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POLIGRAFO

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POLIGRAFO
Detector de mentiras
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Leonard Keeler probando el polígrafo con un testigo del caso Bruno Hauptmann
El llamado detector de mentiras, máquina de la verdad o polígrafo es un tipo
particular de instrumento de medición utilizado para el registro de
respuestas fisiológicas. Generalmente registra las variaciones de la presión arterial,
el ritmo cardíaco, la frecuencia respiratoria, estímulos nerviosos y la respuesta
galvánica o conductancia de la piel, generadas ante determinadas preguntas que se
realizan al sujeto sometido a la prueba.
Este tipo de polígrafo es comúnmente conocido por su uso como supuesto detector
de mentiras sin validación científica alguna, pese a su credibilidad en la cultura
popular y algunas entidades estatales y privadas.12 Su repetida incapacidad para
detectar a espías notorios a lo largo de décadas3456 y las investigaciones al respecto
realizadas por instituciones de alto prestigio como la Academia Nacional de Ciencias
de Estados Unidos o la Asociación Estadounidense de Psicología con resultados
negativos,78 entre otros factores, han hecho que la comunidad científica los considere
un fraude y una forma de pseudociencia.9
El conjunto de técnicas utilizadas para la supuesta detección de mentiras es ahora
más publicitada como evaluación de credibilidad (del inglés credibility
assessment), detección del engaño y otras en un intento de bordear este descrédito.
En la realidad, actualmente no existe ninguna máquina o dispositivo capaz de
detectar mentiras de manera fiable y no se prevé que surja en el futuro próximo. Esta
imposibilidad incluye a otras tecnologías complementarias o sustitutivas del
tradicional polígrafo como el análisis electroencefalográfico de potenciales
evocados (como el componente P300) o la explotación de la imagen por resonancia
magnética funcional (fMRI).101112
Índice

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

1Historia
2Principios de funcionamiento
3Uso
4Fiabilidad del polígrafo
o 4.1La catástrofe de los espías
o 4.2Contramedidas y controversia
5Imagen por resonancia magnética funcional
6Cultura popular
7Referencias
Historia[editar]
Se considera que este tipo de polígrafo usado como detector de mentiras fue
inventado en 1938 por Leonarde Keeler, del Departamento de Policía
de Berkeley (California), quien creó el primer polígrafo de tres canales que imprimía
sus resultados en papel, basándose en los trabajos previos de John Larson.
Desde entonces, el mecanismo básico de su supuesto funcionamiento no ha
cambiado sustancialmente; todos los avances consisten en mejoras de los sensores
y adiciones como el procesamiento informático de las mediciones (polígrafo digital) o
detectores electroencefalográficos de potencial relacionado con evento (típicamente
los componentes u "ondas cerebrales" N100, N400 y P300), ninguno de los cuales
ha demostrado una mejora mensurable a la hora de detectar mentiras hasta la
actualidad y algunos añaden nuevos problemas de difícil resolución.10 Por ejemplo y
entre otros, los potenciales evocados como el componente P300 varían
enormemente entre individuos111314151617 y, en el mismo individuo, también cambian
con el paso del tiempo y la repetición de estímulos.18
En España, en 2014, se aplicó una prueba basada en la onda P300 al acusado de
asesinar a Marta del Castillo para la localización del cadáver. La realizó un
neurofisiólogo altamente cualificado en esta técnica,19 con supervisión judicial, bajo
un entorno controlado en el Servicio de Neurofisiología Clínica de un prestigioso
hospital de referencia.20 Según el propio especialista, el acusado estuvo participativo
y cooperativo en todo momento. 21 Aunque finalmente se le condenó con base en
métodos policiales y judiciales convencionales, el cuerpo de la víctima no fue hallado
y en 2018 sigue sin aparecer.22 Lo mismo ocurrió con otro acusado, de asesinar a su
esposa, que fue sometido a la misma técnica.2324 Así pues, las dos pruebas basadas
en la explotación del componente P300 fracasaron pese a realizarse en las mejores
condiciones posibles.
