Subido por LENIN MAURICIO MENDEZ LARA

Guia de estudio Inteligencia Emocional

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INTELIGENCIA EMOCIONAL
PRIMER SEMESTRE
Material de estudio
Compilado por: Msc. María Isabel Ruiz S.
(Docente autor)
1
Contenido
Presentación............................................................................................................................................. 2
Objetivo ................................................................................................................................................... 4
Primera Unidad: Conceptos básicos sobre emociones .............................................................................. 5
Emoción, sentimiento y estado de ánimo. ................................................................................................ 5
¿Cómo se produce la emoción? ................................................................................................................ 6
Componentes de la emoción .................................................................................................................... 7
Función de las emociones ........................................................................................................................ 8
1. Función adaptativa. .......................................................................................................................... 8
2. Funciones sociales. ........................................................................................................................... 9
3. Función Motivacional. ...................................................................................................................... 9
Inteligencia emocional ............................................................................................................................ 10
Modelos de Inteligencia Emocional ........................................................................................................ 10
Modelos de habilidad: Modelo de las cuatro ramas de Mayer y Salovey (1997) .................................... 10
1. Percepción Emocional................................................................................................................ 11
2. Facilitación Emocional del pensamiento (Utilizar las emociones) ................................................ 11
3. Comprensión Emocional ............................................................................................................ 12
4. Manejo, regulación o gestión de las emociones ........................................................................... 13
Modelos mixtos.................................................................................................................................. 14
Modelo de competencias (Goleman, Boyatzis y McKee, 2002) ....................................................... 14
Modelo de Barn-On (2000,2006) .................................................................................................... 15
Referencias Bibliográficas ....................................................................................................................... 16
Sitios web de interés ............................................................................................................................... 16
Presentación
Bienvenidos a la asignatura Inteligencia Emocional (IE). Seguramente te estarás preguntando ¿por
qué recibo una asignatura llamada IE si estoy estudiando una carrera tecnológica? Al ITSCO le
interesa no solamente tu formación en cuanto a las asignaturas propias de tu carrera, sino también
tu crecimiento personal. Así, en el modelo pedagógico del ITSCO el núcleo central es la pedagogía
del amor, por eso el interés en desarrollar no solo tus competencias profesionales, sino también
emocionales. En este sentido la IE es clave para que puedas desenvolverte de mejor manera en tu
entorno tanto laboral como familiar.
Quizá más de una vez has dicho frases cómo: “No sé lo que me pasa”, “Me siento raro”, “Tengo
emociones cruzadas” y otras tantas frases que demuestran que necesitas desarrollar tu inteligencia
emocional. ¿Por qué? Porque cuando recurres a frases como éstas revelas que quizá te falta
vocabulario emocional. ¿Sabías que existen más de 300 emociones y en muchos casos solo
manejamos un vocabulario de diez palabras para referirnos a nuestras emociones?
2
Existen múltiples investigaciones que relacionan la IE con mejores relaciones con los compañeros
de trabajo, mejores relaciones familiares, mejor autoestima e incluso mejor rendimiento académico.
Así mismo, hay estudios que demuestran que quienes tienen niveles más altos de IE son menos
vulnerables a la depresión, ansiedad, consumo de sustancias y síndrome de burnout. Pero lo más
importante es que la IE es entrenable, es decir, que si te lo propones podrás mejorar tus
competencias emocionales.
Para sacar el máximo provecho de esta asignatura participa activamente en cada clase, realiza las
actividades del aula virtual y por supuesto, estudia esta guía que ha compilado la información más
relevante sobre el estudio de las emociones y la IE.
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Objetivo
La presente guía es una compilación de información de fuentes bibliográficas actualizadas y
científicas que a la vez explican de manera didáctica los contenidos más importantes de la
asignatura. El objetivo es brindar tanto a las/los estudiantes como al cuerpo docente, un
material de apoyo como guía de estudio que complemente a la asignatura que se desarrolla
en las aulas.
