Subido por Denis Guaymas

EL CONCEPTO DE POLITICA

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EL CONCEPTO DE POLITICA
Es muy probable que a lo largo de tu vida hayas escuchado más de una vez frases desaprobatorias de lo político: “yo no me
meto en política”, o “esa persona dice eso porque tiene intereses políticos”, o simplemente “en la política todo está corrupto”,
son solo algunos ejemplos de posiciones que, o bien se nos dicen, o bien, muchas veces, repetimos sin reflexionar.
Este tipo de enunciados tiene un denominador común: todos suponen que la política es un lugar en el cual uno se mete o no se
mete. En otras palabras: algunas personas hacen política y otras no. Pero para entender el concepto de política tendremos que
dejar a un lado este prejuicio, construido por el sentido común, pero, poco útil para analizar en profundidad la naturaleza de lo
político, tal como nos interesa empezar a pensarla.
Una primera observación acerca de la política, entendida como un tipo específico de práctica, es que el origen del término y del
concepto se remonta veintiséis siglos. La palabra política deriva de la palabra griega polis (podemos traducir la palabra como “lo
relativo a la polis”); una polis era una ciudad, un conjunto de personas que vivía bajo normas y creencias similares. Si bien no es
del todo correcto hacer una comparación podemos decir que una polis se parecía bastante a lo que hoy consideramos como una
nación.
Tal vez hayas escuchado hablar de los griegos como los padres de la democracia. Pues bien: la democracia griega y la polis están
estrechamente ligadas. La una es incomprensible sin la otra.
Para un demócrata ateniense, considerar que el manejo de los asuntos públicos no estuviera a cargo de la sociedad civil, en
tanto sociedad civil, era un absurdo, si se quería sostener que se vivía en un régimen democrático. Un ateniense no tenía la
posibilidad, sino la obligación de ser, en algún momento, y por sorteo, funcionario al servicio de la Polis. Pero su actividad como
tal estaba permanentemente sometida a las decisiones de la Asamblea de todos los ciudadanos (órgano encargado de legislar e
impartir justicia).
El filósofo griego Aristóteles escribió numerosos libros dedicados a una gran variedad de temas, entre ellos la política. Es a él a
quién debemos el primer tratado sistemático de las diferentes formas de gobierno. La lectura de sus obras nos permite
entender la importante diferencia de concepto que existe entre nuestra forma de entender lo público, y la concepción que de lo
mismo tenían los atenienses.
Aristóteles nació en la ciudad de Estagira en el año 384 a.C. Fue uno de los más importantes filósofos que conoció la
humanidad. Escribió sobre temas muy diversos, en su obra: Política, analiza entre otras cosas las diversas formas de gobierno,
tema al que dedica un lugar central. En este libro encontramos expuesta, por primera vez, una división sistemática y rigurosa de
los diferentes modos de organización política.
En efecto, en el libro III de Política, Aristóteles dice dos cosas que nos interesan particularmente:


