CÓMO SER CREATIVO- 10 TÉCNICAS QUE TE VOLARÁN LA CABEZA En este vídeo te voy a enseñar algunos trucos para crear nuevas ideas. Son métodos que han usado artistas y empresarios de éxito durante muchos años. Mi nombre es Diego Castaño y hoy vas a aprender 10 técnicas para disparar tu creatividad. Vamos a verlas. La creatividad es la capacidad para crear nuevas ideas. Es indispensable para resolver problemas. Pero a veces nos quedamos bloqueados. Vamos a ver 10 técnicas probadas para explotar tus ideas. Haz un mapa mental. Un mapa mental es un diagrama que muestra todos los elementos de un proyecto en forma de dibujo y nos permitirá explorar todas nuestras ideas de forma ordenada. No creas que se trata de una tontería. El mismo Bill Gates ha alabado en varias ocasiones la gran utilidad de los mapas mentales a la hora de transferir y crear nuevo conocimiento. Para hacer tu propio mapa mental, comienza dibujando en el centro de una página tu idea central. Ponle el nombre, dale la forma que quieras y hazla tan colorida como sea necesario. Ahora empieza a sacar una rama para cada idea secundaria y escribe su nombre a lo largo de la misma. Utiliza mayúsculas para los temas más importantes y minúsculas para los temas secundarios y dale a cada rama el color que creas más conveniente para fijarlo en tu mente. De cada rama podrás sacar más ramas con ideas secundarias. Hazlas cada vez más finas. En la descripción de este vídeo he puesto el enlace a una web que te permitirá hacer mapas mentales de forma muy fácil. Aprovecha cualquier momento. En el cine se romantiza ese estado ideal en el que la creatividad fluye de manera continuada. Lo suelen llamar estar enchufado o estar en la zona. Pero para la mayoría de nosotros, forzar la creatividad no da buenos resultados. Lo habitual es que la creatividad fluya libremente y que tenga altibajos. Nunca sabes cuándo se te va a ocurrir una idea brillante, por eso es muy importante que seas capaz de anotar tus ideas en cualquier momento, estés donde estés. Es habitual que te venga la inspiración andando por la calle o usando transporte público, por lo que muchos recomiendan llevar siempre una libreta y un bolígrafo para tomar nota en cuanto la idea se presente. Esto puede ser útil para artistas gráficos que necesiten dibujar para representar sus ideas, pero para el resto es un incordio. Hoy en día todos llevamos un móvil en el bolsillo y existen aplicaciones como Evernote o KIPP que te permiten almacenar todos sus apuntes y adjuntar fotografías o dibujos. Tu estado mental es muy relevante a la hora de crear nuevas ideas. Si te encuentras estresado o ansioso, notarás que la tarea de ser creativo se hace mucho más difícil porque te vas a sentir empujado a centrarte solo en la situación inmediata. Sé que esto que te voy a decir va a sonar un poquito New Age, pero encuentra tu centro. Busca en tu interior una sensación de equilibrio y esto aliviará la presión de tu vida diaria y hará que no interfiera con tu creatividad. La mejor manera de conseguir esto es mediante la meditación, y no, la meditación no tiene nada que ver con la espiritualidad ni con la religión. Hoy en día existen herramientas muy buenas con las que cualquiera puede aprender a meditar, como por ejemplo la aplicación Headspace para iPhone y Android que contiene sesiones guiadas de meditación con las que aprenderás los principios básicos desde cero. Una vez te familiarices con la meditación, lograrás alcanzar tu zona de calma en pocos minutos. Reserva tiempo para descansar Nuestro cerebro no está diseñado para funcionar con la misma intensidad durante mucho tiempo. Klitman fue un fisiólogo de los años 80 que descubrió que mientras estamos despiertos nuestra concentración sigue un patrón similar a los ciclos del sueño que experimentamos cuando dormimos. Por esta razón, determinó que el patrón más efectivo es trabajar un máximo de 90 minutos seguidos y después descansar durante 20 minutos. También debes tener en cuenta que gran parte del trabajo mental que requiere la creatividad se hace fuera de los estados normales de conciencia y que el subconsciente te dará una manera distinta de acceder a los recursos de tu mente. Echarte una siesta corta es una manera efectiva de darte un