Cabe destacar que el trabajo en aula será esencialmente práctico, encaminado a mejorar las
competencias emocionales de los estudiantes, sin embargo, el respaldo teórico y científico requerirá
que el estudiante revise las últimas investigaciones entorno a temas relacionados con el mundo de
las emociones, particularmente la inteligencia emocional. Para esto se trabajará con un aula virtual
y la lectura y estudio de la presente guía.
La inteligencia emocional es un factor clave para alcanzar mayores estados de bienestar y está
relacionada con múltiples aspectos de nuestras vidas.
¡Comencemos!
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Primera Unidad: Conceptos básicos sobre emociones
Emoción, sentimiento y estado de ánimo.
Si bien, existen múltiples teorías desarrolladas durante el siglo XX sobre las emociones, resumimos
a continuación lo más relevante para esta asignatura. Cortés (2016), señala:
La tendencia actual es considerar a la emoción como un proceso afectivo de respuesta del ser
humano. Al recibir del entorno un estímulo se provoca en el sujeto una valoración subjetiva y
cognitiva de la experiencia que está viviendo así como cambios neurofisiológicos que le impulsan
al movimiento y a la acción, siendo su fin último facilitar la adaptación al entorno. La emoción es
un proceso afectivo (p.20)
“Las emociones son procesos episódicos que, elicitados por la presencia de algún estímulo o situación interna o externa,
que ha sido evaluada y valorada como potencialmente capaz de producir un desequilibrio en el organismo, dan lugar
a una serie de cambios o respuestas en los planos subjetivo, cognitivo, fisiológico y motor expresivo; cambios que están
íntimamente relacionados con el mantenimiento del equilibrio, esto es: con la adaptación de un organismo a las
condiciones específicas del medio ambiente” (Palmero, et al., 2006, p.21).
El sentimiento se refiere a la toma de conciencia de la emoción que se está produciendo. Teniendo
en cuenta que la emoción es un proceso, el sentimiento sería la fase final dónde se adquiere
conciencia de la emoción que se está experimentado como respuesta a un estímulo. Esta dimensión
subjetiva de la emoción se le denomina sentimiento. El sentimiento es la experiencia vivida de la
emoción y si adquiere como vivencia una duración más larga en el tiempo que cuando se extiende
pasa a convertirse en humor.
Para Bisquerra (s.f.), el estado de ánimo es diferente de la emoción y del sentimiento. Al respecto
señala que el ser humano tiene una parte racional y otra sentimental o afectiva. Experimentar cambios
en nuestro estado de ánimo es algo natural y en ocasiones es incontrolable. Los estados de ánimo se
caracterizan por experimentar una emoción dominante durante un cierto tiempo. Son de menor
intensidad y más duración. Bisquerra y Laymuns (2018) señalan:
(…) a veces puede haber alguien que nos dice: “Estoy depre”, no significa que tenga el síndrome
bipolar o alguna patología. Simplemente quiere expresar que se siente triste. A lo mejor sí le
preguntamos ¿Y por qué? Tal vez nos responda “No lo sé”. Los estados emocionales, a diferencia
de las emociones no tienen una causa clara. A veces estamos de mal humor y no sabemos por qué.
Significa lo mismo estado emocional, estado de ánimo y estado de humor. Ambos se refieren a un
período de tiempo que se caracteriza por una emoción predominante, sin que tengamos clara
conciencia de sus causas. Pueden ser estados de ánimo de tristeza, alegría, ansiedad, enamoramiento,
placidez, etc.
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Cuando se experimentan estados emocionales negativos (ansiedad, estrés, tristeza, depresión,
fobias), intensos, frecuentes y que se alargan más allá de lo razonablemente aceptable se puede
entrar en trastornos emocionales. (p14).
A modo de resumen podemos establecer las siguientes diferencias entre emoción, sentimiento y
estado de ánimo:
¿Cómo se produce la emoción?
