Subido por ANTONIO DOMINGO

ANTONIO arocha

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ESPACIO Y TIEMPO, Revista de Ciencias Humanas, Nº 24-2010, pp. 99-113
LAS VISITAS DE INSPECCIÓN A LAS ESCUELAS PRIMARIAS
EN LA PROVINCIA DE SEVILLA
Francisco DE DIOS MARTÍN*
RESUMEN
El artículo aborda el origen de la inspección, así como su posterior desarrollo, muy
condicionado a los diferentes y sucesivos gobiernos que se dieron en el siglo XIX, si bien a partir
de la Ley de Instrucción Pública (1857), denominada Ley Moyano, hay una cierta estabilidad en el
campo educativo que contrasta con la inestabilidad político-social de la España decimonónica.
Tres inspectores cubren todo el período de visitas de inspección a las escuelas primarias en
la provincia de Sevilla en la segunda mitad del siglo XIX. De ellos describimos su formación y
hoja de servicios, así como su labor inspectora, identificando cada tipología de escuela y el año
en que se realizan las visitas.
ABSTRACT
This paper reviews the origins of the Spanish school inspection system and its development,
which was deeply affected by the various political forces and governments of 19th century
Spain. In spite of the political instability of the period, the passing of the “Ley de Instrucción
Pública”, also known as “Ley Moyano” in 1875, marked a moment of certain stability in the
national system of education.
During the second half of the the 19th century, three inspectors are responsible for the
inspection system of primary schools in Seville and its province. This article attempts to describe
their professional training and service record, as well as specific facts about the inspection
activities carried out by them in different types of schools.
*
Universidad de Sevilla.
99
ORIGEN Y DESARROLLO LEGISLATIVO DE LA INSPECCIÓN
Diversos estudios sitúan el origen de la inspección en momentos históricos
diferentes, el profesor Luzuriaga lo ubica en la Real Cédula de Enrique II, en el
siglo XIV (Luzuriaga, 1916). Para Ramírez Aisa el nacimiento de la inspección
se produce en la segunda mitad del siglo XVII con el objetivo de controlar la
enseñanza elemental (Ramírez Aisa, 1993). El profesor Adolfo Maillo aporta
otra tesis sobre el origen de la inspección y defiende tres períodos, a saber,
el atécnico, el de transición y el período técnico. (Adolfo Maillo, 1967).
Ya en el siglo XIX, concretamente en 1812 los liberales, conscientes de
la importancia de la educación, reservan el título IX de la Constitución a la
Instrucción Pública. En el artículo 369 de la constitución se recoge que:
“...una Dirección General de Estudios, compuesta de personas de conocida
instrucción, a cuyo cargo estará, bajo la autoridad del Gobierno, la inspección
de la enseñanza pública”1
La vuelta de Fernando VII al poder supuso el abandono de los proyectos
educativos de los liberales. El Decreto de 4 de mayo de 1814 derogó la
Constitución y las medidas legislativas de las Cortes. El pronunciamiento
de Riego en 1820 propició nuevamente el acceso al poder de los liberales.
En 1821 (Álvarez de Morales,1972) se publica el Reglamento General de
Instrucción Pública y en 1822 la Dirección General de Estudios presentó a
las Cortes un Proyecto de Reglamento General que había de observarse
en todas las Escuelas de Primeras Letras de la Monarquía española (Soler
Fiérrez, 1995), en cuyo capítulo VI se regulaban las visitas de inspección a
las Escuelas de Primeras Letras. Un nuevo cambio político con la llegada al
gobierno de Fernando VII, derogó todas las disposiciones promulgada por
los liberales en el R.D. de 1 de octubre de 1823.
Posteriormente una Junta nombrada el 31 de julio de 1824, confeccionará
un Reglamento de Escuelas de Primeras Letras, sancionado por R.O. de 20 de
febrero de 1825 (Luzuriaga, 1916) y firmado por Francisco Tadeo de Carlomarde.
