UNIVERSIDAD DE ACONCAGUA INFLUENCIA DE LAS ACTUALES COMPETENCIAS DOCENTES CURRICULARES Y DE ENSEÑANZA EN LOS ESTILOS DE APRENDIZAJE DE ESTUDIANTES DIGITALES FACULTAD DE HUMANIDADES ESCUELA DE PSICOLOGÍA Tesina para obtener el grado académico de Licenciado en Psicología Alumno: Matías Olmos Morales Profesor guía: Felipe Pardo Quililongo San Felipe Diciembre 2019 INDICE RESUMEN................................................................................................................................................... 3 ABSTRACT ................................................................................................................................................. 4 INTRODUCCIÓN ...................................................................................................................................... 5 DELIMITACIÓN Y PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA .............................................................. 7 PREGUNTA DE INVESTIGACIÓN ...................................................................................................... 10 JUSTIFICACIÓN DEL ESTUDIO ......................................................................................................... 11 OBJETIVOS DE INVESTIGACIÓN ..................................................................................................... 14 OBJETIVO GENERAL. ...................................................................................................................... 14 OBJETIVOS ESPECÍFICOS. ............................................................................................................. 14 MARCO TEÓRICO ................................................................................................................................. 15 1. COMPETENCIA PROFESIONAL DEL DOCENTE ...................................................................... 16 1.1. COMPETENCIAS DIGITALES. ................................................................................................. 19 1.2. COMPETENCIAS PSICOLÓGICAS. ........................................................................................ 21 1.3. COMPETENCIAS CURRICULARES Y DE ENSEÑANZA. ................................................... 24 2. DESEMPEÑO ACTUAL DE LA PROFESIÓN DOCENTE EN CHILE ....................................... 28 2.1. MARCO DE LA BUENA ENSEÑANZA CHILE....................................................................... 32 3. ESTILOS DE APRENDIZAJE EN LA EDUCACIÓN ACTUAL ................................................... 35 3.1. ESTILOS DE APRENDIZAJE DE ESTUDIANTES DIGITALES. ......................................... 36 4. GENERACIÓN Z: ESTUDIANTES DIGITALES ............................................................................ 38 4.1. CARACTERÍSTICAS DE LOS ESTUDIANTES DIGITALES. .............................................. 39 5. APRENDIZAJE SIGNIFICATIVO: SITUACIÓN ACTUAL EN LA EDUCACIÓN .................. 41 5.1. CONSIDERACIONES ACTUALES DEL APRENDIZAJE SIGNIFICATIVO. .................... 44 METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN ...................................................................................... 47 MARCO METODOLÓGICO ............................................................................................................. 47 1. ENFOQUE DE INVESTIGACIÓN. ............................................................................................... 47 2. MÉTODO DE INVESTIGACIÓN. ................................................................................................. 47 3. ESTUDIO DE INVESTIGACIÓN. ................................................................................................. 48 CONCLUSION ......................................................................................................................................... 49 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS .................................................................................................... 55 2 RESUMEN La constante evolución de las tecnologías de la información y comunicación (TICs), como así su ingreso a distintas áreas del quehacer humano, ha suscitado entre sus consecuencias la aparición de diversos cambios significativos en las formas de desarrollar y ejecutar ciertas tareas en la sociedad actual. En dicho panorama, el ámbito educativo es uno de los que ha resultado con mayor impacto en sus procesos de enseñanza, a propósito de la entrada de nuevas herramientas digitales, en la cual docentes y estudiantes han visto modificado sus formas de enseñar y aprender el conocimiento, lo que significa un proceso de adaptación recíproca por parte de ambos actores educativos. Considerando lo anterior, el objetivo general del presente estudio es investigar cómo influye en los estilos o formas de aprendizaje de estudiantes digitales, las actuales competencias curriculares y de enseñanza de los docentes. Se realizará a través de una metodología de tipo cualitativa con recolección de datos e información mediante revisión bibliográfica. Palabras claves: Competencias de enseñanza, competencias curriculares, estilos de aprendizaje, estudiantes digitales, tecnologías de la información y comunicación, herramientas digitales. 3 ABSTRACT The constant evolution of technologies about the information and communication, as it’s entry to different áreas of te huan tasks, has raised in its consecuences the appereance of diverse, significant changes in the ways of developing and executioning certain tasks in the actual society. In said prospect, the educational área its one of the ones that resulted in a high impact in their teaching process, on the purpose about the entry of new digital tools, in which professors and students have seen their ways if teaching and learning, modified, which means a process of mutual adaptation between both parties. Considering the last, the main objective of the present study its the research on how the styles and ways of learning influence the new digital students, the current curricular skills and the teaching of the professors. It will be done through a qualitative methodology with the gathering of data and information through bibliographic review. Key words: Teaching skills, curricular skills, learning styles, digital students, of technologies about the information and communication, digital tools. 4 INTRODUCCIÓN La importancia que disponen los profesores en la búsqueda de una educación justa y de calidad para todos ha cobrado mayor relevancia durante el último tiempo en el campo educativo. La necesidad de contar con docentes con una sólida formación profesional que les permita adquirir competencias para el constante mejoramiento de la enseñanza y aprendizaje, pareciera ser uno de los principales objetivos, y desafíos, de la educación actual (Sotomayor y Dupriez, 2007). Sin embargo, a raíz de los cambios que ha vivenciado la sociedad en los últimos años, a propósito de la entrada de nuevas tecnologías en diversos campos del conocimiento, la labor docente ha ido adquiriendo de manera paulatina un mayor grado de complejidad respecto a los procesos de enseñanza – aprendizaje de sus estudiantes. Sus demandas y necesidades educativas han cambiado en relación a generaciones anteriores. Por tanto, la presente investigación surge de dicha preocupación que recae en la labor docente y las competencias de sus profesionales, específicamente; competencia curricular y de enseñanza. Lo anterior entendiendo que las formas de enseñanza docentes operan de forma recíproca con los estilos de aprendizaje que poseen los estudiantes de la actual generación: los estudiantes digitales. Ello ha provocado que se produzcan cambios estructurales por medio de reformas a los sistemas educativos existentes en el mundo, ante lo cual Chile no se encuentra exento de aquello, generando modificaciones sustantivas en los marcos curriculares y de enseñanza nacionales para una adaptación del enfoque que requiere el campo educacional (Gysling, 2003). A pesar de esto, los resultados que se han obtenido en los sistemas nacionales de medición como la prueba SIMCE no han sido satisfactorios, lo cual abre la discusión en torno a la problemática de la calidad de enseñanza y aprendizaje (Sotomayor y Dupriez, 2007). Desde esta perspectiva, cabe resaltar la importancia del rol del docente en la enseñanza de los estudiantes para la adquisición de 5 aprendizajes. Sin duda que para dicho propósito se requieren de ciertas competencias adquiridas, como también la toma de consciencia respecto a sus prácticas pedagógicas que aún se sitúan a medio camino en lo que refiere a una adaptación de la enseñanza hacia los estilos de aprendizaje que predominan en el alumnado (Bellei, 2003). Por ende, la presente investigación también intenta realizar hincapié en la importancia y efecto que posee el desempeño docente, en cuanto a sus competencias curriculares y de enseñanza, sobre los estilos de aprendizaje de estudiantes digitalizados. Considerando que en la actualidad existe un claro desafío educativo que engloba a la práctica docente e instrumentos digitales, como potentes herramientas que complementan las labores de enseñanza hacia una promoción efectiva de logros de aprendizaje significativos en los estudiantes. Un desafío, que en un esfuerzo del estudio presentado, se abordará desde la proposición de orientaciones docentes dirigidos a desarrollar lo que nos plantea la educación en materia de adquisición de aprendizajes y enseñanza en el aula escolar. 