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VERSIÓN TAQUIGRÁFICA
REPÚBLICA ARGENTINA
CÁMARA DE SENADORES DE LA NACIÓN
PLENARIO DE COMISIONES
ASUNTOS CONSTITUCIONALES
DEFENSA
RELACIONES EXTERIORES Y CULTO
Salón Arturo U. Illia
23 de marzo de 2004
Presidencia de la señora senadora Fernández de Kirchner
- En la Ciudad de Buenos Aires, en el Salón Arturo U. Illia del H.
Senado de la Nación, a las 16 y 10 del martes 23 de marzo de 2004:
Sra. Presidenta (Fernández de Kirchner).- Hay doce senadores. Se necesita la presencia de
dieciocho senadores para llegar al quórum. Según los cálculos efectuados por la Secretaría de
la comisión, teniendo en cuenta las tres comisiones, faltan seis senadores.
Sr. Pichetto.- Señora presidenta: cuando se trata de plenarios de comisiones es costumbre de
la Cámara no darle tanta importancia al tema del quórum. Indudablemente, hay que
perfeccionar el quórum al momento de la firma del dictamen. De todas maneras....
Sra. Presidenta.- Lo interrumpo. Mientras yo presida la Comisión de Asuntos
Constitucionales y forme parte de ella, el quórum es el quórum y voy a respetarlo. Si no
tenemos quórum, no inicio la reunión de comisión. Esto es así. El quórum es establecido por
el reglamento y la Constitución. En todo caso, vamos a esperar que transcurra la primera
media hora, como lo marca el reglamento, para ver si podemos trabajar con quórum reducido,
como lo prevé el propio reglamento, por el transcurso del tiempo.
- A las 16 y 20:
Sra. Presidenta.-Habiéndose reunido el quórum que establece el reglamento, se procede a dar
inicio al plenario de las comisiones de Asuntos Constituciones, que es cabecera, y las de
Defensa y de Relaciones Exteriores para el tratamiento de la sanción de la Cámara de
Diputados en el proyecto del Poder Ejecutivo respecto al ingreso y egreso de tropas al país.
En realidad, considero que se ha dado un mal giro del proyecto a la Comisión de
Asuntos Constitucionales como cabecera porque según mi criterio, y creo que el de la mayoría
de los senadores, hubiera correspondido que lo sea la Comisión de Defensa. Por lo tanto, cedo
la palabra a la presidenta de la Comisión de Defensa para que desarrolle el proyecto y luego a
los senadores presentes.
Sra. Perceval.- Señora presidenta: coincidimos todos en la necesidad de contar con esta ley
que fija el procedimiento conforme al cual el Poder Ejecutivo debe solicitar al Congreso de la
Nación, tal como dice el artículo 1E del proyecto en tratamiento, la autorización establecida
en el artículo 75, inciso 28), de nuestra Constitución para el ingreso o egreso de tropas
nacionales y extranjeras.
¿Por qué esta necesidad? Porque sin duda hemos tenido numerosas experiencias que
han ido instituyendo una práctica, en la cual vemos una y otra vez, en forma reiterada, la
sustracción de esta competencia, de esta exclusiva facultad que tiene el Congreso
constitucional, en la medida en que en algunos casos el Poder Ejecutivo no ha enviado en
tiempo y forma los pedidos de autorización para el ingreso de tropas extranjeras o para la
salida de tropas nacionales, o porque en otros casos el Congreso ha demorado el tratamiento
de los pedidos de autorización. Cualquiera de esas dos figuras muestra el no cumplimiento
estricto de lo establecido por la Constitución Nacional.
Por otra parte, no solamente la utilización de las cartas reversales para establecer las
condiciones de ingreso de tropas extranjeras firmadas entre la Cancillería de nuestro país y el
ministerio correspondiente de la otra parte, se ha tornado en un procedimiento obsoleto, sino
que en algunos países ya ni siquiera es aceptado. Se necesita indudablemente la participación
y el pronunciamiento del Congreso.
¿Por qué vemos este proyecto como necesario? Primero, porque da previsibilidad y
seriedad a algo que ha venido signado, como decía recién, por los destiempos, y en algunos
casos por una arbitrariedad en los tiempos y en las formas. Y, por otro lado, porque sabemos
que hay un incremento del movimiento de tropas para acciones de cooperación para la
interoperabilidad, incluso en el marco regional, de nuestras fuerzas armadas y su inclusión en
el sistema de defensa de fuerzas de seguridad. Las misiones militares de paz bajo mandato de
la Organización de las Naciones Unidas para nuestro país también han incrementado este
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ingreso y egreso de tropas, como también el incremento de las operaciones de adiestramiento
conjuntas y/o combinadas para lograr no solamente la profesionalización y un mejor
desempeño de las fuerzas armadas y del sistema de defensa, sino también porque se responde
de esta manera al cumplimiento de los tratados de cooperación de nuestro país con otros
países.
El proyecto que hemos estudiado en la Comisión de Defensa junto a las otras
comisiones indudablemente, más allá de saldar este déficit de procedimiento, tiene una
precisa definición de qué se entiende por fuerzas nacionales a los efectos de la presente ley y
en el marco de lo que las leyes respectivas establecen como sistema de defensa de nuestro
país. Por ejemplo, en el artículo 3° se define lo que se entiende por tropas extranjeras. En el
artículo 4° se establece la forma en que debe ser formulado el pedido de autorización por
parte del Poder Ejecutivo, que es mediante la presentación de un proyecto de ley cuyo
mensaje debe ser refrendado por los ministros competentes. En el artículo 5° se incluyen los
casos de ejercitaciones combinadas. El Poder Ejecutivo debe enviar al Congreso el proyecto
de ley y establece los tiempos. Esto no es menor. Debe hacerlo en la primera semana de
marzo de cada año, incluyendo todos los programas de ejercitaciones del año hasta el 1° de
septiembre. En el artículo 6° no hay una delegación de facultades sino una enumeración
precisa y clara de en qué situaciones el Poder Ejecutivo puede autorizar el desplazamiento de
efectivos, elementos de las fuerzas armadas y de fuerzas nacionales de seguridad por razones
de ceremonial, situaciones de emergencia, como las catástrofes naturales, búsqueda y rescate
para salvaguarda de la vida humana, viajes previstos en las currículas de los institutos de
educación militar y equivalentes en las fuerzas de seguridad. Se precisa con mucha claridad
en el inciso e) los casos de salida de fuerzas nacionales que no constituyan elementos y que no
tengan fines operativos. Resalto este “no” porque puede prestarse a alguna confusión cuando
se trata de movimiento de ingreso y egreso de tropas para ejercicios. Esto tiene la autorización
del Congreso en cumplimiento del artículo respectivo de la Constitución.
En aquellas situaciones en que el Poder Ejecutivo puede permitir la introducción de
fuerzas extranjeras o la salida de fuerzas nacionales debe informar dentro de los quince días
siguientes al otorgamiento de este permiso, como en el caso de una catástrofe natural, que no
puede ser previsto con antelación. Los otros casos que son previsibles, como un viaje de
estudio, deben ser informados con quince días de antelación.