En primer lugar, es llamativo (para nosotros) que Aristóteles considere que la forma republicana de gobierno sea un
sistema mixto entre la democracia y la oligarquía, porque parece ser democrático que los cargos se den por sorteo, y
oligárquico que se den por elección.
En segundo lugar (y en estrecha relación con lo que acabamos de decir) es muy ilustrativo que Aristóteles defina como
ciudadano a aquel en cuyas manos están el gobierno y la justicia. Ciudadano es, para él, quien puede ser juez. Si
alguien no puede juzgar a sus iguales, no es un igual y, por ende, no es un ciudadano.
Lo que queda claro en estas definiciones de Aristóteles es que: La concepción griega de lo público (al menos ateniense) no
concibe que los asuntos de todos sean responsabilidad de unos pocos (aun si son elegidos).
Si prestamos atención al primero de los puntos que destacamos, notaremos que, al decir que solo puede considerarse
democrática una práctica en la cual los cargos se ocupen por sorteo, Aristóteles está afirmando que solo existe democracia (en
un sentido estricto) si cualquiera es capaz, en cualquier momento en el que se lo requiera, de manejar los asuntos públicos, sin
más preparación que su calidad de ciudadano.
De lo afirmado, nos importa destacar que, si bien es cierto que el concepto de democracia ha cambiado mucho, no sucede lo
mismo con el de política, al menos desde la perspectiva que nos interesa abordarlo.
Entenderemos como política a toda práctica humana cuyo sentido solo sea visible en el contexto de un orden social
determinado.
Si volvemos al primer párrafo de este apartado, entenderemos ahora, por qué debemos abandonar la creencia que se puede
entrar o salir de la política:
Todas las prácticas humanas, en tanto los hombres viven en sociedad, son prácticas políticas.
Creemos que hemos llegado a una primera pregunta que puede merecer nuestra atención.
Pregunta: No entiendo bien esto de que “toda práctica humana es una práctica política”. ¿Quiere decir que cuando voy al cine
con mis hijos estoy haciendo política?, y cuando me reúno con mi familia o con mis amigos ¿siempre hago política?
Lic. Domínguez: Desde la perspectiva que estamos tratando de tomar, podemos decir que sí, que usted hace política en todos
los casos.
Tenga en cuenta que afirmamos que todas las prácticas humanas son políticas, pero no que sean solamente políticas. La política,
en este enfoque amplio que introdujimos hasta aquí, es una dimensión de sus prácticas, una perspectiva, un punto de vista. Por
lo tanto convive con otras dimensiones (psicológicas, jurídicas, económicas, etcétera).
Piénselo con el siguiente ejemplo. Usted se reúne para tomar un café con unos amigos. ¿Está haciendo derecho? Tal vez su
primera respuesta sea “no”; pero si lo analiza con cuidado, verá que hay muchísimos elementos en la situación que son jurídicos,
empezando por el hecho de que está vestido, conforme a las normas que estipulan que no se puede andar desnudo por la calle.
Además, si está en un bar, va a pagar lo que tome, de acuerdo con las normas que lo indican de ese modo. Podemos multiplicar
los ejemplos, siempre dejando en evidencia que su acto de “tomar un café con amigos” tiene una dimensión jurídica, que no
implica que esté hablando de leyes, ni de nada relacionado con aspectos legales.
Ahora bien, cuando va al cine con sus hijos, se establecen entre ellos y usted ciertas relaciones que tienen que ver con el orden:
la decisión de salir, qué película ver, cómo llegar, qué hacer en el lugar, cómo hacerlo. El modo en que usted y los suyos se
preparan para esa actividad es un reflejo de cierta concepción del orden que organiza las relaciones familiares y cuyas
consecuencias trascienden las cuatro paredes de su casa, porque generan una dinámica que es, entre otras cosas, un
aprendizaje para sus hijos respecto del modo en que deben organizarse las cosas. Así, podemos pensar toda la situación de la
salida al cine desde un punto de vista político y decir, por ejemplo, que su familia está organizada democrática o
antidemocráticamente, en función del modo en que se decide qué hacer (lo deciden todos, o lo decide uno y lo impone a los
demás).
Es importante dejar claro que, cuando hablemos de política al inicio, no nos referimos a ninguna práctica profesional, sino a
prácticas cotidianas, puesto que hemos definido a la política como una dimensión de la vida social. Esa dimensión específica de
lo social es la que remite a nuestras prácticas en tanto las miramos desde la perspectiva del orden, de la organización. Y este
punto de vista nos conducirá, inevitablemente, a hablar del poder y del modo en que este se administra, se acumula, se
instituye.
Actividad
• Relee tu definición de política del comienzo de la clase y compárala con las definiciones de política desarrolladas hasta el
momento.
Reescribe la definición agregando lo que consideres necesario a partir de la lectura. Fundamenta lo realizado.
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