Subido por Jose Joaquin Feria Casino

TEMA1 Ámbito geográfico y cultural. Prehistoria, Protohistoria e Historia

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Módulo I
Historia Antigua de Hispania
Ámbito geográfico y cultural. Prehistoria,
Protohistoria e Historia
[1.1] ¿Cómo estudiar este tema?
[1.2] Los términos Prehistoria, Protohistoria e Historia
[1.3] La cronología de la Hispania romana
TEMA
1
[1.4] La percepción de los escritores grecorromanos
Historia de España de la Edad Antigua y la Edad Media
Esquema
TEMA 1 – Esquema
Historia de España de la Edad Antigua y la Edad Media
Ideas clave
1.1. ¿Cómo estudiar este tema?
Para estudiar este tema lee el capítulo 1 “Geografía Histórica de la Hispania
prerromana” (pp. 3–20) del manual de referencia de la asignatura: Plácido, D.
Hispania Antigua, Crítica - Marcial Pons. 2009.
No olvides leer las ideas clave del tema ya que en ellas se amplía información que
no encontrarás en el manual de la asignatura.
No olvides que para la correcta comprensión del capítulo resulta imprescindible
consultar el mapa de la página 707.
Por último, lee los textos de las fuentes clásicas referentes al tema que están
recogidos al final del manual: “Gerión y los viajes de Hércules” (p. 741) y “El
mito de Gárgoris y Habis: reyes tartesios civilizadores” (pp. 741-743).
En este tema estudiaremos, en primer lugar, el punto de partida cronológico y
geográfico de la asignatura. Por las particulares circunstancias de los pueblos que la
habitaban y los pueblos que la colonizaron, Hispania se encontraba a caballo entre
varios períodos diferentes de la Historia, y es imprescindible, antes de comenzar,
determinar cuáles son las características de estos períodos, y los factores que permiten
la inclusión de un territorio en uno u otro.
A continuación analizaremos someramente el delicado tema de las fuentes escritas
para el estudio de la Historia Antigua de España. Al margen de la Arqueología,
que proporciona datos valiosos pero limitados a la cultura material, la mayoría de las
fuentes con las que contamos para conocer la Antigüedad hispana provienen de los
escritores griegos y romanos. Estos autores estaban condicionados por las
circunstancias en las que redactaban sus obras, por lo que es necesario conocerlas para
poder valorar y comprender la información que proporcionan.
TEMA 1 – Ideas clave
Historia de España de la Edad Antigua y la Edad Media
1.2. Los términos Prehistoria, Protohistoria e Historia
Por su situación, los pueblos que habitaban la Península Ibérica en la Antigüedad se
encontraban en una posición peculiar en lo que respecta a las divisiones cronológicas
empleadas normalmente por los historiadores. Al comienzo del período, a finales del
segundo milenio y durante la primera mitad del primer milenio a.C., la
mayoría no conocían la escritura. Eso significa que los testimonios que podían
dejar de su ordenamiento político, sus creencias o su actividad económica se limitan a
los restos arqueológicos, y por tanto, en lo que a la cronología histórica se refiere, al
incluirlos en un período determinado, decimos que vivían en la Prehistoria.
Sin embargo, desde épocas muy tempranas, la Península Ibérica atrajo la atención de
los viajeros y escritores fenicios y griegos, que incluyeron referencias a este territorio y
a sus moradores en muchas de sus obras.
Este período, en el que los pueblos de la Península nos son conocidos sobre
todo por los testimonios que otros, griegos y fenicios primero, romanos
después, dejaron de ellos, es conocido como Protohistoria.
Gracias a los testimonios de estos autores disponemos de valiosas informaciones sobre
los diversos pueblos de la Península, que sin embargo se presentan tan mezcladas con
leyendas, estereotipos e inexactitudes que muchas veces resulta imposible separar el
grano de la paja.
Sólo a partir del siglo VIII a.C. comienzan, lentamente, los habitantes de la Península
a aprender los secretos de la escritura y a dejar sus propios testimonios, entrando así en
el período que denominamos histórico.