En distintas naciones se utilizaron y utilizan métodos inhumanos para la detección de
la mentira, como la tortura, cuyos resultados son igualmente discutibles.
Principios de funcionamiento[editar]
Los defensores del polígrafo afirman que el sustrato bioquímico de las emociones se
encuentra correlacionado de forma directa con la reactividad corporal; que la
linealidad estímulo → pensamiento → emoción → adecuación anatomofisiológica →
respuesta es un ciclo que inalterablemente se presenta en cualquier proceso
conductual humano; que es posible medir las reacciones corporales de las
emociones; y que para cada estado emocional, existe un espectro psicofisiológico
bien definido ligado a la actividad emotiva del sujeto. De estas cuatro afirmaciones,
las tres últimas no han podido demostrarse mediante el uso del método científico y la
última es demostrablemente incorrecta.7
La discordancia del contenido de emisión de datos y su correlación con
pensamientos alternos en su evocación emotiva, provocan la variación de las
constantes orgánicas. Las medidas de esta disonancia, son valoradas en las pruebas
de polígrafo. Está claro que la conceptualización de mentira es diferente para cada
sujeto y los niveles basales son individuales y diferenciados pero, en opinión de los
defensores del polígrafo, la tensión emotiva que provoca el conocimiento propio de la
verdad modifica ostensiblemente la progresión orgánica de una persona que engaña
sobre un aspecto específico. Consideran, por tanto, notorios los indicadores de
medida de discordancia del pensamiento, al valorar que la inexactitud conceptual en
las emociones provocadas ante un tema específico y la activación compleja de
neurotrasmisores modifica las constantes orgánicas. Es imposible saber qué piensa
la persona, pero creen poder medir la reacción corporal que un sujeto muestra ante
la presentación de un tema. La evidencia forense en la prueba de polígrafo, pues,
sería la medida de la reacción fisiológica correspondiente de eventos comparados en
la memoria del sujeto y la emisión de respuestas específicas.
Sin embargo, no parece existir ningún patrón común en la respuesta
anatomofisiológica de los seres humanos ante un hecho eminentemente moral y
psicológicamente complejo como es la mentira. De hecho, ni siquiera ha podido
demostrarse que todos los seres humanos presenten este tipo de reacciones
diferenciadas al realizar afirmaciones verdaderas o falsas.7
En la práctica, los detectores de mentiras del tipo del polígrafo solo son capaces de
detectar ansiedad,9 que obviamente puede deberse a una infinidad de causas y
factores.2526
Uso[editar]
El polígrafo tiene su uso más amplio en los organismos de inteligencia y de policía,
sobre todo en los Estados Unidos y otros países de su área de influencia, donde se
ha utilizado para determinar si una persona miente o no. En este caso se sustenta en
la hipótesis de que las respuestas fisiológicas de una persona cambian de forma
medible cuando miente.
En Europa se usa fundamentalmente en la asignación de algunos puestos de trabajo
por parte de empresas privadas y algunos organismos de seguridad. En Estados
Unidos se usó como prueba de descargo a favor del sospechoso.
Cabe recalcar que el polígrafo no es un instrumento que detecte mentiras por sí
mismo, ya que no está diseñado para eso, sino para medir el cambio de flujo de
corriente que se transmite a través del dedo índice de cada mano y la placa del dedo:
solamente detecta las respuestas fisiológicas del organismo. Estas reacciones son
interpretadas por personas u ordenadores siguiendo un método que carece de
validación científica.
David T. Lykken creó la técnica del conocimiento de la culpabilidad, utilizando
información que solo sabe la persona culpable. Sin embargo, posteriormente Lykken
pasó a formar parte también de los críticos del uso del polígrafo como detector de
mentiras.1
Los nuevos polígrafos digitales son usados actualmente por agencias
gubernamentales como el U.S. Secret Service, FBI., CIA., DEA., policías locales,
fiscalías etc., así como por gabinetes privados de investigación, a la vez que son
denigrados por la Academia de Ciencias y en general las organizaciones científicas,
dado que siguen basándose en el mismo mecanismo de operación incorrecto.