Pero la muerte de Fernando VII y el acceso al poder de la consorte María Cristina
en calidad de regente, propició la paulatina implantación del Estado Liberal.
Entre las primeras medidas tomadas por la Reina Gobernadora está la
creación, por R.D. de 31 de agosto de 1834, de una Comisión encargada de
formar un Plan General de Instrucción Primaria:
1
(S/A): “La primera Constitución: 1812 (texto integro)”, en Nueva Historia, Año I, número 9, octubre
1977, p. 36.
100
“...aplicable a todos los pueblos de la Monarquía, según permitan sus
respectivas circunstancias, y en el que, sin perjuicio de atender a la economía
que exije (sic) el estado de los fondos públicos, se asegure la subsistencia
de los profesores, y el decoro que les es debido, estableciéndose la
correspondiente vigilancia en el régimen moral y administrativo, a fin de
que se eviten los abusos que han impedido hasta ahora los progresos de la
enseñanza primaria”2
El Plan General de Instrucción Pública, promulgado por R.D. de 4
de agosto de 1836 (Álvarez de Morales, 1970) y firmado por el Duque de
Rivas, señalaba que la dirección y régimen legal de la instrucción primaria
correspondía al Ministerio de Gobernación y a las comisiones de provincia,
partido y pueblo.
La caída del Ministerio de Istúriz y la promulgación de una nueva
Constitución en 1837, suscitó la derogación del Plan del Duque de Rivas. Tras
ello se dicta una ley autorizando al Gobierno para plantear provisionalmente
el Plan de Instrucción Primaria de 21 de julio de 1838, firmado por el Marqués
de Someruelos (MEC, 1985).
En 1843 la situación política era insostenible; por esa razón se proclama
la mayoría de edad de Isabel II, (reina con 14 años), iniciándose así la
década moderada con el gobierno de Narváez y el 17 de septiembre de
1845 se aprueba por R.D. un Plan General de Estudios, conocido como
Plan Pidal (Lucena Ferrero, 1999). El responsable de su redacción fue
Gil de Zárate, cuyo objetivo se centraba en la enseñanza secundaria y
superior.
El R.D. de 30 de marzo de 1849, crea la Inspección Especial de Primera
Enseñanza. En su preámbulo se ensalzan los valores de la inspección:
“Si en todos los ramos del servicio público es conveniente esta clase
de funcionarios, en la instrucción primaria e indispensable. Sin ellos la
administración nada ve, nada sabe, nada puede remediar”3
El 20 de Mayo de 1849 se aprueba el Reglamento para los Inspectores
de Instrucción Primaria del Reino donde se hace hincapié en el modus
operandi del inspector antes y después de la visita a la escuela (Art. 27 a 29),
y la actuación de los ayuntamientos en relación con la instrucción pública.
Concretamente se nos dice en el Art. 28:
2
3
GIL DE ZÁRATE, A. (1855): De la Instrucción Pública en España, Tomo I. Madrid: Imprenta del
Colegio de Sordomudos y de Ciegos, p. 247.
GACETA DE MADRID. Nº 53 del 2 de abril de 1849.