TEMA 1 – Ideas clave
Historia de España de la Edad Antigua y la Edad Media
Así pues, es posible que en el amplio territorio de la Península convivan, durante gran
parte del primer milenio a.C.:
Pueblos que no conocían la escritura y que no habían tomado contacto con
ninguna civilización que sí que la manejara, y que por tanto vivían en la
Prehistoria.
Pueblos que no usaban la escritura, pero que habían tomado contacto
con otros que sí lo hacían como los griegos o los fenicios, y que por tanto se
encontraban en la etapa protohistórica.
Pueblos que ya habían aprendido a usar la escritura, con Tartessos a la
cabeza, y que por tanto ya habían entrado en la época histórica.
1.3. La cronología de la Hispania romana
A partir de finales del primer milenio a.C., y a resultas de la conquista romana, la
cronología de la Península Ibérica se integra definitivamente en la del resto del
Mediterráneo Occidental. Es entonces cuando dejamos de emplear los conceptos de
Protohistoria y Prehistoria para reemplazarlos por la cronología propia del mundo
romano.
TEMA 1 – Ideas clave
Historia de España de la Edad Antigua y la Edad Media
1.4. La percepción de los escritores grecorromanos
Como ya se ha señalado al principio, para conocer los detalles de la vida de los pueblos
que vivían en la época prehistórica sólo podemos contar con la ayuda de la Arqueología.
Sin embargo, aquellos que habían entrado en contacto con fenicios y griegos
aparecen en las descripciones del mundo que hicieron sus escritores, que
nos proporcionan informaciones de incalculable valor sobre su localización, costumbres
o religión.
Sin embargo, estas fuentes griegas y romanas están condicionadas por las
circunstancias de los diferentes períodos y las particularidades de cada autor, así que es
necesario conocer éstas para poder comprender y valorar en su justa medida las
informaciones de los autores antiguos.
Las referencias más antiguas, pero también las más imprecisas, se encuentran en la
Biblia y en las narraciones legendarias de Homero, Hesíodo y Estesícoro.
La Biblia se refiere a una tierra remota célebre por sus riquezas, llamada Tarsis, un
nombre que se ha relacionado con el de Tarteso. Por lo que se refiere a los autores
griegos, las referencias son casi siempre legendarias: en el contexto de los viajes de
Hércules, hablan de los míticos rebaños de Gerión, y de la monarquía de Gargoris y
Habis, referencias que sólo sirven para demostrar que ya para los autores griegos
de los siglos VIII y VII a.C. la Península Ibérica era un lugar célebre por su
carácter remoto y sus riquezas, dos constantes que se mantendrán en la mayoría
de los autores hasta casi la conquista romana.
El primer autor en hacer una descripción de cierta entidad de una parte de la
Península Ibérica y los pueblos que la habitaban fue Rufo Festo Avieno.
Avieno había nacido en Etruria (Italia) a finales del siglo IV a.C. Completó una
destacada carrera política que le llevó hasta el gobierno de la provincia de Asia (actual
Turquía) y que tal vez pudo también traerle a la Península Ibérica. Su obra más
importante es la célebre Ora Marítima, una larga carta en verso que escribió para un
allegado llamado Probo y que incluye una descripción de la costa mediterránea de la
Península Ibérica.
TEMA 1 – Ideas clave
Historia de España de la Edad Antigua y la Edad Media
El interés de la Ora Marítima no se limita únicamente al hecho de que es la
descripción más antigua que conservamos de la costa levantina; Avieno
reconoce que usó en su composición obras hoy desaparecidas de autores mucho más
antiguos, y por tanto las informaciones que proporciona podrían ser muy anteriores a
la fecha de redacción de la carta. De hecho, la principal fuente de Avieno debió de
ser seguramente un periplo (libro de rutas) escrito por griegos de Massalia
(Marsella), en torno al siglo VI a.C., y que a su vez habría empleado otra fuente
aún más antigua, escrita por fenicios antes del siglo VII a.C. Estos periplos, copiados
una y otra vez, servían de guía a los navegantes que quisieran llegar hasta Tarteso, o
incluso las lejanas costas atlánticas de Galia y Bretaña. Este periplo podría haberse
escrito en torno al año 600 a.C., tres siglos antes de que Avieno lo usara para redactar
su Ora Marítima. En general, parece que las informaciones sobre la costa levantina que
ofrece Avieno podrían proceder preferentemente de autores griegos, mientras que los
datos que proporciona del reino de Tartesos, de la costa atlántica e incluso de
navegaciones más al norte, hacia Galicia y las Islas Británicas, podrían tener su origen
en viajeros fenicios.
