Subido por Juliette Pedraza

2019 Relaciones Dominacion Parejas

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RELACIONES DE DOMINACIÓN EN PAREJAS SEXO-AFECTIVAS
UN ANÁLISIS REALIZADO EN PAREJAS HETEROSEXUALES EN DEL
CASCO URBANO BOGOTANO ENTRE 19 Y 59 AÑOS DE EDAD EN EL AÑO 2018.
Maria Alejandra Velandia Carantón
2
Universidad Cooperativa de Colombia
Sociología
Director: Hernando Ferreira
Bogotá, Colombia.
2019
3
INTRODUCCIÓN.
El tema a trabajar va dirigido a los comportamientos que se generan en los seres
humanos bajo las relaciones de dominación que se construyen en las relaciones de pareja
de carácter sexo-afectivo1, específicamente en el caso de las parejas heterosexuales2 del
casco urbano bogotano, que fueron encuestadas de manera aleatoria para la realización de
esta investigación.
A lo largo de mi formación como socióloga, temas como la prostitución, la educación,
el género y cotidianidad me han llevado a observar diferentes formas en las que se
establecen relaciones atravesadas por un eje siendo este la dominación que las determina.
Cotidianamente podemos observar cómo el sujeto contemporáneo interioriza ciertos
comportamientos que se relacionan con la dominación, bien sea desempeñando el rol de
dominante o el de dominado.
Desde hace aproximadamente dos años este tema había estado presente en mis
consultas bibliográficas, como estudiante y en mis propias búsquedas. En este ejercicio
me encontré con varios autores que han propiciado conceptos que me permitieron una
lectura mucho más certera de este fenómeno. Uno de ellos es Michel Foucault quien con
su trabajo Vigilar y Castigar motivó la comprensión de las relaciones humanas desde la
perspectiva del ejercicio del poder y las dinámicas de vigilancia y castigo. Sin embargo en
1
Entiéndase una relación sexo-afectiva como el tipo ideal de vínculo en el que se establece la
intimidad encontrándose en términos sexuales y emotivos sin importar cual sea el tipo de relación que
se genere. Unos ejemplos de estas pueden ser matrimonios, unión libre, relaciones poliamorosas,
noviazgos etc.
2
En esta investigación solo trabajé con parejas heterosexuales porque a pesar de haber buscado una
comprensión de otro tipo de parejas enviando esta encuesta no se recibió respuesta por parte de las
mismas.
4
esta investigación más allá del poder quise trabajar desde el concepto de dominación
desarrollado por Pierre Bourdieu, por considerar que su lectura de las relaciones a través
del ejercicio de la dominación comprende de mejor manera las dinámicas propias de las
parejas3. Uno de los conceptos fundamentales para entender lo aquí planteado es la teoría
de los campos desarrollado por Bourdieu en el que se trabaja este concepto como un
espacio social de acción en el que surgen relaciones sociales determinadas, las cuales a su
vez se medían por la manera en que se posicionan las personas que hacen parte de dichas
relaciones. La posición de ellas se define en la existencia y las determinaciones que se
imprimen en los ocupantes de la estructura de distribución de poder o capital.
El sociólogo y escritor norteamericano Erving Goffman trabaja temas muy
específicos del comportamiento humano en la cotidianidad contemporánea, este me
permitió por medio de su trabajo vislumbrar cómo estos comportamientos ejercidos por
las personas inmersas en relaciones de dominación podían medirse y entenderse a través
de la lectura de la cotidianidad de estas parejas relacionadas sexo-afectivamente.
Entendiendo que los comportamientos cotidianos terminan relatando estas prácticas de
dominación.
Las prácticas de dominación por las que me interrogue a lo largo de esta investigación
están relacionadas con diferentes esferas de la vida cotidiana de las parejas relacionadas
de manera sexo-afectiva, estos fueron cuatro ámbitos que se dan en el desarrollo de estas
relaciones, el primero es la convivencia en la que se indaga por temas como el tiempo que
se comparte con personas ajenas a la pareja, toma de decisiones y solución de conflictos;
3
Esto último sin perder de vista el ejercicio de vigilancia y castigo presente en estas dinámicas de
dominación. Planteadas por Foucault.
5
el segundo es lo erótico en que se pregunta por las maneras en que se abordan estas
prácticas; el tercero es la maternidad y la paternidad aquí se enfatiza en los métodos de
planificación, la forma en que llegaron los hijos y la crianza de estos; el ultimo es el
ámbito económico, en el que se encuesta sobre los ingresos que se adquieren
individualmente y la forma en que se emplean.
Basándome en los postulados teóricos hasta aquí mencionados realice una encuesta a
31 personas a través de un documento google docs. Buscando la mayor variedad de
personas en cuanto a su edad, sexo, nivel socioeconómico y educativo indagando por los
comportamientos específicos que permitieron una lecturas de las formas de dominación
que se desarrollan en las relaciones que sostienen estas personas con sus parejas en las
distintas esferas anteriormente descritas.
Es necesario aclarar que en un principio quise desarrollar un análisis de las diferentes
esferas en las que se dan los actos de dominación en las relaciones sexo-afectivas, pero
considerando que siendo este el trabajo de grado de mi pregrado como socióloga, debía
buscar el mayor desarrollo posible de una de estas esferas, que también fue la que en
últimas despertó mi interés por realizar esta investigación, siendo esta, a saber, el
comprender las prácticas de dominación presentes en la intimidad, específicamente en
todo lo concerniente al erotismo y la sexualidad. Con los demás temas trabajados en la
encuesta veo la posibilidad de, en el futuro, desarrollar otras investigaciones que se
apoyen en la presente y puedan ser mucho más concluyentes y objetivas con respecto a
este fenómeno.
