Subido por Daniel Alonso Monago García

S5b Carac Distin (Daniel Hintz, 2000 pp. 40-61)

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UNIVERSIDAD NACIONAL
MAYOR DE SAN MARCOS
Escuela Profesional de Lingüística
Curso:
Introducción a la Lingüística Andina
Profesora:
Dra. Emérita Escobar Zapata
Título de la lectura: Características distintivas del
quechua de Corongo -Capítulo II- (Daniel Hintz, 2000: pp.
40-61).
1
Capítulo 2
FONOLOGIA HISTORICA
No existe documentación escrita de las lenguas quechuas anterior a la conquista
española que tuvo lugar en el siglo dieciséis y por ello, la investigación en el campo de la
fonología histórica ha dependido mayormente de un pequeño número de documentos en
castellano colonial, así como de datos provenientes de lenguas hijas. Muchas variedades
del quechua que se hablan hoy en día han sido bastante bien documentadas, mientras que
otras —como el QCG— no han recibido la atención que merecen.
Tal como afirma Anttila: “Todos los idiomas son el producto de la historia, el punto final de una serie de cambios” (1972:109). Este capítulo resume las reestructuraciones sucesivas del sistema de sonidos del protoquechua (PQ) que han dado origen a los
contrastes fonémicos característicos del QCG. La sección 2.1 presenta el inventario de
fonemas del PQ propuesto por Parker. La sección 2.2 examina los cambios regulares
que produjeron el sistema de sonidos del QCG. La sección 2.3 resume las innovaciones
sincrónicamente motivadas que son propias del QCG y las variedades vecinas. La sección 2.4 trata de los procesos de préstamo.
2.1. Los fonemas del protoquechua
Los fonemas que se han reconstruido para el PQ aparecen en el siguiente cuadro
(Parker 1969b:123, Torero 1964, Landerman 1983). La evidencia para la mayoría de estos fonemas es bastante confiable.
Cuadro 5. Los fonemas del protoquechua
Consonantes
oclusivas
espirantes
nasales
laterales
vibrante
espirante retrofleja
semivocales
Vocales
i a u
p
m
w
t
s
n
l
r
ƒ
ÿ
ô
ñ
l¥
Ö
ö
k
q
h
y
La *l, la *ƒ y la *h se encuentran muy raras veces en el léxico del PQ. La *l no se
puede reconstruir como un segmento en ninguno de los sufijos del PQ, y se encuentra solamente en menos de diez raíces (Parker 1969c:21). A base de los datos disponibles, el
2.2. Cambios regulares de sonido
41
radical citado como *luyÿu ‘venado’ debería ser *l¥uyÿu; véase la forma 25 en el apéndice C. Sin embargo, se postula la *l porque la hipótesis que dice que *l no ha sido fonema
del PQ dejaría las pocas formas restantes sin etimologías plausibles.
*ƒ es más tentativa que *l puesto que se basa en un grupo aún menor de datos y
porque siempre aparece en posición final de palabra. Solamente se dan tres ejemplos:
*kuruƒ, *quyl¥uƒ y *yawaƒ.
*h se ha postulado para justificar los morfemas para los que *s no pudo reconstruirse con los datos disponibles en ese entonces. La *h se necesita para un subgrupo de
esos morfemas, es decir para *hatun ‘grande’, *hampi- ‘curar’, *hana ‘arriba’, *haya‘ser picante’ y otros. Sin embargo, los datos del QCG sugieren que algunas de las formas citadas en el léxico PQ de Parker como *h deberían ser en realidad *s; es decir,
*sayta- ‘patear’ y *surqu- ‘sacar’; éstas habrían sufrido la innovación muy temprana *s
> h que se describe en la sección 2.2.2.4.
*b se ha encontrado solamente en una raíz quechua, /bunruru-/ ‘tronar’, que es un
caso obvio de onomatopeya.
2.2. Cambios regulares de sonido
El QCG no sufrió todos los cambios tempranos y muy difundidos. Por lo tanto se
diferencia de sus vecinos en que retiene rasgos que éstos han perdido. Innovaciones locales más recientes han convertido al QCG en una variedad aún más diferente. En las
secciones siguientes se habla de los cambios de sonido muy difundidos y de los que solamente han afectado al QCG o que también han afectado a los vecinos más cercanos:
Sihuas (SH), Pomabamba (PB), Huaylas (HS), Huaraz (HZ), Huari (HR) y Llamellín
(LL) (véase la figura 1).
2.2.1.
Cambios de sonido muy difundidos
2.2.1.1. *aya/*iya > a:
El cambio *aya/*iya > a: afectó a los siguientes morfemas del QCG:
42
2. FONOLOGIA HISTORICA
Cuadro 6. *aya/*iya > a: en el QCG
3 sílabas:
2 sílabas:
excepciones:
PQ
QCG
glosa*
*niyani
*qayara
*ôaya-ku*ôaya-ri*paya-ri*tiya-ku*wiyata*Öaya*-naya
*-paya
*-raya
*aya
*wiya*haya*qaya-
na:ni
£a:ra
ôa:kuôa:ripa:rita:kuwa:taÖa:-na:
-pa:
-ra:
aya
wiyaaya£aya-
‘trocha’
‘hoja de maguey’
‘estar parado’
‘pararse’
‘volar’
‘residir’
‘cuidar’
‘llegar’
‘desiderativo’
‘benefactivo’
‘durativo’
‘muerto’
‘oír’
‘ser picante’
‘llamar’
* En todo este estudio se emplea el término glosa para un significado léxico o para un significado gramatical.
Se ha descrito este cambio como “una caída de una *y que sigue a una vocal no redondeada y precede a *a, con la reestructuración de la nueva secuencia vocálica
como...*a:” (Parker 1971:53).