Revisemos lo que señala Bisquerra (2003):
Una emoción se produce de la siguiente forma:
1) Unas informaciones sensoriales llegan a los centros emocionales del cerebro.
2) Como consecuencia se produce una respuesta neurofisiológica.
3) El neocortex interpreta la información.
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De acuerdo con este mecanismo, en general hay bastante acuerdo en considerar que una emoción
es un estado complejo del organismo caracterizado por una excitación o perturbación que
predispone a una respuesta organizada. Las emociones se generan como respuesta a un
acontecimiento externo o interno.
El proceso de valoración puede tener varias fases. Según Lazarus (1991b) hay una valoración
primaria sobre la relevancia del evento: ¿es positivo o negativo para el logro de nuestros objetivos?
En una evaluación secundaria se consideran los recursos personales para poder afrontarlo: ¿estoy
en condiciones de hacer frente a esta situación?
Coincidimos con Frijda (1994) al afirmar que las emociones nos dicen qué hechos son
verdaderamente importantes para nuestra vida.
Componentes de la emoción
Hay tres componentes en una emoción: neurofisiológico, conductual o comportamental y
cognitiva.
•
Lo neurofisiológico se manifiesta en respuestas como taquicardia, sudoración,
vasoconstricción, hipertensión, tono muscular, rubor, sequedad en la boca, cambios en los
neurotransmisores, secreciones hormonales, respiración, etc. Todo esto son respuestas
involuntarias, que el sujeto no puede controlar. Sin embargo, se pueden prevenir mediante
técnicas apropiadas como la relajación. Como consecuencia de emociones intensas y
frecuentes se pueden producir problemas de salud (taquicardia, hipertensión, úlcera, etc.).
(…)
•
La observación del comportamiento de un individuo permite inferir qué tipo de
emociones está experimentando. Las expresiones faciales, el lenguaje no verbal, el tono de
voz, volumen, ritmo, movimientos del cuerpo, etc., aportan señales de bastante precisión
sobre el estado emocional. Este componente puede intentar disimularse. Por ejemplo, las
expresiones faciales surgen de la actividad combinada de unos 23 músculos, que conectan
directamente con los centros de procesamiento de las emociones, lo que hace que el
control voluntario no sea fácil; aunque, siempre es posible «engañar» a un potencial
observador. Aprender a regular la expresión emocional se considera un indicador de
madurez y equilibrio que tiene efectos positivos sobre las relaciones interpersonales.
•
El componente cognitivo o vivencia subjetiva es lo que a veces se denomina sentimiento.
Sentimos miedo, angustia, rabia y muchas otras emociones. Para distinguir entre la
componente neurofisiológica y la cognitiva, a veces se emplea el término emoción, en
7
sentido restrictivo, para describir el estado corporal (es decir, el estado emocional) y
se reserva el término sentimiento para aludir a la sensación consciente (cognitiva). El
componente cognitivo hace que califiquemos un estado emocional y le demos un nombre.
El etiquetado de las emociones está limitado por el dominio del lenguaje. Dado que la
introspección a veces es el único método para llegar al conocimiento de las emociones de
los demás, las limitaciones del lenguaje imponen serias restricciones a este conocimiento.
Pero al mismo tiempo dificulta la toma de conciencia de las propias emociones. Estos
déficits provocan la sensación de «no sé que me pasa». Lo cual puede tener efectos
negativos sobre la persona. De ahí la importancia de una educación emocional encaminada,
entre otros aspectos, a un mejor conocimiento de las propias emociones y del dominio del
vocabulario emocional.
Función de las emociones
Cortés, (2016) señala:
Las emociones son imprescindibles en nuestro quehacer diario y, por tanto, en la interrelación con
los demás. Las emociones se vinculan a nuestra toma de decisiones pudiendo inclusive a través del
contagio emocional llegar a influenciar en las personas que nos rodean. Independientemente de la
clasificación que se siga todas las emociones tienen utilidad, incluso las que consideramos negativas
como la ira, el miedo, o la tristeza. Choriz (2005) explica que las emociones tienen tres funciones
principales:
1) función adaptativa.