6 DELIMITACIÓN Y PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA Cuando se piensa en competencias docentes, resulta necesario distinguir diversas características que componen el ámbito de las competencias esperables en un docente. Entre aquellos podemos encontrar las competencias vinculadas al área curricular, digital, psicológica y de enseñanza (Marqués, 2000). Todas cumplen una función fundamental en el ejercicio de una correcta labor docente al interior del aula, operando de manera sistémica para dicho propósito. Es decir, en el complemento de una competencia con otra se engloba el desempeño adecuado de la profesión por parte del profesor. Por lo demás, estas capacidades y/o habilidades del docente tienen un componente de carácter dinámico, puesto que su construcción y modificaciones pertinentes irán a la par con los cambios que la sociedad experimente en materia de tecnologías, información, social y/o culturales. Dicho esto, específicamente el área educacional es uno de los que ha resultado con mayor impacto el resultado en la transformación de la sociedad del conocimiento (Crisostomo, 2015). La presente situación, de manera progresiva, ha generado la aparición de distintas problemáticas relacionadas con los procesos de enseñanza y aprendizaje de los estudiantes, en donde el docente dispone de un rol urgente y esencial en el tratamiento de las dificultades que tienen lugar en el punto principal que da origen al aprendizaje: el aula escolar. La problemática a la cual se le hará énfasis durante el desarrollo del estudio refiere al aspecto de las competencias docentes de acuerdo al elemento curricular y de enseñanza, y su influencia en los estilos de aprendizaje de estudiantes digitales, es decir, estudiantes inmersos en lo que respecta a la utilización o integración de instrumentos tecnológicos dirigido a los procesos de aprendizaje del alumnado. Como ya se señaló con anterioridad, la temática de “competencias” poseen un carácter 7 dinámico, lo que se traduce en una constante transformación del concepto, así como también de sus componentes que la integran. De la misma forma, aquello se aplica para los modos u estilos de aprendizaje que posee cada alumno y alumna, puesto que el contexto y la evolución que determina a las sociedades en cuanto a sus procesos de cambio impacta y redefine de manera directa el sistema educativo, y por ende, a sus integrantes (Salinas, de Benito y Lizana, 2014). En este sentido, el rol del estudiante ha significado modificaciones que proviene de nuevas maneras de comprender el aprendizaje y sus implicancias desde la función de la labor docente. Lo mencionado evidentemente se traduce en un cambio generacional que implica nuevos paradigmas del aprendizaje, ante lo cual los primeros en vivenciar aquello son los educandos al ver transformado sus modos de recibir, procesar e integrar la información para el establecimiento de aprendizajes en sus estructuras cognitivas. En otras palabras, sus estilos de aprendizaje variaron a la par con las modificaciones que experimenta la sociedad del conocimiento. Sin embargo, la dificultad subyacente recae en una incompatibilidad entre las actuales competencias docentes curriculares y de enseñanza, y los estilos de aprendizaje de estudiantes digitales. Esta situación se observa en las cifras nacionales de la última evaluación docente del año 2018 (MINEDUC, 2018), la cual expone de manera clara y objetiva dichas inconsistencias en el desarrollo de la enseñanza y aprendizaje al interior del aula. De mantenerse dicha discrepancia en la interacción docente, estudiante y aprendizaje, se plantea como posibilidad la no integración de conocimientos significativos por parte del mismo, como también dificultades en el desempeño docente con consecuencias negativas para el ámbito laboral, psicológico y social. Respecto a lo anterior, se le agrega las posibles dificultades que pudiera poseer el profesor para conseguir un mayor conocimiento respecto de la individualidad de sus alumnos y alumnas, como también de las propias habilidades y capacidades que inciden en los procesos de enseñanza - aprendizaje. En otras 8 palabras, es necesario por parte del docente conocer las necesidades educativas de los estudiantes para el adecuado diseño y ejecución de los contenidos curriculares adheridos a los planes y marcos de enseñanza educativos. En dicho sentido, el estándar establecido por el Ministerio de Educación es la principal herramienta que orienta las prácticas pedagógicas necesarias para la promoción de aprendizajes, y que se denomina “Marco para la Buena Enseñanza”. 9 PREGUNTA DE INVESTIGACIÓN ¿EN QUÉ MEDIDA LAS ACTUALES COMPETENCIAS DOCENTES CURRICULARES Y DE ENSEÑANZA, INFLUYEN EN LOS ESTILOS O FORMAS DE APRENDIZAJE DE ESTUDIANTES DIGITALES?. 10 JUSTIFICACIÓN DEL ESTUDIO Actualmente, el estudiante digital se considera como un sujeto poseedor de conocimientos que se encuentran ajenos al sistema escolar, y que son adquiridos principalmente mediante elementos digitales: tablets, teléfonos móviles, entre otros (Gallardo, 2012). Lo anterior ha provocado que la experimentación del aprendizaje adopte un carácter activo e integrativo desde la utilización de herramientas digitales en las aulas escolares. Este elemento activo e integrativo es la característica fundamental que diferencia a los estudiantes de la actual generación con otros pertenecientes a décadas anteriores. Resulta de especial importancia el tratamiento de las características que presentan los estudiantes de la actual generación, ya que su capacidad de interiorizar los aprendizajes que se presentan se relaciona de manera significativa con las competencias actuales que disponen los docentes en materia de enseñanza y curricular, otorgándole un componente de flexibilidad y adaptabilidad a las capacidades que pudiesen disponer los docentes en función de las necesidades de los estudiantes. Hoy en día, existe una incompatibilidad entre las competencias esperables de un profesor, y los modos que posee el alumnado frente a la recepción, adquisición e integración de información, pues las herramientas que dispone para el desempeño de su profesión en el aula no se adecuan a las nuevas generaciones de alumnos, ni tampoco a las comunidades educativas de la actualidad (Crisostomo, 2015). Se puede evidenciar de manera clara y objetiva en los resultados de la última evaluación docente del Ministerio de Educación (2018) en la cual existe una discrepancia significativa en relación a las competencias docentes referidas al área de enseñanza y planificación curricular. 11 En relación con lo expuesto, se plantea generar desafíos educativos que involucren a la totalidad de los cuerpos docentes, y que posean vinculación en su quehacer profesional en las escuelas referido al ámbito de la enseñanza al interior del aula, así como temáticas relacionadas hacia aspectos curriculares como dominar, formular y planificar adecuadamente los programas de enseñanza contenidos en el marco nacional curricular. Para que se consiga una adquisición del aprendizaje, y que éste sea significativo, es necesario que las competencias del profesor se sintonicen y se internalicen de manera correcta con las demandas de renovación provenientes de los estudiantes en la actualidad; sus modos de aprendizaje. Un estudiante de la generación actual concibe su propio proceso de aprendizaje de manera activa y experimental, con una tendencia a la integración de conocimientos de forma visual, además de preferir el trabajo colaborativo que implique un intercambio constante de ideas con otro mediante el lenguaje. Sin embargo, el docente presenta la inclinación a utilizar estrategias de enseñanza basadas en tareas unilaterales, lógicas y con una utilización deficiente de las herramientas digitales durante los procesos de enseñanza (Jukes, Mccain y Crockett, 2010). Por ende, una adaptación de las prácticas pedagógicas a las nuevas exigencias educativas del estudiantado resultará un factor determinante en la calidad de la enseñanza y aprendizaje al interior de las aulas (OCDE, 2004) provocando de esta forma aprendizajes significativos en los estudiantes si se logra la adquisición de competencias por parte del docente, como también dar cuenta del conocimiento que posea respecto de los procesos de aprendizaje que detentan sus estudiantes. Desde aquel punto de vista, surge una problemática que corresponde a dichas habilidades pertenecientes a las competencias profesionales del profesor y que se relacionan a los estilos de aprendizaje de los estudiantes. Frente a lo anterior se realizará especial énfasis y tratamiento durante el presente estudio para dar respuesta a la pregunta de investigación planteada, así como 12 generar orientaciones para el equipo docente respecto a la integración de competencias vinculados hacia los distintos estilos de aprendizaje de estudiantes digitales. 13 OBJETIVOS DE INVESTIGACIÓN OBJETIVO GENERAL. Investigar cómo influye en los estilos o formas de aprendizaje de estudiantes digitales, las actuales competencias curriculares y de enseñanza de los docentes. OBJETIVOS ESPECÍFICOS. 1. Identificar las actuales competencias docentes que influyen en el desarrollo de aprendizajes significativos de estudiantes digitales. 2. Analizar los resultados de evaluación docente en función de las competencias que poseen los profesores en la actualidad. 3. Explicar las formas o estilos de aprendizaje de estudiantes digitales en el contexto educacional actual. 4. Analizar cómo influyen los elementos pedagógicos, curriculares y emocionales del docente en los procesos de aprendizaje de estudiantes digitales. 5. Relacionar la información sobre competencias docentes y formas de enseñanza para estudiantes digitales. 6. Generar conclusiones respecto a la importancia de adquirir competencias en el área de enseñanza y curricular para una adecuación a los requerimientos de aprendizaje de estudiantes digitales. 7. Crear orientaciones para la adquisición de habilidades por parte del docente hacia los distintos estilos de aprendizaje de estudiantes digitales. 14 MARCO TEÓRICO En los últimos años, se ha hecho un fuerte hincapié en los procesos de innovación y modificación de los contextos de aprendizaje como causa del avance tecnológico en distintas materias. Desde el ámbito educativo, los primeros individuos en los que se puede visualizar los resultantes de dichos procesos, son los estudiantes de cada establecimiento educativo. En primer lugar, la educación conforma varios actores de acción que se interrelacionan para conformar la estructura de lo que sería el aprendizaje dentro de un contexto llamado escuela. Principalmente esas figuras vendrían a estar compuestas por la comunidad, docentes, asistentes de la educación, directivos, familia y principalmente estudiantes. Por otro lado, cómo se ha mencionado, la tecnología ha impactado de manera sustancial en distintas áreas, siendo la educación como un gran objeto de estudio y aplicación de los cambios ocurridos en los últimos años. En este sentido, los componentes de la educación no se encuentran ajenos a ello; tanto familia, docentes, directivos, asistentes de la educación y estudiantes actúan como agentes mediadores de lo que acontece en el contexto cultural escolar. Sin embargo, dentro de la presente temática se hará énfasis al área docente y estudiantil como agentes moduladores de las modificaciones que han ocurrido últimamente dentro de los nuevos contextos de aprendizaje. Se considera que la entrada de tecnologías al interior de la educación origina variaciones en las formas de aprender y conocer la información por parte del estudiante, como también los estilos, competencias de enseñanza, psicológicos y curriculares del docente que se puedan adecuar a las necesidades actuales que requiere el alumnado. 15 Adentrarnos en la esfera actual del aprendizaje del estudiante desde la competencia docente, permitirá poder conocer las implicancias que éste posee en el desarrollo de aprendizajes significativos de los alumnos según las nuevas demandas en sus modos del “aprender”, al igual que para establecer ciertas estrategias u orientaciones hacia el conjunto de competencias que dispone un profesor en la labor que desempeña. 