Si hubiese alguna modificación en el programa de ejercitaciones previsto, el Poder
Ejecutivo debe enviar un proyecto de ley con una anticipación no menor a cuatro meses de la
fecha prevista de iniciación de la actividad. Esto importa porque podemos encontrar aquí una
flexibilidad que no es discrecionalidad, sino la posibilidad de incorporar un ejercicio o de
revisar el tema. Esto es lo que tienen ustedes en el artículo 9. Entonces, si el Congreso de la
Nación autoriza un ejercicio también, de acuerdo con el contexto o circunstancias
internacionales y posiciones relativas a la política exterior de nuestro Estado nacional,
podremos revocar las autorizaciones concedidas.
Indudablemente, se respetan aquí todos los tratados que la Argentina ha aprobado y
ratificado con respecto a la prohibición de introducción de armas de destrucción masiva o de
otro tipo -entre ellas químicas-, contemplados a nivel internacional y por nuestra legislación.
Finalmente, en el artículo 13 de este proyecto se establece que durante el receso del
Congreso de la Nación el Poder Ejecutivo no podrá autorizar la introducción de tropas
extranjeras en el territorio de la Nación ni la salida de fuerzas nacionales fuera de él, salvo las
circunstancias previstas en el artículo 6E, que no implica movimiento de tropas ni ejercicios.
Creo que, más allá de la descripción del proyecto que ustedes conocen y que ha
estudiado cada uno de los señores senadores y senadoras, lo que importa de esta iniciativa es
la previsibilidad; el hecho de tener un procedimiento claro, reglado, para cumplir cabalmente
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con el artículo constitucional que faculta al Congreso para autorizar el movimiento de tropas.
También creo que existe un gesto del Poder Ejecutivo para reafirmar, como en otros temas, la
decisión de una autolimitación, porque podrían seguir las prácticas viciosas de avanzar sobre
cartas reversales de Cancillería. También podría darse el caso de decisiones que el Poder
Ejecutivo per se tome, sin un cumplimiento estricto de lo que nuestra Constitución define y
exige.
Sra. Presidenta.- Bien.
Habida cuenta de que se ha dado la introducción a través de la titular de la Comisión
de Defensa, están en uso de la palabra los señores senadores y senadoras.
Sra. Presidenta.- Tiene la palabra el señor senador Falcó.
Sr. Falcó.- Señora presidenta: primero, quiero agradecer la invitación a participar de este
plenario de comisiones.
En realidad, soy el autor del único proyecto -el 717/03- que no ha caducado. Además,
es la única iniciativa elevada con siete meses de antelación respecto de la que viene de
Diputados, que fue presentada en diciembre.
Los autores de este proyecto sancionado por Diputados han reconocido los
antecedentes de todas las iniciativas que había en esa Cámara -algunos caducaron, otros no- y
también el hecho de haber recabado información sobre los proyectos elevados al Senado de la
Nación: los que habían caducado y los que no. Ese el caso del de mi autoría.
Me llama poderosamente la atención, señora presidenta, que después de recabar
antecedentes haya artículos de este proyecto que viene con sanción de Diputados que, con
diferencias de redacción, son exactamente iguales a los presentados en mi iniciativa: el
artículo 5E, por ejemplo, es igual al artículo 5Ede mi proyecto; el artículo 6E, con diferencias
de redacción, es casi igual al artículo 2E; el artículo 11 es muy similar al artículo 8E del
proyecto de mi autoría, con algunas diferencias de redacción; y el artículo 13 es muy similar
al artículo 6E de mi proyecto.
Me llama la atención el hecho de que en algunos de los casos existen muchas
similitudes, como en esos artículos. Por su parte, en otros hay diferencias substanciales. Por
ejemplo, en el artículo 5E de este proyecto, cuando se habla de las ejercitaciones combinadas
y se indica que se debe enviar el proyecto de ley al Congreso la primera semana de marzo, se
establece que en todos los casos se incluirá la información detallada en el Anexo I; o sea que
incluyen un Anexo I que no existe en mi proyecto. Es una diferencia substancial porque en el
último párrafo se establece que la actividad formará parte también del mensaje y proyecto de
ley solicitando la autorización y de los permisos que se otorguen. Si uno revisa el Anexo I,
señora presidenta, según el punto 4, inciso e), una de las informaciones que debe enviar el
Ejecutivo es la relativa a la inmunidad requerida para las tropas extranjeras que ingresan o la
inmunidad a otorgar por los Estados para las fuerzas nacionales que egresan. Esta es una
diferencia substancial con mi proyecto en lo que hace a las inumidades que probablemente se
soliciten. En el último párrafo del artículo 9 de mi proyecto se indica que el ingreso de las
tropas y medios militares extranjeros en el territorio nacional no podrá contener cláusula
alguna que implique la concesión de inmunidades o privilegios legales en materia penal, civil
o administrativa que se aparten de las normas aludidas en el párrafo precedente.
Cuando pensamos este proyecto nosotros lo hicimos considerandos dos aspectos: la
reglamentación del artículo 75 en su inciso 28) y el respeto del artículo 16 de la Constitución
Nacional en lo que hace a la igualdad de los ciudadanos ante la ley, fundamentalmente porque
lo que los ciudadanos argentinos deben cumplimentar ante la ley también debe ser
cumplimentado, por respeto hacia ellos, por los ciudadanos extranjeros.
Entonces, estas circunstancias son las que me permite sostener los fundamentos y la
redacción de la parte dispositiva de mi proyecto de ley, acompañando sólo parcialmente la
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sanción de la Cámara de Diputados. De hecho, considero que debemos acentuar la protección
hacia nuestros ciudadanos en el caso de las tropas extranjeras que vienen a realizar ejercicios
combinados, circunstancia que no contempla el proyecto que tiene sanción de la Cámara de
Diputados.
Sra. Presidenta.- No es así.
Sr. Falcó.- La solicitud de la aplicación de inmunidad diplomática para el personal militar yo
supongo que es una distorsión de la Convención de Viena.
Por otro lado, hay países poderosos como los Estados Unidos que, a raíz de la puesta
en marcha de la Corte Penal Internacional en 1998, ya han firmado no tratados internacionales
sino acuerdos bilaterales con 44 países de los cuales 12 son secretos. O sea que no conocemos
y no sabemos en esa bilateralidad de los acuerdos cuál es la protección que funcionarios,
personal militar y ciudadanos de los Estados Unidos tienen en esos países. Nosotros no
quisiéramos que eso suceda en nuestro país.
Por eso, con el debido respeto, señora presidenta, yo vengo a sostener los argumentos
del proyecto que figura en el expediente 717, no acompañando la sanción de la Cámara de
Diputados en lo que refiere a las inmunidades.
Sra. Presidenta.- Vamos a situar un poco el debate. De lo contrario, parecería que no
sabemos exactamente sobre qué estamos discutiendo.
