Subido por Francisca Retamal

electivo

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1.- ¿Cuál es mi postura frente a la controversia?
- “No se puede considerar un acceso gratuito a la educación superior en Chile, dado
los factores económicos del país”
2.- Argumentos:
- ¿Qué argumentos principales sostienen mi postura?
1) Uno de los principales problemas se encuentra en la propia estructura del
sistema, que presenta un alto grado de privatización y, al mismo tiempo, depende
del financiamiento privado. Esto provoca que un sistema tan orientado al mercado
sea difícil de transformar y lograr un acceso realmente gratuito.
2) Si más instituciones se incorporan al sistema de gratuidad, se calcula que el gasto
fiscal podría aumentar en más de $200 mil millones al año, lo que genera
inquietudes sobre la viabilidad del sistema a largo plazo, especialmente si se amplía
para cubrir a los deciles de mayores ingresos.
3) El financiamiento de la gratuidad en Chile ha provocado que se asignen más
recursos a la educación superior que a la educación primaria y secundaria, lo cual
se considera poco eficiente, ya que investigaciones indican que la inversión en los
primeros años de educación genera un mayor retorno social.
- ¿Qué ideas desarrollan o profundizan mis argumentos?
1) El sistema de financiamiento en Chile, que se basa en créditos y becas como el
CAE, eleva la carga económica sobre los estudiantes y mantiene la dependencia
del financiamiento privado. Alrededor del 70% de los estudiantes se inscriben en
universidades privadas, lo que indica la privatización del sistema. Esta realidad
dificulta la adopción de políticas que busquen un acceso gratuito y equitativo, ya
que las instituciones temen por sus ingresos ante posibles cambios.
2) La situación también se ve complejizada porque muchas de las instituciones que
se incorporarían a la gratuidad tienen una matrícula elevada, como algunas
universidades privadas. Esto significa que cada nueva institución que se una al
sistema agrega una carga significativa, debido a la cantidad de estudiantes a los
que el Estado debe cubrir el arancel regulado. Esta presión presupuestaria es difícil
de sostener sin un crecimiento fiscal sostenido o sin recortes en otras áreas
prioritarias, lo cual es un desafío para la estabilidad financiera del sistema de
educación chileno
3) En 2017, por ejemplo, el país destinó un 5,4% del gasto público a la educación
superior, cifra que es el doble del promedio de los países de la OCDE (Organización
para la Cooperación y el Desarrollo Económico) , que destinan aproximadamente
un 2,9%.
3.- Contraargumentos
- ¿Qué pueden argumentar quienes discrepan de mi postura?
1) En Chile, el gobierno asigna subsidios estatales a las instituciones de educación
superior para cubrir la matrícula de los beneficiarios de la Ley de Gratuidad. Esto
facilita que más jóvenes de familias de bajos ingresos accedan a la educación sin
incurrir en deudas, fomentando la inclusión educativa y mejorando tanto el
desempeño académico como las tasas de graduación. Asimismo, estos subsidios
permiten a las instituciones mantener la calidad de sus programas y recursos.
2) Al eliminar las barreras económicas, los estudiantes de bajos ingresos acceden
a mayores oportunidades para insertarse en profesiones con alta demanda laboral,
lo cual fortalece sectores estratégicos de la economía y expande la futura base de
contribuyentes del país.
- ¿Qué podría argumentar frente a eso?
1) Un informe de la Superintendencia de Educación Superior señala que las
instituciones que reciben subsidios estatales han podido invertir en mejorar su
infraestructura y adquirir nuevos recursos educativos. Esto ha permitido modernizar
instalaciones y servicios de apoyo al estudiante, lo que ha mejorado la calidad de la
educación y, a su vez, ha contribuido a mayores tasas de retención y graduación.
2) La gratuidad en la educación superior no siempre incrementa la base tributaria,
ya que algunos egresados pueden terminar en trabajos de menor remuneración o,
en ciertos casos, optar por emigrar en busca de mejores oportunidades
profesionales.
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