1. COMPETENCIA PROFESIONAL DEL DOCENTE En un primer instante, se requiere conocer el significado del término “competencia” para poder entender y comprender las implicancias que aquella posee al interior de la esfera del docente y su desempeño en el área de la educación. Por tanto, cuando se habla de “competencia”, ésta hace referencia al conjunto de actitudes, habilidades, destrezas y/o técnicas que guiarán la puesta en práctica de modo eficaz a distintas situaciones que se le presenten al individuo (Díaz, 2008). En una línea similar, Phillipe Perrenoud (2007) plantea la definición de competencia como “la capacidad para movilizar recursos cognitivos para hacer frente a un tipo de situaciones”. Siguiendo dicha definición, se asemeja a la planteada en un comienzo, entendiendo al sujeto como movilizador de recursos, habilidades, destrezas, entre otros, para lograr un determinado objetivo de manera eficaz en su área. Si se traslada lo anterior al campo del docente, se podría mencionar la capacidad del profesional de la docencia para hacer frente a distintas situaciones que se presenten al interior del aula con el propósito de mantener los procesos de aprendizaje y buena convivencia entre los estudiantes, aquello para la adquisición, integración y comprensión de saberes. De esta forma, el docente no se sitúa en una posición exclusivamente de transmisión de conocimientos, sino que también incluye 16 aspectos del saber “hacer y ser” para la adecuada enseñanza de contenidos curriculares en la escuela. En este sentido, Perrenoud (2007) considera diez grandes familias a propósito de las competencias profesionales del docente. Éstas son: organizar y animar situaciones de aprendizaje; gestionar las progresiones de aprendizaje; elaborar y hacer evolucionar dispositivos de diferenciación; implicar a sus alumnos en los procesos de aprendizaje y trabajo; capacidad de trabajar en equipo; participar en los procesos de gestión del establecimiento educativo; informar e implicar a los padres en los procesos que corresponden al aprendizaje de sus hijos/as; saber utilizar las nuevas tecnologías presentes; afrontar los deberes y dilemas éticos adyacentes a la profesión y organizar la propia formación continua. El énfasis en dichas competencias se dirige hacia lo psicopedagógico y comunicacional como elementos que focalizan los quehaceres del docente para llevar a cabo de manera eficaz su labor en la escuela. Desde dicho ámbito, el docente debe cumplir con ciertos requisitos comportamentales, actitudinales, saberes y conocimientos para realizar adecuadamente su labor educativa. Sin embargo, hay que situar la mirada hacia los futuros profesores que durante su proceso de formación, deben desarrollar competencias que se entrelazan respecto a las mencionadas por Perrenoud, y que definirán la capacidad de implicar y adaptar el aprendizaje en los nuevos paradigmas curriculares, tecnológicos y prácticas que predominan en la actualidad. Aquellas competencias se pueden desprender en: 1. Dominio de las nuevas tecnologías del siglo XXI aplicadas en la didáctica: El profesor debe poseer un conocimiento y uso extensivo de las TIC (Tecnologías de la Información y Comunicación), valiéndose de éstas como medios para apoyar y complementar los 17 procesos de enseñanza de estudiantes inmersos en la presente era digital. Sin embargo, hacer un uso meramente de transmisión de información, impediría los posibles beneficios que conlleva el uso de las TIC en la educación, por tanto la capacidad del docente de innovar y relacionar contenidos de manera práctica a partir del uso de la tecnología resulta una competencia fundamental. 2. Recursos para intervenir en aulas interculturales: A causa de la constante inmigración de personas tanto en Europa como en América, nace la necesidad de considerar el aula como un ambiente de aprendizaje intercultural en donde se mezclan culturas, idiomas y prácticas de diversos países. En este sentido el profesor desde una mirada inclusiva debe poseer ciertos conocimientos y recursos suficientes para integrar de manera correcta a dichos estudiantes en sus salas de clase, interacción con otros y aprendizajes significativos. La docencia ha llevado innumerables cambios a lo largo de los años, dicho esto no queda exento a los cambios que advienen con la llegada de la tecnología o TIC al mundo de la educación. Varios autores plantean la obligación de considerar el buen manejo y uso de las nuevas tecnologías como herramientas del quehacer docente. En este sentido, la inclusividad cultural a través de la utilización de herramientas digitales permite facilitar los procesos de enseñanza y aprendizaje de estudiantes pertenecientes de diferentes culturas. Aquello nace a partir de las transformaciones que ocurren en los estudiantes como poseedores nativos de la tecnología existente en la actualidad, que direccionan sus formas de vida e interacción con otras personas, así como también sus maneras de integrar conocimientos ligados al ámbito escolar que varían con la llegada de nuevos instrumentos para conocer e incorporar la información de sus diversos contextos culturales, e independientemente del lugar de origen del cual provengan. 18 Los procesos de enseñanza – aprendizaje se pueden tratar desde una mirada global, en la que distintos actores de la educación, instituciones, transformación e incorporación de nuevas herramientas pedagógicas, cambios culturales, familiares y tecnológicos, se intersectan para conformar dichos procesos que impactan en los desarrollos de aprendizajes significativos de los estudiantes del presente siglo. Separar la influencia de las nuevas construcciones sociales y familiares del espacio educativo resulta imposible, aún más si se considera que los modos de construir los conocimientos en la actualidad han sufrido modificaciones sustanciales, a raíz de la llegada de nuevas prácticas culturales, familiares y sociales originados por el desarrollo y acceso tanto a tecnologías como información de todas las áreas. Ante lo cual, resulta indispensable poseer competencias docentes en el área digital, psicológica, de enseñanza y curricular, puesto que para el desarrollo de aprendizajes significativos de los estudiantes, así como también promover la instalación de aulas multiculturales, se requiere de la adaptación por parte del profesor a los cambios en los estilos de aprendizaje de estudiantes nativos digitales. 1.1. COMPETENCIAS DIGITALES. Anteriormente se ha vislumbrado las diversas competencias que debiera poseer un docente en la actualidad. En esta línea, existe un elemento de suma importancia a considerar para el desarrollo integral de los procesos de formación del profesor. Ésta es el dominio de las Tecnologías de la Información y Comunicación, más bien conocido como TIC, y que se ofrecen como herramientas efectivas para los nuevos entornos educativos del conocimiento. Por ello, la posición del profesor cobra relevancia respecto a las formas de integrar y dirigir los procesos de enseñanza – aprendizaje hacia sus estudiantes, teniendo en consideración que los paradigmas existentes incorporan nuevas 19 características tecnológicas, obligando al profesor a promover una cultura del “aprender a aprender” desde el uso de herramientas TIC para la creación de ambientes escolares que potencien el desarrollo cognitivo y personal del alumno. En otras palabras, la idea de la mera recepción o memorización de información está quedando en el pasado, hoy en día la aplicación de una enseñanza crítica y reflexiva es la constante en la nueva sociedad del conocimiento (Marqués, 2001). Para la integración de las TIC en el currículum escolar, se debe considerar de igual manera al profesor desde el ámbito de sus competencias profesionales, en este caso, digitales. Dichas competencias consideran principalmente tres dimensiones: tecnológica, pedagógica e informacional. Aquel conjunto va a mediar los procesos y recursos educativos que requiere el profesor para hacer un uso efectivo de las TIC (Rangel, 2015). La dimensión tecnológica, refiere a los conocimientos básicos que se poseen acerca del funcionamiento de las TIC, ya sea; bases de datos, programas, software, entre otros. Así mismo, la búsqueda y actualización constante en materias relacionadas a las TIC. Mientras tanto, la dimensión informacional, hace referencia a los conocimientos y habilidades que se requieren para la selección, búsqueda y presentación de información recuperada de internet hacia los estudiantes. Por último, la dimensión pedagógica se vincula en los aspectos relacionados al nivel de conocimiento e impacto que puedan poseer las TIC a nivel educativo, como también la incorporación de las TIC en temáticas de planeación, evaluación y desarrollo de la praxis educacional. Todo el conjunto de ellas, hace referencia a las capacidades esperadas que cada profesor debiera efectuar desde el ámbito digital hacia la educación, específicamente, en la presentación y entrega del conocimiento al interior del aula, y que indudablemente considera las dimensiones 20 tecnológicas, informacional y pedagógica para dicho fin. Una entrega de la información que se traduzca en el mero traspaso de conocimiento sin un objetivo ni propósito educativo claro, dificulta que se origine un impacto significativo en el aprendizaje del estudiante, esto quiere decir, que las herramientas digitales pueden ser sumamente beneficiosas si se quiere “modernizar” el ambiente educativo en las salas de clases. Sin embargo, es responsabilidad del docente poder realizar un buen uso de dichas herramientas, y utilizarlas desde una revisión sistemática de los conocimientos previos de los estudiantes, para que de esta forma seleccionar de manera adecuada la información y hacer entrega correspondiente de aquella. 1.2. COMPETENCIAS PSICOLÓGICAS. El aprendizaje considera múltiples variables para obtener lo que se espera del estudiante en cuanto a capacidad de integrar y comprender la información que recibe en las escuelas. En este sentido, una de las variables que resulta sumamente importante es la emocional. No se puede considerar la construcción de un aprendizaje significativo sin el elemento emocional como constituyente transformador del aprendizaje. De modo que se puede afirmar que sin emociones no existiría aprendizaje, debido a que éstas generan influencia en los procesos del mismo de los alumnos y alumnas. Por ende, nuestro sistema educativo actual requiere de cambios profundos que consideren los espacios afectivos, y no centrándose sólo en los cognitivos, como elementos principales que conduzcan de modo eficaz los aprendizajes de los estudiantes, como también el necesario desarrollo social para relacionarse de manera positiva. A la luz de lo anterior, el rol del docente se vislumbra como eje protagonista e impulsor principal del desarrollo en los procesos de enseñanza y aprendizaje. En relación a esto, existen ciertas 21 competencias docentes que se encargan de utilizar el aspecto personal y emocional del profesor como potenciador en la educación al interior del aula. Según Zahonero y Martín (2012) existen dos áreas que se ven implicadas en lo nombrado: lo vinculado a las formas de relacionarse con los otros (docentes, estudiantes, asistentes, etc.) y la capacidad de mejorar características personales que impactan de forma sustancial al ámbito educativo. El primer componente se refiere a cualidades que debiera tener un profesional de la educación para resolver y responder a todo tipo de situaciones sociales: empatía, trabajo en equipo, resolución de conflictos, entre otros. El segundo componente hace referencia a características propias del individuo que inciden de manera directa o indirecta hacia el ambiente educativo y/o social, tales como: autoconocimiento, autoestima, autocontrol, adaptación al cambio, toma de decisiones y creatividad. A partir de esto, se puede afirmar que el papel del docente al interior del aula también integra características personales que se reconocen como importantes a causa del impacto que genera hacia la comunidad educativa. Por ejemplo, un profesor que pueda resolver situaciones inesperadas que ocurran en sala de clases, como un conflicto entre varios estudiantes, indudablemente favorece a la construcción de un ambiente escolar de respeto y buen trato entre todos los miembros de aquel contexto escolar. Otro aspecto importante a considerar, es la evidencia que plantea la tendencia del alumnado a repetir las conductas o expresiones verbales por parte del docente, y que son manifestaciones resultantes de las emociones que presenta el educador (Moraga, 2015). Por lo tanto aquí yace también la importancia ética y profesional que confiere al docente el reforzar y potenciar aspectos emocionales de su persona, puesto que se traduce en un mayor bienestar social y emocional de los estudiantes. 