Situar el debate significa no solamente analizar este proyecto de ley sino cómo está
actualmente en la República Argentina -desde siempre y hasta la fecha- el sistema
institucional en materia de ingreso y egreso de tropas. La situación hasta ahora es que, en
realidad, esta autorización de ingreso y egreso, en hechos puntuales y concretos, hoy se
encuentra en cabeza del Poder Ejecutivo y mediante cartas reversales que se dan de cancillería
a cancillería se determina el grado de inmunidades que estas tropas tienen.
En síntesis, hasta hoy en la República Argentina esto lo manejaba el Poder Ejecutivo
sin ningún tipo de contralor parlamentario. Con este proyecto, que incluso no fue enviado por
este Poder Ejecutivo sino por el anterior, se está limitando al Poder Ejecutivo y colocando en
cabeza del Congreso la autorización del ingreso y egreso de tropas y el tipo de inmunidades
que el Congreso va a autorizar o no. ¿Por qué digo esto? Porque el Poder Ejecutivo, de
sancionarse definitivamente el proyecto en la Cámara de Senadores, va a tener que enviar al
Parlamento argentino a principio de cada año un plan anual de ingreso o egreso de tropas de
operaciones militares a realizarse en el territorio o para el supuesto de que las fuerzas debieran
salir. El anexo al que hace referencia el senador preopinante tiene que ver con los requisitos
que deben acompañar ese plan de actividades. O sea, las inmunidades o no que se otorguen no
van a estar en cabeza del Poder Ejecutivo. Quien decide si las tropas ingresan con inmunidad
o sin ella es el Parlamento cuando apruebe ese plan. El Ejecutivo está obligado, a través de su
cartera de defensa, a precisar todos los requisitos en ese plan que presenta al Parlamento, entre
los cuales figuran las inmunidades. Por lo tanto, es una innovación en el sistema político
institucional argentino que el Parlamento decida el tipo inmunidades, si las hay, quiénes
ingresan y el tipo de operativo; o sea, todo lo que concierne al desplazamiento tanto de tropas
extranjeras en nuestro territorio como también el egreso de tropas nacionales. Esto constituye
una clara autolimitación, una restricción al derecho que hasta ahora venía ejerciendo sine die
el Poder Ejecutivo.
En el artículo 6° se prevén los casos excepcionales en que el Poder Ejecutivo podría
prescindir del Parlamento. Se hace una enumeración taxativa en cinco incisos de ese artículo,
en los que incluye los casos de ceremonial, viajes de instrucción y de estudio.
Lo cierto es que mediante la sanción de este proyecto de ley estamos autolimitando las
facultades del Poder Ejecutivo y poniendo en cabeza del Congreso la decisión sobre qué
tropas ingresan, qué operativos se hacen y cuáles son las características.
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Normalmente las prohibiciones y autorizaciones genéricas son malas. Creo que cada
caso debe ser analizado. Como en el Parlamento están representadas todas las fuerzas que
integran el arco político ideológico de la República Argentina, me parece que ofrece mejores
garantías que autorizaciones o prohibiciones genéricas, que por propia definición no son
nunca aonsejables en materia de gestión institucional y gestión de gobierno. O sea, las
prohibiciones en general, sin saber las situaciones que se puedan plantear, o autorizaciones en
general, lo cual es una suerte de bill de indemnidad para el que decide, son desaconsejables
como todos los extremos en general.
Si se sanciona el proyecto en revisión tal como ha sido enviado, tendremos una
reglamentación que el país estaba necesitando. Esto no es solamente una política de defensa.
Hoy la política de defensa está íntima y directamente vinculada a las relaciones internaciones,
porque en definitiva los desplazamiento de tropas tienen que ver con situaciones que se
producen en el tablero internacional. En un mundo de gran conflictividad internacional y
absolutamente militarizado, es el mejor momento para poner en cabeza del Parlamento la
decisión del ingreso de tropas extranjeras hacia el país o desplazamiento de tropas nacionales
hacia el extranjero.
Por lo tanto, me parece que estamos dando un salto cualitativo institucional en el
sentido de mejorar la calidad de la participación parlamentaria en un tema muy delicado y que
requiere -siempre debió ser así y además lo marca la Constitución Nacional- la participación
del Congreso en esta discusión.
Reitero, no son buenas las autorizaciones genéricas, sine die, y las prohibiciones
genéricas. Además, una prohibición que se impondría el propio Congreso no tiene mucha
razón de ser en cuanto a política legislativa. El Congreso autoriza en el plan de operaciones si
hay o no inmunidades, y en todo caso qué tipo de inmunidades; pueden ser de carácter
funcional, como las que normalmente se dan en Europa y en todos los países. O sea, una
prohibición genérica sería una restricción que carecería de sentido y de lógica de
funcionamiento institucional.
Esta breve aclaración es para saber en qué situación estamos, porque pareciera ser que
algunos estamos queriendo dar inmunidades y otros no. Aclaramos que estamos limitando al
Poder Ejecutivo. Quien va a decidir las tropas que ingresan al país y las tropas que egresan, y
con qué calidades las unas y las otros, no es precisamente el Poder Ejecutivo, como ha sido
hasta ahora en la República Argentina, sino este Parlamento.
Tiene la palabra el senador Pichetto.
Sr. Pichetto.- En principio, presidenta, este debate que estamos dando no es nuevo. El año
pasado se ha dado incluso en el marco de la opinión pública. Todos sabemos cuál ha sido la
posición categórica que ha tenido el presidente de la Nación en materia de inmunidades.
También estamos planteando hoy una ley procedimental, como bien dijo la presidenta
de la Comisión de Defensa, que tiende fundamentalmente a seguir perfeccionando y
mejorando, en el marco de operaciones combinadas, el alto nivel de profesionalización que
han logrado nuestras fuerzas armadas desde la última década en adelante, con representación
internacional en el marco de las Naciones Unidas. De manera que el debate no solamente
debe ser afrontado desde el esquema de las inmunidades sino en función del objetivo que se
persigue con este tipo de operativos conjuntos que se realizan en el esquema del Mercosur y
con las principales potencias del mundo.
Lo que quiero decir, sin perjuicio de continuar esta discusión, es que nuestro bloque ha
tenido una reunión previa y hemos fijado una postura uniforme en orden a este proyecto de
ley. Desde el oficialismo, desde el justicialismo, vamos a apoyar la sanción que viene de la
Cámara de Diputados. Tenemos voluntad política de aprobar hoy el dictamen para que el
miércoles próximo, el 31, atento a que se han acordado compromisos internacionales,
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podamos darle al Poder Ejecutivo este instrumento para que se puedan empezar a formalizar
esos compromisos. Entonces, vamos a tratar que el día 31 se pueda debatir este proyecto en el
recinto.
Sra. Presidenta.- Tiene la palabra el senador Menem.
