1 RELACIONES DE DOMINACIÓN EN PAREJAS SEXO-AFECTIVAS UN ANÁLISIS REALIZADO EN PAREJAS HETEROSEXUALES EN DEL CASCO URBANO BOGOTANO ENTRE 19 Y 59 AÑOS DE EDAD EN EL AÑO 2018. Maria Alejandra Velandia Carantón 2 Universidad Cooperativa de Colombia Sociología Director: Hernando Ferreira Bogotá, Colombia. 2019 3 INTRODUCCIÓN. El tema a trabajar va dirigido a los comportamientos que se generan en los seres humanos bajo las relaciones de dominación que se construyen en las relaciones de pareja de carácter sexo-afectivo1, específicamente en el caso de las parejas heterosexuales2 del casco urbano bogotano, que fueron encuestadas de manera aleatoria para la realización de esta investigación. A lo largo de mi formación como socióloga, temas como la prostitución, la educación, el género y cotidianidad me han llevado a observar diferentes formas en las que se establecen relaciones atravesadas por un eje siendo este la dominación que las determina. Cotidianamente podemos observar cómo el sujeto contemporáneo interioriza ciertos comportamientos que se relacionan con la dominación, bien sea desempeñando el rol de dominante o el de dominado. Desde hace aproximadamente dos años este tema había estado presente en mis consultas bibliográficas, como estudiante y en mis propias búsquedas. En este ejercicio me encontré con varios autores que han propiciado conceptos que me permitieron una lectura mucho más certera de este fenómeno. Uno de ellos es Michel Foucault quien con su trabajo Vigilar y Castigar motivó la comprensión de las relaciones humanas desde la perspectiva del ejercicio del poder y las dinámicas de vigilancia y castigo. Sin embargo en 1 Entiéndase una relación sexo-afectiva como el tipo ideal de vínculo en el que se establece la intimidad encontrándose en términos sexuales y emotivos sin importar cual sea el tipo de relación que se genere. Unos ejemplos de estas pueden ser matrimonios, unión libre, relaciones poliamorosas, noviazgos etc. 2 En esta investigación solo trabajé con parejas heterosexuales porque a pesar de haber buscado una comprensión de otro tipo de parejas enviando esta encuesta no se recibió respuesta por parte de las mismas. 4 esta investigación más allá del poder quise trabajar desde el concepto de dominación desarrollado por Pierre Bourdieu, por considerar que su lectura de las relaciones a través del ejercicio de la dominación comprende de mejor manera las dinámicas propias de las parejas3. Uno de los conceptos fundamentales para entender lo aquí planteado es la teoría de los campos desarrollado por Bourdieu en el que se trabaja este concepto como un espacio social de acción en el que surgen relaciones sociales determinadas, las cuales a su vez se medían por la manera en que se posicionan las personas que hacen parte de dichas relaciones. La posición de ellas se define en la existencia y las determinaciones que se imprimen en los ocupantes de la estructura de distribución de poder o capital. El sociólogo y escritor norteamericano Erving Goffman trabaja temas muy específicos del comportamiento humano en la cotidianidad contemporánea, este me permitió por medio de su trabajo vislumbrar cómo estos comportamientos ejercidos por las personas inmersas en relaciones de dominación podían medirse y entenderse a través de la lectura de la cotidianidad de estas parejas relacionadas sexo-afectivamente. Entendiendo que los comportamientos cotidianos terminan relatando estas prácticas de dominación. Las prácticas de dominación por las que me interrogue a lo largo de esta investigación están relacionadas con diferentes esferas de la vida cotidiana de las parejas relacionadas de manera sexo-afectiva, estos fueron cuatro ámbitos que se dan en el desarrollo de estas relaciones, el primero es la convivencia en la que se indaga por temas como el tiempo que se comparte con personas ajenas a la pareja, toma de decisiones y solución de conflictos; 3 Esto último sin perder de vista el ejercicio de vigilancia y castigo presente en estas dinámicas de dominación. Planteadas por Foucault. 5 el segundo es lo erótico en que se pregunta por las maneras en que se abordan estas prácticas; el tercero es la maternidad y la paternidad aquí se enfatiza en los métodos de planificación, la forma en que llegaron los hijos y la crianza de estos; el ultimo es el ámbito económico, en el que se encuesta sobre los ingresos que se adquieren individualmente y la forma en que se emplean. Basándome en los postulados teóricos hasta aquí mencionados realice una encuesta a 31 personas a través de un documento google docs. Buscando la mayor variedad de personas en cuanto a su edad, sexo, nivel socioeconómico y educativo indagando por los comportamientos específicos que permitieron una lecturas de las formas de dominación que se desarrollan en las relaciones que sostienen estas personas con sus parejas en las distintas esferas anteriormente descritas. Es necesario aclarar que en un principio quise desarrollar un análisis de las diferentes esferas en las que se dan los actos de dominación en las relaciones sexo-afectivas, pero considerando que siendo este el trabajo de grado de mi pregrado como socióloga, debía buscar el mayor desarrollo posible de una de estas esferas, que también fue la que en últimas despertó mi interés por realizar esta investigación, siendo esta, a saber, el comprender las prácticas de dominación presentes en la intimidad, específicamente en todo lo concerniente al erotismo y la sexualidad. Con los demás temas trabajados en la encuesta veo la posibilidad de, en el futuro, desarrollar otras investigaciones que se apoyen en la presente y puedan ser mucho más concluyentes y objetivas con respecto a este fenómeno. 