2) función social
3) función motivacional.
Veamos con más detenimiento cada una de ellas:
1. Función adaptativa.
Las emociones preparan al sujeto para que realice de una forma eficiente el comportamiento de
adaptación que le exige el medio y las condiciones ambientales. Activan la energía y los recursos
necesarios para poner en marcha la conducta de evitación o acercamiento hacia un objetivo
determinado. Para Darwin (1872), que fue el precursor de la visión filogenética de las emociones,
la emoción tiene como fin facilitar la conducta apropiada, lo que es básico en el proceso de
adaptación. (…) Por ejemplo, la emoción de miedo ante una situación de peligro como un
terremoto es la respuesta lógica que determina que nos pongamos a cubierto y poder salvarnos.
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De ahí que las emociones tengan un claro componente adaptativo al orientarnos y prepararnos
hacia la conducta más apropiada.
2. Funciones sociales.
La idea inicial que contextualiza este tipo de funciones es que las personas son seres sociales por
lo que le es indispensable vivir en sociedad para cubrir sus necesidades, como por ejemplo, de
interrelación personal, identificación y comunicación. Para ello, y bajo cada cultura, los grupos se
alinean a los valores predominantes en cada sociedad y es necesario que cada individuo muestre
un comportamiento afiliativo para poder integrarse en el grupo. Desde un punto de vista de
función social las emociones permiten identificar las oportunidades y problemas que aparecen
coordinando las acciones de los individuos que pertenecen a un grupo o desean integrarse al mismo
(Keltner y Haidt, 2001).
Las emociones y su expresión se hacen imprescindibles para comportarnos en sociedad ya que
permite dar a conocer a los demás como nos sentimos, así como, percibir y comprender como se
sienten los demás, y de ahí establecer un feedback emocional y comportamental. Sin la expresividad
emocional no se podría establecer procesos de comunicación sociales y familiares de calidad. (…)
En este sentido las emociones positivas inciden en la generación de vínculos sociales y relaciones
interpersonales saludables. Desde niños, ya en la relación madre-bebé la expresión emocional se
establece como vínculo de comunicación entre ambos. A través de las emociones podemos
conocer cómo se sienten los demás y por tanto actuar en base a la comprensión de la emoción que
están sintiendo y expresan los demás, es decir, se establece un lazo de empatía entre las personas
(…).
La habilidad para poder leer en los demás la emoción que está sintiendo es básica en nuestra
experiencia humana ya que permite anticipar una respuesta o inhibirla al comprender el estado
emocional de las personas con las que convivimos. Sin una correcta comprensión de las emociones
de los demás se hace dificultoso mantener de una forma sostenida en el tiempo relaciones sociales
de calidad.
3. Función Motivacional.
La emoción tiene la capacidad de dirigir y dar intensidad a la actividad que se está realizando. Tal
y como afirma Choriz (2005) la emoción da energía a la conducta motivada, por lo que una
conducta con una buena carga emocional se va a realizar de una forma más vigorosa. La emoción
puede provocar que se realice una actividad, e inclusive la direcciona regulando la intensidad de su
ejecución en busca de la meta establecida. Toda conducta motivada provoca una reacción
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emocional, y al mismo tiempo, la emoción facilita que surjan unas conductas motivadas y no otras
(Choriz, 2005).
Inteligencia emocional
Si bien existen múltiples definiciones de inteligencia emocional (IE), la que tomaremos de
referencia será la propuesta por Mayer y Salovey (1997).
La inteligencia emocional implica la habilidad para percibir, valorar y expresar las emociones con
exactitud; la habilidad para acceder y/o generar sentimientos que faciliten el pensamiento; la
habilidad para comprender la emoción y el conocimiento emocional, y la habilidad para regular
las emociones que promueven el crecimiento emocional e intelectual.
