TEMA 6 TEORIA DE LA DEMANDA DEL CONSUMIDOR

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TEMA 6 Teoría de la demanda del consumidor.
Otros desarrollos de la teoría de la demanda, en
especial, la teoría de la preferencia revelada y
la teoría de la demanda de características.
TEORÍA DE LA DEMANDA DEL CONSUMIDOR
Utilidad total:
La utilidad total corresponde a la satisfacción total que obtiene un individuo por
el consumo de una cierta cantidad de bienes o servicios.
La utilidad total se calcula como la suma de las utilidades que nos reporta el
consumo de una determinada cantidad de bienes o servicios.
La curva de utilidad total (como podemos ver más abajo) tiene un
comportamiento ascendente hasta que se llaga a un punto de saturación en
donde comienza a caer. La forma de la curva se explica por el hecho de que a
medida que vamos consumiendo unidades adicionales de un bien o servicio
cada vez los valoramos menos, hasta que llegamos a un punto en donde ya no
queremos consumir más.
Ejemplo de utilidad total
Un ejemplo que refleja con claridad el comportamiento de la utilidad total es el
consumo de alimentos. Supongamos que tenemos mucha hambre y pasamos
por una pastelería. El primer pastel que comamos nos entregará una alta
utilidad ya que calma nuestra hambre. El segundo pastel aún lo disfrutamos
pero ya no tenemos tanta hambre. El tercer pastel nos entrega poca utilidad ya
que nos estamos llenando. El cuarto pastel ya comienza a ser demasiado.
Definitivamente el quinto ya no nos entregará ninguna utilidad e incluso podría
hacernos mal.
En términos económicos decimos que la utilidad total es la utilidad que nos
brinda el consumo de todas las unidades del bien (en este caso 5 pasteles). La
utilidad marginal por su parte, es la utilidad que nos brinda cada unidad
adicional del bien (la utilidad de cada pastel adicional que vamos
consumiendo).
La utilidad total es creciente cuando la utilidad marginal es positiva. Esta última
presenta una curva decreciente, cada unidad adicional entrega menos utilidad
que la anterior e incluso puede volverse negativa (cuando el consumo de una
unidad adicional nos hace daño).
Cuando el consumo de una unidad adicional ya no entrega utilidad al
consumidor (la cuarta unidad de pastel nos deja saturados) se dice que hemos
llegado al punto de saturación.
Gráficos de utilidad total
En el siguiente gráfico podemos ver las curvas de utilidad total y utilidad
marginal de nuestro ejemplo. Como vemos, la primera es creciente hasta que
consumimos el cuarto pastel (punto de saturación) en donde comienza a ser
decreciente.
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La curva de utilidad marginal en tanto, es siempre decreciente, llegando a ser
negativa en el quinto pastel (pasado el punto de saturación).
Utilidad Total y Utilidad Marginal
Utilidad marginal:
La utilidad marginal es la utilidad que obtenemos por el consumo de una unidad
adicional de un bien o servicio.
La utilidad marginal (UM) se refiere al concepto de “adicional” o “extra”, se trata
de la utilidad que se agrega o añade cuando consumimos una unidad más de
un bien o servicio.
Depende de las preferencias del consumidor, las que no siempre son
conocidas. No obstante, independientemente de su forma o nivel, los
economistas suelen coincidir en que se generalmente se cumple que a medida
que aumenta el consumo de una unidad adicional, la utilidad que obtenemos va
cayendo. Este fenómeno fue reflejado en la llamada “ley de utilidad marginal
decreciente”.
Ejemplo de utilidad marginal
A continuación presentamos un ejemplo que se refiere al consumo de pan.
Suponga que un consumidor tiene mucha hambre y decide comprar una unidad
de pan. La utilidad que obtiene por este primer pan es de 50. Luego, decide
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comprar una unidad adicional, esta le reporta una utilidad de 30. Luego, decide
consumidor otra unidad, la que le da una utilidad de 10. Finalmente, compra
otra unidad la que ya no le reporta ninguna utilidad pues ya no tiene hambre y
ha comido bastante (ha llegado al punto de saturación).
