Violencia institucionalizada o remedio contra la violencia social

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UNIVERSIDAD AUSTRAL DE CHILE
Instituto de Derecho Privado y Ciencias del Derecho
Introducción al Derecho
2005
DERECHO:
¡VIOLENCIA INSTITUCIONALIZADA O REMEDIO
CONTRA LA VIOLENCIA SOCIAL?
Integrantes del Grupo:
Karina Alvarez U.
Francisco Javier Argel
Paulina Sierra B.
Amarly Vallejos
Dayana Verdugo
Un análisis del derecho a partir de su contextualización en el sistema social que
permita preguntarnos, desde el punto de vista de la sociología, cuáles son las funciones que
este fenómeno cumple en la sociedad.
Para poder distinguir entre las distintas concepciones que tratan de dar respuesta a
esta interrogante, es útil poder precisar, en primer término, el concepto de “función”, ya que
no existe unanimidad en cuanto a su significado1.
Desde una perspectiva objetivista, la palabra «función» es asimilada a un organismo
vivo donde, de la misma manera que existen funciones vitales, por ejemplo, para el cuerpo
humano, existen también funciones indispensables e interdependientes que contribuyen a
mantener el equilibrio del sistema social, las que son realizadas por los diversos elementos
o subsistemas que lo componen, como ser: la economía, la política, la cultura y el derecho,
entre otros.
Por otra parte, una visión subjetivista del concepto de «función» nos lleva a
centrarnos en la acción de los individuos que conforman la sociedad. Es fundamental
conocer sus objetivos, proyectos y ambiciones, para poder definir así, las distintas
funciones que deben realizar los órganos que conforman el sistema.
Estamos de acuerdo en considerar que, el derecho es un medio que permite ordenar
la conducta humana, pero al momento de interpretar cuál es la forma en que se plantea esta
ordenación, existen importantes diferencias. Por un lado, vemos al derecho como un medio
para hacer posible el orden en la sociedad y por otro, como un método que contribuye a
mantener un tipo de organización basada en la fuerza y en la dominación de un grupo sobre
otro. Visiones distintas que permiten comprender el rol que desempeña el derecho, y que
varían según se adopte una concepción funcionalista o conflictualista de la sociedad.
1
Cfr Arnaud, André-Jean y otros. Sistemas jurídicos: elementos para un análisis sociológico. Imprenta
Nacional del Boletín Oficial del Estado. Madrid, 1996. Pág. 126-127.
2
A partir de esta distinción, podemos relacionar la perspectiva objetivista con una
concepción funcionalista del derecho. Esta postura supone que la sociedad se encuentra en
equilibrio, en armonía. El derecho, juega un rol fundamental dentro de ella, ya que no sólo
contribuye a determinar la conducta de los individuos, sino que también cumple una
función de integración y de control, las que permiten mantener el orden preestablecido
cuando se originan desequilibrios. Para comprender las causas que explican la desviación,
surge la criminología como una subdiciplina de la sociología jurídica. A partir de ésta es
que nos referiremos, a continuación, a ciertas posturas vinculadas al funcionalismo y otras
corrientes críticas contemporáneas, que intentan responder el por qué de las conductas
desviadas.
En un primer término, Parsons, se refiere al derecho en un sentido más
restringido y lo presenta como una forma de control que permite reaccionar ante las
conductas desviadas, aquéllas que se apartan de las normas que la sociedad considera
valiosas y que los individuos aprenden mediante el proceso de socialización, a través de la
educación y la familia2. Según esto, la desviación surge, porque los individuos ante un fallo
coyuntural en el proceso, no alcanzan a interiorizar los comportamientos que se le enseñan
como deseados. Así, un sujeto que nace en una familia donde no se respetan las pautas
sociales, por ejemplo, es muy probable que tenga a lo largo de su vida comportamientos
contrarios a lo establecido o aceptado por la sociedad.
Merton es un autor crítico de esta postura. Propone una tesis compatible en
cierta forma con el conflictualismo, (postura distinta al funcionalismo) pues considera que
la sociedad no está siempre en equilibrio. Ésta presenta una falla permanente que va
generando desequilibrios.
2
De Lucas, Javier y otros. Introducción a la Teoría del Derecho. Tirant Lo Blanch. Valencia, 1992. Pág. 116.