Modelos de Inteligencia Emocional
Para estudiar los modelos de IE más reconocidos a nivel mundial citaremos a Fernández Berrocal
y Extremera Pacheco, (2005), quienes señalan lo siguiente:
La categorización conceptual más admitida en IE distingue entre modelos mixtos y modelos de
habilidad basados en el procesamiento de la información (Mayer, Salovey & Caruso, 2000).
El modelo de habilidad: es una visión más restringida defendida por autores como Salovey y
Mayer que conciben la IE como una inteligencia genuina basada en el uso adaptativo de las
emociones y su aplicación a nuestro pensamiento.
El modelo mixto: es una visión muy amplia que concibe la IE como un compendio de rasgos
estables de personalidad, competencias socio-emocionales, aspectos motivacionales y diversas
habilidades cognitivas.
Con respecto a los modelos de IE, estudiaremos dentro de los modelos de habilidad, el modelo de
Mayer y Salovey. Dentro de los modelos mixtos estudiaremos básicamente dos modelos: el de Goleman,
y el de Bar- On.
Veamos a continuación lo que señala Cortés (2016):
Modelos de habilidad: Modelo de las cuatro ramas de Mayer y Salovey (1997)
Este modelo considera a la inteligencia emocional como la habilidad para percibir, valorar y
expresar la emoción adecuada y adaptativamente; la habilidad para comprender la emoción y el
conocimiento emocional; la habilidad para acceder y/o generar sentimientos que faciliten las
actividades cognitivas y la acción adaptativa; y la habilidad para regular las emociones en uno
mismo y en otros (Mayer y Salovey, 1997; Mayer, Salovey y Caruso, 2000). La inteligencia
emocional, tal como es concebida por Mayer y Salovey (1997), está compuesta por un conjunto de
habilidades emocionales que forman un continuo que abarca desde aquellas de nivel más básico,
que ejecutan funciones fisiológicas fundamentales como la percepción y atención a nuestros
estados fisiológicos o expresivos, a otras de mayor complejidad cognitiva que buscan el manejo
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personal e interpersonal (Mayer, Salovey y Caruso, 2008). Las cuatro habilidades emocionales de
complejidad ascendente planteadas por estos autores se conocen como el modelo de las cuatro
ramas y se compone de: 1) Percepción Emocional, 2) Facilitación Emocional, 3) Comprensión
Emocional, y 4) Manejo Emocional.
1. Percepción Emocional
Esta primera habilidad que se encuentra en la base del modelo, permite percibir e identificar las
emociones de uno mismo y de los demás. Se relaciona con la conciencia emocional de uno mismo
cuando se centra en el propio individuo. Cuando el objeto son las emociones de los demás esta
dimensión engloba lo que se denomina sensibilidad afectiva, habilidad para recibir afecto, y
sensibilidad no verbal. Gracias a esta sensibilidad se puede apreciar la honestidad de las expresiones
emocionales de los demás (Fernández-Berrocal y Extremera, 2009).(p.111)
2. Facilitación Emocional del pensamiento (Utilizar las emociones)
Hace referencia a la habilidad para centrar la atención y pensar de forma más racional a través de
la información emocional captada. Mediante la facilitación emocional, es posible influir en
procesos cognitivos tales como el razonamiento, la toma de decisiones, la comunicación
interpersonal e inclusive en la creatividad. Tal y cómo se recoge en el capítulo I, a través de las
emociones se modela y se mejora el pensamiento debido a la relación tanto anatómica como
funcional, que existe ente emoción y cognición. Gracias a la facilitación emocional se complementa
el procesamiento de la información percibida y se facilita el cambio de perspectiva, la formación
de los juicios y se puede adquirir nuevos puntos de vista (Mayer y Salovey, 1997). En consecuencia,
la inteligencia emocional a través de esta habilidad supone asumir que nuestro estado emocional
se vincula con nuestro pensamiento y que es necesario aprovechar la información emocional para
ejecutar procesos cognitivos superiores de especial relevancia para el ser humano. A la largo del
capítulo I de esta Tesis doctoral se ha analizado esta interacción entre emoción y pensamiento que
se encuentra definida en el modelo de Mayer y Salovey (1997) como facilitación emocional.
