Materia: Pensamiento filosófico sobre Dios y la religión Unidad 1: El fenómeno religioso UNIDAD 1 EL FENÓMENO RELIGIOSO TEMA 1.1 UNIVERSALIDAD DEL FENÓMENO RELIGIOSO 1.1.1. El origen de la religión A lo largo de la historia siempre ha estado presente la preocupación por descubrir los orígenes de la religión. Los grandes filósofos de la antigüedad clásica, desde Tales de Mileto, Parménides y Heráclito hasta Platón y Aristóteles, hablaron del tema de la religión. La consideraban implícita o explícitamente ligada a la naturaleza del hombre. Tampoco faltaron en la antigüedad pensadores que criticaron las formas en que la religión se expresaba en su tiempo. Ya Evémero (280 a.C.) en su Hiera agrapha (discurso sagrado) hablaba de una isla, Panchaia, cuyos primeros reyes serían nada menos que Urano, Cronos y Zeus; es decir los dioses de los antiguos griegos. Esta explicación recibió el nombre de evemerismo, teoría que afirma que la creencia en los dioses surgió del culto que se dio a reyes y héroes antiguos. Por otro lado, es célebre la frase de Jenófanes (570 a.C.) que vale la pena transcribir completamente: “Negros y chatos, así imagina a los dioses el etíope, pero de ojos azules y rubios se imagina el tracio a los suyos... Si bueyes, caballos y leones tuvieran manos como los hombres, si pudieran pintar como éstos y crear obras del arte, pintarían los caballos dioses caballunos, bovinos los bueyes, y según la propia apariencia formarían la apariencia de sus dioses”. Nos encontramos aquí con dos fuertes críticas al sistema religioso de la época. Dos pensadores que buscaron la causa de las formas de religión y además secularizaron dos dimensiones de la divinidad que eran: • • El politeísmo. La representación antropomórfica de los dioses. No se trata aquí todavía de una negación de la divinidad. El mismo Jenófanes afirmaba la existencia de un dios al que describe de la siguiente forma: “Un dios es entre los dioses y entre los hombres el más grande, no comparable a los mortales en figura ni en pensamientos. Todo ojo, todo oído y todo pensamiento es su ser, siempre en el mismo lugar se mantiene sin movimiento y no es propio de él ir acá o allá, sino que sin esfuerzo abraza el todo con el poder de su espíritu”. La negación sistemática y absoluta de una dimensión sobrenatural vino más adelante y llegó a su cima durante el siglo XIX. Diversos etnólogos se sirvieron de la división evolutiva de la historia del hombre llevada a cabo por Auguste Comte (1798-1857) para explicar el origen de la religión. Comte partía del supuesto de que la sociedad y la humanidad misma han de pasar por una evolución análoga a la de las ciencias, que es, además la 03/07/02 1 Materia: Pensamiento filosófico sobre Dios y la religión Unidad 1: El fenómeno religioso evolución misma del entendimiento humano. El hombre, ya sea en las ciencias, como en su historia, ha pasado por tres estados: El teológico o ficticio El hombre explica las cosas recurriendo a principios y fuerzas sobrenaturales y de carácter personal. El metafísico o abstracto El hombre sustituye lo sobrenatural por lo abstracto, y recurre a fuerzas y causas a modo de entidades ocultas que explican la naturaleza. El científico o positivo El hombre renuncia a un saber absoluto y se conforma con conocer las meras relaciones entre fenómenos, esto es, las leyes. Al aplicar estas leyes al pensamiento religioso, se afirmaba implícita o explícitamente que hubo un periodo inicial de la historia en que el hombre era arreligioso y se negaba la universalidad del fenómeno religioso; éste no sería más que un producto accidental del primer estado de la evolución social del hombre, un apéndice que poco a poco iría desapareciendo. Veremos muy sumariamente cuatro propuestas surgidas durante este periodo1. 1.1.1.1. Max Müller y la mitología natural2 Según esta escuela, los dioses no son otra cosa que las cualidades o atributos que se han asignado en un principio a los fenómenos naturales sorprendentes: • La fuerza de los truenos. • El esplendor de los rayos. • La devastación de los terremotos, etc. Convertidos en entidades personales como consecuencia de haber olvidado su primitivo carácter de atributo. De este modo cuando, por ejemplo, el primitivo veía un volcán en erupción atribuía a éste el adjetivo de poderoso. Este atributo con el paso del tiempo se personificaba y se convertía en la mente del primitivo en el Poderoso, un ser sobrenatural con la característica de la potencia. 1.1.1.2. El animismo de E. B. Tylor3 Para Tylor el elemento más común a todas las religiones era la creencia en seres espirituales. Esta creencia surgiría de la experiencia que el hombre hace de su dualidad alma-cuerpo. Esta alma sobrevive a la muerte y sigue actuando benéfica o negativamente en el mundo de los vivos Esta dualidad alma-cuerpo no se aplica sólo al hombre, a los espíritus de los muertos, sino también a las cosas del mundo, la naturaleza, los fenómenos ambientales, etc. El hombre primitivo habría sentido la necesidad de venerar estos espíritus para salvarse de cualquier daño que éstos le puedan infringir, 1 Sigo en esta parte la síntesis elaborada por J. Martín Velasco op. Cit., p. 25 y ss. Cfr. M. Müller, Introduction to the science of religion, London, 1873; Natural Religion, London, 1889 3 Cfr. E. B. Tylor, Primitive Culture, 2 vol. London, 1871 2 03/07/02 2 Materia: Pensamiento filosófico sobre Dios y la religión Unidad 1: El fenómeno religioso dando así origen a la religión. 1.1.1.3. J. G. Frazer: la magia, origen de la religión4 Según esta corriente, en la historia del hombre se habrían dado tres estados: • • • El mágico. El religioso. El científico. La magia es una actitud emparentada con la ciencia y diametralmente opuesta a la religión. Tanto la ciencia como la magia están basadas en la convicción de unas leyes que, una vez descubiertas, pueden ser manejadas por el hombre. La religión, por el contrario, sería la creencia en un mundo sometido al capricho de los espíritus. Ahora bien, cuando el hombre descubre su incapacidad de dominar la naturaleza mediante la magia, se abraza a la religión. Según éstos cuando el hombre descubra las leyes de la naturaleza, no mediante la magia, sino mediante la ciencia, abandonará la religión. ¿Cuáles son los presupuestos comunes de estas escuelas? • Consideran la religión como un producto cultural del hombre que ha aparecido en una época determinada de la historia. • Poseen un esquema positivista de interpretación histórica: la religión, según éstos, pertenecería al primer estado mítico de la humanidad. Este estado provisorio y primitivo dejaría paso al estadio metafísico y finalmente al estado definitivo, que es el científico. • Existe una obsesión por los orígenes del hecho religioso. La visión que está de fondo es la negación de la religión como un hecho originario. • Aplican el esquema evolucionista (el de los tres estados de Comte) para explicar el nacimiento y desarrollo de las religiones. 1.1.1.4. El método histórico de W. Schmidt y el monoteísmo primitivo5 Esta última escuela está en abierta contraposición con las anteriores. W. Schmidt, investigador católico, intentó subsanar mediante su método histórico el error de base de los métodos evolucionistas anteriores. Éstos veían el hecho religioso como un dato natural al que se podrían aplicar las mismas leyes de la evolución de las realidades naturales. W. Schmidt partió de la convicción de que el hecho religioso es una realidad humana y, por lo tanto, histórica. Basado en una abundante documentación, descubrió que en todos los círculos de cultura más primitiva aparece la figura del ser supremo, aun cuando no en todas aparezca con la misma fuerza. Esta observación le llevó a postular la tesis de una revelación primitiva de la que se derivarían las demás formas religiosas por una involución o regreso a formas menos elaboradas. Esta última explicación es interesante, sin embargo, es necesario hacer algunas 4 Cfr. J. C. Frazer, The Golden Bough, MacMillan and Co. London, 1932 Cfr. W. Schmidt, Handbuch der Vergleichenden Religionsgeschichte (ed. española: Manual de Historia comparada de las religiones, Madrid, 19412). 5 03/07/02 3 Materia: Pensamiento filosófico sobre Dios y la religión Unidad 1: El fenómeno religioso observaciones con respecto a este supuesto monoteísmo primitivo. En primer lugar La presencia de un ser superior no basta para calificar a una religión de monoteísta. Muchas religiones mantienen, juntamente con el ser supremo, la existencia de numerosos dioses menores; además, la tesis de la revelación primitiva no es científicamente demostrable. En segundo lugar En W. Schmidt sigue presente el esquema evolutivo de la religión, aquí en sentido inverso, y la preocupación por el origen de la religión propia de la época. Estas teorías han quedado superadas con el progreso en los estudios de la religión porque a fin de cuentas resulta científicamente imposible determinar cuál es la forma primera y originaria de religión. La respuesta a la pregunta ¿cuándo el hombre “comenzó” a ser religioso? no se puede dar en modo definitivo. Sólo sabemos que siempre que se han hallado indicios de vida humana inteligente, allí ha habido indicios de simbolismo religioso. 03/07/02 4 Materia: Pensamiento filosófico sobre Dios y la religión Unidad 1: El fenómeno religioso 1.1.2. Religión en acto y religión en potencia Pero, ¿hubo un momento en la historia del hombre en que no fue religioso? Es ésta una pregunta importante. Si se hipotiza la respuesta afirmativa, entonces se podría afirmar que la dimensión religiosa no pertenece a la esencia del hombre, no sería un proprium del hombre. Aunque no podemos, como hemos dicho, determinar cuándo, en qué momento, el hombre comienza a manifestar su religiosidad, sí se puede dar una solución a este problema con una distinción fundamental entre religión en acto y religión en potencia. En los albores del hombre hubiera sido posible un periodo sin manifestaciones religiosas explícitas, es decir, sin formas de culto, rituales, creencias determinadas. Sin embargo, la dimensión religiosa estaría latente, en estado embrionario, o mejor, en potencia. La aspiración sobrenatural estaría detrás de la observación de los astros, el comportamiento de los animales, el misterio de la fertilidad y la realidad de la muerte. El hombre primitivo, en definitiva, manifestaría su religiosidad en el mismo instante en que se preguntara el porqué de todos esos fenómenos6. 1.1.3. La religión de los orígenes: la aportación de las ciencias positivas7 En el estudio filosófico sobre la religión nos es de mucha utilidad la aportación de otras ciencias que se ocupan del fenómeno religioso. Veremos sumariamente: • • • Lo que estas ciencias nos dicen sobre los restos que han dejado los primeros hombres. Cómo se ha expresado la religión en la literatura y el arte. Qué relación existe entre religión e historia. 6 Veremos con más detalle este punto en el tema VIII: el fundamento del fenómeno religioso. Para un estudio más profundo del tema remitimos al lector a M. Eliade, Historia de las creencias y de las ideas religiosas, Cristiandad, Madrid, 1978; o la obra de A. C. Bouquet, Comparative Religion, Penguin Books ltd., Middlesex, 1961. 