Sr. Menem.- Coincido con la interpretación que se ha hecho en principio sobre este proyecto
de ley. Yo también había presentado un proyecto de ley que lamentablemente caducó porque
no se trató, aunque lo he vuelto a actualizar oportunamente. O sea, mi proyecto también está
vigente. Pero debo reconocer que mi proyecto es más amplio en lo que hace a delegar en el
Poder Ejecutivo las facultades para el ingreso de tropas en el país. Además contempla los
casos especiales de tropas que salen del país para operaciones de paz de las Naciones Unidas,
Cascos Azules, Cascos Blancos. En estos casos tengo un criterio más amplio, en cuanto a que
no haría falta un proyecto de ley para que actúen bajo el paraguas de Naciones Unidas en
operaciones de paz, como por ejemplo, en Haití o en otros lugares donde la situación es
conflictiva.
Lo que sí merece reflexión es el tema de las inmunidades porque, como lo comentaba
con mis colegas, los diarios han interpretado que el Poder Ejecutivo puede darlas tal como las
solicitan algunos países, en este caso, Estados Unidos.
En este punto debemos ser muy cuidadosos porque creo que el ánimo que campea en
el Senado -al menos según mi percepción- es el de no otorgar las inmunidades que se
solicitan. Incluso, en el Senado hemos aprobado de manera unánime un proyecto de
declaración de mi autoría por el que se rechazó la pretensión de Estados Unidos de que se
conceda inmunidad a sus tropas para los ejercicios militares.
Ocurre que Estados Unidos, sobre la base del artículo 98 del Tratado de Roma y a
través de convenios bilaterales, solicita que se dé inmunidad a sus tropas. Pero entiendo que
lo hace en función de una interpretación errónea del mencionado artículo ya que, si bien da
ciertas facultades para que no se entreguen los militares a tribunales internacionales, la
alusión es a un caso muy especial que se denomina el Estatuto de la Fuerza.
El Estatuto de las Fuerzas corresponde al estatus de los soldados de un país que, por
convenios bilaterales, están radicados en otro país. Es decir, es una fuerza de ocupación
convenida entre los dos países. En ese caso, cuando un integrante de las fuerzas de ocupación
comete un delito, hay convenios que indican que será juzgado por el país al cual pertenece. El
Estatuto de Roma, entonces, ha querido preservar esos estatutos de las fuerzas para que aquél
no se aplique en esos casos concretos. Sin embargo, los Estados Unidos quieren que eso se
haga extensivo a cualquier en que sus tropas que vayan a otro país. Eso se ha rechazado y
nuestro país ya se pronunció al respecto.
De acuerdo al artículo 5E del proyecto y a lo que dice el anexo es cierto lo que
manifiesta la señora presidenta de la Comisión de Asuntos Constitucionales en el sentido de
que debe estar expresamente mencionado en el pedido de autorización formulado por el Poder
Ejecutivo a través del mensaje y proyecto de ley respectivo. Pero el artículo 5E dice en forma
clara que los proyectos de ley y los actos fundados correspondientes al artículo 6E en todos
los casos incluirán la información detallada en el Anexo I de la presente ley. Es decir que lo
del anexo se aplica tanto a lo que envíe el Poder Ejecutivo como a los casos de excepción del
artículo 6E, con lo cual se puede entender que en esas situaciones excepcionales también se
pueden dar inmunidades.
Si bien podríamos interpretar que se trata de las inmunidades tradicionales que se han
dado por las cartas reversales en virtud del Tratado de Viena y demás, lo que deberíamos
pensar es una interpretación auténtica en la que no estuvieran comprendidas las violaciones al
Estatuto de Roma.
En ese sentido, como indudablemente nos vemos en la necesidad de aprobar
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rápidamente el proyecto de ley por la proximidad de los ejercicios militares, propongo que,
sobre la base del proyecto de declaración de mi autoría sancionado en su momento de no
pedir al Poder Ejecutivo que no se exceptúe del Tratado de Roma a las fuerzas militares que
ingresen en el país, se haga una interpretación auténtica que evite colocar una reserva que,
como he dicho, consista en que no queden comprendidas las violaciones al Estatuto de Roma;
es decir, los delitos previstos en el artículo 5E de ese texto. Entiendo que, en ese caso, no
puede haber ningún tipo de inmunidad. Con esa interpretación auténtica se evitaría tener que
modificar el proyecto de ley.
Si el proyecto se trata en esas condiciones, adelanto que haré la interpretación
auténtica a la que acabo de mencionar.
Sra. Presidenta.- Tiene la palabra el señor senador Prades.
Sr. Prades.- Señora presidenta: desde la Unión Cívica Radical creemos necesario y
comprendemos que nuestras fuerzas armadas deben profesionalizarse todavía más en un
mundo interrelacionado y, sobre todo, tratándose de Estados. Realmente lo creemos
conveniente. Además, creemos importante extender firmemente los principios esenciales del
derecho internacional público, como el de autodeterminación de los pueblos y el de defensa
de la soberanía territorial porque hacen a la esencia propia de la nacionalidad y porque
últimamente, por las razones de público conocimiento de carácter internacional,
prácticamente están siendo superadas por parte de los países más poderosos.
En general, si bien comprendemos la necesidad del dictado de una norma concreta,
también nos hacemos eco de las expresiones de la señora presidenta de la Comisión en cuanto
a la voluntad política del gobierno y del presidente de la República de autolimitarse en las
facultades que, de hecho, hoy tiene perfectamente habilitadas.
En ese sentido, como la médula de la discusión del proyecto del ley se encuentra en su
artículo 6E, queremos proponer un agregado a su redacción. Allí está el meollo de la cuestión
y, tal como lo planteaba el senador preopinante, seguramente encontraremos un fuerte debate.
Como decía, vamos a solicitar que el artículo 6E contenga un agregado que, de no ser
aceptado, implicará que nuestra bancada firme un dictamen en minoría. Dicho agregado al
artículo 6E sería el siguiente. Luego del último inciso y antes del párrafo que dice "Los
permisos correspondientes..." se agregue: "En ningún caso el Poder Ejecutivo podrá acordar
inmunidad diplomática, inmunidad de jurisdicción penal, civil y/o administrativa, o
inmunidades de cualquier otra naturaleza, bajo pena de nulidad de los permisos respectivos, a
las tropas o personal militar extranjero que ingrese al territorio nacional." Luego el texto
continuaría con: "Los permisos correspondientes se informarán..."
Este es el agregado que proponemos para el artículo 6E desde el bloque de la Unión
Cívica Radical que, de incorporarse, entendemos facilitaría, viabilizaría y aceleraría la rápida
sanción del proyecto de ley. Además, daríamos un instrumento al país salvaguardando clara y
concretamente los principios básicos que hacen a la autodeterminación de los pueblos, en un
mundo realmente conflictuado pero donde los países débiles y pobres bien pueden sostener
posiciones claras y concretas ante los poderosos.
Sra. Presidenta.- Tiene la palabra el señor senador Giustiniani.