Fiabilidad del polígrafo[editar]
Muchos científicos de todo el mundo se han rebelado contra la utilización del
polígrafo por los organismos de seguridad y las entidades privadas. Un informe de
la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos, realizado sin la
colaboración de expertos en su uso -según denuncia de la American Polygraph
Association, un lobby de la industria del polígrafo-, estimó que de aplicarse a una
muestra a 10.000 personas, de las cuales diez fueran espías, el resultado más
probable es que solo ocho de éstas serían identificados por el polígrafo como tales, a
la vez que serían considerados probables espías y rechazados 1598 (casi el 16 % de
los inocentes).7
Otra investigación, de la Asociación Estadounidense de Psicología, concluyó que los
resultados del polígrafo como detector de mentiras no se han distinguido del efecto
placebo.8
La catástrofe de los espías[editar]
Varios desastres de inteligencia han desacreditado fuertemente al polígrafo
como detector de mentiras. Posiblemente el más notable sea el de Aldrich Ames,
un agente doble que superó dos pruebas del detector aplicadas por expertos de
la CIA mientras trabajaba para la Unión Soviética entre 1985 y 1991.3 La CIA
sospechaba que tenía uno o varios infiltrados debido a la inaudita capacidad
del KGB para desarticular sus operaciones en la URSS y Ames, con información
esencial al respecto, llevaba un tren de vida muy superior al que permitían sus
ingresos legales con la excusa de haber cobrado una herencia. En realidad, el KGB
le pagaba importantes cantidades de dinero por sus informaciones hasta un total de
4,6 millones de dólares durante este periodo. Pero como superaba las pruebas del
polígrafo, se le excluía de las listas de sospechosos hasta que la práctica
aniquilación de la red de espionaje estadounidense en la URSS gracias a sus
delaciones terminó dejándole en evidencia.27 Entre los delatados por Ames se cuenta
la joya de la corona28 de la CIA en la URSS: el mayor general del GRU Dmitri
Poliakov, detenido en 1986 y ejecutado por espionaje y alta traición en 1988.2930
En algunos momentos Ames llegó a percibir hasta 50.000 dólares semanales
mientras almorzaba sin ocultarse con su controlador, Sergéi Dmitriyevich Chuvakhin;
había convencido a sus superiores de la CIA, al FBI y a los operadores de los
polígrafos de que estos almuerzos formaban parte de una estrategia para captar a
Chuvakhin y otro personal de la embajada soviética, sin mencionar ni una palabra
sobre el dinero.31 Ames no sería detenido hasta 1994, tres años después del colapso
de la URSS, cuando ya había pasado a trabajar para el nuevo Servicio de
Inteligencia Exterior de Rusia y sus acciones eran un secreto a voces. Que se sepa,
solo Robert Hanssen suministró más secretos a la Unión Soviética y Rusia durante
los años finales de la Guerra Fría y la década siguiente.
Ana Belén Montes recibe en 1997 un certificado de servicios distinguidos de manos de George Tenet,
director de la CIA, mientras trabajaba para Cuba y superaba múltiples pruebas de los nuevos polígrafos
digitales instaurados tras el caso Ames.
Otros espías notorios que han pasado la prueba del detector sin mayores dificultades
fueron Karl Koecher (en los años 1980),4 Ana Belén Montes (en el año 2000),5
o Leandro Aragoncillo (en 2005),6 estos últimos ya con polígrafos digitales modernos.
