28 de abril de 2014, Día Internacional de la Salud y la Seguridad en el Trabajo La desregulación legislativa condena la seguridad y la salud de los trabajadores y la economía de nuestro país Con sindicatos el trabajo es más seguro 20.268 trabajadores fueron víctimas de un accidente laboral durante el año 2013 en Navarra, y nueve de ellos perdieron la vida en el desarrollo de su trabajo. Hoy, 28 de abril, Día Internacional de la Salud y la Seguridad en el Trabajo, la Unión General de Trabajadores tiene que ser, un año más, contundente: la seguridad y la salud de los trabajadores es un derecho irrenunciable y uno de nuestros objetivos principales como sindicato, y no vamos a aceptar que se sacrifique en pos de favorecer la competitividad de las empresas. Hemos visto cómo, en los últimos años, la seguridad y la salud en el trabajo ha pasado de ser uno de los objetivos centrales de las políticas sociales europeas a ser considerada como un obstáculo que hay que superar para aumentar la competitividad de la economía europea. Esto ha derivado en el descenso de las inversiones en prevención en las empresas y en reformas legislativas que rebajan la protección de la salud y la seguridad de los trabajadores. Las políticas del Gobierno español siguen esta línea, y un claro exponente es el anteproyecto de reforma de Ley de Mutuas, presentado en diciembre del pasado año. La apuesta del Gobierno es que las Mutuas sean las únicas entidades capaces de asumir la gestión de las nuevas prestaciones de la Seguridad Social. Esto se hace por una supuesta mayor eficacia en el aprovechamiento de los recursos públicos, suposición que se desmonta al leer los informes del Tribunal de Cuentas o si se tiene en cuenta el tremendo subregistro de enfermedades relacionadas con el trabajo, que terminan derivándose a los servicios públicos de salud como enfermedades comunes. De hecho, la notificación de las Enfermedades Profesionales ha tenido un descenso acumulado de cerca del 28% desde 2008. Pero quizás la futura regulación de la gestión de la Incapacidad Temporal por contingencias comunes, dando capacidad a la mutua para proponer el alta sin existencia de acto médico, sea el elemento que demuestre de manera más palpable el carácter economicista de estas políticas. Unas políticas que eliminan el derecho al restablecimiento de la salud a cambio de los intereses económicos de las empresas, y que se basan en presupuestos falsos, como una supuesta pérdida de competitividad debida unos elevados niveles de absentismo, que realmente son similares a los de los países de nuestro entorno. Por todo esto, la UGT reclama: Que se retiren del texto del anteproyecto de reforma de la Ley de Mutuas aquellos elementos lesivos para los trabajadores, en la línea del dictamen aprobado por el Pleno del Consejo Económico y Social. Que mejore la normativa de Enfermedades Profesionales y que, con el objetivo de reducir su subregistro, facilite los procesos de reconocimiento y actualice su listado de acuerdo a las últimas investigaciones científicas. Que apruebe la Estrategia Española de Seguridad y Salud en el Trabajo 20132020 incluyendo objetivos precisos de reducción de la siniestralidad, afloramiento de enfermedades profesionales, y de equivalencia de la protección, independientemente del tipo de relación laboral. El mantenimiento de las inversiones públicas en materia de prevención de riesgos laborales.