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GUIA DE PRACTICA CLINICA
TRASTORNOS MENTALES DEBIDO AL
CONSUMO DE ALCOHOL Y OTRAS
SUSTANCIAS. ICSN 2015
Director del Proyecto:
Dr. Ivan Jimenez Rojas. Medico Psiquiatra.
Grupo Desarrollador de la Guia:
Coordinador: Dr. Saul Martinez Villota. Medico Psiquiatra
Dra. Carolina Alba Rosero. Medico Psiquiatra
Dra. Maria Fernanda Bonilla. Medico Psiquiatra
Especialista Revisor:
Dr. Jorge Aldas Gracia. Medico Psiquiatra. Magister en
Bioetica. Especialista en Adicciones.
Guía de Práctica Clínica
Trastornos Mentales y del Comportamiento debido al Consumo de Alcohol y
Sustancias Psicoactivas
ICSN – Clínica Montserrat
Tabla de Contenido
1. Preguntas que resuelve esta Guía
2. Tabla de Resumen de Recomendaciones para Trastornos Mentales y del
Comportamiento debido al Consumo de Múltiples Sustancias
3. Metodología
4. Definiciones
5. Evidencia y Recomendaciones
5.1. Diagnóstico y Cuadro Clínico de los Trastornos Mentales y del
Comportamiento debido al Consumo de Múltiples Sustancias
5.2. Factores de Riesgo
5.3. Factores Protectores
5.4. Epidemiología
5.5. Etiología
5.6. Fisiopatología
5.7. Intervención o Consejería Breve en Adicciones
5.8. Tratamiento
5.8.1. Farmacológico
5.8.2. Psicosocial
5.9. Hospitalización
5.10.
Egreso hospitalario
5.11.
Seguimiento
5.12.
Valoración del Riesgo de Suicidio
6. Algoritmos de Diagnóstico y Tratamiento de los Trastornos Mentales y del
Comportamiento debido al Consumo de Múltiples Sustancias
7. Bibliografía
8. Indicadores
9. Anexos
9.1. Criterios Diagnósticos para los Trastornos Mentales y del Comportamiento
debido al Consumo de Múltiples Sustancias CIE10
9.2. Criterios Diagnósticos para los Trastornos Mentales y del Comportamiento
debido al Consumo de Múltiples Sustancias DSM-IV-TR
9.3. Test de dependencia a la Nicotina-Test de Fagerström
9.4. Cuestionario para detectar patrón de consumo de Alcohol: Test de
identificación de Trastornos por Consumo de Alcohol (AUDIT)
9.5. Cuestionario CAGE-medición del patrón de consumo de alcohol
9.6. Escala de clasificación de la severidad de la abstinencia a alcohol-CIWAR-Ar
9.7. Escala objetiva de la Abstinencia de Opioides (Objetive Opiate Withdrawal
Scale OOWS)
9.8. Valoración del riesgo suicida
9.9. Escala SAD-Persons
9.10.
Escala Apgar Familiar
1. Preguntas que resuelve esta Guía
1. ¿Cómo se realiza el diagnóstico de Trastornos Mentales y del Comportamiento
debido al Consumo de Múltiples Sustancias?
2. ¿Cuáles son los principales factores de riesgo asociados al consumo de sustancias
psicoactivas?
3. ¿Qué intervención inicial se debería realizar en pacientes con consumo de
sustancias psicoactivas?
4. ¿Cuáles son los diagnósticos diferenciales de los Trastornos Mentales y del
Comportamiento debido al Consumo de Múltiples Sustancias?
5. ¿Qué exámenes paraclínicos se solicitan para confirmar la existencia de un
Trastorno Mental y del Comportamiento debido al Consumo de Múltiples
Sustancias?
6. ¿Cuáles son las principales comorbilidades orgánicas que se encuentran en los
pacientes con consumo de sustancias psicoactivas?
7. ¿Qué exámenes paraclínicos se solicitan para confirmar la existencia de
comorbilidad orgánica en estos pacientes?
8. ¿Qué medidas terapéuticas existen para los pacientes con comorbilidad orgánica
asociada a consumo de sustancias psicoactivas?
9. ¿Cuáles son las opciones terapéuticas farmacológicas y no farmacológicas eficaces
y disponibles para el manejo de los Trastornos Mentales y del Comportamiento
debido al Consumo de Múltiples Sustancias en los pacientes adultos de la clínica
Montserrat?
10. ¿Qué criterios debe considerar el clínico para indicar un manejo hospitalario a
pacientes con Trastornos Mentales y del Comportamiento debido al Consumo de
múltiples Sustancias en la Clínica Montserrat?
11. ¿Qué criterios debe considerar el clínico para dar de alta a un paciente en
tratamiento hospitalario con diagnóstico Trastornos Mentales y del
Comportamiento debido al Consumo de múltiples Sustancias en la Clínica
Montserrat?
12. ¿Cómo debe realizarse el seguimiento de estos pacientes?
13. ¿Qué estrategias pueden favorecer la adherencia al tratamiento en estos
pacientes?
14. ¿Qué estrategias pueden favorecer la disminución en el número de recaídas o
recurrencia de la enfermedad?
15. ¿Cuál es la mejor manera de evaluar la presencia de riesgo suicida en estos
pacientes?
16. ¿Qué medidas de intervención y cuidado deben implementarse en el tratamiento
de los pacientes en los que se identifica un incremento en el riesgo de suicidio?
2. Tabla de Resumen de Recomendaciones para Trastornos Mentales y del
Comportamiento debido al Consumo de Múltiples Sustancias
RECOMENDACIÓN
PREGUNTA DE
INVESTIGACIÓN
¿Cuáles son los principales
factores
de
riesgo
asociados al consumo de
sustancias psicoactivas?
CALIDAD
DE LA
EVIDENCIA
(ver anexo
evaluación
calidad de
la
evidencia)
GRADO DE
RECOMEN
DACIÓN
(ver anexo
graduación
de las
recomenda
ciones)
Se recomienda evaluar como Factores de Riesgo:
Comportamiento agresivo temprano (individual)
Falta de supervisión parental (familiar)
Niños y adolescentes que viven en condiciones de
maltrato (familiar)
Abuso de sustancias (pares y familiares)
Disponibilidad de la droga (escolares)
Transición de primaria a bachillerato (escolares)
Pobreza (comunidad)
D(+)
1
Se recomienda tener en cuenta como Factores Protectores
del consumo:
Adecuado control de impulsos (individual)
Adecuado monitoreo parental (familiar)
Buen rendimiento académico (pares)
Campañas gubernamentales antidroga (escolares)
Apego fuerte al lugar de vivienda (comunidad)
D(+)
1
A(++++)
1 
Guía de Práctica Clínica: Diagnóstico y Tratamiento de los
Trastornos de Ansiedad en el Adulto. México; Secretaría de
Salud, CENETEC, 2010. México: Centro Nacional de
Excelencia.
¿Qué intervención inicial se
debería
realizar
en
pacientes con consumo de
sustancias psicoactivas?
Intervención
sustancias:
inicial
en
pacientes
con
consumo
de
Se recomienda realizar Consejería o Intervención Breve en
Adicciones. Esta intervención debe ser llevada a cabo por todos
los profesionales de salud, ante los pacientes con consumo de
sustancias. Dentro de esta consejería se debe:
Averiguar: sistemáticamente a los pacientes por el
consumo de sustancias en cada consulta.
Aconsejar: de forma clara, convincente y personalizada
acerca de abandonar el consumo de sustancias, como por
ejemplo:
o
Clara: “Creo que es importante para usted que
deje las drogas ahora; podemos ayudarle a
conseguirlo...”.
o
Convincente: “Como su psiquiatra debo
informarle que dejar las drogas es lo más
importante que puede hacer para proteger su
salud ahora y en el futuro”.
o
Personalizada: relacionar el uso de drogas con el
estado de salud-enfermedad actual, sus costos
sociales o económicos, el nivel de motivación o
disposición para dejar de consumir, y el impacto
del consumo de drogas sobre los niños u otros
miembros de la familia.
o
Entregar folletos o manuales de autoayuda.
Adecuar la intervención al estadio del cambio en que se
sitúa cada paciente y valorar la disposición de intentarlo.
Analizar la disposición del paciente para dejar de consumir
sustancias: si el paciente está dispuesto a intentarlo en ese
momento, ayúdele; si el paciente está dispuesto a participar
en un tratamiento intensivo, prestar ese tratamiento o
remitirlo para intervención más intensiva; aprovechar
cualquier contacto con el paciente para recordar los
mensajes y reevaluar el estadio del cambio.
Ayudar al paciente con un plan para dejar las sustancias
psicoactivas:
o
Señalar al paciente una fecha para el abandono:
idealmente la fecha debería establecerse en el
plazo de dos semanas.
Ofrecer tratamiento farmacológico cuando se
estime oportuno.
o
Anticiparse a las dificultades que se presenten en
el intento de dejar el consumo, particularmente
durante las primeras semanas. Incluir información
sobre el síndrome abstinencia.
Organizar el seguimiento y citar para la siguiente consulta:
reforzar y prevenir las recaídas en cada cita sucesiva.
o
Guía de Práctica Clínica: Diagnóstico y Tratamiento de los
Trastornos de Ansiedad en el Adulto. Secretaría de Salud,
México. CENETEC, Centro Nacional de Excelencia. 2010.
¿Cómo
se
realiza
el
diagnóstico de Trastornos
Mentales
y
del
Comportamiento debido al
Consumo
de
Múltiples
Sustancias?
Diagnóstico de Trastornos Mentales y del Comportamiento
debido al Consumo de Múltiples Sustancias:
Se recomienda hacer una historia clínica completa, con
especial énfasis en adquisición de datos de consumo de
cada una de las sustancias psicoactivas que consume
actualmente y las que ha consumido a lo largo de la vida:
Edad de inicio de consumo
Tipo de sustancia psicoactiva
Dosis y frecuencia de consumo
Evolución de la historia del consumo pasada y actual
que incluya todas las sustancias usadas y uso o abuso
de drogas prescritas
Fecha del último consumo
Identificación de la sustancia “preferida” y de mayor
impacto
Factores asociados al consumo: sólo o acompañado,
conductas de riesgo asociadas, etc
Vía de consumo: oral, inhalada, fumada, intravenosa
Efectos psicológicos y físicos atribuidos a la sustancia
psicoactiva
1.
2.
Se recomienda utilizar los criterios diagnósticos del DSMIV-TR y CIE-10.
✓
✓
1
1
Ver Anexos Criterios Diagnósticos CIE-10 y DSM-IV-TR para
Trastornos Mentales y del Comportamiento debido al
Consumo de Múltiples Sustancias
3.
Se recomienda clarificar desde la primera consulta si el
paciente presenta un abuso ó una dependencia a
sustancias, dentro de lo que hay que identificar la
existencia de las diferentes modalidades de consumo que
pueden requerir medidas especiales de manejo:
Intoxicación aguda
Síndrome de abstinencia
Comorbilidad asociada (Física o Mental)
Severidad de la Dependencia
Riesgo de auto o heteroagresión
Factores sociodemográficos de riesgo (Vive solo, es
desempleado, etc.)
4.
Se recomienda tener en cuenta la patología dual al
momento de realizar el diagnóstico.
5.
Se recomienda el uso de pruebas psicométricas:
Pruebas Psicométricas para determinar AbusoDependencia a sustancias:
o
Dependencia a alcohol: Test AUDIT y Test
CAGE.
o
Dependencia a la nicotina: Test de
Fagerström de dependencia a la nicotina.
o
Abuso-dependencia a sustancias: Entrevista
neuropsiquiátrica MINI DSM IV. La
Structured Clinical Interview for DSM-IV,
Axis I y II Disorders (SCID-I yII ).
✓
1
✓
1
D(+)
1
o
Funcionalidad familiar: APGAR familiar.
Pruebas Psicométricas para determinar la Abstinencia
a sustancias:
o
Alcohol: Escala CIWA-Ar.
o
Opiáceos: Escala Objetiva de la Abstinencia
de Opioides (Objetive Opiate Withdrawal
Scale-OOWS).
Ver Anexos Pruebas Psicométricas
Guía de Práctica Clínica Trastornos Mentales y del
Comportamiento debidos al Consumo de Sustancias
Psicotropas. Ministerio de Salud. Perú. Desarrollo y Vida sin
Drogas-DEVIDA. 2008.
¿Cuáles
son
los
diagnósticos diferenciales
de los Trastornos Mentales
y
del
Comportamiento
debido al Consumo de
Múltiples Sustancias?
Diagnósticos Diferenciales:
D(+)
1
D(+)
1
D(+)
1
Se recomienda tener en cuenta los siguientes diagnósticos
diferenciales:
En Intoxicación Aguda:
Trastornos orgánicos cerebrales agudos
Hipoglicemia
En Síndrome de Abstinencia:
Trastornos de Ansiedad
Trastornos Depresivos
Trastornos Orgánicos que producen temblor o
ansiedad.
Guía de Práctica Clínica Trastornos Mentales y del
Comportamiento debidos al Consumo de Sustancias
Psicotropas. Ministerio de Salud. Perú. Desarrollo y Vida sin
Drogas-DEVIDA. 2008.
Ministerio de la Protección Social. República de Colombia. 2004.
¿Qué
exámenes
paraclínicos se solicitan
para confirmar la existencia
de un Trastorno Mental y
del Comportamiento debido
al Consumo de Múltiples
Sustancias?
Exámenes Paraclínicos Diagnósticos:
Aunque, al momento del examen, muchas sustancias
psicoactivas no puedan detectarse, se recomienda al clínico,
según su criterio, hacer las siguientes pruebas de laboratorio
para determinar intoxicación aguda:
En orina (cocaína, cannabis, alcohol) y en sangre
(opiáceos, barbitúricos, sedantes, drogas de diseño,
alcohol).
Guía de Práctica Clínica Trastornos Mentales y del
Comportamiento debidos al Consumo de Sustancias
Psicotropas. Ministerio de Salud. Perú. Desarrollo y Vida sin
Drogas-DEVIDA. 2008.
¿Cuáles son las principales
comorbilidades orgánicas
que se encuentran en los
pacientes con consumo de
sustancias psicoactivas?
Principales Comorbilidades Orgánicas:
Se recomienda evaluar las siguientes enfermedades orgánicas,
debido a las conductas de riesgo que presentan estos pacientes:
Enfermedades infecciosas: VIH/Sida; Hepatitis B y C;
infecciones pulmonares como Tuberculosis (TBC);
infecciones cutáneas y de partes blandas, infecciones óseas y
articulares, afectación ocular, infecciones intravasculares
(Endocarditis),
enfermedades
de
transmisión sexual (Sífilis).
Enfermedades cardiovasculares y del sistema nervioso
central: infarto agudo de miocardio (IAM); Accidente
Cerebro-Vascular (ACV).
Enfermedades pulmonares, como la bronquitis y la
enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
Cáncer de pulmón y de piel.
Altice, FL, Kamarulzaman, et. al. Treatment of medical,
psychiatric, and substance-use comorbidities in people infected
with HIV who use drugs. Lancet. 2010.
¿Qué
exámenes
paraclínicos se solicitan
para confirmar la existencia
de comorbilidad orgánica
en estos pacientes?
Se recomienda que a todo paciente con diagnóstico de
abuso o dependencia a sustancias psicoactivas se les
realice:
D(+)
1
✓
1
D(+)
1
Cuadro Hemático completo
Serología (VDRL)
Prueba de Elisa para HIV
Creatinina / Nitrógeno Ureico (BUN)
Prueba de embarazo
Pruebas de función hepática (TGO, TGP, GGT)
Glicemia
Otros pertinentes a cada caso:
o
o
o
o
o
Consumo de alcohol: Niveles de Tiamina, Ácido
Fólico, y Vitamina B12; Coproscópico (detectar
sangre oculta en heces).
Dependencia a la Nicotina: Examen de los
ganglios linfáticos, la boca y la garganta para
evaluar cáncer oculto; auscultación torácica;
radiografía (Rx) de tórax; Electrocardiograma.
Usuario de drogas intravenosas (UDI) y/o
conductas sexuales de riesgo asociadas:
Antígenos de superficie para hepatitis B;
Anticuerpos para Hepatitis C; examen de la piel
para detectar celulitis; examen genital y toma de
muestras para detectar: clamidia, enfermedad
gonocócica, y el virus del papiloma humano.
Pacientes que consuman sustancias que afecten
la vía respiratoria y presenten síntomas
respiratorios: realizar examen de tuberculosis
(TBC).
Neuroimágenes para la detección de secuelas en
casos severos de dependencia.
National Institute on Drug Abuse (NIDA). Principios de
tratamientos para la drogadicción: Una guía basada en las
investigaciones. Departamento de Salud y Servicios Humanos
de los EE. UU., Institutos Nacionales de la Salud, Instituto
Nacional sobre el Abuso de Drogas. 2010.
American Psychiatric Association. Practice guideline for the
treatment of patients with substance use disorders, 2nd edition.
2006.
¿Qué medidas terapéuticas
existen para los pacientes
con comorbilidad orgánica
asociada a consumo de
sustancias psicoactivas?
Medidas generales de tratamiento de la comorbilidad
orgánica:
¿Cuáles son las opciones
terapéuticas
farmacológicas
y
no
farmacológicas eficaces y
disponibles para el manejo
de los Trastornos Mentales
y
del
Comportamiento
debido al Consumo de
Múltiples Sustancias en los
pacientes adultos de la
clínica Montserrat?
Tratamiento
de
los
Trastornos Mentales
y del
Comportamiento debido al Consumo de Múltiples
Sustancias:
Se recomienda que a todo paciente con consumo de sustancias
y comorbilidad orgánica asociada:
Se le ofrezca un tratamiento integral en el cual se realice un
manejo
multidisciplinario,
en
conjunto
con
las
especialidades que requiera.
. Se recomienda realizar un tratamiento integral, que
involucre un manejo farmacológico y psicoterapéutico
según la fase de la enfermedad en la que se encuentre y
según los tipos de sustancia que consuma.
. Dentro de la utilización del Tratamiento Farmacológico se
recomiendan:
A. Medicaciones para el tratamiento de la intoxicación y/o
síndrome de abstinencia.
B. Medicaciones para reducir los efectos de refuerzo
subjetivo de las sustancias.
C. Medicaciones que desincentivan el consumo al inducir
consecuencias desagradables.
D. Medicaciones para sustitución con agonistas.
E. Medicaciones para tratamiento de trastornos
psiquiátricos asociados.
F. Medicaciones para tratamiento de trastornos médicos
generales.
.
Dentro de la utilización del Tratamiento Psicosocial se
recomiendan las siguientes terapias:
A. Terapias Cognitivo-Conductuales
B. Terapias Conductuales
C. Terapias Psicodinámicas e Interpersonales
D. Terapias de Grupo
E. Terapias Familiares
F. Participación en grupos de ayuda mutua o autoayuda
Protocolo de Farmacodependencia. Manejo por Psiquiatría.
E.S.E. Hospital Mental de Filandia, Quindío. 2006.
Tratamiento en Trastornos por Consumo de Alcohol:
Abstinencia y Desintoxicación de Alcohol:
Aunque algunos episodios de abstinencia por alcohol no
reciben apoyo farmacológico, en casos de dependencia
leve a moderada, en presencia de síntomas de abstinencia
se recomienda brindar tratamiento farmacológico.
La Desintoxicación debe ser planeada como parte de un
programa de tratamiento para aumentar el deseo de los
pacientes de cambiar los comportamientos asociados al
consumo.
Las benzodiacepinas son eficaces en reducir signos y
síntomas de abstinencia.
Se recomiendan esquemas de tratamiento a dosis fijas
como uso rutinario y se reservan los esquemas de titulación
según los síntomas, bajo monitoria clínica.
La Carbamazepina ha demostrado ser igualmente eficaz a
las benzodiacepinas.
Las benzodiacepinas en especial el Diazepam previene las
convulsiones de novo.
Los anticonvulsivantes tienen la misma eficacia que las
benzodiacepinas en la prevención de las convulsiones,
pero no hay una ventaja cuando se usan combinados.
En la prevención de convulsiones secundarias en el mismo
episodio de abstinencia, el Lorazepam ha demostrado ser
efectivo.
Las benzodiacepinas, en particular aquellas con vida media
larga, previenen el Delirium.
Dadas las dificultades diagnósticas de los desórdenes
cerebrales asociados al consumo de alcohol, se debe
mantener una alta sospecha clínica durante el tiempo de
tratamiento por Dependencia al alcohol.
En pacientes bebedores pesados “sanos” con Dependencia
por alcohol no complicada, o en bajo riesgo, se recomienda
la administración de Tiamina oral >300 mg día durante el
periodo de desintoxicación.
En paciente con alto riesgo de presentar Encefalopatía de
Wernicke, en estado de desnutrición o enfermos, se debe
administrar tratamiento profiláctico de manera parenteral.
Se recomienda el uso de Tiamina 250 mg IM o IV una vez
al día por 3 – 5 días o hasta que se presente algún grado
de mejoría.
Prevención de recaídas y mantenimiento en Trastornos por
Alcohol:
El Acamprosato puede ser usado para mejorar las tasas de
abstinencia.
La Naltrexona puede ser usada para disminuir el riesgo de
recaída, pero hay menos evidencia que soporte su uso en
el mantenimiento de la abstinencia.
El Disulfiram es efectivo si su toma es supervisada, puede
ser administrado en pacientes que desean mantener la
abstinencia y en quienes no hay contraindicaciones.
El Baclofen debe ser considerado en pacientes que desean
la abstinencia y tienen altos niveles de ansiedad y no se
han beneficiado de otras medidas farmacológicas.
Los Inhibidores Selectivos de la Recaptación de Serotonina
(ISRS) deben ser evitados o usados con precaución en
pacientes con alcoholismo tipo 2.
D(+)
1
D(+)
1
A(++++)
1
D(+)
1
A(++++)
1
A(++++)
1
A(++++)
1
A(++++)
1
A(++++)
1
D(+)
1
D(+)
1
D(+)
1
A(++++)
1
A(++++)
1
B(+++)
1
C(++)
1
B(+++)
1
Lingford-Hughes, Anne R., et al. BAP updated guidelines:
evidence-based guidelines for the pharmacological management
of substance abuse, harmful use, addiction and comorbidity:
recommendations from BAP. Journal of Psychopharmacology
26.7 (2012): 899-952.
Tratamiento en Trastornos por Consumo de Opioides:
Abstinencia a Opioides:
Hay una evidencia fuerte para 3 enfoques de tratamiento en
la Desintoxicación a Opioides: el uso de Metadona a dosis
estrechas, Buprenorfina o un agonista alfa 2 adrenérgico.
La elección del agente depende de los tratamientos que el
paciente haya recibido previamente y las preferencias
individuales (Metadona y Buprenorfina). Sin embargo
cuando se desea un tratamiento de corta duración o en
pacientes con dependencia leve o no clara, se prefiere el
uso de agonistas alfa 2 adrenérgicos.
No se recomiendan esquemas de Desintoxicación ultra
rápidos.
El manejo farmacológico en la Abstinencia deberá ser
apoyado por el tratamiento psicosocial.
Tratamiento de Mantenimiento en Trastornos por Opioides:
La terapia de mantenimiento con Metadona es un
tratamiento apropiado para pacientes con dependencia a
Opioides, es efectiva en reducir el uso de Heroína y los
riesgos de compartir equipos de inyección.
La terapia de mantenimiento con Metadona es más efectiva
a dosis entre los 60 y 120 mg que dosis más bajas y debe
realizarse una titulación segura para alcanzarlas.
La terapia de mantenimiento con Buprenorfina es un
tratamiento apropiado para los pacientes con Dependencia
a Opioides y reduce el consumo de Heroína.
La Buprenorfina debe ser prescrita a dosis de 8 mg o más
cuando se usa en terapia de mantenimiento.
Ambos tratamientos con Metadona o Buprenorfina son
efectivos y deben ser ofrecidos a los pacientes con
Dependencia a Opioides. Se deben considerar su elección,
y consideraciones de seguridad.
La terapia de mantenimiento con Metadona o Buprenofrina
debe ser administrada en conjunto con intervenciones
psicosociales.
