El gobierno posterga bancarización y realizará un plan piloto con población de ingresos medios y bajos Con el fin de estimular la “bancarización”, el Poder Ejecutivo comenzará a realizar cambios regulatorios y legales para poner en marcha un plan piloto como escenario previo a la bancarización en el Uruguay. Este mecanismo permitirá a la población prescindir del dinero y realizar la mayor cantidad posible de transacciones a través de tarjetas de crédito. El Ministerio de Economía planeaba anunciar los detalles de este nuevo plan a principios del 2011, pero se pondrá en marcha en pocos meses con un plan de prueba con el que se realizará la inclusión financiera de la población de ingresos medios y bajos que reciben subsidios del Estado. Posteriormente, el plan completo comenzará a implementarse los primeros meses del 2012, según informó el semanario Búsqueda. Las autoridades gubernamentales denominan este plan como de “inclusión financiera”, que busca básicamente estimular el uso de los medios de pago electrónicos (como tarjetas de crédito y débito) y que muchas transacciones económicas se realicen a través de canales bancarios, incluso mediante el pago forzoso de salarios y pasividades. Desde la óptica del fisco, una de sus ventajas es la formalización de muchas operaciones, lo que facilita su control. El equipo económico había anunciado formalmente en mayo del 2010, en un encuentro con ejecutivos del sistema financiero, la conformación de una comisión integrada por delegados de los bancos y del gremio de trabajadores del sector para trabajar en el diseño de medidas de bancarización. Según se dijo en ese momento, dicho grupo debía culminar su tarea “no mas allá de agosto”. Sin embargo la comisión se reunió unas pocas veces y otros temas ganaron espacio en la agenda de los funcionarios del Ministerio de Economía, explicaron las fuentes. “El plan está en suspenso” hasta los primeros meses de 2012 y lo que se implementará en octubre será una experiencia “piloto” con las tarjetas que entrega el Ministerio de Desarrollo Social para subsidiar la compra de alimento a los hogares de ingreso bajo y con las asignaciones familiares, que serán abonadas a través de medios electrónicos, informaron. Como parte de esa experiencia, a quienes reciban esos subsidios les será reintegrado lo que paguen por concepto del Impuesto al Valor Agregado (IVA) en sus consumos. Con este piloto se trata de “ir avanzando en dirección de desarrollar una plataforma tecnológica y de una mayor disponibilidad de POS” (aparatos lectores de tarjetas que utilizan los comercios), comentaron las fuentes oficiales. En general, los almaceneros, supermercados y otros comercios de zona donde vive la población de ingresos bajos o medios, carecen de esos dispositivos. Pero las autoridades estiman que esa experiencia será un “incentivo interesante” para que los comerciantes los adopten e incluso consideran la posibilidad de darles algún beneficio económico para que lo hagan. Pero si bien los cambios más profundos que promoverá el Poder Ejecutivo a favor de la bancarización se concretarán a partir de 2012, los bancos buscan hacer más rentable su negocio en el actual contexto de bajas tasas de interés. También otro tipo de entidades (como las redes de cobranza) ven allí oportunidades y pretenden ofrecer ciertos servicios bancarios. Sin cash “Se ha postergado un poco, pero por buenas razones porque se está trabajando”, reconoció el ministro de Economía, Fernando Lorenzo. “El proceso de bancarización que debemos impulsar es tan solo adelantar cosas que de todos modos van a ocurrir”, explicó ese jerarca. Y se explayó “seamos sinceros: el proceso de extensión de los servicios financieros por vía electrónica, que la res de transacciones esté soportada sobre transacciones electrónica, es un fenómeno que va a ocurrir por razones tecnológicas. El tema es si lo aceleramos, lo ordenamos y el Estado lo apoya. No es más que eso. Va a ocurrir igual y ya está ocurriendo”. Lorenzo, que acababa de llegar de un viaje a Estados Unidos, contó luego: “Visité (…) cinco países en el último mes. En el