Sr. Giustiniani.- Señora presidenta: trataré de ser breve, aunque es un tema de una gran
profundidad ya que se da en el contexto de un mundo violento, de guerras y de muchas
muertes. Por ende, hablar de ejercicios militares es aludir a algo de alta sensibilidad.
Como bien decía la señora presidenta, no un tema nuevo y en su momento ya fue
abordado. En su momento, determinó que la no realización del "Cabañas III" también
estuviera precedido de...
Sra. Presidenta.- "Aguila III".
Sr. Giustiniani.- Perdón, del "Aguila III", también estuviera precedido de movilizaciones en
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la provincia de Mendoza, y del cuestionamiento a este ejercicio. Y era la continuidad del
"Cabañas"...
Sra. Presidenta.- "Aguila".
Sr. Giustiniani.- Era la continuidad del "Cabañas", era la continuidad del "Unitas" que, hacia
la década del 40, se realiza en nuestros mares, en nuestro aire y en nuestras tierras por
iniciativa, en general, del Comando Sur de los Estados Unidos.
Y en este contexto internacional, donde la administración Bush ha introducido el
concepto de guerra preventiva, creo que amerita que, al hablar de ejercicios militares, lo
hagamos integrados en este contexto. Por eso digo brevemente que, para una ratificación, me
hubiera gustado que este tipo de iniciativa siguiera la muy buena iniciativa que tuvo el
gobierno argentino en el tratamiento de la deuda, por ejemplo. Es decir que este tipo de
cuestiones fundamentales las hubiésemos realizado de la mano de los países de América
latina, fundamentalmente del Mercosur, porque las constituciones de nuestros países dicen,
casi con exactitud, lo mismo, la Constitución del Brasil, la de Uruguay, la de Chile y la de la
Argentina. Y cada uno de estos ejercicios militares, desde el 40 hacia aquí, han significado
profundos debates parlamentarios.
Entonces, en primer lugar, quiero disentir con lo que aquí se ha dicho, que estamos
ampliando las facultares del Parlamento. Lo que creo que estamos haciendo es una delegación
de facultades que yo considero impropia. Me parece que el texto constitucional es
absolutamente claro.
He escuchado en estos meses de debate, dos únicas razones para la existencia de esta
ley. Una es que el Ejecutivo no envía a tiempo los proyectos, lo que no me parece un
fundamento serio. La segunda es que el Parlamento no trata el tema. Ni lo uno ni lo otro,
desde mi punto de vista, amerita la existencia de una ley para reglamentar un artículo
constitucional que desde mi punto de vista es absolutamente claro. Entonces, creo que
estamos proponiendo un remedio que es peor que la enfermedad.
El segundo aspecto que quería plantear es que, más allá de lo que se intente discutir y
dar vuelta en las fundamentaciones, y de adherirnos a algún artículo de un periódico que nos
puede ser favorable en mayor o en menor medida a la postura de cada uno, el corazón de esta
ley es la inmunidad. El fundamento real de esta ley es la inmunidad. Y la inmunidad es, en
este momento, la vía con la que la administración Bush ha presionado a los distintos países
para deslegitimar a la CPI
El Tratado de Roma creo que ha sido un avance positivo de la humanidad, del derecho
internacional, en cuanto a castigar los crímenes de lesa humanidad. No es casual que la
administración Bush no ratifique, no firme el decreto relativo a la Corte Penal Internacional y
que la combata, porque justamente puede ser muy negativo que, en una guerra al margen de
las Naciones Unidas, como la guerra con Irak, algunos de esos crímenes puedan ser
considerados por la Corte Penal Internacional y que algunos de esos soldados, en algún lugar
del mundo, puedan ser llamados a declarar. Creo que es un debate importante y altamente
positivo que hay que darlo en el contexto de los nuevos tiempos.
En cuanto a los ejercicios militares, debiéramos seguir esa lógica positiva y tener en
cuenta la profesionalización de nuestras fuerzas armadas, la necesidad de su capacitación, la
necesidad de la realización de estos ejercicios conjuntos, fundamentalmente con los países
hermanos del Mercosur y de América latina y, aunque sea con Estados Unidos, Canadá o
Europa, no desligados de un contexto actual y de una historia real que tenemos en nuestros
países.
Sra. Presidenta.- Antes de conceder la palabra a los senadores Yoma, Castillo y Pichetto,
quiero hacer una aclaración respecto de esto. Creo que no es el tema de las inmunidades ni la
preocupación de Estados Unidos el meollo de esto. Y más aún con lo que acaba de señalar el
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señor senador preopinante. Precisamente, frente a la ruptura del multilateralismo y la doctrina
del ataque preventivo de Estados Unidos, en realidad, lo que se está discutiendo es en qué
operativos va a participar la Argentina y en cuáles no. No estamos hablando únicamente del
ingreso de tropas. Estamos hablando del egreso de tropas, en la situación de Haití y en otras
situaciones de alta conflictividad que se plantean donde ya otras naciones hermanas han
enviado contingentes, mientras que nosotros todavía no lo hemos hecho porque hay una clara
postura del Poder Ejecutivo en este sentido.
No creo que la inmunidad sea el tema central. Me parece que el tema principal es
volver a colocar en la cabeza del Congreso la política exterior, la política de defensa, que hoy
está directamente vinculada, como lo dije anteriormente, con la situación del tablero
internacional.
Vamos a respetar el orden de los oradores y, después, en todo caso lo anotamos
nuevamente para que tenga otra intervención. Pero lo cierto es que es el corazón, el centro de
esta legislación está decididamente en la voluntad del Poder Ejecutivo de no ser él el que
decida, en definitiva, cuestiones que tienen que ver -como otras naciones hermanas lo han
experimentado tan trágicamente- con la vida de todos sus conciudadanos, en un mundo cada
vez más global pero, también, más inseguro.
Tiene la palabra el senador Yoma.
Sr. Yoma.- La verdad es que, analizando el texto del proyecto que viene de Diputados y
teniendo en cuenta lo que dijeron algunos colegas acerca de cómo está la situación ahora y
cómo estuvo en todo este tiempo, la verdad -repito- es que este proyecto, en función de un
presidente que quiere aumentar su poder o, por lo menos, mantenerlo, es absolutamente
contradictorio.
Creo que el presidente está limitándose de una manera que, quizás, hasta no
alcanzamos a comprender de la lectura de este proyecto.
Hasta ahora este tema no solamente se manejaba a través de cartas reversales, sino
que las inmunidades que se otorgaban son las de la Convención de Viena.
Sra. Presidenta.- Que son más amplias que las del Estatuto.
Sr. Yoma.- Las inmunidades de la Convención de Viena contravienen el Estatuto de Roma.
La Convención de Viena, en lo que hace a las inmunidades del personal diplomático
dice, desde el vamos, en el artículo 32, que la inmunidad en materia penal es absoluta. No
admite excepción alguna. Hay inmunidad absoluta en materia de jurisdicción penal local para
el personal diplomático.
