1 CAPITULO

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CAPITULO
1
TEMAS
Introducción.
Puntos de vista seculares.
Puntos de vista religiosos.
IMPORTANCIA DEL
DESARROLLO DEL
CARÁCTER
¿Por qué el desarrollo del carácter es importante para el
individuo y para la sociedad? ¿En qué dirección se está moviendo la
moral del individuo y la comunidad en tu sociedad? ¿Qué factores
están contribuyendo a esta dirección?
SECCIÓN I
CONCEPTOS FUNDAMENTALES
INTRODUCCIÓN
El carácter individual constituye el
cimiento de la sociedad. Una sociedad no es mas
fuerte y sólida que los valores morales de los
ciudadanos que la integran. Cuando una sociedad
deja de enviar mensajes consistentes acerca de la
vida moral a las generaciones jóvenes, empieza a
deteriorarse desde adentro. La honestidad,
productividad, preocupación por las personas, la
ley y el orden se convierten en reliquias de otra
época y los individuos viven en el régimen del
temor.
Desde el punto de vista religioso, el destino eterno está formado por el carácter el cual es la
suma de la relación personal con Dios. La Biblia provee normas para los valores y las decisiones
morales. Sin estas normas, los individuos y grupos se revuelcan en un pantano de valores
cambiantes sin ningún punto estable donde anclarse. Los valores llegan a convertirse en subjetivos
de acuerdo a las circunstancias, y la fortaleza de carácter es considerada una rareza.
Durante las primeras décadas del siglo veinte, el carácter estaba centrado en la educación.
Las escuelas incluían en su currículo la enseñanza de rasgos positivos de carácter. El desarrollo
del carácter era visto como una de las metas más importantes de la educación.
Hacia mitad del siglo, el interés por el desarrollo del carácter declinó, en mucho como
resultado de los descubrimientos de estudios claves (ver capítulo 7). El juicio moral se convirtió en
la clave y la investigación tendió a enfocarse en “pocas piezas” de moralidad. El concepto de
carácter como el núcleo central, estable, predecible de la personalidad dejó de ser popular. La
palabra fue prácticamente expulsada de la literatura de investigación.
Sin embargo, hacia el final de la década de 1980,
unos pocos educadores empezaron en introducir de
nuevo la noción de carácter. El “carácter” de los políticos
y de otras personas públicas se convirtió en tema de
explotación de los medios de comunicación masiva. La
falta de carácter en la ciudadanía, evidenciada por un
cambio dramático en los valores morales, se ha
convertido recientemente en un considerable foco de
atención. Parece que estamos nuevamente en camino de
enfocarnos en el carácter individual después de varias
décadas. Estamos empezando a darnos cuenta que una
persona puede articular un alto nivel de razonamiento moral con “razones correctas”, pero a la vez,
puede comportarse de una forma completamente distinta. El hombre o la mujer promedio en la calle
pueden habernos dicho esto hace tiempo.
Una perspectiva cristiana de la psicología del desarrollo del carácter
Guia de estudio
Dr. Donna J. Habenicht
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PUNTOS DE VISTA SECULARES
“Hubo una época cuando todo era educación básica y adquisición de habilidades. Ahora
damos la misma atención a la construcción del carácter” (Fitzgerald, 1990, p.37).
El Septiembre, 1989 Reporte de Gallup sobre educación se les solicitó a 1001 individuos que
identificaran los problemas mayores que enfrentaban las escuelas públicas locales. Los resultados
nacionales indicaron que el 67% estaban preocupados por algún aspecto del desarrollo del carácter,
incluyendo problemas tales como el abuso de las drogas y el alcohol, el crimen y el vandalismo, las
normas morales y la disciplina (Elam y Gallup, 1989, p. 41).
La encuesta de marzo/abril de Gallup, intentaba determinar que tan importante era para los
americanos “seguir un código moral estricto”. De los que respondieron, 60% indicó que era muy
importante, 36% que era algo importante, 1% sentían que no tenía importancia y el 3% no tenían
opinión. En 1981, solo el 47% de los que respondieron sentían que seguir un código moral estricto
era muy importante (Public values intangible assests more than material possesions, 1989, p. 38).
“En épocas pasadas, las tasas de criminalidad permanecían relativamente bajas a causa de
la moralidad que prevalecía – no obstante, de acuerdo con Wilson, del rápido crecimiento urbano, el
gran influjo de inmigrantes pobres y otros factores negativos. Sin embargo, la cultura actual,
‘reemplazó la ética del dominio propio con la ética de la expresión propia’. Admitiendo visiblemente
que no sabe como el gobierno puede enseñar virtudes a sus ciudadanos, Wilson insta a una
reevaluación de la relación entre el papel del gobierno y la construcción de carácter” (Falta de virtud
= problemas sociales, 1989, p. 8).