6
ESTADO DEL ARTE.
Para la realización de esta investigación me acerque a diferentes autores que trabajan
las relaciones de pareja desde múltiples perspectivas sobre el fenómeno, aquí encontré con
relaciones de pareja en dos sentidos: por un lado los celos y por otro la influencia de los
salarios en las relaciones sexo-afectivas enfocadas en generar relaciones con mayor
equilibrio por medio de la toma de decisiones.
El autor Jorge Humberto Vanegas Osorio en su artículo La dinámica vincular de los
celos-infidelidad describía que la relación de pareja se desarrolla en tres momentos, el
primero es el enamoramiento, el segundo el ajuste de cada uno hacia a el otro y finalmente
culmina en lo que el autor llama el amor de compañía4. Adicionalmente se plantea en el
trabajo de Vanegas que durante este proceso se desarrollan comportamientos que
empiezan a dejar en claro quién desempeña el papel de dominador y quien el de dominado
en la relación, teniendo que existe una regularidad en la manera en que se dan estos roles
en cada una de las etapas5. Los roles de dominado – dominador se componen de diversos
elementos que se construyen a partir de diferentes situaciones que se dan en el desarrollo
de la vida en pareja, tales como: la comunicación mutua, la vida sexual, la confianza, la
4
El amor de compañía es definido por Jorge Humberto Vanegas Osorio como el amor sexual maduro
que se compone de cinco características las cuales son 1. La excitación sexual transformada en deseo
erótico por otra persona, 2. La carga libidinal agresiva se deriva en ternura, 3. La identificación con el
otro que incluye la identificación genital reciproca y profunda empatía con la identidad general del
otro, 4. Una forma madura de idealización, junto con un profundo compromiso con el otro y con la
relación y 5. El carácter apasionado de la relación amorosa en la relación sexual y la relación de cada
uno de los integrantes de la pareja con el mundo.
5
En el enamoramiento suele ser el hombre el dominado y la mujer el dominante, inmerso el hombre
en el cortejo
7
relación con los hijos, las habilidades para convivir6, la dimensión social de la pareja7 y la
concepción individual que tiene cada uno de sí mismo y del otro.
Estas condiciones nos permiten ver quién se perfila como el dominador de la relación
y quien asume el papel de dominado. Esto genera que se vea y se asuma de manera
distinta la relación, mientras uno busca dar mucho por el otro, el otro solo busca la
satisfacción individual.
En el trabajo del autor los celos se generan por la concepción de la propiedad privada
sobre el otro, esto sobre todo en el terreno sexual. Así mientras uno se siente seguro y
tranquilo, el otro empieza a experimentar rabia, envidia, abandono y miedo. Estas
emociones suelen derivarse de capitales existentes en diferentes aspectos como el capital
social, el capital económico o el capital erótico, que uno de los posee. En el caso que uno
de los integrantes de la relación disfrute de mayor capital social, conlleva a que sus
prácticas cotidianas estén diferenciadas de su cónyuge, habita más espacios culturales,
tiene más amistades, entre otras. En el caso del capital económico cuenta con mayor
facilidad para invertir en sí mismo, ya que el poder adquisitivo se lo permite. También
está el capital erótico en el cual la persona que se adapte más a los cánones de belleza
establecidos ejerce dominación sobre él otro. Es así como empiezan a gestarse relaciones
de desigualdad de condiciones que se ven sintomatizadas por la aparición de los celos.
Con respecto a las relaciones de dominación que se derivan del poder adquisitivo la
autora Sandra Dema trabaja el tema del dinero en las relaciones en el artículo Una
6
Entendidas como la capacidad de resolver los conflictos cotidianos de forma tranquila hasta llegar a
un consenso
7
Entendida como los comentarios y formas de ver la relación de entes ajenos y la influencia que esto
ejerce sobre la pareja.
8
aproximación cualitativa a la toma de decisiones. En esta investigación se estudia cómo
el dinero es un factor que influye en la construcción de la relación y la cotidianidad dentro
del hogar enfatizando sobre el poder adquisitivo del individuo en el caso típico ideal de
convivir con alguien que posee el mismo nivel adquisitivo. La autora identifica tres
modelos de pareja moderna en función de las formas en las que se genera la desigualdad y
se ejerce el poder en la relación. Identifica así un primer modelo en el que la desigualdad
y las relaciones de dominación que se generan en la pareja están legitimadas por la
tradicional socialización de género8. En segundo lugar, plantea parejas con un ideal
igualitario9, en las que a pesar del ideal se dan relaciones de poder. Y, por último, señala
la existencia de un tipo de parejas que establecen formas de relación tendientes a la
igualdad.
El poder adquisitivo de cada miembro de la relación le permite tener mayor libertad
individual así como mayor solidaridad con el otro. La discusión de quién aporta un mayor
porcentaje del dinero empleado en los gastos del hogar o quien gasta más dinero en sí
mismo, son los temas que despiertan inconformidad. Con respecto a los ingresos se
evidencian conflictos cuando es la mujer quien posee mayor capacidad adquisitiva, esto
último se conecta claramente con el concepto generalizado culturalmente del hombre
como proveedor del hogar.
8
La tradicional socialización del género según la autora Sandra Dema hace referencia a los
comportamientos sociales que corresponden al género masculino y femenino, sobre los cuales las
relaciones sexo-afectivas construyen su base sobre la desigualdad.
