Subido por Lic. Guadalupe Quispe

AÑO DE LA CONSOLIDACIÓN DEMOCRÁTICA

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“AÑO DE LA CONSOLIDACIÓN DEMOCRÁTICA”
UNIVERSIDAD PERUANA LOS ANDES
Tema:
“Las libertades del Código Procesal Penal”
Facultad:
Derecho y Ciencias Políticas
Cátedra:
Derecho Procesal Penal
Ciclo: Quinto
Turno: Mañanas
Huancayo 2006
INTRODUCCIÓN
El presente trabajo es recopilación de análisis realizados por
varios especialistas del Derecho procesal Penal,
específicamente del tema de las libertades del CPP peruano
que con el pasar del tiempo ha tenido modificaciones
adaptándose a la nueva realidad en la que vivimos aunque
quizá estas medidas no sean las mas adecuadas.
Es importante conocer las diversas medidas restrictivas de la
libertad que se le puede aplicar a una persona desde el
momento que es detenido por la imputación de un delito por el
grado del mismo y cual es su correcta aplicación de acuerdo a
nuestro sistema jurídico penal.
A través de la Convención americana sobre los Derechos
Humanos hoy en día el imputado también tiene el derecho de
proteger su libertad, de proteger su proceso condicionado a
garantías y no se le puede privar de su libertad sin causales
que lo amerite.
LAS LIBERTADES EN EL PROCESO PENAL
El proceso conlleva a una serie de medidas restrictivas de la
libertad de la persona. Pero se generan mecanismos de
contrapeso a las medidas cautelares de detención y la ley
establece distintas disposiciones que posibilitan al imputado
detenido obtener su libertad.
En tal sentido, la detención del imputado, que obedece a la
satisfacción estricta de sus requisitos previstos en el CPP va a
mantenerse bajo el principio de provisionalidad, es decir, el
imputado permanecerá privado de su libertad ambulatoria
hasta la sentencia o resolución final en que la detención se
convierta en definitiva o el imputado obtenga su libertad.
Sin embargo, durante el transcurso del procedimiento penal
pueden aparecer nuevos elementos probatorios que permitan
reducir o desaparecer aquellos requisitos que dieron lugar a la
medida de detención y por lo tanto, no habría fundamento para
mantener al imputado privado de su libertad. La única
consecuencia inmediata es, entonces, la puesta en libertad del
imputado. La Convención americana sobre Derechos Humanos
establece no sólo el derecho que tiene una persona a ser
juzgada en un plazo razonable, sino también a ser puesta en
libertad, sin prejuicio de que continúe el proceso. Su libertad
podrá estar condicionada a garantías que aseguren su
comparecencia a juicio.
Como sabemos, la libertad de una persona es el derecho
fundamental más comprometido con la Constitución y los
convenios internacionales Sobre derechos Humanos. El
tribunal Constitucional ha afirmado que “el primer derecho
comprometido con el mantenimiento del mandato de detención
contra el actor es la libertad personal. Este es un derecho
subjetivo, reconocido en el inciso 21 del articulo 2° de la
constitución política del Estado y, al mismo tiempo, uno de los
valores fundamentales de nuestro Estado constitucional de
Derecho, por cuanto fundamenta diversos derechos
constitucionales a la vez que justifica la propia organización
constitucional” Según el Tribunal Constitucional “ en cuanto
derecho subjetivo, garantiza que no se afecte indebidamente la
libertad física de las personas, esto es la libertad locomotora,
ya sea mediante detenciones, internamientos o condenas
arbitrarias. Los alcances de la garantía dispensada a esta
libertad comprenden frente a cualquier supuesto de privación
de la libertad locomotora, independiente de su origen, la
autoridad o persona que lo haya efectuado. Garantiza pues
ante cualquier restricción arbitraria de la libertad personal,
según señala el Art. 9 de la Declaración Universal de los
Derechos Humanos y el Art. 7.3 de la Convención Americana
de Derechos Humanos”
Resulta suficientemente claro que la libertad constituye un
derecho con base constitucional y por lo tanto, la misma ley
busca revertir la situación de detención judicial que sufre el
imputado y establece instituciones procesales tan importantes
como la libertad provisional, la suspensión de la detención, la
libertad incondicional y la libertad vigilada.

concepto:
La libertad provisional es una medida cautelar de favorabilidad
al imputado que se encuentra detenido judicialmente y permite
recuperar su derecho a e desplazamiento, pero sujeto al
proceso mediante la obligación a determinadas reglas
asegurativas.
Se fundamenta en principios tan importantes como la libertad
natural de la persona y la presunción de inocencia; la primera
le permite al imputado desarrollar no sólo sus actividades
cotidianas sino también coordinar las estrategias para su
defensa en juicio; la segunda, mantener su estado de no autor
del delito en tanto se dicte sentencia condenatoria. A lo que se
debe agregar la necesidad de sujeción del imputado a la sede
judicial mediante mecanismos de rol.
|Consiste pues, como lo explica ortells ramos, en una limitación
de la libertad al imputado, mediante la imposición al mismo de
obligaciones específicas cuyo cumplimiento debe ser, en su
caso, garantizado por una caución65. Es sin duda, una medida
cautelar que posibilita la libertad del imputado y que adoptada
por el Juez cuando entiende que el fumus bonis iuris y el
periculum in mora que motivaron la detención han disminuido;
en consecuencia, el avance de las investigaciones permiten
que el imputado continúe sujeto al proceso con una restricción
de su libertad menos severa, al haberse satisfecho los
requisitos que la ley exige.
Con dicha medida se libera el imputado de la detención judicial
quedando obligado a respetar y cumplir con los mandatos del
Juez; de allí que consista también en una situación jurídica de
obligación pues el imputado asume las responsabilidades de su
incumplimiento.
Como se ha dicho, la libertad provisional es una medida
cautelar, calificada por moreno catena como medida cautelar
proteica,, que restringe la libertad del imputado liberándolo de
la cárcel, pero para garantizar su disponibilidad en relación con
el proceso penal; es la medida menos gravosa, y "debe ser la
regla general, si es que procede asegurar la sujeción del
imputado al proceso.
También se afirma que se trata de una medida contra cautelar
en entiende que opera sobre la medida cautelar de detención
judicial, es decir cautela sobre la cautela, en esencia, ésta
última es una medida cautelar desplaza a la anterior (aunque
sea bajo condición); denominación que no adquiere mayor
relevancia por ser considerada de igual naturaleza jurídica en
tanto se busca asegurar la sujeción del imputado al proceso
penal
La libertad provisional aparece como un estado intermedio
entre la detención y la libertad incondicional que tiene el
inculpado satisfaciendo determinados requisitos exigidos por la
ley, y que en esencia se afirma libertad limitada. Este estado se
adquiere durante la instrucción e inclusive en la etapa del
juzgamiento, hasta antes de dictarse la sentencia, momento
procesal en que se define la situación jurídica del imputado
detenido respecto de su libertad.
Sobre su naturaleza jurídica, no debe haber mayor discusión
sobre si se trata de un beneficio o un derecho. Entendemos
que se trata de un derecho que tiene el inculpado que sufre
detención judicial a obtener su libertad por reunir los requisitos
que exige la ley para ello, sujeto a determinadas reglas de
conducta y en tanto dure el proceso penal. Coincidimos con
mixán M cuando afirma que desde el punto de vista de la
relación jurídica, "la liberta provisional es un derecho del
procesado; pero para que el procesado concia de relación
ontológica-jurídica, pueda invocar y obtener la declara-derecho
tendrá que satisfacer los requisitos normativos que para el
previstos".
La libertad es un derecho fundamental y si bien existen
disposiciones legales que posibilitan su limitación, no se impide
que se restituya a titulo de derecho y con el carácter de
provisionalidad. El derecho radica en pedir a la autoridad
judicial se cambie la medida coercitiva de detención por la
libertad asumiendo el compromiso de cumplir con las normas
de conducta y que en esencia constituye una medida cautelar
menos grave.
1.2. características:
Conforme con nuestra normatividad, la libertad provisional
presenta las diferentes características

Es necesario que el inculpado se encuentre privado de su libertad
por mandato judicial. La detención constituye el presupuesto fáctico
de la libertad provisional, por lo que sería un absurdo procesal
solicitar o tramitar el pedido de libertad provisional del inculpado que
se encuentra libre pero con mandato de detención.