“La educación siempre ha sido una empresa que lleva implícita y usualmente explícita lo
moral-ético. La educación, como proceso normativo, descansa necesariamente en la justificación de
valores. Mas allá, como se presupone el desarrollo del acto de ser, la calidad de sus acciones es
siempre superior, y aquí la preocupación de que los educadores siempre han tenido en enfoque
central en la ética” (Johnson, 1984. p. 32).
“Debe combatir para reducir su desesperación, y al mismo tiempo, luchar para crear
felicidad por medio del desarrollo individual de su carácter – que es lo que lo distingue como persona
. . . Un componente esencial de supervivencia a largo plazo en los negocios es el carácter”
(Herzberg, 1982. p. 29).
“Si este libro se hubiese escrito hace 10 años, habría empezado con un intento de persuadir
al lector sobre la importancia de la educación moral. Aparentemente, esto ya no es necesario.
Eventos actuales como el escándalo de Watergate han redirigido el enfoque del país sobre la
necesidad de un desarrollo adecuado de un carácter moral en nuestra cultura. La cuestión ya no es,
si debemos empezar con una educación sistemática de moral, sino cómo lo vamos a lograr”
(Arbuthnot & Faust, 1981. p. xi).
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“Muchas de las decisiones de nuestra vida son de carácter moral – significa que, a menudo
enfrentamos algún dilema que requiere que hagamos un juicio acerca de cómo ‘actuar’ en relación
con esta situación... Es frecuente el caso de que nuestros propios juicios morales son antagónicos
con los de otros, como es evidente no solo en los grandes debates morales, sino también en los
conflictos más mundanos de nuestro diario vivir” (Arbuthnot & Faust, 1981, p. 5).
“A la educación moral se la ve como una ‘manera de manejar los problemas de forma
eficiente’. Esto es “...interesarse en ayudar a los estudiantes a entender la complejidad de la moral
en la vida democrática...” (Hersh, Miller & Fielding, 1980, p. 25). El propósito de la educación moral
es: “formar el ideal de justicia... en los estudiantes” (p. 24). “Entrenar moral y espiritualmente es
considerado un requisito indispensable de... democracia” (p.15).
“Hacer más para ayudar a los niños a aprender valores está presente en la mente de los
educadores y padres hoy día. Parece estar nuevamente de acuerdo en que los jóvenes merecen
toda la ayuda que puedan brindarles en el aprendizaje, para que pueda tomar decisiones sabias en
su forma de ser y comportarse... Un nuevo sentido de urgencia acerca de maximizar las
dimensiones de los valores de la experiencia de los hijos ha surgido.
“¿Por qué esta gran preocupación? ... Parcialmente, es el resultado de cambios en la
sociedad, los cuales han hecho al aprendizaje de los valores más complejo, arduo – y necesario.
“Los niños toman muchas de las ideas de lo que es bueno, y lo mejor de lo que ven y
escuchan acerca de ellos. A través de la televisión y otros medios masivos, los niños están
expuestos con más frecuencia y desde temprana edad a los cambios de un mundo en problemas, y
a una variedad de maneras de ser y comportarse de un ámbito increíble... Nunca antes en la historia
de la humanidad han tenido los jóvenes – y también los viejos– tanto en que pensar y elegir”
(Frazier, 1980, pp. 3-4).
“El público quiere escuelas que presten más atención a la educación sobre valores y moral...
¿Por qué ha revivido este interés en la educación moral? Quizá la discusión pública, y atención que
los medios le han puesto, a cuestiones tales como el racismo, la guerra de Vietnam, Watergate,
empresas ilegales, el crimen y las drogas ha sensibilizado a la población sobre la dimensión de la
moral en la sociedad ... Hay un creciente reconocimiento de la necesidad de articular principios
morales y promover la educación moral” (Hersh, Paolitto & Reimer, 1979, p. 7).
En una encuesta de opinión de Gallup del año 1976, se les preguntó a los americanos
“¿Cuál era el problema MAS importante que enfrentaba la sociedad americana hoy día?” La
respuesta fue “declive de la moral” indicada por un 4% de los encuestados, la corrupción en el
gobierno fue señalada por otro 4% y el abuso de las drogas por un 3% (Domestic problems pressing,
1976. p. 25).
“En nuestros días vivimos en una sociedad de adolescentes autosuficientes y de relaciones
sin supervisión, los adolescentes son llevados a tomar decisiones morales importante antes de los
20 años de edad, cuando sus abuelos tenían que tomar esas mismas decisiones a edad madura”
(Landis, 1954, citado en Hurlock, 1967, p. 428).
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“En los más profundo de nuestros corazones sabemos y la mayoría de las personas saben
que nuestros valores nacionales se derivaron de la ética Judeo-Cristiana. En ningún estos valores
están fuera de fecha, ni estarán pasados de moda en el mundo del mañana” (Armstrong, 1971, p.
295).
