Ámbito Financiero, pág. 6, 30/9/15 Bancarización, poderosa herramienta de inclusión Por Alejandro Vanoli PRESIDENTE DEL BANCO CENTRAL DE LA REPÚBLICA ARGENTINA El desarrollo con equidad social que impone la Carta Orgánica del Banco Central como parte de su mandato incluye el objetivo de promover más y mejores servicios y prestaciones financieras. Se trata entonces de avanzar en una política de bancarización, pero no de cualquier manera: el camino a recorrer es el de la bancarización inclusiva, para igualar derechos en términos de acceso, utilización y calidad de los servicios financieros. Más bancarización significa mayor inclusión social y una ampliación de los derechos ciudadanos, esto es, la estructuración de una verdadera "ciudadanía financiera". También significa promover el ahorro, mejorar el acceso al crédito y garantizar una amplia protección de los derechos de los usuarios de servicios financieros. En la Argentina se ha avanzado sustancialmente en esta materia. Quince años atrás el sistema financiero atravesaba una crisis muy seria y hoy, a partir de la orientación del Estado, es un sistema solvente, que está cada vez más vinculado con la economía real. En otras palabras, mientras en 2002 muchos pensaban en que el sistema financiero no podría recuperarse, hoy se está hablando de digitalización y localización de las prestaciones bancarias. En los últimos meses se puso en marcha un Plan Nacional de Bancarización Inclusiva, que comprende diversas medidas orientadas a extender la bancarización a amplios sectores de la población que estaban excluidos, así como a localidades en todo el territorio nacional que contaban con escasas o nulas prestaciones financieras. Entre las principales acciones desarrolladas en el marco de este plan pueden mencionarse las siguientes: •Se amplió el carácter gratuito de las transferencias bancarias inmediatas hasta 50.000 pesos diarios, ya sea por ventanilla o por medios electrónicos. Casi el 99% de las transferencias realizadas en el último trimestre fue gratuito. •Se aumentó el monto máximo de acreditaciones y el saldo máximo de la Cuenta Gratuita Universal a cuatro veces el valor del salario mínimo, vital y móvil. Con la apertura de esta cuenta, que es obligatoria para las entidades financieras, el usuario recibe de manera automática una tarjeta de débito. •Se modificaron los criterios para autorizar la instalación de sucursales bancarias, con el objetivo de estimularlas en las regiones con menor infraestructura financiera. Así, localidades que no contaban con adecuadas prestaciones financieras comenzaron a ofrecerlas, con el consiguiente beneficio para amplios sectores de la población. Paralelamente, se registró un aumento en la cantidad de cajeros automáticos y también se promovió el empleo en el sector. •A través de la Línea de Crédito de Inversión Productiva se logró que el crédito se dirija con mayor énfasis a las regiones con menor desarrollo económico y menor acceso al financiamiento. •Se suprimieron costos por extracciones en todos los cajeros para los clientes de cuentas destinadas a la acreditación de haberes, jubilaciones y planes sociales. A la vez, se dispusieron medidas para mejorar la accesibilidad a cajeros automáticos para personas con discapacidad visual. •Se está trabajando con todos los sectores involucrados en la generación de una única autopista informática que promueva un sistema integrado de pagos en la Argentina. Una parte fundamental del Plan Nacional de Bancarización Inclusiva es la Educación Financiera. No puede haber real inclusión financiera si la población no cuenta con los elementos apropiados para conocer y defender sus derechos. Así, el Banco Central viene desarrollando acciones educativas dirigidas a niños, jóvenes, adultos y docentes. Se ha establecido un Curso de Educación Financiera dirigido a docentes, como parte de un convenio con el Ministerio de Educación, al tiempo que decenas de colegios han recibido visitas educativas por parte de personal y autoridades del BCRA, en el marco del plan El Banco Central va a la Escuela. Asimismo, el BCRA abrió sus puertas a la comunidad educativa y a la población en general, mientras está próximo a editarse un Diccionario de Educación Financiera para jóvenes. En definitiva, se trata de asumir un rol activo en materia de ampliación de los servicios bancarios, apuntando a la inclusión de los sectores y regiones más postergados y atendiendo a la vez al impacto de las nuevas tecnologías. La extensión de las prestaciones bancarias es hoy, sin duda, uno de los motores del desarrollo.