Se trata de un derecho que le asiste al inculpado de solicitarla a
efecto de que la autoridad judicial resuelva su procedencia en virtud
del cumplimiento de sus requisitos.
La concesión de la libertad provisional corresponde al órgano
jurisdiccional, sea Juez Penal o Sala Superior, según el momento
procesal de su interposición. En cualquier caso, se requiere opinión
previa del Ministerio Público.

La libertad provisional supone la fijación de determinadas
reglas de conducta que debe cumplir el inculpado, bajo el
apercibimiento de revocarse la medida por la de detención.
La resolución que resuelve la libertad provisional debe ser
debidamente fundamentada. En tal sentido, ha de exigirse la
motivación sobre la procedencia o improcedencia de la
solicitud, en atención a los requisitos que exige el artículo 182°
de la ley procesal; y no se puede sustentar en cuestiones de
fondo respecto del proceso pues importaría un adelantamiento
de juicio. Así lo ha entendido la Corte Suprema cuando
considera que la Sala
Esta situación no es excepcional. Mal haría el inculpado con
mandato de detención en solicitar su libertad provisional si
previamente no se ha ejecutado la medida de detención
judicial; la sola puesta a derecho que haga el inculpado
mediante escrito dirigida al juzgado no suple el presupuesto de
encontrarse bajo detención.
El derecho Procesal Penal ha inobservado el art. 182° pues
para sustentar la procedencia del a libertad provisional afirma
que los cargos imputados se han desvirtuado haciendo una
clara alusión de inocencia que importa el fondo del asunto.
La libertad provisional requiere del control que debe hacer la
autoridad jurisdiccional sobre el imputado que goza de dicho
derecho es decir las reglas de conducta impuestas deben
merecer un serio y permanente seguimiento a cargo de la
autoridad judicial, sin esperar que los otros sujetos procesales
cuestionen su cumplimiento y hasta soliciten la revocatoria de
la libertad provisional. Se requiere, como lo sostiene
MARTINEZ RAVE de un serio y definitivo control sobre los
imputados para que realmente se sientan comprometidos en
una investigación penal.
1.3. requisitos
Antes de entrar a analizar los requisitos que establece la ley,
debemos precisar el texto vigente en sus términos:
"Art. 182".- El procesado que se encuentra cumpliendo
detenciòn podrá solicitar libertad provisional, cuando juicio
permitan razonablemente prever que:
La pena privativa de libertad a imponerse no será mayor de cuatro
años, o que el inculpado esté sufriendo una detención mayor a las dos
terceras partes de la pena solicitada por el fiscal en su acusación
escrita.

Se haya desvanecido la probabilidad de que eí procesado eluda
la acción de la justicia o perturbe la actividad probatoria.

Que el procesado cumpla con la caución o en su caso el insolvente
ofrezca fianza personal. "

De la lectura de la norma se desprenden determinados
presupuestos previos a los requisitos propiamente señalados:

Que el inculpado se encuentre detenido por mandato judicial;

el pedido de libertad provisional por el inculpado; y

la existencia de nuevos elementos de juicio que permitan sustentar la
petición.
El párrafo primero del artículo citado se exige la existencia de
nuevos elementos de juicio que posibilita cambiar la medida de
detención. Estos nuevos elementos de juicio son los que deben
influir en la decisión judicial tanto para reducir la posibilidad de
la pena como para la disminución del peligro procesal. Es decir,
debe haber surgido algo nuevo en materia probatoria que favorezca la situación del imputado para decidir su libertad.
Sin embargo, no siempre ha de estimarse la necesidad de
contar con nuevos elementos objetivos de prueba, pues es
posible considerar la existencia de criterios de apreciación
distintos a los que motivaron el mandato de detención, cuando
esta nueva apreciación corresponda a otro juez o a la Sala
Superior, lo que, obviamente significará la expresión de los
fundamentos debidos. En consecuencia, podemos señalar que
después de dictada la detención judicial debe apreciarse
nuevos elementos probatorios por la misma autoridad judicial
para resolver la petición de libertad provisional; en caso de
ausencia probatoria, la decisión deviene improcedente. En
cambio, si el mismo caso (declarado improcedente por
inexistencia de nuevos elementos de prueba) fuese revisado :
la Sala Superior vía apelación, éste órgano jurisdiccional puede
revocar la detención judicial y conceder la libertad, en base a la
existencia de un juicio .valorativo más amplio que otorga un
tribunal colegiado.
a) Prognósis de pena inferior a cuatro años de pena
privativa de libertad
Este requisito exige una reducción en la posibilidad de pena a
imponer en atención a la que motivó la detención y sobre la
base de nuevos elementos de prueba. La pena es criterio
valorativo para la libertad provisional, y la pena "guarda una
relación cuantitativa con la gravedad de hecho punible, como
consecuencia que es de éste.
Lo que supone que la autoridad judicial ha de realizar un juicio
valorativo sobre la actividad investigatoria realizada hasta el
momento del pedido de libertad y proyectarse en la posibilidad
de pena a imponerse según dicho juicio. Este razonamiento
judicial debe ser inverso al que motivó el mandato de detención
para resolver positivamente la libertad provisional.
Pero los criterios que se utilizan son los mismos que para la
imposición de la detención, por lo que la autoridad judicial
habrá de tener en cuenta básicamente:
En atención al delito: la gravedad de infracción, las causas de
atenuación o de justificación, la posibilidad de error, los supuestos de
noconsumación del delito (tentativa, arrepentimiento); el grado de
participación delictiva (cómplice secundario, por ejemplo)

en atención a la persona procesada: condición de imputabilidad
restringida, la confesión sincera. Si el criterio a seguir se centra en una
nueva calificación de la conducta en una de menor gravedad,
previamente se debería de modificar el auto de apertura de instrucción.