7 03/07/02 5 Materia: Pensamiento filosófico sobre Dios y la religión Unidad 1: El fenómeno religioso 1.3.1.1. Etnología religiosa y arqueología La etnología religiosa Es la ciencia que estudia las creencias y cultos de los pueblos. Cuando se habla de pueblos nos referimos a los grupos humanos que fundan su unidad en una parentela común o por elementos culturales comunes. La arqueología Es el estudio de los restos, las ruinas y los monumentos de las culturas antiguas. Es, pues, una parte de la historia que trata, no de acontecimientos, sino de objetos materiales. La primera dificultad que encontramos en nuestro estudio es la falta de datos abundantes y claros para estudiar la religiosidad antigua. Se suele decir que lo que nos queda de la religiosidad antigua es un esqueleto. Es pues un problema grande comprobar cómo era la religiosidad antigua. Algunos autores identifican la falta de datos y vestigios con la noreligiosidad. Se puede superar de algún modo este problema, como ha propuesto Mircea Eliade, siguiendo el método comparativo, es decir, haciendo una analogía con los pueblos existentes en la actualidad que parecen haber mantenido las formas propias del estado primitivo. Estos pueblos reciben el nombre de iliteratos (sin escritura). Esta comparación, sin embargo, se debe hacer con cautela; hay que tomar en cuenta que los pueblos aborígenes que subsisten hoy han estado sometidos también a un desarrollo histórico y, por lo tanto, nos darán sólo algunas pistas para comprender la religiosidad de los primeros hombres. Paleolítico o Edad de la piedra antigua Neolítico o edad del Bronce Paleolítico o Edad de la piedra antigua Tenemos que remontarnos al Paleolítico o Edad de la piedra antigua. Se estima que este periodo duró alrededor de dos millones de años y terminó hacia el 9 mil a.C. En este intervalo de tiempo nació el homo sapiens. Entre los 35 y 9 mil años a.C. hay un grande desarrollo artístico. De este periodo son las grandes pinturas rupestres de Altamira (España) y Dodogne (Francia), entre otras. 03/07/02 6 Materia: Pensamiento filosófico sobre Dios y la religión Unidad 1: El fenómeno religioso De estos milenios no tenemos más que pinturas, osamentas, sepulcros, arreglos funerarios y utensilios de piedra. No poseemos testimonios escritos, no sabemos por tanto cómo se desarrolló la religiosidad de estos primeros hombres. Sin embargo, podemos descubrir en estos testimonios la presencia de un simbolismo que va más allá de la mera utilidad del momento. De los arreglos funerarios (modos de adornar las tumbas) podemos deducir la creencia en una existencia más allá de la muerte. Las pinturas de las cavernas también nos hablan de un simbolismo: la disposición claramente determinada de los animales en las paredes de una caverna de difícil acceso y sin luz, nos deja entrever que se trataba de verdaderos santuarios rupestres. Existe, por tanto, un simbolismo claramente sagrado de las representaciones pictóricas en las cavernas. Hubo un culto relacionado con los animales ligado a una mística que muestra un alto grado de reflexión por parte del hombre primitivo. Los estudiosos de la religión concluyen que la documentación actualmente disponible nos permite afirmar que el hombre de la piedra conocía mitos relacionados con el origen del mundo, la fertilidad, la creación, etc. y por lo tanto era un ser profundamente religioso. Neolítico o edad del Bronce Entre el 9 mil y el 3 mil a.C. se sitúa el Neolítico o edad del Bronce. El hombre pasó de la recolección y la caza a la agricultura. Se formaron los primeros pueblos y se adoptó el modo de vida sedentario. De este periodo son los grandes monumentos de piedra o megalíticos, como por ejemplo el templo circular de Stonenhenge en Inglaterra. Predomina el culto a la fertilidad, propio de las culturas agrícolas. La religiosidad neolítica era una religiosidad cósmica, centrada en la renovación cíclica de la naturaleza en las cuatro estaciones. Al final de este periodo aparecieron los primeros escritos que expresaban fundamentalmente las concepciones religiosas del hombre primitivo: Una religiosidad arcaica que nos sirve para comprender el periodo neolítico anterior, pero que está ya modificada e influenciada por la nueva civilización; es decir, por la mitología de la Edad del hierro. 03/07/02 7 Materia: Pensamiento filosófico sobre Dios y la religión Unidad 1: El fenómeno religioso Debemos afirmar, por tanto, que el homo sapiens que apareció hacia el 30 mil a.C. diseñaba grutas y refugios, modelaba la arcilla, esculpía la piedra, practicaba diversos cultos y llevaba a cabo ritos fúnebres. Este hombre de las cavernas nos ha dejado abundantes pruebas de un pensamiento religioso que va más allá de la necesidad de la supervivencia. Allí donde existen indicios de vida humana, existen indicios de actividad religiosa. El hombre religioso está radicado en la historia y ha dejado huellas de sus múltiples experiencias ya desde el Paleolítico. 1.1.3.2. Historia de la literatura y del arte Las mayores y más antiguas obras literarias son de carácter religioso: Enuma Elis Alrededor del siglo XII a. C. se compuso este el poema cosmogónico con la intención de exaltar el dios babilónico Marduk, a la vez que da una explicación religiosa del origen del cosmos. Rig-Veda Yendo hacia oriente nos encontramos con el Rig-Veda, la colección más antigua de los escritos Veda, compuestos entre los siglos XVIII y VII antes de Cristo en las cercanías del Punjab, India. La mayor parte de estos himnos están dedicados a la divinidad. Épica de Gilgamesh En 1850 se descubrió la Épica de Gilgamesh, el mayor trabajo de la literatura mesopotámica de profundo carácter religioso. Por lo tanto, ya en el segundo milenio antes de Cristo, los testimonios escritos más antiguos muestran un alto desarrollo religioso y una visión del mundo y del hombre basada e inspirada en la religión. A los escritos antes mencionados hay que añadir los testimonios escultóricos y arquitectónicos que han ido saliendo a la luz gracias a la arqueología. Ya desde el paleolítico los hombres modelaron estatuillas, pintaron las cavernas o santuarios y construyeron edificios con una marcada finalidad religiosa. Estos templos, santuarios rupestres, etc. se encuentran esparcidos por los cinco continentes y manifiestan gráficamente la visión que tenían del cosmos, del universo sagrado y profano, de las diversas esferas de la realidad. Ya hemos nombrado el templo circular de Stonenhenge en Inglaterra. Se podrían nombrar además de éste: Las pirámides egipcias o las mayas de Centroamérica. Los templos de Angkor Wat en Camboya, Borobudur en Indonesia. Ellora y Ajanta en la India. Los zigurat babilónicos, entre otros. Dada la monumentalidad de los templos y santuarios, es necesario afirmar la importancia que la religión ha tenido desde los inicios de la civilización humana. La 03/07/02 8 Materia: Pensamiento filosófico sobre Dios y la religión Unidad 1: El fenómeno religioso grandeza del templo refleja, de alguna manera, el deseo de asegurarse la protección de la divinidad en un determinado lugar. 1.1.3.3. Historia La historia de las civilizaciones está marcada por la religión. Los avances, las conquistas, las construcciones tienen la mayor de las veces un claro carácter religioso. La religión se descubre a lo largo de la historia de los pueblos como la fuerza unificadora de la cultura. Por este motivo es imposible comprender las grandes culturas sin la concepción religiosa que éstas poseían. 1.1.4. Visión sincrónica: La presencia de la religión en todos los pueblos Finalmente, después de haber mostrado los datos que confirman la presencia de testimonios religiosos desde tiempos inmemoriales, es decir que la religión acompaña al hombre a lo largo de su historia (visión diacrónica: a través del tiempo), podemos concluir este apartado con el testimonio de la presencia del fenómeno religioso, no ya desde una perspectiva diacrónica, sino también sincrónica; es decir, en un momento determinado de la historia: En todos los pueblos y culturas estudiadas por los etnólogos la religión constituye un elemento fundamental. Más aún, se puede afirmar que todas las culturas se constituyen con un marcado carácter religioso, a partir de la experiencia religiosa de la comunidad y como respuesta a las inquietudes religiosas de los hombres. Se puede decir, en definitiva, que “el corazón de cada cultura está constituido por su acercamiento al más grande de los misterios: el misterio de Dios”8. Una vez terminado el tema 1.1 puede continuar con el tema 1.2 8 Juan Pablo II, discurso en la sede de la ONU el 5 de octubre de 1995 03/07/02 9 Materia: Pensamiento filosófico sobre Dios y la religión Unidad 1: El fenómeno religioso TEMA 1.2 LA CIENCIA DE LA RELIGIÓN 1.2.1. Aspectos generales Definición de ciencia ¿Qué se entiende por ciencia? En sentido clásico la ciencia es cognitio rerum per causas (conocimiento de un determinado objeto por sus causas); en un sentido más amplio es el conjunto sistemático de las conclusiones referidas a un determinado objeto. Para poder hablar de ciencia se necesita: 1º Un objeto (obiectum materiale). 2º un punto de vista desde el cual se estudiará el objeto (obiectum formale quod). 3º un instrumento para la observación (obiectum formale quo); 4º un método adecuado al objeto, un modo de proceder en la investigación. 1.2.2. Las diversas ciencias que se ocupan de la religión El fenómeno religioso puede ser observado desde varias ópticas y de acuerdo con diversos métodos de investigación. Por este motivo, el primer paso que debemos dar es poner los límites de nuestro tratado: ¿desde qué punto de vista vamos a analizar el fenómeno religioso y qué método vamos a seguir en esta búsqueda? En primer lugar, analicemos las ciencias que tratan el tema religioso. De éstas se pueden distinguir dos tipos: Las ciencias positivas o descriptivas Se limitan a constatar el hecho y describir las características comunes recurrentes en todas las religiones. Ciencias positivas son la sociología de la religión, la fenomenología histórica, la psicología religiosa, etc. Las ciencias normativas Van a las causas del objeto, descubren las leyes que lo rigen y, por lo tanto, dicen no solo cómo están las cosas sino como deben ser. Éstas son dos: la filosofía y la teología de las religiones. 03/07/02 10 Materia: Pensamiento filosófico sobre Dios y la religión Unidad 1: El fenómeno religioso 1.2.2.1. Ciencias positivas o descriptivas a) La sociología de la religión Analiza la religión en cuanto referida al hombre en su convivencia social así como el influjo entre la religión y el hombre en la formación y desarrollo de las sociedades. Trata de comprender la organización y la estructura de una comunidad religiosa y sus relaciones con la vida secular. En síntesis: “La sociología de la religión se define frecuentemente como el estudio de la interrelación entre religión y sociedad y las formas de interacción que existe entre ellas”9. b) La fenomenología histórica de la religión Analiza el recorrido histórico de las religiones y los factores comunes que a lo largo de la historia se encuentran en las expresiones religiosas del hombre. También recibe el nombre de historia comparada de las religiones. Este estudio exige una suspensión de los prejuicios que provienen de la propia experiencia religiosa para contemplar la religión con la máxima objetividad. Prejuicio aquí no tiene otro sentido que el conjunto de creencias anteriores a la investigación. No tiene por lo tanto ninguna connotación negativa. Más aún, para que este estudio alcance plenamente su objetivo y ofrezca una verdadera explicación del fenómeno, es necesario que el fenomenólogo sea a su vez un homo religiosus. 