6 ESTADO DEL ARTE. Para la realización de esta investigación me acerque a diferentes autores que trabajan las relaciones de pareja desde múltiples perspectivas sobre el fenómeno, aquí encontré con relaciones de pareja en dos sentidos: por un lado los celos y por otro la influencia de los salarios en las relaciones sexo-afectivas enfocadas en generar relaciones con mayor equilibrio por medio de la toma de decisiones. El autor Jorge Humberto Vanegas Osorio en su artículo La dinámica vincular de los celos-infidelidad describía que la relación de pareja se desarrolla en tres momentos, el primero es el enamoramiento, el segundo el ajuste de cada uno hacia a el otro y finalmente culmina en lo que el autor llama el amor de compañía4. Adicionalmente se plantea en el trabajo de Vanegas que durante este proceso se desarrollan comportamientos que empiezan a dejar en claro quién desempeña el papel de dominador y quien el de dominado en la relación, teniendo que existe una regularidad en la manera en que se dan estos roles en cada una de las etapas5. Los roles de dominado – dominador se componen de diversos elementos que se construyen a partir de diferentes situaciones que se dan en el desarrollo de la vida en pareja, tales como: la comunicación mutua, la vida sexual, la confianza, la 4 El amor de compañía es definido por Jorge Humberto Vanegas Osorio como el amor sexual maduro que se compone de cinco características las cuales son 1. La excitación sexual transformada en deseo erótico por otra persona, 2. La carga libidinal agresiva se deriva en ternura, 3. La identificación con el otro que incluye la identificación genital reciproca y profunda empatía con la identidad general del otro, 4. Una forma madura de idealización, junto con un profundo compromiso con el otro y con la relación y 5. El carácter apasionado de la relación amorosa en la relación sexual y la relación de cada uno de los integrantes de la pareja con el mundo. 5 En el enamoramiento suele ser el hombre el dominado y la mujer el dominante, inmerso el hombre en el cortejo 7 relación con los hijos, las habilidades para convivir6, la dimensión social de la pareja7 y la concepción individual que tiene cada uno de sí mismo y del otro. Estas condiciones nos permiten ver quién se perfila como el dominador de la relación y quien asume el papel de dominado. Esto genera que se vea y se asuma de manera distinta la relación, mientras uno busca dar mucho por el otro, el otro solo busca la satisfacción individual. En el trabajo del autor los celos se generan por la concepción de la propiedad privada sobre el otro, esto sobre todo en el terreno sexual. Así mientras uno se siente seguro y tranquilo, el otro empieza a experimentar rabia, envidia, abandono y miedo. Estas emociones suelen derivarse de capitales existentes en diferentes aspectos como el capital social, el capital económico o el capital erótico, que uno de los posee. En el caso que uno de los integrantes de la relación disfrute de mayor capital social, conlleva a que sus prácticas cotidianas estén diferenciadas de su cónyuge, habita más espacios culturales, tiene más amistades, entre otras. En el caso del capital económico cuenta con mayor facilidad para invertir en sí mismo, ya que el poder adquisitivo se lo permite. También está el capital erótico en el cual la persona que se adapte más a los cánones de belleza establecidos ejerce dominación sobre él otro. Es así como empiezan a gestarse relaciones de desigualdad de condiciones que se ven sintomatizadas por la aparición de los celos. Con respecto a las relaciones de dominación que se derivan del poder adquisitivo la autora Sandra Dema trabaja el tema del dinero en las relaciones en el artículo Una 6 Entendidas como la capacidad de resolver los conflictos cotidianos de forma tranquila hasta llegar a un consenso 7 Entendida como los comentarios y formas de ver la relación de entes ajenos y la influencia que esto ejerce sobre la pareja. 8 aproximación cualitativa a la toma de decisiones. En esta investigación se estudia cómo el dinero es un factor que influye en la construcción de la relación y la cotidianidad dentro del hogar enfatizando sobre el poder adquisitivo del individuo en el caso típico ideal de convivir con alguien que posee el mismo nivel adquisitivo. La autora identifica tres modelos de pareja moderna en función de las formas en las que se genera la desigualdad y se ejerce el poder en la relación. Identifica así un primer modelo en el que la desigualdad y las relaciones de dominación que se generan en la pareja están legitimadas por la tradicional socialización de género8. En segundo lugar, plantea parejas con un ideal igualitario9, en las que a pesar del ideal se dan relaciones de poder. Y, por último, señala la existencia de un tipo de parejas que establecen formas de relación tendientes a la igualdad. El poder adquisitivo de cada miembro de la relación le permite tener mayor libertad individual así como mayor solidaridad con el otro. La discusión de quién aporta un mayor porcentaje del dinero empleado en los gastos del hogar o quien gasta más dinero en sí mismo, son los temas que despiertan inconformidad. Con respecto a los ingresos se evidencian conflictos cuando es la mujer quien posee mayor capacidad adquisitiva, esto último se conecta claramente con el concepto generalizado culturalmente del hombre como proveedor del hogar. 8 La tradicional socialización del género según la autora Sandra Dema hace referencia a los comportamientos sociales que corresponden al género masculino y femenino, sobre los cuales las relaciones sexo-afectivas construyen su base sobre la desigualdad. 