El artículo 29 de la misma Convención establece la prohibición de cualquier forma de
arresto del personal diplomático. Este artículo dice que la persona del agente diplomático es
inviolable. Ello significa que ese agente no puede ser objeto de actos de coerción alguna por
parte del Estado receptor. Es más, dice que no puede ser objeto de ningún tipo de arresto. Y
nuestro Código Penal vigente establece una pena de prisión para quien viole la Convención de
Viena. Es decir, el que ejerza alguna medida coercitiva contra el personal diplomático tiene
pena de prisión. El artículo 221 del Código Penal dice: “Será reprimido con prisión de seis
meses a dos años, el que violare las inmunidades del jefe de un Estado o del representante
de una potencia extranjera”.
Por lo tanto, lo que está haciendo el presidente es decirle al Congreso: “Hasta ahora lo
resolvíamos nosotros y les otorgábamos patente de corso, por la inmunidad que otorga la
Convención de Viena, excluyéndolos absolutamente de las leyes locales.” Eso es lo que se
vino haciendo; es lo que hoy existe. Todo este ordenamiento choca con la Convención de
Viena de 1961 que rige las relaciones entre los Estados.
¿Qué es lo que plantea el Poder Ejecutivo? Que a partir de ahora inclusive el Congreso
puede determinar que no rige -fíjense- la Convención de Viena sino que por el tratado que
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acaba de ratificar el presidente Kirchner en materia de crímenes de guerra y delitos de lesa
humanidad, la extradición, por ejemplo, es obligatoria para esos criminales. El Estado
argentino se obligó a extraditar criminales de guerra y de lesa humanidad a partir del decreto
ratificatorio del tratado que firmó el presidente Kirchner. No hay Convención de Viena que
valga porque son delitos contra el derecho de gente, contra el derecho natural, y toda la
doctrina y la jurisprudencia en materia penal internacional sostiene que contra eso no existen
normas de derecho local.
Entonces, si se trata de un criminal de guerra, no hay posibilidad de invocar
inmunidad alguna en virtud del tratado que acaba de ratificar el Poder Ejecutivo. Es decir,
estamos mezclando cuestiones que no tienen absolutamente nada que ver y que hacen a las
relaciones normales entre Estados y que viene rigiendo...
Sra. Presidenta.- Perdón, el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores le pide una
interrupción.
Sr. Yoma.- Cómo no.
Sr. Puerta.- No quiero ser aguafiestas, pero me parece nos estamos equivocando. Aquí no se
están discutiendo inmunidades. El proyecto, tal cual fue redactado y aprobado en la Cámara
de Diputados, no abre ninguna puerta al tema de la inmunidad. Pareciera ser que eso ocurre en
el artículo 6°. El senador Menem tocó el meollo de la cuestión. Pero el artículo 5° es muy
claro. Aquí estamos tratando simplemente un manual de procedimiento que ordena toda esta
discusión. Tenemos una opinión pública muy sensibilizada y es un tema que mediáticamente
vende. Por eso digo que no quiero ser aguafiestas, pero, repito, hoy aquí no estamos tratando
el tema de la inmunidad.
Según el artículo 5°, se necesita un tratamiento de, por lo menos, seis meses antes de
entrar en el plan que dura un año a partir de septiembre. Así que en dicho artículo no se abre
la puerta al tema de la inmunidad.
El artículo 6°, donde pareciera que eso ocurre, dice: “El Poder Ejecutivo podrá
permitir mediante acto fundado sin aprobación del Congreso de la Nación, la introducción de
tropas extranjeras y/o la salida de fuerzas nacionales en las siguientes circunstancias: a) Por
razones de ceremonial; b) En situaciones de emergencia ocasionadas por catástrofes naturales;
c) En operaciones de búsqueda y rescate para salvaguarde de la vida humana; d) En los casos
de viaje y/o actividades de instrucción, adiestramiento y/o entrenamiento de los institutos de
educación militar y equivalentes de las fuerzas de seguridad del Estado nacional; e) En los
casos de salida de fuerzas nacionales que no constituyen elementos y la actividad no tenga
fines operativos. En los casos indicados en los incisos a), b) y c) el personal y los medios que
se autorice serán los necesarios a los fines de la actividad a realizar.”
En el Anexo pareciera que se abre la puerta para dar inmunidades ya que se deberá
explicitar cuál es el tipo de inmunidad requerida. El inciso e) del punto 4° del Anexo dice:
“Inmunidad requerida para las tropa extranjeras que ingresan y/o inmunidad a otorgar por
otros Estados para las fuerzas nacionales que egresan”. Pero es lo que debe aclarar el decreto.
Y dice que 15 días antes de su ejecución deberá ser informado el Parlamento acerca de los
incisos a), d) y e), que son los pueden inducir alguna duda. Quedan fuera los incisos b) y c),
que son: emergencias ocasionadas por catástrofes naturales y operaciones de búsqueda y
rescate para salvaguarda de la vida humana.
No hay ninguna posibilidad de introducir la cuestión de la inmunidad a través del
artículo 6° más que por el Anexo. No hay posibilidad, porque 15 días antes se eleva el
informe al Parlamento y es facultad nuestra dar o no inmunidad. Eso pensando en que hay
mala fe desde el Poder Ejecutivo que está fijando un manual de procedimiento demasiado
claro para abordar este tema.
Realmente, no veo que estemos abriendo la puerta a la discusión de un tema que para
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mí hoy no es la fecha para tratarlo
Sra. Presidenta.- Aclaro, y que además interrumpió el operativo Águila III precisamente por
el problema de las inmunidades.
Sr. Puerta.- Y para los que puedan creer que esto está relacionado con los pedidos de tropas
americanas, se han establecido conversaciones como corresponde con todos aquellos Estados
que tienen relación con nuestro país y este proyecto de ley no satisface en absoluto ninguno
de los requisitos que piden para participar de algún tipo de operativo. Esa es la realidad.
Sr. Presidenta.- Continúe, senador Yoma.
Sr. Yoma.- Lo que debe quedar en claro es que de la inmunidad, que tanto a nosotros como a
la opinión pública preocupa, que pueda surgir de la interpretación de la norma que sancione el
Congreso, no hay ninguna posibilidad que esté contemplado en este proyecto de ley ni en
ningún otro. Porque si hablamos respecto de personas acusadas por crímenes de guerra o de
lesa humanidad, ¡no hay inmunidad alguna! Así como no hay amnistía ni indultos porque
contravienen el derecho de gente y así lo sentó la doctrina y la jurisprudencia. Y cuando el
presidente Kirchner ratificó la Convención sobre la Imprescriptibilidad de los Crímenes de
Guerra, ¡tampoco hay inmunidades!
Entonces, de ninguna manera se puede vincular este tema que hace a las relaciones
entre los Estados lógicas y normales desde que se han creado las Naciones Unidas a la fecha.
Relaciones que -reitero- se rigen por la Convención de Viena que sí otorga inmunidad
absoluta en materia penal sin excepciones al personal diplomático, pero no se refiere a los
acusados por crímenes de lesa humanidad sino por otro tipo de cuestiones.