101
“Luego que el inspector haya examinado la escuela o escuelas de un pueblo,
lo participará al alcalde a fin de que reúna a la comisión local para que aquel
manifieste el resultado de su visita, haga las observaciones y preguntas
que juzgue oportunas; se entere, con la lectura del libro de actas, del celo y
trabajos de la comisión, y dicte sus instrucciones para el remedio de las faltas
que hubiere notado”4
El 12 de octubre de 1849, una R.O. aprueba las instrucciones a seguir
por los inspectores de instrucción primaria en sus visitas a las escuelas. Este
consta de tres capítulos, en el último se dan una serie de orientaciones sobre
el contenido de la visita:
“La inspección a las escuelas ha de abrazar su régimen y disciplina, los métodos
de enseñanza, su carácter moral y religioso, el estado y circunstancia del
edificio, el menaje y demás útiles del establecimiento y la aptitud, capacidad,
instrucción y comportamiento de los maestros”5
También se nos pone en antecedentes de algunas prácticas ligadas en el
cobro de las retribuciones en especie hecha por el maestro y que deben ser
modificadas en beneficio de la dignificación del propio docente:
“56º Modo de hacer efectivas las relaciones y diligencias practicadas para
sustituir a los medios poco decorosos usados en algunos como el de pasar
el maestro de casa en casa todos los sábados a recoger un pedazo de pan,
que recibe como de limosna, por vía de retribución con el nombre de centra,
y cualquier otro que pueda rebajar el respeto y la consideración que le son
debidas”6
La conflictividad social que en 1857 se hace especialmente virulenta en
Andalucía (Querrien, 1979), contrastaba con la situación de orden y tranquilidad
que se alcanza en el campo educativo, donde se aprobó una Ley de Instrucción
Pública en 1857, siendo Ministro de Fomento D. Claudio Moyano Samaniego
(MEC, 1985), que evitaba la arbitrariedad legislativa del gobierno de turno
(Puelles Benítez, 1980).
Para Jiménez Eguizábal, la Ley de 9 de septiembre de 1857, favoreció
el asentamiento de la inspección profesional en su doble vertiente general y
provincial que propició un marco regulador sobre el número, requisitos y haberes
de unos agentes seleccionados a discreción por el gobierno para ejercer la
inspección y vigilancia en el contexto educativo (Jiménez Eguizábal, 1983).
4
5
6
Compilación Legislativa de Instrucción Pública (1878) Tomo II. Madrid: Imprenta de T. Fortanet.
Colección Legislativa de España. Tomo XLVIII. Tercer cuatrimestre de 1849, p. 162.
Ibídem, p. 171.
102
El 20 de julio de 1859, dos años después de promulgarse la Ley, se
sancionará el llamado Reglamento General para la Administración y el Régimen
de la Instrucción Pública que se mantendrá prácticamente invariable hasta
finales del siglo XIX, en el que aparece el Real Decreto de 27 de marzo de 1896
donde se aprueba un nuevo Reglamento para la inspección de la enseñanza.
Las reformas en torno a la inspección no acaban en el siglo XIX, sino que
continúan a lo largo del siglo XX, respondiendo a las exigencias de los tiempos.
Nada más comienzar el siglo XX, un nuevo Real Decreto modifica la Inspección
Provincial de Primera Enseñanza (Jiménez Eguizábal, 1983).
DOCUMENTOS QUE GENERAN LAS VISITAS DE INSPECCIÓN
En las visitas de inspección intervienen diferentes instancias responsables
de la enseñanza: inspector, profesor, Junta Local de Primera Enseñanza, Junta
Provincial de Instrucción Pública y el Rector. Estas inspecciones generan una
serie de documentos:
o Informe del profesor sobre el estado de la escuela.
“Los maestros y maestras así públicos como privados deberán tener
preparadas, cuando llegue el inspector, una noticia del estado de la
escuela arreglada al modelo núm. 15”7
o Prevenciones u observaciones del inspector
“Terminada la visita, el inspector anotará las prevenciones y advertencias
que juzgue convenientes hacer en el libro que a este efecto deberá haber
en cada Escuela y recogerá copia de ellas firmada por el maestro”8
o Acta de la Junta Local de Primera Enseñanza.
7
8
9
“Después de visitadas todas las Escuelas del pueblo, el Alcalde reunirá
a invitación del inspector y con asistencia de éste, la Junta local de
primera enseñanza. En la sesión expondrá el inspector el juicio que por
la visita haya formado del estado de la instrucción primaria en el pueblo
y en cada una de las Escuelas; pedirá las noticias que crea conducentes
al buen desempeño de su cargo; y en vista de las esplicaciones (sic) que
se le den, propondrá los medios que juzgue más propios para enmendar
las faltas que advertido, y mejorar el servicio del ramo”9
Colección Legislativa de España. Tomo LXXXI. P. 179.
Idem.
Ibidem. P. 179-180.