9
Cuando la autora habla de ideal igualitario hace referencia a aquellas relaciones que después de haber
atravesado complejos procesos sociales conversaciones para llegar a consensos en el momento de
tomar decisiones en el hogar. Sin embargo, plantea quela diferencia de ingresos recibidos entre
hombre y mujeres se convierte en un obstáculo fundamental para la negociación igualitaria.
9
Teniendo en cuenta lo hasta aquí expuesto se puede inferir cómo el poseer es una
cuestión determinante a la hora de relacionarnos con otros seres humanos, en el caso de
las parejas relacionadas sexo-afectivamente la posesión del otro y la posesión de medios
adquisitivos plantea la tranquilidad o inseguridad de los miembros de la relación quienes
expresan tal a través de sus actos cotidianos, así mismo afirmando, reafirmando o negando
su rol de dominante o dominado.
Si bien la autora desarrolla dimensiones como el trabajo remunerado y el poder
adquisitivo derivado del mismo, a mi juicio se desconoce otras dimensiones del trabajo
que suelen estar concentrados en las mujeres. Cuestiones tales como el trabajo de la mujer
en la casa y las condiciones en las que este se desarrolla, permiten dilucidar como este
tipo de trabajos propician que la mujer permanezca desempeñando labores de
reproducción social tales como la preparación de los alimentos, la crianza de los niños,
entre otras; llevándola a un estado de dependencia económica y por tanto de dominación
sobre sí.
Si bien esto es una realidad aún vigente, las mujeres hemos incursionado en el mundo
laboral y por tanto también emancipado de labores de reproducción haciendo que estas
condiciones se vengan modificando paulatinamente.
Es importante comprender estos fenómenos desde la perspectiva de la división sexual
del trabajo, en la que la mujer ejerce los trabajos que implican el cuidado de los otros,
como ser profesoras de preescolar, enfermeras, fisioterapeutas, cocineras, empleadas del
servicio entre otros; y cómo estos trabajos reproducen el trabajo que se le ha impuesto
10
socialmente a las mujeres con la salvedad de que no solo garantiza la reproducción del
núcleo familiar, sino se convierte en una labor social de carácter remunerado.
Teniendo en cuenta todo lo anterior se puede enunciar que la teoría expuesta por
Bourdieu sobre el habitus se ve reflejada en la que el sujeto, atravesado por estructuras
que lo estructuran y que a su vez este estructura con su comportamiento, al desempeñarse
como dominador o dominado lo hace muchas veces sin entender que lo es, sin ser
consciente de esta dinámica.
Como lo planteo anteriormente la dominación suele estar ligada con la propiedad o,
en ese mismo sentido, con la posesión de capitales que permitan dominar en un campo
especifico. En el caso que nos concierne podemos observar capitales como el económico,
social, cultural, entre otros permite salir del estado de dominado así como la pérdida de
los mismos hacen perder el estado de dominante. Por ejemplo, la persona que adquiere
más dinero en el hogar suele ser el dominador, la persona que tiene más libertad en su
entorno social suele ser el generador de los celos y el dueño del capital en el trabajo es el
que domina al empleado.
El sociólogo Rafael Arriaga Martínez plantea que “sí bien reconocemos la existencia
de la utilidad económica, la ganancia como motivación, debemos igualmente aceptar que
los comportamientos discriminatorios pueden también estar fundamentados en
razonamientos analíticos nutridos de ideas y creencias acerca de los grupos humanos y las
diferencias socioculturales que los caracterizan.”10 Si bien esto es planteado para analizar
la situación de los inmigrantes que pasan la frontera de los Estados Unidos para trabajar,
10
Arriaga Martinez Rafael. Inmigración y discriminación: mecanismos sociocognitivos generadores
de comportamientos discriminatorios en los estados unidos. 2009
11
esta reflexión nos permite ver cómo la construcción de estereotipos generalizados tienen
un entramado de ideas que se complementan y que en ultimas construyen una especie de
lógica que normaliza formas de dominación, siendo este el caso, en lo que a este trabajo
concierne, la situación de la mayoría de las mujeres quienes son construidas socialmente
para dominar la relación mientras dura el cortejo y `posteriormente ser dominadas por la
ausencia de capitales que posee su pareja por la construcción típico ideal del hombre
como proveedor y sujeto público en contraposición a una feminidad del cuidado y lo
privado.
12
MARCO TEORICO.
Una de las relaciones fundamentales para el desarrollo teórico de este trabajo es la de
dominación/sumisión que se establece en las relaciones de parejas sexo-afectivas. En el
planteamiento de la presente investigación se desarrollan las posturas de dos autores frente
al juego de dominación que se establecen en las mismas.
El concepto de dominación que trabaja Pierre Bourdieu, en su texto La Dominación
Masculina define cómo se da la dominación típica en toda relación humana, desde la
perspectiva propia del autor, en el caso particular de la dominación ejercida
hegemónicamente por la masculinidad hacia la feminidad. “El autentico objeto de una
historia de relaciones entre los sexos es, por lo tanto, la historia de las combinaciones
sucesivas (diferentes en la edad media y en el siglo XVIII, bajo Petain al comienzo de los
años cuarenta y bajo De Gaulle después de 1945) de mecanismos estructurales (como los
que aseguran la reproducción de la división sexual del trabajo) y de estrategias que, a
través de las instituciones y agentes singulares, han perpetuado, en el transcurso de una
larguísima historia y a veces a costa de cambios reales o aparentes, la estructura de las
relaciones de dominación entre los sexos”.11 Para este autor hay varias instituciones que
dan pie, crean y reafirman esta división entre los sexos siendo estas la escuela, la familia y
la iglesia, sobre las cuales Bourdieu señala lo siguiente en su trabajo:
El trabajo de reproducción quedó asegurado, hasta una época reciente,
por tres instancias principales, la Familia, la Iglesia y la Escuela, que,
objetivamente orquestadas, tenían que actuar conjuntamente sobre las
11
Bourdieu, Pierre. La Dominación Masculina. Editorial Anagrama. Barcelona. 2000. Pag. 105-106.
