Subido por Anaisis Aguilera Sobrino

Mis premisas

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La Educación Primaria se encuentra inmersa en un proceso de transformación, a
partir de Tercer Perfeccionamiento de la Educación que se está llevando a cabo
en
nuestro país. Se hace necesario entonces preparar a los docentes para
realizar con calidad la inclusión educativa.
Cuando nos referimos a inclusión educativa, hacemos referencia al conjunto de
procesos que minimizan o eliminan las barreras que limitan el aprendizaje y la
participación de todos los educandos. Por lo que incluye a todos, no sólo a los que
presentan necesidades educativas especiales asociadas o no a una discapacidad,
como erróneamente se piensa cuando hablamos de inclusión educativa.
Tener una escuela inclusiva significa brindar una atención a la diversidad;
diversidad que se manifiesta en cada uno de nosotros pues somos únicos e
irrepetibles y es entonces donde la diversidad se convierte en norma.
Una
institución educativa donde cada educando pueda potenciar su desarrollo en
función de sus habilidades.
Por supuesto, cada quien a su ritmo y estilo de
aprendizaje.
La inclusión educativa no puede ser vista sólo como un proceso que lleva a cabo
en las escuelas o instituciones educativas, sino desde un espectro más amplio que
incluya a la comunidad, la familia. Los docentes desde su posición de educador
contribuyen al desarrollo exitoso del proceso de inclusión educativa, a través de la
transmisión de
nuevos valores en la escuela, la participación activa de los
educandos que desde el currículo institucional debe estar concebido.
Es importante señalar que los educandos que asisten a nuestras instituciones y la
institución en sí forman parte de la comunidad, siendo imprescindible que la propia
comunidad no los excluya.
Se precisa pues de una institución educativa que se adapte a las necesidades y
potencialidades de sus educandos y no que sean los educandos los que se
adapten a la institución educativa.
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