COMPROMISO DE LUXEMBURGO El compromiso de Luxemburgo, firmado el 30 de enero de 1966, contempla que «cuando, en caso de decisiones que puedan adoptarse por mayoría a propuesta de la Comisión, estén en juego intereses muy importantes de una o más partes, los miembros del Consejo se esforzarán, dentro de un plazo razonable, por alcanzar soluciones que puedan ser adoptadas por todos los miembros del Consejo pero respetando sus intereses mutuos y los de la Comunidad». Con dicho compromiso se puso fin a la crisis que enfrentaba a Francia con sus cinco socios y con la Comisión Europea a causa del paso paulatino del voto por unanimidad al voto por mayoría cualificada previsto por el Tratado de Roma a partir de 1966. Para destacar su oposición, el gobierno francés, que daba prioridad al enfoque intergubernamental, practicó la política de la «silla vacía». En otras palabras, no ocupó su puesto en el Consejo de Ministros durante siete meses a partir del 30 de junio de 1965. No obstante, el Compromiso, que no es más que una declaración política de los ministros de Asuntos Exteriores sin posibilidad de modificar el Tratado, no ha impedido que el Consejo tomara sus decisiones de acuerdo con el Tratado constitutivo de la Comunidad Europea, que prevé la mayoría cualificada en muchas materias. Además, el voto por mayoría cualificada se ha ido extendiendo progresivamente a numerosos ámbitos, hasta el punto de que ahora la mayoría cualificada se ha ido convirtiendo en la regla, y la unanimidad, en la excepción. El Compromiso de Luxemburgo subsiste, aunque, en la práctica, simplemente se puede citar sin que por ello se bloquee el proceso de toma de decisiones. 1. MAYORÌA CUALIFICADA La mayoría cualificada (MC) corresponde al número de votos que debe alcanzarse en el Consejo para que se adopte una decisión cuando las deliberaciones se hacen sobre la base del apartado 2 del artículo 205 del Tratado constitutivo de la Comunidad Europea. 2. CONSEJO DE LA UNIÒN EUROPEA El consejo de la Unión Europea («Consejo de Ministros» o «Consejo») es la principal instancia decisoria de la Unión Europea. Se reúne a nivel de los ministros de los Estados miembros y es por consiguiente la institución de representación de los Estados miembros. La sede del Consejo está en Bruselas, pero puede reunirse en Luxemburgo. Las sesiones del Consejo las convoca la Presidencia, que fija su orden del día. El Consejo se reúne en distintas formaciones (nueve en total) en las que participan los ministros competentes de los Estados miembros: Asuntos Generales y Relaciones Exteriores, Asuntos Económicos y Financieros, Empleo, Política Social, Salud y Consumidores, Competitividad, Cooperación en los ámbitos de la Justicia y de los Asuntos de Interior (JAI), Transporte, Telecomunicaciones y Energía, Agricultura y Pesca, Medio Ambiente, Educación, Juventud y Cultura. Cada país de la Unión Europea ejerce la Presidencia del Consejo, por rotación, por un período de seis meses. Desde enero de 2007 está vigente un nuevo sistema para el ejercicio de la Presidencia del Consejo. Para cada período de dieciocho meses, las tres presidencias en ejercicio en ese momento elaboran un proyecto de programa común. Las decisiones del Consejo son preparadas por el comité de Representantes Permanentes de los Estados Miembros (Coreper), asistido por grupos de trabajo compuestos de funcionarios de las Administraciones nacionales. 3. EL ACTA ÙNICA Desde hacía bastante tiempo, se veía la necesidad de una reforma que eliminara totalmente las barreras comerciales existentes entre los países miembros y alcanzar así el Mercado Común de forma oficial. Esas medidas fueron introducidas mediante el Acta Única Europea en diciembre de 1985, aprobada por los doce miembros en julio de 1987. Introdujo los mayores cambios en la estructura de la CE desde el Tratado de Roma de 1957. Entre las modificaciones incluidas figuró la introducción del sistema de mayoría cualificada que ayudó a acelerar el proceso de creación del Mercado Único Europeo. El Acta Única Europea introdujo también otros cambios importantes: el Consejo Europeo, que había aportado el impulso principal para la consecución del Mercado ‘Único, consiguió personalidad jurídica; el Parlamento Europeo logro tener mayor influencia; y los estados miembros acordaron unificar normativas fiscales, sanitarias y referentes al medio ambiente. Además, se estableció el Tribunal de Primera Instancia para atender las apelaciones a las decisiones de la CE que presentaran personas, organizaciones o empresas; y cada Estado miembro decidió alinear su política económica y monetaria con la de los demás miembros, utilizando el Sistema Monetario Europeo SME como modelo. 