Discurso De Graduación Buenas tardes Señor director, estimados profesores, queridos compañeros, a todos quienes hoy se sienten orgullosos por nosotros, bienvenidos y gracias por acompañarnos. Lo primero es agradecerle a Dios por permitirnos estar hoy compartiendo la satisfacción de culminar esta etapa. Muchos son los momentos que recordamos con cariño y sonrisas de nuestro proceso educativo y tal vez muchos más pasen inadvertidos, recordamos los obstáculos que superamos, todo con esfuerzo, sacrificio, perseverancia, responsabilidad, compromiso, entrega, incertidumbre y temor al futuro. Todo este tiempo de aprendizaje tuvimos el acompañamiento de los docentes quienes nos entregaron conocimiento y sobre todo nos orientan para nuestra vida, y con su intensidad impulsaron a la conformación de grupos de estudio, lo que a su vez permitió el nacimiento de amistades, que de seguro, forman parte del valioso legado que quedara con cada uno de nosotros. Precisamente, fueron nuestros amigos y amigas, pilares fundamentales para enfrentar y sobrellevar momentos difíciles que más de alguna vez tuvimos que enfrentar. Razón por la que estoy agradecido, también los unos de los otros, poque caminamos juntos, avanzamos juntos y hoy podemos estar aquí, culminando juntos. Agradecemos a nuestras familias por el sacrificio, el apoyo moral, económico, la preocupación, el consuelo, el amor y por compartir la felicidad de este día. Quiero agradecer principalmente a mi madre quien a pesar de todos los problemas que han sucedido, siempre es y será, un pilar inquebrantable de fortaleza y amor en mi vida. A mi padre y hermanos por siempre estar ahí. A los compañeros o más bien amigos, hoy somos ganadores, no de lo que finaliza, sino de los retos que empiezan, esta fue nuestra etapa de entrenamiento, no objetivo final. El objetivo final es la intensa y permanente búsqueda de nuestros sueños. También, quiero subrayar el privilegio que hemos tenido de compartir el aula, y por cierto alguna que otra actividad, sin duda ha sido una tremenda experiencia de aprendizaje y crecimiento mutuo. Nuestra convivencia diaria nos ha enseñado sobre diferentes culturas, nos han permitido nutrirnos de otras costumbres, de distintas palabras y modismos, que más de alguna vez generaron divertidas situaciones. Hoy se cierra una etapa, pero es cierto también que se inicia otra, debemos tomar nuestros caminos, debemos retomar o porque no volver a empezar. Cada uno de nosotros, orientado por sus propias convicciones y metas debe seguir edificando, debe seguir sembrando, porque no se puede pretender cosechar sin antes sembrar. Me gustaría compartirles esta frase de Nelson Mandela “La educación es el alma más poderosa que puedes usar para cambiar al mundo”. Así que compañeros a luchar por nuestros ideales. A todos y todas, muchas gracias por permitirme compartir estas palabras con ustedes, felicidades graduados y les deseo el mejor de los pronósticos para su vida.