La prognosis de pena es pues la posibilidad de pena a imponer
según el estudio procesal en que se pide la libertad y la
actividad probatoria desarrollada hasta ese momento. No se
trata de un pre juzgamiento, pues la actividad jurisdiccional se
va desarrollando sobre la base de la recopilación de elementos
probatorios, lo que va generando en el Juez una actividad
valorativa permanente y útil para resolver pedidos e incidencias
durante la etapa de instrucción, pero no definitiva sobre el caso
pues, obviamente, la valoración conjunta de la prueba se
realizará en el juzgamiento.
Como alternativa a la prognosis de pena, el legislador ha
previsto la situación de privación de la libertad del procesado
mayor a las dos terceras partes de la pena solicitada por el
Ministerio Público. Ello supone la existencia de la acusación
escrita del Fiscal y la relación existente entre el pedido de la
pena privativa con el tiempo de carcelería del procesado. Así,
si la pena pedida por el Fiscal es de tres años de privativa de la
libertad y la reclusión del procesado es superior a dos años, se
satisface este requisito. Como se observará, puede estimarse a
manera de una simple operación matemática, pero por otro
evidencia un juicio de reproche que hace el legislador a la
autoridad judicial por no culminar el proceso en el tiempo
preestablecido, creando el derecho al encausado para obtener
su libertad de manera provisional, en tanto continua la causa.
En el fondo se trata de la libertad por exceso de detención que
bien puede resolverse en virtud de lo dispuesto por el art. 137°
de la ley procesal.
b) El desvanecimiento del peligro procesal:
El segundo requisito exige el desvanecimiento del peligro de
fuga o de turbación de la actividad probatoria. Ello significa que
en atención a los elementos probatorios existentes y al juicio
valorativo del Juez, se haya desvanecido la posibilidad de que
el inculpado eluda la acción de la justicia o perturbe la actividad
probatoria. Este requisito combina los elementos objetivo y
subjetivo que debe tener presente el Juez, pues supone que
por la actividad probatoria desarrollada que el inculpado no va
a fugar ni obstaculizar la investigación judicial. En tal sentido se
examinan los mismos criterios expuestos para determinar el
peligro procesal en el mandato de detención pero en sentido
negativo.
El desvanecimiento del peligro de fuga, debe centrarse en la
existencia de elementos indicadores de que el inculpado no ha
de ocultarse, ni alejarse del lugar, de residencia, ni que pueda
de alguna manera alterar su identidad; que se afirme
el arraigo del imputado en el país, con la debida determinación
de su domicilio, trabajo, negocio u otra circunstancia o
elemento indicador de no apartamiento a la investigación
judicial. La conducta procesal del imputado ante los
requerimientos también debe de constituir un elemento de
juicio a evaluar.
El desvanecimiento del peligro de entorpecer la actividad
probatoria, debe centrarse en /a imposibilidad de ocultar,
destruir o alterar los elementos probatorios o coaccionar a los
testigos o agraviados, por ejemplo, para impedir el
descubrimiento de la verdad.
La actuación de las diligencias probatorias en la instrucción que
satisfacen los objetivos de dicha etapa, por la solvencia y
seguridad de las pruebas, puede evidenciar la imposibilidad de
que éstas puedan ser alteradas o eliminadas, en cuyo caso, el
peligro sobre la prueba disminuye o ya no existe. En caso de
suficiente actividad probatoria, o cuando estamos ante un delito
flagrante, o cuando el imputado es confeso, el peligro sobre
prueba también puede disminuir.
Entonces, tratándose de la afirmación de disminución del
peligro de fuga y de prueba, no bastará el sólo dicho del
imputado, pues es lógico requerir que el juez llegue a ese
convencimiento en mérito de nuevos elementos
probatorios indicadores o se desprenda de lo actuado
judicialmente.

La caución y la fianza personal:
Consideramos que no se trata, en realidad, de un requisito que
merezca un juicio de valoración relativo al delito y al imputado
hecha por el Juez, sino de una exigencia de garantía
económica cuando los dos requisitos anteriores se encuentran
satisfechos. El inc. 3 del art. 182° del CPP establece que el
procesado "cumpla con la caución fijada o, en su caso, el
insolvente ofrezca fianza personal".
De allí que la libertad que el Juez concede esta supeditada al
pago de la
caución o la fianza personal, la que deberá materializarse antes
de precederse
.a la excarcelación. Ambos institutos procesales de garantía
económica del imputado a la sede judicial han merecido un
tratamiento legislativo conjunto con
-junto con algunas variantes. Sin embargo, sería importante
analizar la caución en el
ámbito de la comparación jurídica, como sucede en la moderna
legislación colombiana que posibilita la libertad provisional
hasta en ocho causales, garantizada mediante la caución
prendaria.
a) La caución posibilita la sujeción del inculpado a la causa
penal mediante el depósito de una suma de dinero (caución
dineraria) o mediante la constitución de una garantía
patrimonial (caución real). Se trata de una garantía económica
que permitió asegurar que el imputado permanecerá atento no
sólo a las citaciones de la autoridad judicial, sino también a la
observancia de las otras reglas de conducta, bajo la sanción de
perder dicha garantía y de revocarse su libertad, si incumple
con sus obligaciones.
De acuerdo con nuestra ley procesal, la caución se fijará
solamente cuando se trate de imputados con solvencia
económica y consistirá en una suma de dinero que se fijará en
la resolución (art. 183° CPP). De tal manera que para la
efectividad de la libertad ordenada, previamente, debe de
realizarse el depósito en el Banco de la Nación; contrario
sensu, el incumplimiento de pago de la caución impedirá la
excarcelación del imputado.
La determinación del monto de la caución debe ser fijada como
lo establece la ley, es decir, cuando se estima que el imputado
cuenta con medios económicos, para lo cual se tendrá en
cuenta la información que sobre este rubro aparezca de su
instructiva u otras diligencias, o lo manifestara el imputado en
su pedido. De tal manera que éstos serán indicadores
importantes. Si el imputado carece de los medios económicos
suficientes podrá ofrecer al juzgado, como garantía patrimonial,
la constitución de una prenda, depósito, hipoteca, por ejemplo.
Se entiende que difícilmente se podrá equiparar la caución al
monto del perjuicio o daño señalado en la denuncia, o como
parte de la reparación civil, ni su totalidad, pues se trata de dos
institutos distintos y además podría significar una doble
afectación patrimonial al procesado. Así, no es de admitir fijar
como caución el monto de la suma apropiada por el agente.
Lo que es objeto de debate radica en el destino final de la
caución, a lo que debería exponerse, principalmente, dos
razones:
La caución es una garantía económica que genera un compromiso
del imputado con el sistema de justicia penal, de cumplir con las
reglas de conducta que fije el Juez, en tal virtud, el incumplimiento de
las mismas origina no sólo la revocatoria de la libertad, sino también
la pérdida del dinero depositado como caución, y que pasará a un
"fondo de tecnificación de la administración de justicia", tal como lo
estable el art. 187° de la ley procesal.

Resulta muy difícil identificar la caución con la reparación civil,
pues como se ha dicho, son dos instituciones procesales de naturaleza
y finalidades distintas y además, con normatividad específica para
cada una de ellas. Pareciera que la deficiencia principalmente
normativa para asegurar la reparación civil se debe suplir con la
caución, al menos, de acuerdo a la ley vigente.

Cabe agregar que la actual regulación de la caución en la ley
procesal es insuficiente pues no se precisa con claridad su
relación con el peligro procesal ni tampoco su devolución en
caso de sentencia condenatoria, En una eventual reforma esta
institución debería precisarse cuales son los criterios a seguir
para la determinación de la caución, la necesidad o no de su
autonomía y la forma en que ella se cancela.
En todo caso, para efecto de fijar el monto de la caución ha de
tomarse en cuenta principalmente las condiciones económicas
y sociales del imputado (Ingresos, bienes, propiedades, cargas
familiares, gastos por enfermedad; etc ) y no debe constituir
una muestra de proyección sobre el pago de la reparación civil
que aún está en espera del resultado del proceso.
b) La fianza personal ha sido prevista para el caso del
inculpado insolvente de significar la presencia de un tercero
fiador. La ley establece que el imputado puede ofrecer "fianza
personal escrita de una persona natural o jurídica" (art. 183°).
Esta consiste en la promesa económica que hace una persona
(natural o jurídica) por escrito para asegurar el cumplimiento de
las reglas de conducta fijadas por la autoridad judicial.
En este sentido, se debe de constituir una garantía patrimonial
suficiente a nombre del juzgado o Sala Penal antes de
procederse a la excarcelación como consecuencia de dicha
promesa, se hará efectiva la fianza si el imputado incumple las
reglas de conducta. En cambio, si el imputado es condenado y
ha cumplido las normas de conducta, la fianza personal queda
sin efectos.