A(++++)
1
A(++++)
1
A(++++)
1
A(++++)
1
A(++++)
1
A(++++)
1
A(++++)
1
B(+++)
1
A(++++)
1
B(+++)
1
D(+)
2
A(++++)
1
C(++)
2
Lingford-Hughes, Anne R., et al. BAP updated guidelines:
evidence-based guidelines for the pharmacological management
of substance abuse, harmful use, addiction and comorbidity:
recommendations
from
BAP.
Journal
of
Psychopharmacology 26.7 (2012): 899-952.
Tratamiento en Trastornos por Consumo de Estimulantes
(Cocaína, Metanfetaminas y Anfetaminas):
No hay evidencia convincente que soporte el uso de un
tratamiento farmacológico para el tratamiento en el Abuso o
Dependencia a Anfetaminas y Cocaína. Las intervenciones
psicosociales como la Terapia Cognitivo Comportamental y
el manejo de emergencias continúa siendo el pilar del
tratamiento.
No se recomienda el uso de Agonistas Dopaminérgicos,
Antidepresivos o Anticonvulsivantes.
El Disulfiram no se ha establecido aún como tratamiento
para el consumo de Cocaína, pero los clínicos deben estar
atentos a resultados de estudios futuros que puedan contar
con evidencia de interés.
Lingford-Hughes, Anne R., et al. BAP updated guidelines:
evidence-based guidelines for the pharmacological management
of substance abuse, harmful use, addiction and comorbidity:
recommendations
from
BAP.
Journal
of
Psychopharmacology 26.7 (2012): 899-952.
Tratamiento en Trastornos por Consumo de Cannabis:
Hasta el momento no hay una evidencia clara que soporte
el tratamiento farmacológico para la Abstinencia a
Cannabis y no puede recomendarse ninguna medida
farmacológica.
No se recomienda el uso de ningún antidepresivo para el
tratamiento de Dependencia a Cannabis.
D(+)
2
D(+)
1
✓
1
D(+)
1
✓
1
Lingford-Hughes, Anne R., et al. BAP updated guidelines:
evidence-based guidelines for the pharmacological management
of substance abuse, harmful use, addiction and comorbidity:
recommendations
from
BAP.
Journal
of
Psychopharmacology 26.7 (2012): 899-952.
¿Qué
criterios
debe
considerar el clínico para
indicar
un
manejo
hospitalario a pacientes
con Trastornos Mentales y
del Comportamiento debido
al Consumo de Múltiples
Sustancias en la Clínica
Montserrat?
Criterios de Hospitalización:
Se recomienda tener en cuenta los siguientes factores
generales para indicar una hospitalización:
Escala de Funcionamiento Global (GAF) menor de 60%
Pobre red de apoyo
Riesgo de suicidio valorado a través de la entrevista clínica
y escala SAD-Persons
Riesgo de hetero-agresión
Comorbilidad psiquiátrica
Se recomienda tener en cuenta los siguientes factores
específicos para determinar hospitalización psiquiátrica:
1. Pacientes que están en riesgo de un síndrome de
abstinencia grave o complicada (por ejemplo, las personas
que dependen de múltiples sustancias, personas con
antecedentes de delirium tremens) o que no pueden recibir
la necesaria evaluación médica, seguimiento y tratamiento
en un entorno menos intensivo.
2. Pacientes (que requieren un proceso de desintoxicación)
con enfermedades orgánicas agudas o crónicas
comórbidas de base, con necesidad de control médico 24
horas, enfermería y los recursos de un hospital (por
ejemplo, los individuos con enfermedad cardíaca grave).
3. Pacientes con historia previa documentada de no haber
participado de un tratamiento en un entorno menos
intensivo (por ejemplo hospital día, ambulatorio).
4. Pacientes que no han respondido a tratamientos menos
intensivos y aquellos a quienes su consumo de sustancias
plantea una amenaza constante para su salud física y
mental.
American Psychiatric Association. Practice guideline for the
treatment of patients with substance use disorders, 2nd edition.
2006.
El modelo de atención del ICSN-Clínica Montserrat implica que
al ingreso de todo paciente se realice un plan de tratamiento
donde se fijen objetivos terapéuticos en conjunto con el paciente
y su familia (si es pertinente).
Fases de tratamiento hospitalario en pacientes con
consumo de sustancias psicoactivas:
1. Fase de Desintoxicación: tratamiento dentro de hospital
psiquiátrico, de aproximadamente 15 a 30 días, para
manejo del síndrome de abstinencia, adquisición de
herramientas para fomentar y fortalecer la introspección en
el paciente y su familia, cultivando así la necesidad de
continuar tratamiento de deshabituación a todo paciente
con diagnóstico de dependencia a sustancias (con algunas
excepciones como pacientes con trastornos graves de la
personalidad).
2. Fase de Deshabituación: se recomienda continuar esta fase
en un centro especializado en este tipo de patologías en
modalidad de hospitalización total, con duración de
aproximadamente 3-12 meses de acuerdo al caso clínico
particular. Debe estar a cargo de un equipo médico
competente y especialista en adicciones. Se enseñan y
fortalecen herramientas de introspección y detección de
cambios que promueven conductas asociadas al consumo
para disminuir recaídas.
¿Qué
criterios
debe
considerar el clínico para
dar de alta a un paciente en
tratamiento
hospitalario
con
diagnóstico
de
Trastornos Mentales y del
Comportamiento debido al
Consumo
de
Múltiples
Sustancias en la Clínica
Montserrat?
Tener en cuenta:
Incapacidad para asistir a tratamientos ambulatorios, sitios,
grupos, asesorías o consultas.
Condición suicida/Homicida/psicótica.
Comorbilidad física/mental.
Incapacidad para dar consentimiento Informado.
No tener red social.
Historia previa de abstinencia moderada severa.
✓
Criterios de Egreso Hospitalario:
✓
1
D(+)
1
D(+)
1
D(+)
1
1
De acuerdo con el cumplimiento de los objetivos terapéuticos
propuestos al ingreso del paciente, la estabilización de la
sintomatología de base, la adecuada presencia de red de apoyo
y la ausencia de los criterios que en su momento indicaron
hospitalización, se puede dar de alta al paciente y continuar un
tratamiento ambulatorio.
Egreso de Fase de Desintoxicación:
Se puede dar de alta cuando hayan desaparecido los
síntomas de abstinencia en el paciente, pues son criterios
de gravedad y pueden poner en peligro la vida del paciente.
Siempre se debe recomendar continuar un proceso de
deshabituación en un Centro de Atención en Drogadicción
(CAD).
Egreso de Fase de Deshabituación:
Se recomienda que la Fase de Deshabituación llegue a su
fin cuando se hayan cumplido los objetivos trazados al
ingreso del paciente.
En cualquier momento el paciente puede firmar
consentimiento de egreso voluntario.
Criterios para egresar o transferir a otra modalidad de
atención:
Se recomienda dar egreso por:
Mejoría: se alcanzaron las metas propuestas.
Estancamiento en el proceso (por actitud del paciente o
insuficiencia de recursos en este nivel de atención).
Empeoramiento de los problemas o aparición de nuevos
problemas no susceptibles de ser manejados efectivamente
en este nivel de atención.
Se propone que al finalizar su proceso de deshabituación,
continúe en un programa ambulatorio por consulta externa de
psiquiatría.
Protocolo de Farmacodependencia. Manejo por Psiquiatría.
E.S.E. Hospital Mental de Filandia, Quindío. 2006.
¿Cómo debe realizarse el
seguimiento
de
estos
pacientes?
Seguimiento:
Se recomienda lo siguiente:
Después de un ciclo de tratamiento intensivo (proceso de
hospitalización en el programa de desintoxicación,
deshabituación), se debe continuar con la fase de
tratamiento ambulatoria por consulta externa psiquiátrica,
tanto en sesiones individuales, como familiares y de terapia
de grupo.
Se debe brindar un tratamiento integral, que involucre
además tratamiento de las comorbilidades asociadas
(médicas y psiquiátricas).
National Institute on Drug Abuse (NIDA). Principios de
tratamientos para la drogadicción: Una guía basada en las
investigaciones. Departamento de Salud y Servicios Humanos
de los EE. UU., Institutos Nacionales de la Salud, Instituto
Nacional sobre el Abuso de Drogas. 2010.
¿Qué estrategias pueden
favorecer la adherencia al
Estrategias para favorecer adherencia al tratamiento:
tratamiento
pacientes?
en
estos
Se recomienda tener en cuenta los factores individuales del
paciente y los factores asociados al programa de tratamiento:
Factores individuales del paciente:
o
Motivación para cambiar el comportamiento de
uso de drogas.
o
Grado de apoyo de la familia y amistades.
o
Grado de presión que ejerzan el sistema de
justicia penal, los servicios de protección infantil,
los empleadores o la familia.
Factores del programa de tratamiento:
o
Se recomienda el establecimiento de una relación
terapéutica positiva del psiquiatra con sus
pacientes.
o
Se recomienda que se establezca un plan de
tratamiento con la cooperación del paciente;
comprometerlo a que sea cumplido y que se
entiendan claramente las expectativas para el
tratamiento.
National Institute on Drug Abuse (NIDA). Principios de
tratamientos para la drogadicción: Una guía basada en las
investigaciones. Departamento de Salud y Servicios Humanos
de los EE. UU., Institutos Nacionales de la Salud, Instituto
Nacional sobre el Abuso de Drogas. 2010.
¿Qué estrategias pueden
favorecer la disminución en
el número de recaídas o
recurrencia
de
la
enfermedad?
Estrategias para disminución de recaídas:
D(+)
1
D(+)
1
Se recomienda tener en cuenta que:
Las recaídas en el abuso de drogas no indican fracaso.
El tratamiento exitoso de la adicción suele requerir una
evaluación continua y modificaciones que sean apropiadas
(semejantes al enfoque adoptado para otras enfermedades
crónicas).
La participación activa del paciente en el tratamiento es un
componente esencial para alcanzar buenos resultados y
puede beneficiar incluso a las personas con las adicciones
más severas.
El uso de drogas durante el tratamiento debe ser
supervisado constantemente con un monitoreo regular en
cada consulta.
El hecho de saber que el uso de drogas se vigila puede ser
un gran incentivo para el paciente y puede ayudarlo a
resistir el impulso de consumir drogas.
El monitoreo también sirve como indicador temprano de
una recaída en el uso de drogas, lo que puede indicar que
es necesario reajustar el plan de tratamiento del paciente
para que se adapte mejor a sus necesidades.
Se debe realizar un tratamiento integral que conste de:
Terapias de la conducta: como terapia individual o de
grupo, terapia cognitivo conductual o manejo de
contingencias.
Medicamentos: Para tratamiento del Trastorno por
Consumo de Sustancias y para el tratamiento de
comorbilidades asociadas, tanto de tipo psiquiátrico
(Trastorno Depresivo, Trastornos de Ansiedad, Trastorno
Afectivo Bipolar, Esquizofrenia, etc.) como orgánico
(VIH/Sida, Hepatitis B o C, infecciones de la piel, etc.).
Deben tratarse de forma concurrente otros problemas de
salud
(incluyendo
otros
trastornos
mentales),
ocupacionales, legales, familiares y sociales.
National Institute on Drug Abuse (NIDA). Principios de
tratamientos para la drogadicción: Una guía basada en las
investigaciones. Departamento de Salud y Servicios Humanos
de los EE. UU., Institutos Nacionales de la Salud, Instituto
Nacional sobre el Abuso de Drogas. 2010.
¿Cuál es la mejor manera
de evaluar la presencia de
riesgo suicida en estos
pacientes?
Valoración del riesgo suicida:
Se recomienda determinar:
La presencia o ausencia de pensamientos, intentos o
planes suicidas.
La historia de intentos de suicidio (por ejemplo la letalidad
del método, las circunstancias).
Los antecedentes familiares de suicidio.
La existencia de historia previa de agresión (por ejemplo el
uso de armas).
La intensidad de síntomas depresivos y otros síntomas del
estado de ánimo.
El tratamiento actual y su respuesta.
Estresores recientes (por ejemplo separación, pérdida del
empleo).
Los patrones de consumo de sustancias.
La existencia de síntomas psicóticos.
La situación de vida actual (por ejemplo el apoyo social, la
disponibilidad de armas).
American Psychiatric Association. Practice guideline for the
treatment of patients with substance use disorders, 2nd edition.
2006.
Además de la valoración clínica realizada al paciente, se debe
utilizar la Escala de Indicadores de Riesgo de Suicidio (Escala
SAD Persons) para determinar el riesgo suicida.
✓
1
✓
1
Ver anexo Valoración Riesgo de Suicidio y Escala SADPersons
¿Qué
medidas
de
intervención
y cuidado
deben implementarse en el
tratamiento
de
los
pacientes en los que se
identifica un incremento en
el riesgo de suicidio?
Medidas de intervención y cuidado en riesgo de suicidio:
Se deben realizar intervenciones psicoeducativas al paciente y a
su familia/red de apoyo, que enfaticen en el conocimiento y
entendimiento de la enfermedad, en la que los Trastornos por
Consumo de Sustancias están asociados con un mayor riesgo
de conductas suicidas.
De acuerdo a la evaluación global de riesgo suicida en el
paciente, se definirá, según los modelos de atención, el manejo
en Unidades de Cuidado Agudo y las medidas de protección
adecuadas para disminuir el riesgo de suicidio.
3. Metodología
Introducción
La práctica asistencial se hace cada vez más compleja por múltiples factores, entre los
que cobra especial relevancia el dramático incremento de la información científica, así
como su fácil accesibilidad; frente a esta gran cantidad de información el clínico debe
tomar una serie de decisiones que favorezcan el cuidado de sus pacientes.
Para que las decisiones clínicas sean adecuadas, eficientes y seguras, los profesionales
necesitan la actualización permanentemente de sus conocimientos, lo que requiere
grandes y costosos esfuerzos encaminados a la investigación sistemática que brinde
información clínica de calidad y brinde la mejor evidencia disponible para el cuidado
de los pacientes y la optimización de los recursos de la Institución.
Esta Guía de Práctica Clínica (GPC) se desarrollara para que sirva como instrumento de
consulta, estandarización de procesos, actualización y apoyo en la práctica clínica
diaria de los médicos especialistas, médicos residentes, médicos de planta, personal de
enfermería, terapeutas ocupacionales y personal asistencial en general del Instituto
Colombiano del Sistema Nervioso (ICSN) - Clínica Montserrat, proveyendo una fuente
clara y precisa sobre la toma adecuada de decisiones para el cuidado de la salud del
paciente con Enfermedad Mental.
En ella se establecerán las recomendaciones para la detección oportuna, el manejo
agudo, el seguimiento y control de enfermedades en pacientes adultos que asistan a
los servicios de Consulta programada y no programada de la Clínica Montserrat, así
como en la atención prestada de manera hospitalaria en Psiquiatría, Clínica día y sedes
integradas en red al ICSN.
Esta guía le facilitará al clínico encontrar respuesta a muchas de las preguntas que
plantea la asistencia del cuidado de pacientes con Trastornos Mentales debido al
consumo de Alcohol y otras Sustancias, desde la evaluación diagnóstica, las
posibilidades terapéuticas y la prevención de complicaciones; de manera que se facilite
un mejor cuidado y atención, de forma eficaz, eficiente y con énfasis en la seguridad
del paciente. Se espera que el trabajo realizado genere una atención de mayor
calidad para los pacientes y sus familias, el cual es nuestro principal objetivo.
Objetivo General
El objetivo de esta guía es apoyar al clínico en el diagnóstico y tratamiento oportuno
de los Trastornos Mentales debido al consumo de Alcohol y otras Sustancias con base
a la síntesis de la mejor evidencia disponible, en beneficio de los pacientes y sus
familias.
Objetivos específicos:
1. Establecer los criterios específicos para la detección de los Trastornos Mentales
debido al consumo de Alcohol y otras Sustancias, así como indicar la aplicación
de instrumentos de evaluación y abordaje de esta patología.
2. Realizar oportunamente intervenciones terapéuticas adecuadas en estos
pacientes.
3. Guiar al clínico en el manejo rápido y eficaz de la sintomatología orgánica que
se asocie a las complicaciones dadas por consumo de múltiples sustancias
psicoactivas.
4. Direccionar de forma adecuada al paciente que lo amerite a los diferentes
programas que ofrece la clínica en el tratamiento de las adicciones.
Fases, etapas y pasos del proceso de desarrollo
Para el desarrollo de esta guía se tuvo en cuenta el protocolo de adaptación de GPC
del ICSN aprobado el 24 de Julio de 2014, el cual se ciñe a los lineamientos emitidos en
la Guía Metodológica para la Elaboración de Guías de Atención Integral en el Sistema
General de Seguridad Social en Salud Colombiano publicada por el Ministerio de la
Protección Social en 2010. Al considerar que las guías que se aplicaran en el ICSN son
Guías de Práctica clínica, mas no Guías de Atención Integral, las fases de evaluación
económica (segunda, tercera y cuarta fase) no se llevaron a cabo.
Teniendo en cuenta lo anterior se desarrollaron las siguientes fases: la Fase
preparatoria, la Primera Fase: Evaluación, adaptación y desarrollo de Guías de Práctica
Clínica (que cuenta con 3 etapas) y la Fase Final: Preparación de la Guía de Práctica
Clínica.
La metodología de adaptación del ICSN, podrá ser consultada en la página web del
Instituto, al igual que las Guías de Práctica Clínica.
Fase preparatoria
Se inicio con la selección y conformación del Grupo Desarrollador de la Guía (GDG) de
acuerdo al protocolo y se identifico la posibilidad de conflicto de intereses en los
miembros del grupo,
Primera fase: evaluación, adaptación y desarrollo de guías de práctica clínica
Etapa 1: Formulación de una Guía de Práctica Clínica basada en la Evidencia.
Como parte del estudio de priorización de foco realizado en el ICSN, se encontró que
los Trastornos Mentales debido al consumo de Alcohol y otras Sustancias son una de
las patologías con mayor frecuencia de presentación, y con mayor potencialidad de
beneficios para el tratamiento si se realizara una GPC sobre el tema. Se paso a hacer
la definición, alcance y objetivos. Se hizo una socialización del documento que recogía
el foco y los objetivos con los médicos de planta del Instituto, y se obtuvo
retroalimentación al respecto.
Se continuo con la formulación de preguntas clínicas a responder en la guía, siguiendo
la metodología PECOT del New Zeland Guidelines Group 2001. Se realizó la
identificación y graduación de desenlaces tanto con la metodología AGREE como
GRADE (estas metodologías se hallan descritas en el protocolo de adaptación de guías
del Instituto PR-HP-25 y los resultados en físico y magnético reposan en la Oficina de
Calidad del Instituto). Finalmente en esta etapa se hizo la socialización de las
preguntas y desenlaces de la guía, mediante correo electrónico a los miembros del
ICSN, médicos de planta y residentes, y se hicieron públicas en la página de internet de
la Institución.
Etapa 2: Adaptación de una Guía de Práctica Clínica basada en la evidencia.
Se inicio esta etapa haciendo la revisión sistemática de Guías de Práctica Clínica
basadas en la evidencia para el trastorno específico. Se utilizaron los siguientes
términos MESH en la búsqueda: Substance Abuse, Abuse, Substance.
Se usaron como Límites para la búsqueda: Tipo de estudio: Guías de manejo; Año de
publicación: 5 años; Lenguaje: Inglés, Español.
Y como criterios de exclusión: Guías elaboradas por un único autor; Guías sin
referencias, ni bibliografía.
En esta búsqueda sistemática se encontraron 7 guías a nivel mundial con los criterios
establecidos.
Teniendo en cuenta los objetivos, preguntas, desenlaces, actualizaciones, idioma,
contexto y definiciones de las GPC, el Grupo Desarrollador de las Guías, a través de la
reunión el día 25 de Agosto de 2014 en consenso informal, seleccionó las siguientes
guías para su evaluación:
1. Guía de práctica clínica en trastornos mentales y del comportamiento debidos
al consumo de sustancias psicótropas. Perú. 2008.
2. Evidence-based guidelines for the pharmacological management of substance
abuse, harmful use, addiction and comorbidity: recommendations from BAP.
2012.
3. Detoxification and Substance Abuse Treatment. A Treatment Improvement
Protocol. TIP 45. Estados Unidos. 2006.
4. Practice guideline for the treatment of patients with substance use disorders.
Second edition. Estados Unidos. 2006.
5. VA/DoD clinical practice guideline for management of substance use disorders
(SUD). Estados Unidos. 2009.
Posteriormente se hizó la evaluación de calidad y adaptabilidad de cada una de estas 5
GPC. La calidad se evaluó mediante el instrumento DELBI (Deutsches Instrument zur
methodischen Leitlinien- Bewertung) y para evaluar la posibilidad de implementación,
el instrumento GLIA (estos instrumentos se hallan descritos en el protocolo de
adaptación de guías del Instituto PR-HP-25 y los resultados en físico y magnético
reposan en la Oficina de Calidad del Instituto).
Se procedió entonces a la aplicación de los pasos 10, 11, 13, 14 y 15 de la herramienta
ADAPTE (protocolo de adaptación de guías del Instituto PR-HP-25).
Teniendo en cuenta los resultados arrojados por los instrumentos DELBI; GLIA y
ADAPTE se definió el día 27 de Septiembre de 2014 en reunión del GDG que:
De las 5 guías calificadas, 4 tienen calificación DELBI “recomendada con condiciones o
modificaciones” y 1 “no recomendada”, razón por la cual se descarta inmediatamente.
En cuanto a rigor metodológico ninguna puntua por encima de 60%, obteniendo las
puntuaciones más altas en este ítem la BAP y la de veteranos. En cuanto a actualidad
la guía de la BAP es la mas reciente, ya que fue publicada en el 2012.
En las puntuaciones del GLIA la aplicabilidad de la guía BAP y la de veteranos fue
similar.
Por las anteriores razones se tomo la decisión en el GDG de adaptar la guía llamada
“Evidence-based guidelines for the pharmacological management of substance abuse,
harmful use, addiction and comorbidity: recommendations from BAP” de la Asociación
Británica de Psicofarmacología, y se planteo que en caso de ser necesario se podría
complementar con las otras guias encontradas o incluso con artículos y otras
publicaciones encontradas a través de la Revisión Sistemática de la Literatura, tal como
se hizo durante la adaptación y elaboración de la presente GPC.
Luego de definida la guía de la BAP, como guía a adaptar, se procedió con la
formulación de las recomendaciones clínicas cumpliendo con las características de ser
suficientes, orientadas a la acción, en medida de lo posible describiendo la
temporalidad, y haciendo referencia a los fármacos de acuerdo a lo solicitado por
NICE. Así mismo se realizó la graduación de las recomendaciones de acuerdo al
sistema GRADE (protocolo de adaptación de guías del Instituto PR-HP-25)
Tabla 1. Representación de la calidad de la evidencia y la fuerza de las
recomendaciones. Grupo de Trabajo sobre GPC. Elaboración de Guías de Práctica
Clínica en el Sistema de Salud de España. 2006.
Representación de la calidad de la evidencia y la fuerza de las
recomendaciones
Representación
Calidad de la Evidencia
Alta calidad
++++
A
Moderada calidad
+++
B
Baja Calidad
++
C
Muy baja Calidad
+
Fuerza de la Recomendación
D
Representación
1
Recomendación fuerte
intervención
para uso de
una
2
Recomendación débil
intervención
para
uso
de
una
2
Recomendación débil en contra del uso de una
intervención
Recomendación fuerte en contra del uso de una
intervención
1
Etapa 3: Preparación del borrador de la Guía de Práctica Clínica.
En esta etapa se inicio la redacción de la versión preliminar de la GPC, y se realizo la
evaluación externa del borrador de la versión preliminar de la guía por un medico
psiquiatra con amplia experiencia en el tema. Se recibieron y discutieron aportes
desde su conocimiento y experiencia, lo que conllevo a un enriquecimiento y mayor
contextualizacion institucional de la GPC.
Fase final: preparación final de la GPC (esta puesto como si se hubiera ya llevado a
cabo)
Se hizo la definición de indicadores de la GPC, y se iniciara la articulación de estos a los
sistemas de calidad e información, se estableció desde la oficina de Calidad del ICSN un
estándar que establece el rango o umbral aceptable para el concepto de cumplimiento
con calidad de cada uno de los indicadores derivados de la guía.