103
o Circular u Oficio de la Junta Provincial y del Rector
“Cada ocho días remitirá el inspector al Presidente de la Junta provincial
de Instrucción pública los documentos relativos a los pueblos cuya
visita hubiere terminado, a saber: las noticias dadas por los maestros,
conforme al art. 142”10
Los secretarios de las Juntas remitirán originales al Rector, al tercer día de
recibirlas:
“Los Rectores examinarán las comunicaciones de los inspectores
relativas á las visitas, y remitirán á la Dirección General un resumen del
resultado que ofrezca la de cada provincia”11
La documentación que generaba las visitas de inspección, y su posterior
tratamiento burocrático permitía saber y conocer el estado de la enseñanza
y la implicación en la instrucción de la enseñanza de cada uno de sus
responsables.
LOS INSPECTORES DE LA PROVINCIA DE SEVILLA
Antes de abordar el análisis de las visitas de inspección a las escuelas
primarias en el siglo XIX en la provincia de Sevilla, se hace necesario una
serie de puntualizaciones.
Como podemos observar en los cuadros I, II, III, se recogen las visitas
de inspección localizadas en el Archivo Universitario de Sevilla, de los tres
inspectores de la provincia de Sevilla que estuvieron en activo desde la
promulgación de la Ley de Instrucción Pública de 1857, denominada Ley
Moyano, hasta finales de siglo. En este período de tiempo, detectamos una
serie de lagunas documentales entre las últimas visitas del Inspector D.
Pedro Sánchez Villarroel en 1865 y las primeras de D. Pedro Sendino Arnáiz,
en 1874, lo mismo ocurre entre las últimas de éste, en 1881 y las primeras de
D. Antonio Arocha y García en 1894, así como que las últimas del siglo XIX
del Sr. Arocha fueran en 1896.
Todo lo anteriormente expuesto plantea una serie de hipótesis para dar
respuesta a dicha laguna documental, en primer lugar, que durante esos años
el inspector no envió copia de las visitas realizadas al Presidente de la Junta
Provincial de Instrucción Pública, como era lo preceptivo según la legislación
10
11
Idem.
Idem.
104
vigente. La segunda es que realmente no se hicieron esas visitas de inspección. La tercera hipótesis, es el posible extravío de dicha documentación.
La tipología de escuelas tanto públicas (Pu) como privadas (Pr) visitadas
por los inspectores es la siguiente:
- Escuela Superior Completa de niños (So)
- Escuela Superior Completa de niñas (Sa)
- Escuela Completa de niños (Co)
- Escuela Completa de niñas (Ca)
- Escuela Incompleta de niños (Io)
- Escuela Incompleta de niñas (Ia)
- Escuela Completa de niños y de niñas (Coa)
- Escuela Incompleta de niños y de niñas (Ioa)
- Escuela de Párvulos (Pa)
- Escuela de Adultos (Ad)
El presente análisis comienza con unas apreciaciones generales de las
visitas de inspección localizadas en el Archivo Histórico Universitario de
Sevilla, (cuadros I, II y III) realizadas por los inspectores en la segunda mitad
del siglo XIX, para luego estudiar la labor inspectora de cada uno de ellos.
Se observa que la media anual de visitas de inspección en el siglo XIX,
pasa de las 98,12 escuelas del inspector Villarroel entre 1858 y 1865, a las
39,5 escuelas del inspector Sedino Arnáiz entre 1874 y 1881 y las 62 del
inspector Antonio Arocha entre 1894 y 1896, por lo tanto, la media de visitas
realizadas es muy baja en relación al número de escuelas existentes. Este
dato destaca aún más en las escuelas privadas, que son visitadas en unos
porcentajes muy bajos, llegando a finales de siglo a no recibir ninguna visita
por parte del inspector.
Las escuelas más visitadas eran las escuelas elementales completas de
niños y las elementales completas de niñas, algo lógico dado que era el
tramo de escolaridad obligatoria entre 6 y 10 años.
