Cumbre: ¿para quién es un buen negocio

Cumbre: ¿para quién es un buen negocio?
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Pero si había posibilidades de negocios ante la llegada de los dueños de los
‘petrodólares’, en la Cumbre esas posibilidades quedaron concentradas solo en
las manos de los brasileños.
La cumbre América del Sur-Liga Árabe, inédita desde donde quiera que se la mire,
aunque fue promovida como un plausible intento de acercar a dos mundos que
han vivido a espaldas uno del otro, es ante todo un buen negocio para unos pocos
países.
El encuentro, que reunió entre ayer y hoy a representantes de 22 países árabes
(de estos, apenas ocho de sus autoridades máximas) y 11 de suramericanos,
reafirma ante todo el liderazgo del presidente Luiz Inácio Lula da Silva en el
escenario ya no solo
latinoamericano.
Porque son ambiciosos los objetivos de la diplomacia brasileña con esta cumbre.
La proyección de Lula como líder internacional, y de Brasil como país influyente,
es el principal, con vistas de la búsqueda perseverante del gobierno de un asiento
permanente en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Se trata también del intento de consolidar la relación entre países en desarrollo,
como una forma de obtener peso en las negociaciones comerciales con los países
ricos.
Brasil sueña con la posibilidad de multiplicar las relaciones comerciales con los
países árabes y continuar batiendo récords de exportaciones, el mayor logro de la
gestión de Lula, que este año alcanzó los 100.000 millones de dólares en ventas
al exterior, exactamente el doble que cinco años atrás.
Pero si había posibilidades de negocios ante la llegada de los dueños de los
"petrodólares", esas posibilidades quedaron concentradas en manos brasileñas.
Entre los empresarios inscritos para participar de las ruedas de negocios, 448
fueron brasileños, y 188 de los otros 10 países de América Latina; de los países
árabes vinieron 190 empresarios.
Brasil, que exporta 8.000 millones de dólares en productos por año para los países
árabes -toda América del Sur no exporta más de 3.000 millones-, pretende
duplicar ese valor en dos años. Entre el 2003 y el 2004 sus exportaciones hacia
ese destino ya crecieron 50 por ciento.
Según el ministro de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior, Luiz Fernando
Furlán, las grandes áreas de oportunidades que se abren para ambos bloques –
árabes y sudamericanos– son el turismo y la ingeniería.
En particular sobre el turismo, Furlán anunció que en los próximos meses habrá
rutas áreas directas entre América del Sur y algunos países árabes. Delegaciones
de países árabes y sudamericanos llegaron a discutir inclusive una preliminar
aproximación para un futuro acuerdo de libre comercio.
La ironía es que mientras Brasil alienta la idea de un libre comercio entre estos
dos polos de países en desarrollo, la Argentina le reclama más atención con el
Mercosur, unión aduanera de más de 15 años que perdió importancia dentro de su
estrategia diplomática debido al mayor interés de Lula por la integración en la
Comunidad Sudamericana de Naciones.
LUIS ESNAL
Para EL TIEMPO
Desde SAO PAULO
Las figuras del mundo árabe
Una de las figuras más importantes del mundo árabe en la cumbre es el primer
ministro palestino Mahmud Abbas, sucesor de Yasser Arafat, que aprovechó la
ocasión para pedir que "Israel cumpla" su compromiso de liberar 400 presos
palestinos, decisión que está aplazada.
También asiste el presidente de Irak, Jalal Talabani, que fue en busca de respaldo
de los países al Gobierno de transición y de apoyo a los esfuerzos del Ejecutivo en
la estabilización y reconstrucción del país, pedido que fue rechazado por el
presidente venezolano, Hugo Chávez.
Pero el que mayor sensación ha causado es el príncipe de Arabia Saudí, Saud AlFaisal bin Abdul Aziz Al-Saud, quien llegó acompañado por una delegación de
más de 40 personas, él solo ocupa tres suites presidenciales y "ofreció una cena a
todos los huéspedes árabes del hotel y pagó todo", según informó su jefe de
prensa.
Lo económico cedió el paso a la política
Sao Paulo
La ‘Declaración de Brasilia’, con la que se cerrará hoy la Cumbre América del SurPaíses Árabes, organizada por Brasil, causó una polémica aún antes de ser
divulgada formalmente hoy: grupos vinculados a Israel dicen que respalda al
terrorismo.
El texto que expresará la voluntad oficial de los participantes de la cumbre hace
una condena al terrorismo, pero reafirma "el derecho a la lucha contra la invasión
extranjera".
El director de Relaciones Internacionales del Centro Wiesenthal, Shimon Samuels,
y el representante del organismo para América Latina, Sergio Widder, le enviaron
una carta a Amorim criticando el texto de la declaración.
Dijeron que pretende "rechazar el terrorismo pero insiste con el 'derecho a resistir
la ocupación extranjera', el justificativo que utilizan todos los grupos terroristas en
su intento por legitimarse.
La ambigüedad del lenguaje brindará una oportunidad para que esas
organizaciones terroristas digan que la comunidad sudamericana les ha brindado
su apoyo".
El ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Celso Amorim, había afirmado que
el objetivo de la cumbre era la cooperación económica, pero que temas como el
conflicto palestino-israelí fue incluido porque "es perfectamente aceptable, no sólo
para Brasil sino para todos los países sudamericanos, el apoyo a la
autodeterminación y a la formación del Estado palestino".
Ante las consultas periodísticas sobre si ese punto de la declaración no podría
irritar a Israel o a los Estados Unidos, Amorim respondió, en tono irritado: "Cada
uno que lo interprete como quiera".
La cumbre fue organizada por Brasil como una nueva apuesta del presidente Luiz
Inacio Lula da Silva para consolidar su influencia internacional y, al mismo tiempo,
ampliar los horizontes económicos de América del Sur.
Pero pese a este objetivo económico, el encuentro terminó siendo tomado por los
discursos políticos como el del enviado de Argelia, Abdel Aziz Bel Khadem, quien
defendió el derecho de la "autodeterminación de los pueblos", en obvia alusión a
las situaciones de Irak y los territorios palestinos.
Por su parte, el presidente argelino, Abdelaziz Buteflika, que copreside junto a su
colega brasileño Luiz Inácio Lula da Silva la Cumbre birregional, en calidad de
actual presidente de la Liga Árabe, instó a Israel a retirarse de los territorios
ocupados, al abrir la cumbre.
"Debemos encontrar una solución para que Israel se someta a las leyes
internacional y acepte la paz negociada", dijo el mandatario.
El secretario general de la Liga Arabe, Amr Mussa, también se refirió a la situación
de los Territorios, y pidió que sea evocada en la declaración final de la cumbre.
Deseamos que Israel se aleje de estos territorios ocupados, porque eso es ético y
justoo", dijo Mussa.