4. EL COMPROMISO DE LUXEMBURGO El principio de mayoría cualificada no siempre se ha seguido sistemáticamente. En 1965 Francia bloque ‘o durante seis meses una decisión del Consejo ante el temor de ver perjudicados sus intereses agrícolas, provocando la crisis de la silla vacía. El 29 de junio de 1966 se puso fin a la controversia, con la aceptación de lo que se ha denominado el Compromiso de Luxemburgo. Mediante este compromiso se estableció, que en caso de que alguna propuesta afectase a los intereses nacionales de un Estado miembro, se deber ‘a encontrar un compromiso, en un tiempo razonable, que sea aceptado por todos los miembros del Consejo, salvaguardando con ello, los intereses de los Estados miembros, y el interés general de la Comunidad Europea. El Compromiso de Luxemburgo, no preveía ninguna solución para el caso, en el que no se llegase a un acuerdo común. Sin embargo, con este compromiso se puso punto final al bloqueo en el Consejo de Ministros. Respecto a la delimitación de «problema fundamental de interés nacional», que permite a un Estado miembro esgrimirlo en el Consejo e impedir una toma de decisión para un asunto concreto, no existen criterios definidos y cada Estado miembro deber ‘a determinarlo, si llega el caso. Las decisiones por unanimidad, y el derecho de veto habían impedido la toma de decisiones ‘agiles y el avance de la CE a un ritmo más rápido y apropiado, conforme iban evolucionando las circunstancias internas y externas a la Comunidad Europea. El Compromiso de Luxemburgo apenas se invoca, para impedir una decisión por mayoría y desde 1987 es una práctica común que los debates se orienten hacia una decisión final por mayoría. A partir de la cumbre de 1974, en Paris, el Consejo se re ‘une tres veces al a; o, a nivel de jefes de Estado y ministros de Asuntos Exteriores. El Consejo de Ministros toma así la forma de Consejo Europeo, donde se informa sobre las principales políticas y trayectorias de la CE. El Acta ‘Única Europea (firmada en Luxemburgo en 1986) subsano en parte, la rigidez que imponía el principio de la unanimidad. Se llegó a un acuerdo mediante el cual las decisiones se basaran generalmente en el principio de mayoría cualificada, sobre todo en materia de mercado ‘único. Solo ser ‘a preciso la unanimidad, en el Consejo de Ministros, para consensuar las directrices fundamentales de una determinada política y para concretar la instrumentación de dicha política a lo largo del proceso. En principio y conforte al Acta ‘Única, se aplicar ‘a la mayoría cualificada a todas las decisiones. Quedando reservado el principio de la unanimidad, a partir del Acta ‘Única, a los siguientes ámbitos: fiscalidad, libre circulación de trabajadores y derecho e intereses de los trabajadores. El Tratado de Maastricht amplió aún más el ámbito de las decisiones por mayoría, especialmente en lo relacionado con la UEM. Además este procedimiento también se aplica en los siguientes ámbitos: realización del mercado interior, Cohesión Económica y Social, Investigación y Desarrollo (I + D) y medio ambiente. 5. EL ACTA ÙNICA EUROPEA El Acta Única Europea representaba la primera reforma importante de los Tratados constitutivos de las Comunidades Europeas y , más allá del objetivo relativo a la consecución del gran mercado interior, comportaba también los siguientes cambios significativos: 1) ampliar las ocasiones de aplicación del sistema de votación por mayoría en el Consejo de Ministros, con el fin de agilizar y hacer más eficaz el proceso de decisión comunitario; 2) elevar el rango del Parlamento Europeo, otorgándole un mayor papel en el proceso legislativo: 3) reafirmar la necesidad de reforzar la cohesión económica y social de la Comunidad, y 4) ampliar el campo de actuación comunitaria en distintas áreas (energética, medioambiental, cooperación monetaria, política social, I+D, etc.). Bibliografía 1. Josep Maria Jordan Galduf. Economia de la Union Europea:Thomsom Civitas 2005 2. Antonia Calvo Hornero: Organización de la Unión Europea: Editorial de Centro de Estudios Ramón Areces, S.A 1999 Sitios Webs citados 1. www.europa.eu 2.