1.2.2.2. Ciencias normativas a) Teología de las religiones Estudia a Dios y sus obras según el punto de vista de una religión particular. Esta teología profundiza en las creencias y en las verdades de fe que una religión considera como definitiva, sirviéndose del estudio de los libros sagrados y de la razón iluminada por la fe. De este modo se puede hablar de una teología cristiana, islámica, judía, etc. En el caso de la teología católica, el objeto de estudio es Dios y el punto de partida es aquello que Dios ha revelado. Se trata de una reflexión acerca del dato revelado. b) Teología natural o filosofía de Dios Es el estudio de Dios, de su existencia y de sus atributos, a partir de la reflexión racional. Tiene en común con la teología el objeto material, Dios, pero difieren en el método: la filosofía de Dios parte de la razón, mientras que la teología parte, como se dijo, del dato revelado. Se trata de un estudio de carácter metafísico en cuanto ve a Dios como causa y principio de toda la realidad, estudia sus atributos y su acción. c) La filosofía de la religión Estudia la religión para llegar al significado del hecho religioso, buscando lo esencial y común a todas las religiones. Se trata, por tanto, no de un acercamiento histórico-comparativo, sino de un análisis crítico y, por tanto, normativo de la religión. Dado que el objetivo de la filosofía es reconducir a una unidad la multiplicidad de la experiencia, la filosofía de la religión analizará el fundamento último de esa experiencia religiosa. 9 M. Dhavamony, Phaenomenology of religion, PUG, Roma, 1973 pág. 9 03/07/02 11 Materia: Pensamiento filosófico sobre Dios y la religión Unidad 1: El fenómeno religioso La filosofía de la religión comprende la fenomenología de la religión como un paso previo. La fenomenología de la religión es, en cuanto tal, una ciencia positiva, sin embargo, la podemos considerar como un puente entre ambas. La fenomenología de la religión analiza los diversos elementos comunes que surgen en todas las religiones. Busca clasificar las diversas manifestaciones del fenómeno religioso y poner en evidencia lo que es esencial en una religión y lo que distingue a la experiencia religiosa de cualquier otra manifestación del espíritu humano. La fenomenología de la religión tomará en cuenta todos los datos que le ofrecen las demás ciencias positivas que estudian la religión y ofrecerá un material adecuado para la reflexión filosófica. El presente apartado tendrá, por lo tanto, dos partes fundamentales. • • En primer lugar, un análisis fenomenológico de la experiencia religiosa. En segundo lugar, una síntesis filosófica. Se buscará pasar por lo tanto del fenómeno religioso al fundamento último. 1.2.3. Fenomenología Fenómeno, del griego phainomenon, significa primariamente “lo que aparece” y es sinónimo de manifestación o síntoma. De este modo hablamos de las manifestaciones que nos descubren una causa que las produce. Ejemplo. Cuando hablamos de los síntomas de una enfermedad, nos referimos a un número de eventos específicos que nos hacen suponer la existencia de una enfermedad determinada. En ámbito filosófico las cualidades sensibles que perciben nuestros sentidos nos manifiestan la existencia de una sustancia estable, fundamento de estas cualidades. Este modo de concebir el fenómeno como “manifestante” del fundamento es propio del realismo filosófico. Sin embargo, y sobre todo a partir de la revolución copernicana iniciada con Kant, que puso como objeto de investigación la sola conciencia, el fenómeno se opone al así llamado noúmeno o fundamento de los accidentes (la cosa en sí). Es decir, el fenómeno se convierte en un obstáculo que oculta la existencia, el ser en sí de la realidad. Fenomenología, por tanto, se puede entender de dos modos. En primer lugar Como un sistema filosófico que comporta un punto de vista particular y reticente a la instancia metafísica y que tiene como iniciador a Edmund Husserl. Para esta escuela el problema del ser debe ser puesto entre paréntesis. Se debe dirigir la atención más bien al mundo de la conciencia y del yo trascendental10. Es decir, el sujeto que conoce sólo puede tener certeza de las ideas e impresiones que se presentan a su conciencia y no de las cosas realmente existentes. El fenómeno será, desde esta perspectiva, el simple aparecer de impresiones y contenidos de conciencia, sin posibilidad de llegar a la realidad misma en cuanto tal. En segundo lugar Fenomenología, en un sentido más amplio y realista es concebida como un método de investigación. El método fenomenológico 10 A. Alessi, Filosofia della religione, LAS, Roma 19942 pág. 136-137 03/07/02 12 Materia: Pensamiento filosófico sobre Dios y la religión Unidad 1: El fenómeno religioso será una lectura atenta y objetiva, libre de prejuicios, de los fenómenos tal como se nos presentan11. Nosotros nos servimos de la fenomenología en este último sentido. 1.2.4. La posición del cristiano ante el estudio de la religión12 Para estudiar la religión, ¿debe poner el cristiano entre paréntesis sus convicciones religiosas como supuestamente lo exigiría el método fenomenológico? El cristiano cree que Cristo es la Palabra definitiva que Dios tenía que decir al hombre. Por lo tanto, en la Iglesia se encuentra la plenitud de la revelación. Esta convicción podría significar para algunos un obstáculo que deformaría el estudio científico de la religión. Sin embargo no es así. Quien tiene más luz puede ver mejor las cosas. A la luz de Cristo, plenitud de la Revelación de Dios, se ven con más claridad los intentos a veces heroicos de los hombres por encontrar a Dios, con todos los aspectos positivos y con todas los titubeos, errores y desviaciones. Por otro lado se ve con más claridad la acción del Espíritu Santo en el corazón de los hombres y en el seno de las culturas. Como dice el Papa Juan Pablo II, en su encíclica misionera Redemptoris missio n. 28: 11 Cfr. B. Mondin, Il problema di Dio, E.S.D. 1999, pág. 18 Remitimos al lector a la interesante colección de editoriales de la Civiltà cattolica: Il dialogo tra le religioni, Elle di Ci, Torino, 1996. 12 03/07/02 13 Materia: Pensamiento filosófico sobre Dios y la religión Unidad 1: El fenómeno religioso “El Espíritu, pues, está en el origen mismo de la pregunta existencial y religiosa del hombre, la cual surge no sólo de situaciones contingentes, sino de la estructura misma de su ser...” “La presencia y la actividad del Espíritu no afectan únicamente a los individuos, sino también a la sociedad, a la historia, a los pueblos, a las culturas y a las religiones, En efecto, el Espíritu se halla en el origen de los nobles ideales y de las iniciativas de bien de la humanidad en camino; “con admirable providencia guía el curso de los tiempos y renueva la faz de la tierra”. Cristo resucitado “obra ya por la virtud de su Espíritu en el corazón del hombre, no sólo despertando el anhelo del siglo futuro, sino también, por eso mismo, alentando, purificando y corroborando los generosos propósitos con que la familia humana intenta hacer más llevadera su vida y someter la tierra a este fin”. Es también el Espíritu quien esparce “las semillas de la Palabra” presentes en los ritos y culturas, y los prepara para su madurez en Cristo”. No es necesario, por tanto, poner entre paréntesis las propias convicciones religiosas para buscar una pretendida imparcialidad y objetividad científica. Hemos dicho que el estudioso debe ser a su vez un homo religiosus. Ahora bien, no existe un homo religiosus a secas: todo estudioso, sea de la confesión religiosa que sea investigará la religión partiendo de las convicciones que la religión ha impreso en su modo de pensar. Insistimos por tanto en la imposibilidad de la pura objetividad, que no es, sin embargo, obstáculo en la búsqueda de la verdad. El card. Ratzinger lo expresa claramente en su libro Introducción al cristianismo: “...En la respuesta hay siempre parte del problema y del que lo plantea; en ella se refleja no sólo la naturaleza en sí, en su pura objetividad, sino también parte del sujeto humano. También esto puede aplicarse al problema de Dios. No se da el puro observador. No se da la objetividad pura. Cuanto más alto humanamente está el objeto y cuanto más entra y compromete al propio observador, es menos posible la pura distancia, la pura objetividad. Si la respuesta es objetivamente imparcial, si la expresión supera finalmente los prejuicios de los inocentes y se explica como científica, el locutor se ha engañado a sí mismo. Al hombre no se le concede tal objetividad. No puede poner problemas ni existir como puro observador. Quien intente serlo, no experimenta nada. Por eso la realidad ‘Dios’ sólo aparece a quien entra en el experimento de Dios, en la fe. Quien entra, experimenta. Sólo quien coopera en el experimento, pregunta, y quien pregunta, recibe respuesta”13. Otra cosa, sin embargo, es hacer apologética. La ciencia de la religión no busca defender los dogmas cristianos sino estudiar, sirviéndose de los mejores métodos, el fenómeno religioso. El estudioso de la religión no pretende dar, al menos en el ámbito de la fenomenología, juicios de valor sobre las diversas manifestaciones religiosas, sino buscar, como hemos dicho, los elementos generales comunes a todas las religiones. Como consecuencia de su estudio sereno objetivo podrá descubrir, siguiendo la tradición de la Iglesia, las semillas del Verbo esparcidas en el seno de todas las culturas. 13 J. Ratzinger, Introducción al cristianismo, Sígueme, Salamanca 1992 p. 145 03/07/02 14 Materia: Pensamiento filosófico sobre Dios y la religión Unidad 1: El fenómeno religioso Una vez terminado el tema 1.2 puede continuar con el tema 1.3 TEMA 1.3 DEFINICIÓN DE RELIGIÓN 1.3.1. Definición de religión Hemos visto que la religiosidad acompaña al hombre desde sus orígenes. Tarea de la fenomenología de la religión es la de describir los elementos característicos de esta experiencia religiosa, distinguiéndola de otras manifestaciones humanas. Más difícil es determinar, sin embargo, el porqué de esta conciencia religiosa. Será necesario más adelante pasar de la descripción fenomenológica a un estudio propiamente filosófico de las causas últimas de este fenómeno. 1.3.1.1. Definición de religión 1.3.1.1. Definiciones y etimologías de la religión Si nos atenemos a la etimología y a las definiciones clásicas (Cicerón, Lactancio, santo Tomás de Aquino), el término religión proviene del latín religio y puede venir de dos verbos latinos: Relegere Para los que acepten este término, la religión será un releer o considerar atentamente lo concerniente a los dioses. Como dice Cicerón: “aquellos que vuelven diligentemente con el pensamiento, por así decir, como si repasaran lo que concierne al culto de los dioses, se les llama religiosi legendo, de la misma forma que elegantes viene de eligendos y de diligendo los diligentes y de inteligendo los inteligenti14. Religare Si se prefiere deducir el término del verbo latino religare, la religión será un hallarse unidos y vinculados (religati) a Dios por este vínculo de la piedad15. Santo Tomás de Aquino privilegia la segunda definición y hace de la religión una virtud por la cual los hombres rinden el culto debido a Dios. El hombre religioso por excelencia es aquel que se ofrece totalmente a Dios como holocausto16. Estas definiciones clásicas tienen el mérito poner en evidencia la relación que se debe establecer entre el objeto (Dios) y el sujeto (el hombre religioso) de la religión. Sin embargo, sobre todo en santo Tomás, se ve la religión principalmente desde el aspecto moral, como una virtud humana; además, las ciencias positivas de la religión surgidas en estos últimos dos siglos han echado una nueva luz sobre el problema de la religión, haciendo necesaria una comprensión más adecuada del fenómeno religioso. Si nos atenemos ahora, no tanto al origen etimológico de religión sino a las manifestaciones de la religión, nos encontramos con una diversidad de intentos de definición y explicación del fenómeno religioso. Inmanuel Kant En su obra “La religión dentro de los límites de la mera razón” considera la religión como el reconocimiento de los deberes humanos como si fuesen mandamientos divinos. 