Entonces, es bueno no mezclar las cosas. Y sí puede haber -recién lo mencionó el
presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores- alguna discusión en torno al artículo 6°.
Si bien es cierto que la redacción no es del todo correcta, el espíritu de la sanción de
Diputados -y es lo que vamos a sancionar ahora- lejos está de ser una delegación de facultades
del Congreso al Poder Ejecutivo. Lo que establece el proyecto de ley es lo que la buena
doctrina entiende por el ingreso de tropas que debe autorizar el Congreso. Es decir, cuál es la
definición del ingreso o egreso de tropas para que sea facultad del Congreso autorizarlo o no.
Eso es lo que hace el proyecto de ley. No es que estamos delegando una facultad que nos es
propia en el Poder Ejecutivo. Al contrario, está diciendo que esta facultad no es del Congreso
sino del Poder Ejecutivo, porque si no fuese así deberíamos seguir el régimen del artículo 76
de la Constitución que prohíbe la delegación legislativa salvo en materias de administración o
de emergencia pública con plazos etcétera, que no se dan en esta ley. No es que se hayan
olvidado, porque aquí se ha consultado toda la doctrina. Por ejemplo, me viene a la memoria
el doctor Ekmekdjián, uno de los administrativistas más importantes. Y cuando la
Constitución habla de la autorización del Congreso para movilizar tropas se refiere a tropas
operativas que implican un despliegue operativo en territorio nacional o viceversa. No cuando
viene un maestro de un instituto a dar una clase acá. De esa tropa no habla la Constitución
cuando exige la autorización del Congreso.
Sra. Presidenta.- Lo interrumpo, senador. Y el artículo 6° precisamente hace referencia a
todos estos casos. Por ejemplo, la custodia de un presidente cuando aduce razones de
ceremonial, cuestiones educativas. Y en el inciso e) define que siempre los traslados no deben
ser de carácter operativo, que es fundamentalmente lo que caracteriza y es el objeto de
reglamentación de esta ley: el traslado operativo como tal, para operar como tropas.
Sr. Yoma.- Correcto, presidenta. Por eso, creo que este proyecto es importante, ya que
precisa competencias del Poder Ejecutivo y del Congreso, algo que generalmente estaba a la
libre y alegre interpretación del que opinaba cuándo había que otorgar o no la autorización o
cuándo era competencia del Congreso.
En ese sentido creo que es claro y además viene a poner realmente en cabeza del
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Congreso algo que en su momento manejaban las cancillerías. Pero hay algo que tiene que
quedar en claro, y estoy seguro de que mediante los presidentes de las comisiones, cuando
deba tratarse este tema en el recinto, va a quedar como interpretación auténtica. De ninguna
manera, en ningún articulado -ni surge de la interpretación ni nada que se le parezca- se tocan
las inmunidades de carácter penal relativas a la comisión de crímenes de guerra o de lesa
humanidad, que se rigen por otro tratado que ha firmado nuestro país. Y así como no reconoce
la amnistía -tal como lo estableció este Congreso- y no reconoce el indulto -como lo está
estableciendo la justicia en estos días-, tampoco reconoce inmunidades. Estos crímenes no son
materia de este proyecto de ley ni de las relaciones entre los tratados.
Así que, presidenta, coincido con el presidente de nuestra bancada y voy a apoyar la
aprobación del proyecto.
Sra. Presidenta.- Están anotados el senador Castillo, el senador López Arias y el senador
Pichetto. Si ningún otro senador o senadora se anota, procederé a cerrar la lista de oradores.
Antes de concederle la palabra al senador Castillo, me dice la presidenta de la
Comisión de Defensa que quiere realizar un comentario.
Sra. Perceval.- Como presidenta de la Comisión de Defensa, quiero reafirmar cuál es el
corazón del proyecto. Porque indudablemente no podemos ser arrastrados por malos títulos:
este no es un proyecto de inmunidades.
Tal como lo expresó la presidenta de la Comisión de Asuntos Constitucionales, el
presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores y senadores preopinantes, se trata de darle
previsibilidad a lo que más de una vez tenía el signo de la arbitrariedad. Se trata de que no fue
suficiente el artículo constitucional para ser respetado, sino que a la vez avanzamos en mejor
cumplimiento de la Constitución estableciendo un procedimiento con consideraciones claras,
definiciones precisas, con un calendario que debe cumplirse, tanto por el Ejecutivo como por
el Congreso de la Nación. No es que ahora tengamos una cesión, un regalo gratuito del
Ejecutivo que nos reconoce, sino que hay un evidente gesto de respeto a la Constitución por
parte del Poder Ejecutivo y un reconocimiento de la facultad que el Congreso tiene. Y para
que este respeto sea pleno está este procedimiento.
Al mismo tiempo, sacarlo de decisiones que llegaban tarde o nunca y ponerlo en el
ámbito plural del Congreso de la Nación, me parece que es una buena medida. Con toda razón
-como decía el senador Giustiniani-, en un mundo que no solamente está caracterizado por el
dinamismo sino por diversas fuentes de conflicto y nuevas amenazas, es imprescindible esto
que instala el Anexo I como obligación nuestra, que es estudiar caso por caso los ejercicios. Y
sobre este calendario, sobre esta agenda, caso por caso, resolver con responsabilidad, en un
marco plural, cumpliendo la facultad constitucional que tiene el Congreso de la Nación.
Sra. Presidenta.- Tal cual lo informé, quedan entonces para exponer los senadores Castillo,
López Arias y Pichetto, y se cerraría de esta manera la lista de oradores. ¿Estamos de
acuerdo?
Adelante, senador Castillo.
Sr. Castillo.- Señora presidenta: seré muy breve. Creo que estamos frente a lo que significa
cubrir un vacío legal. Más allá de lo que se ha discutido y de lo que hemos estado
ilustrándonos acá, lo primero es la salutación de que estamos frente a una norma que va a
cubrir un vacío legal, cual es reglamentar el artículo 75 inciso 28) de la Constitución
Nacional. Es decir, la ley que nos va a permitir su ejercicio.
He estado conversando incluso con el ministro de Defensa, que envió esto en su
oportunidad. Era muy distinto el proyecto de ley oficial girado a la Cámara de Diputados. He
estado leyendo el debate que hubo en las comisiones respectivas en la Cámara de Diputados y
las modificaciones prácticamente sustanciales. Muchas de las dudas que acá hemos estado
viendo han sido discutidas en las comisiones y en la Cámara de Diputados. Entonces, al
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menos de mi parte, por honestidad intelectual, no pienso traer acá aquellas dudas.
Me he tomado el trabajo de conversar personalmente con muchos diputados de mi
bancada, los radicales de la Cámara de Diputados que trabajaron sobre este tema, acerca de
las dudas que allí se han planteado.