Finalmente se hizo la redacción de la versión final de la GPC, y se hizo una socialización
con médicos de planta y residentes de la Clínica para una evaluación final. Finalmente
se hará la socialización de la versión final con Miembros, médicos de planta y médicos
residentes del Instituto, y se publicará en la plataforma de calidad, revista Psimonart y
pagina web del Instituto.
4. Definiciones
Abuso: Uso de una sustancia psicoactiva (o droga) por una razón diferente a la cual se
pretendía y que tiene consecuencias negativas a la salud y al entorno (CENETEC 2008).
Asertividad: Habilidad o conjunto de estrategias necesarias para expresar nuestros
sentimientos, emociones, afectos, pensamientos y opiniones, en el momento
oportuno y de la manera adecuada, sin negar o violar los derechos de los demás
(CENETEC 2008).
Centro de Atención en Drogadicción - CAD: Es toda institución pública, privada o mixta
que presta servicios de salud en sus fases de tratamiento y rehabilitación, bajo la
modalidad ambulatoria o residencial, a personas con adicción a sustancias
psicoactivas, mediante la aplicación de un determinado modelo o enfoque de
atención, basado en evidencia (Resolución 1315 de 2006. Ministerio de la Protección
Social).
Centro de Atención en Drogadicción (CAD) Modalidad de Tratamiento Ambulatorio:
Son todos aquellos Centros que desarrollan su modelo o enfoque de atención sin
ofrecer servicio de alojamiento nocturno a sus pacientes (Resolución 1315 de 2006.
Ministerio de la Protección Social).
Centro de Atención en Drogadicción (CAD) Modalidad de Tratamiento Residencial:
Son todos aquellos Centros que brindan como parte de su modelo o enfoque de
atención alojamiento nocturno a sus pacientes (Resolución 1315 de 2006. Ministerio
de la Protección Social).
Codependencia: También denominada coadicción, se emplea para designar los
patrones conductuales de miembros de la familia significativamente afectados por el
consumo o la adicción a una sustancia de otro miembro de la familia (Sinopsis de
Psiquiatría de Kaplan y Sadock 10ª Edición).
Conducta Adictiva: Aquella conducta que se dirige a la búsqueda de sustancias con
potencial adictivo (CENETEC 2008).
Continuum de Atención: Conjunto de intervenciones terapéuticas y establecimientos
de atención para los problemas derivados del consumo de sustancias que se organizan
en red con la finalidad de ofrecer alternativas de tratamiento en todas las fases
evolutivas de dichos problemas a los distintos grupos de pacientes que los requieran,
garantizando la continuidad del tratamiento sin vacíos de atención que atenten contra
su oportuna y completa recuperación (Resolución 1315 de 2006. Ministerio de la
Protección Social).
Dependencia: Es una forma crónica de consumo de drogas que tiene efectos
fisiológicos, de conducta y cognitivos. Cuando se consumen drogas repetidamente y
durante un periodo de tiempo prolongado, el cerebro se adapta a su uso, esto es que
el cuerpo se vuelve tolerante a las drogas y depende de ellas para mantener algunas
de sus funciones (CENETEC 2008).
Diagnóstico Dual: Coexistencia de trastornos debidos al uso de sustancias y otros
trastornos mentales en personas consumidoras de manera simultánea. Equivalente al
término “Trastorno Dual” (Resolución 1315 de 2006. Ministerio de la Protección
Social).
Efectividad: Grado de éxito de los programas enfocados a la rehabilitación,
recuperación y/o reinserción social de sujetos con trastornos relacionados al consumo
de sustancias (CENETEC 2008).
Factores de Riesgo: Atributo o característica individual, condición situacional y/o
contexto ambiental que origina o incrementa la probabilidad del uso y/o abuso de
drogas o la transición en el nivel de implicación con las mismas (CENETEC 2008).
Factores de Protección: Atributo o característica individual, condición situacional y/o
contexto ambiental que reduce o atenúa la probabilidad del uso y/o abuso de drogas o
la transición en el nivel de implicación con las mismas (CENETEC 2008).
Impulsividad: Dificultad para el control de conductas inapropiadas de acuerdo al
contexto (CENETEC 2008).
Intervención Breve: Estrategia con un número limitado de sesiones durante un
periodo de tiempo breve para ayudar a disminuir el consumo de drogas (CENETEC
2008).
Intoxicación Aguda: Es el estado posterior a la administración de una sustancia
psicoactiva, que da lugar a perturbaciones en el nivel de conciencia, en lo cognitivo, en
la percepción, en la afectividad, en el comportamiento o en otras funciones y
respuestas psicofisiológicas y que ponen en riesgo la vida y la salud del paciente
(Resolución 1315 de 2006. Ministerio de la Protección Social).
Desintoxicación: La desintoxicación es un conjunto de intervenciones destinadas a
revertir la intoxicación aguda y los síntomas de abstinencia o retirada. Significa
claramente que tratamos un cuerpo lleno de toxinas en función de las sustancias del
abuso. La desintoxicación trata de minimizar el daño físico/mental causado por el
abuso de sustancias. (Detoxification and Substance Abuse Treatment. A Treatment
Improvement Protocol Detoxification and Substance Abuse Treatment TIP 45. U.S.
Department Of Health And Human Services. Substance Abuse and Mental Health
Services Administration Center for Substance Abuse Treatment 2006)
Evaluación: Incluye test sanguíneos y en orina para medir concentración en el
organismo de alcohol y drogas, tamizaje para comorbilidad física y mental. La
evaluación también incluye una aproximación biopsicosocial para determinar las
ayudas apropiadas y el nivel de tratamiento para la persona afectada. En esencia la
evaluación es la base para el plan inicial de tratamiento de un paciente intoxicado o
con síndrome de abstinencia (Detoxification and Substance Abuse Treatment. A
Treatment Improvement Protocol Detoxification and Substance Abuse Treatment TIP
45. U.S. Department Of Health And Human Services. Substance Abuse and Mental
Health Services Administration Center for Substance Abuse Treatment 2006)
Modelo o Enfoque de Atención: Es el conjunto de orientaciones terapéuticas en que
se basan los centros de atención en drogadicción para brindar el tratamiento a sus
pacientes. Entre ellos se destacan: Comunidad terapéutica (tradicional/renovada), 12
pasos, espiritual - religioso, médico - clínico - psiquiátrico, psicológico interdisciplinario, pedagógico - reeducativo y terapias alternativas u otras que
demuestren evidencia comprobable de eficacia (Resolución 1315 de 2006. Ministerio
de la Protección Social).
Patrón de Consumo: Características que presenta el consumo de sustancias en un
sujeto dado en un momento en particular. Se refiere específicamente a la dosis y a la
frecuencia de administración así como a la motivación y al grado de control sobre el
consumo (Resolución 1315 de 2006. Ministerio de la Protección Social).
Personalidad: Estructura psíquica de cada individuo, la forma como se revela por su
modo de pensar o expresarse en sus actitudes o intereses y en sus actos. Son patrones
duraderos de percibir, relacionarse y pensar acerca del ambiente y de uno mismo
(CENETEC 2008).
Personas con Adicción a Sustancias Psicoactivas: Es toda persona consumidora de
cualquier sustancia psicoactiva que presenta dependencia física o psicológica a la
misma (Resolución 1315 de 2006. Ministerio de la Protección Social). Deben cumplir
con los criterios CIE 10 y DSM IV para los Trastornos Mentales asociados a Sustancias.
Programa Preventivo: Es un conjunto de actuaciones con el objetivo específico de
impedir la aparición del problema al que se dirige dicho programa preventivo. En el
caso de las adicciones el objetivo es impedir, o retrasar, la aparición de conductas de
consumo, uso y abuso de las distintas drogas. Un programa preventivo puede ser
global para toda la comunidad o específico para un subgrupo de personas, barrio
concreto, grupo de edades, etc (CENETEC 2008).
Servicio de Farmacodependencia: Es el servicio clínico en la modalidad hospitalaria,
dedicado al tratamiento de pacientes con adicción a sustancias psicoactivas, que por
su condición aguda requieren el servicio de atención médica, ofrecido por Instituciones
Prestadoras de Servicios de Salud (Resolución 1315 de 2006. Ministerio de la
Protección Social).
Síndrome de Abstinencia: Grupo de síntomas de gravedad y grado de integración
variables, que aparecen durante la suspensión absoluta o relativa de una sustancia
psicotrópica, luego de una fase de utilización permanente de la misma (Resolución
1315 de 2006. Ministerio de la Protección Social).
Sustancia Psicotropa o Psicoactiva - SPA: Son aquellas sustancias químicas o naturales
que por sus características farmacológicas, tienen la posibilidad de ser consumidas por
varias vías, ser absorbida, concentrarse en la sangre, pasar al cerebro, actuar sobre las
neuronas y modificar principalmente el funcionamiento del sistema nervioso central y
crear dependencia física o psicológica (Resolución 1315 de 2006. Ministerio de la
Protección Social).
Tolerancia: Necesidad del aumento progresivo de la dosis de una sustancia para
conseguir los mismos efectos que originalmente producían dosis más bajas (Resolución
1315 de 2006. Ministerio de la Protección Social).
Tolerancia Social: Fenómeno que se presenta en la sociedad en donde al individuo se
le permite, o no, el consumo de ciertas sustancias (CENETEC 2008).
Trastornos Adictivos: Conjunto de signos y síntomas que se relacionan directamente
con el consumo de una sustancia, que producen alteraciones significativas en la vida
del individuo (CENETEC 2008).
Tratamiento y Rehabilitación de Personas con Adicción a Sustancias Psicoactivas: Es
el conjunto de programas, terapias, actividades, intervenciones, procedimientos y
enfoques basados en evidencia, que aplican los Centros de Atención en Drogadicción,
con el propósito de lograr la deshabituación al consumo de sustancias psicoactivas o su
mantenimiento, con el fin de reducir los riesgos y daños asociados al consumo
continuado de sustancias psicoactivas y procurar su rehabilitación y preparación para
la reinserción a la vida social (Resolución 1315 de 2006. Ministerio de la Protección
Social).
Tratamientos Previos Fallidos: Intervenciones que ha recibido el individuo y que no
lograron su objetivo (CENETEC 2008).
5. Evidencia y Recomendaciones:
5.1. Diagnóstico y Cuadro Clínico de los Trastornos Mentales y del Comportamiento
debido al Consumo de Múltiples Sustancias
Evidencia
Dentro de la práctica médica es innegable la importancia de hacer una historia clínica
completa a todo paciente en cualquier nivel de atención. Con respecto al consumo de
sustancias, en la consulta psiquiátrica, es prioritario obtener datos acerca del consumo
actual y a lo largo de la vida. Es importante preguntar al paciente por su patrón de
consumo, incluyendo la edad de inicio del mismo, tipo de sustancia psicoactiva, dosis y
frecuencia, vía de consumo, efectos psicológicos y físicos atribuidos a la sustancia,
evolución de la historia del consumo pasada y actual, fecha del último consumo,
identificación de la sustancia “preferida” y de mayor impacto, y otros factores
asociados al consumo, por ejemplo si lo hace sólo o en compañía, conductas de riesgo
asociadas, etc (D).
Se ha observado la importancia de clarificar, desde la primera consulta, si el paciente
presenta un abuso ó una dependencia a sustancias, así como la importancia de
determinar la existencia de una patología dual al momento de realizar el diagnóstico
(D).
Diagnóstico Clínico (D)
En la evolución clínica de los Trastornos por consumo de sustancias psicoactivas desde
el momento del consumo inicial de la sustancia hasta el desarrollo de un cuadro de
dependencia, se describen diferentes patrones de uso de la sustancia en grados
crecientes de intensidad y de gravedad de sus consecuencias. Se consideran como
factores determinantes de esta evolución, en primer lugar, la motivación principal de
consumo, luego el desarrollo de tolerancia a la sustancia y por ultimo, la capacidad
para controlar su uso (Ministerio de la Protección Social. República de Colombia.
2004).
En un importante número de consumidores/abusadores de sustancias psicoactivas es
posible describir un patrón evolutivo del Trastorno adictivo más o menos típico, el cual
se inicia con episodios de consumo generalmente motivados por la curiosidad o la
presión social ejercida por el grupo de pares o compañeros. Dependiendo de la
interacción con factores de variada índole, la conducta de consumo puede prolongarse
y se va deteriorando la capacidad para el control voluntario sobre el uso de la
sustancia, al tiempo que se producen alteraciones del funcionamiento del sistema
nervioso central que se manifiestan en el predominio de las conductas orientadas a
proveerse la sustancia a consumir, o a recuperarse de sus efectos, afectando de
manera gradual el desempeño del paciente en las distintas áreas y su estado de salud
en general (Ministerio de la Protección Social. República de Colombia. 2004).
Las manifestaciones clínicas de los Trastornos por consumo de sustancias psicoactivas
incluyen desde la intoxicación aguda no complicada, pasando por el abuso o consumo
nocivo y la dependencia, hasta las complicaciones psíquicas y físicas. Estos trastornos,
en especial la dependencia, constituyen cuadros clínicos complejos que tienden a
evolucionar hacia la cronicidad y a tener un comportamiento recurrente con
frecuentes episodios de recaídas (Ministerio de la Protección Social. República de
Colombia. 2004).
Las características clínicas más relevantes de la dependencia incluyen la necesidad
imperativa de consumir la sustancia, llegando a la compulsión, en ocasiones,
incontrolable. También el establecimiento de un patrón de comportamiento centrado
en la búsqueda de la sustancia, que relega buena parte de las conductas habituales del
consumidor, descuidando obligaciones familiares, laborales, académicas y sociales,
persistiendo en el consumo a pesar de conocer las consecuencias negativas que se
derivan del mismo (Ministerio de la Protección Social. República de Colombia. 2004).
Históricamente la definición de los Trastornos por Consumo de Sustancias Psicoactivas
ha sido un asunto controversial, generando gran cantidad de problemas para el
desarrollo y aplicación de programas de tratamiento, así como para la evaluación de su
impacto (Ministerio de la Protección Social. República de Colombia. 2004).
En la actualidad, en América, los instrumentos de clasificación diagnóstica de uso más
frecuente son la Décima Revisión de la Clasificación Internacional de Enfermedades de
la Organización Mundial de la Salud (CIE-10) y el Manual Diagnóstico Estadístico de la
Asociación Psiquiátrica Americana (DSM-IV-TR). Ambos instrumentos le dedican
especial atención a los Trastornos por uso de sustancias psicoactivas y proponen
criterios clínicos para su diagnóstico, permitiendo la identificación de la demanda de
tratamiento en los servicios basándose en criterios uniformes (Mini
.
. 2004). Ver Anexos Criterios Diagnósticos CIE10 y DSM-IV-TR para Trastornos Mentales y del Comportamiento debido al Consumo
de Múltiples Sustancias
La clasificación propuesta por el DSM-IV-TR y el CIE-10 difiere en varios aspectos, como
por ejemplo en el diagnóstico de Consumo Perjudicial en el CIE-10, el cual no aparece
en el DSM-IV-TR, por lo tanto es importante tener en cuenta ambas clasificaciones.
Utilizando los criterios definidos en ambas clasificaciones es posible identificar diversos
grados y tipos de alteraciones derivadas del consumo de las diferentes sustancias. Por
una parte, se establecen los parámetros para el diagnóstico de la Dependencia y del
inducidos por sustancias como el Delirium, la Demencia, los Trastornos amnésicos,
afectivos, la psicosis por drogas, las alteraciones del sueño, de la percepción, de la
función sexual, entre otros (Mini
.
.
2004).
Por ejemplo la Dependencia al Alcohol es caracterizada por el deseo, tolerancia y
preocupación por seguir tomando alcohol, a pesar de consecuencias dañinas como la
enfermedad hepática o Depresión causada por el consumo. Como la mayoría de
Dependencia a sustancias se asocia con incremento de la actividad delincuencial y
violencia doméstica, e incrementa las tasas de alteraciones físicas y mentales. Aunque
hay unos criterios específicos en el ICD-10 y en el DSM-IV en realidad la dependencia
siempre será crónica (un continuum e incremento paulatino de su severidad).
(Alcohol-use disorders: diagnosis, assessment and management of harmful drinking
and alcohol dependence. NICE clinical guideline 115. February 2011)
Cada uno de estos trastornos es descrito para las sustancias psi
frecuente
),
Cocaina, Estimulantes (anfetaminas, cafeína
, Tabaco (nicotina),
Disolventes volátiles (Inhalables), y otras múltiples sustancias (Mini
.
. 2004).
En el CIE-10 se incluyen los siguientes diagnósticos:
F10 Trastornos mentales y del comportamiento debidos al consumo de alcohol.
F11 Trastornos mentales y del comportamiento debidos al consumo de opioides.
F12 Trastornos mentales y del comportamiento debidos al consumo de cannabinoides.
F13 Trastornos mentales y del comportamiento debidos al consumo de sedantes o hipnóticos.
F14 Trastornos mentales y del comportamiento debidos al consumo de cocaína – PBC (derivados de la
hoja de coca).
F15 Trastornos mentales y del comportamiento debidos al consumo de otros estimulantes (incluyendo
la cafeína).
F16 Trastornos mentales y del comportamiento debidos al consumo de alucinógenos.
F17 Trastornos mentales y del comportamiento debidos al consumo de tabaco.
F18 Trastornos mentales y del comportamiento debidos al consumo de disolventes volátiles.
F19 Trastornos mentales y del comportamiento debidos al consumo de múltiples drogas o de otras
sustancias psicotropas.
Diagnóstico Dual (D)
Requiere especial atención la coexistencia de los Trastornos por Consumo de
Sustancias con otros trastornos de salud, en especial con otros trastornos
psiquiátricos, la cual configura buena parte de la demanda de atención que debe ser
cubierta por los establecimientos de tratamiento especializados en dependencia de
sustancias psicoactivas (Ministerio de la Protección Social. República de Colombia.
2004).
Esta condición es conocida como “diagnóstico dual”, “trastornos concurrentes” o
“comorbilidad” y la relación entre los trastornos identificados no necesariamente es de
orden causal pudiendo considerarse que se influencian entre sí en un sentido
“bidireccional” (Ministerio de la Protección Social. República de Colombia. 2004).
Las condiciones que con mayor frecuencia se encuentran asociadas con el consumo de
sustancias psicoactivas son los Trastornos del humor (depresión, trastorno bipolar), los
Trastornos de personalidad (antisocial, entre otros), Trastornos de conducta (tipo
agresivo), Esquizofrenia, los Trastornos de ansiedad, los de la conducta alimentaria,
Juego patológico y también la conducta suicida (Ministerio de la Protección Social.
República de Colombia. 2004).
Exámenes Paraclínicos Diagnósticos (D)
Además del diagnóstico clínico, existen diferentes exámenes paraclínicos que han
mostrado evidencia para el apoyo diagnóstico en las diferentes fases de la
enfermedad, como lo son las pruebas psicométricas (D) (Ministerio de Salud. Perú.
Desarrollo y Vida sin Drogas-DEVIDA. 2008):
Dependencia a alcohol: Test AUDIT y Test CAGE.
Dependencia a la nicotina: Test de Fagerström de dependencia a la nicotina.
Abuso-dependencia a sustancias: Entrevista neuropsiquiátrica MINI DSM IV. La
Structured Clinical Interview for DSM-IV, Axis I y II Disorders (SCID-I yII ).
Funcionalidad familiar: APGAR familiar.
• Pruebas Psicométricas para determinar la Abstinencia a sustancias:
Alcohol: Escala CIWA-Ar.
Opiáceos: Escala Objetiva de la Abstinencia de Opioides (Objetive Opiate
Withdrawal Scale-OOWS).
Ver Anexos Pruebas Psicométricas.
Aunque, al momento del examen, muchas sustancias psicoactivas no puedan
detectarse, se recomienda al clínico, según su criterio, realizar pruebas de laboratorio
en orina o en sangre para determinar intoxicación aguda (D) (Ministerio de Salud.
Perú. Desarrollo y Vida sin Drogas-DEVIDA. 2008)
Comorbilidades Orgánicas (D)
Considerando las múltiples conductas de riesgo que se presentan en estos pacientes,
se debe contemplar a esta población como un grupo vulnerable y con riesgo de
adquirir diversas enfermedades orgánicas como (D):
Enfermedades infecciosas: VIH/Sida; Hepatitis B y C; infecciones pulmonares como
Tuberculosis (TBC); infecciones cutáneas y de partes blandas, infecciones óseas y
articulares, afectación ocular, infecciones intravasculares (Endocarditis),
enfermedades de transmisión sexual (Sífilis).
Enfermedades cardiovasculares y del sistema nervioso central: infarto agudo de
miocardio (IAM); Accidente Cerebro-Vascular (ACV).
Enfermedades pulmonares, como la bronquitis y la enfermedad pulmonar
obstructiva crónica (EPOC).
Cáncer de pulmón y de piel.
Por lo anterior, es pertinente la realización de exámenes paraclínicos a todo paciente
en quien se realice un diagnóstico de abuso o dependencia a sustancias psicoactivas
(D):
Cuadro Hemático completo
Serología (VDRL)
Prueba de Elisa para HIV
Creatinina / Nitrógeno Ureico (BUN)
Prueba de embarazo
Pruebas de función hepática (TGO, TGP, GGT)
Glicemia
Otros pertinentes a cada caso:
o Consumo de alcohol: Niveles de Tiamina, Ácido Fólico, y Vitamina B12;
Gama Glutamil Transferasa (GGT), Transaminasa Glutámico Oxalacética
(TGO), Transaminasa Glutámico Pirúvica (TGP) y Transferrina Deficiente en
Carbohidatos (CDT).
o Dependencia a la Nicotina: Examen de los ganglios linfáticos, la boca y la
garganta para evaluar cáncer oculto; auscultación torácica; radiografía (Rx)
de tórax; Electrocardiograma y Coproscópico (detectar sangre oculta en
heces) en los mayores de 50 años.
o Usuario de drogas intravenosas (UDI) y/o conductas sexuales de riesgo
asociadas: Antígenos de superficie para hepatitis B; Anticuerpos para
Hepatitis C; examen de la piel para detectar celulitis; examen genital y toma
de muestras para detectar: clamidia, enfermedad gonocócica, y el virus del
papiloma humano.
o Pacientes que consuman sustancias que afecten la vía respiratoria y
presenten síntomas respiratorios: realizar examen de tuberculosis (TBC).
o Neuroimagenes para la detección de secuelas en casos severos de
dependencia. Deberán tomarse según la clínica del paciente y ante la
necesidad de orientar una sospecha diagnóstica o sospecha de
comorbilidad, por ejemplo Demencia, Tumores, etc.
Recomendaciones
Diagnóstico de Trastornos Mentales y del Comportamiento debido al Consumo de
Múltiples Sustancias:
6.
Se recomienda hacer una historia clínica completa, con especial énfasis en
adquisición de datos de consumo de cada una de las sustancias
psicoactivas que consume actualmente y las que ha consumido a lo largo de
la vida:
Edad de inicio de consumo
Tipo de sustancia psicoactiva
Dosis y frecuencia de consumo
Evolución de la historia del consumo pasada y actual que incluya todas
las sustancias usadas y uso o abuso de drogas prescritas
Fecha del último consumo
Identificación de la sustancia “preferida” y de mayor impacto
Factores asociados al consumo: sólo o acompañado, conductas de
riesgo asociadas, etc
Vía de consumo: oral, inhalada, fumada, intravenosa
Efectos psicológicos y físicos atribuidos a la sustancia psicoactiva
7.
Se recomienda utilizar los criterios diagnósticos del DSM-IV-TR y CIE-10.
✓
1
✓
1
Ver Anexos Criterios Diagnósticos CIE-10 y DSM-IV-TR para Trastornos Mentales y del
Comportamiento debido al Consumo de Múltiples Sustancias
8.
9.
Se recomienda clarificar desde la primera consulta si el paciente presenta un
abuso ó una dependencia a sustancias, dentro de lo que hay que identificar
la existencia de las diferentes modalidades de consumo que pueden requerir
medidas especiales de manejo:
Intoxicación aguda
Síndrome de abstinencia
Comorbilidad asociada (Física o Mental)
Severidad de la Dependencia
Riesgo de auto o heteroagresión
Factores sociodemográficos de riesgo (Vive solo, es desempleado, etc.)
Se recomienda tener en cuenta la patología dual al momento de realizar el
diagnóstico.