La utilidad que reporta cada unidad de pan adicional es la utilidad marginal, la
que es decreciente puesto que el consumidor valora cada vez menos el pan
una vez que ya ha consumido una unidad.
En el siguiente gráfico vemos la curva de utilidad marginal de este ejemplo:
Relación entre utilidad total y utilidad marginal
La utilidad marginal (UM) tiene una relación directa y se deriva de la curva
de utilidad total(UT). Esta última es la satisfacción o utilidad que obtiene un
individuo por el consumo de una cierta cantidad de bienes o servicios.
La utilidad marginal, es el cambio en la utilidad total cuando se consume una
unidad adicional de bien o servicio.
Curvas de indiferencias:
En microeconomía las curvas de indiferencia o de "preferencia" se definen
como los conjuntos de puntos en el espacio de combinaciones de bienes para
los que la satisfacción del consumidor es idéntica, es decir que para todos los
puntos pertenecientes a una misma curva, el consumidor no tiene preferencia
por la combinación representada por uno sobre la combinación representada
por otro. La satisfacción del consumidor se caracteriza mediante la función de
utilidad en la que las variables son las cantidades de cada bien representadas
por el valor sobre cada eje.
Un ejemplo de mapa de indiferencia con dos bienes elegibles X e Y y tres
curvas de indiferencias, es decir tres niveles de satisfacción distintos.
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Tasa marginal de sustitución:
La tasa marginal de sustitución se refiere a la cantidad de un artículo que un
consumidor está dispuesto a renunciar para obtener una unidad de otro
artículo, manteniendo constante el nivel de satisfacción (permaneciendo en la
misma curva de indiferencia). A medida que el individuo se mueve hacia abajo
en una curva de indiferencia la tasa marginal de sustitución disminuye. La TMS
es la pendiente de la curva de indiferencia.
Características de las curvas:
Las curvas de indiferencia presentan, entre otras, las siguientes características
básicas:
Tienen pendiente negativa,
Son convexas al origen,
No pueden intersecarse.
El nivel de satisfacción es mayor en la medida en que se aleje del origen.
Pendiente negativa: la posición descendente de la curva, de izquierda a
derecha, nos indica que un consumidor debe sacrificar cierta cantidad de un
bien para obtener alguna cantidad de otro a fin de que la utilidad total
permanezca inalterable. En el ejemplo de los paseos a playa y las comidas en
restaurantes, el consumidor debe sacrificar algunas comidas en restaurantes
por ir una vez más a playa para que la utilidad total permanezca igual.
Convexidad: indica que tiene una posición cuya parte más prominente da al
origen. La convexidad depende de las combinaciones de bienes.
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No pueden intersecarse: Si las curvas de indiferencia que se intersecaran
implicarían que los niveles superiores de utilidad podrían lograrse con una
cantidad constante o decreciente de ambos bienes. Para el ejemplo que
estamos analizando, cantidades mayores o menores de paseos y comidas
producirían el mismo nivel de utilidad.
Nivel de satisfacción: nos indica que entre más lejos esté la curva del origen,
mayor será el nivel de satisfacción, debido a que una curva de indiferencia más
alta implica mayor cantidad de bienes en cada combinación de ellos, que una
curva más baja, por lo tanto, mayor es la utilidad para el consumidor.
Línea de restricción presupuestal:
La línea de restricción presupuestal muestra todas las diferentes
combinaciones de los dos satisfactores que un consumidor puede comprar
dados su ingreso monetario y los precios de ambos satisfactores. Si el
consumidor dedica todo su ingreso al consumo de bienes, la parte dedicada a
un bien sería multiplicar la cantidad de dicho bien por su respectivo precio. De
igual forma procederíamos con los demás bienes si distribuimos nuestro
presupuesto en varios de ellos.
Matemáticamente podemos representar la restricción presupuestal de la
siguiente forma:
Indican el número máximo de bienes de X que se compran cuando Y es cero y
el máximo de Y que se adquieren cuando X se hace cero.
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Equilibrio del consumidor:
El equilibrio del consumidor es aquel punto en el que un consumidor encuentra su
mayor utilidad para unos precios y una renta dada. El consumidor se encuentra en
equilibrio cuando con la renta o presupuesto que dispone cuando puede adquirir los
bienes que le reportan la mayor satisfacción.