(2)
V y
[–red]
a
>
V §
[–red]
a
>
a:
Esto parece muy bien como una caracterización fonética, pero (2) en realidad no justifica la vocal resultante a:. El problema quizá se representaría más claramente si se empleara la notación de la fonología autosegmental (véase la sección 4.2 y especialmente
Goldsmith 1990). Con todo, este cambio no se formula fácilmente. En (3) se desliga la
línea de asociación de la y junto con la altura de la vocal que la precede. Posteriormente,
el lado derecho de la segunda sílaba (la a final) cae, dejando vacía la posición consonántica. Los rasgos de la primera vocal se extienden hasta la posición vacía dando como
resultado una geminada monosegmental y la posición de la consonante se convierte en la
coda de la primera sílaba. (En la sección 4.4.1.1 se comparan las geminadas monosegmentales y bisegmentales.)
2.2. Cambios regulares de sonido
(3)
õ
43
õ
õ
õ
C
V
C
V
> C
V
X
{i,a} y
a
X
a
C
õ
V
> C
a
X
V
C
a
=[a:]
Los casos excepcionales que se encuentran en el cuadro 6 no forman una clase natural. Una explicación estrictamente segmental parece imposible, en vista de que, por
ejemplo, *qayara sufrió el cambio pero *qaya- no, así como *wiyata- pero no *wiya-.
Sin embargo, puesto que el quechua exhibe una preferencia por las raíces bisilábicas,
parece razonable proponer que todos los radicales trisilábicos con *aya o *iya sufrieron
la reducción. El léxico del QCG corrobora tal hipótesis.
La reducción también se registró en otros ambientes, específicamente *aya > a:
en sufijos y en la raíz *Öaya-. Los sufijos quechuas bisílabos son a menudo cadenas de
dos o más sufijos monosílabos que llegan a tener un significado especial al combinarse.
Tales cadenas tienden a colexicalizarse e institucionalizarse con el tiempo. De manera
que resulta razonable proponer también reducciones de sufijos de ese tipo.
2.2.1.2. *ö > ô
Landerman (1983) sostiene de manera convincente que el PQ poseyó una fricativa
palatal retrofleja *ö. Mannheim (1988:188) añade evidencia al demostrar que /ö/ se encontraba en la variedad del Cusco colonial en más o menos las mismas palabras en las
que se encuentra en el huanca (HN) actual. En el QCG /ö/ no existe, ni siquiera como alófono. Es decir que aparentemente el QCG sufrió un cambio incondicional *ö > ô.
/ö/ se encuentra todavía en el HN, una variedad central, y en el quechua de Cajamarca (CJ) (Quesada 1976a:42). Cerrón-Palomino (1976a:46) dice que es probable que
la [ö] del HN sea un alófono de /ô/, pero Floyd (comunicación personal) y Mannheim
presentan contrastes que corroboran el carácter fonémico de /ö/ en por lo menos algunos
dialectos del HN. A continuación se dan algunos ejemplos de /ö/ en el HN y las formas
correspondientes en el QCG:
(4)
HN
QCG
glosa
puöaöimi
öuti
waöa
puôaôimi
ôuti
waôa
‘guiar’
‘boca’
‘nombre’
‘allá’
44
2. FONOLOGIA HISTORICA
2.2.1.3. *ÿ > ¢
Como muchas de las variedades centrales, el QCG sufrió el cambio de sonido muy
antiguo *ÿ > ¢. (Para mayores comentarios sobre los cambios de sonido de las africadas
en las variedades del quechua, véase la sección 3.4.) Los ejemplos siguientes ilustran ese
cambio en el QCG.
(5)
PQ
QCG
glosa
*ÿaki
*aÿka
*ñuqa-nÿik
*aqÿa
*paÿa
¢aki
a¢ka
ñu£a-n¢ik
a£¢a
pa¢a
‘seco’
‘muchos’
‘nosotros (incl.)’
‘pelo’
‘tierra’
2.2.1.4. *Ö (retención)
Muchas de las variedades han sufrido el cambio *Ö > ÿ. Sin embargo el QCG conserva la *Ö como se ve en los ejemplos:
(6)
PQ
QCG
glosa
*Öaki
*Öunka
*uÖku
*qanÖis
*kuÖi
*paÖa
Öaki
Öunka
uÖku
£anÖis
kuÖi
paÖa
‘pie’
‘diez’
‘hueco’
‘siete’
‘pulga’
‘barriga’
Puesto que *ÿ > ¢ y *Ö se conserva, /ÿ/ no debería encontrarse en el QCG. Lo interesante es que el 23% de los morfemas del QCG con africadas tienen /ÿ/. En la sección
3.4 se habla de esta anomalía.
2.2.1.5. *ñ (retención)
La *ñ se ha retenido en el QCG. Virtualmente todas las demás variedades han sufrido la despalatalización de la *ñ por lo menos en algunos morfemas. Las únicas variedades que han conservado, por ejemplo, el verbo *ñi- ‘decir’ son el QCG y el de Pacaraos (PS) (Adelaar 1982). La /ñ/ tiene mucha importancia en el proceso de bajamiento
motivado por /£/ (véase la sección 4.4.1.3).
Los morfemas del QCG que tienen /ñ/ se dan aquí por su importancia en la reconstrucción comparativa.
2.2. Cambios regulares de sonido
(7)
añañaw
añas
ÿuñu
l¥añu
maña-ña
ña:
ñakañaña
ñapu¢i-ña£
ña£¢a(-)
ñatin
‘qué bonito’
‘zorrillo’
‘chuño’
‘delgado’
‘prestar’
‘ahora’
‘ahora’
‘sufrir’
‘hermana’
‘magullar’
‘pasado’
‘peine’
‘hígado’
45
ñawi
ñiñitiñuku
ñu£a
ñu£ñuñawpa
piñapiyñu
puñu£uñuwañuwiña-
‘ojo’
‘decir’
‘aplastar’
‘hueco para canicas’
‘yo’
‘chupar’
‘frente a’
‘enojar’
‘tinaja’
‘dormir’
‘calentar’
‘morir’
‘crecer’
2.2.1.6. *l¥ (retención)
La mayoría de las variedades centrales han sufrido hasta cierto punto la despalatalización de *l¥. Sin embargo, con una posible excepción, el QCG no la ha sufrido. /liyÿu/
‘venado’ (de *l¥uyÿu) puede ser un préstamo del HS.