9 Cuando la autora habla de ideal igualitario hace referencia a aquellas relaciones que después de haber atravesado complejos procesos sociales conversaciones para llegar a consensos en el momento de tomar decisiones en el hogar. Sin embargo, plantea quela diferencia de ingresos recibidos entre hombre y mujeres se convierte en un obstáculo fundamental para la negociación igualitaria. 9 Teniendo en cuenta lo hasta aquí expuesto se puede inferir cómo el poseer es una cuestión determinante a la hora de relacionarnos con otros seres humanos, en el caso de las parejas relacionadas sexo-afectivamente la posesión del otro y la posesión de medios adquisitivos plantea la tranquilidad o inseguridad de los miembros de la relación quienes expresan tal a través de sus actos cotidianos, así mismo afirmando, reafirmando o negando su rol de dominante o dominado. Si bien la autora desarrolla dimensiones como el trabajo remunerado y el poder adquisitivo derivado del mismo, a mi juicio se desconoce otras dimensiones del trabajo que suelen estar concentrados en las mujeres. Cuestiones tales como el trabajo de la mujer en la casa y las condiciones en las que este se desarrolla, permiten dilucidar como este tipo de trabajos propician que la mujer permanezca desempeñando labores de reproducción social tales como la preparación de los alimentos, la crianza de los niños, entre otras; llevándola a un estado de dependencia económica y por tanto de dominación sobre sí. Si bien esto es una realidad aún vigente, las mujeres hemos incursionado en el mundo laboral y por tanto también emancipado de labores de reproducción haciendo que estas condiciones se vengan modificando paulatinamente. Es importante comprender estos fenómenos desde la perspectiva de la división sexual del trabajo, en la que la mujer ejerce los trabajos que implican el cuidado de los otros, como ser profesoras de preescolar, enfermeras, fisioterapeutas, cocineras, empleadas del servicio entre otros; y cómo estos trabajos reproducen el trabajo que se le ha impuesto 10 socialmente a las mujeres con la salvedad de que no solo garantiza la reproducción del núcleo familiar, sino se convierte en una labor social de carácter remunerado. Teniendo en cuenta todo lo anterior se puede enunciar que la teoría expuesta por Bourdieu sobre el habitus se ve reflejada en la que el sujeto, atravesado por estructuras que lo estructuran y que a su vez este estructura con su comportamiento, al desempeñarse como dominador o dominado lo hace muchas veces sin entender que lo es, sin ser consciente de esta dinámica. Como lo planteo anteriormente la dominación suele estar ligada con la propiedad o, en ese mismo sentido, con la posesión de capitales que permitan dominar en un campo especifico. En el caso que nos concierne podemos observar capitales como el económico, social, cultural, entre otros permite salir del estado de dominado así como la pérdida de los mismos hacen perder el estado de dominante. Por ejemplo, la persona que adquiere más dinero en el hogar suele ser el dominador, la persona que tiene más libertad en su entorno social suele ser el generador de los celos y el dueño del capital en el trabajo es el que domina al empleado. El sociólogo Rafael Arriaga Martínez plantea que “sí bien reconocemos la existencia de la utilidad económica, la ganancia como motivación, debemos igualmente aceptar que los comportamientos discriminatorios pueden también estar fundamentados en razonamientos analíticos nutridos de ideas y creencias acerca de los grupos humanos y las diferencias socioculturales que los caracterizan.”10 Si bien esto es planteado para analizar la situación de los inmigrantes que pasan la frontera de los Estados Unidos para trabajar, 10 Arriaga Martinez Rafael. Inmigración y discriminación: mecanismos sociocognitivos generadores de comportamientos discriminatorios en los estados unidos. 2009 11 esta reflexión nos permite ver cómo la construcción de estereotipos generalizados tienen un entramado de ideas que se complementan y que en ultimas construyen una especie de lógica que normaliza formas de dominación, siendo este el caso, en lo que a este trabajo concierne, la situación de la mayoría de las mujeres quienes son construidas socialmente para dominar la relación mientras dura el cortejo y `posteriormente ser dominadas por la ausencia de capitales que posee su pareja por la construcción típico ideal del hombre como proveedor y sujeto público en contraposición a una feminidad del cuidado y lo privado. 12 MARCO TEORICO. Una de las relaciones fundamentales para el desarrollo teórico de este trabajo es la de dominación/sumisión que se establece en las relaciones de parejas sexo-afectivas. En el planteamiento de la presente investigación se desarrollan las posturas de dos autores frente al juego de dominación que se establecen en las mismas. El concepto de dominación que trabaja Pierre Bourdieu, en su texto La Dominación Masculina define cómo se da la dominación típica en toda relación humana, desde la perspectiva propia del autor, en el caso particular de la dominación ejercida hegemónicamente por la masculinidad hacia la feminidad. “El autentico objeto de una historia de relaciones entre los sexos es, por lo tanto, la historia de las combinaciones sucesivas (diferentes en la edad media y en el siglo XVIII, bajo Petain al comienzo de los años cuarenta y bajo De Gaulle después de 1945) de mecanismos estructurales (como los que aseguran la reproducción de la división sexual del trabajo) y de estrategias que, a través de las instituciones y agentes singulares, han perpetuado, en el transcurso de una larguísima historia y a veces a costa de cambios reales o aparentes, la estructura de las relaciones de dominación entre los sexos”.11 Para este autor hay varias instituciones que dan pie, crean y reafirman esta división entre los sexos siendo estas la escuela, la familia y la iglesia, sobre las cuales Bourdieu señala lo siguiente en su trabajo: El trabajo de reproducción quedó asegurado, hasta una época reciente, por tres instancias principales, la Familia, la Iglesia y la Escuela, que, objetivamente orquestadas, tenían que actuar conjuntamente sobre las 11 Bourdieu, Pierre. La Dominación Masculina. Editorial Anagrama. Barcelona. 