“La Comisión de Políticas Educativas, reconoció lo significativo de la educación del carácter
en la juventud al establecer: ‘Los requerimientos básicos para mejorar la moral y los valores
espirituales en las escuelas públicas como una reafirmación sincera que esta materia es de la
mayor importancia y que existe una responsabilidad reciproca, de la escuela y los maestros, como
también de otras instituciones y miembros de la comunidad” (Bradley y Earp, 1966. p. 55-58).
PUNTOS DE VISTA RELIGIOSOS
“Nuestra necesidad básica es la de un
reavivamiento moral y espiritual que alcance todos los
aspectos de nuestra vida.
El problema que
enfrentaremos... es fundamentalmente moral y espiritual:
La hambruna, la injusticia económica y social, la
amenaza de un holocausto nuclear, la condición de
pobreza extrema. Nunca se solucionarán sin un cambio
en el corazón, en el cual la codicia y la indiferencia sean
reemplazadas por la compasión y el sacrificio” (Graham,
1985. p. 138).
“Tenemos un profundo sentido primitivo de moralidad tejido entre la tela de nuestra
humanidad. La moralidad no es un juego en contra para hacer perdedores a aquellos que no lo
juegan seriamente. No es un rumor falso plantado en una sociedad insegura para ayudar al débil a
conservar el poder pagando con su conciencia. Tampoco, moralidad es solo un nombre que hace
más fuertes los sentimientos que tenemos acerca de algunas cosas, una palabra que usamos para
añadir impacto a nuestras quejas. La moralidad es un componente básico de un tipo de vida
humana, una realidad que sentimos aun cuando no podemos definirla claramente. Tenemos que
tomar decisiones, y algunas veces se encuentran entre nuestras opciones reales. La elección que
hacemos puede llevarnos a estar mal con Dios y con el ideal de nosotros mismos – o puede
llevarnos al lugar correcto. Y estar en lo correcto significa en armonía con el designio de Dios para
nuestra humanidad”.
“La moralidad, surge, entonces, de lo que somos como seres humanos. Desmoralizar la vida
es como deshumanizarla. La llamada moralidad es una invitación a la verdadera vida humana”
(Smedes, 1983. p. vii).
“Un carácter formado de acuerdo con la semejanza divina es el único
tesoro que podemos llevar de este mundo al venidero. Los que estén bajo la
instrucción de Cristo en este mundo llevarán toda adquisición divina con ellos a
las mansiones celestiales. Y en el cielo vamos a mejorar continuamente.
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Entonces, qué importante es el desarrollo del carácter en esta vida” (White, Palabras de Vida del
Gran Maestro, p. 322)
“La verdadera educación no ignora el valor de los conocimientos científicos o de los grados
adquiridos; sino que sobre la información aprecia el poder; sobre el poder, la bondad; sobre los
conocimientos intelectuales, el carácter. El mundo no necesita hombres de gran intelecto, tiene
necesidad hombres de carácter noble. Necesita hombres cuya habilidad esté controlada por
principios firmes” (White, Educación, p. 225).
“La construcción del carácter es la mayor obra de la vida” (White, Patriarcas y Profetas, p.
596).
“El trabajo más grande que puede hacerse en nuestro mundo es glorificar a Dios viviendo el
carácter de Cristo” (White, Testimonies for the Church. Vol. 6, p. 439).
“Las preciosas horas de prueba son otorgadas para que pueda removerse cualquier defecto
de carácter, en estas horas debemos buscar que hacer, no solo la manera de obtener una vida
futura, sino la manera de ser útiles en esta vida. Un buen carácter es un capital más valioso que el
oro y la plata... La integridad, firmeza y perseverancia son cualidades que todos deben buscar y
cultivar: para revestirse con un poder irresistible – un poder que los fortalece para hacer el bien,
firme para resistir el mal, fuerte para luchar con la adversidad” (White, Mensajes para los jóvenes,
pp. 415-416).
Referencias adicionales: Juan 5:28,29; Mateo 5:48; Mateo 7:21; Apocalipsis 22:12,14; White,
Counsels to parents, teachers and students, p. 61: White, Education, p. 109,225; White, Child
guidance, 162; White, Selected messages. Vol. 1. p. 259; White, Testimonies for the church. Vol. 4.
p. 657.
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LECTURAS SUGERIDAS
Fowler, John M. (1977). The concepts of character development in the writings of Ellen G. White, p.
98-105, 221-223.
Grant, Barry. (1985). The moral nature of psychotherapy. Counseling and values, 29(2), 141-150.
Hersh. Richard H., Miller, John P., and Fielding, Glen D. (1980). Models of moral education: An
appraisal, pp. 8-12.
Lickona, Thomas J. (1991). Educating for character: How our schools can teach respect and
responsability, capítulo 3.
White, Elena G. Education, pp. 28-30, 104-112, 225-229.
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