busca a sus hijos para darles vida buena y eterna. 10.¡Cuánto entusiasmo inyecta al corazón de la Iglesia el saber que colaboramos con la difusión del Reino del amor y la vida; el Reino de la santidad y la justicia que solo Dios nos puede ofrecer! 11.Al resucitar Jesucristo, nuestro hermano, cambia radicalmente las razones para vivir, para luchar, para sufrir y para esperar; la vida humana recibe una semilla de esperanza segura. 12.“La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús. Quienes se dejan salvar por Él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento. Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría”. (E.G.) 13.Gracias a la fe, que nace de la escucha de esta Palabra de Dios y se alimenta en la oración, la Resurrección puede entrar en cada uno de nosotros y pone en retirada la soledad y el abandono. 14.Recibamos con entusiasmo la invitación del Papa Francisco a salir y arriesgarnos para difundir el Evangelio. El encierro y la excesiva preocupación por nosotros mismos nos hace mal. 15.Mejor será una Iglesia herida porque se arriesga saliendo a las periferias, que una Iglesia enferma, tullida porque se instala y no quiere salir. 16.Cuando la vida interior se clausura en los propios intereses, ya no hay espacio para los demás, ya no entran los pobres, ya no se escucha la voz de Dios, ya no se goza la dulce alegría de su amor, ya no palpita el entusiasmo por hacer el bien.(E.G. 2 ) 17.La alegría de la Pascua siempre es misionera porque la Misión es comunicar la vida de Cristo, comunicar su gracia, su capacidad de romper cadenas y devolver la esperanza. 18.Ser misioneros es trabajar y orar para que aumente el número de los que se sientan amados infinitamente, siempre y sin condiciones. 19.Pedimos al Señor y a la Virgen María mantener siempre vivo el entusiasmo y la creatividad para ofrecer a todos la fuente de la alegría. 20.Oremos también al Señor y trabajemos para que a través del amor solidario este gozo de sentirnos amados llegue también y pronto a los hermanos del Norte y de Valparaíso que tanto han sufrido. ¡Feliz Pascua de Resurrección! les desea con cariño + HORACIO VALENZUELA ABARCA Obispo de Talca