22 En vista de todo lo descrito con anterioridad, es posible mencionar ciertas características y/o competencias docentes emocionales que el profesional debiera poseer para su desempeño al interior de las escuelas. Éstas son: autoconocimiento, regulación emocional, tolerancia a la frustración, capacidad de resolver conflictos, capacidad de improvisación ante situaciones inesperadas en el aula, buen reconocimiento de las emociones, empatía, autocontrol y autoestima adecuada para llevar a cabo todas las tareas, actividades y/o desafíos que se le presenten (Moraga, 2015). Desde otra perspectiva, el aprendizaje también posee un componente transformacional que opera desde la interacción recíproca entre profesor y estudiante. Para dar un mayor entendimiento de lo mencionado, se debe exponer lo referido por Maturana (2001) respecto a la biología de la educación, el cual indica que nosotros somos sistemas determinados en nuestra estructura, y por lo tanto, que existen ciertos fenómenos que no ocurren ni dependen de nosotros, sino que se origina en las relaciones con otros por medio del lenguaje. Esto quiere decir, que cada persona posee una estructura única y dinámica que ha ido construyéndose desde la base en las interacciones con otro, y a su vez, modulando sus procesos internos desde esta relación con el medio. El resultado de esto son cambios estructurales en el sujeto devenidos por el ambiente. A partir de lo anterior, cabe importante mencionar el rol de la educación y del educar en la conformación del aprendizaje, ya que se da la interacción alumno – profesor como agentes moduladores del mismo dentro de un espacio de convivencia. Dicha situación provoca que el rol del docente contenga un elemento transformacional para el estudiante, generando cambios en los procesos internos de este que refieren a sus procesos de aprendizaje. De manera recíproca, el profesor de igual manera se ve implicado en modificaciones de su propia estructura debido a la interacción que genera con los educandos. No obstante, llegar a formar parte de aquel proceso 23 requiere de ciertas competencias emocionales por parte del docente para instalar la enseñanza dentro de un espacio de convivencia en la que exista una educación basada en el respeto por si mismos, hacia un otro, y desde las necesidades de cada estudiante, tal como lo menciona Maturana (2001). 1.3. COMPETENCIAS CURRICULARES Y DE ENSEÑANZA. El papel del profesor resulta valioso cuando se piensa en el aprendizaje como un componente sistémico, en donde sus procesos de creación y obtención de información son resultados de varios factores que considera al ámbito familiar, social, emocional y escolar del estudiante. En este sentido, el docente dispone de una función particular e importante al ser considerado como eje fundamental en la adquisición y transformación de aprendizajes significativos para sus estudiantes, puesto que éste es el encargado de diseñar los debidos ambientes al interior del aula que propicien una interacción con lo aprendido. Para lo anterior, se requieren de ciertas competencias que permitan al educador ser capaz de diseñar e implementar dichos ambientes de aprendizaje en sus salas de clases que promuevan un aprendizaje de tipo significativo en sus alumnos y alumnas. Son competencias que irán en sintonía con los contenidos curriculares que cada país disponga según la normativa y decretos oficiales de educación. En primer lugar, existen competencias que son relativas a las materias y contenidos de la enseñanza, es decir, a un sentido estrictamente curricular del aprendizaje considerando aquello como un aspecto de organización y planificación de la información disponible para su uso. Según lo que menciona Beatriz Avalos de la Pontificia Universidad Católica de Chile (2005) respecto de las competencias curriculares y de planificación de la enseñanza, destaca: 24 1. Demostrar conocimiento de la materia o de las asignaturas que constituyen el contenido de su enseñanza, dando respuesta a las exigencias y demandas que concibe el currículo escolar de cada docente. 2. Ser un profesional capaz de planificar de forma general y específica programas de enseñanza que sean coherentes con los marcos nacionales del currículo escolar, como también con las capacidades y aptitudes de los estudiantes. 3. Seleccionar recursos apropiados para la adquisición y transmisión de la información hacia los estudiantes, teniendo en consideración los contextos particulares de cada establecimiento educacional y del alumnado. 4. Ser capaz de presentar los contenidos de enseñanza de manera adecuada, con la finalidad de favorecer el entendimiento de la materia para todos los estudiantes del aula sin discriminar en discapacidades físicas y/o cognitivas. 5. Justificar los procesos de enseñanza que realiza el educador a partir de conocer y comprender el desarrollo del aprendizaje que lleva a cabo el profesional con sus estudiantes. El conjunto de dichas competencias mencionadas anteriormente, permitirá al docente traspasar y organizar los planes curriculares de manera efectiva al campo educativo en función de las necesidades que el educador considere pertinentes al momento de iniciar los procesos de enseñanza y aprendizaje. 25 Desde otra perspectiva, se pueden encontrar competencias aún más ligadas al desarrollo de la enseñanza en el ámbito de la práctica pedagógica. Es decir, las diversas formas y estilos de enseñanza que ostenta el profesor para efectuar adecuadamente el desarrollo de una clase. Entre lo nombrado, y según la que destaca Avalos (2005) sobre la presente área, podemos encontrar: 1. Domina las formas de representar y formular los contenidos curriculares, de manera tal que pueda ser comprendido por todos los estudiantes. 2. Capacidad de comprender los facilitadores como los elementos que entorpecen el aprendizaje de los estudiantes en determinados temas y/o materias. 3. Ser un profesional capaz de analizar y corregir los errores conceptuales que posiblemente se posean acerca de un contenido. 4. Planificar pautas, seguimiento y evaluación del aprendizaje que posibiliten al docente llevar adelante procesos de retroalimentación y evolución de la enseñanza. 5. Considerar las realidades individuales de cada alumno y alumna sin ejercer diferenciaciones sociales que impliquen a la etnia, raza, religión, sexo, género y/o estrato socioeconómico 6. Identificar y seleccionar diversas estrategias de enseñanza que estén acorde a las necesidades específicas de los alumnos, como también a las motivaciones personales que faciliten el ejercicio apropiado de las metodologías seleccionadas 26 7. Imaginar situaciones de aprendizaje que puedan posibilitar el desarrollo e integración de competencias docentes a favor de la enseñanza y aprendizaje. Considerando lo anterior, se puede mencionar que el rol del docente incluye variados factores que se interrelacionan con el propósito de conseguir un aprendizaje significativo en el estudiante. A lo anterior se le agrega el factor disciplinar que pueda llevar a cabo el educador al interior de sala de clases, y que al igual que las competencias mencionadas, influye de modo preponderante en las labores de enseñanza. Una disciplina orientada a la coordinación y establecimiento mínimo de reglas de orden y convivencia entre los alumnos permitirá al docente mantener medidas pedagógicas innovadoras que promuevan la consecución de objetivos y actividades dentro del quehacer práctico del maestro. Cuando se habla de competencias docentes se refieren a aspectos expositivos y comunicativos, que indudablemente son importantes, pero que no conforman la totalidad de los elementos requeridos para generar ambientes promotores del aprendizaje. Los aspectos emocionales y del manejo de las tecnologías de la información resultan igualmente fundamentales si se requiere instalar una cultura de aprendizaje por parte del educador hacia los alumnos y alumnas. La responsabilidad de aquello yace en el profesional y su capacidad de fortalecer dichas competencias que son necesarias. Para esta finalidad la constante capacitación docente debe manifestarse como un requisito esencial dentro de los establecimientos educacionales que pretenden avanzar de manera sostenida hacia una educación de calidad. En ese marco, no se debe invisibilizar la influencia del papel docente en dicha meta que a simple vista parece ser un objetivo con múltiples 27 dificultades, sin embargo, resulta ser indispensable desarrollar constantemente dichos elementos en lo cotidiano de la labor docente . A modo de resumen, se han podido identificar diversas competencias esperables que los docentes al terminar su formación profesional, o en su desarrollo laboral, debiesen poder efectuar al momento de realizar su quehacer docente en una sala de clases, posibilitando que los estudiantes generen conexiones entre los nuevos conocimientos y la información previa a partir del modelo de enseñanza del maestro. Estas competencias se pueden desprender en: competencias digitales, psicológicas, curriculares y de enseñanza. Cada una contiene ciertas características particulares que permitirán poder entregar un buen desempeño en los procesos de enseñanza del profesor 2. DESEMPEÑO ACTUAL DE LA PROFESIÓN DOCENTE EN CHILE En la actualidad, en Chile existen distintas opciones hacia los jóvenes que deseen estudiar una carrera vinculada al ámbito de la enseñanza. En su mayoría, son entregadas por distintas universidades a la población, lo que significa un gran campo y oferta que facilita la entrada de estudiantes en dichas carreras. Sin embargo, hay que abrir espacios de reflexión en torno a los ambientes de formación existentes hoy en día y la calidad profesional de los docentes en el país. Esto abre un debate sistemático y transversal, puesto que los alumnos y alumnas de la sociedad actual desarrollan sus procesos de aprendizaje de manera distinta a lo que existía hace 15 o 20 años atrás. 