13
estructuras inconscientes. La Familia es la que asume sin duda el papel
principal en la reproducción de la dominación y de la visión masculina. En la
Familia se impone la experiencia precoz de la división sexual del trabajo y de
la representación legítima de esa división, asegurada por el derecho e inscrita
en el lenguaje. La Iglesia, por su parte, habitada por el profundo
antifeminismo de un clero dispuesto a condenar todas las falcas femeninas a
la decencia, especialmente en materia de indumentaria, y notoria
reproductora de una visión pesimista de las mujeres y de la feminidad, inculca
(o inculcaba) explícitamente una moral profamiliar, enteramente dominada
por los valores patriarcales, especialmente por el dogma de la inferioridad
natural de las mujeres. Actúa además, de manera más indirecta, sobre la
estructura histórica del inconsciente, a través especialmente del simbolismo de
los textos sagrados, de la liturgia e incluso del espacio y del tiempo religioso
(señalado por la correspondencia entre la estructura del año litúrgico y la del
año agrario) En determinadas épocas, ha podido apoyarse en un sistema de
oposiciones éticas correspondiente a un modelo cosmológico para justificar la
jerarquía en el seno de la familia, monarquía de derecho divino basada en la
autoridad del padre, y para imponer una visión del mundo y del lugar que en
él corresponde a la mujer a través de una auténtica propaganda
iconográfica12.
La familia como institución es el primer espacio en el que se enseña la división entre
los sexos, exigiendo que los niños y las niñas tengan formas diferenciadas de ser tratados
12
Bourdieu, Pierre. La dominación masculina. Editorial Anagrama. Barcelona. 2000. Pag 107-108.
14
y de tratar a otros que empiezan a interiorizarse, ejemplo de ello es el tipo de juegos que
se le permite a cada uno, la forma de vestir “adecuada” para su género, así como las
formas “correctas” de hablar y de comportarse con los otros. Así mismo la división de las
tareas del hogar, siendo estas casi que obligatorias de realizar en las niñas y vetadas para
los niños.
Por otro lado el autor propone que la iglesia plantea a la mujer y la feminidad con una
visión pesimista ya que son consideradas responsables de la degradación moral,
merecedoras por tanto de sufrir para la purificación de todos los pecados del hombre,13 así
también se inculca un modelo de familia dominado por varones patriarcales que deben ser
la cabeza del hogar.
La división de los comportamientos entre los sexos generado por las instituciones,
nos permite entender como las concepciones que adquirimos desde la infancia, se hacen
presentes en las relaciones de pareja que establecemos los seres humanos, esto después de
interiorizar la tradicional socialización del género y cómo dichos comportamientos se ven
inmersos en los juegos de dominación en las parejas sexo-afectivas.
Bourdieu desarrolla la teoría de los campos basado en la construcción que hace Karl
Marx del capital económico y como este fundamenta la lucha de clases. Para Bourdieu no
solo el capital económico es el que genera las disputas que se dan en las relaciones
sociales, si no que este es uno de los campos en las que estas se dan. Los campos son un
espacio social de acción en el que surgen relaciones sociales determinadas, las cuales a su
vez se medían por la manera en que se posicionan las personas que hacen parte de dichas
13
Este caso se observa en la biblia donde se relata el mito de la manzana mordida por Adan y Eva, en
el que la mujer es la que lleva al hombre al pecado y debe pagar por medio de los dolores de parto y al
hombre el sustento del hogar.
15
relaciones. La posición de ellas se define en la existencia y las determinaciones que se
imprimen en los ocupantes de la estructura de distribución de poder o capital.
Los capitales que trabaja Bourdieu y que van a emplearse en esta investigación para
realizar una observación en los comportamientos tradicionales de la socialización de
género en contraste con las relaciones afectivas contemporáneas son el capital económico
basado en el poder adquisitivo de los miembros de la pareja, el capital cultural que se
mide en tres esferas la primera es la material donde se adquieren piezas artísticas como
pinturas, películas, libros entre otras y el tercero el capital social en el que se adquieren las
conexiones con personas que son dominantes en diferentes campos.
Por otro lado la autora Catherine Hakin elabora la conceptualización del capital
erótico. El cual es otro de los conceptos que va a emplearse en la investigación para
observar los comportamientos de las parejas sexo-afectivas. Este capital se compone de
cinco características principales que son el atractivo sexual en el que se mide que tan
llamativa es la persona para las que le rodean. La vitalidad, en la que se observa la
necesidad impresa en la sociedad de mantenerse juvenil, sin importar los años que la
persona tenga. La sociabilidad o gracia, que es la habilidad que tiene algunos para hacer
amistades fácilmente y ser agradables. La presentación social, es decir cumplir con los
estereotipos social que establecen las maneras correctas de vestir en diferentes espacios, el
oler bien, maquillarse correctamente entre otras y por último la sexualidad en sí, en la que
se desarrolla la competencia sexual y energía sexual que esto demanda.