2.2.2.
Cambios locales
2.2.2.1. *q > £
La oclusiva postvelar sorda *q sufrió espirantización en el QCG y se pronuncia
como una fricativa [£] en todos los ambientes. *q > £ se aplicó incondicionalmente. Parece que la *q sufrió una serie de cambios históricos en el QCG que en un tiempo compartió sincrónicamente con varias otras variedades. Por ejemplo, una regla sincrónica
muy difundida es la espirantización de /q/ en posición final de sílaba. Además, muchas
variedades espirantizan y sonorizan la /q/ en posición inicial de sílaba. Los hablantes del
QCG probablemente empezaron a pronunciar [£] en posición final de sílaba, y más tarde
también en posición inicial (pero sin sonorizarla como las demás variedades). De esto
resultó que [£] reemplazó a [q] en todos los ambientes. Veamos los siguientes ejemplos:
(8)
PQ
QCG
glosa
*quÖa
*qaya*aqa*ruqu*urqu
*raqra
*suqta
*atuq
*ôumaq/*ÿumaq
/£uÖa/
/£aya-/
/a£a-/
/ru£u-/
/ur£u/
/ra£ra/
/su£ta/
/atu£/
/ÿuma£/
‘lago’
‘gritar’
‘moler’
‘cortar’
‘macho’
‘quebrada’
‘seis’
‘zorro’
‘bonito’
46
2. FONOLOGIA HISTORICA
La única excepción a esta regla general es que a veces se oye una [q£] en posición
inicial de palabra en variación libre con [£]; por ejemplo, [q£am] ~ [£am] ‘tú’. Esto da la
idea de que la oclusiva se convirtió en una africada, y luego en una fricativa —*q > q£
> £— por lo menos en posición inicial de sílaba.
2.2.2.2. *uy > iy = [i:]
El término “monoptongación” se refiere aquí a fenómenos por los que ciertos procesos convierten una secuencia tautosilábica vocal-semivocal en una vocal larga. Las
secuencias afectadas son uy‡i:, ay‡e: y aw‡o: (véase la sección 4.4.1.2).
La monoptongación empezó probablemente en las variedades de prestigio; es decir, HZ y HS, y luego se extendió al QCG.1 El HZ, el HS y el QCG están en un área geográficamente contigua del departamento de Ancash. La regla aún no se aplica dentro de
muchos de los morfemas del HS, lo que sugiere que la monoptongación se aplicó primero en las fronteras morfémicas y luego se extendió a las raíces.2 El cuadro 7 muestra palabras que han sufrido monoptongación en el QCG, pero no en el HS.
1.
2.
La monoptongación se encuentra al sureste de Huaraz en la provincia de Aija (Parker 1976:52 y Hammer
1985:6) donde el ambiente se está generalizando tanto como en QCG. La monoptongación también se
nota en Llamellín en el extremo oriental de Ancash cerca del río Marañón. Está comenzando a extenderse
a las provincias de Sihuas por el norte (Wroughton 1985), Bolognesi por el sur (J.Tuggy: comunicación
personal) y Huari por el este (Parker 1976:52 y Hintz 1989).
La monoptongación tiene motivación independiente en PT (variedad central que se habla en el oriente
del departamento de Huánuco) donde es una regla que depende del estilo del habla. Las vocales largas se
encuentran en el habla normal pero en el habla lenta el hablante de PT puede identificar la vocal y la semivocal (Landerman y Smith: comunicación personal). Se nota mucho en la capital, pero en la altura es débil. En cambio, en el departamento de Ancash, la regla no depende del estilo del habla. El resultado de la
monoptongación es el mismo tanto en el habla rápida como en la cuidadosa en toda la comunidad hablante. Es decir que la monoptongación en PT opera en un nivel más superficial que en Ancash.
Muchas otras variedades centrales han sufrido monoptongación solamente en los reflejos de *-Öaw ‘locativo’ y *-naw ‘similitud, semejanza’. En efecto solamente PB y HG conservan estos dos sufijos en su
forma original.
Se han notado cambios dentro de morfemas en HZ y HS en los últimos años, lo cual indica que la monoptongación podría ser una innovación reciente (J.Tuggy: comunicación personal). Desafortunadamente, no
existen datos confiables de estas variedades salvo los que se han recogido en años recientes.
2.2. Cambios regulares de sonido
47
Cuadro 7. Contrastes de monoptongación en Ancash
HS
QCG
glosa
*uy > i:
[kuytu‹]
[luyÿu]
[qoyku‹]
[ôuyôu‹]
[uyôa]
[ki:tu‹]
[li:ÿu]
[£i:ku‹]
[ôi:ôu‹]
[i:ôa]
‘él se agacha’
‘venado’
‘él da’
‘él cuela’
‘oveja’
*aw > o:
[al¥aw]
[awkiô]
[awl¥i‹]
[awqa‹]
[hawna]
[wawl¥a]
[wawqi]
[wawya‹]
[al¥o:]
[o:kiô]
[o:l¥i‹]
[o:£a‹]
[o:na]
[o:l¥a]
[o:£i]
[o:ya‹]
‘pobrecito’
‘viejo’
‘él urde’
‘alcanza’
‘almohada’
‘placenta’
‘hermano’
‘él ladra’
El cuadro 8 da una lista de todos los casos de monoptongación dentro de morfemas simples. Se podría pensar que la ausencia de excepciones podría significar que la
monoptongación tuvo su origen en el QCG, y que por esa razón el ambiente es más general. Me parece que ése no es el caso. Parece, más bien un caso de hipercorrección. O sea,
que el QCG absorbió el cambio en la forma más simple posible; es decir, sin condiciones.