LAS REGLAS DE CONDUCTA.
Las reglas de conducta no se encuentran reguladas en este
acápite y solo se hacen mención de ellas en el art. 186° CPP
cuando se establece que “Si el Juez ordena la libertad fijará las
reglas de conducta"; pero para su determinación ha de
seguirse los criterios previstos para la comparecencia Art. 143
CPP y también aquellos que la autoridad jurisdiccional
considere en atención al delito y sus circunstancias
particulares.
Las reglas de conducta tiene por finalidad asegurar el
cumplimento estricto de la regularidad de la libertad provisional;
es decir, asegurar la cautela
De tal manera que no sólo se resguarda la libertad del
imputado sino tambien el éxito del proceso que constituye el fin
ulterior.
Las reglas de conducta deben guardar relación con cada caso
en particular, sin embargo, se pueden señalar como comunes
las siguientes:
a) Concurrir al Juzgado cada cierto tiempo, (fines de cada mes
a registrar su firma ante el Juez en el Libro o Registro de
control)
b) No variar de domicilio sin conocimiento de la autoridad
judicial cualquier cambio de domicilio debe ser comunicada a la
autoridad judicial a efecto de la ubicación y de la remisión de
las notificaciones judiciales
c) No frecuentar determinados lugares ni consumir bebidas
alcohólicas que pudieran propiciar conducta indebida que
conlleve a lesionar la cautela de libertad provisional.
d) No frecuentar el domicilio de la víctima o sus alrededores.
En atención al caso que se investiga, puede ser aconsejable
evitar cualquier posibilidad de perturbación a la víctima o
agraviado o testigo.
En realidad, el éxito de la libertad provisional no está en la
precision y coherencia de las reglas de conducta, sino en el
control efectivo que jurisdiccionalmente se pueda hacer de las
mismas. De allí que el registro de firmas en la sede judicial
carece de sentido si no es factible un venia, seguimiento sobre
la concurrencia del imputado (evitando que sea el agraviado el
que pida la revocatoria por inasistencia del obligado); o se siga
utilizando la frase de prohibir frecuentar lugares de "dudosa
reputación", cuando se puede precisar a que lugares o locales
se refiere.
De otro lado, no está demás señalar que la caución no
constituye regla conducta; se fija en moneda peruana y debe
ser abonada en el Banco de la Nación, previo a la
excarcelación. Lo mismo cabe decir de la fianza personal.
1.6. procedimiento
La libertad provisional tiene un procedimiento muy singular en
atención a que se trata de un conjunto de normas extraídas del
nuevo Código procesal Penal, Decreto Legislativo Nº 638,
(según la cual el Fiscal dirige la investigación) y que se han
puesto en vigencia por la Ley Nº 25461 (del 29 de abril de
1992) sobre la base del texto de Código de Procedimientos,
donde el juez Penal es el director de la instrucción. Como ya
hemos señalado, esta forma de legislar es inapropiada, sin
embargo, podemos resaltar las siguientes notas características
del procedimiento:
a)Se solicita por escrito, por el detenido o su defensor, con
los fundamento* de hecho y de derecho para lo cual es de
importancia el cumplimiento de los requisitos que exige el
art. 182 del CPP
.b) De acuerdo al Art 184 la solicitud de libertad provisional se
presenta ante el fiscal provincial penal que conoce de la causa,
quien formara el incidente en el termino de 24 horas de la
recepción del pedido y lo remitirá al juez con conocimiento de
los demás sujetos procesales. En realidad en la práctica
judicial, en algunos casos, el Fiscal Provincia recibe el pedido
de libertad, y como quiera que el expediente se encuentra en el
despacho del Juez Penal, le solicita al Magistrado le remita el
expediente para formar el incidente que menciona la ley, emite
su opinión o dictamen respecto del pedido y devuelve el
expediente e Incidente al juzgado penal a efecto de que el
órgano jurisdiccional dicte la resolución respectiva. En otros
casos presentado el pedido ante el juzgado, allí se forma el
incidente para luego ser remitido al despacho fiscal. En
cualquiera de los casos se debe comunicar los sujetos
procesales del pedido y formación del incidente.
c) Emitida la opinión del Fiscal, el Juez Penal dictará resolución
dentro del termino de 24 horas de recibido el incidente;
notificará a los sujetos procesales y comunicara al fiscal l del
contenido de la resolución.
d) La notificación a los sujetos procesales no sólo es para que
tomen conocimineto de la decisión judicial, sino también para
que tengan la posibilidad de impugnar la resolución dictada por
el Juez. El término para interponer el recurso de apelación es
de dos días.
El órgano judicial puede declarar procedente o improcedente la
libertad provisional. En el primer caso se fijará las reglas de
conducta a las que esta obligado el inculpado, pero en ambos
casos, sólo se posibilita Ia interposición del recurso de
apelación por la parte disconforme.
f)La resolución que declara la procedencia o improcedencia de
la libertad provisional, debe estar suficientemente
fundamentada en atención a cada uno de los requisitos que la
ley exige.
g)La libertad provisional también puede solicitarse ante la Sala
Penal Superior la que dispondrá, si aún no se inicia el juicio
oral, se remita al despacho del Fiscal Superior para efecto de
que emita opinión. A diferencia del trámite ante el Fiscal
Provincial, no se exige la formación del incidente, por " Por lo
que la Sala remite el expediente principal y se devuelve con la
opinión del Fiscal para que el órgano jurisdiccional colegiado
dicte la resolución respectiva. Si el juicio se ha iniciado, la
libertad provisional podrá solicitarse oralmente ante la Sala, la
que correrá traslado en ese momento al fiscal Superior a fin de
que emita opinión en dicho acto y seguidamente el pedido por
la Sala. Estando próxima a la expedición de Ia sentencia
deviene improcedente la interposición de recurso
impuganatorio
1.7. efectos procesales
La resolución que declara la procedencia de la libertad
provisional genera los siguientes efectos procesales:
A) LA LIBERTAD INMEDIATA DEL INCULPADO.
Es evidente que estamos ante una resolución que declara
procedente el pedido de libertad provisional. Dictada la
resolución se procederá a la comunicación correspondiente a
las partes y se cursará el oficio respectivo. A la autoridad
penitenciaria ordenando se ponga en inmediata libertad al
imputado la impugnación a la resolución que concede la
libertad provisional no impide la excarcelación del imputado
(art. 186°).
b) EL CUMPLIMIENTO DE LAS OBLIGACIONES.
El inculpado esta obligado a cumplir con las reglas de conducta
i por el Juez. Para tal efecto, debe conocer del contenido de la
resolucion compromiso es asumido totalmente por el inculpado
y el control judicial se sólo a la constatación de su presencia
ante el juez y firmando el registro correspondiente. La parte
civil y el Ministerio Público también ejercen control, por lo tanto,
podrán dirigir comunicación al juzgado, sobre la infraccion de
alguna regla de conducta. Cabe señalar también que el control
individual beneficiario del derecho por el juzgado resulta de
difícil realización.
C) LA REVOCATORIA DE LA LIBERTAD PROVISIONAL.
Cuando el inculpado infringe las reglas de conducta, de oficio o
a pedido de las partes, el Juez procederá a revocar la libertad
provisional y ordenara su recaptura. En consecuencia la
revocatoria es por la detención. Puesto a derecho o capturado,
el imputado será recluido en establecimiento penitenciario
D) Destino de la Caución
La caución que deposite el inculpado en el banco de la
Nación le ha de ser devuelta al imputado con los respectivos
intereses cuando no infrinja las reglas de la conducta y sea
absuelta o sobre seido del delito imputado ( Art 188 ). Perderá
la caución cuando se revoque su libertad por infringir las reglas
de conducta y se ordene su recaptura. En este caso, la caución
pasara a un fondo de tecnificación de la administración de
justicia ( Art 187)
En caso de sentencia condenatoria, rige aun el Art 117 del CPP
que establece que “La suma cobrada por caución o por fianza
servirá para resarcir los daños a la parte agraviada, en caso de
condena”. Lo que resta significación a la caución (Garantía del
imputado hecha al Juez) convirtiéndola en una alternativa a la
reparación civil en caso de condena, previéndose solo la
devolución de la parte que exceda al pago reparatorio.
Tratándose de fianza personal de tercero, esta no podría ser
afectada por tratarse de los bienes de persona sin
responsabilidad en el fondo del proceso.
E) Improcedencia de la Libertad Provisional
Si bien se ha considerado a la libertad provisional como un
derecho del imputado que reune con los requisitos que
establece la ley procesal, es del caso señalar que leyes
especiales y alejadas del sistema del código han regulado
aquellos casos donde taxativamente se prohíbe la libertad
provisional. Estos casos son los siguientes:
a) Para el delito de Terrorismo. De acuerdo con lo previsto con
el Art 13 inciso “A” del D.L. N° 25475, modificado por la Ley N°
26248, que establece la improcedencia de toda forma de
libertad durante la instrucciòn
b) Para los delitos de tráfico ilícito de drogas, previsto por el DL
N25476 (art. 1°, último párrafo).
c) Páralos delitos cometidos con ocasión de espectáculos
deportivos conforme a la Ley N° 26830 (art. 8a) No procede la
libertad provisional cuando la pena a imponer, conforme al
artículo 5, sea superior a tres años.
En estos casos, el legislador se aleja de los criterios expuestos
a la normas del Código y solamente considera como supuesto
rector la gravedad del delito en atención a la calificación inicial
y pena prevista en Ia ley. en este sentido, el legislador se
superpone a la figura del Juez Penal, que es la unica autoridad
que así como restringe la libertad del procesado, puede
liberarlo mediante este instituto procesal; asimismo, se califica
a priori la [ excarcelación del imputado, sin tener en cuenta
toda la base doctrinaria y legislativa que inspira la libertad
provisional.
1.9. LA LIBERTAD PROVISIONAL EN EL PROYECTO
DE CPP.
En términos generales se puede afirmar que el Proyecto de
codigo de 1995, va más allá de lo previsto en el Código de
1991. El legislador establece criterios normativos importantes y
que brevemente pasamos a exponer omitiendo las
características ya anotadas:
a) La caución ya no forma parte de los requisitos sustanciales,
sino se presenta como una forma de efectivizarse la libertad, a
la que se agrega la promesa jurada por la cual se obliga al
imputado a cumplir fielmente las condiciones que impone el
Juez. Esta sólo procederá cuando la pena conminada para el
delito no sea superior a seis años de privativa de la libertad y
se estimara imposible que el imputado pudiera ofrecer caución
por su estado de insolvencia económica.
b) Se precisa que la caución tiene por objeto garantizar la
comparecencia del imputado cuando fuere citado por el Fiscal