10. Se recomienda el uso de pruebas psicométricas:
Pruebas Psicométricas para determinar Abuso-Dependencia a
sustancias:
o
Dependencia a alcohol: Test AUDIT y Test CAGE.
o
Dependencia a la nicotina: Test de Fagerström
de
dependencia a la nicotina.
o
Abuso-dependencia a sustancias: Entrevista neuropsiquiátrica
MINI DSM IV. La Structured Clinical Interview for DSM-IV, Axis I
y II Disorders (SCID-I yII ).
o
Funcionalidad familiar: APGAR familiar.
Pruebas Psicométricas para determinar la Abstinencia a sustancias:
o
Alcohol: Escala CIWA-Ar.
o
Opiáceos: Escala Objetiva de la Abstinencia de Opioides
(Objetive Opiate Withdrawal Scale-OOWS).
✓
1
✓
1
D(+)
1
D(+)
1
Ver Anexos Pruebas Psicométricas
Guía de Práctica Clínica Trastornos Mentales y del Comportamiento debidos al
Consumo de Sustancias Psicotropas. Ministerio de Salud. Perú. Desarrollo y Vida
sin Drogas-DEVIDA. 2008.
Diagnósticos Diferenciales:
Se recomienda tener en cuenta los siguientes diagnósticos diferenciales:
En Intoxicación Aguda:
Trastornos orgánicos cerebrales agudos
Hipoglicemia
En Síndrome de Abstinencia:
Trastornos de Ansiedad
Trastornos Depresivos
Trastornos Orgánicos que producen temblor o ansiedad.
Guía de Práctica Clínica Trastornos Mentales y del Comportamiento debidos al
Consumo de Sustancias Psicotropas. Ministerio de Salud. Perú. Desarrollo y Vida
sin Drogas-DEVIDA. 2008.
Ministerio de la Protección Social. República de Colombia. 2004.
Exámenes Paraclínicos Diagnósticos:
D(+)
1
D(+)
1
D(+)
1
Aunque, al momento del examen, muchas sustancias psicoactivas no puedan
detectarse, se recomienda al clínico, según su criterio, hacer las siguientes
pruebas de laboratorio para determinar intoxicación aguda:
En orina (cocaína, cannabis, alcohol) y en sangre (opiáceos, barbitúricos,
sedantes, drogas de diseño, alcohol).
Guía de Práctica Clínica Trastornos Mentales y del Comportamiento debidos al
Consumo de Sustancias Psicotropas. Ministerio de Salud. Perú. Desarrollo y Vida
sin Drogas-DEVIDA. 2008.
Principales Comorbilidades Orgánicas:
Se recomienda evaluar las siguientes enfermedades orgánicas, debido a las
conductas de riesgo que presentan estos pacientes:
Enfermedades infecciosas: VIH/Sida; Hepatitis B y C; infecciones
pulmonares como Tuberculosis (TBC); infecciones cutáneas y de partes
blandas, infecciones óseas y articulares, afectación ocular, infecciones
intravasculares (Endocarditis), enfermedades de transmisión sexual (Sífilis).
Enfermedades cardiovasculares y del sistema nervioso central: infarto
agudo de miocardio (IAM); Accidente Cerebro-Vascular (ACV).
Enfermedades pulmonares, como la bronquitis y la enfermedad pulmonar
obstructiva crónica (EPOC).
Cáncer de pulmón y de piel.
Altice, FL, Kamarulzaman, et. al. Treatment of medical, psychiatric, and
substance-use comorbidities in people infected with HIV who use drugs. Lancet.
2010.
Se recomienda que a todo paciente con diagnóstico de abuso o dependencia a
sustancias psicoactivas se les realice:
Cuadro Hemático completo
Serología (VDRL)
Prueba de Elisa para HIV
Creatinina / Nitrógeno Ureico (BUN)
Prueba de embarazo
Pruebas de función hepática (TGO, TGP, GGT)
Glicemia
Otros pertinentes a cada caso:
o
o
o
o
o
Consumo de alcohol: Niveles de Tiamina, Ácido Fólico, y Vitamina
B12; Coproscópico (detectar sangre oculta en heces).
Dependencia a la Nicotina: Examen de los ganglios linfáticos, la
boca y la garganta para evaluar cáncer oculto; auscultación
torácica; radiografía (Rx) de tórax; Electrocardiograma.
Usuario de drogas intravenosas (UDI) y/o conductas sexuales de
riesgo asociadas: Antígenos de superficie para hepatitis B;
Anticuerpos para Hepatitis C; examen de la piel para detectar
celulitis; examen genital y toma de muestras para detectar:
clamidia, enfermedad gonocócica, y el virus del papiloma humano.
Pacientes que consuman sustancias que afecten la vía respiratoria
y presenten síntomas respiratorios: realizar examen de
tuberculosis (TBC).
Neuroimágenes para la detección de secuelas en casos severos de
dependencia.
National Institute on Drug Abuse (NIDA). Principios de tratamientos para la
drogadicción: Una guía basada en las investigaciones. Departamento de Salud y
Servicios Humanos de los EE. UU., Institutos Nacionales de la Salud, Instituto
Nacional sobre el Abuso de Drogas. 2010.
American Psychiatric Association. Practice guideline for the treatment of patients
with substance use disorders, 2nd edition. 2006.
Medidas generales de tratamiento de la comorbilidad orgánica:
✓
1
Se recomienda que a todo paciente con consumo de sustancias y comorbilidad
orgánica asociada:
Se le ofrezca un tratamiento integral en el cual se realice un manejo
multidisciplinario, en conjunto con las especialidades que requiera.
5.2. Factores de Riesgo
Evidencia
La evidencia ha mostrado que entre otros factores correlacionados, el uso de
sustancias psicoactivas lícitas (tabaco y alcohol), el consumo de drogas en la familia, un
débil apoyo y control familiar, el abandono o suspensión de estudios y una baja
adherencia escolar, la tolerancia social y disponibilidad de las sustancias psicoactivas,
la pertenencia a redes sociales disfuncionales y un uso inadecuado del tiempo libre, así
como diversos trastornos de conducta, afectivos y psicológicos, entre los que se
cuentan la depresión y la ansiedad, son factores asociados con el consumo de
sustancias (C) (CENETEC 2008):
1. Medio Ambiente
Caracterizado por la libre disposición que tiene la población a las diferentes
sustancias psicoactivas legales (alcohol y tabaco), y el incentivo al consumo a
través de la promoción y propaganda por los medios de comunicación. En lo
concerniente a las sustancias psicoactivas ilegales, la organización de la producción
y comercialización de ellas ha generado un fenómeno que compromete varias
esferas del ordenamiento social desde el ámbito de la producción, tráfico y
consumo (D) (Ministerio de Salud. Perú. Desarrollo y Vida sin Drogas-DEVIDA.
2008).
2. Estilos de Vida
La sociedad en general propicia el consumo de alcohol y tabaco como importantes
gratificadores, expresados en el fomento de su utilización como componentes de
diversiones y situaciones agradables, habiéndose difundido su uso a edades cada
vez más tempranas. Del mismo modo, se produce una especie de
acostumbramiento social al consumo de sustancias psicoactivas ilegales,
expresadas en el inicio precoz de su consumo y el crecimiento de la patología
asociada al mismo (D) (Ministerio de Salud. Perú. Desarrollo y Vida sin DrogasDEVIDA. 2008).
3. Factores Hereditarios
Diversos autores han señalado que la predisposición genética hereditaria puede
llegar a desarrollar la enfermedad alcohólica, con mayor incidencia en el sexo
masculino. Existen fundadas sospechas que tal predisposición hereditaria es
igualmente importante en lo concerniente a las demás sustancias psicoactivas.
Son de particular importancia los efectos en hijos recién nacidos de consumidoras
de sustancias psicotropas, como es el caso del Síndrome de abstinencia neonatal
en casos de madres alcohólicas, o los reportes de mayor incidencia de peso y talla
en hijos de consumidoras, así como de trastornos de conducta en la niñez (D)
(Ministerio de Salud. Perú. Desarrollo y Vida sin Drogas-DEVIDA. 2008).
5.3. Factores Protectores
Evidencia
Dentro de los factores protectores ante el consumo de sustancias, se han encontrado
los siguientes: un adecuado control de impulsos por parte del individuo; un entorno
familiar armónico, donde las figuras paternas ejerzan su rol adecuadamente, en el que
haya un monitoreo constante a sus hijos, así como en el ámbito escolar debe existir
vigilancia del uso de sustancias; además de un apego fuerte del individuo a su barrio y
comunidad en general (D) (CENETEC 2008).
Recomendaciones
Se recomienda evaluar como Factores de Riesgo:
Comportamiento agresivo temprano (individual)
Falta de supervisión parental (familiar)
Niños y adolescentes que viven en condiciones de maltrato (familiar)
Abuso de sustancias (pares y familiares)
Disponibilidad de la droga (escolares)
Transición de primaria a bachillerato (escolares)
Pobreza (comunidad)
Se recomienda tener en cuenta como Factores Protectores del consumo:
Adecuado control de impulsos (individual)
Adecuado monitoreo parental (familiar)
Buen rendimiento académico (pares)
Campañas gubernamentales antidroga (escolares)
Apego fuerte al lugar de vivienda (comunidad)
Guía de Práctica Clínica: Diagnóstico y Tratamiento de los Trastornos de Ansiedad
en el Adulto. México; Secretaría de Salud, CENETEC, 2010. México: Centro Nacional
de Excelencia.
D(+)
1
D(+)
1
5.4. Epidemiología
Evidencia
El National Institute of Drug Abuse (NIDA) y otros organismos, como la National Survey
of Drug Use and Health (NSDUH), realizan encuestas periódicas sobre el consumo de
drogas ilegales en Estados Unidos, y en 2004 se calculaba que 22,5 millones de
individuos mayores de 12 años (casi el 10% del total de la población estadounidense)
presentaban un trastorno relacionado con sustancias. De este grupo,
aproximadamente 15 millones eran dependientes del alcohol o abusaban de él (D)
(Sinopsis de Psiquiatría de Kaplan y Sadock 10ª Edición).
En cuanto a la edad del primer consumo, los que lo hacían a una edad más temprana
(14 años o antes) presentaban una probabilidad mayor de cursar con una adicción, que
aquellos que empezaban a una edad más tardía. Esta afirmación se aplica a todas las
sustancias de abuso, y especialmente, al alcohol. Entre los adultos de 18 años o más
que probaron por primera vez el alcohol a los 14 años o antes, el 17,9 % se clasificó
con dependencia al alcohol, en comparación con sólo el 4,1 % que había probado el
alcohol por primera vez a los 18 años o más (D) (Sinopsis de Psiquiatría de Kaplan y
Sadock 10ª Edición).
En este estudio, las tasas de abuso también variaban con la edad. La tasa de
dependencia o abuso fue del 1,3 % a los 12 años y por lo general aumentaba hasta
alcanzar un máximo (25,4 %) a los 21 años. A partir de esta edad se producía una
reducción general. A los 65 años, alrededor de sólo el 1 % de los individuos habían
consumido una sustancia ilegal durante el año anterior, lo que acredita la observación
clínica según la cual, los pacientes con problemas de adicción tienden a “quemarse”
(burn out) a medida que envejecen (D) (Sinopsis de Psiquiatría de Kaplan y Sadock 10ª
Edición).
Hay mayor número de consumidores de drogas de género masculino en comparación
con el género femenino. Los que tienen cierto nivel académico consumen más
sustancias que aquellos con un nivel educativo inferior y las tasas entre los
desempleados superan las de aquellos que tienen un empleo a tiempo parcial o de
jornada completa; todos estos datos de la encuesta anteriormente nombrada sobre el
consumo de drogas y sus tendencias en Estados Unidos (D) (Sinopsis de Psiquiatría de
Kaplan y Sadock 10ª Edición).
Otro aspecto epidemiológico para tener en cuenta en el tratamiento de los problemas
de consumo de sustancias psicoactivas lo constituye la creciente afectación de grupos
poblacionales especialmente vulnerables, los cuales anteriormente se consideraban
atípicos para estos trastornos, como es el caso de la población femenina la cual ha
venido progresivamente teniendo una mayor participación entre los grupos afectados
por el uso de sustancias, tanto de tipo legal como el alcohol y el tabaco, pero también
en lo que respecta a sustancias ilícitas (D) (Ministerio de la Protección Social. República
de Colombia. 2004).
Dada la particular vulnerabilidad biológica a algunas sustancias, así como el papel clave
que juega la mujer como el centro de la dinámica familiar y en muchas ocasiones como
cabeza de la familia, el impacto del consumo de sustancias en las mujeres trasciende el
ámbito personal, afectando su descendencia y alterando de manera grave la
funcionalidad familiar (D) (Ministerio de la Protección Social. República de Colombia.
2004).
A esta circunstancia se suma el hecho de que los programas de atención en su mayoría
están diseñados pensando en un estereotipo de consumidor masculino, soltero y
desempleado, soliendo dejar por fuera a la población femenina afectada o
sometiéndola a la carga adicional que implica adaptarse a un modelo de tratamiento
insuficiente para cubrir sus necesidades de una manera eficaz y además al hecho de
ser estigmatizada como consecuencia de los valores culturales prevalecientes que no
admiten de buena manera el problema de la dependencia de sustancias psicoactivas
en las mujeres (D) (Ministerio de la Protección Social. República de Colombia. 2004).
Los trastornos por uso de sustancias psicoactivas constituyen un importante problema
de salud pública, con un costo en Estados Unidos de más de $ 400 mil millones al año,
incluyendo los costos del tratamiento, las comorbilidades médicas, el ausentismo
laboral, la pérdida de productividad, la delincuencia y el encarcelamiento relacionados
con las drogas y los esfuerzos de prevención (D) (American Psychiatric Association,
2006).
La proporción de pacientes que finalmente cumple con los criterios para la
dependencia varía según la sustancia y en diversos estudios se ha demostrado que
entre más asequible sea una sustancia psicoactiva (sustancias legales: alcohol y tabaco
y algunos países la marihuana), mayor es el porcentaje de personas que habiéndola
usado generan una dependencia (American Psychiatric Association, 2006).
Los Trastornos por consumo de sustancias se asocian a un aumento significativo de la
morbilidad y la mortalidad, especialmente entre los hombres. Cada año, la
dependencia a sustancias (no relacionada con consumo de nicotina) es, directa o
indirectamente, responsable de al menos el 40% de todas las hospitalizaciones y
aproximadamente el 25% de todas las muertes (500.000 por año). El costo económico
total de los trastornos por uso de sustancias se estimó en 414 mil millones de dólares
para el año 1995 (D) (American Psychiatric Association, 2006).
Una parte importante de las nuevas infecciones por VIH se produce entre los usuarios
de drogas intravenosas o individuos que han tenido contacto sexual con estas
personas; las conductas sexuales de alto riesgo entre los usuarios de drogas
inyectables son el mayor predictor de la infección por VIH en hombres y mujeres (D)
(American Psychiatric Association, 2006).
Los Trastornos por consumo de sustancias también ejercen un profundo impacto en
aquellos que entran en contacto con las personas afectadas. Por ejemplo, se estima
que el 13,6% de los individuos de 12 años o más ha conducido bajo los efectos del
alcohol al menos una vez durante un período de 1 año, y aproximadamente la mitad
de todas las muertes en las carreteras implican un conductor o peatón que está
intoxicado. Del mismo modo, más de la mitad de todos los casos de violencia
doméstica ocurren bajo la influencia del alcohol o de sustancias ilícitas, y la evidencia
de una amplia gama de estudios sugiere que el alcohol puede desempeñar un papel
importante en el aumento de la posibilidad de la violencia doméstica (D) (American
Psychiatric Association, 2006).
La prevalencia de Trastornos por Consumo de Sustancias Psicoactivas en Colombia,
según datos del Estudio Nacional de Salud Mental, es de 10.6 %, siendo el alcohol la
principal sustancia de abuso seguida por la marihuana, la cocaína y dejando en un
último lugar el uso de tranquilizantes (D) (Posada-Villa J, et. al. Revista Colombiana de
Psiquiatría 2004).
5.5. Etiología
Evidencia
Dentro de una concepción etiológica multicausal, se incluyen:
La sustancia psicoactiva que actúa principalmente sobre el sistema nervioso central
(y el organismo en general), provocando efectos agudos (intoxicación aguda) y
crónicos (intoxicación crónica), induciendo en el organismo cambios bioquímicos,
fisiológicos y orgánicos significativos (D).
Factores propios del paciente: entre los cuales pueden citarse la predisposición
genética/hereditaria y la personalidad pre-mórbida, de particular importancia en lo
referente a grupos de riesgo (adolescentes y adultos jóvenes) (D).
Factores ambientales, culturales y sociales, que incluyen la disfuncionalidad
familiar, el proceso de aprendizaje social del consumo de sustancias
(especialmente de drogas legales) y el incremento de la producción y tráfico de
drogas y el deterioro social consecutivo (D).
(Ministerio de Salud. Perú. Desarrollo y Vida sin Drogas-DEVIDA. 2008).
5.6. Fisiopatología
Evidencia
Los Trastornos Mentales y del Comportamiento debido al Consumo de Sustancias
Psicoactivas constituyen la expresión conductual de las alteraciones fisiopatológicas
que se producen en diversos órganos y sistemas, en especial en el sistema nervioso
central, como consecuencia de la acción tóxica de las llamadas sustancias psicoactivas
(Mini
.
. 2004), que generan
cambios en la neurotransmisión cerebral, afectando áreas específicas, como lo es el
sistema de recompensa: área tegmental ventral, locus caeruleus, núcleo accumbens,
entre otras, desencadenando síntomas y signos característicos de cada sustancia según
sea su acción sobre los sistemas dopaminérgico, serotoninérgico, gabaérgico u otros
(D).
Estas alteraciones pueden manifestarse de forma inmediata y a mediano o largo plazo,
siendo la gravedad del trastorno el resultado de la interacción de los distintos cambios
fisiopatológicos con las particulares circunstancias psicológicas, sociales y culturales en
las que ocurre el consumo (D).
En individuos con predisposición, la intoxicación aguda puede ocasionar alteraciones
patológicas más severas, generando trastornos psicóticos específicos para cada
sustancia y que en algunos casos pueden estar relacionados con comorbilidades (para
el caso de alcohol cobra particular importancia la intoxicación patológica) (D).
La repetición de los fenómenos de intoxicación aguda sumado a un acortamiento
progresivo de los periodos intercríticos, conduce a nivel neuronal procesos de
neuroadaptación y neurosensibilización que gradualmente generan en el individuo la
demanda obsesiva del consumo, no obstante la aparición de problemas
comportamentales, familiares, laborales y sociales asociadas a éste (D).
La presentación del síndrome de abstinencia (como expresión del fenómeno de
intoxicación crónica) generará la repetición compulsiva del consumo, constituyendo un
cuadro clínico patológico (D).
Los efectos descritos sobre el Sistema Nervioso se expresan en modificaciones
comportamentales en el individuo que incluyen: el abandono progresivo de sus
actividades cotidianas, el protagonismo gradual que el consumo de la sustancia
adquiere para él, y su conducta disfuncional en el seno familiar, laboral y social (D).
(Ministerio de Salud. Perú. Desarrollo y Vida sin Drogas-DEVIDA. 2008).
5.7. Intervención o Consejería Breve en Adicciones
Evidencia
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Consenso Estadounidense son
partidarios en denominar al consejo básico como una Intervención Breve en
Adicciones. Ésta es descrita como una de las principales estrategias en materia de
prevención. Se ha visto que en la medida en que todos los profesionales sanitarios
aconsejen insistentemente a todos los pacientes en la suspensión definitiva del
consumo de drogas, se podría llegar a prevenir gran parte de las comorbilidades y la
disfunción global de estos individuos (A) (CENETEC 2008).
Recomendaciones
Intervención inicial en pacientes con consumo de sustancias:
Se recomienda realizar Consejería o Intervención Breve en Adicciones. Esta
intervención debe ser llevada a cabo por todos los profesionales de salud, ante los
pacientes con consumo de sustancias. Dentro de esta consejería se debe:
Averiguar: sistemáticamente a los pacientes por el consumo de sustancias en
cada consulta.
Aconsejar: de forma clara, convincente y personalizada acerca de abandonar el
consumo de sustancias, como por ejemplo:
o
Clara: “Creo que es importante para usted que deje las drogas ahora;
podemos ayudarle a conseguirlo...”.
o
Convincente: “Como su psiquiatra debo informarle que dejar las drogas
es lo más importante que puede hacer para proteger su salud ahora y
en el futuro”.
o
Personalizada: relacionar el uso de drogas con el estado de saludenfermedad actual, sus costos sociales o económicos, el nivel de
motivación o disposición para dejar de consumir, y el impacto del
consumo de drogas sobre los niños u otros miembros de la familia.
o
Entregar folletos o manuales de autoayuda.
Adecuar la intervención al estadio del cambio en que se sitúa cada paciente y
valorar la disposición de intentarlo.
Analizar la disposición del paciente para dejar de consumir sustancias: si el
paciente está dispuesto a intentarlo en ese momento, ayúdele; si el paciente está
dispuesto a participar en un tratamiento intensivo, prestar ese tratamiento o
remitirlo para intervención más intensiva; aprovechar cualquier contacto con el
paciente para recordar los mensajes y reevaluar el estadio del cambio.
Ayudar al paciente con un plan para dejar las sustancias psicoactivas:
o
Señalar al paciente una fecha para el abandono: idealmente la fecha
debería establecerse en el plazo de dos semanas.
o
Ofrecer tratamiento farmacológico cuando se estime oportuno.
o
Anticiparse a las dificultades que se presenten en el intento de dejar el
consumo, particularmente durante las primeras semanas. Incluir
información sobre el síndrome abstinencia.
Organizar el seguimiento y citar para la siguiente consulta: reforzar y prevenir las
recaídas en cada cita sucesiva.
Guía de Práctica Clínica: Diagnóstico y Tratamiento de los Trastornos de Ansiedad en
el Adulto. Secretaría de Salud, México. CENETEC, Centro Nacional de Excelencia.
2010.
A(++++)
1 
5.8. Tratamiento
Evidencia
El tratamiento es el conjunto de medidas terapéuticas que se orientan a la disminución
de la morbilidad, la recuperación de la salud y la minimización de las posibles secuelas.
Para el Sistema de Seguridad Social Colombiano, el tratamiento lo constituyen “todas
aquellas actividades, procedimientos e intervenciones tendientes a modificar,
aminorar o hacer desaparecer los efectos inmediatos o mediatos de la enfermedad,
que alteran el normal funcionamiento laboral, familiar, individual y social del
individuo” (Decreto 1938 de Agosto 5 de 1994) (D) (Ministerio de la Protección Social.
República de Colombia. 2004).
Específicamente en el tema de las adicciones, el tratamiento puede definirse, en
general, como una o más intervenciones estructuradas para tratar tanto los problemas
de salud como de otra índole (psíquicos) causados por el abuso de drogas, y aumentar
u optimizar el desempeño personal y social (D) (Ministerio de la Protección Social.
República de Colombia. 2004).
El tratamiento en el Instituto Colombiano del Sistema Nervioso en todas sus fases,
desde la desintoxicación, deshabituación, egreso y mantenimiento; se fundamenta en
la base de cero consumo como pilar del tratamiento, o bien en los casos de adicción
Opiáceos y Benzodiacepinas la supresión lenta de consumo como parte del proceso
terapéutico.
Según el comité de expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en
Farmacodependencia, el término “tratamiento” se aplica al “proceso que comienza
cuando los usuarios de sustancias psicoactivas entran en contacto con un proveedor
de servicios de salud o de otro servicio comunitario y puede continuar a través de una
sucesión de intervenciones concretas hasta que se alcanza el nivel de salud y bienestar
más alto posible” (D) (Ministerio de la Protección Social. República de Colombia. 2004).
El tratamiento para el consumo de Sustancias Psicoactivas va más allá de la provisión
de un tratamiento médico a una alteración fisiológica. Las sustancias psicoactivas que
suscitan el abuso y la adición son sólo uno de los múltiples problemas que requieren
atención, pues la farmacodependencia es un fenómeno complejo y multicausal y por
tanto los tratamientos no sólo deben ocuparse de las razones del problema del
consumo, sino de las complicaciones médicas derivadas de la interacción entre
diversas sustancias y por tanto debe propender por ofrecer la terapia más adecuada al
individuo, de acuerdo a sus circunstancias, fortalezas y debilidades. Los tratamientos
suelen ser variados, aunque lo usual es que se determinen por metas y modalidades;
las metas pueden ser de corto, mediano y largo plazo y pueden clasificarse en: metas
sobre el consumo de sustancias psicoactivas, metas sobre el funcionamiento social y
metas sobre la productividad; los éxitos parciales en cada área pueden llevar a un
efecto acumulativo con buenos resultados (D) (Ministerio de la Protección Social.