Existen varias formas de tratar la monoptongación desde el punto de vista teórico.
La monoptongación ha cambiado el QCG, el HZ y el HS en la aplicación de *uy > iy
dentro del morfema. Puesto que /i/ e /y/ son fonemas en otras formas subyacentes, para
el hablante nativo es imposible reconstruir *uy una vez que se ha convertido en iy. Sin
embargo, en las fronteras morfémicas uy se convierte sincrónicamente en iy.3
Un método abstracto que propone un nivel profundo de representación fonológica
(con la exclusión de un nivel intermedio) probablemente consideraría la monoptongación de ay‡e: y aw‡o: como un proceso sincrónico puesto que las vocales medias resultantes no se encuentran en otras formas subyacentes. Por otro lado, basándonos en un
método no abstracto, podríamos decir que la monoptongación es un cambio de sonido
estrictamente diacrónico que introduce vocales medias fonémicas dentro de los morfemas (véase el cuadro 8). En la sección 2.2.2.3 (la caída de *w) se da evidencia que favorece la interpretación diacrónica. En el capítulo 5 se presentan otras cuestiones que no se
han resuelto mediante estos dos métodos. Aquí presentaremos un breve resumen.
3.
Según Parker, el ambiente es mucho más restringido en el HS y HZ que en el QCG. uy‡i: se aplica solamente cuando /y/ se encuentra en la posición inicial o final de morfema y aw‡o: se aplica solamente
cuando va precedida por una consonante palatal y seguida por una frontera de palabra o /p/ (1976:53-54).
48
2. FONOLOGIA HISTORICA
El cambio de sonido *uy > iy ha sido bien motivado y puede formalizarse como
en (9).
(9)
V
>
[–red]
/ ____ C ]õ
[–cns]
[–red]
Cuadro 8. *uy *aw y *ay tautosilábicas dentro del morfema
proto
QCG
glosa
proto
QCG
glosa
[ki:tu‹]
[li:ÿu]
[pi:ñu]
‘él se agacha’
‘venado’
‘tinaja’
*ôuyôu-n
uyôa (cast.)
[ôi:ôu‹]
[i:ôa]
‘él cuela’
‘oveja’
[al¥o:]
[o:]
[o:xa]
[o:kiô]
[o:l¥i‹]
[o:mi]
[o:na]
[o:£a‹]
[o:rika‹]
‘pobrecito’
‘¡oye!’
‘aguja’
‘viejo’
‘urde’
‘sí’
‘almohada’
‘alcanza’
‘enreda’
*Öawpi
*ñawpa
*wawl¥a
*wawqi
*wawya:-n
*wayÿaw
*kay-Öaw
*ima-naw
[Öo:pi]
[ño:pa]
[o:l¥a]
[o:£i]
[o:ya‹]
[we:ÿo:]
[ke:Öo:]
[imano:]
‘centro’
‘delante’
‘placenta’
‘hermano’
‘ladra’
‘esp. de ave’
‘locativo’
‘similitud’
[e:ka]
[e:l¥u‹]
[e:pa]
[e:pa¢i‹]
[e:£i‹]
[e:¢a]
[e:wa‹]
[ime:]
[ime:ka]
[ke:]
[me:]
[me:£a‹]
‘cuánto’
‘recoge’
‘suficiente’
‘aumenta’
‘huye’
‘carne’
‘va’
‘cuándo’
‘todo tipo’
‘este’
‘dónde’
‘cuál’
*pay
*qil¥ay
*quntay
*rupay
*ôay
*taqay
*tayta
*ÿay
*unay
*waray
*wayÿaw
*wayra
[pe:]
[£el¥e:]
[£onte:]
[rupe:]
[ôe:]
[ta£e:]
[te:ta]
[¢e:]
[une:]
[ware:]
[we:ÿo:]
[we:ra]
‘él’
‘dinero’
‘humo’
‘sol’
‘¡oye!’
‘aquél’
‘padre’
‘ése’
‘hace tiempo’
‘mañana’
‘esp. de ave’
‘viento’
raíces con *uy:
*kuytu-n
*l¥uyÿu
*puyñu
morfemas con *aw:
*al¥aw
*haw
awha (cast.)
*awkiô
*awl¥i-n
*awmi
*awna
*awqa-n
*awrika-n
raíces con *ay:
*ayka
*ayl¥u-n
*aypa
*aypaÿi-n
*ay£i-n
*ayÿa
*aywa-n
*imay
*imayka
*kay
*may
*maygan
sufijos con *ay:
*warmi-rayku
*ñi-ôqayki
[warmire:ku] ‘por causa de la mujer’
[ñiô£e:ki]
‘te diré’
2.2. Cambios regulares de sonido
49
Históricamente, el cambio de sonido contribuyó a la formación de un sistema simétrico de secuencias tautosilábicas subyacentes vocal-semivocal. El primer recuadro
de la figura 3 muestra la situación en el PQ. Nótese la ausencia clara de *iy y *uw tautosilábicas. El segundo recuadro muestra el efecto del cambio de sonido. El último recuadro
muestra el sistema actual en el QCG.4
Figura 3. Historia de las secuencias tautosilábicas vocal-semivocal
proto
intermedio
*ay
*aw
-
*iw
*uy
-
ay
uy
final
aw
ay
aw
iw
iy
iw
-
2.2.2.3. Caída de *w
Existen algunas formas del PQ que empiezan con la secuencia tautosilábica
*waw. Pero el quechua posee una restricción que evita secuencias semivocal-vocal de
los mismos rasgos, es decir que no existen secuencias wu (ni yi). Por consiguiente, la caída de w probablemente empezó con *aw > o: (monoptongación), y la wo: resultante se
redujo simultáneamente a [o:] (puesto que **[wo:] no obedece la restricción). En cambio, el HZ impidió el cambio *aw > o: en las formas *waw en vez de perder la *w inicial
(véase el cuadro 7).
