Subido por jose marin

MORBILIDAD

Anuncio
Nombres y Apellidos: Jose Antonio Marin Carranza
Facultad: Derecho y Ciencias Políticas
Tema: Morbilidad Del COVID-19
Curso: Procesos De Ejecución
Docente: Everth Gonzales Concha
Ciclo: VIII
Año: 2020
MORBILIDAD DEL COVID-19
Miller y col. propusieron que las diferencias nacionales en el impacto de COVID-19
podrían explicarse en parte por las diferentes políticas nacionales con respecto a la
vacunación infantil con Bacillus Calmette-Guérin (BCG). Existe alguna evidencia de que
la vacunación BCG contra la tuberculosis tiene efectos beneficiosos no específicos contra
infecciones no relacionadas, además de eficacia a largo plazo contra la tuberculosis.
El 24 de marzo los autores publicaron un estudio epidemiológico sobre la morbilidad y
mortalidad de COVID-19 en un gran número de países con diferentes políticas de
vacunación BCG. Los países sin políticas de vacunación con BCG (Italia, Países Bajos,
EE UU) se han visto más severamente afectados en comparación con los países con
políticas de BCG universales y de larga data. Países que tuvieron un inicio tardío de
política universal de BCG (Irán, 1984) tuvieron una alta mortalidad, consistente con la
idea de que BCG protege a la población de ancianos vacunados. Además, los países con
política universal de vacuna BCG también redujeron el número de casos reportados de
COVID-19.
En línea con esos hallazgos, mediante el uso de datos disponibles públicamente de
COVID-19 en 199 países / regiones y el Atlas Mundial de BCG, Sala y col encontraron
que el número total de casos y muertes por millón de habitantes estuvieron
significativamente asociados con la política del país con respecto a la administración de
la vacuna BCG. Sus hallazgos fueron comunicados el 30 de marzo. La variación en casos
y muertes explicada por la política de vacunación de BCG osciló entre 12.5% y 38%. El
porcentaje de la varianza explicada aumenta considerablemente cuando solo se
consideran países con una esperanza de vida superior a 78 años (aproximadamente 20%
y 38% para casos y muertes, respectivamente).
La relación inversa entre el estado económico del país y la mortalidad atribuible a
COVID-19, y la fuerte asociación ecológica con la vacuna BCG son intrigantes. Es
necesario puntualizar que estos artículos son informes preliminares de trabajos que no
han sido sometidos a revisión por pares. No se debe confiar en ellos para guiar la práctica
clínica o políticas de salud y no se debe ofrecer a los medios de comunicación como
información establecida.
Por el momento, estas asociaciones respaldan la idea de que la vacuna BCG puede
proporcionar protección contra el SARS-CoV-2, lo que, junto con su seguridad
comprobada, fomenta la consideración de estudios epidemiológicos más detallados,
grandes ensayos clínicos a escala sobre la eficacia de esta vacuna en COVID-19. Estos
estudios pueden aportar datos para la reformulación de políticas sanitarias en beneficio
para la salud en el orden mundial.
DERECHOS HUMANOS EN LA RESPUESTA AL COVID-19
El derecho internacional de los derechos humanos garantiza que todas las personas
disfruten del derecho al más alto nivel posible de salud y obliga a los gobiernos a adoptar
medidas para prevenir las amenazas a la salud pública y brindar atención médica a quienes
la necesitan. Las normas de derechos humanos también reconocen que en el contexto de
serias amenazas a la salud pública y emergencias públicas que pongan en peligro la vida
de una nación, las restricciones a algunos derechos pueden justificarse siempre y cuando
tengan una base legal, sean estrictamente necesarias según evidencias científicas y no
sean arbitrarias ni discriminatorias en su aplicación, sean de duración limitada, respeten
la dignidad humana, estén sujetas a revisión y sean proporcionales para lograr su objetivo.
La magnitud y la gravedad de la pandemia del COVID-19 claramente asciende al nivel
de una amenaza a la salud pública que podría justificar restricciones a ciertos derechos,
como los que resultan de la imposición de la cuarentena o el aislamiento y que limitan la
libertad de movimiento. Al mismo tiempo, una cuidadosa atención a derechos humanos
como la no discriminación y principios de los derechos humanos como la transparencia y
el respeto a la dignidad humana, puede fomentar una respuesta efectiva en medio de la
agitación y los trastornos que inevitablemente resultan en tiempos de crisis, así como
limitar los daños que puedan provenir de la imposición de medidas demasiado generales
que no cumplen con los criterios anteriores.
Y a modo de conclusiones:

Un enfoque basado en los derechos y sensible a las cuestiones relativas al género
permitirá que los países ofrezcan una mejor respuesta a la crisis de la COVID-19,
incluido dentro del contexto de sus epidemias de VIH, tuberculosis y malaria en
curso.

El Fondo Mundial mantiene su compromiso con los derechos humanos y la
igualdad de género y se guiará por este compromiso en la toma decisiones respecto
de la COVID-19 y en lo que atañe a la mejor manera de adaptar sus operaciones
en este terreno.

El Fondo Mundial seguirá siendo un firme defensor de las respuestas sanitarias
no discriminatorias, éticas y basadas en pruebas durante la crisis.

Cualesquiera modificaciones relacionadas con la COVID-19 introducidas en los
programas financiados por el Fondo Mundial se esforzarán por asegurar que no
se empeoran las barreras relacionadas con los derechos humanos y el género para
acceder a los servicios de salud y que se satisfacen las necesidades de salud y los
derechos humanos de las personas más vulnerables a la COVID-19, como así
también al VIH, la tuberculosis y la malaria.

Los programas destinados a eliminar las barreras relacionadas con los derechos
humanos y el género para acceder a los servicios de VIH, tuberculosis y malaria
deben mantenerse e incluso fortalecerse y adaptarse con el fin de prestar apoyo
también a la respuesta a la COVID-19 y a las personas más afectadas por la
pandemia, incluidos los proveedores de atención de salud.

Los sistemas de salud y comunitarios se fortalecerán mediante programas
centrados en los derechos humanos para permitir que los países ofrezcan una
mejor respuesta a la COVID-19.
Bibliografía:
1. Cold Spring Harbor Laboratory, BMJ Yale. https://www.medrxiv.org/search/bcg.
2. Miller A, Reandelar MJ, Fasciglione K, Roumenova V, Li Y, Otazu GH.
Correlation between universal BCG vaccination policy and reduced morbidity and
mortality
for
COVID-19:
an
epidemiological
study.
MedRxiv
2020.03.24.20042937; doi: https://doi.org/10.1101/2020.03.24.20042937
3. Sala G, Miyakawa T. Association of BCG vaccination policy with prevalence
and
mortality
of
COVID-19.
medRxiv
2020.03.30.20048165;
doi:
https://doi.org/10.1101/2020.03.30.20048165
4. Shet A, Ray D, Malavige N, Santosham M, Bar-Zeev N. Differential COVID19-attributable mortality and BCG vaccine use in countries. medRxiv
2020.04.01.20049478; doi: https://doi.org/10.1101/2020.04.01.20049478
Descargar