Avieno describe muchos pueblos de la costa levantina hasta llegar al valle del
Guadalquivir y el reino de Tartesos. Por sus breves referencias se puede entrever
que los tartesios estaban más avanzados que los iberos, y que éstos, a su vez, se
encontraban más desarrollados culturalmente que otros pueblos del interior de la
Península.
Sin embargo, todas estas afirmaciones deben tomarse con precaución. Para los
escritores fenicios y griegos Tartesos era un reino mítico, al que se atribuían una serie
de leyendas que muchas veces tenían poco que ver con la realidad. Para crearnos
una imagen real de la cultura tartésica, así como de la del resto de los
pueblos de la Península, debemos comparar los datos de los autores
griegos y romanos con los restos arqueológicos.
Uno de los lugares más destacados ya por estos primeros autores es Gadir (Cádiz) que
en este momento aparece como la ciudad más importante de la
Península. Esta ciudad, de fundación fenicia, es la principal
responsable del desarrollo cultural del mundo tartésico, y posee
además un especial ascendiente sobre todos los pueblos mediterráneos
gracias a la influencia de su famoso santuario de Melkart. Desde
esta ciudad, de la que hablaremos con detalle en el tema dedicado a las
TEMA 1 – Ideas clave
Historia de España de la Edad Antigua y la Edad Media
colonizaciones, parece haberse controlado también la llegada de fenicios y púnicos a la
costa mediterránea de la Península.
Otro elemento de enorme interés en la Ora Marítima de Rufo Festo Avieno se refiere al
término “Hiberos”. A juzgar por los datos que transmite este autor, los griegos habrían
dado el nombre de Iberia a la zona habitada por los Tartesios, y que para ellos
había sido la primera región de la Península de la que habrían tenido noticia.
De hecho, el mismo nombre de Iberia tenía para los griegos una connotación
de tierra alejada y llena de riquezas. Los autores griegos ya habían dado ese
mismo nombre a una zona remota de las costas del Mar Negro (actual Armenia),
situada en el otro extremo del que para ellos era el mundo conocido. Esa Iberia
oriental, a la que darían más adelante el nombre de Cólquide, fue el lugar al que Jasón
había ido a buscar el Vellocino de Oro, y era también célebre por sus riquezas.
Más adelante, los autores griegos y romanos posteriores a Avieno darían el nombre de
íberos a todos los pueblos peninsulares con los que iban tomando contacto, y que eran
precisamente los situados en la fachada levantina. Esta extensión de los nombres de
Iberos e Iberia, localizados primero en la desembocadura del Guadalquivir y después
en toda la costa mediterránea hasta el valle del Ródano, es muy común en las fuentes
antiguas. En la práctica, el nombre de Iberos, que se aplicaba simplemente a todos los
habitantes de la región con los que los colonizadores tomaban contacto, escondía
realidades muy diferentes, que sólo puede sacar a relucir la Arqueología.
Por lo que respecta a los celtas, como se detallará en temas posteriores, los autores
griegos acostumbraban a dar ese nombre a los pueblos situados en los extremos
del mundo, en las regiones salvajes más alejadas de la ecúmene, el territorio habitado
por los hombres civilizados según la mentalidad griega. En lo que respecta a la
Península Ibérica, se daba el nombre de celtas normalmente a los habitantes de las
tierras del interior, los pueblos casi desconocidos que se encontraban más allá de los
íberos, con los que los fenicios, griegos y púnicos sí que habían tomado contacto.