No se localizan visitas de inspección a escuelas mixtas tanto completas
como incompletas a finales del siglo XIX, entendemos que esa tipología de
escuela se fue integrando en las escuelas completas o incompletas tanto de
niños como de niñas, llegando finalmente a la desaparición.
105
EL INSPECTOR D. PEDRO SÁNCHEZ VILLARROEL
D. Pedro Sánchez Villarroel12, nace el 24 de noviembre de 1816, en Puebla de
Cazalla, provincia de Cádiz y fallece el 16 de mayo de 1891.
En 1839, con 23 años, obtuvo
por oposición la plaza de alumno
pensionado por la provincia
de Sevilla para la Escuela
Normal Central para los cursos
extraordinarios y ordinarios en
los años 1839, 1840 y 1841,
obteniendo la calificación de
“Notablemente aprovechado”.
Firma del inspector D, Pedro Sánchez Villarroel
Aprobó en la Universidad y Audiencia de Sevilla los dos cursos que
correspondían a la carrera de Notariado en los cursos 1844/ 1845 y 1845/4846
con la nota de “Sobresaliente”.
El 20 de septiembre de 1844 es nombrado Director de la Escuela Normal
Superior de Sevilla por oposición, cargo que desempeña hasta 31 de marzo
de 1854. Su labor inspectora comienza en la provincia de Sevilla en febrero
de 1854, por permuta con D. Juan Arcenegui. El 26 de enero de 1867 es
destinado a la provincia de Cádiz, cargo que ostenta hasta el 31 de julio
de 1868. Es nombrado inspector, en noviembre de 1871 en este caso es
destinado a la provincia de Sevilla, cesando un año después, no vuelve a la
tarea de la inspección hasta 1874 en la provincia de Cádiz. En 1877, deja la
inspección y es nombrado segundo maestro de la Escuela Normal Superior
Profesional de Málaga, cesa el 1 de marzo de 1879, pasando a ejercer con
el mismo cargo en la Escuela Normal de Sevilla, por permuta con Andrés
Mancebo Sánchez.
De los méritos y servicios podríamos destacar que entre 1833 y 1839
ocupa la plaza de auxiliar de la Escuela Pública de Puebla de Cazalla.
Desde 1841 a 1843 explicó varias asignaturas en el Colegio del Salvador
de Málaga. En 1844 fue nombrado por la Comisión Superior de Sevilla
para que inspeccionara las escuelas de la capital y emitiera una memoria
sobre el estado de dichas escuelas y las mejoras que podrían introducirse.
En 1844, mereció de la Exma. Diputación de Sevilla el nombramiento para
inspeccionar todas las escuelas de la provincia. Es nombrado en 1845 Socio
12
Archivo General de la Administración. Sección Educación. Legajo 32/6021. Inspección de Primera
Enseñanza. Hoja de servicios y méritos.
106
de la Sociedad Económica de Amigos del País de Sevilla, y se le encomendó
la tarea de redactar los estatutos de la misma. Obtuvo varias comunicaciones
laudatorias por su buen cumplimento como Director de la Escuela Normal
de Sevilla y como Inspector de la Escuelas por las Diputaciones y Juntas.
Como inspector desempeñó Cátedras de Pedagogía en la Escuela Normal
de Sevilla y sustituyó a los profesores de la misma.
LA LABOR INSPECTORA
La labor del inspector D. Pedro Sánchez Villarroel (Dios Martín, 2009), en
la provincia de Sevilla, se acota entre los años de 1858 hasta 1865, donde
realiza un total de 785 visitas, de las cuales 638 son a escuelas públicas y
147 a privadas, como podemos observar en el siguiente cuadro.