Ana Belén Montes, en particular, era la analista superior de asuntos cubanos para
la Agencia de Inteligencia de la Defensa de los Estados Unidos; superó
repetidamente las pruebas del polígrafo entre al menos 1986 y 2001 mientras
suministraba abundante información a la Dirección de Inteligencia Cubana y
redactaba informes sobre Cuba alterados ingeniosamente para sus superiores
norteamericanos que influyeron en la política del presidente Bill Clinton respecto al
país caribeño.32 Buena parte de este periodo fue posterior al caso Ames, tras el que
se cambiaron, multiplicaron y endurecieron los procedimientos de uso del polígrafo y
se adquirieron polígrafos digitales de última generación. Sin embargo, al igual que en
los demás casos, estos dispositivos y sus operadores nunca detectaron el menor
problema con Montes. Terminó siendo descubierta por vías sin ninguna relación con
el detector de mentiras.
Contramedidas y controversia[editar]
Los detractores del polígrafo describen varias contramedidas para eliminar cualquier
eficacia residual del detector de mentiras, basada en el temor, la anécdota y las
contradicciones o confesiones espontáneas que inspira.2 La más básica es no admitir
nunca nada que pueda lesionar los intereses de la persona que padece la prueba.
Otras técnicas están orientadas a modificar de manera anómala las reacciones
corporales durante las preguntas de control.1 Probablemente, el mejor consejo fue el
que recibió Ames de su controlador del KGB, expertos en toda clase de técnicas de
interrogatorio legales e ilegales: "Duerme bien, descansa, y acude a la prueba
descansado y relajado. Sé simpático con el operador del polígrafo, establece una
buena relación y muéstrate cooperativo. Sobre todo, mantén la calma y nunca te
detectarán."33 Y, efectivamente, nunca le detectaron.
En la actualidad el polígrafo es utilizado por agencias de inteligencia, policías y
sectores privados de más de noventa países. Sin embargo, la mayoría de
psiquiatras, psicólogos, neurólogos, neurofisiólogos y otros científicos coinciden en
que hay poca base para la validez de las pruebas de polígrafos. En algunos países
de Iberoamérica el polígrafo es utilizado como prueba judicial, tal es el caso de
Guatemala y Panamá. En Estados Unidos el polígrafo se admite como prueba
judicial bajo estipulación; es decir mediante acuerdo entre el fiscal y el defensor, en
los siguientes estados: Arizona, Arkansas, California, Deaware, Florida, Georgia,
Idaho, Indiana, Iowa, Kansas, Nevada, Nueva Jersey, Carolina del Norte, Ohio, Utah,
Washington y Wyoming es admisible como prueba si el juez decide aceptarlo. En el
estado de Nuevo México se admite plenamente como prueba judicial. De otra parte
en los tribunales de apelación que están divididos en doce distritos, el polígrafo se
admite a discreción del juez de ocho distritos; bajo estipulación y admisión del juez
de dos distritos; únicamente en el Fourth Circuit y el DC circuit no es admitido.
Actualmente también puede usarse como prueba en otros países como el Japón,
Sudáfrica e Israel. En España y en Europa en general no es frecuente el uso del
polígrafo en los tribunales, quienes suelen mostrarse reticentes en la admisión de
este tipo de pruebas.
Existen varios factores que sugieren la suspensión completa del uso del polígrafo,
por no cumplir como una prueba completamente científica. Uno de ellos es la
llamada "entrevista". En la entrevista el examinador debe primero tratar de ganarse la
confianza del examinado, haciéndole preguntas que en ocasiones no vienen al caso.
Pueden comenzar desde la niñez e ir aumentando de tono hasta inducirle la idea de
que su vida no ha sido tan "honrada" como cree. El examinador comenzará a
profundizar en el caso que se le presenta y si lo considera necesario puede aumentar
el tiempo de "entrevista". El tiempo aproximado de entrevista debe ser de tres horas,
pero el examinador puede aumentarlo a seis o más horas o hacer sesiones de varios
días. Esto se parece más a un interrogatorio ilegal en ausencia de abogado
utilizando técnicas convencionales de presión, manipulación y coerción psicológica
con la excusa del detector de mentiras que a un examen científico para detectar el
engaño.
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