República de Colombia. 2004).
Modalidades de Tratamiento en Uso de Sustancias Psicoactivas (D):
Con respecto a las modalidades de tratamiento, la experiencia muestra que el éxito se
traduce en el ajuste del tratamiento a las necesidades de los pacientes y en la calidad
del servicio que se provee, más que en la modalidad misma o el tipo de tratamiento
(Ministerio de la Protección Social. República de Colombia. 2004).
La evidente heterogeneidad de los consumidores de sustancias psicoactivas hace
pensar que un solo tipo de tratamiento o un sólo objetivo puede no necesariamente
responder a las necesidades de todos y cada uno de los consumidores existentes. En
nuestro país, los tratamientos buscan la abstinencia total de las SPA como meta
primaria y última. El modelo de tratamiento médico inicia con la fase de
desintoxicación de la sustancia dentro de un entorno intrahospitalario, después de lo
cual el paciente debe continuar en la fase de Deshabituación o Rehabilitación en
dependencia a sustancias, este enfoque es congruente con la mayoritaria participación
de programas tipo comunidad terapéutica, Modelo Minessota (residencial basado en
12 pasos) y grupos de autoayuda inspirados en la filosofía de 12 pasos de Alcohólicos
Anónimos (AA) y Narcóticos Anónimos (NA). Además se ajusta a las políticas
nacionales que hablan de la reducción de riesgos y de daños (Ministerio de la
Protección Social. República de Colombia. 2004).
Rehabilitación:
Rehabilitar implica reponer, readquirir, recuperar una función o patrón de actividades
perdidas, lo mismo que reducir secuelas e incapacidades, tratando también de
aprovechar o reorganizar las posibilidades residuales en el individuo y su entorno que
quedan como consecuencia de procesos patológicos, ya sea por la gravedad misma del
proceso o por la intervención tardía sobre este (Ministerio de la Protección Social.
República de Colombia. 2004).
La rehabilitación está intrínseca en el proceso de tratamiento y debe tenerse en
cuenta desde el momento en que se realiza el diagnóstico, evaluando las posibles
discapacidades y evitando las secuelas (Ministerio de la Protección Social. República de
Colombia. 2004).
Según la definición dada por el Ministerio de La Protección Social, la Rehabilitación:
“Son todas aquellas actividades, procedimientos e intervenciones tendientes a
restaurar la función física, psicológica y social resultante de una condición previa o
crónica, modificando, aminorando o desapareciendo las consecuencias de la
enfermedad que pueden reducir o alterar la capacidad del paciente para
desempeñarse adecuadamente en su ambiente familiar, social y laboral (Decreto 1938
de Agosto 5 de 1994) (Ministerio de la Protección Social. República de Colombia.
2004).
El concepto de rehabilitación se ha equiparado de forma errada con el de tratamiento
y ha sido usado ampliamente por diversos programas que no necesariamente
comparten los mismos objetivos. La rehabilitación hace parte del tratamiento y es el
paso siguiente a la desintoxicación, buscando reintegrar al individuo a su vida
comunitaria y social. Puede ofrecerse a través de asesoría y asistencia, desarrollo de
habilidades, educación y orientación vocacional, entre otros (Ministerio de la
Protección Social. República de Colombia. 2004).
La meta primaria de la rehabilitación es restaurar las condiciones psicológicas, sociales
y físicas previas al inicio del consumo que permitan la reconstrucción de un estilo de
vida libre de Sustancias Psicoactivas y prevengan también la recaída y reincidencia en
el consumo (Ministerio de la Protección Social. República de Colombia. 2004).
La rehabilitación deberá ofrecer los medios que permitan contrarrestar la influencia de
los factores de riesgo producidos por el consumo mismo, entre ellos, aspectos de autoestima, auto-eficacia, estilos de vida, patrones relacionales, desocupación, pérdida de
intereses y habilidades, entre otros. La rehabilitación propenderá por la recuperación
de una red de apoyo social a través de la adquisición de un nuevo rol social distante
del rol que asumió siendo consumidor de Sustancias Psicoactivas, correspondiendo
estos objetivos a algo más allá que el logro de la abstinencia (Ministerio de la
Protección Social. República de Colombia. 2004).
Reinserción Social (D):
Ocurre en la práctica después del tratamiento y la rehabilitación, aunque ésta se inicia
y hace parte de todo el proceso de tratamiento y rehabilitación. Muchas veces se cree
erróneamente que la mayor parte del trabajo se completa cuando alguien termina su
programa de tratamiento y rehabilitación, pero se observa que la ausencia de un
seguimiento y un cuidado posterior es responsable de muchas recaídas y reincidencias
en el problema. Los grupos de auto-ayuda se constituyen en recursos fundamentales
para la reincorporación social, pero pueden ser insuficientes y hasta inadecuados para
muchos consumidores, por su filosofía (Ministerio de la Protección Social. República de
Colombia. 2004).
Una vez la persona ha terminado su rehabilitación, se esperaría que las habilidades
adquiridas o recuperadas y la reinstauración de la auto-confianza, le ayuden a
reincorporarse de manera efectiva a la vida comunitaria y social (Ministerio de la
Protección Social. República de Colombia. 2004).
La reincorporación social y algunos aspectos de la rehabilitación requieren de una
coordinación y cooperación intersectorial e interinstitucional, así como de una familia
y una comunidad educadas y sensibilizadas frente a la importancia de la rehabilitación
y la reincorporación social (Ministerio de la Protección Social. República de Colombia.
2004).
5.8.1. Tratamiento Farmacológico
Son beneficiosos en la mayoría de los pacientes con trastornos derivados del consumo
de sustancias psicoactivas. Las categorías de tratamientos farmacológicos son las
siguientes (E.S.E. Hospital Mental de Filandia, 2006):
1. Medicaciones para el tratamiento de la intoxicación y/o síndrome de
abstinencia.
2. Medicaciones para reducir los efectos de refuerzo subjetivo de las sustancias.
3. Medicaciones que desincentivan el consumo al inducir consecuencias
desagradables.
4. Medicaciones para sustitución con agonistas.
5. Medicaciones para tratamiento de trastornos psiquiátricos asociados.
6. Medicaciones para tratamiento de trastornos médicos generales.
Tratamiento según Sustancia Psicoactiva (BAP, 2012):
Se hará la descripción del tratamiento farmacológico por sustancia, y por abstinencia,
desintoxicación y dependencia
Evidencia
Alcohol
1. Abstinencia y Desintoxicación
El Síndrome de Abstinencia a alcohol está asociado con una elevación importante de
riesgos que en ausencia de manejo médico puede ser muy peligroso, producir
convulsiones, Delirium Tremens e incluso la muerte. El diagnostico se hace basado en
la historia y los síntomas de cada paciente, así como en las consecuencias individuales
a la ingesta de alcohol,
Su manejo debe incluir el uso de fármacos, y por lo tanto de asistencia médica, lo cual
ha sido recomendado por múltiples grupos de estudio a nivel mundial. El uso de
medicamentos en el tratamiento de abstinencia reduce el riesgo de complicaciones y
previene la presencia de recaídas durante el periodo temprano de no consumo,
además brinda ventajas a los pacientes para prevenir la presencia de recaídas.
Las guías NICE y las de la BAP apoyan en este caso ampliamente el uso de
benzodiacepinas. Algunos grupos recomiendan manejo de este síndrome solo de
manera intrahospitalario para realizar ajuste de dosis de acuerdo a la sintomatología
del paciente, mientras otros grupos también recomiendan el uso de dosis fijas de
benzodiacepinas para tratamientos ambulatorios.
El beneficio del uso de anticonvulsivantes en este cuadro aún no es claro. Aunque se
ha observado que la reducción de la hiperactividad glutamaérgica es un elemento
clave en la reducción de la toxicidad cerebral durante la abstinencia, el uso de
anticonvulsivantes en más de dos tratamientos de desintoxicación ha sido asociado
con un pobre desarrollo en algunas tareas cognitivas. La acción antiglutamaérgica de
la Memantina, el Topiramato, o la Lamotrigina han reportado eficacia similar al
Diazepam en el tratamiento de la abstinencia alcohólica.
El uso de Carbamazepina durante la abstinencia alcohólica aumenta el tiempo de
mantenimiento antes de una recaída en comparación a tratamientos realizados con
Lorazepam, lo que ha favorecido que se cuestione si la abstinencia a benzodiacepinas
establece una vulnerabilidad a recaer, investigaciones futuras respecto a marcadores
de neurotoxicidad en este sentido podrán ayudar a resolver estas inquietudes.
El Acamprosato ha demostrado reducir la hiperactividad glutamaérgica durante la
abstinencia a alcohol en modelos animales lo que implicaría un potencial efecto
neuroprotector. Un ensayo clínico demostró que el Acamprosato reduce los niveles de
Glutamato en el cerebro 25 días después de iniciar el tratamiento con benzodiacepinas
en abstinencia por alcohol, y otros ensayos que lo han usado durante el tratamiento
de desintoxicación asociados a otros medicamentos usuales para la abstinencia, no
han reportado efectos no deseados y sugieren la mejoría de los síntomas, sin embargo
no se han realizado ensayos clínicos aleatorizados controlados con placebo que
puedan establecer conclusiones con mayor evidencia.
En general siempre se requieren dosis de multivitamínicos, incluida la Tiamina oral que
rara vez se necesita de manera intramuscular o endovenosa; las benzodiacepinas son
el mejor tratamiento costo-efectivo y los medicamentos más recomendados para el
manejo de la Abstinencia alrededor del mundo, los anticonvulsivantes no ofrecen
beneficios adicionales y son más costosos mientras que los b-Bloqueadores y αagonistas adrenérgicos pueden enmascarar síntomas del Síndrome de Abstinencia y
aumentar el riesgo de convulsiones y delirium.
Convulsiones
Revisiones sistemáticas de la evidencia en el tratamiento de las convulsiones por
abstinencia alcohólica recomiendan el uso de benzodiacepinas de larga acción tipo
Diazepam o en caso de que no esté disponible Lorazepam por su eficacia en el
tratamiento de la prevención primaria y secundaria de crisis convulsivas. No hay
evidencia suficiente que soporte otros manejos farmacológicos.
Encefalopatía de Wernicke
El Síndrome Wernicke – Korsakoff es ahora considerado un único desorden que incluye
una Encefalopatía Aguda (Encefalopatía de Wernicke) y precede en alguna proporción
al Síndrome de Korsakoff. La vulnerabilidad a presentar el Síndrome se asocia con una
susceptibilidad genética y se asocia a la presencia de una dieta deficiente. Su
diagnóstico requiere una evaluación detallada y con frecuencia significa un reto para el
clínico en el tratamiento por abstinencia alcohólica. El uso de Tiamina es la
intervención crucial de tratamiento.
Revisiones sistemáticas han establecido un consenso creciente para el uso de
tratamiento parenteral en la Ecefalopatía de Wernicke y aquellos en riesgo de
desarrollarla. Aunque no se ha establecido cuanto tiempo deberá ser administrado el
tratamiento oral con Tiamina el grupo NICE no recomienda el uso indiscriminado de la
misma en los pacientes con Dependencia alcohólica con una dieta normal y se sugiere
por lo tanto indicarla únicamente cuando se considera la presencia de una dieta no
saludable o reducidos niveles de Tiamina.
El Síndrome de Korsakoff crónico o persistente, hace parte de los desórdenes
cerebrales asociados al consumo de alcohol. Una vez el deterioro cognitivo se ha
establecido y la terapia con Tiamina ha sido establecida adecuadamente, no hay otras
medidas farmacológicas que hayan mostrado efectividad. La investigación se ha
enfocado a la prevención y ha establecido el rol de la hiperactividad del Glutamato a
nivel cerebral, estrés oxidativo y neuroinflamación.
Resumen de la Evidencia
El síndrome de abstinencia alcohólica está asociado con riesgos y requiere de
manejo médico y el uso de fármacos. (A)
El uso titulado de benzodiacepinas según la presencia de síntomas y la
evaluación clínica en un ambiente hospitalario, brinda mayor seguridad clínica
en el manejo. (C)
Aunque se han reportado pocos efectos secundarios y pueden ser efectivos
para el control de algunos síntomas, por ejemplo convulsiones; la evidencia es
insuficiente a favor de los anticonvulsivantes en el tratamiento de la
abstinencia por alcohol. (A)
Se ha observado que el uso de benzodiacepinas de larga acción tipo Diazepam
o Lorazepam ayuda en la prevención de crisis convulsivas durante la
abstinencia por alcohol (A)
2. Prevención de recaídas y mantenimiento
La evidencia disponible soporta el uso de medicamentos en el tratamiento de
mantenimiento con el objetivo de prevenir la presencia de recaídas en pacientes con
Dependencia alcohólica. Muchos de los fármacos apoyados en la evidencia no se
encuentran disponibles en el país pero por contar con estudios que soportan su uso
basados en la evidencia, se mencionan de manera breve en las guías y se espera que
aporten al clínico conocimiento para su empleo en casos futuros.
El grupo NICE recomienda después de un tratamiento para abstinencia exitoso en
pacientes con Dependencia al alcohol entre moderada y severa, considerar el uso de
Acamprosato o Naltrexona ora, ninguno disponible en nuestro país, en combinación
con una intervención psicológica individual (terapia cognitivo comportamental, terapia
comportamental, o terapias basadas en la comunidad). Para las personas con uso
nocivo de alcohol y Dependencia leve que no hayan respondido a intervenciones
psicológicas o que requieren específicamente de alguna intervención farmacológica se
puede considerar el uso de Acamprosato o Naltrexona oral igualmente en combinación
con una intervención psicológica individual.
Acamprosato
El Acamprosato en un antagonista funcional de los receptores glutamaérgicos NMDA,
su uso se basa en la hiperactividad del Glutamato descrita en la Dependencia
alcohólica en especial en el periodo de abstinencia. Generalmente es bien tolerado y
los efectos secundarios más frecuentes suelen ser náuseas y diarrea, considerándose
precaución en pacientes con daño hepático severo o compromiso renal.
Múltiples revisiones sistemáticas en las que se evalúa la eficacia de Acamprosato
versus placebo reportan una eficacia moderada a favor de este último en aumentar el
tiempo de abstinencia después del periodo de Desintoxicación, mientras que un
número menor de estudios han reportado en aquellos pacientes con recaída una
disminución en el consumo pesado de alcohol.
Naltrexona
La Naltrexona es un antagonista opioide no selectivo, el receptor opioide mu modula
la célula dopaminérgica actuando en el área tegmental ventral y por lo tanto el
bloqueo que produce la Naltrexona a nivel de los receptores opioides evita el aumento
de la actividad dopaminérgica; reduce los efectos gratificantes del alcohol, la
motivación para beber y el “craving”.
El sistema opioide endógeno también ha sido vinculado con el comportamiento
impulsivo, lo que favorece la hipótesis que el uso de Naltrexona sea efectivo en los
trastornos de control de impulsos y juego patológico, en particular en pacientes con
historia familiar de alcoholismo.
Aunque algunos estudios avalan dosis de hasta 100 mg día no es claro el beneficio de
dosis mayores y la mayoría recomienda dosis de 50 mg al día.
Disulfiram
El Disulfiram bloquea la aldehído deshidrogenasa causando una acumulación de
acetaldehído tras el consumo de alcohol, como resultado se producen náuseas,
oleadas de calor y palpitaciones y se previene el consumo. Igualmente el Disulfiram
bloquea la Dopamina beta hidroxilasa a nivel cerebral incrementando la Dopamina y
reduciendo los niveles de Noradrenalina lo que puede igualmente contribuir a los
efectos clínicos en la Dependencia al alcohol y la Adicción por Cocaína.
Revisiones sistemáticas previas no demostraron superioridad del Disulfiram frente a
placebo en prevenir recaídas, algunos estudios más recientes sin embargo han
reportado superioridad frente a la Naltrexona o el Acamprosato en prolongar el
tiempo hasta el primer día de recaída en bebedores pesados.
El grupo NICE recomienda el uso de Disulfiram después de haber realizado un
tratamiento con Acamprosato o Naltrexona o cuando el paciente refiere una
preferencia por el medicamento. Puede iniciarse una vez hayan pasado 24 horas
después del último consumo en dosis desde los 200 mg al día hasta los 500 mg día.
Baclofeno
El Baclofeno es un agonista GABA B utilizado para el control de espasmos musculares y
no tiene licencia para su uso en la Dependencia al alcohol, sin embargo ha sido usado
por algunos clínicos basados en la modulación de las neuronas dopaminérgicas a
través de los receptores GABA B que disminuye el consumo de alcohol. Un ensayo
clínico controlado frente a placebo reporto un mayor número de pacientes que logran
mantenerse en abstinencia en tratamiento con Baclofeno mientras que otro no
demuestran ninguna diferencia, ambos ensayos sin embargo reportan una reducción
de ansiedad por lo que se plantea que sus beneficios puedan usarse en pacientes con
mayores grados de ansiedad en la etapa de abstinencia.
Análisis han reportado mayor beneficio al usarse 20 mg 3 veces al día frente a 10 mg 3
veces al día, en general es un medicamento bien tolerado y puede ser administrado
con seguridad en pacientes con daño hepático.
Anticonvulsivantes
o Topiramato: Ensayos clínicos controlados han demostrado el uso de
más de 300 mg al día de Topiramato capaz de mejorar el porcentaje de
días de consumo pesados, el consumo nocivo y sus consecuencias, la
salud física y calidad de vida. Igualmente, el uso de Topiramato alcanzó
un número mayor de pacientes que lograron abstinencia por un periodo
de 12 semanas comparado con placebo o Naltrexona y sin diferencias
entre los dos últimos. Entre los efectos adversos reportados se describe
la presencia de parestesias (50.8%), anorexia (19.7%) y dificultades en la
concentración (14.8%) y la presencia de estos parece relacionarse con
titulaciones rápidas a altas dosis.
o Pregabalina: Dosis flexibles entre los 150 y 450 mg al día han
demostrado resultados similares en la abstinencia o consumo pesado a
la Naltrexona y se ha reportado como un medicamentos fácilmente bien
tolerado.
Inhibidores Selectivos de la Recaptación de Serotonina
Los ISRS se han estudiado desde el establecimiento de la disfunción serotoninérgica
implicada en la Dependencia al alcohol, particularmente de inicio temprano. Estudios
realizados en la reducción de recaídas inducidas por estrés agregándole Sertralina en
dosis de 100 mg día, al uso de Naltrexona 50 mg día, no ha mostrado mejoría en los
resultados respecto al consumo comparados contra el uso único de Naltrexona. El uso
en pacientes con comorbilidad por Depresión no es claro, aunque clásicamente no se
han recomendado y la evidencia no es suficientemente clara, en pacientes con
alcoholismo tipo 2, (inicio temprano, historia familiar de alcoholismo, rasgos
impulsivos y antisociales de la personalidad) en tratamiento psicosocial el uso de ISRS
ha demostrado peores resultados. Otros estudios más recientes, sin embargo, han
demostrado resultados positivos al usarse en pacientes alcohólicos deprimidos.
Resumen de la Evidencia
El Acamprosato tiene una eficacia moderada comparada frente a placebo en
aumentar el tiempo de abstinencia alcohólica. (Ia)
La Naltrexona reduce los deseos de beber y el “craving” por alcohol. (Ia)
La Naltrexona ha demostrado ser efectiva en algunos Trastornos de control de
impulsos. (Ib)
El Disulfiram detiene el hábito del consumo de alcohol generando efectos
indeseables en el caso de consumo como náuseas, oleadas de calor y
palpitaciones. (Ib)
El Topiramato en dosis superiores a los 300 mg día ha demostrado mejorar el
porcentaje de días de consumo pesado de alcohol consumo nocivo, salud física
y calidad de vida. (Ib)
La Pregabalina ha demostrado eficacia similar en mantener la abstinencia o
sobre los días de consumo pesado frente a la Naltrexona. (Ib)
En pacientes con alcoholismo tipo 2 el uso de ISRS ha demostrado peores
resultados. (Ib)
Opioides
1. Abstinencia a Opioides
Existen revisiones sistemáticas de buena calidad sobre el manejo farmacológico para
pacientes con Abstinencia a Opioides que soportan el uso de Metadona y
Buprenorfina a dosis en alta frecuencia y tratamiento sintomático con agonistas alfa
adrenérgicos. El tratamiento debe enfocarse en aliviar los síntomas de abstinencia y
completar el periodo de abstinencia sin efectos adversos. Debe considerarse que la
Dependencia a Heroína es un trastorno crónico y por lo tanto los síntomas de
abstinencia pueden presentarse a largo plazo.
El grupo Cochrane realizo una revisión sistemática en la que se evaluaron 20 ensayos
clínicos para comparar el uso de Metadona frente agonistas alfa adrenérgicos, otros
opioides y el uso de ansiolíticos. Se demostró que la Metadona a dosis frecuentes es
efectiva en reducir los síntomas de abstinencia y que al compararla con otras medidas
farmacológicas usadas en la abstinencia a Opioides no había diferencia en el número
de pacientes que completaban el tratamiento o en las tasas de abstinencia al finalizar
1 mes de seguimiento.
Los síntomas variaron de acuerdo a la medicación y el programa de Desintoxicación y
el grupo en tratamiento con Buprenorfina reporto una tendencia mayor a finalizar
exitosamente el tratamiento frente al grupo con Metadona. Los síntomas de
Abstinencia parecieron igualmente resolver más rápidamente en el tratamiento con
Buprenorfina y esta demostró superioridad frente a los agonistas alfa 2 en el alivio de
síntomas de abstinencia. A pesar de los resultados inferiores de los agonistas alfa
adrenérgicos en efectividad, estos pueden ser ofrecidos para los pacientes que no
prefieren usar medicamentos opioides.
2. Tratamiento de mantenimiento
Metadona
La Metadona es un agonista del receptor opioide mu cuya vida media es mucho más
larga que la de la Heroína, actualmente es el tratamiento más ampliamente usado para
la Dependencia a Opioides, sin embargo, el tratamiento de mantenimiento a largo
plazo es discutido e influenciado por el contexto social y político sin que se hayan
establecido recomendaciones claras frente a su uso.
Múltiples estudios se han realizado en las últimas décadas; el grupo NICE evaluó
revisiones sistemáticas y ensayos clínicos controlados evaluando el tratamiento de
mantenimiento con Metadona, con dosis fijas y flexibles, la mayoría en rangos entre
los 20 y 150 mg al día, teniendo como resultado principal de interés la permanencia en
el tratamiento y la reducción en el uso ilícito de opioides. Igualmente el grupo
Cochrane comparo la terapia de mantenimiento con Metadona frente al manejo sin
reemplazo de opioides y el uso de mantenimiento con Buprenorfina frente a
Metadona y placebo.
Comparado frente a la terapia sin reemplazo de opioides el uso de Metadona parece
ser significativamente más efectivo para mantener pacientes en el tratamiento y la
reducción del uso de Heroína, con una tendencia a reducir la mortalidad en estos
pacientes, sin ser significativamente eficaz en la disminución de actividad criminal
relacionada con el consumo.
El tratamiento de sustitución oral redujo igualmente comportamientos de consumo de
riesgo en la transmisión de VIH, pero tuvo menor impacto en comportamientos
sexuales de riesgo. Aunque fueron pocos los ensayos clínicos controlados que
evaluaron la terapia de mantenimiento con Metadona, los hallazgos están soportados
por numerosos estudios observacionales.
Las dosis de Metadona entre los 60 y 100 mg al día son más efectivas que dosis bajas
menores a los 39 mg día para mantener a los pacientes en tratamiento y reducir el uso
de Heroína y Cocaína, sin embargo existen riesgos asociados con la titulación y las
dosis iniciales deben ser bajas.
Una revisión del grupo Cochrane que evaluó la efectividad de la terapia de
mantenimiento en combinación con tratamiento psicosocial, versus la efectividad de la
terapia de mantenimiento con agonistas opioides sola no demostró evidencia a favor
de la terapia combinada en la reducción del uso de Heroína y los pacientes que
permanecieron dentro del tratamiento.