o Juez; y, en su caso, el pago de la reparación civil. Se señalan
los presupuestos de la caución y la prohibición de imponerla
cuando fuere de imposible cumplimiento para el imputado, en
atención a su situación personal, carencia de medios y
características del delito
c) Se posibilita la fianza personal escrita de una o más
personas naturales o jurídicas, quienes asumirán
solidariamente con el imputado la obligación de pagar la suma
de dinero que se le haya fijado. Se prevé la caución real,
cuando el imputado constituya deposito de efectos públicos o
valores cotisables u otorgue garantía por la cantidad que el
juez determine
d) Se revoca la libertad provisional además de lo previsto
cuando el imputado no comparece a las diligencias judiciales
sin excusa suficiente o realice preparativo de fuga o cuando
nuevas circunstancias exijan se dicte mandato de detención en
su contra. Ello da lugar también a la perdida de la caución.
SUSPENSIÓN DE LA DETENCIÓN (ART. 1 37° del CPP)
El art. 137° del CPP modificado y puesto en vigencia por el
decreto legislativo 25824 del 9 de noviembre de 1992,
establece que la detención dispuesta por el juez dentro de un
proceso ya iniciado, puede ser suspendida y,
consecuentemente ordenarse la libertad del inculpado, cuando
ha vencido el plazo que igualmente prevé - sin haberse dictado
sentencia de primer grado. Este Art fue nuevamente modificado
por la Ley N° 27S5386 y luego por la ley Nª 28105, establece
que si se trata de un procedimiento ordinario el plazo de
detención no debe ser mayor a dieciocho meses y en el caso
de un proceso sumario el plazo no debe ser mayor a nueve
meses
Para una mayor comprensión de esta institución procesal
Transcribimos el texto del Art 137 modificado por la ley Nª
28105
"Art. 137".- La detención no durará más de nueve (9) meses en
el procedimiento ordinario y de dieciocho meses en el
procedimiento especial siempre y cuando se cumplan los
requisitos establecidos en el Artículo 135" del Código Procesal
Penal. Tratándose de procedimientos por delitos de tráfico
ilícito de drogas, terrorismo, espionaje y otros de naturaleza
compleja seguidos contra más de diez imputados, en agravio
de igual número de personas, o del Estado, el plazo límite de
detención se duplicará. A su vencimiento, sin haberse dictado
la sentencia de primergrado, deberá decretarse la
inmediata libertad del inculpado, debiendo el Juez disponer las
medias necesarias para asegurar su presencia en las
diligencias judicial.
Cuando concurren circunstancias que importen una
especial dificultad o una especial prolongación de la
investigación y que el inculpado pudiera sustraerse a la acción
de la justicia, la detención podrá prolongarse por un plazo igual.
La prolongación de la detención se acordará mediante auto
debidamente motivado, de oficio por el Juez o a solicitud del
Fiscal y conconocimiento del inculpado. Contra este auto
procede el recurso de apelación, que resolverá la Sala previo
dictamen del Fiscal Superior dentro del plazo de setenta y dos
horas.
El cómputo del plazo a que se refiere el primer párrafo de este
artículo, cuando se trate de procesos complejos o se hubiere
declarado la nulidad, no considerará el tiempo transcurrido
hasta la fecha del nuevo auto apertorio de instrucción. En los
casos en que se declare la nulidad de procesos seguidos en
fueros diferentes, el plazo se computa desde la fecha en que
se dicte el nuevo auto de detención. Una vez condenado en
primera instancia el inculpado, la detención se prolongará hasta
la mitad de la pena impuesta, cuando ésta hubiera sido
recurrida.
No se tendrá en cuenta para el cómputo de los plazos
establecidos en este artículo, el tiempo en que la causa sufriere
dilaciones maliciosas imputables al inculpado o su defensa.
La libertad será revocada si el inculpado no cumple con asistir,
sin motivo legítimo a la primera citación que se le formule cada
vez que se considere necesaria su concurrencia.
El Juez deberá poner en conocimiento de la Sala la orden de
libertad como la de prolongación de la detención. La Sala, de
oficio o a solicitudde otro sujeto procesal, o del Ministerio
Público, y previo informe del Juez, dictará las medidas
correctivas y disciplinarías que correspondan."
2.1. naturaleza jurídica
1. En la doctrina y la legislación comparada se admite la
suspensión de la detención de una persona atendiendo
a) la situación particular del imputado privado de libertad; y
b) el exceso de detención sin sentencia.El primero
El primero obedece a razones humanitarias cuando la salud o
la vida de la persona dtetenida se encuentran en peligro: la
grave enfermedad del enfermo puede requerir de tratamiento
medico u operación urgente; o el estado de gestacion de la
interna que requiere de un tratamiento control anterior y
posterior al parto. En ambos casos la suspensión temporal de
la detencion queda justificada en los plazos que fije la ley o la
autoridad judicial judical según se establesca normativamente.
El segundo caso propugna la suspensión de la detenciòn en
atención al vencimiento de plazos que la misma ley establece
sin que se halla dictado la sentencia se sustenta tambien en
consideraciones humanistas y en observancia estricta a los
principios de provicionalidad y temporalidad de las medidas de
detención y en el derecho a la libertad de las personas de los
objetivos del proceso penal cuando este raya el proceso aun no
culmina en sentencia.
2. El legislador peruano ha introducido en nuestro
ordenamiento procesal una institución de trascendencia que
permite que la medida de detencion judicial se suspenda por
efecto del transcurso del tiempo cuando se ha dictado
sentencia. Como se ha dicho, encuentra sustento en razones
humanistas a favor del imputado y a la necesidad de limitar lo
máximo posible la privación de la libertad de una persona. Sin
duda se trata de un instituto procesal pro libertad que se ubica
dentro del marco del debido proceso al no observarse un
derecho tan importante como el que tiene el imputado aun
proceso sin dilaciones indebidas y el principio de celeridad
procesal, que deben orientar las actuaciones judiciales. En tal
sentido, se trata un derecho del imputado a obtener su libertad
si su situación jurídica no ha sido definida por la autoridad
judicial pese a cumplirse los términos previstos por la ley para
la investigación y juzgamiento. El Tribunal Constitucional ya ha
dicho que el procesado no puede permanecer ad infinitum, so
pretexto de un equivocado concepto de tramitación procesal y
que además, se ha transgredido todas las previsiones juridicas
que garantizan un proceso debido como lo es el derecho a un
plazo razonable> en la administración de justicia.
3. En esencia, esta institución expresa una llamada de atención
,a la autoridad judicial no sólo por no cuidar del cumplimiento
de los términos procesales sin sentencia, sino también por no
atender los derechos que le asisten al imputado y que se
agrupan en torno al derecho a su libertad y su relacion con el
derecho a un plazo razonable en la administración de justicia,
en este sentido, el Tribunal Constitucional peruano ha señalado
que "aún cuando el debido proceso haya sido caracterizado
como un atributo genérico hacia cuyo interior se individualizan
diversas manifestaciones objetivamente reconocidos en la
constitución (...) es inevitable que dentro del mismo no se
encuentra exenta o existente la presencia del anteriormente
referido plazo razonable, pues dicha variable permite asumir
que el proceso no es un instrumento en si mismo arbitrario sino
un mecanismo rodeado de elementos compatibles con la
justicia en relación con la ley procesal que analizamos dice el
Tribunal Constitucional "no puede dejar de relevarse que
cuando el Artículo 137° del CPP , otorga la libertad por exceso
de detención, lo que ofrece en realidad es un paliativo a la
eventual injusticia ocasionada por la lentitud ineficacia en la
administración de justicia, optando por el mal menor de que
culpable salga libre mientras espera su condena, frente al mal
mayor de que-inocente permanezca encarcelado en espera de
su tardía absolución definitiva En tales circunstancias es obvio
que hacer prevalecer el derecho de todo individuo a ser
juzgado en un tiempo razonable, es una forma de anteponer la
personal al Estado, tal y cual lo proclama el Artículo 1° de la
constitución.
6. La ley establece la posibilidad de que la autoridad judicial
dicte las medidas necesarias para asegurar la presencia del
imputado en las diligencias» siguientes, sin embargo, no se
señalan cuáles son las medidas a adoptar lo que permite tener
dos lecturas al respecto. Primero, la comparecencia simple
pues se exigirá al procesado que cumpla con la citación del
juez O Sala, ya que se revocara la libertad si el inculpado no
asiste, sin motivo legítimo, ala primera citación que se le
formule. Segundo, atendiendo también a los fines del proceso,
tales medidas serán las "necesarias para asegurar su
presencia en las diligencias judiciales que establece la
comparecencia Esta última interpretación es de contenido mas
amplio y por lo mismo debe de evitarse su aplicación o reducir
la medida a lo estrictamente sobre todo, si la dilación del
proceso no obedece a conducta atribuida al imputado
7. Con ocasión de la puesta en vigencia de la Ley N° 27553
que modifica el artículo 137° de la ley procesal que
comentamos, se amplió el plazo maximo para la detención de
quince a dieciocho meses, lo que mereció el planteamiento de
acciones de garantía pues se sostenía que la nueva ley
generaba un perjuicio a la persona procesada y detenida que
ya se encontraba sufriendo de carcelería conforme a la ley
derogada, pese a que la única disposición transitoria establece
la aplicación inmediata de la ley procesal. A este respecto el
Tribunal Constitucional ha interpretado dicha disposición.y ha
emitido sentencia
Pero, además el Tribunal Constitucional ha generado una línea
de interpretación sobre la aplicación de la ley procesal en caso
de modificaciones sucesivas de su texto, como ha ocurrido
cuando se modificó el art. I37, que analizamos, para ampliar el
plazo máximo de detención a 18 meses. Así el TC afirma que
"la ley procesal aplicable en el tiempo es la que se encuentra
vigente al momento de resolverse el acto. Ha señalado también
que en material penal, la aplicación inmediata de las normas
determina que a un hecho punible se le aplique la pena vigente
al momento de su comisión y que en el derecho procesal, "el
acto procesal está regulado por la norma vigente al momento
en que éste se realiza". Entonces, rige la aplicación inmediata
de la ley procesal puesto que "debido a la naturaleza del
proceso, como sucesión de actos, se debe de aplicar la norma
vigente al momento que éstos se producen
2.2. características
El ordenamiento procesal peruano adopta el sistema de plazos
para la suspensión de la detención. En tal sentido, podemos
anotar las siguientes características:

El imputado debe encontrarse detenido por mandato judicial y en
tales circunstancias podra solicitar su libertad inmediata cumpliendo el
plazo previsto en la ley (art. 137°) que es 18 meses tratándose de un
procedimiento ordinario y de 9 meses tratándose de un procedimiento
sumario el computo se hace desde la fecha en que se dictó el mándalo
de detencion judicial disponiéndose el internamiento del imputado en
sede (y si se encontraba en libertad al momento de dictarse el auto de
apertura con detención, se computará desde que es detenido y puesto a
disposición del juez).
De acuerdo a la legislación vigente, la suspensión de la detención
también puede resolverse de oficio por el juez, incluso a petición del
fiscal. En el caso de que la iniciativa parta del imputado, el pedido se
presenta, ante la autoridad judicial (Juez o Sala Penal) que al momento
de computarse el plazo conoce del proceso.

Entendemos que la autoridad jurisdiccional podrá amparar el pedido
de libertad del inculpado sin necesidad de vista fiscal, en atención, a
que el Juez ejerce el control y decisión sobre los derechos
fundamentales de la persona; y además porque la opinión del

Ministerio Público es exigida normativamente para resolver la
posibilidad de prolongación de la detención

Esta ley no solo regula la libertad del detenido por exceso de
carcelaria sin sentencia. También establece la continuidad de la
detención. Así, tratándose delitos de tráfico ilícito de drogas,
terrorismo o espionaje y otros de naturaleza compleja seguidos contra
más de diez imputados en agravio de igual número de personas, el
plazo de detención se duplicara automáticamente. A diferencia de
otros casos ya resueltos, el Tribunal Constitucional se aparta de su
jurisprudencia para interpretar el párrafo del artículo 137°
estableciendo que para tales casos no es necesaria la resoluciòn
judicial motivada y si lo es cuando se trate de la prolongación de la
detenciòn prevista en el parrafo segundo de la citada norma procesal.
Se distingue entonces entre la duplicidad del plazo y prolongación de
la detenciòn
La prolongación de la detención, hasta por un plazo igual, sólo
procede si existen determinadas "circunstancias" que importen una
especial dificultad en la investigación del delito o exista una especial
necesidad de ampliar la investigación y además exista la posibilidad
de que el inculpado pueda sustraerse a la acción de la justicia.
Consideramos que ha de decidirse esta ampliación de la detención
cuando la autoridad judicial, por la naturaleza de los hechos que
investiga, tiene dificultades para la actuación de diligencias
probatorias o la realización de pericias complejas o difíciles de
realizar por la ausencia de especialistas; o por el número amplio de
pruebas ofrecidas por las partes; o quizás por la enfermedad o
tratamiento medíco del imputado o de testigos, que impiden recibir su
declaración. La frustracion reiterada de diligencias judiciales
necesarias puede constituir una especial dificultad o ser el motivo de
una especial prolongación de la detención. Ademas como se ha dicho,
exige la ley la posibilidad de que el imputado pueda sustraerse a la
acción de la justicia. No cabe duda que la decisión judicial respecto de
la prolongación de la detención debe estar suficientemente motivada.