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3. Comprensión Emocional
Esta habilidad implica un alto dominio del vocabulario emocional para aplicar la etiqueta de la
emoción correcta de lo que se está sintiendo o se está observando en los demás. Permite realizar
un desglose minucioso de las diferentes señales emocionales que nos llegan para realizar un
etiquetado emocional y reconocer en que categorías se pueden agrupar bajo un mismo nombre.
Implica una actividad tanto anticipatoria como retrospectiva para conocer que causas son las
generadoras del estado anímico y qué consecuencias puede acarrear (Fernández-Berrocal y
Extremera, 2009). Permite reconocer el modo en que se combinan las emociones entre sí y
progresan pudiendo, por ejemplo, detectar como una emoción de malestar puede ir subiendo en
escala de impacto y convertirse en ira. Alberga la habilidad para reconocer las transiciones de unos
estados emocionales a otros y la aparición de sentimientos simultáneos y contradictorios (por
ejemplo pasar del miedo a la alegría y de ahí al amor). Gracias a esta habilidad, podemos
incrementar no sólo nuestro autoconocimiento emocional sino comprender las emociones del
otro, es decir, de sentir empatía (aunque es un constructo diferente como veremos en el capítulo
III) que nos ayuda a entender el estado emocional de los demás y conocer la base emocional del
porqué de sus comportamientos en las interacciones interpersonales. La comprensión emocional
de las emociones del otro ayudará a gestionar y adaptar nuestros comportamientos a las
expectativas y/o necesidades que comunica la otra persona con sus expresiones emocionales.
Parte esencial de la comprensión emocional es el vocabulario emocional. A continuación se
presentan algunas emociones agrupadas por familias:
1.
FAMILIAS
EMOCION
• Enojo
FAMILIA
a. Fastidio
b. Frustración
c. Exasperación
d. Propensión a discutir
e. Amargura
f. Vengatividad
g. Furia
•
Miedo
a.
b.
c.
d.
e.
f.
g.
•
Disgusto
a. Descontento
b. Aversión
c. Desagrado
Inquietud
Nerviosismo
Ansiedad
Temor
Desesperación
Horror
Terror
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•
Tristeza
•
Gozo
d.
e.
f.
g.
Repugnancia
Aborrecimiento
Asco
Abominación
a.
b.
c.
d.
e.
f.
g.
h.
i.
j.
k.
a.
b.
c.
d.
e.
f.
g.
h.
i.
j.
Decepción
Consternación
Desanimo
Desesperación
Impotencia
Desesperanza
Tribulación
Congoja
Desaliento
Pesar
Angustia
Placer sensorial
Regocijo
Compasión /Alegría
Diversión
Schadenfreude
Alivio
Paz
Orgullo
Excitación
Éxtasis
4. Manejo, regulación o gestión de las emociones
Es la habilidad más compleja de las cuatro. Consiste en estar abierto a los sentimientos,
independientemente de su valencia, y reflexionar y modularlos en uno mismo o en los demás con
el objetivo de incentivar la comprensión y el crecimiento personal. Posibilita que seamos capaces
de regular nuestra emoción ante alguna situación que estemos viviendo, por ejemplo, una
enfermedad, y de igual modo permite que seamos capaces de regular cómo se están sintiendo los
demás, por ejemplo ante un compañero/a que está enfermo/a y se siente triste, podemos lograr
con nuestro comportamiento modular y regular la tristeza que le acompaña. (p. 112- 113)
Este modelo se plantea como una estructura jerárquica de avance, dónde el primer lugar lo ocupa
la percepción emocional dotada de una complejidad menor y de un funcionamiento más básico,
hasta la regulación emocional que se considera la rama más compleja. Claramente se aprecia una
distinción entre las cuatro ramas, ya que las ramas de la percepción, comprensión, y regulación se
pueden ver como un grupo de habilidades que incluyen el proceso de razonar acerca de las
emociones, y por otro lado, la facilitación emocional incluye el uso de las emociones para mejorar
el razonamiento.