14 De Natura deorum, II, 72 Cfr. Lactancio, Divinae institutiones, IV, 28 16 S. Theol. IIª II ae, q. 186, a. 1; In III Sent. d. 33, q. 3, a. 4. 15 03/07/02 15 Materia: Pensamiento filosófico sobre Dios y la religión Unidad 1: El fenómeno religioso Herbert Spencer La religión es el reconocimiento de que todas las cosas son manifestaciones de un poder que trasciende nuestro conocimiento. J. C. Frazer Entiende por religión el tentativo por parte del hombre de conciliar aquellas fuerzas que ve superiores a él. Estos poderes los ve capaces de dirigir y ordenar el curso de la vida humana y de la naturaleza. H. Bergson Se trata de una reacción defensiva natural contra lo que podría ser depresivo para el individuo o disolvente para la sociedad en el ejercicio de la inteligencia. Erik Fromm Concibe la religión como cualquier sistema de pensamiento o acción que, condividido por un grupo, da al individuo una orientación y un objeto de devoción. Matthew Arnold No es más que la ética amplificada por el sentimiento. Émile Durkheim Una definición descriptiva más completa parece ser la de este autor:“una religión es un sistema solidario de creencias y prácticas relativas a cosas sagradas, es decir, separadas, prohibidas, creencias y prácticas que unen en una misma comunidad moral, llamada Iglesia, a todos los que se adhieren a ella”17. Esta definición refleja principalmente el aspecto externo: sistema de creencias y prácticas, pero descuida el fenómeno religioso desde un punto de vista subjetivo; es decir, la religión como respuesta del hombre a una realidad que lo trasciende. 1.3.1.2. ¿Qué es la religión? Todas estas definiciones captan sin duda algún elemento válido presente en el fenómeno religioso. Dependen fuertemente de la perspectiva y del método que se emplea en la investigación (punto de vista sociológico, psicológico, moral, etc). Sin embargo, no llegan a tocar los puntos fundamentales. Más aún, cuando se absolutiza el punto de vista se cae en el error de medir la experiencia religiosa basándose más en prejuicios ideológicos que en un serio análisis de los hechos. Estos prejuicios en muchos autores son de orden empirístico o materialista. Ven la religión como la expresión de una tendencia meramente subjetiva y sentimental o meramente funcional y cultural. La religión no sería más que la respuesta del hombre a su estado de inseguridad o precariedad ante el medio ambiente, ante la prepotencia de los poderosos, ante la cultura o la muerte. Por ahora nos conformamos con definir la religión como un conjunto de símbolos (ritos y mitos) y leyes con los cuales el hombre expresa su relación de sumisión a la divinidad18. De acuerdo con esta definición de Battista Mondin, la religión es ciertamente un sistema de creencias y prácticas, pero además y principalmente es una respuesta del hombre que se expresa a través de diversas acciones encaminadas a acercar la trascendencia a su vida. En esta definición están implicados los siguientes conceptos: 1º Un sujeto: el hombre religioso, dentro de una comunidad. 17 18 Las formas elementales de la vida religiosa, Alianza, Madrid 1993, pág. 98 Battista Mondin, Il problema di Dio, op. cit., pág. 39 03/07/02 16 Materia: Pensamiento filosófico sobre Dios y la religión Unidad 1: El fenómeno religioso 2º Unos actos determinados que se concretan en ritos, mitos, leyes, instituciones, etc. 3º Un objeto de veneración: Dios único, o multitud de dioses, espíritus, y en definitiva, todo lo que esté ligado a la trascendencia. 1.3.2 Clasificación de las diversas religiones Hemos visto la dificultad para dar una definición satisfactoria de la religión en la que se puedan sentir identificadas todas las religiones y todos los estudiosos del fenómeno religioso. Por consiguiente, esta dificultad se encontrará también a la hora de buscar criterios de clasificación de las religiones. Los siguientes cuatro criterios de clasificación nos podrán ofrecer una luz sobre la complejidad del fenómeno religioso: 03/07/02 17 Materia: Pensamiento filosófico sobre Dios y la religión Unidad 1: El fenómeno religioso 1.3.2.1. A partir de la diversidad del sentimiento religioso 1.3.2.2. Según sea el universalismo de la religión19 1.3.2.3. Según el modo de concebir la relación con la divinidad 1.3.2.4. Según el modo de concebir lo Sagrado20 1.3.2.1. A partir de la diversidad del sentimiento religioso Esta clasificación fue propuesta por el fenomenólogo Van der Leeuw21: El criterio determinante del fenómeno religioso es la diversidad del sentimiento religioso. Van der Leeuw clasifica las diversas manifestaciones con las siguientes denominaciones: • • • • • • • • Religión del alejamiento o de la fuga. Religión del combate. De la quiete. De la inquietud. De la nada. De la piedad. De la majestad y humildad. Del amor, etc. 1.3.2.2. Según sea el universalismo de la religión22 Otra posibilidad es seguir el criterio del universalismo de la religión: existen religiones que tienden a identificarse con un grupo étnico o cultural y, por lo tanto, serán religiones que se restringen a un contexto geográfico concreto y reducido. Otras religiones, por el contrario, tienen dentro de sí el germen de la expansión, de trascender los límites geográficos de la comunidad religiosa en la que surge. En estas religiones se promoverá la misión, el internarse en otros pueblos y en otras culturas para transmitir esa experiencia religiosa. Según este criterio, por tanto, las religiones se clasifican en: • • Religiones nacionales. Religiones universales23. 19 Cfr. Martín Velasco, op. cit. p. 73; Fr. Heiler, Das Gebet, Munich, 1923 Hacemos aquí una aclaración técnica: usamos el término Sagrado (en mayúscula) para indicar la Realidad trascendente que es el objeto de la religión. En los demás casos, cuando se usa como adjetivo, o como cosas sagradas usamos la letra minúscula. 21 Fenomenología de la religión, Fondo de cultura económica, México 1964, pág. 562; A. Alessi, op. cit. pág. 44 22 Cfr. Martín Velasco, op. cit. p. 73; Fr. Heiler, Das Gebet, Munich, 1923 23 A. Alessi, op. cit. pág. 45 20 03/07/02 18 Materia: Pensamiento filosófico sobre Dios y la religión Unidad 1: El fenómeno religioso 1.3.2.3. Según el modo de concebir la relación con la divinidad Esta clasificación del fenómeno religioso pone como criterio el modo en que se instaura la relación personal con la divinidad: Las religiones místicas darán preferencia a la contemplación extática, más allá de todo discurso racional, entablando una relación en la que el sujeto religioso tiende a ser absorbido por la realidad sagrada. Otras religiones darán prioridad al aspecto de la palabra, la transmisión de oráculos y mensajes que la divinidad envía a través de sus elegidos para bien de la comunidad. 1.3.2.4. Según el modo de concebir lo Sagrado24 Finalmente, se puede tomar como criterio el modo en que lo Sagrado es concebido por la comunidad religiosa. Así se dan seis formas principales de religiones: Primitivas La de los pueblos iliteratos Politeístas Creencia en muchas divinidades. Dualistas Creencia en dos principios, uno del bien y uno del mal. Monistas Creencia en un dios-totalidad que lo abarca todo. Del silencio de dios La trascendencia de la divinidad hace imposible hablar de ella. Monoteístas Creencia en un solo dios25. Es necesario concluir que estas clasificaciones no son excluyentes. En todas las religiones se pueden encontrar elementos que trascienden el esquema conceptual en el que los estudiosos les pueden colocar. Estas clasificaciones más que ser definitivas o exactas, orientan la comprensión del fenómeno religioso. 1.3.3. Características comunes a toda religión La religión tiene diversos aspectos o dimensiones. En todas las religiones se encuentran: • Doctrinas. • Mitos. • Enseñanzas éticas y sociales. • Rituales. • Instituciones sociales. • Experiencias y sentimientos propios (creación de edificios, arte, música, etc.). Sin embargo, no todas las religiones poseen, por ejemplo, estructuras definidas e 24 Hacemos aquí una aclaración técnica: usamos el término Sagrado (en mayúscula) para indicar la Realidad trascendente que es el objeto de la religión. En los demás casos, cuando se usa como adjetivo, o como cosas sagradas usamos la letra minúscula. 25 A. Alessi, op. cit. pág. 47 03/07/02 19 Materia: Pensamiento filosófico sobre Dios y la religión Unidad 1: El fenómeno religioso institucionalizadas, tales como la Iglesia en el cristianismo o el sanga (orden monástica propia del budismo). Por otro lado, sobre todo en las religiones tribales, donde la religión se identifica con un grupo, no se da una neta separación entre la comunidad de los “creyentes” y un “orden” que se dedique exclusivamente al culto. Ahora bien, en mayor o menor grado, en todas las religiones se encuentran las siguientes características comunes: a) Fe en una realidad trascendente Se habla aquí de “realidad trascendente”, término más general que “ser superior” porque existen religiones en las que no está bien definida la existencia de un ser superior personal. Esta realidad Trascendente puede ser un dios personal: Yahvé, Alá, Zeus o un estado trascendente como el nirvana. También algunas religiones podrían considerar como ser superior la Madre Tierra o el universo mismo dentro de una concepción panteísta. b) Diferencia entre sagrado y profano Lo sagrado es el estado propio de la divinidad, estado de trascendencia ontológica, apartado de los hombres y de la realidad profana. Lo profano, por el contrario, sólo se puede definir en relación con lo sagrado como el mundo de lo limitado, homogéneo y sin valor ontológico propio. Lo profano es lo que está fuera del ámbito de lo sagrado. Lo profano es lo ordinario, lo común, lo no consagrado y temporal26. Sin embargo, lo Sagrado hace irrupción en lo profano, dándole un punto de referencia y una dirección temporal. c) Algunos actos específicos referidos a lo Sagrado Estos actos son el culto, la adoración, la purificación, el rito, etc. Por medio de estos actos el hombre religioso se pone en contacto con la divinidad, con sus antepasados, estrecha los lazos culturales, su pertenencia al hábitat en el que desenvuelve su vida, etc. ch) Un código moral que se considera venido de la divinidad Es la norma de comportamiento del hombre ante lo Sagrado, ante los demás miembros de la comunidad religiosa y ante la naturaleza. Este código moral es absoluto, se manifiesta en forma de prohibiciones (tabúes) y quien no las cumple queda excluido de la comunidad y desamparado, pues lo Sagrado ya no lo protege. d) Un sentimiento particular ante lo Sagrado27 A este sentimiento se le llama sentimiento numinoso. Es un sentimiento contrastante, diverso de cualquier otro sentimiento. Ante lo Sagrado se siente miedo, pavor, reverencia, amor, deseo. Cuando el hombre descubre lo Sagrado quisiera ser absorbido y desaparecer en él, conservando, sin embargo 26 M. Dhavamony, op. cit. pág. 71 Trataremos nuevamente este punto en la siguiente unidad. Para una mayor profundización remitimos a las obras clásicas: R. Otto, Lo Santo, Madrid, 19682; M. Eliade, Lo Sagrado y lo profano, Guadarrama, Madrid 1973 27 03/07/02 20 Materia: Pensamiento filosófico sobre Dios y la religión Unidad 1: El fenómeno religioso su propia identidad. e) La oración Que es el modo de dirigirse a la divinidad. Rezos, oraciones, contemplación extática. f) Una visión del mundo que trata de iluminar el sentido de la vida Al interno de la religión se explican los problemas fundamentales de la existencia humana: el origen, el destino, la muerte, el más allá, la bondad o maldad del mundo y de la naturaleza humana. Así por ejemplo, dependiendo de la concepción que se tenga de la muerte y del más allá (resurrección, aniquilamiento, reencarnación) se tendrá un modo de comportamiento durante la vida: mors speculum vitae (la muerte es el espejo de la vida). 