Volviendo a Bourdieu, el autor plantea que antiguamente el matrimonio servía como
una forma de adquirir capital social y simbólico al hombre, capital que era obtenido
16
dependiendo de quién era su esposa. Si ella provenía de una familia que tuviera tierras o
fuera reconocida en la aristocracia, al contraer matrimonio el hombre heredaba estas
posesiones. Actualmente si bien se siguen dando este tipo de tratos hay otros factores que
influyen en la toma de esta decisión como es el capital simbólico que solo genera la
familia y todo lo que ocurre con su apariencia. En sí, el capital simbólico en este caso va
de la mano con el aparentar, con el gustar14. Es decir que la forma en que los otros ajenos
a la relación sexo-afectiva perciben y lanzan juicios sobre una pareja u hogar, como a
partir de esto se establece relaciones de prestigio.
El amor se establece como una dominación aceptada, que se desconoce como tal y
prácticamente es reconocida en la pasión, feliz y desdichada. Al aceptar esta dominación
las prácticas que esta conlleva se normalizan, al entrar en una relación amorosa se dan
unas reglas por sentadas que no suelen ser debatidas ni cuestionadas.
El amor en la primera etapa de la relación de dominación que se genera entre mujeres
y hombres, se da como una especie de tregua milagrosa en la que la dominación
masculina se apacigua, llevando así la violencia viril a un estado de quietud, en este
momento de amor, el hombre puede representar con mayor facilidad el rol de dominado.
Mientras que la mujer con sus “encantos” inmersos en el capital erótico que posee,
enamora al hombre y ella asume el papel de dominante. Pero estos comportamientos no
obedecen únicamente a esto, el hombre está en disposición de conquista, en la que se
14
Presentamos un indicio que podría parecer insignificante de la posición diferencial de los hombres y
de las mujeres en las relaciones de reproducción del capital simbólico: en la gran burguesía de Estados
Unidos se tiende a dar unos nombres franceses a las jóvenes, vistas como objetos de moda y de
seducción, mientras que los muchachos, custodios del linaje y sujetos de los actos destinados a su
perpetuación, reciben preferentemente unos nombres elegidos en el repertorio de nombres antiguos
acumulados por la estirpe. (Bourdieu, Pierre. La dominación masculina. Editorial Anagrama.
Barcelona. 2000. Pag 122)
17
muestra dócil y apacible. En la siguiente etapa de la relación suele volver la dominación
masculina a establecerse con las dinámicas que conlleva.
Para abordar el tema de manera más acotada se hace un análisis de los cambios de
relación social entre hombres y mujeres en el siglo XX según Ana María Fernández15, ella
plantea un cambio interiorizado en el deber ser del género que se heredaba de las antiguas
generaciones, “Lo obvio a dejado de serlo; hombres y mujeres no solo ocupan lugares
sociales, eróticos, domésticos que hasta hace muy poco ocupaba con exclusividad el otro
género. Ambos géneros sexuales han comenzado un trastrocamiento de subjetividad, en
tanto se ha abierto un proceso de modificación de la imagen de sí y del otro"16
La sociedad contemporánea está caracterizada por transformaciones sociales
subjetivas, que surgen de las nuevas prácticas públicas y privadas que presuponen alguna
transformación subjetiva para poder realizarse, esto implica varios tránsitos y
redefiniciones, modificados por el desarrollo de diferentes países y sus contextos
culturales. Pero en un sentido muy general se podrían hablar de tres grandes cambios. El
primero es la autonomía económica, con la redistribución de las tareas domésticas, los
modelos de éxito para hombres y mujeres, la circulación del dinero y las relaciones de
dominación dentro de la pareja. El segundo es la autonomía erótica en la que se redefine
los lugares de actividad y pasividad, de los objetos y sujetos de deseo y los pactos de
fidelidad en las parejas conyugales monógamas. Y el tercero, la maternidad como eje
15
Doctora en psicología. Profesora plenaria e investigadora de la universidad de Buenos Aires.
Invitada de prestigiosas universidades del país y España, Francia, Estados Unidos, México, Uruguay,
Colombia Chile, Costa Rica. Es autora de libros como: El campo grupal: notas para una genealogía
(1989), La mujer de la ilusión (1993), con un grupo de colaboradores, instituciones estalladas (1999),
entre otros. Dirige el programa de actualización en el campo de problemas de la subjetividad,
posgrado interdisciplinario de la universidad de buenos aires.
16
Fernandez Ana Maria. La Mujer de la Ilusión. Editorial Paidos. Barcelona 1993 Pag. 14
18
central del plan de vida, con la nueva definición de paternidad y sus incidencias
domésticas.
Ahora, habrá que observar cómo se medían en la realidad estas relaciones de
dominación ocultas por el discurso del amor romántico17 que se construye en una pareja.
Las redefiniciones que se han dado hasta el momento y que respectan al vínculo amoroso
como una institución fundadora de la familia, no son ni serán las últimas. Como ejemplo
se pude tomar el transito que ha tenido el matrimonio, en un primer momento se hacía por
alianza, seguidamente se hacía por amor, ahora se ve
como se han estipulado
derivaciones de esta institución como la unión libre y la unión de hecho.