Obsérvense las dos formas históricas siguientes y su pronunciación en el QCG:
(10)
*wawqi
aw£i
[o:£i]
‘hermano’
*awkiô
[o:kiô]
‘anciano’
Para los hablantes nativos es imposible reconstruir *waw versus *aw y por eso, la caída
de w debe considerarse como un cambio de sonido puramente histórico. Si la caída de w
fuera sincrónica, las formas subyacentes serían /waw£i/ y /wawkiô/. Pero la presencia de
la /w/ inicial en /wawkiô/ no es bien motivada, puesto que es contraria a la economía de
segmentos, es decir que existen alternativas plausibles para evitar la introducción de un
segmento que no se pronuncia dentro de esta clase de morfemas.
4.
*iw aparece pocas veces en el proto lexicón. Raíces como tiwya- ‘saltar’, hiwÿi- ‘sacar liendres’ y l¥iwta‘desenvolver’ se han encontrado en HR (Hintz 1988b). Sin embargo, parece que los préstamos recientes
del castellano han reemplazado las palabras con *iw en el QCG.
50
2. FONOLOGIA HISTORICA
Como se dijo anteriormente, el tratamiento de la caída de w está relacionado con el
tratamiento de la monoptongación. Suponiendo que la caída de w fuera estrictamente un
cambio histórico, supongamos también que la monoptongación /aw/ es sincrónica
(como se dijo en la sección anterior). Entonces la monoptongación se aplica a la forma
subyacente /aw£i/, dando como resultado [o:£i]. El cambio de sonido puede formularse
como en (11). Pero la regla no parece bien motivada.
(11)
CAIDA DE W (versión A)
*w > § / #__aw]õ
Caída de W
Monop
*wawqi
aw£i
o:£i
Supongamos ahora que la monoptongación no es motivada sincrónicamente y que
la forma subyacente es /o:£i/. Entonces el cambio de sonido podría formularse como en
(12), una regla más natural que asocia el redondeamiento de los segmentos. Resulta
plausible que si la caída de w es una regla diacrónica, la monoptongación precedió a
CAIDA DE W (versión B), alimentándola históricamente mediante la producción de una
vocal redondeada. (Por supuesto es posible que la monoptongación siga siendo motivada sincrónicamente y que [o:£i] se haya derivado de /aw£i/.)
(12)
CAIDA DE W (versión B)
*w > § / #__V
[+red]
Monop
Caída de W
wawqi
wo:£i
o:£i
2.2.2.4. *s > h / # __
Muchas variedades del quechua central han sufrido el cambio de *s a /h/ en posición inicial de sílaba. El QCG sufrió ese cambio solamente en la posición inicial de palabra, como se ve en (13). No se han encontrado ejemplos de /h/ en posición inicial de palabra en el QCG debido al cambio subsiguiente h > § (véase la sección siguiente).
(13)
*sirka
pero:
*wa.si
*riq.si-
>
hirka
>
>
wasi
ri£si-
>
irka
posición inicial de palabra
entre vocales
después de consonante
El cuadro 9 da una lista de las excepciones a esta regla; es decir, las raíces del
QCG que han retenido la *s en posición inicial de palabra. (De manera que, a diferencia
de muchas variedades, la /s/ del QCG aparece en todas las posiciones silábicas.)
2.2. Cambios regulares de sonido
51
Cuadro 9. Excepciones del cambio *s>h en posición inicial de palabra en el QCG
PQ
Distribución generalizada:
*siki
*sinqa
*supi(-)
*suwa-
QCG
glosa
siki
sin£a
supi(-)
suwa-
‘trasero’
‘nariz’
‘peer’
‘robar’
sarusaytasinÖi
sita-, itasupay
su£ta
sur£u-, ur£u-
‘pisar’
‘patear’
‘fuerte’
‘tirar’
‘demonio’
‘seis’
‘sacar’
Distribución local:
*saru*sayta*sinÖi
*sita*supay
*suqta
*su-rqu-
Parker afirma que el cambio *s > *h en posición inicial de palabra es uno de los
cambios regulares que define una división inicial del PQ que dio como resultado una
lengua hija a la que llama proto-Quechua B (PQB) (1969b:128).5 Reconoce, además,
cinco excepciones regulares a la regla: *sapi, *siki, *sinqa, *supi y *suwa-. (Véanse las
formas de distribución generalizada del cuadro 9.) Los datos del QCG corroboran tales
afirmaciones, a la vez que proveen evidencia importante para una disminución del número de palabras que llevan *h en el léxico del PQ, lo cual confirma que el QCG está en
el borde del QB.
El QCG sufrió la caída de la *s inicial (y de la *h inicial) en muchas palabras (véase el cuadro 13). Cuatro de las cinco excepciones regulares mencionadas por Parker
también se han atestado.6 Sin embargo, las formas interesantes del QCG son las siete excepciones de distribución local que se dan en el cuadro 9. Parker atribuyó las excepciones a *s > h que encontró en el quechua de Jauja (JJ) a una posible corrección exagerada
o a un proceso de préstamo del quechua cusqueño (CS). Ninguna de estas explicaciones
es válida para el QCG.7 Parece más bien que el cambio afectó a ciertas palabras del léxico en ondas sucesivas que se originaron en los centros de innovación. La ubicación de
5.
6.
7.
Parker emplea el asterisco de manera indistinta para el PQ y para la lengua hija propuesta PQB; por lo tanto, el lado izquierdo (*s) de *s > *h se refiere a un fonema del PQ y el lado derecho (*h) a un fonema del
PQB.
Sería de esperar encontrar /sapi/ o /api/ (como un reflejo de *sapi ‘raíz’) en el QCG, pero no se ha encontrado ninguna de ellas.
Jauja fue un centro importante del imperio incaico más próxima al Cusco, mientras que Corongo no era un
centro importante ni estaba cercano al Cusco. El gran número de palabras del QCG que sufrieron *s > h
es un argumento en contra de la hipercorrección.