2000. Pag. 105-106. 13 estructuras inconscientes. La Familia es la que asume sin duda el papel principal en la reproducción de la dominación y de la visión masculina. En la Familia se impone la experiencia precoz de la división sexual del trabajo y de la representación legítima de esa división, asegurada por el derecho e inscrita en el lenguaje. La Iglesia, por su parte, habitada por el profundo antifeminismo de un clero dispuesto a condenar todas las falcas femeninas a la decencia, especialmente en materia de indumentaria, y notoria reproductora de una visión pesimista de las mujeres y de la feminidad, inculca (o inculcaba) explícitamente una moral profamiliar, enteramente dominada por los valores patriarcales, especialmente por el dogma de la inferioridad natural de las mujeres. Actúa además, de manera más indirecta, sobre la estructura histórica del inconsciente, a través especialmente del simbolismo de los textos sagrados, de la liturgia e incluso del espacio y del tiempo religioso (señalado por la correspondencia entre la estructura del año litúrgico y la del año agrario) En determinadas épocas, ha podido apoyarse en un sistema de oposiciones éticas correspondiente a un modelo cosmológico para justificar la jerarquía en el seno de la familia, monarquía de derecho divino basada en la autoridad del padre, y para imponer una visión del mundo y del lugar que en él corresponde a la mujer a través de una auténtica propaganda iconográfica12. La familia como institución es el primer espacio en el que se enseña la división entre los sexos, exigiendo que los niños y las niñas tengan formas diferenciadas de ser tratados 12 Bourdieu, Pierre. La dominación masculina. Editorial Anagrama. Barcelona. 2000. Pag 107-108. 14 y de tratar a otros que empiezan a interiorizarse, ejemplo de ello es el tipo de juegos que se le permite a cada uno, la forma de vestir “adecuada” para su género, así como las formas “correctas” de hablar y de comportarse con los otros. Así mismo la división de las tareas del hogar, siendo estas casi que obligatorias de realizar en las niñas y vetadas para los niños. Por otro lado el autor propone que la iglesia plantea a la mujer y la feminidad con una visión pesimista ya que son consideradas responsables de la degradación moral, merecedoras por tanto de sufrir para la purificación de todos los pecados del hombre,13 así también se inculca un modelo de familia dominado por varones patriarcales que deben ser la cabeza del hogar. La división de los comportamientos entre los sexos generado por las instituciones, nos permite entender como las concepciones que adquirimos desde la infancia, se hacen presentes en las relaciones de pareja que establecemos los seres humanos, esto después de interiorizar la tradicional socialización del género y cómo dichos comportamientos se ven inmersos en los juegos de dominación en las parejas sexo-afectivas. Bourdieu desarrolla la teoría de los campos basado en la construcción que hace Karl Marx del capital económico y como este fundamenta la lucha de clases. Para Bourdieu no solo el capital económico es el que genera las disputas que se dan en las relaciones sociales, si no que este es uno de los campos en las que estas se dan. Los campos son un espacio social de acción en el que surgen relaciones sociales determinadas, las cuales a su vez se medían por la manera en que se posicionan las personas que hacen parte de dichas 13 Este caso se observa en la biblia donde se relata el mito de la manzana mordida por Adan y Eva, en el que la mujer es la que lleva al hombre al pecado y debe pagar por medio de los dolores de parto y al hombre el sustento del hogar. 15 relaciones. La posición de ellas se define en la existencia y las determinaciones que se imprimen en los ocupantes de la estructura de distribución de poder o capital. Los capitales que trabaja Bourdieu y que van a emplearse en esta investigación para realizar una observación en los comportamientos tradicionales de la socialización de género en contraste con las relaciones afectivas contemporáneas son el capital económico basado en el poder adquisitivo de los miembros de la pareja, el capital cultural que se mide en tres esferas la primera es la material donde se adquieren piezas artísticas como pinturas, películas, libros entre otras y el tercero el capital social en el que se adquieren las conexiones con personas que son dominantes en diferentes campos. Por otro lado la autora Catherine Hakin elabora la conceptualización del capital erótico. El cual es otro de los conceptos que va a emplearse en la investigación para observar los comportamientos de las parejas sexo-afectivas. Este capital se compone de cinco características principales que son el atractivo sexual en el que se mide que tan llamativa es la persona para las que le rodean. La vitalidad, en la que se observa la necesidad impresa en la sociedad de mantenerse juvenil, sin importar los años que la persona tenga. La sociabilidad o gracia, que es la habilidad que tiene algunos para hacer amistades fácilmente y ser agradables. La presentación social, es decir cumplir con los estereotipos social que establecen las maneras correctas de vestir en diferentes espacios, el oler bien, maquillarse correctamente entre otras y por último la sexualidad en sí, en la que se desarrolla la competencia sexual