Buprenorfina
La Buprenorfina es un agonista parcial del receptor opioide mu de acción larga,
considerado más seguro que la Metadona, aunque su uso es más reciente la evidencia
a favor de la terapia de mantenimiento con Buprenorfina aumenta significativamente
y soporta su empleo con una eficacia equivalente frente a la Metadona.
Comparada frente a la terapia sin reemplazo de opioides, el tratamiento de
mantenimiento con Buprenorfina es más efectivo en la adherencia de pacientes al
tratamiento a bajas medianas y altas dosis, pero solo dosis medias entre 8 y 15 mg y
dosis altas mayores a 15 mg lograron ser efectivas en suprimir el uso de Heroína.
Frente a la terapia de mantenimiento con Metadona a dosis medias y altas la
Buprenorfina parece ser menos efectiva en el mantenimiento de pacientes, lo cual
dentro de los estudios parece asociarse con una inducción lenta en el uso de
Buprenorfina.
Un metanálisis evaluó 5 estudios a dosis flexibles, doble ciego, comparando la
efectividad de la terapia de mantenimiento de Buprenorfina versus Metadona,
reportando menores tasas en la permanencia de pacientes en tratamiento para la
Buprenorfina, lo que parece relacionarse con la titulación lenta usada en los estudios
frente a la utilizada hoy y estandarizada dentro de la práctica clínica, sin que haya
diferencias en los resultados del uso de Heroína en ninguna de las dos terapias.
Dosis entre los 8 y 16 mg de Buprenorfina son superiores a dosis bajas, siendo 16 mg
superiores a los 8 mg y prefiriéndose rangos entre los 12 y 24 mg para la terapia de
mantenimiento.
Datos a nivel de seguridad han reportado tasas de mortalidad mayores en pacientes
bajo terapia de mantenimiento con Metadona comparados con pacientes en
tratamiento con Buprenofirna, sin embargo dentro de los mismos estudios las tasas de
suspensión de tratamiento fueron mayores en el grupo de Buprenorfina. Resultados
en el estudio de efectos adversos reportaron un número mayor de casos con
prolongación del intervalo QT en pacientes bajo tratamiento con Metadona, al parecer
dependiente de la dosis, y ningún caso para los pacientes con Buprenorfina.
Ambas terapias de mantenimiento tanto Metadona como Buprenorfina son efectivas
en el tratamiento para Dependencia a Opioides. La elección del medicamento deber
ser determinada de manera individual teniendo en cuenta la historia personal de
Dependencia, el compromiso del paciente a una estrategia de manejo, y el riego
beneficio de cada tratamiento. En caso de que ambos tratamientos puedan ser usados
el grupo NICE recomienda la elección de Metadona por su papel superior en los
análisis de costo efectividad.
Resumen de la Evidencia
La Metadona y Buprenofirna a dosis estrechas pueden usarse en el manejo de
la Abstinencia a Opioides. (Ia)
Se puede usar el tratamiento sintomático con agonistas alfa adrenérgicos para
el tratamiento de Abstinencia a Opioides. (Ia)
La terapia de mantenimiento de Metadona frente a la terapia sin reemplazo de
opioides es significativamente más efectiva para mantener pacientes en
tratamiento y reducir el uso de Heroína. (Ia)
El tratamiento de sustitución oral en la Dependencia a Opioides reduce los
comportamientos de riesgo asociados a consumo en la transmisión de VIH con
un menor efecto en los comportamientos sexuales de riesgo. (IIa)
La terapia de mantenimiento con Metadona es soportada por pocos ensayos
clínicos aleatorizados pero numerosos estudios observacionales. (I)
No existe evidencia clara en la combinación de terapia de mantenimiento de
Metadona con intervenciones psicosociales. (IIa)
La Metadona puede prolongar el intervalo QT, y el efecto es dosis dependiente
siendo mayor en dosis mayores a los 100 mg/día. (III)
La terapia de mantenimiento con Buprenorfina es un tratamiento efectivo para
la dependencia a Opioides. (Ia)
Dosis bajas, medias y altas de Buprenorfina usadas en tratamiento de
mantenimiento son eficaces en lograr adherencia, mientras que solo dosis
medias y altas son efectivas en disminuir el uso de Heroína. (Ia)
Las dosis de Buprenorfina entre los 8 y 16 mg son superiores a dosis más bajas.
(Ia)
Las terapias de mantenimiento con Metadona y Buprenorfina son efectivas en
el tratamiento para la Dependencia a opioides. (Ia)
Estimulantes (Cocaína, Metanfetaminas y Anfetaminas)
1. Abstinencia
Cocaína
En un ensayo doble ciego controlado que uso Amantadina y Propanolol o una
combinación de ambos en el tratamiento de pacientes con síntomas severos de
Abstinencia por Cocaína, ninguno de los 3 tratamientos demostró una efectividad
significativamente mayor al placebo en promover la abstinencia, y únicamente dentro
de la población con mayor adherencia al tratamiento el Propanolol fue asociado con
una mayor permanencia en la terapia y tasas de abstinencia más altas frente al
placebo.
Anfetaminas
Una revisión de Cochrane reviso estudios que evaluaban la efectividad de la
Mirtazapina en el tratamiento de la Abstinencia por Anfetaminas. Aunque uno de los
estudios sugería la disminución de ansiedad y de un estado hiperalerta, síntomas
frecuentes en la Abstinencia por Anfetaminas, otros estudios no han demostrado
ningún beneficio de la Mirtazapina frente a placebo.
2. Dependencia a Cocaína, prevención de recaídas y mantenimiento de la
abstinencia
Psicoestimulantes
Una revisión reciente del grupo Cochrane que se realizó para evaluar la eficacia de
psicoestimulantes en la Dependencia a Cocaína, e incluyo el Metilfenidato, Modafinil,
Bupropion, Metanfetaminas, Selegilina, Dextroanfetaminas y Mazindol, concluyo que
los psicoestimulantes no mejoran la permanencia en el tratamiento ni reducen el uso
de Cocaína. Sin embargo hay una tendencia estadística a mejorar el mantenimiento de
la abstinencia a la Cocaína en especial en los grupos que usaron Dextroanfetamina,
Bupropion y Modafinil.
Agonistas Dopaminérgicos
Los agonistas dopaminérgicos, Amantadina, Bromocriptina y Pergolida han sido
investigados en la Dependencia a Cocaína sin que se encontraran diferencias
significativas entre las tres intervenciones, ni se demostrara efectividad en el
mantenimiento de los pacientes en el tratamiento. La evidencia no apoya el uso de
Agonistas Dopaminérgicos.
Anticonvulsivantes
Una revisión de Cochrane no encontró efectividad en la permanencia en el
tratamiento, reducir el uso de Cocaína o el “craving” en la terapia con
anticonvulsivantes que incluyeron Carbamazepina, Lamotrigina, Valproato y Tiagabina.
Ninguno de los fármacos logro diferencias frente al placebo.
Disulfiram
Muchos estudios se han realizado en pacientes con Dependencia al Alcohol y Cocaína
intentando lograr la eficacia comprobada en la Dependencia al Alcohol, demostrando
efectos independientes en el consumo de Cocaína. Algunos estudios demostraron
disminuir el uso de Cocaína frente a placebo al usar el Disulfiram en conjunto con
alguna intervención psicológica, en especial junto con Terapia Cognitivo Conductual y
en pacientes sin Dependencia conjunta al Alcohol.
Antidepresivos
Un grupo de antidepresivos ha sido investigado en el tratamiento de Dependencia a
Cocaína u uso nocivo, entre ellos se incluye de los antidepresivos disponibles en
nuestro país la Fluoxetina (20-60 mg), Bupropion (300 mg), Paroxetina (20 mg),
Venlafaxina (<150 mg) y Sertralina (110 mg). No se encontraron efectos significativos
en la selección de estudios usando diagnósticos con criterios operacionales y la
evidencia no es conclusiva en la eficacia de ninguno de los antidepresivos usados.
Antipsicóticos
Un metanálisis y una revisión sistemática evalúo el uso de Risperidona, Olanzapina y
Haloperidol sin encontrar diferencias significativas para ninguna de las medidas de
eficacia frente al placebo, y los estudios que usaron Haloperidol y Olanzapina contaron
con muestras muy pequeñas para lograr establecer resultados conclusivos.
Baclofeno
Estudios iniciales han demostrado efectos positivos al reducir el “craving” y el uso de
Cocaína, que no fueron comprobados en ensayos clínicos controlados. No se cuenta
con evidencia que soporte su efectividad en la prevención de recaídas en pacientes
con Dependencia a Cocaína.
3. Dependencia a Anfetaminas, prevención de recaídas y mantenimiento de
Abstienencia
Antidepresivos
Estudios han reportado el uso de la Fluoxetina capaz de disminuir el “craving” por
Anfetaminas a corto plazo. No se han identificado reducción en el uso de Anfetaminas
u otros beneficios.
Modafinil
Pacientes con Dependencia a Metanfetaminas fueron evaluados frente al uso de
Modafinil sin encontrar diferencias frente a placebo en los síntomas por abstinencia,
“craving” o severidad de la dependencia.
Metifenidato y Aripirazol
Estudios realizados comparando el uso de Aripiprazol a dosis de 15 mg día,
Metilfenidado de liberación prolongada 54 mg día y placebo en pacientes con
Dependencia a Anfetaminas en uso parenteral reportaron mejoría significativa en las
tasas de uso en el grupo de Metilfenidato frente a placebo y por el contrario mejores
resultados para el grupo placebo frente al Aripiprazol.
Disulfiram
El Disulfiram parece aumentar los efectos de la Dextroanfetamina, aumentando la
ansiedad, la sensación subjetiva del consumo “high feeling” y el deseo de consumo.
Naltrexona
Dosis de 50 mg día parecen ser superiores a placebo en aumentar el número de
pacientes que logran abstinencia en el consumo de Anfetaminas.
Cannabis
La Dependencia a Cannabis se encuentra en tercer lugar detrás del Tabaco y Alcohol.
Los síntomas que caracterizan el Síndrome de Abstinencia son principalmente
emocionales y comportamentales, aunque suelen reportarse cambios en el apetito,
pérdida de peso y malestar físico.
1. Abstinencia
Tetrahidrocannabinol
Existen 2 ensayos clínicos aleatorizados doble ciegos que demostraron reducción en
los síntomas de abstinencia incluida la reducción de los trastornos de sueño y
ansiedad, se utilizaron dosis entre los 30 y 90 mg al día y a dosis mayores se encontró
un mayor beneficio en la reducción del “craving” y el ánimo depresivo. Se considera un
medicamento bien tolerado, mejora el mantenimiento dentro del tratamiento y
provee un alivio de los síntomas de abstinencia mayor al placebo.
Carbonato de Litio
Algunos estudios sugieren el beneficio del Litio en el alivio de los síntomas de
abstinencia por cannabis y ensayos clínicos aleatorizados se encuentran en proceso
para establecer evidencia de calidad.
Anticonvulsivantes
No hay un beneficio claro en los ensayos clínicos aleatorizados frente a placebo en el
uso de Divalproato de sodio, reportándose reducción en el “craving” pero aumento en
la irritabilidad, ansiedad y sensación de fatiga.
Antidepresivos
Los antidepresivos Bupropion, Fluoxetina y Mirtazapina han sido utilizados en ensayos
controlados frente a placebo sin que haya evidencia sustancial que apruebe su uso en
el tratamiento de Abstinencia por Cannabis. El Bupropion no demostró beneficio
aumentando la irritabilidad, alteraciones en el sueño y ánimo depresivo, mientras que
tampoco se encontraron resultados a favor del uso de Fluoxetina, y la Mirtazapina a
pesar de mejorar los trastornos de sueño y el apetito no mejoraron otros síntomas de
abstinencia o las tasas de recaída.
A pesar de que el ánimo triste es un síntoma común en los pacientes que usan
Cannabis y hay una tendencia al uso de antidepresivos en la práctica clínica por este
hecho, es posible que algunos antidepresivos en especial los ISRS y el Bupropion
exacerben la ansiedad y el insomnio sobre todo en estadios tempranos de la fase de
Abstinencia.
Baclofeno
El Baclofeno parece disminuir el “craving” por tabaco y marihuana con un efecto
pequeño en el estado de ánimo durante la fase de abstinencia y sin lograr disminuir las
tasas de recaída. A la vez el Baclofeno se asoció con peores resultados en el
desempeño cognitivo.
Buspirona
Estudios han reportado un beneficio a favor del uso de Buspirona en las tasas de
abstinencia a Cannabis de manera significativa.
Hipnóticos
Alteraciones en el sueño son comúnmente reportados en los pacientes que desean
suspender el consumo de Marihuana, aunque en la práctica clínica es frecuente el uso
a dosis bajas de Benzodiacepinas para favorecer el sueño a corto plazo durante el
periodo de abstinencia, no debe olvidarse el riesgo de abuso y dependencia de estos
medicamentos.
5.8.2. Tratamiento Psicosocial
Evidencia
Son un componente esencial en un programa de tratamiento completo. La asistencia
psiquiátrica es esencial para coordinar el empleo de las diversas modalidades
terapéuticas aplicadas en el contexto individual, de grupo, familiar y de autoayuda.
Con las intervenciones psicoterapéuticas lo que se busca es conseguir que el paciente
realice un esfuerzo para la auto-exploración de su situación, dentro de un clima de
soporte emocional, que le permite reconocer y aceptar su problemática y encontrar
soluciones a ellas (E.S.E. Hospital Mental de Filandia, 2006).
Las siguientes formas de intervención psicoterapéutica se consideran eficaces en la
mayoría de los pacientes con trastornos por consumo de sustancias psicoactivas si se
adaptan a las necesidades especiales de esta población de pacientes (E.S.E. Hospital
Mental de Filandia, 2006):
A. Terapias Cognitivo-Conductuales
En general se centran en la identificación y posterior modificación de los patrones
de pensamiento que dieron lugar a conductas mal adaptativas. Es una intervención
en la cadena conductual de fenómenos que conducen al consumo; ayuda al
paciente a resolver con éxito las situaciones de deseo agudo o crónico y refuerza el
establecimiento de conductas sociales libre de sustancias. Ej. : Cognitiva de Beck,
Terapia de Prevención de recaídas. Terapia Motivacional.
B. Terapias Conductuales
El tratamiento conductual operativo se basa en la recompensa o castigo operativos
de los pacientes por las conductas deseables. Los contratos de contingencias, por
ejemplo, se basan en el empleo de unas consecuencias positivas o negativas
predeterminadas para recompensar la abstinencia o desincentivar las conductas
relacionadas con las sustancias. La eficacia de estos tratamientos depende en gran
medida de una vigilancia frecuente de análisis de muestras de orina.
C. Terapias Psicodinámicas e Interpersonales
Mediante el empleo de principios y técnicas psicodinámicas, han mostrado
eficacia, especialmente cuando se desarrollan en formato de corta duración y
estructurados. Se basan en la creación de una relación terapéutica segura y de
apoyo en la que se estimula a los pacientes a abordar los patrones negativos de
otras relaciones.
D. Terapias de Grupo
Son la modalidad de tratamiento psicoterapéutico preferible para los pacientes con
adicciones cuando éstos son capaces de tolerar la dinámica de interacción del
grupo, la cual incluye confrontación, y puesta en común de experiencias o estados
afectivos dolorosos. Ayuda a identificarse con otros que sufren lo mismo y
aprender a comunicar necesidades y sentimientos o detectar posibles recidivas.
E. Terapias Familiares
Los objetivos de estas terapias son el aporte e intercambio de información,
fomento del apoyo familiar a la evitación de las drogas y cumplimiento de
contratos terapéuticos. También busca mejorar la comunicación entre sus
miembros y a restablecer limites y roles dentro de la dinámica familiar. Estas
terapias son más eficaces en adolescentes, en pacientes que siguen con Metadona
y pacientes con dependencia a alcohol.
F. Participación en grupos de ayuda mutua o autoayuda
La participación en estos grupos puede ser un refuerzo importante para muchos de
los pacientes, en cualquier fase del proceso terapéutico. Generalmente se basan
en el planteamiento de los 12 pasos promovido en primera instancia por el Grupo
de Alcohólicos Anónimos (AA). Las recomendaciones sencillas y el apoyo para
evitar la recaída y de forma personalizado de un patrocinador (padrino) y la
posibilidad de una interacción social estructurada y no estructurada sin la
presencia de las drogas son las bases de esta terapia.
G. Intervenciones breves y motivacionales
Todos los estudios (la mayoría realizados en pacientes alcohólicos) sugieren que las
intervenciones breves y motivacionales reducen las consecuencias serias debidas al
consumo y hay metanálisis que soportan la evidencia de su eficacia. Están
indicadas en los servicios de urgencias, son prácticas, rápidas, de fácil realización y
entrenamiento para el personal de salud; buscan motivar empáticamente al
paciente para reconocer consecuencias de su problema de consumo y permitir
cambios y ayuda. (Reduction of Alcohol Consumption by Brief Alcohol Intervention
in Primary Care. Systematic Review and Meta-analysis. Nicolas Bertholet, MD;
Jean-Bernard Daeppen, MD; Vincent Wietlisbach, BA;Michael Fleming, MD;
Bernard Burnand, MD, MPH. Arch Intern Med. 2005;165:986-995
Recomendaciones
Tratamiento de los Trastornos Mentales y del Comportamiento
debido al Consumo de Múltiples Sustancias:
1.
Se recomienda realizar un tratamiento integral, que involucre
un manejo farmacológico y psicoterapéutico según la fase de
la enfermedad en la que se encuentre y según los tipos de
sustancia que consuma.
2.
Dentro de la utilización del Tratamiento Farmacológico se
recomiendan:
A. Medicaciones para el tratamiento de la intoxicación y/o
síndrome de abstinencia.
B. Medicaciones para reducir los efectos de refuerzo
subjetivo de las sustancias.
C. Medicaciones que desincentivan el consumo al inducir
consecuencias desagradables.
D. Medicaciones para sustitución con agonistas.
E. Medicaciones para tratamiento de trastornos psiquiátricos
asociados.
F. Medicaciones para tratamiento de trastornos médicos
generales.
3.
Dentro de la utilización del Tratamiento Psicosocial se
recomiendan las siguientes terapias:
A. Terapias Cognitivo-Conductuales
B. Terapias Conductuales
C. Terapias Psicodinámicas e Interpersonales
D. Terapias de Grupo
E. Terapias Familiares
F. Participación en grupos de ayuda mutua o autoayuda
D(+)
1
D(+)
1
D(+)
1
A(++++)
1
Protocolo de Farmacodependencia. Manejo por Psiquiatría. E.S.E.
Hospital Mental de Filandia, Quindío. 2006.
Tratamiento en Trastornos por Consumo de Alcohol:
Abstinencia y Desintoxicación de Alcohol:
Aunque algunos episodios de abstinencia por alcohol no
reciben apoyo farmacológico, en casos de dependencia leve a
moderada, en presencia de síntomas de abstinencia se
recomienda brindar tratamiento farmacológico.
La Desintoxicación debe ser planeada como parte de un
programa de tratamiento para aumentar el deseo de los
pacientes de cambiar los comportamientos asociados al
consumo.
Las benzodiacepinas son eficaces en reducir signos y
síntomas de abstinencia.
Se recomiendan esquemas de tratamiento a dosis fijas como
uso rutinario y se reservan los esquemas de titulación según
los síntomas, bajo monitoria clínica.
La Carbamazepina ha demostrado ser igualmente eficaz a las
benzodiacepinas.
Las benzodiacepinas en especial el Diazepam previene las
convulsiones de novo.
Los anticonvulsivantes tienen la misma eficacia que las
benzodiacepinas en la prevención de las convulsiones, pero no
hay una ventaja cuando se usan combinados.
En la prevención de convulsiones secundarias en el mismo
episodio de abstinencia, el Lorazepam ha demostrado ser
efectivo.
Las benzodiacepinas, en particular aquellas con vida media
larga, previenen el Delirium.
Dadas las dificultades diagnósticas de los desórdenes
cerebrales asociados al consumo de alcohol, se debe
mantener una alta sospecha clínica durante el tiempo de
tratamiento por Dependencia al alcohol.
En pacientes bebedores pesados “sanos” con Dependencia
por alcohol no complicada, o en bajo riesgo, se recomienda la
administración de Tiamina oral >300 mg día durante el periodo
de desintoxicación.
En paciente con alto riesgo de presentar Encefalopatía de
Wernicke, en estado de desnutrición o enfermos, se debe
D(+)
A(++++)
1
1
A(++++)
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D(+)
1
D(+)
1
D(+)
1
administrar tratamiento profiláctico de manera parenteral. Se
recomienda el uso de Tiamina 250 mg IM o IV una vez al día
por 3 – 5 días o hasta que se presente algún grado de mejoría.
Prevención de recaídas y mantenimiento en Trastornos por Alcohol:
El Acamprosato puede ser usado para mejorar las tasas de
abstinencia.
La Naltrexona puede ser usada para disminuir el riesgo de
recaída, pero hay menos evidencia que soporte su uso en el
mantenimiento de la abstinencia.
El Disulfiram es efectivo si su toma es supervisada, puede ser
administrado en pacientes que desean mantener la abstinencia
y en quienes no hay contraindicaciones.
El Baclofen debe ser considerado en pacientes que desean la
abstinencia y tienen altos niveles de ansiedad y no se han
beneficiado de otras medidas farmacológicas.
Los Inhibidores Selectivos de la Recaptación de Serotonina
(ISRS) deben ser evitados o usados con precaución en
pacientes con alcoholismo tipo 2.
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C(++)
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2
Lingford-Hughes, Anne R., et al. BAP updated guidelines: evidencebased guidelines for the pharmacological management of substance
abuse, harmful use, addiction and comorbidity: recommendations
from BAP. Journal of Psychopharmacology 26.7 (2012): 899-952.
Tratamiento en Trastornos por Consumo de Opioides:
Abstinencia a Opioides:
Hay una evidencia fuerte para 3 enfoques de tratamiento en la
Desintoxicación a Opioides: el uso de Metadona a dosis
estrechas, Buprenorfina o un agonista alfa 2 adrenérgico.
La elección del agente depende de los tratamientos que el
paciente haya recibido previamente y las preferencias
individuales (Metadona y Buprenorfina). Sin embargo cuando
se desea un tratamiento de corta duración o en pacientes con
dependencia leve o no clara, se prefiere el uso de agonistas
alfa 2 adrenérgicos.
No se recomiendan esquemas de Desintoxicación ultra
rápidos.
El manejo farmacológico en la Abstinencia deberá ser apoyado
por el tratamiento psicosocial.
Tratamiento de Mantenimiento en Trastornos por Opioides:
La terapia de mantenimiento con Metadona es un tratamiento
apropiado para pacientes con dependencia a Opioides, es
efectiva en reducir el uso de Heroína y los riesgos de compartir
equipos de inyección.
La terapia de mantenimiento con Metadona es más efectiva a
dosis entre los 60 y 120 mg que dosis más bajas y debe
realizarse una titulación segura para alcanzarlas.
La terapia de mantenimiento con Buprenorfina es un
tratamiento apropiado para los pacientes con Dependencia a
Opioides y reduce el consumo de Heroína.
La Buprenorfina debe ser prescrita a dosis de 8 mg o más
cuando se usa en terapia de mantenimiento.
Ambos tratamientos con Metadona o Buprenorfina son
efectivos y deben ser ofrecidos a los pacientes con
Dependencia a Opioides. Se deben considerar su elección, y
consideraciones de seguridad.
La terapia de mantenimiento con Metadona o Buprenofrina
debe ser administrada en conjunto con intervenciones
psicosociales.
Lingford-Hughes, Anne R., et al. BAP updated guidelines: evidencebased guidelines for the pharmacological management of substance
abuse, harmful use, addiction and comorbidity: recommendations
from BAP. Journal of Psychopharmacology 26.7 (2012): 899-952.
Tratamiento en Trastornos por Consumo de Estimulantes (Cocaína,
Metanfetaminas y Anfetaminas):
No hay evidencia convincente que soporte el uso de un
tratamiento farmacológico para el tratamiento en el Abuso o
Dependencia a Anfetaminas y Cocaína. Las intervenciones
psicosociales como la Terapia Cognitivo Comportamental y el
manejo de emergencias continúa siendo el pilar del
tratamiento.
