CRITERIOS PARA DIAGNOSTICAR OBESIDAD Los criterios actuales para diagnosticar la obesidad en adultos son: A. Indice de Masa Corporal (IMC): Se define como la relación del peso corporal en Kg. entre la estatura en (m)2. Es el indicador más utilizado para establecer el diagnóstico de sobrepeso y obesidad tanto en el ámbito clínico como epidemiológico. El IMC constituye la medida poblacional más útil, pues la forma de calcularlo no varía en función del sexo ni de la edad en la población adulta. B. Indice Cintura Cadera (ICC): Este indicador evalúa la distribución del tejido adiposo. Se obtiene al dividir en centímetros la circunferencia abdominal entre la circunferencia de la cadera, es un predictor independiente de factores de riesgo y morbilidad. Esta es una medida aceptable para evaluar el contenido de grasa abdominal antes y durante el tratamiento en la pérdida de peso. Los puntos de corte por sexo pueden ser utilizados para identificar el incremento relativo de riesgo para el desarrollo de obesidad asociado a factores de riesgo en muchos adultos con un IMC de 25 a 34.9 kg/m 2. C. Circunferencia Abdominal (CC): Es el indicador que evalúa el riesgo de las comorbilidades más frecuentes asociadas a la obesidad, caracterizado por un exceso de grasa abdominal. INDICE HOMA Es un modelo matemático desarrollado por DR Matthews, RC Turner y colaboradores del Laboratorio de Investigación de Diabetes de Radcliffe, Oxford UK, en 1985. Este modelo aporta una forma alternativa de cuantificar la IR y la disfunción de la célula β en el ser humano, y puede calcularse con sólo dos variables de muy fácil cuantificación: la glucosa e insulina plasmática en condiciones de ayuno. Se calcula a partir de : HOMA IR: Es una herramienta útil para predecir el riesgo de progresión a Diabetes y/o Síndrome Metabólico y eventualmente para reducir ese riesgo con intervenciones terapéuticas (dieta, ejercicio, medicamentos, por ejemplo). Cuando un paciente tiene "Resistencia a la Insulina" se considera que presenta una disminución de la función biológica de esta hormona que obliga a generar un incremento en sus concentraciones plasmáticas con el fin de mantener la homeostasis. Además, se le considera un factor de riesgo para enfermedades cardiovasculares como la Hipertensión Arterial y la Cardiopatía Isquémica o bien para desarrollar diabetes mellitus. También lo utilizan los profesionales de salud (médicos clínicos, nutriólogas, epidemiólogos) en casos de Hígado graso no alcohólico como predictor del Síndrome Metabólico.