y energía sexual que esto demanda. Volviendo a Bourdieu, el autor plantea que antiguamente el matrimonio servía como una forma de adquirir capital social y simbólico al hombre, capital que era obtenido 16 dependiendo de quién era su esposa. Si ella provenía de una familia que tuviera tierras o fuera reconocida en la aristocracia, al contraer matrimonio el hombre heredaba estas posesiones. Actualmente si bien se siguen dando este tipo de tratos hay otros factores que influyen en la toma de esta decisión como es el capital simbólico que solo genera la familia y todo lo que ocurre con su apariencia. En sí, el capital simbólico en este caso va de la mano con el aparentar, con el gustar14. Es decir que la forma en que los otros ajenos a la relación sexo-afectiva perciben y lanzan juicios sobre una pareja u hogar, como a partir de esto se establece relaciones de prestigio. El amor se establece como una dominación aceptada, que se desconoce como tal y prácticamente es reconocida en la pasión, feliz y desdichada. Al aceptar esta dominación las prácticas que esta conlleva se normalizan, al entrar en una relación amorosa se dan unas reglas por sentadas que no suelen ser debatidas ni cuestionadas. El amor en la primera etapa de la relación de dominación que se genera entre mujeres y hombres, se da como una especie de tregua milagrosa en la que la dominación masculina se apacigua, llevando así la violencia viril a un estado de quietud, en este momento de amor, el hombre puede representar con mayor facilidad el rol de dominado. Mientras que la mujer con sus “encantos” inmersos en el capital erótico que posee, enamora al hombre y ella asume el papel de dominante. Pero estos comportamientos no obedecen únicamente a esto, el hombre está en disposición de conquista, en la que se 14 Presentamos un indicio que podría parecer insignificante de la posición diferencial de los hombres y de las mujeres en las relaciones de reproducción del capital simbólico: en la gran burguesía de Estados Unidos se tiende a dar unos nombres franceses a las jóvenes, vistas como objetos de moda y de seducción, mientras que los muchachos, custodios del linaje y sujetos de los actos destinados a su perpetuación, reciben preferentemente unos nombres elegidos en el repertorio de nombres antiguos acumulados por la estirpe. (Bourdieu, Pierre. La dominación masculina. Editorial Anagrama. Barcelona. 2000. Pag 122) 17 muestra dócil y apacible. En la siguiente etapa de la relación suele volver la dominación masculina a establecerse con las dinámicas que conlleva. Para abordar el tema de manera más acotada se hace un análisis de los cambios de relación social entre hombres y mujeres en el siglo XX según Ana María Fernández15, ella plantea un cambio interiorizado en el deber ser del género que se heredaba de las antiguas generaciones, “Lo obvio a dejado de serlo; hombres y mujeres no solo ocupan lugares sociales, eróticos, domésticos que hasta hace muy poco ocupaba con exclusividad el otro género. Ambos géneros sexuales han comenzado un trastrocamiento de subjetividad, en tanto se ha abierto un proceso de modificación de la imagen de sí y del otro"16 La sociedad contemporánea está caracterizada por transformaciones sociales subjetivas, que surgen de las nuevas prácticas públicas y privadas que presuponen alguna transformación subjetiva para poder realizarse, esto implica varios tránsitos y redefiniciones, modificados por el desarrollo de diferentes países y sus contextos culturales. Pero en un sentido muy general se podrían hablar de tres grandes cambios. El primero es la autonomía económica, con la redistribución de las tareas domésticas, los modelos de éxito para hombres y mujeres, la circulación del dinero y las relaciones de dominación dentro de la pareja. El segundo es la autonomía erótica en la que se redefine los lugares de actividad y pasividad, de los objetos y sujetos de deseo y los pactos de fidelidad en las parejas conyugales monógamas. Y el tercero, la maternidad como eje 15 Doctora en psicología. Profesora plenaria e investigadora de la universidad de Buenos Aires. Invitada de prestigiosas universidades del país y España, Francia, Estados Unidos, México, Uruguay, Colombia Chile, Costa Rica. Es autora de libros como: El campo grupal: notas para una genealogía (1989), La mujer de la ilusión (1993), con un grupo de colaboradores, instituciones estalladas (1999), entre otros. Dirige el programa de actualización en el campo de problemas de la subjetividad, posgrado interdisciplinario de la universidad de buenos aires. 16 Fernandez Ana Maria. La Mujer de la Ilusión. Editorial Paidos. Barcelona 1993 Pag. 14 18 central del plan de vida, con la nueva definición de paternidad y sus incidencias domésticas. Ahora, habrá que observar cómo se medían en la realidad estas relaciones de dominación ocultas por el discurso del amor romántico17 que se construye en una pareja. Las redefiniciones que se han dado hasta el momento y que respectan al vínculo amoroso como una institución fundadora de la familia, no son ni serán las últimas. Como ejemplo se pude tomar el transito que ha tenido el matrimonio, en un primer momento se hacía por alianza, seguidamente se hacía por amor, ahora se ve como se han estipulado derivaciones de esta institución como la unión libre y la unión de hecho. Aunque superficialmente se observen cambios en las relaciones de pareja, estos no se dan de manera lineal u organizada, por el contrario todo el tiempo se está en un reciclaje cada vez más sutil en los mecanismos de subordinación. Hoy podría pensarse que las mujeres han avanzado en el mundo público, ganar dinero, tener acceso a la educación, la 17 El amor romántico como concepto empieza a generarse en la