28 Según un estudio implementado a docentes recién egresados para dar cuenta de su percepción sobre las fortalezas y debilidades en la formación profesional, se mencionan la existencia de tres elementos que fueron evaluados de manera positiva dentro de la formación inicial docente (Ruffinelli, 2013): 1. Respecto a la formación pedagógica como currículum y evaluación de aprendizajes 2. Formación para el manejo de los estudiantes, en relación de su motivación y para su conocimiento. 3. Formación en habilidades blandas y de adaptación al establecimiento educacional. Aquello nos ofrece aspectos útiles a analizar, ya que los encuestados del estudio refieren entre los elementos más positivos dentro de su proceso formativo; la capacidad de manejar y motivar a sus estudiantes en disposición para el conocimiento, manejo de habilidades blandas que resultan primordiales para la instalación de ambientes de aprendizaje y buena convivencia al interior del aula, como también poseer las capacidades necesarias para evaluar eficazmente el aprendizaje, y aproximarse de manera más cercana a los conocimientos adquiridos de los estudiantes. Lo anterior deja en evidencia que la propia percepción de profesores recién egresados sobre su formación es positiva en cuanto al desarrollo de habilidades blandas, control de manejo en el aula y evaluaciones de aprendizaje, siendo éstas sus principales fortalezas o competencias observadas para el ejercicio de su labor. Sin embargo, con el propósito de contrastar la información entregada 29 hay que dirigirse al método de evaluación estándar existente en Chile para medir la labor profesional, llamado Sistema de Evaluación del Desempeño Profesional Docente. Lo que pretende evaluar dicho sistema es la calidad de enseñanza del docente dentro de su ejercicio profesional, la cual considera el contexto o ambiente en que el profesional aplica la práctica docente. Entre sus principales objetivos está el contribuir al crecimiento del quehacer pedagógico con tal de asegurar aprendizajes significativos y de calidad en los alumnos y alumnas pertenecientes al centro educativo. Para ello, entregará información oportuna y veraz respecto a las fortalezas y elementos susceptibles a mejorar por cada educador desde el punto de vista profesional (Bonifaz, 2011). Junto con esto, existen cuatro diferentes clasificaciones que sirven para asignar y diferenciar la calidad de enseñanza entregada por el profesor en relación a otros, las cuales son: insatisfactorio, básico, competente y destacado. Teniendo en consideración aquello, los resultados de la última Evaluación Docente (MINEDUC, 2018) muestran datos que instalan cuestionamientos en torno a las reales opciones de un posible desempeño óptimo del quehacer docente. Por ejemplo, en la totalidad del universo de educadores que fueron evaluados, un 56% presenta debilidades en cuanto al efectuar una adecuada relación entre la evaluación del aprendizaje y objetivos de la clase, ubicándose en la categoría de insatisfactorio y básico. Ésta información claramente no se condice con lo mencionado entre los nuevos educadores que, encontrándose en posición de recién egresados, referían la evaluación de aprendizajes como una de sus principales fortalezas percibidas para su práctica profesional. Por otro lado, también se indica un elevado porcentaje de docentes que realizan tareas insuficientes respecto a ejecutar un análisis minucioso a partir de las características de sus estudiantes, llegando a alcanzar un 66% perteneciente al estrato insatisfactorio y básico. Lo planteado es un dato 30 importante a considerar, ya que efectuar un proceso de análisis de las características particulares de sus estudiantes, y su relación con la incorporación significativa de conocimientos, permitirá poder construir una apreciación global en relación a los cambios que resultan necesarios de establecer para orientar el quehacer docente en el aula, y de esta manera, adaptarse desde sus competencias de enseñanza a las diversas formas de aprendizaje de los educandos. Estas competencias de enseñanza también consideran el promover el aprendizaje haciendo uso de los errores de los estudiantes, utilizando aquello como una herramienta pedagógica que se incorpora a las estrategias de enseñanza del docente. En dicho caso, resulta preocupante evidenciar los datos entregados por la Evaluación Docente, porque se establece que un 90% de los docentes evaluados no realizan un proceso de corrección adecuada cuando se presentan errores en la ejecución de las actividades pedagógicas por parte de los estudiantes (MINEDUC, 2018). Es decir, no incorporan métodos de enseñanza y corrección significativos al momento de utilizar la equivocación como herramienta de aprendizaje y retroalimentación. Lo que a su vez, se relaciona con un alto porcentaje de maestros que realizan una retroalimentación insuficiente o insatisfactoria de los contenidos curriculares enseñados en clases, alcanzando un 78% del total de evaluados. La situación actual en Chile respecto a las competencias que los docentes poseen para su ejercicio profesional deja entrever una falta de herramientas u habilidades pertinentes a su profesión que le permitan a ellos poder aplicar eficazmente su labor en las escuelas. Indudablemente que aquello impactará en el aprendizaje de los estudiantes, puesto que los estilos de aprendizaje que disponen ellos no se acoplarán apropiadamente con las competencias esperadas por parte de docentes para sacar el máximo provecho de las capacidades y habilidades de sus alumnos y alumnas. 31 2.1. MARCO DE LA BUENA ENSEÑANZA CHILE. A propósito de los resultados de la última evaluación docente, existen ciertos mecanismos establecidos por el Ministerio de Educación en Chile y que sirven para orientar las competencias docentes en función de potenciar una buena enseñanza al interior de las aulas. Para dicha finalidad se encuentra el Marco Referencial para la Buena Enseñanza (MBE), que fue elaborado en el año 2003 con el propósito de establecer una hoja de ruta para los docentes respecto a lo que debieran conocer y aplicar en sus centros educativos. El objetivo principal que establece el Marco Referencial para la Buena Enseñanza es el fortalecimiento de la profesión docente mediante la utilización de ciertos dominios que componen la labor del profesor en las aulas, como también entre sus responsabilidades y relaciones interpersonales con otros compañeros de trabajo del establecimiento educativo. Dichos dominios están compuesto por cuatro áreas principales: preparación de la enseñanza, creación de un ambiente propicio para el aprendizaje, responsabilidades profesionales y enseñanza para el aprendizaje de todos los estudiantes. Cada uno refiere a aspectos específicos del proceso enseñanza – aprendizaje, en la cual el docente cumple un rol esencial en su propósito, observándose también una relación existente entre las competencias que plantea el Marco Referencial para la Buena Enseñanza y los resultados de la Evaluación Docente del año 2018 que serán descritos más adelante durante la presente investigación. A continuación se procederá a mencionar los cuatros puntos principales que conforman el Marco Referencial para la Buena Enseñanza (Crisostomo, 2015): A) Preparación de la enseñanza: 32 1. Domina los contenidos de la disciplina que enseña y el marco curricular nacional 2. Conoce las características, conocimientos y experiencias de sus estudiantes. 3. Domina las didácticas de la disciplina que enseña. 4. Organiza los objetivos y contenidos de manera coherente con el marco curricular y las particularidades de sus alumnos. 5. Las estrategias de evaluación son coherentes con los objetivos de aprendizaje, la disciplina que enseña, el marco curricular nacional y permite a todos los alumnos demostrar lo aprendido B) Creación de un ambiente propicio para el aprendizaje: 1. Establece un clima de relaciones de aceptación, equidad, confianza, solidaridad y respeto. 2. Manifiesta altas expectativas sobre las posibilidades de aprendizaje y desarrollo de todos sus alumnos. 3. Establece y mantiene normas consistentes de convivencia en el aula. 4. Establece un ambiente de organizado de trabajo y dispone los espacios y recursos en función de los aprendizajes. C) Responsabilidades profesionales: 1. El profesor reflexiona sistemáticamente sobre su práctica. 2. Construye relaciones profesionales y de equipo con sus colegas. 33 3. Asume responsabilidades en la orientación de sus alumnos 4. Propicia relaciones de colaboración y respeto con los padres y apoderados 5. Maneja información actualizada sobre su profesión, el sistema educativo y las políticas vigentes. D) Enseñanza para el aprendizaje de todos los estudiantes: 1. Comunica en forma clara y precisa los objetivos de aprendizaje. 2. Las estrategias de enseñanza son desafiantes, coherentes y significativas para los estudiantes. 3. El contenido de la clase es tratado con rigurosidad conceptual y es comprensible para los estudiantes. 4. Optimiza el tiempo disponible para los estudiantes. 5. Promueve el desarrollo del pensamiento. 6. Evalúa y monitorea el proceso de comprensión y apropiación de los contenidos por parte de los estudiantes. El conjunto de competencias que se evidencian según el Marco para la Buena Enseñanza (MBE), permite guiar la práctica pedagógica hacia la búsqueda de una mejora en la calidad de la enseñanza y aprendizaje de los estudiantes, como también otorgándole un carácter dinámico y formativo para los docentes en cuanto a la utilización y el diseño de nuevas estrategias de enseñanza que se adapten a los requerimientos que presentan los establecimientos escolares en la actualidad. En este sentido, los estilos de aprendizaje que presenta el alumnado necesariamente tienen que ser 34 considerados dentro de los planes de enseñanza para dar cumplimiento a los estándares y necesidades que plantea la sociedad actual. 