Como puede deducirse ya de estas tempranas referencias a íberos y celtas en las fuentes
griegas y fenicias, todas nuestras informaciones sobre estos pueblos, comenzando por
sus propios nombres, dependen de la percepción de los autores. Éstos emplean
concepciones previas del mundo, estereotipos y lugares comunes (los pueblos
civilizados habitan las costas y los lugares de fácil acceso, mientras que los más salvajes
se retiran a las montañas o a los lugares del interior) que aplican a las escasas noticias
reales que reciben de los viajeros que sí habían visitado la Península.
TEMA 1 – Ideas clave
Historia de España de la Edad Antigua y la Edad Media
Por último, Avieno ofrece también las primeras noticias escritas sobre la
colonización fenicia y púnica de las costas del sur de la Península, e incluso
de las fundaciones griegas más al norte, describiendo algunos de sus asentamientos.
Tras Rufo Festo Avieno, debemos mencionar sobre todo a Polibio. Este escritor era
hijo de un noble griego que había luchado contra Roma a comienzos del siglo II a.C., y
sus informaciones son extremadamente valiosas, pues Polibio viajó a la Península
Ibérica, y fue testigo directo de la guerra numantina. Aunque hemos perdido el
libro que dedicó en su Historia Universal a Hispania, conservamos muchísimas
referencias a él recogidas en autores posteriores, así como fragmentos de otros libros
dedicados a las Guerras Púnicas y a los enfrentamientos de Roma contra los celtíberos y
los lusitanos.
Polibio fue uno de los primeros autores conocidos en establecer una frontera
entre los iberos, habitantes de las zonas civilizadas, y los celtas,
pobladores de los extremos recónditos de la Península.
Según este autor, en Sagunto comenzaba un sistema montañoso que separaba Iberia de
Celtiberia, una frontera que continuaría con los propios Pirineos, que, recordemos,
para los autores clásicos discurrían de sur a norte, y no de este a oeste. De hecho,
Polibio señala que sólo la costa mediterránea de la Península había recibido una
denominación, la de Iberia, mientras que los territorios del interior, habitados por
tribus bárbaras, ni siquiera podían tener todavía un nombre.
Continuando con este mismo razonamiento, aquellos que residían en las regiones
intermedias, en contacto con los iberos y los colonos griegos y púnicos, recibirían con el
tiempo, ya a partir del siglo III a.C., el calificativo de celtíberos, aludiendo
precisamente a esa condición intermedia, que no les permitía formar parte aún de
las zonas civilizadas, pero que tampoco les consideraba bárbaros habitantes de lugares
remotos como los celtas. Parece que el étnico “celtíberos”, comienza a usarse por los
escritores romanos, durante el período de las Guerras Púnicas, y es Polibio el
primero en recogerlo.
Otros escritores griegos que realizan alguna referencia a la Península Ibérica son
Herodoto y Diodoro. El primero, que redactó sus Historias en el siglo V a.C.
menciona a algunos mercenarios íberos y celtas participando en la conquista
cartaginesa de Sicilia. Generalmente estos guerreros íberos combatían al servicio de
TEMA 1 – Ideas clave
Historia de España de la Edad Antigua y la Edad Media
los púnicos, aunque podían servir a otros intereses si así lo decidía su jefe. A partir
del siglo IV a.C., la presencia de mercenarios íberos en varios lugares del Mediterráneo
se hace muy habitual, actuando al servicio de ciudades sicilianas, griegas o púnicas.
Con la conquista de Hispania por parte de Roma se multiplican las referencias de los
autores romanos a la Península, y nuestro conocimiento de los pueblos que la
habitaban mejora considerablemente.
Al margen de Julio César, que estuvo varias veces en la Península y dejó
referencias a su territorio en algunas de sus obras, uno de los autores más
importantes para el conocimiento de Hispania es Estrabón.