Conforme a la ley vigente la prolongación de la detención puede
decidirse de oficio por el juez o a pedido del fiscal. En este último
caso es de exigirse su fundamentación. La decisión judicial solo se
pone en conocimiento del imputado, quien tiene derecho a impugnar

la resolución, la misma que será resuelta por la Sala Penal, previo
dictamen fiscal dentro de tres días.
La ley que modifica el art. 137° introduce una nueva formula en el
parrafo cuarto cuando establece que el cómputo del plazo se hará a
partir de la fecha del nuevo auto de apertura de instrucción, si es que
se hubiese declarado la nulidad de la primera sentencia; supuesto que,
por cierto resulta bastante improbable. Tampoco tiene mucho sentido
el computo del plazo cuando se trata de procesos complejos, salvo que
el legislador halla considerado la acumulación de procesos que
requiere no exactamente de un nuevo auto de apertura de instrucción,
sino de un auto de acunulaciòn. Esta parte del párrafo en comentario
tendrá poca o sino nula aplicación.

También se regula la situación del imputado que ha sido condenado
cuya sentencia ha sido impugnada y está pendiente de resolver por Ia
instancia superior. Ha considerado el legislador que en estos casos, Ia
privación de la libertad se prolongará hasta la mitad de la pena
impuesta. De tal manera que de cumplirse dicha parte de la condena
en reclusión .sin haber quedado ejecutoriada la sentencia, la libertad
del condenado es inmediata. Aquí el reproche legislativo es hacia el
tribunal revisor por la demora en la resolución.

A efecto de complementar el comentario sobre el cómputo para la
excarcelación, ha de señalarse que no se tomarán en cuenta el tiempo
en que el proceso sufriera dilaciones maliciosas imputables al
imputado o a su abogado defensor. Dicha dilación indebida debe no
sólo ser motivada sino tambien advertida, entendemos- por la
autoridad judicial ante la primera muestra de entorpecimiento doloso
de la labor judicial por la parte imputada o su defensa a fin de
prevenir. La decisión judicial conlleva necesariamente el ; señalar el
tiempo perdido por efecto de la dilación maliciosa para no ser
susceptible de computo en el supuesto de la aplicación de esta
disposición procesal.

Puede resolverse la suspensión de la detención tanto en la
instrucción como en los actos preparatorios al juicio oral, duran pero
hasta antes de dictarse sentencia.

Al disponerse la inmediata libertad del imputado, el Juez deberá
dictar, asimismo, las medidas necesarias para asegurar su presencia en
las diligencias judiciales. La primera y principal regla de conducta lo