3. ESTILOS DE APRENDIZAJE EN LA EDUCACIÓN ACTUAL Los establecimientos educacionales han debido adaptarse a constantes cambios de manera paulatina, integrando estrategias metodológicas basadas en la innovación, capacitación al cuerpo docente para poder ejercer adecuadamente las herramientas pedagógicas que se disponen, o modificando los estilos de enseñanza para adecuarlos a la realidad actual. Una realidad en la cual los principales sujetos de acción son los estudiantes, que a consecuencia de la evolución de nuestra sociedad, también se han visto transformado sus estilos y/o formas de adquirir, procesar y aplicar la información. Los procesos de aprendizaje han cambiado, y con ello, los actores que posibilitan dichos procesos. Éstas suponen un quiebre a los paradigmas educativos respecto a las formas de enseñanza y aprendizaje que, hasta antes de su inclusión, no se habían visto modificadas ni cuestionadas. Desde este ámbito, lo anterior supone un desafío constante a la labor docente puesto que los contenidos curriculares requerirán ser adaptados a las necesidades educativas actuales del estudiante. Es decir, a la transformación y adquisición del aprendizaje como consecuencia del uso de las TICs que se trasladan a la sala de clases. Por ejemplo; el docente deberá realizar modificaciones al modo que presenta el contenido de enseñanza, adaptándose a los nuevos estilos de aprendizaje de los estudiantes. Sin embargo, es deber del profesor llevar a cabo una aplicación didáctica adecuada de las herramientas que dispone, y no reducir el uso de las TIC a la mera transmisión de información sin un propósito y objetivo claro (García, Joaquín, Torres y Vázquez, 2013). 35 Sin lugar a dudas, que aquello responde a las competencias que cada maestro posea en relación al buen uso y aplicación que le pueda entregar a las TIC, en favorecimiento de la movilización de saberes desde las formas de aprendizaje particulares del alumnado. Éstas formas o estilos de aprendizaje, refieren a los métodos que subyace a cada sujeto respecto a sus modos de obtener, procesar e incorporar el conocimiento para luego interiorizarla como aprendizaje. Existen varios autores que plantean el concepto de “estilos de aprendizaje” como un elemento importante a tener en consideración en las labores de enseñanza. 3.1. ESTILOS DE APRENDIZAJE DE ESTUDIANTES DIGITALES. Para Kolb (1984), éstas son como “un estado duradero y estable que deriva de configuraciones consistentes de las transacciones entre el individuo y su ambiente”. Es decir, los modos que posee el individuo de crear el conocimiento de una manera estable y duradera, a través de la transformación que proviene de la experiencia concreta, donde se identifican dos principales dimensiones que impactan al aprendizaje. En primer lugar, la forma en que se percibe e incorpora la nueva información y la manera en que se procesa el conocimiento inicial para luego ser transformado en algo significativo, que pueda ser de utilidad para la persona sujeto del aprendizaje. A partir de lo anterior, Kolb (1984) identificó cuatro estilos o tipos de aprendizaje: convergente, asimilador, acomodador y divergente. Por otro lado Dunn (1985), define los estilos de aprendizaje como “la manera en que cada persona absorbe y retiene la información y/o habilidades; que desde la creación de dichos procesos, es completamente independiente y diferente para cada persona”. 36 Gracias a los trabajos realizados por Kolb (1984), se pudo caracterizar distintos estilos de aprendizaje en función de las demandas y cambios culturales y tecnológicos que ha vivenciado la sociedad en la actualidad, los cuales son: estilo reflexivo, pragmático, teórico y activo (Camarero, Del Buey y Herrero, 2000). 1. El estilo reflexivo consiste en la observación y recolección de información, en donde la persona se caracteriza por ser analítico, paciente, observador y precavido. Suele reflexionar la situación antes de adoptar cualquier toma de decisiones. 2. El estilo pragmático se basa en la generación de conclusiones y transformación de ideas abstractas, lo cual se condice con individuos que se caracterizan por procesar el conocimiento de manera crítica, planificada, lógicas y con una secuencia metodológica para conseguir sus objetivos de aprendizaje. 3. El estilo teórico se caracteriza por la experimentación activa del aprendizaje, con tendencia para llevarlo a la aplicación práctica. En aquella los individuos adquieren la información desde una posición práctica, realista, técnica y directa, que le permitan poder aplicar los nuevos conocimientos adquiridos. 4. Por último, el estilo activo refiere al aprendizaje basado en la experiencia concreta, siendo éstos sujetos activos, animadores y espontáneos que les permitan disfrutar de las nuevas experiencias de aprendizaje. De acuerdo con lo anterior, los estudiantes con un estilo de aprendizaje de tipo activo presentan una mayor tendencia a clasificar la información de manera improvisada, sin mediar en algún tipo de ayuda o soporte que facilite su categorización. Mientras que los pragmáticos y reflexivos, suelen 37 organizar los datos en carpetas separadas por temáticas como medio para acceder eficazmente a la información. Otros estudiantes pueden preferir tomar fotos de la materia con su teléfono móvil, o screenshots, para luego ser revisadas y estudiadas en la laptop. Por ende, el profesional docente también deberá adquirir conocimiento respecto de los canales de aprendizaje que poseen los estudiantes del presente siglo, y que varía considerablemente con épocas anteriores en donde la información se procesaba e interiorizaba de manera distinta a lo que acontece hoy en la actualidad. A modo de ejemplo; los estilos de aprendizaje han ido evolucionando constantemente con el pasar de los años. Hoy en día se está planteando que el aprendizaje se puede dar de forma pragmática, teórica, activa y reflexiva, generando un cambio de paradigma sobre las formas de aprendizaje ya conocidas (kinestésico, visual, auditivo, entre otros). 4. GENERACIÓN Z: ESTUDIANTES DIGITALES La sociedad del conocimiento ha ido generando innumerables cambios al interior de las estructuras sociales, culturales y educativas. Ésta última se ve fuertemente reflejada en las modificaciones que los estudiantes de la actual generación han experimentado a raíz de la entrada de nuevas tecnologías. Pero antes profundizar en dicho aspecto, el uso y establecimiento de herramientas tecnológicas al mundo educacional ha creado un paradigma en torno a las estrategias de enseñanza que se adecuen a las exigencias de los estudiantes, puesto que el alumnado comparte día a día instrumentos tecnológicos que le permiten modificar la perspectiva que poseen sobre el mundo, específicamente, la educación. Aquello ha dado paso a la utilización del concepto Generación Z, que refiere a las personas nacidas entre el año 1998 y 2012, y que se han visto inmersas en una cultura digital que los ha estado acompañando en diversas etapas y ámbitos de su vida, lo que 38 también ha originado al empleo del término “estudiante digital” como un agente que vivencia sus procesos de enseñanza – aprendizaje desde un carácter marcadamente activo e integrativo de las herramientas disponibles para las aulas escolares. Mencionado esto, los estudiantes digitales comparten ciertas características que los diferencian de estudiantes de generaciones anteriores, además de preferencias de aprendizaje que van a orientar la práctica docente (Fernández, 2016). 4.1. CARACTERÍSTICAS DE LOS ESTUDIANTES DIGITALES. Los estudiantes digitales pertenecientes a la generación Z, se caracterizan por presentar rasgos tanto sociales como cognitivos que los definen como individuos con tendencia a la inmediatez y respuesta activa del aprendizaje (Gallardo, 2012). En esta misma perspectiva, el alumnado digital se considera como un estudiante con preferencias hacia la información visual y kinestésica, lo que se condice con la interacción activa y continua que demanda el estudiante de la actual generación. Por otra parte, entidades internacionales como el International Learning Advisory Board (2008), plantean diferentes características que identifican de modo general a los estudiantes digitales: En primer lugar, prefieren tener la percepción de control sobre las cosas que les rodea, haciendo uso de la tecnología para adquirir el conocimiento a cualquier hora del día sin depender de los horarios existentes en las aulas regulares. Lo descrito puede adoptar el carácter de un impedimento en el contexto del aprendizaje, puesto que la motivación se encontrará dirigida hacia el objeto tecnológico, independientemente de si se está al interior o no del aula. 39 Por otra parte, son individuos que se observan como competentes en el área de las TICs, puesto que dichas tecnologías han estado inmersas durante todo el transcurso de su vida, incluyendo el aspecto académico. Utilizan aplicaciones y herramientas tecnológicas con facilidad, lo que les permite acceder rápidamente al conocimiento e interacción con otras personas. No presentan mayores dificultades en el procesamiento de la información, lo que se debe a un nuevo estilo de pensamiento que se diferencia con estudiantes de generaciones anteriores. Los datos del estudio nos entregan información relevante que nos da ciertos matices sobre las principales características de los estudiantes en la actualidad, entendiendo aquello como un elemento que puede orientar los lineamientos educativos hacia los distintos desafíos que plantea la enseñanza en el alumnado de la generación digital. Otro aspecto a considerar es la discrepancia existente entre las preferencias de aprendizaje de estudiantes digitales, y lo que los educadores tienden a elegir dentro de sus métodos de enseñanza. Según esto, podemos encontrar que los docentes presentan una tendencia a preferir una enseñanza basada en la administración de textos, escritos, antes que la selección de imágenes o contenido audiovisual. Sumado a lo anterior, se sostiene que muestran una inclinación a que los estudiantes trabajen de manera independiente, en desmedro de un trabajo grupal que promueva la utilización de herramientas que generen redes de apoyo académico, como también la proposición de tareas unilaterales, secuenciales y/o lineales, manteniendo de esta forma una estrategia de enseñanza 40 basada en los paradigmas educativos de años anteriores, sin posibilidad de adaptarse a lo que se denominaría como “multitareas” en el aula escolar. En cambio, los estudiantes refieren preferir el procesamiento de la información mediante imágenes, audio y colores; conectarse e interactuar con otros mediante redes de apoyo vía internet; y la entrega de un aprendizaje que les sea útil, activo y relevante para su vida cotidiana, además de que posea un componente lúdico para su realización (Gallardo, 2012) A partir de aquello, la observación de una discrepancia entre las expectativas de aprendizaje de los estudiantes digitales y los modos de llevar a cabo las labores de enseñanza por parte de docentes, resulta clara y concisa si se tiene en cuenta que la educación cambió con la entrada de la sociedad del conocimiento. Una sociedad que también introdujo a este paradigma el concepto de estudiantes digitales como promotores principales de cambio en la educación actual la cual les sea significativa. 5. APRENDIZAJE SIGNIFICATIVO: SITUACIÓN ACTUAL EN LA EDUCACIÓN Mucho se ha hablado en la actualidad respecto al aprendizaje significativo, estudiantes digitales y su importancia en el ámbito de la educación actual. Tanto profesores, asistentes de la educación y educadores, han planteado en sus discursos cotidianos el uso y significancia del aprendizaje significativo en estos nuevos tipos de estudiantes y sus procesos de enseñanza, puesto que dicho concepto se origina como un constructo que viene a orientar la práctica educativa hacia un modelo que busca la construcción del conocimiento a través de un aprendizaje paulatino del estudiante digital. 