El equilibrio se obtiene de aquella combinación de bienes X e Y, que estando al
alcance del consumidor (dentro del espacio presupuestario) permite obtener el mayor
nivel de utilidad, es decir, se encontrará en la curva de indiferencia más elevada.
Para obtener el equilibrio, el consumidor deberá conocer sus gustos y su restricción
presupuestaria, que va a depender del nivel de renta y de los precios de los bienes,
por ello gráficamente podemos representarlo como el punto de tangencia entre la
restricción presupuestaria y la curva de indiferencia.
Curva de ingreso consumo y la de engel:
CURVA DE INGRESO CONSUMO
Es el lugar geométrico de puntos de equilibrio del consumidor que resulta
cuando solo varía el ingreso del consumidor.
Suponga que varía el ingreso del consumidor a $9.00 y a $12.00, determinar
nuevamente, los puntos de equilibrio de cada ingreso.
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Máx X= 9/1.5=6⁄(2=3) Máx Y= 9/1=9⁄2=4.5
Máx X= 12/1.5=8⁄(2=4) Máx Y= 12/1=12⁄(2=6)
La curva de Engel:
Nos muestra como varía la demanda de un bien ante un cambio en el ingreso,
considerando que los precios de los bienes se mantienen constantes.
Para cada nivel de ingreso, existe una canasta de bienes óptima que depende
de las preferencias del consumidor. En términos gráficos, la canasta óptima
para un nivel dado de ingreso es el punto de tangencia entre la curva de
indiferencia y la recta de balance o restricción presupuestaria. Cuando cambia
el ingreso disponible del consumidor, su demanda por los bienes se ajusta,
este ajuste es lo que se refleja en la curva de engel.
Precio consumo y la curva de demanda del consumidor:
La curva precio-consumo: es la curva que representa el conjunto de las
infinitas combinaciones de equilibrio del consumidor que obtiene modificando el
precio de un bien y manteniendo constante la renta, los gustos y el precio del
otro bien.
Por ejemplo, si partimos de una situación de equilibrio del consumidor E1,
dados unos precios Px y Py. Cuando el precio del bien X baja, con el mismo
presupuesto podemos comprar más cantidad de X (al permanecer constante la
renta), es decir, se amplía el espacio presupuestario pivotando la recta de
balance hacia la derecha.
En microeconomía, la curva de demanda es el gráfico que representa la
relación entre el precio de un determinado bien o servicio y el nivel o
cantidad de demanda que los consumidores aceptan.
LA TEORÍA DE LA PREFERENCIA REVELADA
Cuando hablamos de averiguar las preferencias de los individuos
examinando su conducta, tenemos que suponer que estas no varían
mientras lo hacemos. Si bien este supuesto no es muy razonable cuando
consideramos periodos de tiempo muy largos, para periodos mensuales
o trimestrales como los que suelen utilizar los economistas, resulta
bastante ajustado a la realidad.
La preferencia revelada
Para cada presupuesto hay una única cesta demandada. Este supuesto,
aunque no es necesario en la teoría de la preferencia revelada, facilita la
exposición. Este argumento también se cumple en el caso de todas las
cestas que se encuentran en o por debajo de la recta presupuestaria y
que no son la demandada. Dado que podrían haberse comprado con el
presupuesto dado, y que no lo han hecho, la que se ha comprado debe
ser mejor.
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Aquí es donde tenemos que recurrir al supuesto que hay una única
cesta demandada para cada presupuesto. Si las preferencias no son
estrictamente convexas, de modo que las curvas de indiferencia tienen
segmentos rectos, puede que algunas de las cestas que se encuentren
en la recta presupuestaria sean tan buenas como la demandada.
La preferencia revelada es una relación que se cumple entre la cesta
demandada realmente con un presupuesto dado y las que podrían
haberse demandado con ese presupuesto. El término “preferencia
revelada” es, en realidad, algo engañoso. Inherentemente no tiene
relación alguna con las preferencias, aunque antes hemos visto que, si
el consumidor toma decisiones optimas, los dos conceptos están
estrechamente relacionados entre sí. En lugar de decir que “el
consumidor revela que prefiere X a Y”, sería mejor decir que “el
consumidor elige X en vez de Y”. Cuando decimos que el consumidor
revela que prefiere X a Y, lo único que decimos es que elige X cuando
podría haber elegido Y.
