Un análisis de las ventajas comerciales de China a

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Congrès Marx International V - Section Économie – Paris-Sorbonne et Nanterre – 3/6 octobre 2007
Un análisis de las ventajas comerciales de China a partir de la teoría del
valor-trabajo de Marx.
Everlan Elias Montibeler
Doctorando en Economía Internacional por la Universidad Complutense de Madrid
La aplicación de las teorías de las ventajas absolutas y comparativas para el estudio de los factores que
están llevando China a acumular, en los últimos años, superávit comercial con el resto del mundo no ha
alcanzado respuestas satisfactorias a partir de los principios de Smithianos y Ricardianos de la
determinación de los valores y precios.
En ese sentido, el trabajo se propone a analizar las ventajas comerciales de China a partir de la teoría del
valor trabajo de Marx y su grado de compatibilidad con la ventaja absoluta.
Las teorías de comercio internacional desarrollado por Adam Smith y David Ricardo para la comprensión
de las ventajas alcanzadas por las naciones a la hora del comercio llevan en sí fundamentos teóricos que
establecen dificultades a la hora de aplicar la teoría del valor-trabajo de Marx.
Tal como definen Smith y Ricado las ventajas absolutas y comparativas, respectivamente, el trabajo
aparece como elemento fundamental en la determinación de tasas de intercambio. Entretanto como
reconocen los propios autores, el trabajo es algo importante pero no determinante en el precio de las
mercancías.
Mismo que Marx no haya logrado formular una teoría sobre el comercio internacional, a partir de su
teoría del valor trabajo hemos podido apuntar los problemas a la hora de analizar las teorías de las
ventajas absolutas y comparativas.
Dado que los tres autores toman como punto de partida el trabajo para explicar el precio de las
mercancías, y que a partir del precio avanzamos hacia a las relaciones de comercio, el entendimiento del
precio toma una connotación relevante.
Adam Smith después de definir los elementos que componían los precios de algunas importantes
mercancías de su tiempo (trigo, de la harina, tejido, etc.) llega la conclusión que en general los precios
son compuestos por la renta, trabajo y beneficio.
David Ricardo en la misma línea de pensamiento de Smith, juega con las mismas variables pero
incorporando la idea que más tarde irá caracterizar la escuela marginalista. Él afirmaba que el valor de
cambio de un bien (especialmente los agrícolas) está determinado por la mayor cantidad de trabajo
necesaria para su producción; eso significa nada más y nada menos que el costo marginal en términos
contemporáneos.
Kart Marx rompe con el pensamiento clásico en la medida que defiende que solamente el trabajo puede
crear valor, y el mercado lo único que hace es repartir valor ya creado anteriormente por el trabajo. Marx
no niega las variaciones de precios ocurridas por los desajustes entre oferta y demanda, como quieren
hacer creer algunos autores contemporáneos.
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