03/07/02 21 Materia: Pensamiento filosófico sobre Dios y la religión Unidad 1: El fenómeno religioso g) Una organización de la vida basada en esta visión del mundo Si el hombre es un ser naturalmente social, el hombre religioso no se concibe fuera de la comunidad religiosa en la que vive. Como dicen los Zela, pueblo del sudeste de la República del Congo: “una persona que se encierra en sí misma es una persona muerta”. En la mayoría de las culturas la sociedad gira en torno a las acciones religiosas. El día se divide de acuerdo a las actividades litúrgicas, a la división en castas corresponde una pluralidad de dioses protectores, el comercio y la aplicación de la justicia, etc. h) Un grupo social definido que establece el puente entre lo Sagrado y el pueblo Casta sagrada, sacerdotes, iniciados, etc. Una vez terminado el tema 1.3 puede continuar con el tema 1.4 TEMA 1.4 EL OBJETO DE LA RELIGIÓN: LO SAGRADO Hemos visto que en la religión entran en juego tres elementos fundamentales: 1º El sujeto que ha hecho la experiencia religiosa. 2º El objeto de esa experiencia, que es aquello hacia el cual converge la mirada del homo religiosus. 3º Los actos con los que este hombre se pone en contacto con lo Sagrado. En este apartado analizaremos el objeto y los actos religiosos. El estudio del sujeto lo haremos a la hora de tratar la filosofía de la religión. A la pregunta ¿por qué el hombre es religioso? Podemos responder con Mondin que, en último análisis, el hombre es religioso porque está dotado de la capacidad de encontrar en la realidad la dimensión de lo sagrado28. Esta realidad trasciende la esfera del sujeto, del individuo y de la comunidad que adora, reza, ofrece sacrificios. Esta realidad puede ser considerada en una determinada religión como un Dios personal, como un número determinado de divinidades o como un más allá desconocido y trascendente. A esta realidad, trascendente el mundo y a la vez, íntimamente ligado a él, los fenomenólogos de la religión llaman lo Sagrado. 1.4.1. Significado etimológico 28 B. Mondin, Dio chi è, Massimo, Milano pág. 73 03/07/02 22 Materia: Pensamiento filosófico sobre Dios y la religión Unidad 1: El fenómeno religioso El modo más común de denominar lo Sagrado es Dios (divino, divinidad). Este nombre deriva del genitivo griego de Zeus (Ζεύς, ∆ιός) y antes, del indoeuropeo deiwos que significa cielo29. Por lo tanto, la idea de dios está relacionada con la noción de divinidad celeste y de allí que esté emparentado con la luz, la trascendencia, la soberanía y la creatividad. El término griego Θεός (Theós) proviene de otra raíz. Su radical (Θε, The) indica primariamente el alma, y en concreto, el espíritu del muerto30. El término que ha tenido mayor acogida entre estudiosos de la religión ha sido Lo Sagrado, término usado por Rudolph Otto y Mircea Eliade con el significado de Trascendencia no sólo entitativa sino también axiológica, es decir, moral, del objeto de la religión. El término español proviene del latín sacrum, que proviene a su vez del verbo latino sancire, es decir, conferir validez, realidad. La raíz indoeuropea de sancire nos lleva al griego γ-ιoς (hágios), ser inviolable, santo y al sánscrito yaj: veneración31. También se habla de la divinidad como el o lo absoluto. El primer significado de este término es lo no relativo; es decir, libre de toda relación, sumisión o atadura; lo que no necesita de otro para ser plenamente sí mismo. 1.4.2. Definición del objeto de la religión. Lo sagrado se puede entender de dos maneras: “Las cosas sagradas”. La Realidad Sagrada trascendente. Las cosas sagradas Las cosas sagradas lo serán en cuanto manifiestan o están al servicio de esta Realidad Sagrada. Sagradas son, en un sentido muy amplio, todas aquellas cosas que están protegidas de la violación. Pertenecen a un grupo de cosas separadas, inviolables y reservadas que se vuelven objeto de respeto para el hombre. En este sentido amplio se puede hablar de deber sagrado ante la patria, la bandera, e incluso para algunos, el partido político y la ideología. En un sentido estrictamente, sin embargo, las cosas sagradas son todas aquellas cosas, utensilios, lugares, animales, que están protegidas de la profanación por parte de un 29 Esta raíz está emparentada con otras lenguas, por ejemplo deus en latín, deva en sánscrito, div en iraniano, diewas en lituano, tivar en germánico antiguo. 30 En lituano dwesiu significa respirar; en eslavo antiguo duch, respiración. Cfr. Alessi, pág.144. 31 Otros estudiosos de la religión, como Van der Leeuw, Goldammer, Durkheim, utilizan el término mana. Esta voz ha sido tomada de la Polinesia y quiere decir fuerza, poder o influencia. Se trata de una fuerza no física, en grado de influir para bien o para mal y de tomar posesión de los seres vivientes. Es una potencia misteriosa y activa, de orden frecuentemente impersonal difundida en la realidad y que confiere poderes a quien la posee. Este término no refleja, sin embargo, del modo más perfecto la realidad de lo Sagrado: esta mana no necesariamente es de orden sobrenatural, mientras que los polinesios sí creían en un dios supremo y personal, mientras que el mana no sería más que lo Sagrado en sentido atributivo. Cfr. A. Alessi, op. cit. pág. 145. 03/07/02 23 Materia: Pensamiento filosófico sobre Dios y la religión Unidad 1: El fenómeno religioso grupo de creyentes32. Las cosas sagradas se oponen a las cosas profanas, es decir a toda la realidad que no está directamente relacionada con lo Sagrado. Estas realidades se vuelven sagradas no por sí mismas sino porque a través de ellas el hombre religioso percibe la acción de una Realidad Trascendente: lo Sagrado, que mediante las cosas sagradas se pone en contacto con el hombre religioso. La Realidad sagrada Van der Leeuw El objeto de la religión es algo diverso de todo lo demás, algo que nos sorprende. Se trata de un objeto inaudito, que está por encima de lo ordinario. Y se ve así a causa de la potencia que se percibe en ese objeto33. Dhavamony Lo Sagrado es aquello que lo profano no puede tocar impunemente34. Robert H. Lowie Recalca que la religión primitiva se caracteriza por el sentido de lo Extraordinario, de lo Misterioso o de lo Sobrenatural. El hombre religioso responde a esta realidad con el asombro y la admiración35. Lo Sagrado es, en definitiva, aquello que es inviolable; dicho en modo positivo: aquello que da fundamento a todo lo demás. En este sentido lo Sagrado tiene una relación profunda con el fundamento del ser. El hombre religioso percibe que lo Sagrado hace que las cosas reales sean verdaderamente reales. Desde esta perspectiva, todas las cosas que participan del Ser, tienen un sentido de sacralidad, participan de lo Sagrado según el grado en que cada cosa se encuentra con relación al ser. 1.4.3. Actitud del hombre ante lo Sagrado: El sentimiento numinoso Para el hombre religioso, lo Sagrado se presenta misterioso, en el sentido de que no es capaz de entenderlo mediante una explicación racional exhaustiva y escapa a todo intento de conceptualización unívoca. Lo ve inmutable, más allá del tiempo y del espacio, pero a la vez da fundamento a todo cuanto existe. Lo ve, en fin, como algo que lo supera infinitamente. Ante lo Sagrado, el hombre se percata de su nulidad. Si por una parte el hombre ante lo Sagrado se da cuenta de su estado de nada, al mismo tiempo siente el deseo irresistible de acercarse a él para participar de su ser. En 32 cfr. M. Dhavamony, op. cit. pág. 73 Cfr. Fenomenología de la religión, op. cit. pág. 13 34 M. Dhavamony, op. cit. pág. 73. 35 In Dhavamony, op. cit. pág. 76. 33 03/07/02 24 Materia: Pensamiento filosófico sobre Dios y la religión Unidad 1: El fenómeno religioso el primer aspecto entra el “terror”, pánico ante el misterio (Mysterium tremendum); terror reverencial al sentirse incapaz de huir de su mirada. Ante lo Sagrado, el hombre se siente desnudo, desarmado, totalmente cercado por lo Sagrado. Sin embargo, este terror ante lo Sagrado no se manifiesta en un alejamiento, en un no querer saber nada de él. Esta realidad que aterroriza al hombre se presenta como fascinante. El Mysterium fascinans es la admiración del hombre ante esta realidad y ante el deseo de participar de su grandeza, de su ser. Rudolph Otto llama Sentimiento numinoso a esta experiencia propia del hombre ante lo Sagrado. Este aparece como el singular estado del espíritu que tiene conciencia de lo misterioso, terrible y sagrado que inspira temor y constituye un elemento fundamental de la experiencia religiosa. Este sentimiento es más profundo que un simple estado emocional. Es más bien algo que engloba a toda la persona. El objeto de la experiencia religiosa es el Mysterium tremendum et fascinans. Esta experiencia trasciende toda explicación psicologista o reductiva. Evoca admiración ante la majestad o poder de la divinidad, admiración que se vuelve fervor, adoración y atracción hacia este objeto totalmente fuera de lo ordinario. Es, a la vez, un sentimiento del estado de criatura, por la que el hombre descubre su total dependencia de lo Sagrado. 03/07/02 25 Materia: Pensamiento filosófico sobre Dios y la religión Unidad 1: El fenómeno religioso 1.4.4. Lo Sagrado en algunas religiones 1.4.4.1. Religiones tradicionales africanas 1.4.4.2 Religiones semitas 1.4.4.3. El problema del Budismo 1.4.4.1. Religiones tradicionales africanas El universo africano es muy variado como para tratar todas las manifestaciones posibles de lo Sagrado en pocas líneas. Sin embargo, se pueden encontrar algunos elementos comunes: • • • • El valor de la persona humana. El respeto de la responsabilidad individual y colectiva. El sentido de fraternidad universal. La participación y las relaciones que el hombre puede establecer con el mundo invisible, etc. Para el hombre religioso africano el mundo invisible es tanto o más real que el mundo visible que nos rodea. El hombre no puede permanecer vivo si no es en la búsqueda cotidiana de una relación íntima con los antepasados y con los dioses secundarios, quienes son intermediarios o manifestaciones del Ser Supremo. Esta relación se expresa en los ritos que sacralizan todos los momentos de la vida. No obstante la multitud de dioses y seres invisibles, lo Sagrado en las religiones africanas tiende a ser un Dios único, cercano-lejano, garante del orden del mundo, de la armonía de los seres y de las cosas y del sentido de la existencia. Mediante una especie de unión vital, el hombre entra en contacto con el mundo invisible: primero con los antepasados, después con todas las potencias y divinidades con diversos nombres y cualidades que no son más que manifestaciones de ese Dios único. 