De la preferencia revelada a la preferencia
El principio de la preferencia revelada. Sean (x1, x2) la cesta elegida
cuando los precios son (p1, p2) y sea (y1, y2) otra cesta tal que p1x1
+p2x1 > p1y1 + p2y2. En este caso, si el consumidor elige de entre las
cestas asequibles la cesta optima, debe cumplirse que (x1, x2)> (y1,
y2).
Esta es la razón por la que sería mejor decir que “se elige” una cesta en
vez de otra. En ese caso, formularíamos el principio de la preferencia
revelada diciendo: “Si se elige la cesta X en vez de la Y, debe preferirse
la X a la Y”. En esta formulación, es evidente que el modelo de conducta
nos permite utilizar las elecciones observadas para hacer algunas
deducciones sobre las preferencias subyacentes. Si un consumidor
revela directa o indirectamente que prefiere una cesta a otra, decimos
que prefiere la primera a la segunda
Recuperación de las preferencias
Observando las elecciones que realiza el consumidor, podemos conocer
sus preferencias. Conforme observamos un mayor número de ellas,
podemos realizar una mejor estimación de las preferencias del
consumidor.
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El axioma débil de la preferencia revelada
Hasta ahora hemos supuesto que el consumidor tiene preferencias y
que siempre elige la mejor cesta de bienes que puede adquirir. Si no se
comporta de esta manera, no tienen ningún sentido las estimaciones de
las curvas de indiferencia que hemos realizado antes.
La teoría de la elección del consumidor implica que esas observaciones
no son posibles. Si el individuo elige las mejores cosas que puede
adquirir, entonces las cosas que están a su alcance, pero que no elige,
deben ser peores que las que elige. Los economistas han formulado
esta sencilla idea en un axioma básico de la teoría de consumidor.
Axioma débil de la preferencia revelada. Si un consumidor revela
directamente que prefiere (x1, x2) a (y1, y2) y las dos cestas no son
iguales, no puede ocurrir que revele directamente que prefiere (y1, y2) a
(x1, x2).
El axioma fuerte de la preferencia revelada
Ya hemos señalado que, si un consumidor revela que prefiere la cesta
de bienes X a la Y, y la Y a la Z, debe preferir, de hecho, la X a la Z. Si
tiene preferencias compatibles, nunca deberá observarse una secuencia
de elecciones que revele que prefiere la Z a la X. El axioma débil de la
preferencia revelada exige que, si el consumidor revela directamente
que prefiere X a Y, nuca debemos observar que revela directamente
que prefiere Y a X. El axioma fuerte de la preferencia revelada exige
que se cumpla el mismo tipo de condición en el caso de la preferencia
revelada de forma indirecta. En términos más formales:
Axioma fuerte de la preferencia revelada. Si un consumidor revela,
directa o indirectamente, que prefiere (x1, x2) a (y1, y2) y (y1, y2) es
diferente de (x1, x2), no puede revelar, ni directa ni indirectamente, que
prefiere (x1, x2) a (y1, y2)En termino generales, dado que las preferencias subyacentes del
consumidor deben ser transitivas, también deben serlo sus preferencias
reveladas. Por lo tanto, el axioma fuerte la preferencia revelada es una
consecuencia necesaria de la conducta optimizadora: si un consumidor
siempre elige las mejores cosas que están a su alcance, el
comportamiento observado debe satisfacer el axioma. Lo que resulta
sorprendente es que toda la conducta que satisfaga el axioma fuerte
puede considerarse optimizadora en el siguiente sentido: si las
elecciones observadas satisfacen el axioma fuerte de la preferencia
revelada, siempre podemos encontrar unas preferencias regulares que
podrían haberlas generado. En este sentido, el axioma fuerte de la
preferencia revelada es una condición suficiente para que la conducta
sea optimizadora.