S.O
S.A
C.O
C.A
I.O
I.A
C.O.A
I.O.A
PA
AD
TOTAL
AÑO PU PR PU PR PU PR PU PR PU PR PU PR PU PR PU PR PU PR PU PR PU PR
1858 2
-
-
-
33 7 22 9
5
- 11 3
-
-
-
-
-
-
-
-
73 19
1859 -
-
-
-
1
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
1
-
5
1860 7
1
1
-
63 23 73 21 -
-
-
-
-
-
-
-
2
2
1
1 147 48
1861 6
-
-
-
51 13 63 16 3
-
-
-
1
-
3
-
2
1
6
- 135 30
1862 2
1
-
-
62 7 57 10 1
-
-
-
-
-
-
-
2
-
4
- 128 18
1863 7
-
2
-
41 13 50 10 2
-
-
-
-
-
-
-
2
-
-
1 104 24
1864 1
-
-
-
17 1 18 2
1
-
-
-
-
-
-
-
-
-
1
-
38
3
1865 1
-
-
-
3
-
-
-
-
-
-
-
-
-
1
-
-
8
5
26 2
3
- 271 66 290 70 12 - 11 3
1
-
3
-
8
4 13 2 638 147
total
28
3
-
2
337
3
4
-
2
360
12
14
1
3
12
15
-
785
Cuadro I: Elaboración propia.
En el análisis, nos centraremos en los años 1860 y 1861, dado que con la
implantación de la Ley Moyano 1857 y a raíz de la publicación del Reglamento
General para la Administración y Régimen de Instrucción Pública en 1859,
que permite desarrollar la Ley, entendemos que la inspección ha tomado
su mayor auge, dado que son los dos años que más visitas de inspección
localizamos en el archivo Histórico Universitario de Sevilla, como podemos
observar en el cuadro anterior.
En 1860, se realizaron un total de 195 visita de las cuales 147 eran
a escuelas públicas y 48 a privadas, teniendo en cuenta que hay 458
107
escuelas en la provincia, el inspector visitó el 42,57% de las escuelas. Ya
en 1861, el inspector visita un total de 165 escuelas, 135 públicas y 30
privadas, existiendo 498 escuelas, lo que significa que fueron visitadas el
33,13%. En los siguientes años hay un decreciente número de visitas de
inspección, acentuándose más a partir de 1864 y 1865 con 41 y 13 visitas
respectivamente.
PEDRO SENDINO ARNÁIZ
D.
Pedro
Sendino
Arnáiz13, nace el 18 de
enero de 1817, en Iglesias,
provincia de Burgos y fallece
el 5 de agosto de 1885, a
causa del cólera.
Cuando contaba con
17 años, concretamente
el 28 de septiembre de
Firma del inspector D. Pedro Sendino Arnáiz
1834, ingresa como militar
en el Regimiento provincial de Burgos, donde sirvió como soldado, cabo y
sargento, hasta 1841, que obtuvo la licencia absoluta.
Con 26 años, el 1 de noviembre de 1843, ingresa en la escuela NormalCentral como alumno interno pensionado por el gobierno y en 1845 obtuvo el
título de profesor Normal, Superior y Elemental con nota de “Sobresaliente”.
El 13 de enero de 1846, es nombrado vocal secretario de la Comisión revisora
de expedientes de exámenes de Maestro del Reino.
Su primer cargo como inspector de Instrucción Primaria le llega el 26
de mayo de 1849, en la provincia de Madrid. El 27 de Julio de 1857, es
trasladado a la provincia de Cádiz hasta el 17 de abril de 1867, pasando
posteriormente a la provincia de Sevilla; cesa el 31 de julio de ese mismo
año por Real Orden.
El 29 de julio de 1868, es nombrado secretario de la Junta de Instrucción
Primaria de la provincia de Cádiz. El 2 de noviembre del 1868, vuelve a la
tarea de la inspección en esta provincia, cargo que regenta hasta el 6 de julio
de 1874 para ser inspector de la provincia de Sevilla. El 20 de junio de 1881
es nombrado inspector de la provincia de Ávila.
13
Archivo General de la Administración. Sección Educación. Legajo 32/6162. Inspección de Primera
Enseñanza. Hoja de servicios y méritos.
108
D. Pedro Sendino deja el mundo de la inspección a las escuelas primarias
el 11 de junio de 1884, para tomar posesión como Tercer maestro de la
escuela normal de Albacete.