52
2. FONOLOGIA HISTORICA
Corongo en el borde noroccidental del territorio de habla quechua podría justificar el
alto número de excepciones que no se han encontrado en otros lugares. Otra posibilidad,
aunque menos probable en este caso, es que el QCG haya prestado del CJ, el dialecto
más cercano, geográficamente hablando, que no sufrió el cambio *s > h.
Parker afirma que la caída de s empezó con la *s en posición inicial de palabra y
que luego se generalizó en muchas áreas a la *s en posición inicial de sílaba. Aunque se
trata de una generalización útil, no justifica los datos del PB, el HS ni del HZ del cuadro
10. Esas tres variedades requieren de una etapa intermedia donde el ambiente que restringe *s > h es la posición inicial de palabra y entre vocales, pero no cuando sigue a una
consonante. Por ejemplo:
(14)
*suk
*wa.si
huk
wahi
inicial de palabra (después uk en HS)
entre vocales (después wayi en el HZ)
*riq.si-
riqsi-
después de consonante
pero:
Cuadro 10. Evidencia para *s > h > § en las variedades de Ancash
HR
HS
HZ
PB
SH
QCG
inicial de
palabra
*suk ‘uno’
huk
uk
huk
huk
(h)uk
uk
entre
vocales
*wasi ‘casa’
wayi
wayi
wayi
wahi
wasi
wasi
después de
consonante
*riqsi- ‘saber’
riqiriqsiriqsiriqsiriqsiri£si-
Nótese en el cuadro 11 la generalización progresiva del ambiente para el cambio
*s > h en las variedades de Ancash.
Cuadro 11. *s > h en las variedades de Ancash
*s > h
inicial de palabra
entre vocales
después de consonante
HR
+
+
+
HS
+
+
–
HZ
+
+
–
PB
+
+
–
SH
+
–
–
QCG
+
–
–
Estas tres etapas en la generalización del ambiente en el que la *s se convirtió en
/h/ puede resumirse en el cuadro 12.
2.2. Cambios regulares de sonido
53
Cuadro 12. Etapas para *s > h
etapa
ambiente
descripción
estructural
variedad(es)
#__V
HR, PB, HZ, HS, SH, QCG
1
inicial de palabra
2
inicial de palabra y entre
vocales (no después de consonante)
ì# ü
íV ý__V
î þ
3
inicial de sílaba (después de
consonante)
__V
HR, PB, HZ, HS
HR
En la siguiente sección hablaremos de la interacción de *s > h y h > § en los ambientes respectivos.
2.2.2.5. h > §
Como se demostró anteriormente, /h/ probablemente apareció en una etapa más
temprana del desarrollo del QCG solamente en la posición inicial de palabra. Ahora, sin
embargo, /h/ ha desaparecido completamente del QCG debido a un cambio histórico
más reciente: h > §. Es decir que la caída de la h tuvo lugar en todas las formas del QCG
a las que se pudiera aplicar.8 El cuadro 13 da una lista de las raíces del QCG que resultan
de *s > h y el cambio subsiguiente h > §.
Nótese la variación libre entre /ur£u-/ y /sur£u-/ ‘sacar’ y entre /ita-/ y /sita-/ ‘tirar’. Es posible que estas palabras hayan quedado en variación libre entre /s/ y /h/ en posición inicial (como dobletes, por ejemplo). Más adelante, la caída de h dio como resultado la variación libre entre /s/ y § en posición inicial. Por otro lado, esta variación libre
podría atribuirse a un proceso de préstamo, que podría ser reciente del CJ o muy antiguo
del quechua imperial.
El ambiente para la caída de h varía de una variedad a otra (véase el cuadro 10).
Por ejemplo, en el HS el ambiente es la posición inicial de palabra y entre vocales pero
no después de consonantes. En el HR es entre vocales y después de consonantes pero no
en posición inicial de palabra. En el HZ es solamente entre vocales. Pero la caída de h
ocurre a veces en posición inicial de palabra en el SH y no ocurre en el PB. Es decir que
8.
La pérdida de h se extiende hacia el sur en la forma típica de onda en HS y HZ. Parker (1976:45) menciona
la caída de la /h/ solamente en las provincias de Huaylas y Yungay, mientras que J.Tuggy (comunicación
personal) ha observado más recientemente esta expansión a la provincia más sureña de Carhuaz. Wroughton (comunicación personal) dice que se está comenzando a esparcir hacia el este de QCG en la variedad
vecina SH.
54
2. FONOLOGIA HISTORICA
Cuadro 13. Raíces del QCG que han perdido la h inicial
PQB
haka
hama*hampi*hana
hankat*
hara
*hatun
*haw
hawna
*hayahiqahikya:hirahirka
hitahuÿuhuk
hunaq
huntahupani
hurqu-
*
QCG
aka
amaampiana
ankat
ara
atun
o:
awna
ayai£aikya:irairka
ita-, sitauÿuuk
una£
untaupani
ur£u-, sur£u-
glosa
‘cuy’
‘descansar’
‘curar’
‘arriba’
‘completamente’
‘maíz’
‘grande’
‘¡oye!’
‘almohada’
‘ser picante’
‘subir’
‘hipar’
‘coser’
‘cerro’
‘tirar’
‘sentarse’
‘uno’
‘día’
‘llenar’
‘sombra’
‘sacar’
Esta forma solamente se ha encontrado en el QCG y PB. El hecho de que se encuentre en la parte norte de
Ancash y la presencia de la /t/ final sugieren la posibilidad de préstamo del culli; véase la sección 1.4.
/hankat/ en PB versus /ankat/ en el QCG sugiere que el préstamo es anterior a la caída de h.
el ambiente para la caída de h no sigue un patrón generalizado, a diferencia de lo que
ocurre con *s > h. Compárese el cuadro 14 con el cuadro 10.