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Lo que significa es que le axioma fuerte de la preferencia revelada nos
da todas las restricciones que impone a la conducta el modelo del
consumidor optimizador, pues si las elecciones observadas satisfacen
este axioma, podemos “construir” preferencias que podrían haberlas
generado. Así pues, el axioma fuerte de la preferencia revelada es una
condición necesaria y suficiente para que las elecciones observadas
sean compatibles con el modelo económico de la elección del
consumidor.
Los números índices
Si utilizamos los pesos de los precios del periodo b, el índice que
obtenemos se denomina índice de Laspeyres y si utilizamos los precios
del periodo t, el índice que obtenemos se denomina índice de Paasche.
Ambos índices muestran qué ha ocurrido con el consumo “medio”, pero
utilizan pesos distintos en el proceso de cálculo de la media.
Los índices de precios
Los índices de precios funcionan de forma muy parecida. En general,
son medias ponderadas de los precios. En este caso, para calcular las
medias es natural elegir como pesos las cantidades. Obtendremos dos
índices diferentes, dependiendo de los pesos que elijamos. Si elegimos
las cantidades del periodo t, obtenemos el índice de precio de Paasche,
y si elegimos las cantidades del periodo base, obtendremos el índice de
precios de Laspeyres.
LA TEORÍA DE LA DEMANDA DE CARACTERÍSTICAS
La teoría de la demanda de características establece que los
consumidores obtienen la utilidad no de los contenidos de la cesta de
bienes, sino de las características de los bienes que se encuentran en
ella. Esta teoría fue desarrollada por Kelvin Lancaster en 1966 en su
artículo “A New Approach to Consumer Theory” (Una nuevo enfoque a
la teoría del consumidor).
Este enfoque nos permite predecir cómo las preferencias cambiarán
cuando cambiemos las opciones o cestas presentadas a los
consumidores mediante el estudio de cómo cambian en función de los
cambios en las características presentes en los bienes. En la teoría
convencional, la introducción de una nueva opción implica que no
podemos predecir con seguridad cómo podría encajar en el mapa de
preferencias del consumidor. Sin embargo, basándonos en un estudio
de las características más que en los bienes o servicios implícitos,
podemos predecir cómo los cambios afectarán al comportamiento del
consumidor sin necesidad de empezar otro proceso empírico.
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Esto nos permite calcular ‘precios sombra’ para diferentes atributos, sin
tener un precio para el bien en sí, asociando la utilidad a las
características que conforman el bien, más que al bien en sí. Con estos
‘precios sombra’ podemos resolver los problemas de maximización de la
utilidad para cestas u opciones en las que no tenemos pruebas
empíricas, ya que la demanda de Lancaster también se presta a la
construcción de las funciones de utilidad, basadas en la cantidad de
cada atributo más que en la cantidad de cada tipo de bien en una cesta
concreta.
Demanda de caracteristicasLa teoría de la demanda de
características también ayuda a justificar la existencia de marcas. Las
marcas de lujo son capaces de fijar un precio mayor para sus productos
diferenciándose de competidores que vendan bienes similares. En el
primer gráfico, si suponemos que ambas marcas tienen las mismas
características (o atributos) y son competidores, elegiremos la cesta que
maximice nuestro consumo total. Esto significa que tenderemos a optar
a la marca más barata, lo que nos permite alcanzar la curva de utilidad
más alta: para una cantidad dada de dinero, somos capaces de comprar
tanto una cierta cantidad de la marca 1 (punto B), como una cierta
cantidad de la marca 2 (punto A). Elegiremos A al estar en una curva de
indiferencia más alta. El punto C representa una curva de utilidad mayor
alcanzada debido a una bajada de precio de la marca 1. Sin embargo,
aunque la marca 1 se haya vuelto más barata, seguiremos consumiendo
A, ya que sigue estando en una curva de indiferencia más alta.
En el segundo gráfico, si analizamos la demanda de Lancaster, nuestras
funciones de utilidad estarán basadas en los atributos que cada cesta
contenga más que en la cantidad de cada tipo de bien. Aquí ya no es
“todo o nada” – podemos optar por curvas de demanda convexas que
representen nuestras preferencias por la variedad en el consumo: el
punto C. Esta vez, si el precio de una marca baja, cambiaremos nuestra
decisión: podemos optar por el punto D.
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