Entre los servicios que desempeñó está el de impartir clases de
Matemáticas en la Escuela Normal Central y, por orden de la Dirección de
Instrucción Pública, de fecha de 13 de diciembre de 1855, sustituyó quince
días por enfermedad al primer maestro de dicha escuela.
Obtuvo honores y condecoraciones como la Cruz de Isabel II y varias
distinciones por servicios de guerra. Por Real Decreto, 23 de enero de 1879,
fue nombrado por su S.M. Caballero de la Real y distinguida Orden de Carlos
III, libre de gastos.
LA LABOR INSPECTORA
So
Sa
Co
Ca
Io
Ia
Coa
Pa
Ad
TOTAL
Pu Pr Pu Pr Pu Pr Pu Pr Pu Pr Pu Pr Pu Pr Pu Pr Pu Pr Pu Pr
1874
-
-
-
-
-
-
1
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
1
-
1875
-
-
-
-
39
-
36
1
1
-
1
-
1
-
2
-
2
-
82
1
1876
4
-
-
-
29
1
34
1
1
-
2
-
-
-
4
-
2
-
76
2
1877
1
-
-
-
8
-
10
-
-
-
1
-
-
-
-
-
-
-
20
-
1878
-
-
1
-
21
-
23
-
4
-
2
-
-
-
1
-
4
-
56
-
1879
-
-
-
-
21
-
18
-
1
-
1
-
-
-
3
-
-
-
44
-
1880
-
-
-
-
6
-
6
-
1
-
-
-
-
-
-
-
-
-
13
-
1881
1
-
-
-
7
-
10
-
-
-
-
-
-
-
3
-
-
-
21
-
6
-
1
- 131 1 138 2
8
-
7
-
1
-
13
-
8
- 313 3
total
6
1
132
140
8
7
1
13
8
316
Cuadro II: Elaboración propia.
La labor inspectora de D. Pedro Sendino Arnáiz (Dios Martín, 2009) en
la provincia de Sevilla se centra entre los años de 1874 hasta 1881, en los
cuales localizamos un total de 316 visitas de inspección.
Nos centramos en las visitas de inspección realizadas en los años de
1879 y 1881, donde observamos que hay un decreciente número de visitas
109
de inspección, si lo comparamos con los años anteriores como observamos
en el cuadro II. Concretamente en 1879, realiza un total de 44 visitas, lo
que supone visitar el 7,30% de las 602 escuelas existentes en la provincia,
teniendo ésta un déficit de 124 escuelas y en 1881, el inspector visita 21
escuelas de las 602 escuelas existentes, lo que supone un 3,48% del total,
llegando a tener un déficit de 135 escuelas.
ANTONIO AROCHA Y GARCIA
D. Antonio Arocha y García14,
nació el 25 de octubre de
1855, en Arcos de la Frontera,
provincia de Cádiz. Su carrera
como inspector comienza el 12
de julio de 1894, sucediendo
en el cargo a D. Vicente Rafael
Izquierdo. A finales de siglo
Firma del inspector D. Antonio Arocha y García
XIX, D. Antonio Arocha y García
actúa en calidad de presidente de las oposiciones a escuelas y auxiliares
de párvulos, verificadas en Sevilla en el curso 1898-1899. El cargo de
inspector no sólo se limitaba a las visitas a las escuelas primarias de la
provincia, también implicaba otras funciones, entre ellas, la de participar
en los tribunales y comisiones de examen (López del Castillo, 2000). Por
diversas irregularidades en el proceso, D. Antonio Arocha fue suspendido
durante seis meses de empleo y sueldo y trasladado a la provincia de
Huelva.