Este geógrafo de origen griego, que murió en torno al año 20 a.C., redactó dieciséis
libros de una Geografía que describía todo el mundo conocido. Para documentarse
recorrió gran parte del Mediterráneo, aunque desafortunadamente nunca llegó a visitar
la Península Ibérica. Para las partes dedicadas a Hispania se basó en las obras de otros
autores, especialmente de escritores griegos de los siglos II-I a.C. como Posidonio o
Artemidoro de Éfeso, que sí que habían viajado a Hispania.
El libro III de la Geografía de Estrabón, es por tanto, gracias a la calidad de las fuentes
empleadas por el autor griego, una obra fundamental para el conocimiento de la
Península Ibérica en el complicado período de la conquista romana, entre
los siglos II y I a.C. Estrabón no sólo describe las costas y el interior de toda la
Península, sino que además aporta valiosísimas informaciones sobre los pueblos
indígenas, sus costumbres, religión, organización política y situación
geográfica. Se detiene además en cuestiones de interés geográfico, como las mareas,
la descripción de ríos y montes, etc.
En su descripción del sur de la Península, Estrabón se hace eco de la larga tradición
que atribuía inmensas riquezas al reino de Tartesos. Esa imagen idílica del
valle del Guadalquivir provenía de los primeros contactos comerciales de los fenicios y
los griegos con los pueblos de esta región. Al parecer los comerciantes habían quedado
impresionados por las grandes cantidades de metales preciosos (plata y oro) así como
de estaño y otros metales que podían obtenerse en las minas controladas por Tartesos,
dando origen a esa imagen de esplendor económico que se convertiría en legendaria
con el paso de los siglos.
TEMA 1 – Ideas clave
Historia de España de la Edad Antigua y la Edad Media
Una generación posterior a Estrabón, en torno al año 40 d.C., encontramos al
primer autor originario de la Península Ibérica que realizó una descripción
geográfica del territorio: Pomponio Mela.
Mela, que había nacido en la zona de la actual Tarifa, redactó una geografía en tres
volúmenes que se conserva en su totalidad y que dedica un amplio espacio a
Hispania. Su obra es especialmente importante por la atención que concede a la región
peor conocida de la Península en la Antigüedad, el Noroeste y la fachada
cantábrica.
Casi contemporáneo de Pomponio Mela es otro escritor muy importante para el
conocimiento de Hispania en la Antigüedad, Cayo Plinio Secundo, o Plinio “el
viejo”, autor de una enorme enciclopedia, titulada Naturalis Historia, publicada el
año 79 d.C. Plinio “el viejo”, que había estado personalmente en la provincia Hispania
Citerior, conocía bastante bien la Península, y le dedicó una considerable atención en
su obra: tres libros completos, el II, el III y el IV, dedicado a Lusitania, y constantes
referencias en otros puntos de la misma. Junto a Estrabón, es la fuente literaria más
importante para el conocimiento de Hispania en la Antigüedad. Plinio
menciona nombres de pueblos, de ciudades, de pequeños asentamientos, ríos, montes..,
señala a qué provincia y convento pertenecían, el rango jurídico de sus habitantes, sus
costumbres y monumentos significativos, los recursos naturales de cada región, y
anécdotas diversas de cada territorio.
Por último, resta sólo mencionar entre estos escritores a Claudio Ptolomeo, geógrafo
de Alejandría de mediados del siglo II d.C., que redactó una lista de las ciudades del
mundo conocido, (ca. 8000) indicando su situación geográfica, la provincia a la que
pertenecían y el pueblo que las habitaba. De Hispania llega a citar hasta 600 lugares.
TEMA 1 – Ideas clave
Historia de España de la Edad Antigua y la Edad Media
TEMA 1 – Ideas clave
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Los griegos en la Península Ibérica: de la leyenda a la Arqueología
“Mitos hispánicos”, en: J. Martínez-Pinna (ed.), Mito y Ritual en el Antiguo Occidente
Mediterráneo, Málaga, Universidad, 2002, pp.197-220
Artículo dedicado a las principales leyendas relacionadas con la Península Ibérica
recogidas en los autores griegos y romanos. Resulta de gran interés comprobar cómo se
aplican a la Península la mayoría de los tópicos que la mentalidad antigua relacionaba
con los confines del mundo.