No se recomienda el uso de Agonistas Dopaminérgicos,
Antidepresivos o Anticonvulsivantes.
El Disulfiram no se ha establecido aún como tratamiento para
el consumo de Cocaína, pero los clínicos deben estar atentos
a resultados de estudios futuros que puedan contar con
evidencia de interés.
A(++++)
1
C(++)
2
D(+)
2
D(+)
1
D(+)
1
Lingford-Hughes, Anne R., et al. BAP updated guidelines: evidencebased guidelines for the pharmacological management of substance
abuse, harmful use, addiction and comorbidity: recommendations
from BAP. Journal of Psychopharmacology 26.7 (2012): 899-952.
Tratamiento en Trastornos por Consumo de Cannabis:
Hasta el momento no hay una evidencia clara que soporte el
tratamiento farmacológico para la Abstinencia a Cannabis y no
puede recomendarse ninguna medida farmacológica.
No se recomienda el uso de ningún antidepresivo para el
tratamiento de Dependencia a Cannabis.
Lingford-Hughes, Anne R., et al. BAP updated guidelines: evidencebased guidelines for the pharmacological management of substance
abuse, harmful use, addiction and comorbidity: recommendations
from BAP. Journal of Psychopharmacology 26.7 (2012): 899-952.
Tratamiento de los Trastornos Mentales y del Comportamiento
debido al Consumo de Múltiples Sustancias:
4.
Se recomienda realizar un tratamiento integral, que involucre
un manejo farmacológico y psicoterapéutico según la fase de
la enfermedad en la que se encuentre y según los tipos de
sustancia que consuma.
5.
Dentro de la utilización del Tratamiento Farmacológico se
recomiendan:
G. Medicaciones para el tratamiento de la intoxicación y/o
síndrome de abstinencia.
H. Medicaciones para reducir los efectos de refuerzo
subjetivo de las sustancias.
I.
Medicaciones que desincentivan el consumo al inducir
consecuencias desagradables.
J. Medicaciones para sustitución con agonistas.
K. Medicaciones para tratamiento de trastornos psiquiátricos
asociados.
L. Medicaciones para tratamiento de trastornos médicos
generales.
6.
Dentro de la utilización del Tratamiento Psicosocial se
recomiendan las siguientes terapias:
G. Terapias Cognitivo-Conductuales
H. Terapias Conductuales
I.
Terapias Psicodinámicas e Interpersonales
J. Terapias de Grupo
K. Terapias Familiares
L. Participación en grupos de ayuda mutua o autoayuda
Protocolo de Farmacodependencia. Manejo por Psiquiatría. E.S.E.
Hospital Mental de Filandia, Quindío. 2006.
Tratamiento en Trastornos por Consumo de Alcohol:
Abstinencia y Desintoxicación de Alcohol:
Aunque algunos episodios de abstinencia por alcohol no
reciben apoyo farmacológico, en casos de dependencia leve a
moderada, en presencia de síntomas de abstinencia se
recomienda brindar tratamiento farmacológico.
La Desintoxicación debe ser planeada como parte de un
programa de tratamiento para aumentar el deseo de los
pacientes de cambiar los comportamientos asociados al
consumo.
Las benzodiacepinas son eficaces en reducir signos y
síntomas de abstinencia.
Se recomiendan esquemas de tratamiento a dosis fijas como
uso rutinario y se reservan los esquemas de titulación según
los síntomas, bajo monitoria clínica.
La Carbamazepina ha demostrado ser igualmente eficaz a las
benzodiacepinas.
Las benzodiacepinas en especial el Diazepam previene las
convulsiones de novo.
Los anticonvulsivantes tienen la misma eficacia que las
benzodiacepinas en la prevención de las convulsiones, pero no
hay una ventaja cuando se usan combinados.
En la prevención de convulsiones secundarias en el mismo
episodio de abstinencia, el Lorazepam ha demostrado ser
efectivo.
Las benzodiacepinas, en particular aquellas con vida media
larga, previenen el Delirium.
Dadas las dificultades diagnósticas de los desórdenes
cerebrales asociados al consumo de alcohol, se debe
mantener una alta sospecha clínica durante el tiempo de
tratamiento por Dependencia al alcohol.
En pacientes bebedores pesados “sanos” con Dependencia
por alcohol no complicada, o en bajo riesgo, se recomienda la
administración de Tiamina oral >300 mg día durante el periodo
de desintoxicación.
En paciente con alto riesgo de presentar Encefalopatía de
Wernicke, en estado de desnutrición o enfermos, se debe
administrar tratamiento profiláctico de manera parenteral. Se
recomienda el uso de Tiamina 250 mg IM o IV una vez al día
por 3 – 5 días o hasta que se presente algún grado de mejoría.
Prevención de recaídas y mantenimiento en Trastornos por Alcohol:
El Acamprosato puede ser usado para mejorar las tasas de
abstinencia.
La Naltrexona puede ser usada para disminuir el riesgo de
recaída, pero hay menos evidencia que soporte su uso en el
mantenimiento de la abstinencia.
El Disulfiram es efectivo si su toma es supervisada, puede ser
administrado en pacientes que desean mantener la abstinencia
y en quienes no hay contraindicaciones.
El Baclofen debe ser considerado en pacientes que desean la
abstinencia y tienen altos niveles de ansiedad y no se han
beneficiado de otras medidas farmacológicas.
Los Inhibidores Selectivos de la Recaptación de Serotonina
(ISRS) deben ser evitados o usados con precaución en
pacientes con alcoholismo tipo 2.
D(+)
1
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Lingford-Hughes, Anne R., et al. BAP updated guidelines: evidencebased guidelines for the pharmacological management of substance
abuse, harmful use, addiction and comorbidity: recommendations
from BAP. Journal of Psychopharmacology 26.7 (2012): 899-952.
Tratamiento en Trastornos por Consumo de Opioides:
Abstinencia a Opioides:
Hay una evidencia fuerte para 3 enfoques de tratamiento en la
Desintoxicación a Opioides: el uso de Metadona a dosis
estrechas, Buprenorfina o un agonista alfa 2 adrenérgico.
La elección del agente depende de los tratamientos que el
paciente haya recibido previamente y las preferencias
individuales (Metadona y Buprenorfina). Sin embargo cuando
se desea un tratamiento de corta duración o en pacientes con
dependencia leve o no clara, se prefiere el uso de agonistas
alfa 2 adrenérgicos.
No se recomiendan esquemas de Desintoxicación ultra
rápidos.
El manejo farmacológico en la Abstinencia deberá ser apoyado
por el tratamiento psicosocial.
A(++++)
1
A(++++)
1
Tratamiento de Mantenimiento en Trastornos por Opioides:
La terapia de mantenimiento con Metadona es un tratamiento
apropiado para pacientes con dependencia a Opioides, es
efectiva en reducir el uso de Heroína y los riesgos de compartir
equipos de inyección.
La terapia de mantenimiento con Metadona es más efectiva a
dosis entre los 60 y 120 mg que dosis más bajas y debe
realizarse una titulación segura para alcanzarlas.
La terapia de mantenimiento con Buprenorfina es un
tratamiento apropiado para los pacientes con Dependencia a
Opioides y reduce el consumo de Heroína.
La Buprenorfina debe ser prescrita a dosis de 8 mg o más
cuando se usa en terapia de mantenimiento.
Ambos tratamientos con Metadona o Buprenorfina son
efectivos y deben ser ofrecidos a los pacientes con
Dependencia a Opioides. Se deben considerar su elección, y
consideraciones de seguridad.
La terapia de mantenimiento con Metadona o Buprenofrina
debe ser administrada en conjunto con intervenciones
psicosociales.
A(++++)
1
A(++++)
1
A(++++)
1
B(+++)
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A(++++)
1
B(+++)
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C(++)
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Lingford-Hughes, Anne R., et al. BAP updated guidelines: evidencebased guidelines for the pharmacological management of substance
abuse, harmful use, addiction and comorbidity: recommendations
from BAP. Journal of Psychopharmacology 26.7 (2012): 899-952.
Tratamiento en Trastornos por Consumo de Estimulantes (Cocaína,
Metanfetaminas y Anfetaminas):
No hay evidencia convincente que soporte el uso de un
tratamiento farmacológico para el tratamiento en el Abuso o
Dependencia a Anfetaminas y Cocaína. Las intervenciones
psicosociales como la Terapia Cognitivo Comportamental y el
manejo de emergencias continúa siendo el pilar del
tratamiento.
No se recomienda el uso de Agonistas Dopaminérgicos,
Antidepresivos o Anticonvulsivantes.
El Disulfiram no se ha establecido aún como tratamiento para
el consumo de Cocaína, pero los clínicos deben estar atentos
a resultados de estudios futuros que puedan contar con
evidencia de interés.
Lingford-Hughes, Anne R., et al. BAP updated guidelines: evidencebased guidelines for the pharmacological management of substance
abuse, harmful use, addiction and comorbidity: recommendations
from BAP. Journal of Psychopharmacology 26.7 (2012): 899-952.
Tratamiento en Trastornos por Consumo de Cannabis:
Hasta el momento no hay una evidencia clara que soporte el
tratamiento farmacológico para la Abstinencia a Cannabis y no
puede recomendarse ninguna medida farmacológica.
No se recomienda el uso de ningún antidepresivo para el
tratamiento de Dependencia a Cannabis.
Lingford-Hughes, Anne R., et al. BAP updated guidelines: evidencebased guidelines for the pharmacological management of substance
abuse, harmful use, addiction and comorbidity: recommendations
from BAP. Journal of Psychopharmacology 26.7 (2012): 899-952.
5.9 Hospitalización
Evidencia
El modelo de atención del ICSN-Clínica Montserrat implica que a todo paciente con
diagnóstico de Trastornos Mentales y del Comportamiento debidos al Consumo de
Sustancias que consulta a la clínica, se le tengan en cuenta los siguientes factores para
considerar el proceso de hospitalización (D):
Escala de Funcionamiento Global (GAF) menor de 60%
Pobre red de apoyo
Riesgo de suicidio valorado a través de la entrevista clínica y escala SADPersons
Riesgo de hetero-agresión
Comorbilidad psiquiátrica
Además de los criterios anteriores, se ha observado la importancia de tener en cuenta
los siguientes factores específicos para determinar hospitalización psiquiátrica en esta
población de pacientes (D) (American Psychiatric Association, 2006):
Pacientes que están en riesgo de un síndrome de abstinencia grave o
complicada (por ejemplo, las personas que dependen de múltiples sustancias,
personas con antecedentes de delirium tremens) o que no pueden recibir la
necesaria evaluación médica, seguimiento y tratamiento en un entorno menos
intensivo.
Pacientes (que requieren un proceso de desintoxicación) con enfermedades
orgánicas agudas o crónicas comórbidas de base, con necesidad de control
médico 24 horas, enfermería y los recursos de un hospital (por ejemplo, los
individuos con enfermedad cardíaca grave).
Pacientes con historia previa documentada de no haber participado de un
tratamiento en un entorno menos intensivo (por ejemplo hospital día,
ambulatorio).
Pacientes que no han respondido a tratamientos menos intensivos y aquellos a
quienes su consumo de sustancias plantea una amenaza constante para su
salud física y mental.
Fases de tratamiento hospitalario en pacientes con consumo de sustancias
psicoactivas (D):
Fase de Desintoxicación: tratamiento dentro de hospital psiquiátrico, de
aproximadamente 15 a 30 días, para manejo del síndrome de abstinencia,
adquisición de herramientas para fomentar y fortalecer la introspección en el
paciente y su familia, cultivando así la necesidad de continuar tratamiento de
deshabituación a todo paciente con diagnóstico de dependencia a sustancias
(con algunas excepciones como pacientes con trastornos graves de la
personalidad).
Se considera la primera fase de tratamiento, por estas condiciones su duración
en tiempo es muy variable de acuerdo a las características propias del paciente
y condiciones específicas de las sustancias que consume. En general es poco
frecuente que no haya comorbilidades físicas o mentales que requieran a la
vez tratamiento; en caso de que no haya complicaciones puede tener un
periodo de duración de hasta 15 días, mientras que en pacientes con
comorbilidad, factores evidentes de riesgo y complicaciones puede
prolongarse por un poco más de los 30 días.
Fase de Deshabituación: se recomienda continuar esta fase en un centro
especializado en este tipo de patologías en modalidad de hospitalización total,
con duración de aproximadamente 3-12 meses de acuerdo al caso clínico
particular. Debe estar a cargo de un equipo médico competente y especialista
en adicciones. Se enseñan y fortalecen herramientas de introspección y
detección de cambios que promueven conductas asociadas al consumo para
disminuir recaídas.
En el Instituto Colombiano del Sistema Nervioso esta fase también se basa en
en el cero consumo, es fundamental ayudar a los pacientes a reconocer su
problema, motivarlos para el cambio y para la realización del proceso de
tratamiento y la adquisición de nuevos hábitos en todas las áreas
biopsicosociales que sea necesario y pertinente
Recomendaciones
Criterios de Hospitalización:
Se recomienda tener en cuenta los siguientes factores generales para indicar una
hospitalización:
Escala de Funcionamiento Global (GAF) menor de 60%
Pobre red de apoyo
Riesgo de suicidio valorado a través de la entrevista clínica y escala SAD-Persons
Riesgo de hetero-agresión
Comorbilidad psiquiátrica
Se recomienda tener en cuenta los siguientes factores específicos para determinar
hospitalización psiquiátrica:
Pacientes que están en riesgo de un síndrome de abstinencia grave o complicada
(por ejemplo, las personas que dependen de múltiples sustancias, personas con
antecedentes de delirium tremens) o que no pueden recibir la necesaria
evaluación médica, seguimiento y tratamiento en un entorno menos intensivo.
Pacientes (que requieren un proceso de desintoxicación) con enfermedades
orgánicas agudas o crónicas comórbidas de base, con necesidad de control
médico 24 horas, enfermería y los recursos de un hospital (por ejemplo, los
individuos con enfermedad cardíaca grave).
Pacientes con historia previa documentada de no haber participado de un
tratamiento en un entorno menos intensivo (por ejemplo hospital día, ambulatorio).
Pacientes que no han respondido a tratamientos menos intensivos y aquellos a
quienes su consumo de sustancias plantea una amenaza constante para su salud
física y mental.
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1
D(+)
1
✓
1
American Psychiatric Association. Practice guideline for the treatment of patients with
substance use disorders, 2nd edition. 2006.
El modelo de atención del ICSN-Clínica Montserrat implica que al ingreso de todo
paciente se realice un plan de tratamiento donde se fijen objetivos terapéuticos en
conjunto con el paciente y su familia (si es pertinente).
Fases de tratamiento hospitalario en pacientes con consumo de sustancias
psicoactivas:
Fase de Desintoxicación: tratamiento dentro de hospital psiquiátrico, de
aproximadamente 15 a 30 días, para manejo del síndrome de abstinencia,
adquisición de herramientas para fomentar y fortalecer la introspección en el
paciente y su familia, cultivando así la necesidad de continuar tratamiento de
deshabituación a todo paciente con diagnóstico de dependencia a sustancias (con
algunas excepciones como pacientes con trastornos graves de la personalidad).
Fase de Deshabituación: se recomienda continuar esta fase en un centro
especializado en este tipo de patologías en modalidad de hospitalización total, con
duración de aproximadamente 3-12 meses de acuerdo al caso clínico particular.
Debe estar a cargo de un equipo médico competente y especialista en adicciones.
Se enseñan y fortalecen herramientas de introspección y detección de cambios
que promueven conductas asociadas al consumo para disminuir recaídas.
Tener en cuenta:
Incapacidad para asistir a tratamientos ambulatorios, sitios, grupos, asesorías o
consultas.
Condición suicida/Homicida/psicótica.
Comorbilidad física/mental.
Incapacidad para dar consentimiento Informado.
No tener red social.
Historia previa de abstinencia moderada severa.
✓
1
5.10 Egreso Hospitalario
Evidencia
De acuerdo con el cumplimiento de los objetivos terapéuticos propuestos al ingreso
del paciente, la estabilización de la sintomatología de base, la adecuada presencia de
red de apoyo y la ausencia de los criterios que en su momento indicaron
hospitalización, se puede dar de alta al paciente y continuar un tratamiento
ambulatorio.
Egreso de Fase de Desintoxicación (D):
Se puede dar de alta cuando hayan desaparecido los síntomas de abstinencia en el
paciente, pues son criterios de gravedad y pueden poner en peligro la vida del
paciente.
Si los síntomas no han desaparecido pero han disminuido lo suficiente para que no
se apliquen los criterios de gravedad y urgencia del ingreso y permitan considerar
que el paciente recobro su autonomía.
Siempre se debe recomendar continuar un proceso de deshabituación en un centro
especializado en adicciones.
Egreso de Fase de Deshabituación (D):
Se recomienda que la Fase de Deshabituación llegue a su fin cuando se hayan
cumplido los objetivos trazados al ingreso del paciente.
En cualquier momento el paciente puede firmar consentimiento de egreso
voluntario.
Criterios para egresar o transferir a otra modalidad de atención (D) (E.S.E. Hospital
Mental de Filandia, 2006):
Mejoría: se alcanzaron las metas propuestas.
Estancamiento en el proceso (por actitud del paciente o insuficiencia de recursos en
este nivel de atención).
Empeoramiento de los problemas o aparición de nuevos problemas no susceptibles
de ser manejados efectivamente en este nivel de atención.
Se ha observado la importancia que tiene para el paciente continuar en un proceso
ambulatorio por consulta externa de psiquiatría al finalizar su proceso de
deshabituación.
Recomendaciones
Criterios de Egreso Hospitalario:
De acuerdo con el cumplimiento de los objetivos terapéuticos propuestos al
ingreso del paciente, la estabilización de la sintomatología de base, la adecuada
presencia de red de apoyo y la ausencia de los criterios que en su momento
indicaron hospitalización, se puede dar de alta al paciente y continuar un
tratamiento ambulatorio.
✓
1
D(+)
1
Egreso de Fase de Desintoxicación:
Se puede dar de alta cuando hayan desaparecido los síntomas de
abstinencia en el paciente, pues son criterios de gravedad y pueden poner
en peligro la vida del paciente.
Siempre se debe recomendar continuar un proceso de deshabituación en un
Centro de Atención en Drogadicción (CAD).
Egreso de Fase de Deshabituación:
Se recomienda que la Fase de Deshabituación llegue a su fin cuando se
hayan cumplido los objetivos trazados al ingreso del paciente.
En cualquier momento el paciente puede firmar consentimiento de egreso
voluntario.
Criterios para egresar o transferir a otra modalidad de atención:
Se recomienda dar egreso por:
Mejoría: se alcanzaron las metas propuestas.
Estancamiento en el proceso (por actitud del paciente o insuficiencia de
recursos en este nivel de atención).
Empeoramiento de los problemas o aparición de nuevos problemas no
susceptibles de ser manejados efectivamente en este nivel de atención.
Se propone que al finalizar su proceso de deshabituación, continúe en un
programa ambulatorio por consulta externa de psiquiatría.
Protocolo de Farmacodependencia. Manejo por Psiquiatría. E.S.E. Hospital
Mental de Filandia, Quindío. 2006.
5.11
Seguimiento
Evidencia
Después de un ciclo de tratamiento intensivo (proceso de hospitalización en el
programa de desintoxicación, deshabituación), se debe continuar con la fase de
tratamiento ambulatoria por consulta externa psiquiátrica, tanto en sesiones
individuales, como familiares y de terapia de grupo. Y Se debe brindar un tratamiento
integral, que involucre además tratamiento de las comorbilidades asociadas (médicas y
psiquiátricas) (D) (NIDA 2010).
El seguimiento estructurado de la evolución de los pacientes favorece la adherencia al
tratamiento, disminuye el riesgo de recaídas y recurrencias y mejora el pronóstico (D)
(CENETEC 2010). Por lo anterior, es importante tener en cuenta que todo paciente que
egrese de hospitalización tenga una orden de control ambulatorio. El adecuado
seguimiento de los pacientes por consulta externa debería incluir: implementación de
estrategias de Psicoeducación, incentivo de adherencia al tratamiento farmacológico y
psicoterapéutico y continuación de controles regulares por consulta externa de
psiquiatría (D).
Cuando se inicie un nuevo tratamiento farmacológico la eficacia y efectos adversos
deben ser evaluados. Habrá que tener en cuenta las características específicas de cada
medicamento y la evolución clínica del paciente. (D) (CENETEC 2010).
Estrategias para favorecer adherencia al tratamiento:
Se ha observado la importancia de tener en cuenta los factores individuales del
paciente y aquellos asociados al programa de tratamiento que se evidencian asociados
a la adherencia terapéutica (D) (NIDA 2010):
Factores individuales del paciente:
o Motivación para cambiar el comportamiento de uso de drogas.
o Grado de apoyo de la familia y amistades.
o Grado de presión que ejerzan el sistema de justicia penal, los servicios de
protección infantil, los empleadores o la familia.
Factores del programa de tratamiento:
o Se recomienda el establecimiento de una relación terapéutica positiva del
psiquiatra con sus pacientes.
o Se recomienda que se establezca un plan de tratamiento con la
cooperación del paciente; comprometerlo a que sea cumplido y que se
entiendan claramente las expectativas para el tratamiento.
Estrategias para la disminución de recaídas:
En cuanto a las recaídas, que hacen parte del proceso de evolución de los pacientes
con diagnóstico de consumo de sustancias, hay que tener siempre en cuenta que no
indican fracaso. El tratamiento exitoso de la adicción suele requerir una evaluación
continua y modificaciones que sean apropiadas (semejantes al enfoque adoptado para
otras enfermedades crónicas) (D) (NIDA 2010).
La participación activa del paciente en el tratamiento es un componente esencial para
alcanzar buenos resultados y puede beneficiar incluso a las personas con adicciones
más severas. El uso de drogas durante el tratamiento debe ser supervisado
constantemente con un monitoreo regular en cada consulta, pues el hecho de saber
que el uso de drogas se vigila puede ser un gran incentivo para el paciente y puede
ayudarlo a resistir el impulso de consumir sustancias. El monitoreo también sirve como
indicador temprano de una recaída, lo que puede indicar que es necesario reajustar el
plan de tratamiento del paciente para que se adapte mejor a sus necesidades(D) (NIDA
2010).
Recomendaciones
Seguimiento:
D(+)
1
D(+)
1
D(+)
1
Se recomienda lo siguiente:
Después de un ciclo de tratamiento intensivo (proceso de hospitalización en
el programa de desintoxicación, deshabituación), se debe continuar con la
fase de tratamiento ambulatoria por consulta externa psiquiátrica, tanto en
sesiones individuales, como familiares y de terapia de grupo.
Se debe brindar un tratamiento integral, que involucre además tratamiento
de las comorbilidades asociadas (médicas y psiquiátricas).
National Institute on Drug Abuse (NIDA). Principios de tratamientos para la
drogadicción: Una guía basada en las investigaciones. Departamento de Salud y
Servicios Humanos de los EE. UU., Institutos Nacionales de la Salud, Instituto
Nacional sobre el Abuso de Drogas. 2010.
Estrategias para favorecer adherencia al tratamiento:
Se recomienda tener en cuenta los factores individuales del paciente y los
factores asociados al programa de tratamiento:
Factores individuales del paciente:
o
Motivación para cambiar el comportamiento de uso de drogas.
o
Grado de apoyo de la familia y amistades.
o
Grado de presión que ejerzan el sistema de justicia penal, los
servicios de protección infantil, los empleadores o la familia.
Factores del programa de tratamiento:
o
Se recomienda el establecimiento de una relación terapéutica
positiva del psiquiatra con sus pacientes.
o
Se recomienda que se establezca un plan de tratamiento con la
cooperación del paciente; comprometerlo a que sea cumplido y
que se entiendan claramente las expectativas para el tratamiento.
National Institute on Drug Abuse (NIDA). Principios de tratamientos para la
drogadicción: Una guía basada en las investigaciones. Departamento de Salud y
Servicios Humanos de los EE. UU., Institutos Nacionales de la Salud, Instituto
Nacional sobre el Abuso de Drogas. 2010.
Estrategias para disminución de recaídas:
Se recomienda tener en cuenta que:
Las recaídas en el abuso de drogas no indican fracaso.