El 27 de abril se 1901, solicita al Exmo. Sr. Ministro de Instrucción Pública
y Bellas Artes, le conceda completa rehabilitación de la pena impuesta. La
contestación a dicha solicitud se produce el 11 de julio de 1901 el Rector; en
sesión del día 10 de octubre, emite el siguiente dictamen, en respuesta a la
solicitud cursada por el inspector D. Antonio Arocha García:
“no es conveniente ni para la enseñanza, ni para el prestigio que en bien de esta
deben de tener todos los funcionarios que en ella intervienen, que el Sr. Arocha
vuelva a ejercer el cargo en Sevilla, …….
…, por lo que en atención al celo
que siempre ha demostrado como inspector, …… …., si podrá borrarse de
su expediente personal la nota desfavorable que dicho fallo haya producido”
14
Archivo General de la Administración. Sección Educación. Legajo 31/17211. Inspección de Primera
Enseñanza. Hoja de servicios y méritos.
110
En enero de 1910, es nombrado inspector de la provincia de Cáceres,
cargo que ejerce durante varios meses, pues el 11 de abril, le asignan la
inspección de las escuelas en las Islas Canarias hasta el 31 de marzo de
1913, que pasa a ser inspector de la provincia de Cádiz, ejerciendo este
cargo hasta el 14 de septiembre de 1915, cuando se le asigna la inspección
de la provincia de Sevilla. El 25 de octubre de 1925, se jubila, a la edad de
70 años.
Entre los méritos y servicios más destacados de D. Antonio Arocha
tenemos que fue Socio de la Real Academia Económica de Amigos del País;
fundador y director de dos Colegios de 1ª y 2ª Enseñanza, incorporados al
Instituto provincial, titulados S. Isidro y S. Fernando; Profesor de Geografía y
Contabilidad en la Escuela de Artes e Industria, desempeñando estas clases
gratuitamente.
LA LABOR INSPECTORA
So
Sa
Co
Ca
Io
Ia
Pa
Ad
TOTAL
Pu
Pr
Pu
Pr
Pu
Pr
Pu
Pr
Pu
Pr
Pu
Pr
Pu
Pr
Pu
Pr
Pu
Pr
1894
1
-
-
-
5
-
11
-
-
-
-
-
-
-
-
-
17
-
1895
2
-
1
-
40
-
41
-
1
-
-
-
9
-
-
-
94
-
1896
-
-
-
-
37
-
33
-
2
-
2
-
-
-
1
-
75
-
-
1
-
82
-
85
-
3
-
2
-
9
-
1
-
196
-
3
total
3
1
82
85
3
2
9
1
186
Cuadro III: Elaboración propia.
La labor del inspector D. Antonio Arocha y García (Dios Martín, 2009)
en la provincia de Sevilla a finales del siglo XIX, se limita a tres años, como
podemos observar en el cuadro anterior. Si comparamos las estadísticas
oficiales del número de escuelas existentes con el número de escuelas
visitadas observamos los datos que se detallan a continuación.
En 1895, el inspector visita un total de 94 escuelas, existiendo en la
provincia 339 escuelas públicas y 71 privadas, visitó un 27,72% de las
escuelas públicas existentes y ninguna escuela privada. Esto supone un
déficit de 320 escuelas públicas, teniendo la provincia la necesidad de tener
659 escuelas15.
15
Archivo Histórico Universitario de Sevilla: Enseñanza primaria. Sevilla. Legajo 992.
111
En 1896, el inspector visita 75 escuelas, existiendo en la provincia 325
escuelas públicas y 236 privadas; visitó un 23,07% de las escuelas públicas
existentes y ninguna escuela privada. Teniendo la provincia la necesidad de
tener 652 escuelas16, esto revela un déficit de 327 escuelas públicas.
La existencia en la provincia de Sevilla de más de 300 escuelas a cargo de
un solo inspector denotaba que los medios humanos para realizar las visitas
de inspección eran insuficientes. A esto haya que añadir que los medios
de transportes existentes en aquella época dificultaban en gran medida los
viajes.
La necesidad de mayor número de escuelas era evidente, aunque como
podemos observar, hay un repunte muy significativo en la creación de
escuelas privadas que pasan de 71 a 236 en tan sólo un año.
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16
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113
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