época moderna y en la sociedad occidental. Hace referencia a los mitos sociales establecidos socialmente establecidos alrededor del amor y como estos alimentan emociones perturbadoras. Los mitos propuestos en el amor romántico son la idealización de que el amor todo lo puede, aquí la pareja cree que si hay amor ningún problema es una justificación para tomar decisiones radicales o terminar con la relación esto afecta a la persona que soporta cualquier tipo de situación perjudicial. Otro de los mitos es del de la media naranja, este mito genera que se crea que en todo el mundo existe un solo individuo que te complementa completamente, este mito genera frustración y la necesidad de una búsqueda contante de otro que se adapte totalmente a sí mismo. Asumir que la persona indicada llena todos los vacios que se tiene es otro mito producto del amor, en este se descargan las carencias propias en la pareja y se le exige que las supla, esto recae en sensaciones de frustración tristeza al observar que el otro no está dispuesto a hacerlo. La plena compenetración sexual es un indicador de amor verdadero, aquí se asume que las relaciones sexuales deben ser una experiencia asombrosa. Cuando se está enamorado no es posible sentir atracción por otra persona, Partiendo de la idea de que el amor no paraliza la disposición a sentirse atraído por otros y de que la fidelidad es un constructo social, en el cual es la propia pareja la que decide qué tipo de compromiso quiere adquirir; es muy común experimentar algún tipo de afinidad con otras personas sin que esto signifique que ya no se quiera a la pareja, quedando en manos de la propia persona establecer los límites de esta atracción. El último mito describe como se cree que los celos son una prueba de amor, los celos constituyen un indicador del umbral de la angustia ante la idea de otra persona se lleve aquello considerado como propio por derecho. Aquello que la persona cree que le corresponde recibir en exclusiva. Estos son el reflejo del miedo a la perdida de la media naranja. 19 revolución sexual, la anticoncepción masiva, entre otras, han permitido disminuir la desigualdad de género. Pero si se observa de manera más detenida, se ve que las mujeres están lejos de las instancias de poder, que trabajan más y ganan menos. Y aunque estos avances son tangibles muchas mujeres siguen actuando bajo la heteronomía18. Bajo estos conceptos planteados por la autora Ana Maria Fernández y su acercamiento al matrimonio, lo ideal es contrastar los conceptos con la realidad y hacer una deducción de cómo las parejas de hoy en día se asumen la vida en pareja. Con esta conceptualización se desarrollara el tema de las relaciones de dominación en las parejas. 18 Entiéndase por heteronomía la ausencia de autonomía de la voluntad, que se rige por un poder o una ley externos. 20 OBJETIVOS En el momento de llevar a cabo el inicio de este trabajo, se buscaba responder la siguiente pregunta de investigación ¿hay cambios en los comportamientos inmersos en las prácticas de dominación masculina que se presentan en la tradicional socialización del género y se naturalizan en las parejas amorosas, generando relaciones más igualitarias? Para responder a ella se plantean los siguientes objetivos. OBJETIVO GENERAL Indagar por la posibilidad de modificaciones en las dinámicas propias de las parejas en su cotidianidad con respecto a las prácticas de dominación en parejas heterosexuales que se establecen amorosamente en la ciudad de Bogotá. Objetivos específicos. Establecer las prácticas de dominación presentes en las parejas estudiadas a través del manejo del erotismo. Observar si la mujer se ha empoderado en el ámbito erótico, quebrantando el papel de dominada. 21 METODOLOGÍA. La investigación se centra en la búsqueda por determinar cómo se abordan en este momento histórico las relaciones de pareja y las relaciones de dominación que se dan dentro de estas relaciones. Ana Maria Fernandez establece el concepto de cambio interiorizado para generar relaciones igualitarias las cuales se dan desde el rompimiento que se genera en el deber ser del género (lo masculino y lo femenino). Ella establece que este gran cambio interiorizado está compuesto por tres conceptos que son La autonomía económica que se basa en el ingreso que posee cada uno de quienes conforman la relación para ejercer su libertad individual y tener fraternidad con el otro. En segundo lugar está la autonomía erótica en el que cada individuo se asume como un sujeto de placer y por lo tanto es consciente del placer individual y del placer del otro. Y por último el ser padres, aquí se plantea la maternidad como opción de vida donde la madre decide si tener hijos o no y si su decisión es respetada, por otro lado la paternidad y las nuevas formas en que esta se ejerce en la que, por ejemplo relación padre-hijo se torna mucho más cercana y de amistad, recreándola de forma distinta a la que se ha establecido en generaciones pasadas. También define a la maternidad/paternidad cómo una opción de vida de la pareja y no la razón mediadora de dicha relación. La investigación va a apoyarse en el método cualitativo para así recoger información basada en observación de comportamientos naturales con el fin de obtener datos que ayuden a analizar y encontrar regularidades que nos permitan dilucidar la normalidad de las relaciones de pareja sexo-afectivas en relación con las formas en las que cotidianamente se ejerce la dominación y en cuál de los dos miembros de la pareja suele estar el rol de dominado y por ende el de dominante. 