sociologia apuntes2011 4

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LA INTERACCIÓN SOCIAL. PLANTEAMIENTOS INTERACCIONISTAS DE LA DESVIACIÓN. Interacciones sociales Los seres humanos generamos nuestras peculiaridades dentro de grupos sociales. Dentro de ellos las personas se relacionan, interactúan, actúan socialmente. Todas las actividades humanas tienen un carácter social. Todas las acciones se encaminan hacia un fin. Una acción se define como social cuando quienes las realizan les confieren un significado objetivo. Las acciones pueden ser racionales o irracionales, pero siempre serán sociales desde el momento en que posean significado. El marco en el que se desenvuelven nuestras acciones es relacional, tienen una referencia social, son, por tanto, interacciones en sentido amplio. Una interacción es una situación en la que las acciones de una persona dependen de las acciones de otra y viceversa. Las interacciones van desde un simple contacto hasta una relación profunda. Por mínimas que puedan parecernos contribuyen a generar y mantener lo social. Erving Goffman acuñó el término de desatención amable para definir la interacción que se produce cuando dos extraños se cruzan en la calle. Toda interacción se desarrolla: • En un contexto físico: Los lugares facilitan o dificultan la interacción, la orientan en un determinado sentido. • Dentro de un contexto social: El sentido de la interacción se va fijando según el contexto, las convenciones existentes y del tipo de actividad que se realiza junto a la/s otra/s persona/s. Existen convenciones que respetamos. Nuestro comportamiento más automático es mucho más social delo que pensamos y quienes contravienen sistemáticamente tales acuerdos son considerados desviados. Nuestras interacciones están estructuradas socialmente. Distinguimos entre: • Relaciones simétricas: Se producen entre individuos que se ven como iguales. Se manifiestan respeto mutuo, cuando no llegan a un acuerdo discuten en plano de igualdad argumental. 1 • Relaciones complementarias: Se producen entre individuos cuyos papeles se complementan. La situación, en caso de desacuerdo, tenderá a zanjarse con la imposición de quien ostenta el dominio de la relación. Interacción y posición social: estatus y roles Cuando interactuamos, lo hacemos desde determinadas posiciones. • Estatus: Posiciones que las personas ocupamos en la trama social. Estas posiciones son distintas en función del tipo de interacción que estemos ocupando (Vg.: Ocupamos distinto estatus ante nuestros hijos que ante nuestros padres). • Roles: Conjunto de derechos, obligaciones y expectativas que acompañan a cada estatus. • Conflictos de rol: Cuando una persona no tiene bien asimilados los distintos roles, o éstos resultan incompatibles. En estos casos el individuo debe establecer una jerarquía o minimizar su presencia en determinadas posiciones. • Estatus adscritos: Nos son asignados al nacer o en diversos momentos de la vida. Se asignan a la persona independientemente de sus acciones. • Estatus maestros o preponderantes: Aquellos que tienden a anular cualquier otra cosa que la persona sea o haga. Los grupos sociales • Grupos sociales: Grupos donde transcurren nuestras interacciones de forma regular que poseen una identidad o conciencia de grupo, la cual es reconocida por los demás. Características: o En su seno existe una estructura social, sus miembros desempeñan roles y ocupan estatus. o Poseen durabilidad y estabilidad. Dependen de consensos. Cuanto mayor sea el grupo, más posibilidad de subdivisiones hay, cuanto menor sea, requiere un mayor grado de compromiso. 2 Los estudios sobre conducta grupal han descubierto patrones regulares de comportamiento más allá de los miembros del grupo. Un aspecto importante lo constituye la lealtad, la cual puede llegar a anular las voluntades individuales cuando se convierte en adherencia ciega (vg.: las sectas). Otros conceptos: • Pensamiento de grupo: Mecanismo mediante el cual una vez adoptada una decisión los componentes del grupo tenderán a ocultar aquella información que suscite dudas sobre la validez de la misma. Los propios miembros a menudo se unen para desacreditar las nuevas informaciones. Este mecanismo a menudo inhibe las dudas sobre la decisión de realizar actos desviados por parte de un grupo concreto. • Cambio arriesgado: Toma de decisiones que se llevan a cabo cuando estamos inmersos en un grupo y que no tomaríamos de encontrarnos solos. La responsabilidad de esa toma de decisiones no recae sobre un solo individuo, sino en el grupo. • Liderazgo: Surge porque el grupo lo necesita específicamente para lograr algún fin. Está en función de las cualidades de los individuos. Cuantas más opiniones y sugerencias lanza un miembro más probabilidades hay de convertirse en líder. Otra faceta importante es la competencia que demuestre a la hora de conseguir las metas del grupo. Tipos: o Líder instrumental: Coordina las acciones de los miembros. o Líder expresivo: Resuelve conflictos, mantiene la moral del grupo. Hay que diferenciar los grupos sociales de: • Agregados sociales: Conjuntos de personas que coinciden en un mismo lugar, a un mismo tiempo (vg.: viajeros de un vagón de metro) • Categorías sociales: Conjunto de personas que comparten una característica común (vg.: tener la misma edad). 