El artículo está disponible en el aula virtual o en la siguiente dirección web:
http://descargas.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/hist/016048528701438263
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Webgrafía
Celtiberia
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Portal de cervantesvirtual dedicado a la Historia Antigua. Incluye un apartado
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materiales de calidad, especialmente artículos publicados en revistas y libros
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TEMA 1 – + Información
Historia de España de la Edad Antigua y la Edad Media
Bibliografía
BELÉN DEAMOS, M., Chapa Brunet. T. Mitología y mitos de la España prerromana
(2 vols.). Akal. Madrid. 1982/1986 y García Quintela, M. V. Mitología y mitos de la
España prerromana. Akal. Madrid. 1999.
GÓMEZ ESPELOSÍN, J. (et alii) La imagen de España en la Antigüedad clásica.
Gredos. Madrid. 1995.
TEMA 1 – + Información
Historia de España de la Edad Antigua y la Edad Media
Actividades
Trabajo: Glosario
A partir de este tema y hasta el tema 7 elabora un glosario con los términos más
significativos empleados en la asignatura entre los temas 1-7.
Las indicaciones generales sobre cómo realizar el glosario pueden encontrarse en la
clase magistral de este tema titulada “Cómo estudiar Historia Antigua de España”.
TEMA 1 – Actividades
Historia de España de la Edad Antigua y la Edad Media
Test
1. Decimos que un pueblo se encuentra en la Protohistoria cuando:
A. Comienza a emplear la escritura.
B. No emplea la escritura pero ha tomado contacto con otros que sí la manejan.
C. Comienza a forjar objetos de hierro.
D. Domina el arte de fundir objetos de bronce.
2. El escritor Avieno es célebre por haber redactado:
A. Los doce libros de la Historia.
B. La Historia Natural.
C. El itinerario de Antonio.
D. La Ora marítima.
3. Gadir es:
A. El nombre fenicio de Cádiz.
B. Un término griego que significa “isla”.
C. El nombre de un rey de Tartessos.
D. El nombre de la capital de los bastetanos.
4. Según Éforo los celtas:
A. Ocupan el poniente y el septentrión, en uno de los extremos del mundo.
B. Ocupan el valle del río Anas al sur de la Península Ibérica.
C. Ocupan la costa mediterránea junto al río Iber.
D. Ocupan el interior de la Península Ibérica.
5. El étnico “celtíberos” comienza a usarse:
A. Por los viajeros fenicios y griegos.
B. Por los historiadores romanos durante las Guerras Púnicas.
C. Por los historiadores púnicos tras la conquista de Sagunto.
D. Por Estrabón después de haber viajado a la Península Ibérica.
TEMA 1 – Test
Historia de España de la Edad Antigua y la Edad Media
6. Durante la Segunda Guerra Púnica (s. III a.C.) los pueblos del interior de la
Península Ibérica se encontraban en la:
A. Prehistoria.
B. Época altoimperial.
C. Época tardoantigua.
D. Protohistoria.
7. El término Iberia es usado preferentemente por:
A. Los reyes de Tartessos.
B. Los escritores griegos.
C. La Ora Marítima.
D. Los celtíberos de la Meseta.
8. El término Hispania puede guardar relación con:
A. La palabra fenicia Ispan, que significa “tierra al norte”.
B. El término ibérico Hispanía que quiere decir “tierra fértil”.
C. La palabra griega Ishpané que significa “tierra de los extremos”.
D. El topónimo latino Hispanis que hace referencia a ricas minas de oro.
9. La cultura ibérica, entendida en su sentido más amplio, se extendía entre:
A. El Ebro y Cartago Nova.
B. La colonia de Ampurias y la ciudad de Sagunto.
C. El Guadiana y el Guadalquivir.
D. El Ródano y las Columnas de Hércules.
10. El célebre santuario de Melkart (Hércules) se encontraba en:
A. Gadir.
B. Sagunto.
C. Cartago Nova.
D. Malaca.
TEMA 1 – Test
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