3
La desviación es un problema estructural, que se produce debido a que los
objetivos que la sociedad propone como óptimos (éxito económico, el cual se ve reflejado
en autos último modelo, ropa de marca, etc.) no son alcanzables por todos, ya que los
medios lícitos para lograrlos se encuentran distribuidos en forma desigual. Los individuos
que no pueden tener acceso a tales medios, responden a las expectativas, pero de modo
ilícito. En este sentido, la desviación estaría íntimamente ligada a la pobreza.3
Pero esta teoría ha sido objeto de ciertas críticas, las que han sido formuladas por
autores como Baratta y Bergalli. Dentro de éstas, podemos mencionar una que señala como
inadecuado el esquema propuesto anteriormente, al plantear una nueva situación ¿Qué pasa
en el caso de los delincuentes de cuello blanco?¿Podemos decir que éstos han actuado
inducidos por el medio, debido a su situación desfavorable dentro del sistema? Ciertamente
no. Son personas que ocupan puestos importantes dentro de la sociedad y que, seguramente,
han alcanzado el tan anhelado éxito económico. Su conducta ilícita no se debe a un
problema estructural, sino a otros motivos.4
Otra teoría que pretende explicar el porqué de la desviación, es aquella que hace
referencia a la estigmatización que sufren ciertos individuos por parte de la sociedad,
principalmente de quienes tienes a su cargo los mecanismos de control. De alguna manera
se va etiquetando a ciertas personas como posibles infractores o sujetos susceptibles de
desviación, los que muchas veces, producto de las circunstancias, se ven forzados a
delinquir, respondiendo así, a la etiqueta que la sociedad previamente les había impuesto.
Esta situación es la que sufren a menudo algunas personas que habitan determinados
sectores o poblaciones de Santiago, por ejemplo, las que al momento de pedir trabajo, ven
truncadas sus posibilidades de surgir, debido a la negativa de ciertos empleadores que en
forma muy prejuiciosa les señalan: “usted es poblador de la Pintana, entonces ha de ser
traficante”, sin considerar siquiera la posibilidad de que puede que no lo sean.
Probablemente, muchas de estas personas, al no conseguir trabajo, terminen pensando que
la única opción para satisfacer sus necesidades y las de su familia es, comenzar a traficar.
3
4
Arnaud, André-Jean y otros.op.cit.p131.
Atienza, Manuel.op.cit.p.60.
4
Siguiendo con la tesis que plantea el funcionalismo, uno podría decir que es cierto
que la sociedad, para poder subsistir, necesita conservar el equilibrio, pero a veces surgen
conflictos, como por ejemplo, una persona no paga a otra lo que le debe, en el plazo
convenido en un contrato. Se genera una tensión, por lo que el derecho deberá entrar en
juego, para resolver el conflicto. El juez, después de estudiar los antecedentes, obliga al
deudor a pagar el dinero, volviendo de este modo a la situación inicial de equilibrio.
Pero desde una teoría sociológica distinta, se podría mirar esta función del derecho
(resolución de conflictos) con otros matices, observando que en varios de los casos éste no
resuelve el conflicto. Supongamos una pareja que hace tiempo se encuentra separada; su
relación es muy mala y sólo mantienen el contacto, porque tienen hijos en común. Con la
nueva ley de divorcio existente en nuestro país, ellos deciden ir ante el juez, para que éste
resuelva su situación. El derecho no terminará definitivamente con la tensión existente
entre ambos, sólo dará tratamiento jurídico al problema, decretando por ejemplo, el
divorcio o bien, regulando las visitas de sus hijos.
Como hemos visto, la concepción funcionalista, considera a la sociedad como un
conjunto de distintos elementos que se encuentran en equilibrio. Ésta forma de concebir al
derecho se vuelve insuficiente, ya que no da cuenta del problema del conflicto y el cambio
social presentes en la sociedad. Además, sólo se ocupa de las funciones positivas del
derecho, aquellas que contribuyen a mantener el equilibrio, dejando de lado la posibilidad
de que el derecho pueda cumplir también funciones negativas.5 Un ejemplo de función
negativa, es el caso de las instituciones penitenciarias; comúnmente uno piensa que éstas
desempeñan el papel de prevenir nuevos delitos, sin embargo, si se hace un estudio más
detenido de la situación y se toman en cuenta las experiencias de quienes han estado
recluidos por un cierto período, se puede notar que, en muchos de los casos el sistema no
funciona, pues al momento de recobrar su libertad, los individuos no tardan en reincidir.