1.4.4.2 Religiones semitas Nos referimos aquí al Judaísmo y al Islam. Ambas religiones comparten un origen y una noción común con respecto al objeto de la religión: lo Sagrado es identificado con un Dios personal, único, Señor de la vida. 03/07/02 26 Materia: Pensamiento filosófico sobre Dios y la religión Unidad 1: El fenómeno religioso Judaísmo Para la religión judaica, Yahvé es la única realidad en sí (Yo soy). La narración del origen del mundo tal como aparece en el primer capítulo del Génesis manifiesta la convicción de que Dios, a diferencia de los dioses babilónicos, ha creado todo de la nada y sólo con el poder de su palabra. La creación es obra del poder de Dios y, a la vez, manifestación de su bondad: “Y vio Dios que era bueno”. En consecuencia, Dios queda completamente libre ante su creación. Si crea es por pura bondad. En esta concepción de Dios aparece la doble visión de lo Sagrado como Tremendum et fascinans. El hombre siente terror ante la presencia de Yahvé. Moisés, por ejemplo, después de ver la zarza ardiente se cubre el rostro pues temía ver a Dios (Éx. 3, 6). Yahvé es el Dios de los ejércitos, el Omnipotente, el que escruta los corazones y ante el cual nada está oculto. Sin embargo, en el judaísmo, el amor juega un papel preponderante, un amor que llega a ser apasionado; en el Éxodo se dice que Yahvé hablaba con Moisés cara a cara, como habla un hombre con su amigo (33, 11). Dios se acerca al hombre mostrándole su majestad, pero también su atracción. Hasta tal punto llega esta atracción, que el núcleo de toda la religión judaica es amar a Dios con todo el corazón, con toda el alma, con todas las fuerzas. El Islam La exclamación que abre la oración ritual musulmana es Allahu akbar, sólo Dios es grande. Esta oración se encuentra en la boca del musulmán en todas las circunstancias de la vida; es la exclamación en el momento del sufrimiento, en la alegría, en la sorpresa Alá lo es todo; Alá es el fundamento del ser. Lo Sagrado en el Islam se manifiesta como un Dios omnipotente e incognoscible al que no se puede acercar sin purificación. Un Dios terrible, pero compasivo y misericordioso, que exige amor y piedad, pero sobre todo sumisión, pues él es el protector y el providente de su pueblo y toda la existencia depende radicalmente de él. La ley moral es inmutable al ser un mandato de Alá a la que todos deben cumplir so pena de arriesgar la vida. Aquí está el fundamento de la religión islámica. De hecho Islam significa sumisión. 1.4.4.3. El problema del Budismo El ideal de la religión budista es la liberación del sufrimiento y de la reencarnación. Es por lo tanto una doctrina que busca, no tanto decir cómo están las cosas en sí, sino más bien mostrar un camino de salvación pues la existencia profana es inestable, transitoria y repleta de angustia y sufrimiento. En el budismo lo Sagrado no es ni una persona, ni una fuerza. Aquí radica la dificultad de clasificarlo como religión propiamente tal. Algunos han llegado a decir que el budismo no es más que un sistema filosófico, una racionalización extrema de las 03/07/02 27 Materia: Pensamiento filosófico sobre Dios y la religión Unidad 1: El fenómeno religioso creencias hinduistas, un ateísmo radical. Otros autores hablan más bien de un agnosticismo; ante la incapacidad de describir la trascendencia se prefiere el silencio. Por este motivo al budismo se le ha llamado la religión del silencio de Dios. Para esta religión lo Sagrado consistiría en un estado de liberación absoluta que está fuera de cualquier cambio, más allá de cualquier sentimiento, es un estado de iluminación absoluta, una paz jamás rota: el nirvana. Nirvana significa literalmente extinción e indica la extinción absoluta del deseo de vivir que se manifiesta con la avidez, la cólera llena de odio, de confusión y la ignorancia que es la causa de todos los males del mundo. Pero el nirvana es algo más que el propio aniquilamiento. Más bien, es una realidad positiva pero expresada negativamente. El nirvana es el fin de las aspiraciones del hombre, el descanso eterno de la contingencia y del dolor mediante una iluminación radical: la no existencia del yo personal. Para entender la concepción que tiene el budista de lo Sagrado, tenemos que comprender la génesis del pensamiento de Buda (el iluminado). Sidharta, Buda, nace en la India del siglo VI a.C. hijo de una familia noble de la casta de los Brahmanes. Después de una vida cómoda y superficial, vive en el mundo que le rodea la experiencia de la vejez, de la enfermedad y de la muerte. Abandona el palacio para buscar la vía de la salvación. Después de ponerse bajo la guía de diversos maestros que no lo satisfacen, decide buscar la salvación por sí mismo. Se pone a reflexionar debajo de un árbol y finalmente le viene una inspiración, que él llamará después iluminación. Esta inspiración se resume en las cuatro nobles verdades y en la vía de los ocho elementos. 03/07/02 28 Materia: Pensamiento filosófico sobre Dios y la religión Unidad 1: El fenómeno religioso Las cuatro nobles verdades son: 1º la vida como sufrimiento: el nacimiento significa sufrimiento, la enfermedad es sufrimiento, la muerte es sufrimiento. Incluso los placeres, a causa de su condición efímera, son sufrimiento. 2º el origen del sufrimiento es el deseo. El deseo hace que el hombre busque siempre nuevos placeres que no pueden ser alcanzados, y el deseo de vivir. El deseo estaría por lo tanto a la base de la reencarnación. 3º para librarse del sufrimiento y de la reencarnación es necesario destruir el deseo; de este modo se llegará al nirvana. 4º la cuarta verdad expone la vía para destruir el deseo. Esta vía consiste en ocho elementos: la opinión justa, el pensamiento justo, la palabra justa, la actividad justa, los medios de existencia justos, el esfuerzo justo, la atención justa, la concentración justa. A modo de conclusión, es necesario distinguir en el budismo la teoría y la doctrina, de la práctica y de la vida. Si bien una élite reducida permanece fiel a la forma más rigurosa del budismo, la mayoría de los seguidores de Buda viven el budismo como una religión, adorando a los dioses, orando, llevando a cabo manifestaciones de culto, elevando al mismo Buda al rango de un dios. El primer camino Es el más estrecho, es el llamado pequeño vehículo (Hinayana) que no reconoce ninguna divinidad personal y que más que ser religión es una ascesis negativa de autoaniquilamiento. El segundo camino Es conocido como el gran vehículo (Manayana) que es el propio de la religión popular. Esta distinción muestra hasta qué punto el hombre va más allá de la doctrina. La religión viva del creyente budista es innegable, aun cuando la teoría nos haga dudar de su clasificación como religión. 1.4.5 La hierofanía 1.4.5.1 Noción Hierofanía viene de hieros (sagrado) y faino (manifestar). La hierofanía es la manifestación de lo Sagrado en y a través de lo profano. Es de esta manera que el hombre religioso se da cuenta de esta realidad totalmente superior a sí, diversa del mundo pero que se manifiesta a través de este mundo. Como dice Eliade: “el hombre entra en conocimiento de lo Sagrado porque se manifiesta, porque se muestra como algo diferente por completo de lo profano”. Esta manifestación de lo Sagrado es del todo particular: se manifiesta permaneciendo misterioso. San Juan de la Cruz expone poéticamente esta verdad: ¡Oh bosques y espesuras, plantadas por la mano del Amado! 03/07/02 29 Materia: Pensamiento filosófico sobre Dios y la religión Unidad 1: El fenómeno religioso ¡Oh prado de verduras, de flores esmaltado! Decid si por vosotros ha pasado. Mil gracias derramando pasó por estos sotos con presura, y, yéndolos mirando, con sola su figura vestidos los dejó de hermosura36 Aquí es donde los fenomenólogos de la religión encuentran la causa de la diversidad de las expresiones sagradas. Lo Sagrado se manifiesta permaneciendo escondido; según ellos, lo que el hombre capta directamente no es propiamente lo Sagrado en sí, sino la manifestación del mismo en las cosas creadas. Por esta razón, por su condición de manifestación ambigua, de una Realidad inmutable surgen expresiones religiosas variadas e incluso contradictorias. La hierofanía es la manifestación de lo Sagrado en y a través de lo profano. La cosa profana, allí donde se ha percibido la presencia y la acción de lo Sagrado, permanece ontológicamente la misma; sin embargo, para la conciencia religiosa, ella comienza a formar parte de las cosas “consagradas”, pertenecientes a la dimensión y a la propiedad de lo Sagrado. Esta cosa en la que se ha efectuado una manifestación sagrada queda separada, pertenece a las cosas prohibidas, intocables, destinadas a un uso ya no profano sino sagrado. Testimonios de esto los tenemos en todas las religiones. En el Islam, por ejemplo, el lugar en donde se ha erigido una mezquita se ha convertido en el lugar de encuentro entre Alá y sus seguidores y, por lo tanto no puede ser destinado a ninguna otra función. 36 San Juan de la Cruz, Cántico espiritual 4 y 5 03/07/02 30 Materia: Pensamiento filosófico sobre Dios y la religión Unidad 1: El fenómeno religioso Dice Eliade a propósito: El hombre entra en conocimiento de lo sagrado porque se manifiesta, porque se muestra como algo diferente por completo de lo profano Para denominar el acto de esa manifestación de lo sagrado hemos propuesto el término de hierofanía, que es cómodo, puesto que no implica ninguna precisión suplementaria: no expresa más que lo que está implícito en su contenido etimológico, es decir, que algo sagrado se nos muestra. Podría decirse que la historia de las religiones, de las más primitivas a las más elaboradas, está constituida por una acumulación de hierofanías, por las manifestaciones de las realidades sacras [...] Se trata siempre del mismo acto misterioso: la manifestación de algo “completamente diferente”, de una realidad que no pertenece a nuestro mundo, en objetos que forman parte integrante de nuestro mundo “natural”, “profano”37. El mundo deja de ser lo que era después de la hierofanía. O mejor, el mundo se vuelve cosmos, es decir, orden, en cuanto tiene un punto y un tiempo de referencia: el tiempo y el lugar de la manifestación de lo Sagrado. En la conciencia religiosa el mundo comienza a existir sólo después de esta hierofanía. En otras palabras, la hierofanía da un sentido y una dirección al mundo. 