ANEXO XI UNIDAD XI: LOS DOGMAS MARIANOS ¿Q ?

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ANEXO XI
UNIDAD XI: LOS DOGMAS MARIANOS
¿QUÉ ES UN DOGMA?
El Papa Benedicto XVI definió los dogmas, siendo todavía cardenal, como
interpretaciones de las Escrituras. Es quiere decir que luego de muchos años de
análisis y de consultas a teólogos, la Iglesia da por cierta una realidad que
involucre a alguno de los Personajes Santos.
Sobre la Virgen María se establecieron cuatro verdades: María fue Virgen toda su
vida, María fue concebida sin pecado, María es la Madre de Dios, María fue
llevada en cuerpo y alma al cielo.
La Iglesia defiende los dogmas como realidades infalibles pues como afirma el
predicador católico, Scott Hann “sin los dogmas María pierde su gran valor y se
vuelve irrelevante cuando en realidad ella es corredentora al aceptar colaborar con
Dios en el plan de salvación”.
LA INMACULADA CONCEPCIÓN
Un 8 de diciembre de 1854, el Papa Pío IX, proclamó el dogma de la Inmaculada
Concepción.
El texto se encuentra en la Bula Ineffabilis Deus en el que se explica que María fue
concebida sin mancha de pecado original.
"Declaramos, pronunciamos y definimos que la doctrina que sostiene que la
Santísima Virgen María, en el primer instante de su concepción, fue por singular
gracia y privilegio de Dios omnipotente en previsión de los méritos de Cristo Jesús,
Salvador del genero humano, preservada inmune de toda mancha de culpa
original, ha sido revelada por Dios, por tanto, debe ser firme y constantemente
creída por todos los fieles."
El día en la que el Arcángel Gabriel saludó a María le dijo”llena eres de gracia”,
eso incluso de que Jesús naciera.
Scott Hann explica que en ese saludo es donde se tiene la veracidad de este
dogma. Él afirma “Jesús se alimentó y vivió de ella. Genéticamente tuvo que tener
rasgos físicos similares a su madre. A ella se le dio la fuerza para no pecar, así fue
que se convirtió en el primer sagrario de la historia cristiana, ella albergó al que no
tiene pecado”.
También explica “el nacimiento de Jesús fue algo único en la historia por eso la
concepción inmaculada de María sería también única. María fue redimida
anticipadamente por confiar a ciegas en Dios. Ella gana la salvación de Dios, por
su obediencia. Al igual que todos tenía que ser salva pero ella lo recibiría desde
antes por su propio Hijo quien creció en ella y gracias a ella”.
El análisis del predicador concluye “se trata de una criatura, pero que es su madre
y Él ha cumplido a la perfección y el mandamiento de honrar a los padres. La
honró de una manera que es singularmente hermosa”.
LA MATERNIDAD DIVINA
Este dogma lo proclamó el Papa San Clementino I en el año 431 durante el
Concilio de Efeso, posteriormente lo hicieron también otros como el de Calcedonia
y los de Constantinopla.
Así reza el texto original redactado por el Sumo Pontífice en el 431 D.C.
"Si alguno no confesare que el Emmanuel (Cristo) es verdaderamente Dios, y que
por tanto, la Santísima Virgen es Madre de Dios, porque parió según la carne al
Verbo de Dios hecho carne, sea anatema."
El Concilio Vaticano II, en la Constitución Dogmática Lumen Gentium, hace
referencia del dogma así:
"Desde los tiempos más antiguos, la Bienaventurada Virgen es honrada con el
título de Madre de Dios, a cuyo amparo los fieles acuden con sus súplicas en
todos sus peligros y necesidades" (66).
San Cirilo insiste en que una mujer da a luz a una persona no a la naturaleza de la
persona, eso significa que ella es la Madre de Jesucristo, el Dios Hijo. María no
originó a Dios pero ciertamente lo engendró.
Scott Hann fue predicador calvinista y luego se convirtió en católico, defensor de la
Doctrina. Él asegura, en su libro “Dios te salve Reina y Madre” que “¡Somos
hermanos y hermanas del Hijo de María -EL Dios hombre- y no precisamente de
su naturaleza humana!”
LA PERPETUA VIRGINIDAD
El dogma de la Perpetua Virginidad se refiere a que María fue Virgen antes,
durante y perpetuamente después del parto.
"Ella es la Virgen que concebirá y dará a luz un Hijo cuyo nombre será Emmanuel"
(Mt., 1, 22-23) (Const. Dogmática Lumen Gentium, 55 - Concilio Vaticano II).