Las cárceles se transforman así, en verdaderas “universidades del delito”; en lugar de
prevenir, terminan cumpliendo una función criminalizadora.
5
Atienza, Manuel. op. cit. pag .56
5
Esto genera en la sociedad, una estigmatización que le impide a estas personas
reinsertarse, las que pierden todas o casi todas las posibilidades de poder optar a tener una
vida mejor.
Es así como surgen, en el siglo XIX, ciertas corrientes críticas de esta postura. El
conflictualismo (como una visión opuesta al funcionalismo) propone estudiar al derecho
desde un punto de vista subjetivista; considerando los requerimientos y objetivos de los
individuos que componen el sistema social. Partiendo de la premisa de que la sociedad no
se encuentra en equilibrio, sino que subsiste apoyándose en el conflicto; motor de la
historia. De esta forma lo que el funcionalismo veía como equilibro y control de la
desviación, para mantener la cohesión social.
Desde el punto de vista del conflictualismo, en cambio, se trata de la imposición de
una clase dominante sobre otra. Esta concepción tiene sus orígenes en Karl Marx, autor
que se refiere a al familia y a la sociedad civil, como la expresión de intereses materiales en
conflicto, entre quienes componen las clases sociales. 6Pone un ejemplo muy ilustrativo, en
uno de sus tantos artículos; se trata del caso de los hurtos de leña que se producían en
ciertos predios. La gente de escasos recursos, por necesidad recogía los troncos de los
árboles caídos al suelo. Ciertamente esto se oponía a la ley vigente en ese lugar, pues
atentaba contra el derecho de propiedad. Los dueños de estos sectores opinaban que tal
acto constituía un hurto, por lo que debían ser sancionados. Pero ¿Qué ocurre en esta
situación? ¿Cuál es el rol que desempeña el derecho en la sociedad? Desde esta perspectiva
el derecho es un instrumento que surge del conflicto y que contribuye a ejercer la
dominación de los intereses de una clase sobre otra.
Gumplowicz, autor conflictualista no marxista, plantea que el estado no es más que
la suma de las instituciones que persiguen como objetivo el ejercicio del poderío de unos
sobre otros, ejercido por una minoría
por sobre una mayoría, lo que evidentemente
constituye un dominio desigual e inestable.
6
Treves, Renato. La Sociología del Derecho. Ariel Derecho. Barcelona, 1998.p.61.
6
El derecho entra en juego precisamente para remediar esta
inestabilidad,
transformándola en pacifica y duradera, lo que provoca que la situación de violencia de una
clase
superior sea aceptada por los demás, lo que a la larga se convierte en un
ordenamiento jurídico.7
l
Ahora bien, después de conocer las dos teorías que se enfrentan e intentan dar una
explicación de cual es la función relevante del derecho en la sociedad. Esta claro que los
supuestos del funcionalismo, no son suficientes para poder comprender este fenómeno. La
teoría sociológica ha evolucionado, dejando de lado la idea de equilibrio social.
Por eso nosotros creemos que es mejor situarnos desde una perspectiva distinta al
funcionalismo, ya que esta no da cuenta de la realidad que ocurre en nuestro país.
Lo que caracteriza a la sociedad actual, no es la idea de equilibrio en el sistema.
Vivimos en un mundo donde la desigualdad, la lucha por el poder y el éxito económico, son
cosas cotidianas.
Una consecuencia de este desequilibrio es aquella que se manifiesta al observar los
bienes jurídicos que el derecho protege. Así nos damos cuenta de la existencia de una
dependencia a la propiedad, en desmedro del individuo, lo que demuestra que el hombre
pasa a ser un medio y no un fin, en su relación con las cosas, producto de la sobre
valoración de la propiedad, en una sociedad capitalista como la nuestra.
El derecho se presenta entonces como un instrumento, que permite hacer efectiva la
consecución de los intereses y objetivos de quienes conforman la clase dominante. Esto se
ve reflejado, por ejemplo, en ciertas leyes del ordenamiento jurídico, que están hechas para
beneficiar directamente a grupos puntuales dentro de la sociedad, específicamente a quienes
tienen el poder económico.
