CIENTÍFICOS DEL CNIO ENCUENTRAN UN NUEVO PROCESO MOLECULAR IMPLICADO EN EL DESARROLLO DE ENFERMEDADES AUTOINMUNES Madrid, 18 de noviembre de 2010 –Una investigación realizada por el Grupo de Hipermutación de ADN y Cáncer del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) ha demostrado un papel esencial de los microRNAs –un tipo de molécula reguladora- en la prevención de las enfermedades autoinmunes. El trabajo se publica hoy en la prestigiosa revista Immunity. Los linfocitos B son células del sistema inmunológico cuya función principal es la generación de anticuerpos, que permiten el reconocimiento y eliminación de cualquier agente infeccioso al que el organismo pueda verse expuesto. El éxito de la respuesta inmunológica se basa en la existencia de una colección de anticuerpos de una 14 diversidad virtualmente ilimitada (hasta 10 anticuerpos diferentes). Sin embargo, el proceso que da lugar a este vasto repertorio de anticuerpos es azaroso y permite la aparición de anticuerpos capaces de atacar al propio organismo (autoanticuerpos o anticuerpos autorreactivos). Para prevenir los efectos dañinos de estos autoanticuerpos existe un mecanismo conocido como tolerancia inmunológica que permite su eliminación. Si este sistema de tolerancia no funciona, pueden desarrollarse enfermedades autoinmunes como el lupus eritematoso sistémico, la artritis reumatoide o el síndrome de Sjögren. Los microRNAs son pequeñas moléculas de ácido nucleico capaces de regular la expresión de los genes. En los últimos años se ha demostrado que los microRNAs son esenciales para el control de numerosas funciones biológicas y su mal funcionamiento se ha relacionado con la aparición de tumores. En este trabajo, el equipo de investigación dirigido por la Dra. Ramiro, ha generado animales en los que los linfocitos B carecen de microRNAs, lo que permite estudiar la función de estos reguladores en estas células del sistema inmune. De esta manera se ha podido determinar que los microRNAs, y en particular, el denominado miR185, tienen un papel esencial en la diferenciación terminal de las células B; en su ausencia se bloquea la generación las llamadas células foliculares. Como consecuencia, estos linfocitos B presentan un repertorio de anticuerpos sesgado, algunos de los cuales reconocen componentes propios del organismo. Esta acumulación de anticuerpos autoreactivos provoca daño tisular en el riñón, un síntoma característico de las enfermedades autoinmunes. Este efecto se ha observado exclusivamente en ratones hembra, por lo que el modelo emula lo observado en síndromes autoinmunes humanos donde la prevalencia en mujeres es mucho mayor. En definitiva, este estudio demuestra por primera vez que los microRNAs son necesarios para establecer la barrera de tolerancia que impide que nuestras células B generen anticuerpos autoreactivos. En su ausencia, esta barrera se encuentra alterada provocando que se generen anticuerpos que reconocen componentes del propio organismo y producen daño tisular y autoinmunidad. En los países desarrollados, las enfermedades autoinmunes afectan a un 3-5% de la población y son responsables de un tercio de las muertes prematuras. La sintomatología de estas patologías es muy heterogénea y esto dificulta su diagnóstico. Por este motivo es necesario diseñar nuevos métodos de clasificación de los pacientes que faciliten la elección de la terapia más apropiada en cada caso. Esta investigación abre un nuevo campo en la caracterización de pacientes con enfermedades autoinmunes mediante el análisis de los patrones de expresión de microRNAs, presentándose como una alternativa prometedora para el diagnóstico y pronóstico de estas patologías. Este trabajo ha sido financiado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología (MICINN), la Comunidad de Madrid y el European Research Council. MicroRNAs Prevent the Generation of Autoreactive Antibodies Laura Belver, Virginia G. de Yébenes, and Almudena R. Ramiro DOI: 10.1016/j.immuni.2010.11.010 Para el artículo completo, por favor, consulte: www.cell.com/immunity/home