LUAS FELIZES Eu morava em uma comunidade indígena em um país distante e bonito chamado Paraguai. Tudo na comunidade se desenvolvia com grande harmonia, mas também com disciplina. Tudo sempre foi perfeitamente organizado, como os dias, as noites, as estações do ano e os ciclos da natureza que cumpriam sua função com rigor meticuloso. Desde a infância aprendíamos a saber quem nós éramos observando as estrelas: elas brilham, algumas mais que outras, mas somente juntas elas iluminam e dão beleza à noite. Sabíamos que éramos um com a flora e a fauna. Só vivendo em harmonia com a venerável Mãe Terra, ela nos dava comida boa e saudável. Solía vivir en una comunidad indígena en un país lejano y hermoso llamado Paraguay. Todo en la comunidad se desarrolló con gran armonía, pero también con disciplina. Todo estaba siempre perfectamente organizado, como los días, las noches, las estaciones y los ciclos de la naturaleza que cumplían su función con minucioso rigor. Desde pequeños aprendimos a saber quiénes éramos mirando las estrellas: brillan, unas más que otras, pero sólo juntas iluminan y embellecen la noche. Sabíamos que éramos uno con la flora y la fauna. Sólo viviendo en armonía con la venerable Madre Tierra, ella nos dio un alimento bueno y saludable.