constituye la obligación del imputado a concurrir a las citaciones
judiciales, la libertad será revocada si no cumple con asistir, sin
motivo legitimo a la "primera citación" judicial.
12, Dispuesta la libertad del imputado o la prolongación de la
detención por el juez penal, dicha autoridad deberá comunicar
de la resolución a la sala penal Superior competente a efecto
del control judicial correspondiente, pudiendo dictar "las
medidas correctivas y disciplinarias que correspondan, se
entiende de contra las autoridades judiciales responsables de
la dilación del proceso.
Como se puede apreciar, la suspensión de la detención o
libertad del imputado por exceso de carcelería sin sentencia
que prevé el art. 137 de la Ley procesal se introdujo en nuestro
ordenamiento atendiendo consideraciones humanas a favor del
detenido, en relación con el plazo razonable del proceso penal
y dentro del marco de un nuevo sistema procesal. No se debe
de olvidar que el art. 137° lo es del Código Procesal Penal de
1991, estructurado para reducir plazos y evitar repeticiones
innecesarias de diligencias y en donde el Ministerio Público
dirige la fase de instrucción; es decir, la citada norma se
implanto dentro de un sistema procesal - el actual - ya caduco y
con una serie de limitaciones para controlar debidamente la
dilación del proceso
De alguna manera ello ha generado, sobre todo en los últimos
años a raíz de determinados casos penales de relevancia
social tanto por el delito como por sus autores, que la
jurisprudencia de los órganos jurisdiccionales como por la
doctrina nacional asumieran posiciones distintas en torno a la
aplicación temporal de la ley procesal y a la posibilidad de
ampliar los plazos de detención preventiva. A esta
contraposición de criterios se ha sumado - no cabe duda - las
modificaciones que ha tenido el ya citado artículo 137°. Sobre
la aplicación inmediata de la ley procesal, que ya es criterio
rector por disposición expresa del Tribunal Constitucional, se
puede discrepar y de hecho que, técnicamente, una nueva
norma de procedimiento tiene como fin mejorar el sistema y
debe regir de manera inmediata. Lo discutible es la posibilidad
que dicha norma procesal pueda afectar el interés que tenga el
imputado en cárcel de ganar la libertad porque se está llegando
al plazo legal sin que se dicte sentencia - y quizás haga lo
procesalmente posible para ello - y en esas circunstancias se
modifica la ley, precisamente para considerar un plazo más
amplio.
Pero, donde se debe poner mayor atención es la duración
máxima del tiempo del detenido preventivamente sin sentencia.
Entendemos que la lectura originaria del texto permitía la
interpretación restrictiva, la posibilidad de una sola ampliación
del plazo; conforme a la ley vigente, sólo hasta los 36 meses
de detención a cuyo vencimiento sin haberse dictado sentencia
se deberá proceder a la excarcelación. En estos casos, el Juez
deberá de adoptar las medidas necesarias para asegurar la
concurrencia de aquel al proceso. Sin embargo también es
posible una interpretación amplia de la citada ley, es decir,
agregar el plazo de prolongación de la detención (segundo
párrafo) al tiempo que el imputado por habérsele duplicado
automáticamente el término de 18 meses a 36 (primer párrafo)
los que sumados llegarían a 54 meses que tendría que estar
detenida una persona para lograr su libertad por no haber sido
sentenciado. Esta interpretación es preocupante primero
porque permite una detención preventiva muy larga y, segundo,
porque los términos en que está redactada la ley nos conduce
a ello. Es más, el Tribunal Constitucional ya ha señalado que la
duplicidad del plazo de detención es diferente de la
prolongación del mismo. Dice el TC "Según lo establecido en el
primer párrafo del artículo 137 del Código Procesal Penal, el
plazo máximo de detención será duplicado automáticamente en
caso de procesos por tráfico ilícito de drogas, terrorismo o
espionaje, o de procesos de naturaleza compleja seguidos
contra más de diez imputados o en agravio de igual número de
personas" e inmediatamente dice “Además el segundo párrafo
del artículo 137° establece la posibilidad de prolongar la
detención...". De allí que se entienda que "además" de la
duplicidad del plazo del párrafo 1 se agregue el plazo de la
prolongación del párrafo 2. Si bien no estamos de acuerdo con
una interpretación amplia que permita una detención preventiva
extensa del imputado, lo cierto es que procesalmente es
admisible, máxime si ya no se requiere del pedido del Fiscal
pues se puede decidir de oficio por el juez, por lo que, es
correcto esperar una mejor precisión del TC, en todo caso,
optar por una medida sustituía a la detención judicial o resolver
la prolongación de la misma por un término mínimo o lo
necesario para el juzgamiento.
3 La libertad incondicional.
3.1. Concepto y Naturaleza Jurídica:
La investigación judicial supone la búsqueda y reunión de
elementos probatorios de cargo y también de descargo sobre el
delito y sobre la persona del imputado. En dicho proceso de
investigación se puede llegar a establecer también que los
elementos de prueba que sustentaban la incriminación del
imputado se han desvirtuado totalmente y no existe ningún
motivo para continuar con la persecución penal.
En este sentido, la ley opera en salvaguarda de los derechos
del imputado al no considerarlo responsable, dado el
desvanecimiento de la prueba de imputación y además prevé la
necesidad de liberar al imputado no .sólo del proceso penal
sino también de la reclusión, si se encontrara en cárcel. A ésta
institución se le llamada libertad incondicional, lo que supone el
apartamiento total de la persona imputada al proceso penal; y
así lo dispone la ley procesal cuando establece que si "en
cualquier estado de la instrucción se demuestra plenamente la
inculpabilidad del encausado, el Juez de oficio o a pedido del
inculpado, deberá ordenar su libertad incondicional" (art. 201°).
Se trata de una libertad sin condiciones por estimarse, en una
forma de juicio previo, la falta de responsabilidad o inocencia
del imputado en el ilícito que se investiga. No puede
procederse de otra manera si se comprueba que el delito no se
cometió o el imputado no tiene ninguna relación con el delito.
La decisión más justa es su puesta en libertad de manera
inmediata.
3.2. características.
Esta forma de libertad procesal conforme a las normas de
procedimiento penal presenta las siguientes características:
a) ES DE NATURALEZA JUDICIAL.
Sólo se dicta por el Juez Penal estando al tenor de la norma en
estudio cuando la actividad probatoria abona a favor del
imputado. No es de admitirse en la segunda etapa del proceso
pues para ello existe otra forma procesal de no haber mérito
para el juicio oral que regula el art. 221° de la ley procesal.
b) LA DETERMINACIÓN DE INCULPABILIDAD DEL
IMPUTADO.
Es de exigirse la existencia de nuevos elementos de prueba
que determinen la irresponsabilidad del imputado. En este
sentido, los elementos de prueba deben ser de tal naturaleza
que desvirtúen los fundamentos que dieron Iugar a la denuncia
e investigación penal. Pueden haber dos formas de
interpretación y aplicación de la libertad incondicional: primero,
se desvanece la consideración del hecho como delito, la
actividad probatoria permite determinar que el delito que se
denunció no se ha comprobado, por ejemplo, del certificado
médico legal se desprende que el hecho constituye falta y no
delito, a lo que se agrega la falta de reconocimiento de la
agraviada y la negativa uniforme del imputado; o se acompaña
el informe policial que el imputado tiene licencia que le autoriza
a aportar armas de fuego. Segundo, se desvanece la
consideración del imputado como autor del delito, es decir, el
delito está acreditado pero la actividad probatoria lo excluye de
responsabilidad.
En cualquier caso, resulta necesaria la comprobación de la
irresponsabilidad del imputado mediante la actuación de las
diligencias pertinentes. En este sentido, no cabe declarar la
procedencia de esta libertad, si existen diligencias sustanciales
que practicarse para el mejor esclarecimiento de los hechos.
C) SE RESUELVE MEDIANTE AUTO DEBIDAMENTE
FUNDAMENTADO.
Como toda resolución en la categoría de auto se requiere la
motivación de la decisión judicial, máxime si se está dando por
terminado el proceso penal, lo que equivale al sobreseimiento
de la causa. Los fundamentos deberán centrarse en los cargos
incriminatorios que nacen de la denuncia Fiscal
D) SE RESUELVE DE OFICIO O A PETICIÓN DEL
IMPUTADO.
El Juez Penal puede decidir la libertad incondicional de oficio,
cuando de la investigación a su cargo se demuestre que el
imputado no tiene responsabilidad alguna en los hechos a
tenor de existencia de nuevos elementos de prueba o el
desvanecimiento total de la ya existente. También puede ser
solicitada por el propio imputado, sustentando sus razones.
Debe precisarse que el Fiscal Provincial no emite opinión
previa a la decisión Judicial de libertad, por el sentido de la
redacción de la norma, pero si se requiere de la opinión del
Fiscal Superior (para el caso de la consulta) por encontrarse
reconocido en el art. 91° inc. 8 de la LOMP.
E) La decisión de la autoridad Judicial se ejecuta de manera
inmediata
La ejecución inmediata se refiere fundamentalmente a la orden
de libertad que el Juez deberá decretar a favor del imputado
que se encuentra sufriendo detención.
F) Requiere de la aprobación de la Sala Penal Superior:
La ley establece la consulta a la Sala Superior de la decisión
sobre la libertad incondicional para efecto de su aprobación. Se
debe distinguir: si el imputado es el único procesado, se
elevará el expediente principal; si son varios procesados, pero
la libertad sólo favorece a uno de ellos, se elevará el incidente
respecto de dicho imputado. Si se aprueba la consulta se
ordenará el archivamiento definitivo del proceso; caso
contrario, se dispondrá la recaptura inmediata del imputado que
a sido liberado.
LA LIBERTAD VIGILADA
La libertad bajo vigilancia se origina como consecuencia de la
permanencia de privación de la libertad que sufre el imputado
igual o mayor a la pena solicitada en la acusación Fiscal, sin
haberse resuelto su situación jurídica.
El Decreto Ley N° 25476 regula la llamada Audiencia Pública
Extraordinaria que no es sino, la forma procedimental de
controlar el tiempo de reclusión penal de los imputados y la
regularidad del proceso en cada caso concreto.
Se establece que trimestralmente las Salas Superiores Penales
realizarán una audiencia pública extraordinaria, con la
asistencia del Fiscal, a efecto de proceder a examinar la
situación jurídica del reo en cárcel, previo informe de la
autoridad administrativa de los establecimientos penitenciarios.
En esta audiencia se procede a:
a) Examinar el estado de los procesos a mérito de la razón
dada por el Secretario de la Sala.
b) Escuchar las quejas que formulen los abogados respecto de
las demoras en las investigaciones o en el juzgamiento.
c) Ordenar la inmediata libertad de los acusados que hayan
sufrido un tiempo de detención que fuera igual o superior a la
pena solicitada por el Fiscal en su acusación.
d) Ordenar la libertad, bajo vigilancia de la autoridad, de
aquellos que hayan sufrido un tiempo de detención que fuere
superior a las dos terceras partes de la pena solicitada por el
Fiscal sin perjuicio de su inmediato juzgamiento.
Esta libertad vigilada procede cuando el acusado haya sufrido
un tiempo de detención igual o mayor al de la pena que pudiere
corresponderle por el delito que fue materia de la acusación
Fiscal, sin perjuicio de su juzgamiento.
De tal manera que en la Audiencia Pública Extraordinaria, se
lleva a cabo en fecha preestablecida por la Sala Superior y con
presencia obligatoria del Ministerio Público y notificación a la
defensa. En dicho acto solemne se examinan principal e
individualmente los casos de los procesados que se
encuentran en cárcel con acusación Fiscal, con la finalidad de
a) conocer el tiempo de privación de la libertad del imputado;
b) la pena solicitada por el Fiscal
c) si es atendible disponer la libertad bajo vigilancia. Luego de
escucharse la opinión del Fiscal, de la defensa, la Sala Penal
resolverá la procedencia o no de la libertad vigilada.
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