3 INTERACCIONISMO SIMBÓLICO Y DESVIACIÓN. LA REACCIÓN SOCIAL El interaccionismo concibe al individuo como sujeto activo ante el ambiente. Entorno y persona interactúan y se construyen mutuamente. El proceso de socialización y la rutina dificultan esta posibilidad de vernos como actores, generando una imagen del individuo como reflejo de su ambiente. Cuando reaccionamos ante un acontecimiento lo hacemos ante el significado que le otorgamos, por lo que el auténtico conocimiento sociológico proviene de la observación directa de las interacciones cotidianas y de cómo en su transcurso los actores crean realidad y atribuyen sentido. Para el paradigma interaccionista el criminal solo se diferencia de los que no lo son porque es definido socialmente como tal. El origen de la desviación está en las definiciones legales y sociales: Las definiciones sociales son elaboradas por determinados grupos que etiquetan como desviadas aquellas conductas que disienten de sus intereses. Definen formalmente las situaciones (a través de la normativa). Pero también el público en general contribuye a la significación de comportamientos con definiciones informales. Estas definiciones se materializan al aplicarse a individuos concretos a los que se les asigna la etiqueta de desviado. Una vez definido por los demás como desviado, el individuo tenderá a verse a sí mismo como tal. Su etiqueta pasará a ser su estatus preponderante, de manera que empieza a comportarse según las expectativas existentes ejecutando los roles asignados a su nuevo estatus. Hay casos, en los que ni siquiera existe una actuación concreta detrás del proceso de estigmatización, como en aquellas situaciones en que se atribuyen a grupos y a sujetos conductas que les son ajenas simplemente por su aspecto o por su origen étnico o social. La desviación no es vista por los interaccionistas como algo inherente a los sujetos, si no como una atribución social. Que un acto sea o no definido como desviado depende de la naturaleza del acto pero también de la reacción que suscite. No podemos saber si una acción concreta va a ser clasificada como desviada hasta que sobre ella se produzca una respuesta social. 4 El papel de las agencias de control Para los teóricos de la reacción el poder y el derecho no son ni objetivos ni neutrales. Las agencias de control tienen intereses que vierten en el tejido social a través de normas y controles. Para conocer el proceso de criminalización es necesario analizar el poder y el papel de las agencias que lo encarnan. Lo importante no son los hechos que motivan la reacción sino los procesos por los cuales esos hechos son definidos como desviados. Así, el control social crea criminalidad. Las agencias de control no detectan o declaran el carácter delictivo, lo producen. Y además de una forma selectiva: cuanto más alto se ubique una persona en la jerarquía social menor posibilidad tendrá de ser definido como delincuente. El comportamiento desviado se halla extendido por todo el espectro social, sin embargo los procesos de criminalización se dirigen hacia determinados sectores de población. El derecho penal contribuye a este proceso como mecanismo que genera criminalidad en vez de evitarla. Cuando el delincuente pasa por un proceso penal su estatus de delincuente se afirma y se hace prácticamente irreversible. Estudio de E. Sutherland sobre delitos de cuello blanco: Analiza las estadísticas de organismos estadounidenses con competencia en economía y comercio detectando un enorme número de infracciones con enormes repercusiones económicas. Los profesionales liberales, abusando de su condición cometían numerosos fraudes fiscales, fraudes en la venta, delitos medioambientales, etc. Las consecuencias para la economía y salud pública son enormes, pero la criminalización de tales conductas no corresponde con la magnitud del daño que producen. LA CARRERA DESVIADA David Matza analiza el proceso de desviación desde una perspectiva de base interaccionista que parte de la revisión de los postulados de las teorías de la reacción social y el etiquetamiento. A través de las distintas y sucesivas interacciones que una persona mantiene a lo largo de su vida va construyendo su sentido de la realidad, un sentido recíproco, interactivo, construido socialmente por el actor y su entorno; si bien éste último posee un gran 5 poder definidor no es exactamente la reacción la base última de la desviación, el sujeto toma decisiones y anticipa consecuencias. Para Matza no existe ninguna correlación entre origen social y desviación. La desviación no se adquiere por contagio ni existe ningún tipo de predeterminación hacia la delincuencia: se necesita pasar por un proceso, una carrera que se inicia con la