Aunque superficialmente se observen cambios en las relaciones de pareja, estos no se
dan de manera lineal u organizada, por el contrario todo el tiempo se está en un reciclaje
cada vez más sutil en los mecanismos de subordinación. Hoy podría pensarse que las
mujeres han avanzado en el mundo público, ganar dinero, tener acceso a la educación, la
17
El amor romántico como concepto empieza a generarse en la época moderna y en la sociedad
occidental. Hace referencia a los mitos sociales establecidos socialmente establecidos alrededor del
amor y como estos alimentan emociones perturbadoras. Los mitos propuestos en el amor romántico
son la idealización de que el amor todo lo puede, aquí la pareja cree que si hay amor ningún problema
es una justificación para tomar decisiones radicales o terminar con la relación esto afecta a la persona
que soporta cualquier tipo de situación perjudicial. Otro de los mitos es del de la media naranja, este
mito genera que se crea que en todo el mundo existe un solo individuo que te complementa
completamente, este mito genera frustración y la necesidad de una búsqueda contante de otro que se
adapte totalmente a sí mismo. Asumir que la persona indicada llena todos los vacios que se tiene es
otro mito producto del amor, en este se descargan las carencias propias en la pareja y se le exige que
las supla, esto recae en sensaciones de frustración tristeza al observar que el otro no está dispuesto a
hacerlo. La plena compenetración sexual es un indicador de amor verdadero, aquí se asume que las
relaciones sexuales deben ser una experiencia asombrosa. Cuando se está enamorado no es posible
sentir atracción por otra persona, Partiendo de la idea de que el amor no paraliza la disposición a
sentirse atraído por otros y de que la fidelidad es un constructo social, en el cual es la propia pareja la
que decide qué tipo de compromiso quiere adquirir; es muy común experimentar algún tipo de
afinidad con otras personas sin que esto signifique que ya no se quiera a la pareja, quedando en manos
de la propia persona establecer los límites de esta atracción. El último mito describe como se cree que
los celos son una prueba de amor, los celos constituyen un indicador del umbral de la angustia ante la
idea de otra persona se lleve aquello considerado como propio por derecho. Aquello que la persona
cree que le corresponde recibir en exclusiva. Estos son el reflejo del miedo a la perdida de la media
naranja.
19
revolución sexual, la anticoncepción masiva, entre otras, han permitido disminuir la
desigualdad de género. Pero si se observa de manera más detenida, se ve que las mujeres
están lejos de las instancias de poder, que trabajan más y ganan menos. Y aunque estos
avances son tangibles muchas mujeres siguen actuando bajo la heteronomía18.
Bajo estos conceptos planteados por la autora Ana Maria Fernández y su
acercamiento al matrimonio, lo ideal es contrastar los conceptos con la realidad y hacer
una deducción de cómo las parejas de hoy en día se asumen la vida en pareja.
Con esta conceptualización se desarrollara el tema de las relaciones de dominación en
las parejas.
18
Entiéndase por heteronomía la ausencia de autonomía de la voluntad, que se rige por un poder o una
ley externos.
20
OBJETIVOS
En el momento de llevar a cabo el inicio de este trabajo, se buscaba responder la
siguiente pregunta de investigación ¿hay cambios en los comportamientos inmersos en las
prácticas de dominación masculina que se presentan en la tradicional socialización del
género y se naturalizan en las parejas amorosas, generando relaciones más igualitarias?
Para responder a ella se plantean los siguientes objetivos.
OBJETIVO GENERAL
 Indagar por la posibilidad de modificaciones en las dinámicas propias de las
parejas en su cotidianidad con respecto a las prácticas de dominación en parejas
heterosexuales que se establecen amorosamente en la ciudad de Bogotá.
Objetivos específicos.
 Establecer las prácticas de dominación presentes en las parejas estudiadas a
través del manejo del erotismo.
 Observar si la mujer se ha empoderado en el ámbito erótico, quebrantando
el papel de dominada.
21
METODOLOGÍA.
La investigación se centra en la búsqueda por determinar cómo se abordan en este
momento histórico las relaciones de pareja y las relaciones de dominación que se dan
dentro de estas relaciones. Ana Maria Fernandez establece el concepto de cambio
interiorizado para generar relaciones igualitarias las cuales se dan desde el rompimiento
que se genera en el deber ser del género (lo masculino y lo femenino). Ella establece que
este gran cambio interiorizado está compuesto por tres conceptos que son La autonomía
económica que se basa en el ingreso que posee cada uno de quienes conforman la relación
para ejercer su libertad individual y tener fraternidad con el otro. En segundo lugar está la
autonomía erótica en el que cada individuo se asume como un sujeto de placer y por lo
tanto es consciente del placer individual y del placer del otro. Y por último el ser padres,
aquí se plantea la maternidad como opción de vida donde la madre decide si tener hijos o
no y si su decisión es respetada, por otro lado la paternidad y las nuevas formas en que
esta se ejerce en la que, por ejemplo relación padre-hijo se torna mucho más cercana y de
amistad, recreándola de forma distinta a la que se ha establecido en generaciones pasadas.
También define a la maternidad/paternidad cómo una opción de vida de la pareja y no la
razón mediadora de dicha relación.
La investigación va a apoyarse en el método cualitativo para así recoger información
basada en observación de comportamientos naturales con el fin de obtener datos que
ayuden a analizar y encontrar regularidades que nos permitan dilucidar la normalidad de
las relaciones de pareja sexo-afectivas en relación con las formas en las que
cotidianamente se ejerce la dominación y en cuál de los dos miembros de la pareja suele
estar el rol de dominado y por ende el de dominante.
22
La observación constante, el análisis de cada situación relacionada con el
comportamiento entre las personas, es la base de la investigación cualitativa. Esta va a
complementarse con el método de investigación exploratorio en el que se busca
contextualizar sobre el tema. Así desarrollar una hipótesis que impulse el desarrollo de un
estudio más profundo. Este análisis va a desarrollarse por medio de una encuesta que
indaga por ámbitos de la cotidianidad de las parejas.