respiro y te dará la oportunidad de afrontar el problema con un enfoque más fresco y algo más de perspectiva. Otra opción es aprovechar el sueño nocturno. Anota el problema que quieres resolver justo antes de irte a dormir y utiliza un diario para anotar todo lo que recuerdes de tu sueño cuando despiertes. Salvador Dalí afirmaba que esta técnica fue la inspiración de muchas de sus obras. Date permiso para ser creativo. La razón más común por la que nos quedamos bloqueados son las barreras que nos ponemos nosotros mismos. Nos inhibimos ya sea porque no nos consideramos suficientemente creativos, porque nos estemos enfrentando a una tarea que sentimos que nos sobrepasa o por puro miedo al ridículo. Es como cuando quieres tirar de la piscina pero estás demasiado preocupado de si el agua estará demasiado fría. Al final, cuando por fin te sumerges, te das cuenta de que no era para tanto. Pues con el pensamiento creativo pasa exactamente lo mismo. Nuestra mayor traba es el autodiálogo que nos dice que no podemos ser creativos. La solución es simple, actúa, y este autodiálogo desaparecerá. Empieza a hacer algo, da igual lo que sea. Un buen comienzo podría ser visualizar cómo se vería tu problema resuelto o hacer bocetos de posibles soluciones. Tolera la antigüedad. La antigüedad es algo incómodo de llevar, no nos gusta, nos hace parecer indecisos y sentir que estamos perdiendo el tiempo. La certeza, en cambio, es mucho más cómoda. Todos tenemos nuestros hábitos, rutinas que repetimos día tras día de forma automática. Tener certeza nos da seguridad y nos hace sentir que tenemos el control. Sin embargo, en el trabajo creativo, este marco de pensamiento nos puede forzar a dar soluciones rápidas con mucha determinación. Y esto puede ser perjudicial. Las dinámicas de la creatividad no funcionan así. Muchas veces, si no miramos las dos caras de la moneda, podemos perder grandes oportunidades de crear cosas geniales. Una técnica sencilla para introducir la antigüedad en tu trabajo es hacer una lista de pros y contras para cada solución que tengas en mente. Otra manera de usar este mismo principio es hacer una lista con todas tus ideas. Escribe todo aquello que consideres inamovible y entonces considera uno por uno lo opuesto, su negativo. Organiza una cena con tus héroes creativos. Hace un buen ejercicio mental para resolver problemas. Consiste en crear lo que se denomina una cena de héroes. Antes de nada, apunta en un papel cuál es el problema que quieras resolver. Entonces crea una lista de invitados en la que vas a apuntar a todos tus ídolos creativos, toda esa gente que te inspira y a la que admiras, o gente que crees que sería capaz de resolver el problema que te has propuesto. Una vez tengas la lista completa, invítalos a reunirse contigo en una cena imaginaria. Imagina cómo se comportarían los invitados de tu cena, cómo hablarían cada uno de ellos, cuál sería su personalidad, su sentido del humor, etc. Piensa también cómo se relacionarían entre ellos, se llevarían bien unos con otros, y sobre todo debes intentar imaginar qué piensan ellos del problema que quieras resolver. Cuanto más te sumerjas en esta ficción, cuantos más detalles logres visualizar, más productivo será este ejercicio. Crea curiosidad infinita. Para cultivar la creatividad, merece la pena desarrollar el hábito de ser curioso. Y no me refiero a interesarte por un tema concreto, sino a tener curiosidad por absolutamente todo. La curiosidad implica desarrollar tres capacidades. La primera parte es percibir, obsérvalo todo tu alrededor, fíjate en cada detalle, en lo inesperado, cuantas más cosas percibas, mejor. La segunda parte es hacerse preguntas, cuestionalo todo, haz preguntas aunque creas que las respuestas son obvias, de hecho haz preguntas sobre todo si las respuestas parecen obvias, solo de este modo encontrarás revelaciones ocultas. La tercera parte es maravillarse, los niños son auténticos expertos en esto, intenta mirarlo todo como si fuera la primera vez que lo vieras, como si fueras un alien de una galaxia lejana que acaba de aterrizar en la Tierra. Observa, por ejemplo, cada inclinado detalle de la hoja de un árbol, o párate a pensar cómo pudo ser construido un edificio antiguo. Cuando te