1.4.5.2. La manifestación de lo Sagrado en el espacio y en el tiempo Elemento característico de la conciencia religiosa es la distinción de niveles. El hombre religioso no puede aceptar la homogeneidad ni del tiempo ni del espacio. Para él la homogeneidad equivale al caos en donde no hay ningún punto de referencia. La manifestación de lo Sagrado constituye el primer y fundamental punto de referencia de esa distinción que afecta a las dos realidades que envuelven al hombre: el espacio y el tiempo. a) El espacio sagrado b) El tiempo sagrado a) El espacio sagrado A diferencia del caos en donde todo es confuso y sin valor trascendente y diferenciado, el cosmos es el espacio en donde se ha manifestado lo Sagrado, donde lo Sagrado ha vencido al caos estableciendo así una diferencia cualitativa, un punto de referencia, un centro de todo que funda la realidad y establece las coordenadas de esa realidad. El lugar en donde se ha manifestado lo Sagrado se vuelve el lugar real por excelencia. Todo otro punto será real en referencia al lugar en que se ha experimentado la hierofanía. Esta ruptura en la heterogeneidad del espacio profano establece un centro de comunicación con la divinidad, convirtiéndose así en el centro del mundo. Ese lugar sagrado se concreta en el templo. El hombre construye el 37 M. Eliade, Lo Sagrado y lo profano, op. cit. 18 03/07/02 31 Materia: Pensamiento filosófico sobre Dios y la religión Unidad 1: El fenómeno religioso templo en donde mora lo Sagrado, al centro de la ciudad. El templo se convierte en una verdadera imago mundi (imagen del mundo), signo de la derrota del caos por parte de la divinidad, punto de comunicación entre lo Sagrado y el mundo. La actitud del hombre en el templo será radicalmente diversa de su actitud en la plaza (mundo profano), tendrá unas características especiales (silencio, reverencia, temor sagrado). Para los israelitas el monte Sinaí era el lugar en el que Yahvé se reveló a Moisés. Después, cuando vagaban por el desierto, el arca era el lugar del encuentro entre Dios y su pueblo. Fue la tienda su santuario y su templo. Para los musulmanes el lugar sagrado es la Kaaba en la Meca. Todo musulmán piadoso debe hacer al menos una peregrinación en su vida al lugar santo y besar la piedra. La mezquita es la casa de Alá en donde él ha permitido que se pronuncie su nombre. Los cristianos descubren en el episodio del encuentro de Jesús con la samaritana cuál ha de ser el “lugar” en donde quiere Dios que se le rinda culto: “en espíritu y en verdad” (Jn. 4, 20-24) y san Pablo afirma: ¿No sabéis que sois santuario de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros? (1 Cor. 3, 16). El cristiano que vive de la gracia se convierte en el Templo vivo en donde habita Dios38. b) El tiempo sagrado El tiempo sagrado es el tiempo de las fiestas sacras con las que el hombre rompe con la homogeneidad del tiempo profano y trata de entrar en la historia sagrada remontándose a los orígenes. El tiempo sagrado es cíclico, reversible por naturaleza. Este es el tiempo mítico primordial hecho presente. Es el tiempo ontológico por excelencia, siempre igual a sí mismo, no cambia ni se acaba, que da consistencia al tiempo profano. Es, en definitiva, eterno presente mítico. Dice Eliade: Como el espacio, el tiempo no es, para el hombre religioso, homogéneo ni continuo. Existen los intervalos de tiempo sagrado, el tiempo de las fiestas (en su mayoría fiestas periódicas); existe, por otra parte, el tiempo profano, la duración temporal ordinaria en que se inscriben los actos despojados de significación religiosa. Entre estas dos clases de tiempo hay, bien entendido, una solución de continuidad; pero, por medio de ritos, el hombre religioso puede “pasar” sin peligro de la duración temporal ordinaria al tiempo sagrado39. Para Eliade, el hombre religioso vive en dos clases de tiempo. El tiempo sagrado es el más importante que se reactualiza constantemente mediante los ritos. A diferencia del hombre no-religioso que no concibe una ruptura en el tiempo ni un misterio en el mismo, para el hombre religioso es esencial esta diferencia de tiempos; éste conoce intervalos sagrados que tienen una estructura totalmente diferente al tiempo profano 38 Naturalmente esto no impide la construcción de iglesias en donde la Iglesia (familia de Dios) celebra las maravillas que Dios ha realizado en la historia. Sin embargo, el espacio físico deja de tener una importancia capital. Lo importante es la asamblea cristiana que se reúne en nombre del Señor. 39 Lo sagrado y lo profano, op. cit., p.25 y siguientes. 03/07/02 32 Materia: Pensamiento filosófico sobre Dios y la religión Unidad 1: El fenómeno religioso lineal pues su origen es diverso. Éste “es un Tiempo primordial santificado por los dioses y susceptible de hacerse presente por medio de la fiesta”40. 1.4.5.3. Hierofanía y revelación Si bien éste es un punto que excede el estudio netamente fenomenológico, pues no es competencia de la fenomenología dar juicios de valor, conviene, sin embargo, aclarar algunas ideas acerca de la distinción entre hierofanía y la revelación en sentido estricto. Es necesario en este punto hacerse la siguiente reflexión: ¿Cómo ha de entenderse esta manifestación, esta hierofanía? ¿Se debe entender como una revelación positiva, en el que Dios da a conocer su voluntad en modo análogo a la revelación bíblica? Para el cristiano, Cristo es la revelación definitiva de Dios. La revelación es la amorosa comunicación de Dios y de su misterio íntimo al hombre para hacerlo partícipe de la salvación. Dios se va manifestando progresivamente en el pueblo de Israel mediante los patriarcas, la Ley de Moisés, los profetas, hasta llegar a la plenitud en Cristo, el Hijo de Dios, que conoce las profundidades del misterio divino en cuanto Segunda Persona de la Santísima Trinidad. 40 Íbid. 03/07/02 33 Materia: Pensamiento filosófico sobre Dios y la religión Unidad 1: El fenómeno religioso Las demás manifestaciones de lo Sagrado se deben ver a la luz de la acción del Espíritu Santo que va esparciendo las “semillas del Verbo” para acercar a los hombres a la plenitud de la revelación. No se debe entender por lo tanto como una revelación positiva. Es necesario distinguir entre religión natural y religión revelada. Religión natural Puede ser considerada como el fruto de la percepción de hombre de la presencia de Dios en el mundo y del tentativo de acercarse a Él. Como dijimos, en esta percepción actúa el Espíritu Santo en el corazón del hombre y en el seno de la cultura41 para conducirlo hacia la plenitud de la verdad (1 Tim. 2, 4). El hombre descubre esta presencia en su contacto con el mundo, en las manifestaciones de las potencias naturales, del misterio de la vida y de la muerte y, sobre todo, cada vez que entra dentro de sí para preguntarse por el origen y el destino de su vida. Religión natural En un momento de la historia Dios quiso acercarse más directamente al hombre para apartarlo de la ambigüedad de la religión natural y de los errores que comportaba la búsqueda a tientas de la salvación y se le reveló en forma directa, personal, progresiva, a través de palabras y eventos que quedaron plasmados en las Sagradas Escrituras. A esta manifestación se llama en sentido estricto Revelación. En muchos ambientes hoy en día se niega la distinción entre religión natural y revelación, poniendo en entredicho, incluso en ámbito católico, la única revelación en Jesucristo. Las raíces de esta actitud hay que buscarlas, de acuerdo con la declaración Dominus Iesus, “en algunos presupuestos, ya sean de naturaleza filosófica o teológica, que obstaculizan la inteligencia y la acogida de la verdad revelada”: 1º La convicción de la inaferrabilidad y la inefabilidad de la verdad divina, ni siquiera por parte de la revelación cristiana; 2º La actitud relativista con relación a la verdad, en virtud de lo cual aquello que es verdad para algunos no lo es para otros; 3º La contraposición radical entre la mentalidad lógica atribuida a Occidente y la mentalidad simbólica atribuida a Oriente; 4º El subjetivismo de quien, considerando la razón como única fuente de conocimiento, se hace incapaz de levantar la mirada hacia lo alto para atreverse a alcanzar la verdad del ser; 5º La dificultad de comprender y acoger en la historia la presencia de eventos definitivos y escatológicos; 6º El vaciamiento metafísico del evento de la encarnación histórica del Logos eterno, reducido a un mero aparecer de Dios en la historia42. Una vez terminado el tema 1.4 puede continuar con el tema 1.5 41 42 Cfr. Juan Pablo II, Redemptoris Missio, 28 Cfr. Declaración de la Sagr. Congr. para la Doctrina de la Fe, Dominus Iesus, del 6 de agosto de 2000, nº 4. 03/07/02 34 Materia: Pensamiento filosófico sobre Dios y la religión Unidad 1: El fenómeno religioso TEMA 1.5. LA EXPRESIÓN RELIGIOSA El hombre no se queda indiferente ante la acción de lo Sagrado. Esa experiencia existencial se transforma en acción personal. La fantasía del hombre religioso no es vasta y, en cierto sentido, no tiene límites. Ve a sus dioses, relata sus hazañas, los adora y por medio de sacrificios intenta mostrar su propia disponibilidad y sumisión a la divinidad. En esta unidad estudiaremos, por tanto, el mito, el rito, los sacrificios y la adoración. 1.5.1. El mito El mito 1.5.1.1. Definición 1.5.1.2. Función 1.5.1.3. Verdad 1.5.1.3. Estructura y estilo 1.5.1.1. Definición En sentido general, mito significa simplemente cuento, narración. Dentro del contexto de una religión el mito se define como palabra original y primera, dada una vez para siempre y siempre actual, creadora de sentido. El mito se convierte en el vehículo de acceso al misterio de la acción de la divinidad. Comúnmente se ha opuesto el mito al logos; es decir, a la palabra razonada, a la argumentación. El mito es una palabra que no exige un razonamiento, que no se juzga, que hace presente la cosa sin argumentarla. De hecho durante mucho tiempo se ha considerado al mito como narración fantástica y fabulosa que poco o nada tenía que ver con la realidad; se veía en el mito un intento de explicación no científica, fruto de una conciencia humana poco desarrollada. Sin embargo, hoy en día se está revitalizando el mito como género literario capaz de trasmitir una verdad pero en modo simbólico. 03/07/02 35 Materia: Pensamiento filosófico sobre Dios y la religión Unidad 1: El fenómeno religioso La argumentación científica no es el único modo de transmitir una verdad. Por ejemplo El mito de Cronos (tiempo en griego) que devora a sus hijos expresa la percepción del tiempo que va “devorando” a los hombres que van apareciendo en el mundo; Los mitos que narran la formación del hombre a partir del maíz o del polvo mezclado con la sangre de un dios vencido, para dar a entender de este modo, por una parte la grandeza del alma espiritual del hombre, y por otra la precariedad de su cuerpo frágil y sometido a la corrupción. 1.5.1.2. Función del mito El mito relata la metahistoria sagrada; es decir, una serie de eventos que tuvieron lugar al inicio de los tiempos, en el tiempo primordial, el tiempo de los inicios. Los actores del mito son seres sobrenaturales responsables de lo que sucede en el tiempo presente pues lo que el hombre vive en el presente es el resultado de lo que ellos hicieron al inicio de los tiempos. Para Mircea Eliade la suprema función del mito es fijar los paradigmas de todos los ritos y de todas las actividades significativas humanas: comida, sexualidad, trabajo o educación. Actuando como debe, el hombre imita los gestos paradigmáticos de los dioses, repite sus acciones incluso en momentos como la comida, o una actividad social, económica, cultural o militar43. El mito se vuelve modelo ejemplar: permite rememorar lo que los dioses hicieron en un principio para actuar del mismo modo. 1.5.1.3. Verdad del mito El mito busca dar una respuesta, una explicación a un acontecimiento presente a partir de una causa primigenia. No se debe, por lo tanto, buscar en el mito una verdad de tipo científico o histórico, sino el significado de aquello que se narra. 