Creo que acá hay normas muy claras, como es el artículo 4°, que nos está marcando el
nudo. Es decir, ni se concede ni se deja de conceder, sino que en cada año legislativo se le da
al Congreso una facultad para analizar puntualmente.
Y más allá de los planteos en que nos podemos ver o de una redacción más o menos
feliz de los artículos 5° y 6°, creo que ante cualquier duda nos queda un artículo 9°...
Sra. Presidenta.- La revocatoria.
Sr. Castillo.- ...el cual establece que, en caso de que haya pasado algo, el Congreso tiene la
facultad de revocar en forma inmediata.
Creo que ésta es una reglamentación de un ejercicio constitucional, más allá de los
tratados internacionales. Esto que nos viene a consideración es sobre el derecho positivo
argentino. Como dije, me he tomado el tiempo de conversar con quienes han sido
protagonistas en distintos momentos. En ese sentido, el ex ministro de Defensa cree que de su
proyecto original no queda nada; en la Cámara de Diputados ha habido cambios sustanciales.
Así que creo que estamos ante el felicísimo momento de que en poco tiempo debemos llenar
este vacío legal. De manera tal que desde el Frente Cívico y Social apoyamos esta iniciativa
para que sea ley lo más pronto posible.
Sr. Losada.- Señora presidenta: yo no pensaba hablar, pero la exposición del senador Castillo
me pone en una obligación, porque menciona a la Unión Cívica Radical.
La información que tenemos nosotros no es esa. El bloque apoyó hasta el artículo 6°.
En el momento de votarse el artículo 6° hubo una propuesta de modificación hecha por el
diputado Rodríguez Saá. En ese momento, el bloque de diputados acompañó esa propuesta de
modificación, y como no fue aceptada no votó el artículo 6°.
Yo lo tengo que decir. Me gustaría no haber disentido acá, pero ésta es la verdad
histórica y quiero rescatar que el bloque radical no acompañó la sanción que vino a la Cámara
de Senadores.
Sra. Presidenta.- Tiene la palabra el senador López Arias.
Sr. López Arias.- Yo también voy a ser muy breve. En realidad no pensaba hablar en el curso
de esta reunión. Está todo muy claro. Pero algunas reflexiones de mi querido amigo, el
senador Giustiniani, me obligan a hacer alguna pequeña reflexión.
Yo también soy de aquellos que creen que el Estatuto de Roma significó un
formidable avance en la historia de la humanidad, más allá de sus limitaciones propias, de una
discusión, de un debate, de una negociación, que tuvo durante años a decenas de países
discutiendo esta norma.
Así que personalmente nunca votaría nada que signifique un menoscabo al Estatuto de
Roma. He leído detenidamente este proyecto y, francamente, no encuentro ningún resquicio
donde se filtre el problema de la inmunidad.
Está absolutamente claro que éste es un proyecto que hay que mandarlo para que el
Congreso lo considere. Estoy convencido de que el Congreso nunca votaría una norma que
esté al margen de los tratados internacionales vigentes, y el artículo 6° no contempla nada que
pueda ser interpretado como una concesión de facultades para conceder inmunidades por
parte del Poder Ejecutivo.
Sinceramente voto con toda la tranquilidad de conciencia de que en esto no estamos
discutiendo inmunidades sino normas de procedimiento, y que no hay nada, ningún resquicio
que permita que se filtre este tema en la redacción de este artículo.
Para mayor seguridad, como decía el senador Menem, en el curso de la discusión
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habrá que sentar la opinión fehaciente del cuerpo, cuando se den los argumentos, al tratar cada
uno de esos artículos, para que haya una interpretación fehaciente.
Sra. Presidenta.- Tiene la palabra el senador Pichetto.
Sr. Pichetto.- Señora presidenta: también voy a ser muy breve, porque parte de los
fundamentos ya los utilizó el senador Castillo. Hay un ejercicio congresional muy fuerte, que
marca el artículo 4° y el 5°. Acá no hay ninguna delegación.
Además quiero hacer breves reflexiones. Después del caso Carrasco, las Fuerzas
Armadas han tenido un fuerte nivel de profesionalización. El pensamiento de nuestro
presidente es seguir y mantener esa línea y ese rumbo.
Hay una larga historia además en los operativos conjuntos, que han comenzado con el
Unitas.
Tanto Brasil como Chile -países latinoamericanos del Mercosur- tienen una historia de
participación conjunta con las fuerzas de Estados Unidos, sin tanto debate de contenido
ideológico. Ellos lo hacen y no plantean tanta discusión.
Ahora bien, ¿con quién vamos a hacer operativos de capacitación? ¿Con Uganda -lo
digo con todo respeto- o algún otro país africano? No, lo tenemos que hacer con los países
que tienen un alto nivel de desarrollo tecnológico y militar. Además, nuestro país está ubicado
en el bloque occidental y las prácticas militares de especialización con fuerzas militares se
hacen con los Estados Unidos o con fuerzas de la OTAN, que son las fuerzas de la
Comunidad Europea. Esta ha sido la experiencia de los últimos veinte años.
También contamos con fuerzas armadas que tienen un nivel de capacitación y
profesionalización extraordinario; con oficiales que hablan tres o cuatro idiomas, con
experiencia en lugares de conflicto como fuerzas de paz por las Naciones Unidas, que han
sido premiados y reconocidos. Nuestro país ha sido reconocida internacionalmente por haber
enviado contingentes como fuerzas de paz de las Naciones Unidas.
Como estamos hablando de todo esto, señora presidenta, nuestro bloque va a votar el
día miércoles, el proyecto que ya cuenta con sanción de la Cámara de Diputados.
Sra. Presidenta.- Durante el desarrollo de la reunión se hicieron dos propuestas formales que,
como presidenta de la Comisión, es mi deber considerarlas. Una, se refiere a subsanar las
posibles dudas que alguien pudiera tener sobre la interpretación del artículo 6E mediante
interpretación auténtica. Quisiera decirles que parte de esta interpretación auténtica ha sido
formulada en el seno de esta Comisión del Senado, cuyo desarrollo está consagrado en
versión taquigráfica. Sin lugar a dudas, muchos de estos argumentos van a volver a repetirse
durante el desarrollo del plenario. Por lo tanto, ya está establecida aquí la interpretación
auténtica que se le da al proyecto que sostiene el oficialismo en el seno de esta Comisión.
También hay, en nombre de la Unión Cívica Radical, una propuesta de modificación
que fuera formulada por el vicepresidente del bloque, el señor senador Prades. Entonces,
formalmente, hay dos proyectos de despacho: uno por la mayoría que es el que recibió
sanción en la Cámara de Diputados y el otro, por la minoría, que fue el propuesto por la
Unión Cívica Radical que contiene la modificación del artículo 6E propuesta por el señor
senador Prades.
Habida cuenta de esta situación, se van a circularizar los dos dictámenes; es decir, el
de mayoría y el de minoría.
No habiendo más asuntos que tratar, se da por finalizada la reunión de Comisión.
Son las 17 y 33.
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