41 Sin embargo, pareciera ser que en la práctica las aplicaciones, principios y/o condiciones para llevar a cabo eficazmente la teoría del aprendizaje significativo no son ejecutados ni comprendidos de manera correcta por los profesionales encargados de incorporarlo en las aulas. Dicha situación puede responder a diversos factores que pueden ser: falta de competencias docentes en el área de la enseñanza para promover los debidos procesos de aprendizaje, desconocimiento teórico respecto a la teoría, formación profesional no atingente a la realidad de los nuevos estudiantes, entre otros. Es innegable también, el factor de la tecnología y cambios en la sociedad sobre las maneras que adoptamos de adquirir el conocimiento, impactando de manera sustancial a nivel educativo, específicamente en los estudiantes. Ya no se “conoce” como en épocas anteriores, ni tampoco se aprende del mismo modo, por lo que supone un desafío para los docentes poder adaptar estrategias de enseñanza que se relacionen con la teoría, y que a la vez, incluyan las herramientas tecnológicas que se disponen en la actualidad. En este contexto, es labor del maestro poder dotar de un valor educativo que sea significativo hacia los elementos tecnológicos disponibles, puesto que fácilmente se puede convertir en una desventaja el mal uso de las nuevas tecnologías al interior del aula. Por esto es que se abordarán distintas temáticas que signifiquen poder situar una relación entre Aprendizaje Significativo, TICs y competencias docentes hacia una adecuada aplicación de la teoría en la educación actual. La teoría del aprendizaje significativo trata de una teoría de tipo constructivista del aprendizaje desarrollada por David Ausubel en el año 1963, dentro de la cual menciona entre sus planteamientos, la idea del aprendizaje generado por los procesos del propio individuo desde lo “ya conocido”. En otras palabras, es la construcción del conocimiento a partir de la nueva información que asimila, y que se incorpora a los esquemas cognitivos que ya posee el sujeto 42 (Ausubel, 1976). Lo anterior, provoca que el individuo dote de significado el conocimiento desde las cogniciones que dispone con anterioridad. Éstas características se instalan como ejes fundamentales en los procesos de enseñanza debido a la importancia que recae en el docente el encontrar los distintos significados que poseen los estudiantes para impartir las tareas de enseñanza, y de esta forma, garantizar la adquisición, retención y asimilación del conocimiento que los establecimientos educativos ofrecen. Sin embargo, para que el aprendizaje significativo tenga lugar y se desarrolle de manera óptima en las aulas, se deben dar tomar en cuenta ciertas consideraciones: 1. El estudiante deberá presentar una actitud abierta y de predisposición hacia el aprendizaje para que se den las condiciones necesarias para llevar a cabo un aprendizaje significativo. 2. La utilización y disposición de material educativo que sea sustancialmente significativo. Es decir, que contenga sentido lógico, y que existan ideas de anclaje en el estudiante que le permita relacional la información nueva con la estructura u conocimiento que ya posee. Aún así, existen ciertas limitantes que pudieran interrumpir el buen curso hacia los propósitos que establece la presente teoría. Tanto el ambiente de aprendizaje, como el estudiante, pueden dar cumplimiento a las dos consideraciones mencionadas anteriormente, no obstante, si el individuo no tiene en sus sistemas cognitivos las ideas preconcebidas que le permitan anclar y asimilar el conocimiento nuevo, difícilmente se podrá dar un aprendizaje significativo en dicha materia. Es por esto, que el rol del profesor también debe ir dirigido hacia la indagación de los elementos que mayormente impactan en sus estudiantes a la hora de aprender, como también las estructuras cognitivas que presentan para lograr una mejor integración de la información nueva. 43 Como se ha visto hasta el momento, se puede observar una relación triangular entre los distintos actores que componen la labor educativa a partir de la óptica del aprendizaje significativo: estudiante, profesor y material educativo. La interacción recíproca entre ellos facilita un progreso paulatino del aprendizaje, en la cual, cada uno cumple un papel relevante dentro de esta interacción. Dicho esto, tampoco se puede excluir el contexto en el cual se ubica la sociedad actualmente, considerando los avances tecnológicos y de la información que generan un intercambio de conocimiento mucho más acelerado. En este aspecto, la educación y las teorías que se han aplicado al campo de la enseñanza no está exento de aquello, por lo que se hace necesario contextualizar adecuadamente los constructos teóricos a la realidad cotidiana perteneciente al mundo de la sociedad de la información. 5.1. CONSIDERACIONES SIGNIFICATIVO. ACTUALES DEL APRENDIZAJE En palabras de Novak (1998), “el aprendizaje significativo es la que media los procesos de integración y construcción del pensamiento, así como sus sentimientos y acciones que conducen al enriquecimiento humano”. Según la definición del autor, le da especial importancia al sentido emocional como un aspecto a tener en cuenta en el desarrollo de un aprendizaje significativo del individuo, ya que la visualiza como una variable que se encuentra entrelazada con el pensamiento y acción. La integración del ámbito emocional supone un avance en cuanto al desarrollo del constructo teórico de Ausubel, y que es compartida por diversos autores en materia de educación. Otros autores plantean el término de aprendizaje significativo como un concepto susceptible de ser tratado desde una actitud crítica y reflexiva, permitiendo al estudiante realizar cuestionamientos 44 acerca de sus propios procesos de aprendizaje: qué quiero aprender, cómo lo aprendo y para qué lo aprendo. Dotando de un sentido completamente crítico al proceso que implica la asimilación de información por parte del estudiante (Moreira, 2000). Al igual que Maturana (2001), explicando su concepto de autopoiesis dentro de lo que refiere al individuo como un elemento conocedor del ambiente a través de un sistema autopoiético que compone al ser humano. Es decir, un sistema que conserva su propia organización, actuando con diversos cambios en su estructura, frente a las interacciones o estímulos que recibe del ambiente. Si lo llevamos a un aspecto estrictamente educativo, el estudiante sería este sistema autopoiético que conserva su organización frente a los estímulos del docente, modificando su estructura cognitiva con cambios que sirvan para actuar a dichas perturbaciones del exterior. Por ende, la significancia del aprendizaje quedará supeditada al rol del estudiante como sistema regulador de su propia estructura, o sistema autopoiético de su organización cognitiva que le permitirá adaptarse a los cambios que presente el docente. Como se puede observar, hasta ahora existe una evolución del concepto “aprendizaje significativo”; desde la consideración del elemento emocional como mediador fundamental de la apropiación de conocimientos del estudiante; la dotación del aprendizaje como una construcción que requiere de entregarle un sentido crítico y reflexivo necesarios para la creación de aprendizajes significativos; hasta concibiendo el proceso de aprendizaje como un sistema de conservación dentro de la organización cognitiva y emocional del estudiante frente a las acciones del profesor. En todos los casos mencionados, el docente a través de la práctica en el aula es fundamental que dirija los contenidos curriculares del marco nacional hacia un ambiente y contexto que tenga en cuenta las características particulares de los estudiantes, y que de esta manera impacten desde el ámbito emocional y reflexivo. 45 Los estudiantes de la actual generación basan sus estrategias de aprendizaje en torno al uso y conocimiento de las herramientas digitales, por tanto para un cambio de paradigma resulta clave que se adquiera las competencias necesarias para trabajar y adaptar los recursos TIC a las demandas que presentan los alumnos y alumnas de hoy en día. El cuerpo docente dispone de la primera tarea en integrar dicho aspecto a los modelos pedagógicos y curriculares que permita el logro de competencias tanto para el profesional, como para el estudiante. Lo tratado anteriormente, nos ubica en una posición reflexiva en torno a la educación tradicional que todavía es persistente en algunos establecimientos escolares, en donde no se considera la individualidad de cada estudiante para el servicio del conocimiento, como también los procesos educativos que no han sufrido variaciones considerables para la integración de métodos pedagógicos innovadores que se originan a partir de la llegada de nuevas tecnologías del conocimiento, y que se adapten a los desafíos que implica el estudiante digitalizado de la actualidad. 46 METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN MARCO METODOLÓGICO 1. ENFOQUE DE INVESTIGACIÓN. La presente investigación se desarrollará desde un enfoque de tipo cualitativo. Lo que se traduce en generar procesos de análisis y recolección de información respecto al funcionamiento de las actuales competencias docentes curriculares y de enseñanza en los estilos de aprendizaje de estudiantes digitales interior de los fenómenos vinculados a la problemática planteada. Aquel proceso contará con un tratamiento de tipo analítico que se llevará a cabo mediante revisión exhaustiva de bibliografía que de cuenta de la información disponible del tema a tratar. 2. MÉTODO DE INVESTIGACIÓN. En su desarrollo, contará con un método de tipo correlacional, lo que permitirá examinar, relacionar y determinar la influencia de las actuales competencias docentes curriculares y de enseñanza hacia los estilos de aprendizaje de estudiantes digitales, además de abordar elementos de aprendizaje significativo y procesos de enseñanza – aprendizaje para dar cuenta de conclusiones respecto de la problemática. Lo anterior será entregado mediante los datos recolectados en la revisión bibliográfica del proceso investigativo e información obtenida mediante observación durante el proceso de práctica del estudiante. 47 3. ESTUDIO DE INVESTIGACIÓN. Para dar entrega de las resoluciones que se obtuvieron durante el transcurso del escrito, ésta se llevará a cabo desde un abordaje analítico fundamentado de la teoría y revisión de literatura de los elementos a considerar, lo que facilitará la búsqueda de una vinculación entre aquello para determinar sus diversas interacciones entre las variables. 