43 citado en Dhavamony, op. cit. pág.144 03/07/02 36 Materia: Pensamiento filosófico sobre Dios y la religión Unidad 1: El fenómeno religioso Para el hombre religioso la verdad del mito no se pone en discusión. Para él el mito es verdadero, la existencia misma del mito da prueba de su verdad. Como dice Dhavamony “Los mitos que se refieren al origen de la muerte son verdaderos porque la misma muerte es una realidad y la mortalidad del hombre lo muestra claramente”44. El mito es la expresión de lo sagrado en palabras. Expresión de esta realidad fundante, acaecida en el tiempo primordial, metahistórico, que da base y fundamento a toda otra realidad. Por este motivo su verdad no depende de su coherencia racional o de su verificabilidad historiográfica, sino de la realidad que lo profiere. El mito es vehículo de una experiencia que no pretende hacer historia ni ser objetiva. En la conciencia mítica: • • No hay una clara distinción entre lo subjetivo y lo objetivo. No hay una línea clara entre el símbolo y aquello que el símbolo representa, entre el deseo y su cumplimiento, entre la percepción y la fantasía. 1.5.1.4. Estructura y estilo del mito El objetivo fundamental del mito es etiológico (de aitia: causa, origen): trata de explicar el fundamento de la realidad. Los mitos: Dicen cómo se formó una cosa, cómo comenzó a ser. Sólo hablan de realidades, es decir, sólo de aquello que realmente ha sucedido. Hablan fundamentalmente del origen del cosmos, es decir, del momento en que se ha manifestado lo Sagrado en el mundo homogéneo de lo profano. 44 Dhavamony, op. cit., pág. 143 03/07/02 37 Materia: Pensamiento filosófico sobre Dios y la religión Unidad 1: El fenómeno religioso 1.5.2. El rito El rito 1.5.2.1. Definición 1.5.2.2. Elementos 1.5.2.3. Tipos 1.5.2.4. Ritos de iniciación y transición 1.5.2.5. Ritos de iniciación en el hinduismo 1.5.2.1. Definición El rito es la celebración de la experiencia religiosa, es el acto propio de la religión; por lo tanto, no hay que confundirlo con cualquier ceremonia profana. El rito es la religión en acto y la actualización del mito45. El hombre religioso pretende con el rito acercarse a lo Sagrado para repetir el tiempo primordial, el tiempo sagrado y vivir en él. El rito reactualiza lo que cuenta el mito. Por este motivo, el hombre religioso no separa jamás el mito del rito. 1.5.2.2 Elementos que entran en juego en el rito a) Corporeidad El rito es una actividad corporal en la que el hombre se siente activo, inmerso en la acción divina. Aquello que el hombre hace en el rito, fue hecho en el tiempo mítico por lo Sagrado. El cuerpo es central en el rito. Cada movimiento comporta un signo. El canto, las palabras, las posturas, la nutrición, todos los actos corpóreos tienen cabida en el rito. b) Conciencia El hombre participa en el rito de manera plenamente consciente aun cuando no comprenda realmente el alcance de sus actos, pues conciencia aquí significa conciencia de estar realizando obras sagradas más bien que conciencia de la trascendencia de los mismos. c) Simbolismo El símbolo se entiende generalmente como una cosa sensible que se toma como representación de otra, en virtud de una convención o por razón de alguna analogía que el entendimiento percibe entre ambos. Así, por ejemplo, el baño ritual en el río simboliza la purificación del interior del hombre. El símbolo puede representar además una realidad inaccesible al entendimiento. Si un signo es una cosa que nos hace conocer o sugerir otra, el símbolo es un signo que funciona como sustituto de la cosa; las letras funcionan como sustitutos de los sonidos y éstos a su vez simbolizan los pensamientos. Técnicamente hablando, no existe una relación natural entre el signo ortográfico, el sonido vocálico o consonántico y la idea que surge en la mente: la conexión que se establece es puramente convencional. De este modo, las acciones rituales no tienen necesariamente conexión natural con el efecto que se busca, pero toman sustitutivamente el lugar de aquello que simbolizan. 45 Cfr. Dhavamony, op. cit., pág. 158 03/07/02 38 Materia: Pensamiento filosófico sobre Dios y la religión Unidad 1: El fenómeno religioso El rito es, finalmente, un acto simbólico del cuerpo que se vuelve vehículo de su expresión. 1.5.2.3. Tipos de ritos El rito se puede clasificar de diversas maneras. Nosotros lo dividiremos en dos grandes clases: a partir de su función (ritos de terapia y antiterapia, ritos de salvación, ritos de la repetición del tiempo, ritos de revitalización, etc), o a partir de su estructura. Nosotros sólo estudiaremos éstos últimos que a su vez se dividen en tres tipos de ritos: a) Rito negativo Se trata del tabú, la ascesis, el ayuno, etc. Son ritos negativos en cuanto acentúan el aspecto de la prohibición; su objetivo es el distinguir la línea divisoria entre lo sagrado y lo profano como dos realidades diversas. b) Rito positivo o transformativo Las ofrendas, la comunión, la oración. Con estos ritos el hombre trata de acercarse a la divinidad y de poner en contacto lo sagrado y lo profano. c) Ritos de expiación o propiciación Con estos ritos el hombre busca reparar por una falta cometida y librarse del castigo y de la ira divina. 1.5.2.4. Ritos de iniciación y de transición (passage)46 El rito de iniciación se encuentra en todas las formas de religión; consiste fundamentalmente en el paso “de la vida natural a una nueva vida procurada por la aparición de lo Sagrado y el contacto con ello”47. El bautismo entre los cristianos inicia al hombre en la vida de gracia, la circuncisión entre los judíos marca el momento de la pertenencia del recién nacido a la comunidad, etc. El rito de passage48 es el rito de iniciación más importante. Su característica esencial es el paso de un individuo de un status social a otro en el curso de su vida. Marca además el punto de reconocimiento en el paso del tiempo como un nuevo año, una nueva luna, el solsticio, etc. La mayoría de los ritos de passage están conectados con etapas críticas de la vida biológica (nacimiento, madurez, reproducción y muerte). En estos ritos se dan tres etapas: 1º Rito de separación. 2º Período liminal o de espera. 46 Para una visión más amplia del tema: M. Eliade, Birth and rebirth. Rites and symbols of initiation, Harper & Row publisher, New York 1958 47 Martín Velasco, op. cit., pág. 95 48 El término técnico está tomado del francés passage que quiere decir paso o transición. 03/07/02 39 Materia: Pensamiento filosófico sobre Dios y la religión Unidad 1: El fenómeno religioso 3º Rito de agregación o de entrada. Estos tres elementos no se dan plenamente juntos en un mismo grado. La separación se da en los ritos fúnebres, la agregación se da principalmente en el rito del matrimonio. El período liminal se da cuando el participante permanece por largo tiempo en un lugar separado. 1.5.2.5. Rito de iniciación en el hinduismo Hay tres categorías de iniciación: samskara, diksa, asrama. De estas tres, nos interesa sólo exponer la primera: Samskara. Samskara es un rito de perfeccionamiento en el que se prepara a una persona (perteneciente a las tres primeras castas) para una nueva función, dándole cualidades nuevas y alejando males. Por ejemplo El Upanayana es una introducción a la sabiduría del adolescente que comprende la introducción a las escrituras sagradas. Los años que se estipulan para este paso dependen de las castas (Bhragmana: 8 a 10 años; krastrya: 11; Vaisya:12; Shudra, la casta inferior es equiparada a las mujeres. Este rito comienza con una separación. El niño come por última vez con su madre y con las mujeres. Luego se pone bajo la tutela de un maestro, se le cortan los cabellos (sentido de purificación de la vida anterior). Durante el período liminal, que suele ser el más prolongado, se le enseña a llevar la vida de adulto, sus secretos, el recto uso de sus facultades sexuales y las responsabilidades que comporta la nueva vida que va a llevar en adelante. Durante el período de espera, la única autoridad es el maestro. El paso siguiente es el segundo nacimiento. Sin este rito, el hombre no se considera verdaderamente nacido; para efectos comunitarios no vale nada. Con este rito se crea en el hombre el cosmos, el orden que vence el caos. El iniciado retorna a la casa de sus padres como un adulto, viste nuevas vestimentas, se sirve de instrumentos de caza propios de hombres. 1.5.3. El sacrificio 1.5.3.1. Definición El sacrificio resume en sí toda la relación del hombre con lo Sagrado y el reconocimiento de su grandeza. Así los cuatro fines del sacrificio son: • • • • Latría. Gratitud. Impetración. Expiación. 03/07/02 40 Materia: Pensamiento filosófico sobre Dios y la religión Unidad 1: El fenómeno religioso El sacrificio aparece como un importante rito religioso en el que el hombre religioso hace una oferta de sí mismo49. 1.5.3.2 Características del sacrificio a) Es un don por parte del hombre Con el sentido de contrato o trueque, para obtener un favor de lo Sagrado. Implica reciprocidad, un do ut des (doy para que me des), pero con la conciencia de que esta reciprocidad no se da en igualdad de condiciones. El hombre pide reciprocidad aun sabiendo que no tiene derecho a exigir nada a lo Sagrado. b) Es una propiciación Un intento de reconciliarse con lo Sagrado. El hombre le expresa el reconocimiento de su necesidad. Sentido de la inmolación. c) Comunión Esto se manifiesta sobre todo en aquellos sacrificios en los cuales una parte de la ofrenda es destinada a lo Sagrado y la otra la come el hombre. Signo de comunión con la divinidad. d) Sentido de la consagración Se destinan objetos y las personas para uso exclusivo de lo Sagrado. Estas cosas consagradas se convierten en el medio (puente) de comunión con lo Sagrado. e) Signo de gratitud Por los frutos de la tierra en el momento de la siega, o cuando la divinidad se ha mostrado benéfica de algún modo, dándole al hombre un tiempo propicio, un éxito en los negocios o cuando le ha librado de algún mal. 1.5.4. La adoración La adoración es el acto con el cual se expresa el máximo respeto y la más profunda sumisión a la divinidad. Se trata del primer deber del hombre con Dios y es la expresión fundamental de la religión. La adoración es, como dice Martín Velasco50, el acto de trascendimiento por excelencia. Esta adoración que el hombre religioso manifiesta es activa, es la respuesta que da a la divinidad con todo su ser; es el acto de reconocimiento del misterio que le circunda y la relación salvífica que le une a lo Sagrado. Por lo tanto, informa toda la vida religiosa del hombre; todo acto de culto lleva una dimensión de adoración y más que acto, hemos de considerarla como actitud fundamental del que brotan todos los demás actos religiosos. “La adoración es en realidad una forma de designar lo esencial de la actitud religiosa como ‘respuesta de la creatura a la realidad eterna’”51 Una vez terminado el tema 1.5 puede continuar con las actividades de aprendizaje 49 Dhavamony, op. cit. pág. 195 op. cit. pág. 179 51 Martín Velasco, op. cit. pág. 184. Cfr. E. Underhill, Worship, Londres 1937, 3. 50 03/07/02 41