único lugar donde necesité cash para algo fue en Uruguay. En el único lugar que necesité hacer una transacción que no pasara por plástico o por otra forma electrónica fue en Uruguay. O sea, no vas a ningún lado (y no hablo de países desarrollados, San Pablo). No existe el cash. Nosotros tenemos un atraso relativo en ese sentido.” “Les pido que lo miren así: si el Plan Ceibal se hizo sobre tecnologías disponibles, el proceso de bancarización también. Es nada más que acelerar un proceso que de todos modos va a ocurrir. Hay que desdramatizarlos, ordenarlos y ponerlo en términos de valoración social”, alegó el ministro. Señaló que las “ganancias de bienestar que puede llegar a ocurrir por un proceso de bancarización ordenado”, no “tienen comparación con ningún otro hecho macroeconómico”. “Yo creo que un país en el que por la forma de financiamiento y ahorro de la gente, las tasas de interés de acceso para cualquier consumidor del mercado son de 40 y 50 puntos porcentuales, las ganancias de bienestar que tiene llevar esto a nivel bancario ordenado, son las más grandes ganancias de bienestar que tiene llevar esto a nivel bancario ordenado, son las más grandes ganancias de bienestar que puede llegar a tener nuestro país”, insistió. Para Lorenzo, “esto es fascinante”, porque se trata de una “política de una enorme capacidad de mejorar el bienestar. Estamos trabajando en ello”. Poco bancarizados Los servicios financieros para los residentes en Uruguay son prestados básicamente por una docena de bancos comerciales privados y dos estatales, una cooperativa financiera, cerca de una quincena de administradoras de créditos, 75 casas de casas de cambio. Según un informe sobre el sistema bancario regional elaborado por la Federación Latinoamericana de Bancos (Felaban), los créditos y otros activos representan cerca de 60% del Producto Bruto Interno (PBI) de Uruguay, frente a la casi 140% en Chile, aproximadamente 120% en Brasil y en torno a 80% en Costa Rica. En Nicaragua, Bolivia, Venezuela, Guatemala, Colombia y Perú ese ratio ronda el 40%. En los países desarrollados la relación activos/PBI es superior a 100%, remarca Felaban. En Uruguay hay unos 1,5 millones de titulares de cuentas de depósitos bancarios que viven en el país. Casi cinco de cada diez personas están bancarizadas (calculada como esa cantidad de depositantes por cada 10.000 habitantes), pero la situación es muy dispar por departamentos: mientras en Rivera sólo dos de cada diez tienen una cuenta, en Montevideo esa relación es de ocho. El uso de tarjetas de crédito (emitidas por aproximadamente una quincena de financieras o bancos) está algo más extendido y hay en circulación más de dos millones. Los gastos abonados a través de ese medio de pago cada mes rondan los U$S 239 millones, según datos del Banco Central. Las tarjetas de débito emitidas, que sirven para pagar los gastos mediante un débito directo de una cuenta bancaria, son muchas menos. Los uruguayos disponen de menos de una sucursal bancaria por cada 10.000 habitantes. Esa relación es de 1,6 en Brasil, de 1,2 en Chile y de 1 en Colombia. En algunos países europeos, por ejemplo, hay más de diez agencias por cada 10.000 personas. Además hay en funcionamiento algo más de 500 cajeros automáticos para aproximadamente 3,5 millones de habitantes, lo que hace una relación de 1,5. Ese cociente es mucho más alto en los principales países de la región; Brasil es el extremo, con unas 175.000 de esas terminales de banca automática para cerca de 200 millones de personas (lo que hace un ratio de aproximadamente 9). El pago obligatorio de salarios a través de cajeros automáticos o de cuentas bancarias, el abono de impuestos mediante débitos desde la cuentas de corrientes de las empresas, la rebaja sensible del IVA para los consumos hechos con tarjetas de débito o crédito (como rige actualmente en los restaurantes), son algunas de las medidas que proponen las instituciones financieras para estimular la bancarización. Acciones de ese tipo han sido adoptadas por algunos países de la región para llevar los servicios financieros a más gente.