Las encuestas se aplicaron a personas que habitan el casco urbano bogotano a través
de un goolgle docs difundido desde mi perfil de facebook personal y a través de correos
electrónicos. La población encuestada se encuentra entre los 19 y los 59 años de edad y
son personas con un nivel académico entre el bachillerato y estudios universitarios
especializados.
En total se encuestaron a 31 personas, entre los cuales se encuentran veintidós
mujeres y nueve hombres, haciendo la salvedad de que cada uno de estos encuestados
habló sobre su relación de tipo sexo-afectiva heterosexual y que ninguno de ellos y ellas
estaban relacionados entre sí. Lo que nos da un alcance de 62 personas distribuidas en 31
parejas sobre las que pude indagar desde la perspectiva de una de sus partes.
A mi juicio, para posteriores investigaciones es importante tener en cuenta el
pensamiento de los dos miembros de la pareja, con el fin de poder cotejar las experiencias
y percepciones que cada uno de los miembros tiene de la relación misma.
También es de importancia aclarar que al ser este un primer ejercicio de comprensión
sobre el fenómeno veo la necesidad de proyectar futuras investigaciones en las cuales se
incorporen personas con menor grado de escolaridad, parejas no heterosexuales,
23
relaciones poliamorosas, entre otras poblaciones que no están presentes en esta primera
investigación pero sin las cuales es imposible lograr entender los actos de dominación
presentes en las relaciones de tipo sexo-afectivo.
La encuesta19 que usé para este estudio se compone de 34 preguntas que se dividen en
cinco tipos, el primero de ellos para indagar sobre el grupo etario del encuestado, su nivel
socioeconómico, su identidad sexual y el tiempo que lleva con su pareja.
El segundo grupo de preguntas indaga sobre cuatro aspectos de las relaciones sexoafectivas que se dividen en la convivencia la cual hace alusión a la toma de decisiones en
el hogar, el tiempo que se comparte con agentes externos a la pareja y la solución de
conflictos. Lo intimo en el que se pregunta por las disposiciones y actividades de carácter
sexual. El siguiente es el ámbito de la maternidad/paternidad en que se indaga si los hijos
son planeados, las formas de planificación y si se han tenido debates en la pareja sobre la
crianza de los hijos. El último se titula economía de la pareja, en el que se escudriña si los
dos miembros de la pareja obtiene ingresos, quien recibe mayores ingresos y que
porcentajes se emplean en el hogar.
19
Para observar la encuesta revisar anexo # 2
24
ANALISIS DE DATOS.
Como lo mencioné con anterioridad en este trabajo me centro en el análisis de la
variable Autonomía Erótica. Entendiendo a esta como un índice para comprender la
participación de las mujeres en las prácticas sexuales con sus parejas.
Con base en la tabla20 1 y la gráfica 1 en la que se pregunta ¿Es consciente de cuando
su pareja siente deseo de estar con usted? Se puede observar cómo las mujeres suelen ser
más conscientes del deseo sexual que tienen sus parejas hacia ellas.
Grafica 1. Es consciente de cuando su pareja siente deseo de estar con usted. Discriminadas
por género.
20
Para observar tablas en las que se establece el porcentaje y las gráficas. Ir a anexo # 3 organización de datos.
25
Con la tabla 2 y gráfica 2 en la que se indaga. ¿Usted siente placer durante las
relaciones sexuales sostenidas con su pareja? se observa como mujeres y hombres en su
mayoría sienten placer al estar con sus parejas.
Grafica 2. Usted siente placer durante las relaciones sexuales sostenidas con su pareja
Discriminadas por género.
26
En la gráfica 3 y tabla 3 en la que se escudriña. ¿Sabe si su pareja siente placer en las
relaciones sexuales que ustedes sostienen? se observa que mujeres y hombres afirman que
su pareja siente placer a la hora del acto sexual.
Grafica 3. Sabe si su pareja siente placer en las relaciones sexuales que ustedes sostienen.
Discriminadas por género.
27
En la gráfica 4 y la tabla 4 en la que se encuesto ¿Usted busca proponer espacios para
sostener relaciones con su pareja? Se busca entender cómo se establece la iniciativa para
proponer el acto sexual, se ve que las respuestas más frecuente entre hombres y mujeres
son “casi siempre” con el 41.9% de respuestas discriminado en 29,0% mujeres y 12,9%
hombres o “algunas veces” con el 38,7% discriminado en 29,0% mujeres y 9.7% de
hombres, lo que se puede traducir en que tanto mujeres y hombres suelen motivar a sus
parejas para el acto sexual con similar frecuencia.
Grafica 4. Usted busca proponer espacios para sostener relaciones con su pareja.
Discriminadas por género
28
Con respecto a las estrategias propuestas en las preguntas 5 y 6 de en ámbito intimo
en la que se indaga ¿Usted utiliza estrategias de seducción para despertar el deseo en su
pareja? en la quinta pregunta y ¿Su pareja utiliza estrategias de seducción para despertar el
deseo en usted? en la sexta pregunta, encuentro conexión con estas nuevas disposiciones
que plantean rupturas frente a los roles tradicionales del género en el que los hombres han
empezado también a plantearse formas de seducción que normalmente no esperaríamos
que hicieran por las formas tradicionales del ejercicio de la masculinidad, la gráfica y
tabla número 5 y la gráfica y tabla número 6 nos muestra con claridad cómo se da este
fenómeno.
Grafica 5. Usted utiliza estrategias de seducción para despertar el deseo en su pareja
Discriminadas por género.
29
Grafica 6. Su pareja utiliza estrategias de seducción para despertar el deseo en usted.
Discriminadas por género.
30
CONCLUSIONES.