afiliación, mediante la cual el sujeto hace suyos nuevos comportamientos eligiendo entre varias posibilidades, debe estar dispuesto a adoptar alguna de ellas y verse a sí mismo capaz de hacerla. Para realizar esa acción deberá sopesar la reacción social que este hecho provocará, por lo que será en el transcurso de la acción cuando el sujeto irá atribuyendo significados reales y concretos, pudiendo reconsiderar sus actos y no volver a repetirlos. Si decide continuar adelante aprenderá las técnicas propias de ese comportamiento, aprende a apreciar tanto el hecho como el proceso. Cada vez que una persona ejecuta una acción va añadiendo conciencia a cada uno de los pasos que va siguiendo con lo que la afiliación aumenta y se consolida. En ese momento el proceso se encuentra en la fase inicial. El sujeto emprende tal infracción, pero aún no se considera a sí mismo un desviado ni tampoco los demás le ven como tal. Siempre puede arrepentirse y entender su comportamiento como una veleidad que no volverá a repetirse. Pero la verdadera significación es social: la Sociedad y el Estado son los elementos fundamentales del proceso de desviación, son los que le otorgan significación, por lo que juegan el papel más importante en la atribución de sentido. El primer momento de la significación es la prohibición dado que resalta una actividad añadiéndole un significado nuevo: • La culpa: la culpa otorga estatus moral a una actividad, su función, según Matza, es preventiva, procura evitar que se incurra en determinadas acciones. La culpa lo que finalmente consigue es segregar al autor del grupo de los convencionales: lo desafilia de lo normal y lo afilia con lo desviado. Es posible que una persona que se sienta señalada como desviada restaure su comportamiento, pero lo más habitual es que la actitud segregacionista contribuya a un mayor compromiso del desviado con su nuevo rol. Como para continuar su actividad el sujeto habrá de proveerse de lo necesario finalmente todas las áreas de su vida se verán afectadas. Además deberá mantener en 6 secreto sus acciones. Le invadirá una sensación de transparencia: cualquiera de los que le rodean puede ser alguien que revele su condición. La prohibición criminaliza al individuo en la medida en que le obliga a aislarse y a aliarse con quienes le suministran un servicio ilegal, y los proveedores están mucho más avanzados en la carrera desviada. Con lo que el individuo adquirirá sentido de la duplicidad entre el mundo desviado y el convencional. Habrá de afrontar la necesidad de abordar una doble vida. Pero al final todo se descubre. El desviado se ve aprehendido, diferenciado del resto como aquel que incurrió en una conducta divergente. Y la reacción social consistirá en etiquetarlo. El sujeto acaba asumiendo su rol de desviado entrando en juego la profecía que se cumple a sí misma, colaborando él mismo con su propia exclusión con la sociedad, la cual puede ser directa, aislamiento social o indirecta. Cuando el sujeto es aprehendido se añade un nuevo significado: la gravedad. El encuentro con la autoridad siempre entraña sorpresa. El sujeto pasa de una comprensión abstracta a una comprensión concreta de la actuación de la autoridad organizada: las agencias formales de control hacen su aparición. La autoridad ya ha impuesto su huella, por lo tanto el asunto es grave. Presionado, el sujeto puede añadir gravedad y sentido a sus actividades y ponerse del lado de la sociedad, pero puede malinterpretarlo todo y emprender un viaje hacia dentro y hacia la sociedad, con lo que añade sentido a la conducta ya realizada, construyendo una identidad desviada. Cuanto más repita su comportamiento más esencialmente se verá como desviado y la sociedad avalará aún más esa identidad. Cada vez que intente desempeñar otros estatus, como comportarse de acuerdo con la normalidad, su conducta podrá ser entendida por los demás y por él mismo como un simulacro: simplemente simula portarse bien, pero todos, incluido él, conocen su verdadera naturaleza. El paso fundamental a la carrera desviada es la construcción de la identidad, un camino que comienza con la interacción y la empatía con lo desviado. Cuando el hecho y reacción tienen lugar, la profecía se cumple. La desviación es un proceso. Se trata de una carrera que se afianza con las interacciones que va llevando a cabo el individuo y, sobre todo, a través de los significados que tanto él como quienes con él interactúan les otorgan. 7 Una vez que el individuo ha construido su identidad desviada, se transforma en estereotipo, en representante de un colectivo, personifica la desviación. El desviado está ahora más unido que nunca al aparato de control: trabaja para él como sospechoso. En su condición de representante de un colectivo, el desviado satisface dos necesidades: elimina al resto de ciudadanos honrados de ser considerados como posibles desviados, y por otro lado conforta al aparato policial de la ingente cantidad de delitos sin resolver. 8 
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