Cuadro 14. h > § en las variedades de Ancash
h>§
inicial de palabra
entre vocales
después de consonante
HR
–
+
+
HS
+
+
–
HZ
–
+
–
PB
–
–
–
SH
(–)
–
–
QCG
+
–
–
La distribución de /h/ entre las variedades del quechua del departamento de
Ancash varía según los ambientes en los que cada variedad sufrió los dos cambios *s >
h y h > § ordenados históricamente. La figura 4 muestra las isoglosas que resultan de
ellos.
2.2. Cambios regulares de sonido
55
Figura 4. Isoglosas para *s > h > § en Ancash
QCG
SH
PB
HR
HS
HZ
HR
HS
HZ
PB
SH
QCG
*s>h
inicial de palabra
intervocálica
después de consonantes
+
+
+
+
+
–
+
+
–
+
+
–
+
–
–
+
–
–
h>§
inicial de palabra
intervocálica
después de consonantes
–
+
+
+
+
–
–
+
–
–
–
–
(–)
–
–
+
–
–
56
2. FONOLOGIA HISTORICA
Nótense las semivocales entre vocales del cuadro 10. /wayi/ en HS, HZ y HR conserva el patrón silábico después de la caída de h; es decir, *wasi > wahi > wayi. Lo
mismo ocurre con *pusaq > puhaq > puwaq. Esto ilustra la inserción de la semivocal
entre vocales, donde la semivocal insertada tiene el mismo redondeamiento que la vocal
alta adyacente.9 La regla se formaliza en (15). La inserción de la w es motivada por la /u/
que la precede, y la inserción de la y es motivada por la /i/ que la sigue. La contigüidad se
indica en (15) dejando sin especificar la posición de la inserción.
(15)
C
§ > [–cns] /
[òred]
[+hi]
[òred]
En la sección 2.2.1.1 dijimos que *aya e *iya se convierten en a: cuando cae la semivocal intervocálica. Pero aquí uha se convierte en uwa y ahi se convierte en ayi cuando cae la h. Estos fenómenos ilustran dos estrategias para preservar la estructura silábica. La primera (muy antigua) es la de formar una vocal larga como en (3). La segunda es
la de separar la secuencia vocálica mediante la inserción de una semivocal como en (15).
2.2.2.6. Elisión de los rasgos de la coda
En muchos sufijos, los rasgos de una consonante inicial de sufijo han sido elididos, dejando una posición vacía que alarga la vocal que la precede (alargamiento compensatorio). La consonante debilitada (representada como “:” en posición inicial de
morfema) aparece solamente en posición final de sílaba. En (16) los rasgos de la vocal
antepuesta (la a final de wiya- ‘oír’) se extiende hasta la posición vacía de la consonante
(“:” en -:£u ‘pasado’), dando como resultado a:.
(16)
wiya-:£u-n)
oír-PAS-3
‘el oyó
CVCV
| | | |
w i y a-
CCV
| | |
: £ u õ
õ
9.
C
V
C
w
i
y
C
|
n
õ
V
C
a
C
V
C
£
u
n
Un proceso semejante se encuentra en HN en formas como uqa > uxa > uwa ‘oca’ e hiqa- > hixa- >
hiya- ‘subir’ (Cerrón-Palomino 1976a:45).
2.2. Cambios regulares de sonido
57
En algunos casos la consonante de la que se ha derivado “:” ha sido una sonora:
*y, *n o *r como se indica en el cuadro 14. /-:na£/ ‘privativo’ probablemente se ha derivado de *-ynaq, /-:ôi/ ‘ayudar/acompañar’ de *-yôi (o *-wôi) y /-:tin/ ‘inclusivo’ de
*-ntin/. Para /-:/ ‘primera persona’, Landerman reconstruye las formas pre-proto **-nni
para verbos y **-yni para no verbos (1978:15). La historia de /-:£u/ (de *-rqu) y /-:£a/
‘pasado’ (de *-rqa) se presenta en la sección 3.1.
Cuadro 15. Sufijos del QCG con “:” inicial
PQ/pre-PQ
CGQ
glosa
**-nni, **-yni
*-ynaq
*-yôi
*-ntin
*-rqa, *-rqU
-:
-:na£
-:ôi
-:tin, -ntin
-:£a, -:£u
‘primera persona’
‘privativo’
‘ayudar/acompañar’
‘inclusivo’
‘pasado’
De estos y otros datos surge un patrón que consiste en una tendencia del quechua a
perder el contraste en la coda. (17a) resume los sufijos del quechua de Corongo que se
citan en el cuadro 15. (17b) es el proceso tautosilábico de monoptongación. (17c) es la
caída de q en posición final en varios sufijos del HR. (17d) indica que la caída de q en el
HN fue más general que en el HR.
(17)
a.
VARIEDAD CAMBIO
QCG
*y/*n/*r > :
b.
QCG
EJEMPLO
(véase el cuadro 15)
*uy > iy
*puyñu > piyñu=[pi:ñu]
y posiblemente
*ay > e:
*aywa- > e:wa*aw > o:
*awkiô > o:kiô
‘tinaja’
‘ir’
‘viejo’
c.
HR
*q > :
*-ôaq > -ôa:
*-ñaq > -na:
*-paq > -pa:
*-raq > -ra:
*-taq > -ta:
‘1 futuro’
‘pasado narrativo’
‘propósito’
‘todavía’
‘pregunta de
contenido’
d.
HN
*q > :
*-piqta > -pi:ta
*ÿuql¥u > ÿu:l¥u
‘ablativo’
‘maíz’
58
2. FONOLOGIA HISTORICA
La pérdida del contraste en la coda ocurre sincrónicamente en palabras del QCG
como /kanan-ya£/ [kana:ya£] ‘hasta ahora’.
2.2.3.