48 CONCLUSION Durante el transcurso de la presente investigación se ha podido distinguir diversas competencias docentes componen la labor del profesor dentro del aula, y que inciden en los procesos de enseñanza para la integración de conocimientos significativos por parte de los estudiantes. De acuerdo con esto, el área curricular y de enseñanza dispusieron de mayor desarrollo debido a que permiten al educador promover ambientes de aprendizaje para la adquisición y transformación de aprendizajes desde el diseño y ejecución adecuada de los programas de enseñanza. Lo anterior es fundamental si se posee la intención de que el estudiante interactúe con lo aprendido, en desmedro de una enseñanza esencialmente unilateral y de traspaso de información. Según la experiencia de práctica realizada por el presente en la Escuela Básica Las Vegas (Olmos, 2019) el poseer competencias docentes ligadas al ámbito de la práctica pedagógica resulta de especial importancia si se tiene la intención de generar cambios sustanciales en la calidad de la enseñanza y aprendizaje del alumnado. Es decir, lo referido a estilos de enseñanza del docente debe ir en sintonía con las demandas actuales que presentan los alumnos y alumnas en relación al área pedagógica. Para que se produzca esta sintonía, se debe considerar que los estudiantes digitales de la generación actual aprenden de manera activa e interactiva, en donde el aprendizaje adopta una posición relevante en torno a la percepción del estudiante del proceso de enseñanza, puesto que el conocimiento debe poseer un carácter práctico y útil para la vida cotidiana de éstos (Di Lucca, 2012). Sin duda, dicha situación es un elemento a tener en cuenta por parte de los profesores a la hora de planificar y ejecutar los contenidos curriculares en las aulas. 49 Sin embargo, hoy en día existe la tendencia de efectuar la enseñanza desde los lineamientos pertenecientes a décadas anteriores, esto quiere decir, aplicando métodos de enseñanza individualizados, a expensas de una mirada global y sistémica del aprendizaje que favorezca un aprendizaje basado en la colaboración e intercambio constante de experiencias e ideas de los estudiantes, activando de esta forma sus puentes cognitivos para la consolidación de conceptos e información según sus estilos de aprendizaje. El impacto que provoca continuar en esa misma línea pedagógica se traduce en una menor incidencia de aprendizajes significativos desde el uso de las competencias docentes de enseñanza y curriculares vinculadas a estrategias poco adaptativas a las demandas de los estudiantes en la actualidad. En este sentido, existe evidencia que demuestra que un buen uso y desarrollo de las competencias del profesor repercute en la calidad de la enseñanza y aprendizaje de los alumnos y alumnas (Sotomayor y Dupriez, 2007). Frente a lo anterior, tampoco se deja en exclusión el valor de adquirir y colocar en desarrollo competencias docentes relacionadas al aspecto psicológico, y no sólo digitales, curriculares o de enseñanza. Éstas también aportan de manera significativa al establecimiento de una cultura de aprendizaje al interior de las salas de clases, siendo elementos constituyentes que promueven un buen clima social escolar hacia el alumnado desde el trabajo de aspectos personales del docente (Moraga, 2015), al igual que la adquisición de habilidades en el manejo de tecnologías de la información que faciliten la entrega de conocimientos de manera lúdica y práctica. Hasta el momento se ha planteado la importancia que significa poseer competencias docentes vinculados al ámbito de la enseñanza y curricular para la instalación de ambientes de aprendizaje en las aulas de clases desde las formas que aprenden los estudiantes. No obstante, ¿qué nos dicen 50 las estadísticas en relación a las competencias que poseen los profesores en Chile en la actualidad y su adecuada aplicación?. Según los resultados entregadas por la Evaluación Docente (MINEDUC, 2018) muestran datos que resultan preocupantes respecto al buen desempeño de la labor docente al interior de las aulas. Un gran universo de los docentes encuestados se ubica en la categoría de insatisfactorio o básico en temáticas que refieren a el ejercicio de la docencia propiamente tal, es decir, no se realiza un adecuado cierre de la clase, falta de instancias de reflexión y/o preguntas respecto a las actividades realizadas, retroalimentación deficiente o nula hacia sus estudiantes, entre otros. Aquello también se muestra en las áreas de autoevaluación de la labor docente y reflexión pedagógica, observándose un alto porcentaje de docentes que no realizan una adecuada evaluación y reflexión de su propio desempeño para la construcción de sus programas de clases, al igual que excluir las características particulares de cada estudiante en los análisis y procesos reflexivos necesarios para la confección de dichos programas. Lo anterior indudablemente genera un impacto negativo si se tiene como objetivo principal la calidad de la educación en los establecimientos escolares. Por otro lado, el Marco para la Buena Enseñanza establece ciertos principios que orientan la práctica pedagógica respecto a lo que deben conocer y saber realizar los docentes. En relación con esto, una de las pautas que ofrece el Marco para la Buena Enseñanza sobre La Preparación de la Enseñanza es el dominio de las didácticas de la disciplina que enseña y un conocimiento de las características y experiencias individuales de sus alumnos y alumnas. Si lo anterior se tuviera que contrastar con los resultados de la Evaluación Docente, no se condicen los datos observados con las competencias esperables de un profesor acerca del área Preparación de la Enseñanza. Del mismo modo ocurre en el apartado de Enseñanza para el Aprendizaje de todos los Estudiantes, en la cual se plantea que las estrategias de enseñanza del docente deben ser desafiantes, coherentes y 51 significativas para los estudiantes (Crisostomo, 2015). A pesar de ello, las competencias pedagógicas que disponen los profesores de la actual generación no responden a las necesidades educativas del alumnado, lo que se traduce en estrategias de enseñanza no acordes a los modos de aprendizaje de éstos en la actualidad, y por ende, obstaculizando un proceso significativo e integral del aprendizaje que se origina desde el desempeño docente. A partir de lo anterior, se puede argumentar lo fundamental que significa el papel del profesor hacia la promoción de una calidad en los aprendizajes de los estudiantes, pero para conseguir dicho objetivo se debe considerar el componente dinámico que posee el docente en cuanto a la adaptación de sus habilidades para los requerimientos educativos que presenta la actual generación de alumnos y alumnas. En palabras de Maturana (2001), el educar se construye en la interacción recíproca con un otro de manera transformacional, en donde el aprendizaje se sitúa en un espacio de convivencia que incluye al profesor. Este espacio de convivencia implica responsabilidades para el docente, las cuales son conocer a su alumno o alumna desde su historia, contexto y necesidades. No obstante, la realidad y las cifras observadas durante el estudio discrepan significativamente del desafío que nos propone la educación actual. Al respecto, se señalarán algunas orientaciones generales para el desarrollo de competencias docentes que impacten positivamente en los modos de aprendizaje de estudiantes digitales, y que ello signifique en aprendizajes significativos por parte de éstos. Lo anterior puede incluir al ámbito individual del docente, o estructural desde el papel que cumplen las instituciones educativas encargadas de dar formación profesional: 52 Planes de gestión del aprendizaje en la cual se consideren diversos métodos u didácticas según los estilos de aprendizaje de los estudiantes (pragmático, teórico, reflexivo y activo) para ser ejecutadas al interior de las aulas. Establecer mayores posibilidades y espacios de formación continua al interior de la comunidad educativa para docentes, en temática referida a didácticas y/o estrategias de enseñanza hacia las demandas educativas de la actualidad. Establecer una mayor comunicación, intercambio de conocimiento e interacción entre las instituciones encargadas de dar formación profesional y los establecimientos escolares, puesto que hoy en día existe una desconexión que implica a ambas comunidades, afectando negativamente en las herramientas que se le entregan a los futuros docentes (Crisostomo, 2015). Generar planes de autoevaluación mensuales y sistemáticos respecto a los procesos de enseñanza y aprendizaje en las asignaturas correspondientes al docente, considerando la opinión de los estudiantes para la confección de cambios en torno a los criterios establecidos por el Marco para la Buena Enseñanza. Para finalizar, durante la presente investigación se ha mencionado las diversas competencias requeridas por un docente para desempeñar de manera óptima su labor al interior de las aulas, como también las estrategias de enseñanza y efectividad que muestran los mismos para la búsqueda de un impacto positivo en la calidad de la enseñanza y aprendizaje de los estudiantes. En esta línea, cabe resaltar los resultados negativos de la evaluación docente del año 2018, en la 53 cual un gran porcentaje de los profesores encuestados presentó altas debilidades en el aspecto de competencias que refieren al ámbito de la enseñanza y curriculares. Sumado a lo anterior, la autopercepción que muestran los docentes respecto a su desempeño profesional en las aulas se indica como altamente positiva o destacada (MINEDUC, 2018). Aquello provoca que los procesos de perfeccionamiento profesional no se consideren como elementos realmente necesarios por el profesor, puesto que los mismos se perciben como profesionales con las competencias necesarias para llevar a cabo su labor en los establecimientos escolares. Por otro lado, y tal como se mencionó con anterioridad, los estudiantes de la sociedad actual aprenden mayormente de manera activa y práctica, con una utilización constante de las tecnologías de la información y comunicación como potentes herramientas complementarias a sus procesos de aprendizaje. Sin embargo, para lograr una correcta integración de aprendizajes por parte de ellos, se requiere de capacidades idóneas por parte del profesor de tal modo que entregue un rol transformador de la labor docente en la calidad de la enseñanza y aprendizaje. En este sentido, y con la información resultante, un importante número de profesores no disponen de las competencias necesarias en los ámbitos curriculares y de enseñanza, provocando que sus prácticas pedagógicas actuales influyan de forma negativa hacia los estilos de aprendizaje de los estudiantes en la actualidad. 54 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Ausubel, D. P. (1976). Psicología educativa. Un punto de vista cognoscitivo. México: Ed. Trillas. 2. Avalos, B. (2005). Competencias y desempeño profesional. Pensamiento Educativo. Revista de Investigación Educacional Latinoamericana. Recuperado de: http://pensamientoeducativo.uc.cl/index.php/pel/article/view/335/720 3. Bellei, C. (2003). ¿Ha tenido impacto la Reforma Educativa Chilena?. 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