7
Treves, Renato.op. cit.p.52
7
En materia penal, el legislador representa los intereses de los empresarios y plantea
solucionar el problema de la inseguridad ciudadana, mediante una legislación ad-hoc, que
busca aumentar la severidad de las penas de aquellos delitos de menor relevancia social,
como es el caso de los hurtos que se producen en los supermercados y grandes tiendas del
país. Ello se manifiesta en la Ley Nº 19.950 que aumenta las sanciones de los hurtos, y
donde los beneficiarios directos de esta normativa no son
empresarios.
8
otros que los grandes
Aquí vemos como la penalización de estos delitos vulnera el principio de
igualdad contenido en la Constitución, que señala que en nuestro país no hay persona, ni
grupo privilegiado. Con esta medida se produce una selectividad y discriminación de
determinados grupos sociales, en desmedro de otros.
Focault, plantea que un sistema de micropenalidades, puede llegar a desplazar a un
segundo plano la importancia del juicio de los magistrados, ya que la sanción se refiere a la
interioridad del delincuente y no a las infracciones cometidas por estos.9
El derecho, como subsistema, no solamente cumple un rol de integración y de
control, produce también, violencia e inseguridad ciudadana. Esta inseguridad podemos
entenderla bajo dos puntos de vista a saber. El primero, es una concepción objetiva que
tiene que ver con la criminalidad real y el otro, es de carácter subjetivo, que se refiere a la
criminalidad; pero a diferencia de la anterior, esta se presenta como una manifestación
alterada y distorsionada de la realidad.
La ciudadanía se siente más insegura, debido a que los medios de comunicación que
asignan más relevancia a la crónica policial, nutriéndose todos los días de algún hecho
dramático; los candidatos, ahora que estamos en periodo de elecciones, compiten
diariamente para hacer prevalecer sus ideas en torno al tema de la delincuencia. De esta
forma los grupos económicos que detentan el poder, ofrecen a través de los medios una
explicación simplista, lo contribuye a generar un sentimiento de rechazo y temor
ocasionados por estos hechos.
8
Ley Nº 19.950 de la Republica de Chile. Ley que modifica el Código Penal Chileno y aumenta sanciones a
hurtos y facilita su denuncia e investigación. Santiago, mayo de 2004.
9
Sauquillo, Julián. Una Critica del Control Social Moderno. Madrid, 2001. p.276.
8
En definitiva, el derecho se transforma en un método de control y dominación de
una clase social sobre otra; que maneja de acuerdo a sus intereses, los medios de
producción económica y los medios de comunicación masiva, influyendo de este modo,
tanto en la creación como en la aplicación de las normas. Por medio de la violencia
institucionalizada, el derecho, regula el comportamiento de orden social, que a primeras
luces es igual para todos, pero que en la práctica y, tomando en cuenta los ejemplos
anteriormente mencionados, que ofrecen una perspectiva real de lo que ocurre en la
sociedad de nuestros días. Podemos concluir que el derecho no cumple sólo una función
positiva como la teoría funcionalista pretende mostrar. El conflicto es el motor de la
sociedad y, aunque el derecho intervenga tratando de conservar el equilibrio, éste no se
consigue plenamente.
9
Bibliografía:
ƒ
Arnaud, André-Jean y otros. “Sistemas jurídicos: elementos para un análisis
sociológico”.
Imprenta Nacional del Boletín Oficial del Estado.
Madrid,
1996.
ƒ
Atienza, Manuel. “Introducción al Derecho”.
Barcanova.
España.
1985.
ƒ
De Lucas, Javier y otros. “Introducción a la Teoría del Derecho”.
Tirant Lo Blanch.
Valencia
1996.
ƒ
Ley Nº 19.950 de la Republica de Chile. “Ley que modifica el Código
Penal Chileno y aumenta sanciones a hurtos y facilita su denuncia e
investigación”.
Santiago.
Mayo de 2004.
ƒ
Sauquillo, Julián. “Una Critica del Control Social Moderno”.
Madrid
2001.
ƒ
Treves, Renato. “La Sociología del Derecho”.
Ariel Derecho.
Barcelona,
1998.
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