22 La observación constante, el análisis de cada situación relacionada con el comportamiento entre las personas, es la base de la investigación cualitativa. Esta va a complementarse con el método de investigación exploratorio en el que se busca contextualizar sobre el tema. Así desarrollar una hipótesis que impulse el desarrollo de un estudio más profundo. Este análisis va a desarrollarse por medio de una encuesta que indaga por ámbitos de la cotidianidad de las parejas. Las encuestas se aplicaron a personas que habitan el casco urbano bogotano a través de un goolgle docs difundido desde mi perfil de facebook personal y a través de correos electrónicos. La población encuestada se encuentra entre los 19 y los 59 años de edad y son personas con un nivel académico entre el bachillerato y estudios universitarios especializados. En total se encuestaron a 31 personas, entre los cuales se encuentran veintidós mujeres y nueve hombres, haciendo la salvedad de que cada uno de estos encuestados habló sobre su relación de tipo sexo-afectiva heterosexual y que ninguno de ellos y ellas estaban relacionados entre sí. Lo que nos da un alcance de 62 personas distribuidas en 31 parejas sobre las que pude indagar desde la perspectiva de una de sus partes. A mi juicio, para posteriores investigaciones es importante tener en cuenta el pensamiento de los dos miembros de la pareja, con el fin de poder cotejar las experiencias y percepciones que cada uno de los miembros tiene de la relación misma. También es de importancia aclarar que al ser este un primer ejercicio de comprensión sobre el fenómeno veo la necesidad de proyectar futuras investigaciones en las cuales se incorporen personas con menor grado de escolaridad, parejas no heterosexuales, 23 relaciones poliamorosas, entre otras poblaciones que no están presentes en esta primera investigación pero sin las cuales es imposible lograr entender los actos de dominación presentes en las relaciones de tipo sexo-afectivo. La encuesta19 que usé para este estudio se compone de 34 preguntas que se dividen en cinco tipos, el primero de ellos para indagar sobre el grupo etario del encuestado, su nivel socioeconómico, su identidad sexual y el tiempo que lleva con su pareja. El segundo grupo de preguntas indaga sobre cuatro aspectos de las relaciones sexoafectivas que se dividen en la convivencia la cual hace alusión a la toma de decisiones en el hogar, el tiempo que se comparte con agentes externos a la pareja y la solución de conflictos. Lo intimo en el que se pregunta por las disposiciones y actividades de carácter sexual. El siguiente es el ámbito de la maternidad/paternidad en que se indaga si los hijos son planeados, las formas de planificación y si se han tenido debates en la pareja sobre la crianza de los hijos. El último se titula economía de la pareja, en el que se escudriña si los dos miembros de la pareja obtiene ingresos, quien recibe mayores ingresos y que porcentajes se emplean en el hogar. 19 Para observar la encuesta revisar anexo # 2 24 ANALISIS DE DATOS. Como lo mencioné con anterioridad en este trabajo me centro en el análisis de la variable Autonomía Erótica. Entendiendo a esta como un índice para comprender la participación de las mujeres en las prácticas sexuales con sus parejas. Con base en la tabla20 1 y la gráfica 1 en la que se pregunta ¿Es consciente de cuando su pareja siente deseo de estar con usted? Se puede observar cómo las mujeres suelen ser más conscientes del deseo sexual que tienen sus parejas hacia ellas. Grafica 1. Es consciente de cuando su pareja siente deseo de estar con usted. Discriminadas por género. 20 Para observar tablas en las que se establece el porcentaje y las gráficas. Ir a anexo # 3 organización de datos. 25 Con la tabla 2 y gráfica 2 en la que se indaga. ¿Usted siente placer durante las relaciones sexuales sostenidas con su pareja? se observa como mujeres y hombres en su mayoría sienten placer al estar con sus parejas. Grafica 2. Usted siente placer durante las relaciones sexuales sostenidas con su pareja Discriminadas por género. 26 En la gráfica 3 y tabla 3 en la que se escudriña. ¿Sabe si su pareja siente placer en las relaciones sexuales que ustedes sostienen? se observa que mujeres y hombres afirman que su pareja siente placer a la hora del acto sexual. Grafica 3. Sabe si su pareja siente placer en las relaciones sexuales que ustedes sostienen. Discriminadas por género. 27 En la gráfica 4 y la tabla 4 en la que se encuesto ¿Usted busca proponer espacios para sostener relaciones con su pareja? Se busca entender cómo se establece la iniciativa para proponer el acto sexual, se ve que las respuestas más frecuente entre hombres y mujeres son “casi siempre” con el 41.9% de respuestas discriminado en 29,0% mujeres y 12,9% hombres o “algunas veces” con el 38,7% discriminado en 29,0% mujeres y 9.7% de hombres, lo que se puede traducir en que tanto mujeres y hombres suelen motivar a sus parejas para el acto sexual con similar frecuencia. Grafica 4. Usted busca proponer espacios para sostener relaciones con su pareja. Discriminadas por género 28 Con respecto a las estrategias propuestas en las preguntas 5 y 6 de en ámbito intimo en la que se indaga ¿Usted utiliza estrategias de seducción para despertar el deseo en su pareja? en la quinta pregunta y ¿Su pareja utiliza estrategias de seducción para despertar el deseo en usted? en la sexta pregunta, encuentro conexión con estas nuevas disposiciones que plantean rupturas frente a los roles tradicionales del género en el que los hombres han empezado también a plantearse formas de seducción que normalmente no esperaríamos que hicieran por las formas tradicionales del ejercicio de la masculinidad, la gráfica y tabla número 5 y la gráfica y tabla número 6 nos muestra con claridad cómo se da este fenómeno. Grafica 5. Usted utiliza estrategias de seducción para despertar el deseo en su pareja Discriminadas por género. 