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Para Hervás y Moral (2012), una parte importante de la regulación emocional se relaciona con el
significado que damos a las emociones. A continuación, se presentan algunos significados
funcionales y disfuncionales asociados a diferentes emociones. Reflexiona, cómo el significado que
das a cada emoción influye en lo que haces y piensas.
Modelos mixtos
Modelo de competencias (Goleman, Boyatzis y McKee, 2002)
La publicación del best-seller de Goleman, Inteligencia Emocional (1995) tuvo un impacto sensacional
sobre todo en el mundo empresarial a raíz de señalar como explicación fundamental del
rendimiento laboral las competencias derivadas de los factores que componen el constructo de
inteligencia emocional descrito por este autor. Goleman definió la inteligencia emocional como “la
capacidad para reconocer nuestros propios sentimientos, motivarnos y monitorear nuestras relaciones” (Goleman,
1995, p.3).
A raíz de esta definición se generó el modelo teórico que establece que existen una serie de
competencias que facilitan a las personas el manejo de las emociones hacia uno mismo y hacia los
demás (Boyatzis, Goleman, y Rhee, 2000). La idea que subyace a este modelo es que, según los
estudios iniciales de Gardner (1983), sólo se puede predecir a través del coeficiente intelectual el
20% del éxito profesional, por lo que el resto depende de factores que Goleman, recuperando los
trabajos de McClelland sobre estudios sobre los factores predictivos de éxito laboral, sitúa en un
conjunto de competencias agrupadas en diferentes dominios. Para Goleman (1998), la
competencia emocional es una capacidad aprendida basada en la inteligencia emocional que se
traduce en un rendimiento excepcional en el trabajo (…) (ver Tabla 3).
Tabla 3. Modelo de Inteligencia Emocional (Goleman, Boyatzis, McKee, 2002)
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DOMINIOS DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL Y COMPETENCIAS
EMOCIONALES ASOCIADAS
COMPETENCIA PERSONAL
COMPETENCIA SOCIAL
-Conciencia
de
uno
mismo -Conciencia Social
(Autoconciencia)
Empatía
Conciencia emocional de uno mismo
Conciencia de la organización
Valoración adecuada de uno mismo
Servicio
Confianza de uno mismo
- Autogestión
Autocontrol emocional
Transparencia
Adaptabilidad
Logro
Iniciativa
Optimismo
- Gestión de las relaciones
Liderazgo inspirado
Influencia
Desarrollo de los demás
Catalizar el cambio
Gestión de los conflictos
Establecer vínculos
Trabajo en equipo y colaboración
(…) la autoconciencia posibilita la empatía y la gestión de uno/a mismo/a, y la adecuada
combinación de éstas dos últimas permite la gestión eficaz de las relaciones. Bajo esta teoría se
abre un espacio al desarrollo ya que se considera que estas competencias no tienen una base innata
y se pueden ampliar. Richard Boyatzis, máximo exponente de este modelo junto a Goleman,
reclama que su propuesta de inteligencia emocional, a diferencia de la de Mayer y Salovey, está
orientada también a intentar predecir los patrones de comportamiento y sus consecuencias en la
forma de vida y los resultados de trabajo (Boyatzis y Sala, 2004).
Modelo de Barn-On (2000,2006)
Al igual que el anterior, este modelo trata de dar respuesta a cuáles son los factores que permiten
diferenciar a las personas que consiguen el éxito de las que no. Recogiendo tradiciones anteriores
de Darwin (1872), Weschler (19458), Gardner (1983) y Mayer y Salovey (1997), Bar-On, considera
que la clave del éxito se establece en factores que no tienen que ver con la inteligencia cognitiva.