Los datos obtenidos nos permiten dilucidar en efecto cómo se dan algunas formas de
dominación en las parejas sexo-afectivas de tipo heterosexual en el ámbito sexual, el cual
decidí que fuera el énfasis de la presente investigación. A continuación me dispongo a
enunciar las conclusiones a las que he llegado partiendo de cada una de las preguntas
realizadas en la encuesta referente a la esfera intima.
De la primera pregunta ¿Es consciente de cuando su pareja siente deseo de estar con
usted?
Se deduce que los hábitos reproducidos socialmente en los que las mujeres
perciben con mayor facilidad la disposición de sus parejas en el momento de entablar el
acto sexual, mientras que a los hombres se les dificulta entender cuando sus parejas
desean intimar con ellos. Se han modificado. Ya que los hombres hacen una mejor lectura
de los deseos de su pareja.
De la segunda pregunta ¿Usted siente placer durante las relaciones sexuales
sostenidas con su pareja? El resultado me genero sorpresa ya que en conversaciones que
he entablado con mujeres de diferentes edades y en varios artículos es recurrente que las
mujeres enuncien que si bien tienen una vida sexual activa, esto no asegura que estas
experiencias sean satisfactorias. De hecho varias de ellas afirman que desde que inician su
vida sexual hasta el momento no han alcanzado el orgasmo en ninguna ocasión, muchas
de estas mujeres tienen varios hijos y ningún orgasmo. Sin embargo se evidencia en la
encuesta que las mujeres en mayor porcentaje indican que siempre o casi siempre las
relaciones sexuales que sostienen con su pareja son placenteras.
31
En la tercera pregunta ¿Sabe si su pareja siente placer en las relaciones sexuales que
ustedes sostienen? Se puede observar que son minoría las personas que dicen que casi
nunca o nunca sus parejas sienten placer. Lo cual nos habla de una falta de
reconocimiento de las ausencias de satisfacción en la pareja o de la efectiva satisfacción
sexual en estas. Esta minoría responde en la tabla al 6,5% en las mujeres y el 3,2% en los
hombres.
En la cuarta pregunta ¿Usted busca proponer espacios para sostener relaciones con su
pareja? Se hace una lectura que permite entender que según los datos recogidos en esta
muestra hay una ruptura que se establece con el deber ser del género que se heredaba de
las antiguas generaciones, planteado por la autora Ana Maria Fernandez, en el que la
mujer no hacia parte del disfrute del erotismo en las relaciones estables, pero debía estar
dispuesta para el momento que su pareja lo requiriera. Que las mujeres estén buscando y
generando espacios para sostener relaciones sexuales con su pareja establece un cambio
en el statu quo y es un paso hacia relaciones más equilibradas.
Lo hasta aquí expuesto con respecto a las rupturas que se vienen dando desde la
masculinidad se afirman en la respuesta que dan las mujeres sobre las estrategias de
seducción que emplean sus parejas, teniendo que, según los resultados, hombres y mujeres
de manera similar establecen estrategias de seducción.
En varias respuestas la forma de abordar la sexualidad es casi equitativa, en la primera
grafica se ve que la mujer percibe el deseo sexual del hombre con mayor claridad. Sin
embargo, el hombre también es consciente del deseo que su compañera siente hacia él, lo
cual nos muestra tanto hombres como mujeres están atentos a esta disposición en su
32
pareja. Adicionalmente en la última grafica se puede observar que la mujer utiliza menos
estrategias de seducción que los hombres, si se comparan las gráficas 5 y 6 se observa que
las mujeres algunas veces generan estas estrategias pero los hombres siguen siendo los
mayores propiciadores del acto sexual. Aun que se puede agregar que las mujeres cada
vez están más inmersas en las practicas que implican tomar la iniciativa en el momento de
entablar relaciones sexuales con sus parejas sexo-afectivas.
Con base en los anterior podemos observar que la mujer ejerce con menos fuerza el
rol de dominada en las relaciones de pareja por lo menos en la categoría erótica, ya que es
más consciente de su placer y así mismo el hombre busca más estrategias de seducción en
las que la mujer tenga una participación placentera durante el acto sexual. Sin embargo no
se llega a un equilibrio en este ámbito, ya que las mujeres siguen siendo las que leen la
libido de sus parejas de manera más clara y los hombres entienden la libido en las mujeres
cuando se da de manera explícita y/o directa.
Después de esta lectura se puede decir con firmeza que si hay algunos cambios en los
comportamientos inmersos en la dominación masculina en las parejas amorosas en el
ámbito erótico, generando un tránsito hacia relaciones de parejas más equilibradas en
comparación a las parejas que se relacionan bajo la tradicional socialización del género.
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BIBLIOGRAFÍA
Arriaga Martinez Rafael. Inmigración y discriminación: mecanismos sociocognitivos
generadores de comportamientos discriminatorios en los estados unidos. 2009
Bourdieu, Pierre. La Dominación Masculina. Editorial Anagrama. Barcelona. 2000
Dema Sandra. Una aproximación cualitativa a la toma de decisiones económicas en
las parejas españolas de doble ingreso. La aljaba. 2006.
Fernandez Ana Maria. La Mujer de la Ilusión. Editorial Paidos. Barcelona. 1993
Foucault Michel. Vigilar y Castigar. Siglo veintiuno editores. Mexico. 1976
Hakin Catherine. Capital erótico: El poder de fascinar a los demás. Penguin Randon
House grupo editorial. España. 2012
Vanegas Osorio Jorge Humberto. La dinámica vincular celos-infidelidad. Colombia,
Medellín. 2011
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