"La profundización de la fe en la maternidad virginal ha llevado a la Iglesia a
confesar la virginidad real y perpetua de María incluso en el parto del Hijo de Dios
hecho hombre. En efecto, el nacimiento de Cristo "lejos de disminuir consagró la
integridad virginal" de su madre. La liturgia de la Iglesia celebra a María como la
'Aeiparthenos', la 'siempre-virgen'." (499 - catecismo de la Iglesia Católica)
Para muchos teólogos, la maternidad virginal de María es la garantía de la
divinidad y la humanidad de Jesús. Santo Tomás de Aquino lo resumió en la
Summa Theologica III “en orden a que debía mostrarse que el cuerpo de Cristo
era un cuerpo real, nació de una mujer. En orden a que debía quedar clara su
divinidad, nació de una Virgen”.
Este dogma es tan importante para los católicos que esa cualidad forma parte ya
del nombre de María, a ella es normal llamarla como “la Virgen”.
En los últimos años algunos hermanos separados atacan la virginidad diciendo
que en la Biblia se hace mención a los hermanos de Jesús.
Al respecto el predicador convertido al catolicismo, Scott Hann explica: “la palabra
hebrea para “hermano” es un término más amplio que se aplica también a los
primos. De hecho, en el hebreo antiguo no existe una palabra que signifique
primo. Para un judío de la época de Jesús, su primo era su hermano. Este modo
de expresar la relación familiar se usaba también en otras lenguas semíticas,
como el arameo, al lengua que Jesús hablaba. Mas aún, precisamente porque
Jesús era hijo único, sus primos asumirían hasta el estatus legal de hermanos
suyos, puesto que eran sus parientes más cercanos. Finalmente, la palabra
“primogénitos” no ofrece una dificultad real, porque era un término jurídico del
antiguo Israel que se aplicaba al hijo que “abría el seno”, con independencia de su
la madre tenía más hijos después”.
María se muestra sorprendida cuando el Ángel le dice que será madre y ella
asegura que “¿cómo será eso si no conozco varón?”. Cabe aclarar que ya María
estaba comprometida con San José. Tomando eso en cuenta era lógico que
podría ser madre pero ella no entendía esas afirmaciones. Varios teólogos
descubrieron, en los escritos del Mar Muerto, las primeras evidencias de personas
que optaban por la castidad. No era muy normal pero ya habían muestras de que
el voto de María era voluntario y Dios se ayudó de eso.
LA ASUNCIÓN
El dogma de la Asunción se refiere a que la Madre de Dios, luego de su vida
terrena fue elevada en cuerpo y alma a la gloria celestial. Lo proclamó el Papa Pío
XII en 1 de noviembre de 1950, en la Constitución Munificentisimus Deus:
"Después de elevar a Dios muchas y reiteradas preces y de invocar la luz del
Espíritu de la Verdad, para gloria de Dios omnipotente, que otorgó a la Virgen
María su peculiar benevolencia; para honor de su Hijo, Rey inmortal de los siglos y
vencedor del pecado y de la muerte; para aumentar la gloria de la misma augusta
Madre y para gozo y alegría de toda la Iglesia, con la autoridad de nuestro Señor
Jesucristo, de los bienaventurados apóstoles Pedro y Pablo y con la nuestra,
pronunciamos, declaramos y definimos ser dogma divinamente revelado que La
Inmaculada Madre de Dios y siempre Virgen María, terminado el curso de su vida
terrenal, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria del cielo".
Existen muchas pruebas en la Sagrada Escritura de que ese dogma es verídico. El
más importante está en Apocalipsis 12,1 en el que se describe a la mujer que
daba luz coronada con las doce estrellas (es decir es la Reina de todo lo creado) y
que luchaba contra el dragón (es decir la Nueva Eva que sí obedeció a Dios y fue
recompensada).
En el Salmo 132 reza “Señor sube al lugar de tu descanso, Tú y el arca de tu
Santidad”. Recuérdese que María es considerada por los teólogos como el arca de
la Nueva Alianza. El Salmo 145 asegura que “la Reina está a su derecha”. En esa
época los reyes solían tener varias esposas de ahí que el pueblo a la que honraba
era a su madre. Si Jesús, cambió la historia y fue casto, pero siguió siendo el rey
de reyes. María por lo tanto es la Reina Madre. Si Jesús está en el cielo, María
también.
Scott Hann también encontró muchas respuestas a su antigua doctrina evangélica
en la misma Biblia. Él defiende el dogma de la asunción porque sería ilógico que
“la que albergó a Dios en su seno, fuera devorada por la muerte”.
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