Resumen de los cambios de sonido
El cuadro 16 resume los cambios de sonido del QCG. Los cambios 1-3 son cambios tempranos muy difundidos y los cambios 4-9 solamente afectan al QCG y las variedades de las áreas inmediatas. El cambio 5 sucedió antes del cambio 6, y el cambio 7 antes del cambio 8. *Ö, *ñ y *l¥ son retenciones significativas.
Cuadro 16. Cambios de sonido del QCG
INNOVACIONES MUY DIFUNDIDAS:
1.
*aya/*iya > a:
2.
*ö
> ô
3.
*ÿ
> ¢
INNOVACIONES LOCALES:
4.
*q
> £
5.
*uy
> iy
6.
*w
> §
7.
*s
> h/#
8.
h
> §
9.
elisión de los rasgos de la coda
2.3. Procesos sincrónicos que reflejan los cambios históricos
Algunas innovaciones fonológicas siguen teniendo una motivación sincrónica.
Varias de ellas se presentan en el capítulo 4. Aquí las resumiremos brevemente a fin de
completar el cuadro de las características del QCG que se deben a la innovación fonológica.
El bajamiento de la vocal larga (18a) se encuentra esporádicamente por toda el
área geográfica de los departamentos de Ancash, el norte de Lima y el oeste de Huánuco,
que abarca las variedades QCG, HS, HM, HG, PY y OY (Parker 1976, Weber 1996 y
Fuqua 1987). La monoptongación (18b), de la que también nos ocupamos en la sección
2.2.2.2, solamente se encuentra en varias de las variedades de Ancash: QCG, HS, HZ,
AI, LL y SH. El acento en posición inicial (18c) sólo se encuentra en el QCG, HS y HZ
en la parte occidental de Ancash. (18d-18g) son comunes en toda la familia quechua,
pero se nota cierta variación entre las variedades.
2.4. Préstamos
59
(18) INNOVACIONES MOTIVADAS SINCRONICAMENTE EN EL QCG
a.
Bajamiento de la vocal larga
b.
Monoptongación
c.
Acento en posición inicial
d.
Bajamiento vocálico provocado por la velar posterior
e.
Bajamiento morfofonémico de la vocal
f.
Apócope
g.
Caída de y
2.4. Préstamos
A lo largo de los cuatrocientos años de contacto con el castellano, el QCG ha prestado centenares de morfemas. Tales préstamos se combinan con los morfemas quechuas
para formar palabras. Por ejemplo, la raíz de /gusta-ma:-nki/ proviene del verbo gustar
mientras que el sufijo de /kapÿi-:tu/ proviene del diminutivo castellano -ito. Centenares
de palabras castellanas se han asimilado completamente al QCG y hoy en día forman
parte del vocabulario de los quechuahablantes monolingües.
En cuanto al traslapo de los sistemas fonémicos, Fries y Pike afirman que “en los
procesos de cambio de un sistema fonémico [a otro] puede darse un tiempo en el cual
partes de los dos sistemas [fonológicos coexistentes] existen simultáneamente y están en
conflicto” (1949:41). Ese podría haber sido el caso en el QCG durante un período de
cuatrocientos años. Hoy en día, sin embargo, gracias al proceso de asimilación, los préstamos castellanos se han adaptado al sistema fonológico del QCG en ciertos aspectos, y
han ampliado ese sistema en otros aspectos.
En esta sección se describe la asimilación de las vocales medias y de las vocales
acentuadas del castellano y el silabeo de las secuencias vocálicas del castellano. En la
sección 4.3 se menciona el inventario incrementado de segmentos subyacentes.
2.4.1.
Vocales medias
Por lo general, cuando el QCG ha prestado morfemas castellanos, se ha retenido la
altura de la vocal; una excepción es la de las vocales medias en posición final de palabra
que por lo general se elevan. Se encuentran centenares de ejemplos:
(19)
[awi:lu]
[are:ti]
[entyendi:]
‘abuelo’
‘arete’
‘entender’
60
2. FONOLOGIA HISTORICA
Algunos préstamos retienen la vocal media final. Es de suponer que se trata de
préstamos muy recientes y que aún no se han asimilado completamente al patrón del
quechua.
(20)
[mu:ÿo]
[asi:ke]
[komo]
‘mucho’
‘así
‘como’
Otra excepción es que algunas vocales medias que no están en posición inicial se
han elevado, lo cual indica un grado mayor de asimilación al sistema quechua.
(21)
[siñuƒ]
[liyi:]
[sirbi:]
2.4.2.
‘señor’
‘leer’
‘servir’
Vocales acentuadas
El QCG por lo general alarga las vocales acentuadas en los préstamos castellanos
bisílabos.
(22)
[lu:nis]
[o:ra]
[bi:da]
[pa:se:]
2.4.3.
Silabeo
‘lunes’
‘hora’
‘vida’
‘pasar’
En las sílabas quechuas no se permiten secuencias vocálicas (véase la sección
4.2). Como un resultado de ello, las secuencias vocálicas castellanas se asimilan siguiendo tres patrones distintos. En el primer caso, se inserta una semivocal entre las dos vocales. Esa semivocal se convierte en el segmento inicial de la sílaba siguiente.
(23)
aú
éo
> awu
> eyu
[bawul]
[feyu]
‘baúl’
‘muy’
(del cast. feo)
La u no acentuada en la posición de segunda vocal a menudo se convierte en una
semivocal que se silabea como la coda.
(24)
áu
éu
íu
> aw
> ew
> iw
[flawta]
[ewkaliptu]
[siwda:]
‘flauta’
‘eucalipto’
‘ciudad’
2.4. Préstamos
61
La i o la u no acentuada en la posición de primera vocal a menudo se convierte en
una semivocal. Esa semivocal se silabea como segundo elemento de una secuencia consonántica. Las restricciones de las sílabas del quechua no se toman en cuenta en estos casos (véase la sección 4.3.2).
(25)
ié
ué
uí
> ye
> we
> wi
[byernis]
[fwersa]
[kwide:]
‘viernes’
‘fuerza’
‘cuidar’
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