(…) Finalmente propone un modelo multifactorial con el objeto de aumentar las habilidades
involucradas en la inteligencia no cognitiva.
Bar-On (1997) definió la inteligencia emocional como un conjunto de habilidades personales,
emocionales y sociales y de destrezas que influyen en nuestra habilidad para adaptarnos y enfrentar
las demandas y presiones del medio. A partir de esta idea fundamenta su modelo teórico dónde la
inteligencia emocional se relaciona con el potencial para el rendimiento, pero considerándolo como
un proceso mucho más importante que los logros a conseguir. La inteligencia emocional se
compone de cinco factores principales (ver Tabla 4).
Tabla 4. Modelo de Bar-On (adaptado de Barn-On, 2000, 2006)
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Factores
Componente Intrapersonal
Evalúa la auto identificación general
del individuo haciendo referencia a la
capacidad para expresar y comunicar
los sentimientos de uno mismo
Componente Interpersonal
Capacidad para escuchar, comprender
y apreciar los sentimientos de los otros
Componente Manejo del estrés
Control que se tiene para mantener la
calma y afrontar las situaciones
estresantes
Adaptabilidad-Ajuste
Capacidad para tratar con los
problemas cotidianos.
Estado de ánimo general
Optimismo y capacidad para mantener
una actitud positiva
En contraposición, algunos expertos critican el
Subcomponentes (Habilidades)
Autoconocimiento emocional
Asertividad
Auto-concepto
Independencia
Auto-evaluación
Empatía
Responsabilidad Social
Relaciones Interpersonales
Tolerancia al estrés
Control impulsivo
Validación
Flexibilidad
Solución de problemas
Optimismo
modelo de Barn-On, alegando que es que no se
puede agrupar características personales ligadas a las emociones (D’Amico, 2008).
Referencias Bibliográficas
Bisquerra, R. (2003). Educación emocional y competencias básicas para la vida. Revista de
investigación educativa, 21(1), 7-43. Recuperado de:
http://revistas.um.es/rie/article/view/99071
Bisquerra, R. y Lymuns, G. (2018). Diccionario de emociones y fenómenos afectivos. Universo de
emociones. España.
Cortés, J. A. (2016). Liderazgo Emocional: Impacto en los colaboradores. Tesis doctoral. Universidad
Jaume I. España.
Fernández- Berrocal, P. & Extremera- Pacheco, N. (2005). La Inteligencia Emocional y la
educación de las emociones desde el Modelo de Mayer y Salovey. Revista Interuniversitaria
de Formación del profesorado, 19(3), 63-93. Recuperado de:
http://emotional.intelligence.uma.es/documentos/pdf61modelo_de_mayer_salovey.pdf
Morlán, L. (2012). Cerebro emocional. Conceptos de historia, localización y función. Avances en
Supervisión Educativa, (16). Recuperado de:
https://avances.adide.org/index.php/ase/article/view/501/341
Sitios web de interés
•
•
•
Laboratorio de emociones de la Universidad de Málaga:
http://emotional.intelligence.uma.es/
Grupo de Investigación en Educación Emocional de la Universidad de Barcelona:
http://www.ub.edu/grop/
Universo de emociones: https://universodeemociones.com
16
•
•
•
•
Página personal de Rafael Bisquerra (catedrático de la Universidad de Barcelona con
numerosas publicaciones en el ámbito de la educación emocional)
http://www.rafaelbisquerra.com/es/
Manuales para desarrollar competencias emocionales en distintas edades. Proyecto de la
diputación de Guipúzcoa, España.
http://www.eskolabakegune.euskadi.eus/web/eskolabakegune/material-de-ladiputacion-de-guipuzcoa
Programa RULER para el desarrollo de competencias sociales y emocionales de la
Universidad de Yale: https://www.rulerapproach.org/
Página de la Universidad New Hampshire (Jhon Mayer).
https://mypages.unh.edu/jdmayer/publications
17
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