29 Grafica 6. Su pareja utiliza estrategias de seducción para despertar el deseo en usted. Discriminadas por género. 30 CONCLUSIONES. Los datos obtenidos nos permiten dilucidar en efecto cómo se dan algunas formas de dominación en las parejas sexo-afectivas de tipo heterosexual en el ámbito sexual, el cual decidí que fuera el énfasis de la presente investigación. A continuación me dispongo a enunciar las conclusiones a las que he llegado partiendo de cada una de las preguntas realizadas en la encuesta referente a la esfera intima. De la primera pregunta ¿Es consciente de cuando su pareja siente deseo de estar con usted? Se deduce que los hábitos reproducidos socialmente en los que las mujeres perciben con mayor facilidad la disposición de sus parejas en el momento de entablar el acto sexual, mientras que a los hombres se les dificulta entender cuando sus parejas desean intimar con ellos. Se han modificado. Ya que los hombres hacen una mejor lectura de los deseos de su pareja. De la segunda pregunta ¿Usted siente placer durante las relaciones sexuales sostenidas con su pareja? El resultado me genero sorpresa ya que en conversaciones que he entablado con mujeres de diferentes edades y en varios artículos es recurrente que las mujeres enuncien que si bien tienen una vida sexual activa, esto no asegura que estas experiencias sean satisfactorias. De hecho varias de ellas afirman que desde que inician su vida sexual hasta el momento no han alcanzado el orgasmo en ninguna ocasión, muchas de estas mujeres tienen varios hijos y ningún orgasmo. Sin embargo se evidencia en la encuesta que las mujeres en mayor porcentaje indican que siempre o casi siempre las relaciones sexuales que sostienen con su pareja son placenteras. 31 En la tercera pregunta ¿Sabe si su pareja siente placer en las relaciones sexuales que ustedes sostienen? Se puede observar que son minoría las personas que dicen que casi nunca o nunca sus parejas sienten placer. Lo cual nos habla de una falta de reconocimiento de las ausencias de satisfacción en la pareja o de la efectiva satisfacción sexual en estas. Esta minoría responde en la tabla al 6,5% en las mujeres y el 3,2% en los hombres. En la cuarta pregunta ¿Usted busca proponer espacios para sostener relaciones con su pareja? Se hace una lectura que permite entender que según los datos recogidos en esta muestra hay una ruptura que se establece con el deber ser del género que se heredaba de las antiguas generaciones, planteado por la autora Ana Maria Fernandez, en el que la mujer no hacia parte del disfrute del erotismo en las relaciones estables, pero debía estar dispuesta para el momento que su pareja lo requiriera. Que las mujeres estén buscando y generando espacios para sostener relaciones sexuales con su pareja establece un cambio en el statu quo y es un paso hacia relaciones más equilibradas. Lo hasta aquí expuesto con respecto a las rupturas que se vienen dando desde la masculinidad se afirman en la respuesta que dan las mujeres sobre las estrategias de seducción que emplean sus parejas, teniendo que, según los resultados, hombres y mujeres de manera similar establecen estrategias de seducción. En varias respuestas la forma de abordar la sexualidad es casi equitativa, en la primera grafica se ve que la mujer percibe el deseo sexual del hombre con mayor claridad. Sin embargo, el hombre también es consciente del deseo que su compañera siente hacia él, lo cual nos muestra tanto hombres como mujeres están atentos a esta disposición en su 32 pareja. Adicionalmente en la última grafica se puede observar que la mujer utiliza menos estrategias de seducción que los hombres, si se comparan las gráficas 5 y 6 se observa que las mujeres algunas veces generan estas estrategias pero los hombres siguen siendo los mayores propiciadores del acto sexual. Aun que se puede agregar que las mujeres cada vez están más inmersas en las practicas que implican tomar la iniciativa en el momento de entablar relaciones sexuales con sus parejas sexo-afectivas. Con base en los anterior podemos observar que la mujer ejerce con menos fuerza el rol de dominada en las relaciones de pareja por lo menos en la categoría erótica, ya que es más consciente de su placer y así mismo el hombre busca más estrategias de seducción en las que la mujer tenga una participación placentera durante el acto sexual. Sin embargo no se llega a un equilibrio en este ámbito, ya que las mujeres siguen siendo las que leen la libido de sus parejas de manera más clara y los hombres entienden la libido en las mujeres cuando se da de manera explícita y/o directa. Después de esta lectura se puede decir con firmeza que si hay algunos cambios en los comportamientos inmersos en la dominación masculina en las parejas amorosas en el ámbito erótico, generando un tránsito hacia relaciones de parejas más equilibradas en comparación a las parejas que se relacionan bajo la tradicional socialización del género. 33 BIBLIOGRAFÍA Arriaga Martinez Rafael. Inmigración y discriminación: mecanismos sociocognitivos generadores de comportamientos discriminatorios en los estados unidos. 2009 Bourdieu, Pierre. La Dominación Masculina. Editorial Anagrama. Barcelona. 2000 Dema Sandra. Una aproximación cualitativa a la toma de decisiones económicas en las parejas españolas de doble ingreso. La aljaba. 2006. Fernandez Ana Maria. La Mujer de la Ilusión. Editorial Paidos. Barcelona. 1993 Foucault Michel. Vigilar y Castigar. Siglo veintiuno editores. Mexico. 1976 Hakin Catherine. Capital erótico: El poder de fascinar a los demás. Penguin Randon House grupo editorial. España. 2012 Vanegas Osorio Jorge Humberto. La dinámica vincular celos-infidelidad. Colombia, Medellín. 2011