tomes el tiempo necesario para hacerlo, empezarás a ver maravillas por todas partes. Sumérgete o aíslote La primera opción es sumergirte por completo en aquello que inspira tu creatividad. A Picasso, por ejemplo, le gustaba rodearse de su arte favorito mientras pintaba y tener cerca a acompañantes para que fueran sus musas. Prueba a rodearte de cosas que encuentras estimulantes, música, películas, libros, arte o objetos que te gusten, recuerdos de gente que te inspire o te parezca valiosa o amigos que tú consideres creativos. También puedes exponerte a ejemplos contemporáneos, pregúntate qué están haciendo los demás. La segunda opción es aislarse completamente, como ejemplo, Bob Dylan se escondió en una cabaña remota para relajarse y escribir un libro. Pasado un tiempo, no se pudo contener y sintió el impulso de escribir una canción. Aquella canción fue Like a Rolling Stone. Para algunos individuos el mejor entorno es el que elimina todas las distracciones y se centra en lo básico. En función de tu personalidad y circunstancias, elegirás un método u otro, pero ambos son perfectamente válidos. Juega con las posibilidades La imaginación inteligente es una parte muy importante del pensamiento creativo. Muchas veces es más importante jugar con lo posible antes que con lo real. Una buena manera de empezar es jugar con los supuestos, todas esas preguntas que comienzan diciendo ¿Y qué pasaría si...? Si necesitas un impulso creativo, prueba a utilizar el método Scamper. Consiste en un conjunto de preguntas que puedes hacerte para generar más ideas. El nombre de este método es un acrónimo que resume sus preguntas. La S viene de sustituir un concepto por otro. La C de combinar varias ideas en una sola. La A viene de adaptar una idea a otro contexto. La M es de modificar algo que ya existe. La P de poner ideas que tienen una utilidad en otros usos. La E de eliminar algo y la R de reacomodar la posición de los objetos. En la descripción de este vídeo encontrarás una lista de preguntas extraídas de este método que podrás aplicar a tus procesos creativos. Si te ha gustado este vídeo, acuérdate de darle a me gusta y compartirlo en tus redes sociales. Si quieres aprender algo nuevo cada semana, suscríbete ahora al canal. ¿QUÉ ES Y PARA QUÉ SIRVE LA CREATIVIDAD? Sabemos que nuestro cerebro es capaz de acumular un montón de conocimientos. Él sabe lo que es un triángulo, un pájaro, una casa, el fuego, un beso o la frustración, por poner algunos ejemplos. Y para cada uno de esos conocimientos tiene una serie de conceptos y funciones asociadas. Por ejemplo, todos sabemos lo que es un plato. Sabemos que un plato es circular y que sirve para poner la comida o apoyar una taza. En general, si preguntamos para qué más sirve, la respuesta suele ser, para nada más, es un plato, ¿no? Esto de atribuir a un objeto únicamente los usos habituales se llama fijación funcional. Ahora imaginemos que tenemos que dibujar un círculo. Todo el mundo sabe que nuestro pulso no es precisamente bueno al dibujar círculos. Pero recordemos, habíamos dicho que nuestro cerebro sabe que un plato es circular. ¿Por qué no cogemos el plato de antes y lo combinamos con el lápiz? Ya está, con eso ya tenemos nuestro círculo perfecto. Esto es creatividad. Es decir, la creatividad consiste en buscar entre los millones de millones de conocimientos que tenemos en nuestro cerebro para solucionar un problema. A diario nos encontramos con cientos de problemas. Si aprendemos a desarrollar nuestra creatividad, nuestro cerebro se acostumbrará a conectar entre sí sus conocimientos y a localizar rápidamente una solución a través de esas combinaciones. Por supuesto, cuantos más conocimientos tengamos, más conceptos podrá utilizar nuestro cerebro para combinar y darnos soluciones creativas. Para tener más conocimientos es importante leer y aprender, pero para que nuestro cerebro se acostumbre a realizar conexiones nuevas, la clave es jugar, conocer sitios nuevos, evitar la rutina y, por supuesto, cuidar nuestro cerebro a diario. A modo de conclusión, podemos definir la creatividad como la capacidad de combinar de forma novedosa dos o más conceptos que ya conocemos con el objetivo de resolver algún tipo de problema. CREATED USING PALTUNE