El tratamiento exitoso de la adicción suele requerir una evaluación continua
y modificaciones que sean apropiadas (semejantes al enfoque adoptado
para otras enfermedades crónicas).
La participación activa del paciente en el tratamiento es un componente
esencial para alcanzar buenos resultados y puede beneficiar incluso a las
personas con las adicciones más severas.
El uso de drogas durante el tratamiento debe ser supervisado
constantemente con un monitoreo regular en cada consulta.
El hecho de saber que el uso de drogas se vigila puede ser un gran incentivo
para el paciente y puede ayudarlo a resistir el impulso de consumir drogas.
El monitoreo también sirve como indicador temprano de una recaída en el
uso de drogas, lo que puede indicar que es necesario reajustar el plan de
tratamiento del paciente para que se adapte mejor a sus necesidades.
Se debe realizar un tratamiento integral que conste de:
Terapias de la conducta: como terapia individual o de grupo, terapia
cognitivo conductual o manejo de contingencias.
Medicamentos: Para tratamiento del Trastorno por Consumo de Sustancias
y para el tratamiento de comorbilidades asociadas, tanto de tipo psiquiátrico
(Trastorno Depresivo, Trastornos de Ansiedad, Trastorno Afectivo Bipolar,
Esquizofrenia, etc.) como orgánico (VIH/Sida, Hepatitis B o C, infecciones de
la piel, etc.).
Deben tratarse de forma concurrente otros problemas de salud (incluyendo
otros trastornos mentales), ocupacionales, legales, familiares y sociales.
National Institute on Drug Abuse (NIDA). Principios de tratamientos para la
drogadicción: Una guía basada en las investigaciones. Departamento de Salud y
Servicios Humanos de los EE. UU., Institutos Nacionales de la Salud, Instituto
Nacional sobre el Abuso de Drogas. 2010.
5.12.
Valoración del Riesgo de Suicidio
Evidencia:
A todo paciente que asista a consulta en el ICSN-Clínica Montserrat se le debe evaluar
la presencia de riesgo suicida con una adecuada valoración clínica y la utilización de la
Escala de Indicadores de Riesgo de Suicidio (Escala SAD Persons). De existir un riesgo
de suicidio en el paciente, éste debe ser hospitalizado, y se definirá, según los modelos
de atención, su manejo en Unidades de Cuidado Agudo y se brindarán las medidas de
protección adecuadas para disminuir este riesgo (D).
Se deben realizar intervenciones psicoeducativas al paciente y a su familia/red de
apoyo, que enfaticen en el conocimiento y entendimiento de la enfermedad, en la que
los trastornos por consumo de sustancias están asociados con riesgo de conductas
suicidas (D).
El suicidio es previsible y evitable sí se identifica a tiempo. La mayor parte de la
población tiene la creencia que si se hace hablar a una persona acerca del suicidio
aumentará el riesgo de hacerlo; esto es erróneo. Cuando una persona que tiene ideas
de suicidio puede hablar al respecto, se disminuye la posibilidad de hacerlo, lo que hay
que explicar a la familia y al paciente (D).
Se ha observado la importancia de determinar en el paciente (D) (American Psychiatric
Association, 2006):
La presencia o ausencia de pensamientos, intentos o planes suicidas.
La historia de intentos de suicidio (por ejemplo la letalidad del método, las
circunstancias).
Los antecedentes familiares de suicidio.
La existencia de historia previa de agresión (por ejemplo el uso de armas).
La intensidad de síntomas depresivos y otros síntomas del estado de ánimo.
El tratamiento actual y su respuesta.
Estresores recientes (por ejemplo separación, pérdida del empleo).
Los patrones de consumo de sustancias.
La existencia de síntomas psicóticos.
La situación de vida actual (por ejemplo el apoyo social, la disponibilidad de armas).
Además de la valoración clínica realizada al paciente, se debe utilizar la Escala de
Indicadores de Riesgo de Suicidio (Escala SAD Persons) para determinar el riesgo
suicida.
Ver anexo Valoración Riesgo de Suicidio y Escala SAD-Persons
Recomendaciones
Valoración del riesgo suicida:
D(+)
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✓
1
✓
1
Se recomienda determinar:
La presencia o ausencia de pensamientos, intentos o planes suicidas.
La historia de intentos de suicidio (por ejemplo la letalidad del método, las circunstancias).
Los antecedentes familiares de suicidio.
La existencia de historia previa de agresión (por ejemplo el uso de armas).
La intensidad de síntomas depresivos y otros síntomas del estado de ánimo.
El tratamiento actual y su respuesta.
Estresores recientes (por ejemplo separación, pérdida del empleo).
Los patrones de consumo de sustancias.
La existencia de síntomas psicóticos.
La situación de vida actual (por ejemplo el apoyo social, la disponibilidad de armas).
American Psychiatric Association. Practice guideline for the treatment of patients with substance use
disorders, 2nd edition. 2006.
Además de la valoración clínica realizada al paciente, se debe utilizar la Escala de Indicadores de Riesgo
de Suicidio (Escala SAD Persons) para determinar el riesgo suicida.
Ver anexo Valoración Riesgo de Suicidio y Escala SAD-Persons
Medidas de intervención y cuidado en riesgo de suicidio:
Se deben realizar intervenciones psicoeducativas al paciente y a su familia/red de apoyo, que enfaticen en
el conocimiento y entendimiento de la enfermedad, en la que los Trastornos por Consumo de Sustancias
están asociados con un mayor riesgo de conductas suicidas.
De acuerdo a la evaluación global de riesgo suicida en el paciente, se definirá, según los modelos de
atención, el manejo en Unidades de Cuidado Agudo y las medidas de protección adecuadas para disminuir
el riesgo de suicidio.
6. Algoritmos de Diagnóstico y Tratamiento de los Trastornos Mentales y del
Comportamiento debido al Consumo de Múltiples Sustancias
1.
Extraído de: Mini
Atención Integral en Farmacodependencia.
2004.
. Actualización de la Guía Práctica de
. Bogotá, octubre de
2.
Extraído de: Mini
Atención Integral en Farmacodependencia.
2004.
. Actualización de la Guía Práctica de
. Bogotá, octubre de
3.
Extraído de: Mini
Atención Integral en Farmacodependencia.
2004.
. Actualización de la Guía Práctica de
. Bogotá, octubre de
7. Bibliografía
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comorbidities in people infected with HIV who use drugs. Lancet. 2010.
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substance use disorders, 2nd edition. In American Psychiatric Association Practice
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(SMA) 06-4131. Rockville, MD: Substance Abuse and Mental Health Services
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Integral en Farmacodependencia.
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drogadicción: Una guía basada en las investigaciones. Departamento de Salud y
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Smilkstein G. The family APGAR: a proposal for a family function test and its use by
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julio 17 de 2006.
Smilkstein G, Ashworth C, Montano D. Validity and reliability of the Family APGAR as a
test of family function. J Fam Pract 1982; 15: 303-11.
8. Indicadores
Indicador
Justificación
Fórmula
Tamizaje de Consumo de Sustancias
Dentro de la práctica médica es innegable la importancia de hacer
una historia clínica completa a todo paciente en cualquier nivel de
atención. Con respecto al consumo de sustancias, en la consulta
psiquiátrica, es prioritario obtener datos acerca del consumo
actual y a lo largo de la vida. Es importante preguntar al paciente
por su patrón de consumo, incluyendo la edad de inicio del mismo,
tipo de sustancia psicoactiva, dosis y frecuencia, vía de consumo,
efectos psicológicos y físicos atribuidos a la sustancia, evolución de
la historia del consumo pasada y actual, fecha del último consumo,
identificación de la sustancia “preferida” y de mayor impacto, y
otros factores asociados al consumo, por ejemplo si lo hace sólo o
en compañía, conductas de riesgo asociadas, etc. Este indicador
permite alertar sobre una posible dificultad en el tamizaje acerca
del consumo de sustancias, en cualquier modalidad, que se debe
realizar a todos los pacientes que consultan en la Institucion
Nº de pacientes con tamizaje para consumo de sustancias
---------------------------------------------------------------------------x100
Nº de pacientes atendidos en la Institución
Descripción de
términos
Tamizaje para consumo de sustancias: se define como el
interrogatorio consignado en la historia clínica acerca de
antecedente de consumo de sustancias psicoactivas.
Historia Clínica del paciente: se considerará la información
procedente de la Historia Clínica dentro del sistema electrónico.
Tipo de
indicador
Proceso
Fuente de datos Historia Clínica del paciente.
Rango esperado 100%
Indicador
Evaluación de riesgo suicida en pacientes con diagnóstico de trastorno
Mental y del Comportamiento debido al consumo de Sustancias
Justificación
A todo paciente que asista a consulta en el ICSN-Clínica Montserrat se le debe
evaluar la presencia de riesgo suicida con una adecuada valoración clínica y la
utilización de la Escala de Indicadores de Riesgo de Suicidio (Escala SAD
Persons). De existir un riesgo de suicidio en el paciente, éste debe ser
hospitalizado, y se definirá, según los modelos de atención, su manejo en
Unidades de Cuidado Agudo y se brindarán las medidas de protección
adecuadas para disminuir este riesgo
Identificar el riesgo es una de las principales formas de prevención.
Fórmula
Nº de pacientes adultos con evaluación de riesgo de suicidio, registrado en la
historia clínica
----------------------------------------------------------------------------
x100
Nº de pacientes registrados con diagnóstico de trastorno Mental y del
Comportamiento debido al consumo de Sustancias
Descripción
de términos
Pacientes adultos: pacientes mayores de 18 años.
Diagnóstico de trastorno Mental y del Comportamiento debido al consumo de
Sustancias registrado: constancia escrita del diagnóstico en la Historia Clínica
del paciente de que éste padeció de trastorno Mental y del Comportamiento
debido al consumo de Sustancias (casos prevalentes).
Historia Clínica del paciente: se considerará la información procedente de la
Historia Clínica dentro del sistema electrónico.
Evaluación del riesgo de suicidio: registro en la Historia Clínica de la valoración
de riesgo estimado dentro de los datos aportados por el paciente, síntomas
dentro de la enfermedad actual, antecedentes personales y familiares, y una
evaluación objetiva como la escala SAD PERSONS.
Tipo de
indicador
Proceso
Fuente de
datos
Historia Clínica del paciente
Rango
esperado
100%
Indicador
Estatificación del consumo de sustancias en pacientes con
diagnóstico de trastorno Mental y del Comportamiento debido al
consumo de Sustancias
Justificación
La evidencia recomienda clarificar desde la primera consulta si el
paciente presenta un abuso ó una dependencia a sustancias,
dentro de lo que hay que identificar la existencia de las diferentes
modalidades de consumo que pueden requerir medidas especiales
de manejo, ya que de acuerdo a esta clasificación se establecerán
los planes de manejo y seguimiento correspondientes
Fórmula
Nº de pacientes con estatificación del consumo de sustancias
----------------------------------------------------------------------------------x100
Nº de pacientes con diagnóstico de Trastorno Mental y del
Comportamiento debido al consumo de Sustancias
Descripción de
términos
Estatificación del consumo de sustancias: registro en la Historia
Clínica de ingreso, y/o evoluciones, de los antecedentes
toxicológicos asociados con el consumo, evaluando: abuso,
dependencia, abstinencia o intoxicación por sustancias
psicoactivas (incluídos alcohol y tabaco).
Diagnóstico de Trastorno mental y del Comportamiento debido al
consumo de Sustancias : constancia escrita del diagnóstico en la
Historia Clínica del paciente.
Historia Clínica del paciente: se considerará la información
procedente de la Historia Clínica dentro del sistema electrónico.
Tipo de
indicador
Proceso
Fuente de datos Historia Clínica del paciente
Rango esperado >100%
Indicador
Justificación
Fórmula
Adecuado Manejo de Abstinencia a sustancias.
La abstinencia conlleva clínicamente una serie de riesgos elevados para
la vida del paciente, además la literatura científica respalda el manejo
farmacológico de este estado para todos los pacientes con consumo de
sustancias. Es por esta razón que en el ICSN siempre se debe dar manejo
a la abstinencia de los pacientes y brindar tanto el manejo farmacológico
como psicológico que se requiera, lo que entre otras cosas ayude a
disminuir el riesgo de recaida.
Nº de pacientes con diagnostico de abstinencia por sustancias y con
evidencia de tratamiento iniciado de acuerdo a las recomendaciones de
la guía.
-----------------------------------------------------------------------------------x100
Nº de pacientes con diagnostico de abstinencia por sustancias
Descripción de
términos
Pacientes con diagnóstico de abstinencia: según clasificación DSM o CIE
10, independiente del uso de cualquier sustancia.
Historia Clínica del paciente: se considerará la información procedente
de la Historia Clínica dentro del sistema electrónico.
Pacientes adultos con diagnóstico abstinencia por sustancia y con
evidencia de tratamiento iniciado de acuerdo a las guías: se considerara
cuando quede registrado en la historia clínica, la clasificación de
abstinencia, y el manejo farmacológico y terapéutico dado de acuerdo a
las recomendaciones dadas en la guía, o en su defecto el manejo
propuesto por su tratante haciendo la salvedad de la no adherencia.
Tipo de indicador Proceso
Fuente de datos
Historia Clínica del paciente
Rango esperado
100%
Indicador
Adherencia a las recomendaciones de seguimiento de pacientes con
Consumo de Sustancias
Justificación
Después de un ciclo de tratamiento intensivo (proceso de hospitalización
en el programa de desintoxicación, deshabituación), se debe continuar
con la fase de tratamiento ambulatoria por consulta externa psiquiátrica,
tanto en sesiones individuales, como familiares y de terapia de grupo. Y
Se debe brindar un tratamiento integral, que involucre además
tratamiento de las comorbilidades asociadas (médicas y psiquiátricas). El
seguimiento estructurado de la evolución de los pacientes favorece la
adherencia al tratamiento, disminuye el riesgo de recaídas y recurrencias
y mejora el pronóstico Por lo anterior es necesario hacer medición de
que se estén indicando y en medida de lo posible implementando las
recomendaciones de seguimiento recomendadas por la literatura
médica.
Fórmula
Nº de pacientes con diagnóstico de Trastorno por consumo de sustancias
y con seguimiento.
-------------------------------------------------------------------------------------
x100
Nº de pacientes con diagnóstico de Trastorno por consumo de sustancias
Descripción de
términos
Pacientes con seguimiento: aquellos en quienes se encuentra registrado
en la historia clínica cualquiera de las medidas de intervención de
seguimiento documentadas en la guía para hacer seguimiento y prevenir
recaídas.
Diagnóstico de Trastorno por consumo de sustancia: constancia escrita
en la Historia Clínica del paciente de que se realizó un diagnóstico nuevo
de trastorno por consumo de sustancias en el periodo de tiempo de
referencia. También se contabilizarán los nuevos episodios en pacientes
con antecedentes previo documentado de trastorno de consumo de
sustancias
Historia Clínica del paciente: se considerará la información procedente
de la Historia Clínica en el sistema electrónico.
Tipo de indicador Proceso
Fuente de datos
Historia Clínica del paciente
Rango esperado
>80%
9. ANEXOS
9.1 Criterios Diagnósticos para los Trastornos por Consumo e Inducidos por
Sustancias Psicoactivas-CIE-10
F1x.0 Intoxicación Aguda
.00 No complicada
.01 Con traumatismo o lesión corporal
.02 Con otra complicación de índole médica
.03 Con Delirium
.04 Con distorsiones de la percepción
.05 Con coma
.06 Con convulsiones
.07 Intoxicación patológica
F1x.1 Consumo perjudicial
F1x.2 Síndrome de dependencia
.20 En la actualidad en abstinencia.
.21 En la actualidad en abstinencia en un medio protegido.
.22 En la actualidad en un régimen clínico de mantenimiento o sustitución
supervisado.
.23 En la actualidad en abstinencia en tratamiento con sustancias aversivas o
bloqueantes.
.24 Con consumo actual de la sustancia. .25 Con consumo continuo. .26 Con
consumo episódico (dipsomanía).
F1x.3 Síndrome de Abstinencia
.30 No complicado
.31 Con convulsiones
F1x.4 Síndrome de Abstinencia con Delirium
.40 Sin convulsiones
.41 Con convulsiones
F1x.5 Trastorno Psicótico
.50 Esquizofreniforme
.51 Con predominio de ideas delirantes
.52 Con predominio de alucinaciones
.53 Con predominio de síntomas polimorfos
.54 Con predominio de síntomas depresivos
.55 Con predominio de síntomas maniacos
.56 Trastorno psicótico mixto
F1x.6 Síndrome Amnésico
F1x.7 Trastorno Psicótico Residual y Trastorno Psicótico de Comienzo Tardío Inducido
Por Alcohol U Otras Sustancias Psicotropas
.70 Con reviviscencias (“flashbacks”)
.71 Trastorno de la personalidad o del comportamiento
.72 Trastorno afectivo residual
.73 Demencia inducida por alcohol u otras sustancias Psicotropas
.74 Otro deterioro cognoscitivo persistente
.75 Trastorno psicótico de comienzo tardío inducido por alcohol u otras
sustancias Psicotropas.
F1x.8 Otros trastornos mentales o del comportamiento
F1x.9 Trastorno mental o del comportamiento sin especificación
F1x.0 Intoxicación Aguda
Se trata de un estado transitorio consecutivo a la ingestión o asimilación de sustancias
psicotropas que produce alteraciones del nivel de conciencia, de la cognición, de la
percepción, del estado afectivo, del comportamiento o de otras funciones y respuestas
fisiológicas o psicológicas (Ministerio de la Protección Social. República de Colombia.
2004).
Este es el diagnóstico principal sólo en los casos en los que la intoxicación se presenta
en ausencia de problemas más graves o persistentes relacionados con el alcohol u
otras sustancias psicotropas. Si no fuera así, tienen preferencia los diagnósticos de
Consumo Perjudicial (F1x.1), Síndrome de Dependencia (F1x.2) o Trastorno Psicótico
(F1x.5) (Ministerio de la Protección Social. República de Colombia. 2004).
Pautas para el diagnóstico:
La intoxicación aguda suele tener una relación estrecha con la dosis de la sustancia,
aunque hay excepciones en individuos con cierta patología orgánica subyacente (por
ejemplo, con una insuficiencia renal o hepática) en los que dosis relativamente
pequeñas pueden dar lugar a una intoxicación desproporcionadamente grave. La
desinhibición relacionada con el contexto social (por ejemplo, en fiestas o carnavales)
debe también ser tenida en cuenta. La intoxicación aguda es un fenómeno transitorio
(Ministerio de la Protección Social. República de Colombia. 2004).
La intensidad de la intoxicación disminuye con el tiempo, y sus efectos desaparecen si
no se repite el consumo de la sustancia. La recuperación es completa excepto cuando
el tejido cerebral esta dañado o surge alguna otra complicación. Los síntomas de la
intoxicación no tienen por qué reflejar siempre la acción primaria de la sustancia. Por
ejemplo, las sustancias psicotropas depresoras del sistema nervioso central pueden
producir síntomas de agitación o hiperreactividad o las sustancias psicotropas
estimulantes, dar lugar a un estado de introversión y retraimiento social. Los efectos
de algunas sustancias como el cannabis y los alucinógenos son particularmente
imprevisibles. Por otra parte muchas sustancias psicotropas pueden producir efectos
de diferentes tipos en función de la dosis. Por ejemplo, el alcohol que a dosis bajas
parece tener efectos estimulantes del comportamiento, produce agitación y
agresividad al aumentar la dosis y a niveles muy elevados da lugar a una clara sedación
(Ministerio de la Protección Social. República de Colombia. 2004).
Diagnóstico diferencial:
Hay que tener en cuenta los Trastornos orgánicos cerebrales agudos (TCE) y la
hipoglucemia. También hay que considerar que la intoxicación puede ser la
consecuencia de un consumo mixto de sustancias (Ministerio de la Protección Social.
República de Colombia. 2004).
F1x.1 Consumo Perjudicial
Se trata de una forma de consumo que puede estar afectando la salud física (como en
el caso de la hepatitis por administración de sustancias psicotropas por vía parenteral)
o la salud mental, como por ejemplo, los episodios de Trastornos Depresivos
secundarios al consumo excesivo de alcohol (Ministerio de la Protección Social.
República de Colombia. 2004).
Pautas para el diagnóstico:
El diagnóstico requiere que se haya afectado la salud mental o física del que consume
la sustancia. Las formas perjudiciales de consumo son a menudo criticadas por
terceros y suelen dar lugar a consecuencias sociales adversas de varios tipos. El hecho
de que una forma de consumo o una sustancia en particular sean reprobados por
terceros o por el entorno en general, no es por sí mismo indicativo de consumo
perjudicial, como tampoco lo es sólo el hecho de haber podido derivar en alguna
consecuencia social negativa tales como detención o ruptura matrimonial (Ministerio
de la Protección Social. República de Colombia. 2004).
Las intoxicaciones agudas no son en sí mismas evidencia suficiente del “daño para la
salud” requerido para el diagnóstico de consumo perjudicial. El consumo perjudicial no
debe diagnosticarse si están presentes un síndrome de dependencia (F1x.2), un
trastorno psicótico (F1x.5) u otras formas específicas de trastornos relacionados con
alcohol u otras sustancias psicotropas (Ministerio de la Protección Social. República de
Colombia. 2004).
F1x.2 Síndrome de Dependencia
Se trata de un conjunto de manifestaciones fisiológicas, comportamentales y
cognoscitivas, en el cual el consumo de una droga, o de un tipo de ellas, adquiere la
máxima prioridad para el individuo, mayor incluso que cualquier otro tipo de
comportamiento de los que en el pasado tuvieron el valor más alto. La manifestación
más característica del síndrome de dependencia es el deseo (a menudo fuerte y a
veces insuperable) de ingerir sustancias psicotropas (aun cuando hayan sido prescritas
por un médico). La recaída en el consumo de una sustancia después de un periodo de
abstinencia lleva a la instauración más rápida del resto de las características del
síndrome de lo que sucede en individuos no dependientes (Ministerio de la Protección
Social. República de Colombia. 2004).
Pautas para el diagnóstico:
El diagnóstico de dependencia sólo debe hacerse si durante en algún momento en los
doce meses previos, o de un modo continuo, han estado presentes tres o más de los
siguientes rasgos:
Deseo intenso o vivencia de una compulsión a consumir una sustancia.
Disminución de la capacidad para controlar el consumo de una sustancia
psicoactiva, unas veces para controlar el comienzo del consumo y otras para
poder terminarlo, para controlar la cantidad consumida.
Síntomas somáticos de un Síndrome de abstinencia (F1x.3, F1x.4) cuando el
consumo de la sustancia se reduzca o cese, que se confirme por: el Síndrome
de abstinencia característico de la sustancia; o el consumo de la misma
sustancia (o de otra muy próxima) con la intención de aliviar o evitar los
síntomas de abstinencia.
Tolerancia, de tal manera que se requiere un aumento progresivo de la dosis de
la sustancia para conseguir los mismos efectos que originalmente producían
dosis más bajas: son ejemplos claros los de la dependencia al alcohol y a los
opiáceos, en las que hay individuos que pueden llegar a ingerir dosis suficientes
para incapacitar o provocar la muerte a personas en las que no está presente
una tolerancia.
Abandono progresivo de otras fuentes de placer o diversiones a causa del
consumo de la sustancia, aumentando el tiempo necesario para obtener o
ingerir la sustancia o para recuperarse de sus efectos.
Persistencia en el consumo de la sustancia a pesar de sus evidentes
consecuencias perjudiciales, tal como daños hepáticos por consumo excesivo
de alcohol, estados de ánimo depresivos consecutivos a periodos de consumo
elevado de una sustancia o deterioro cognitivo secundario al consumo de la
misma.
Reducción progresiva de las distintas formas de consumo de la sustancia (por
ejemplo, tendencia a ingerir bebidas alcohólicas entre semana y los fines de
semana al margen de las normas sociales aceptadas para un consumo
adecuado de alcohol).
Una característica esencial del Síndrome de dependencia es que deben estar
presentes el consumo de una sustancia o el deseo de consumirla. La conciencia
subjetiva de la compulsión al consumo suele presentarse cuando se intenta
frenar o controlar el consumo de la sustancia. Este requisito diagnóstico
excluye a los enfermos quirúrgicos que reciben opiáceos para el alivio del dolor
y que pueden presentar Síntomas de un estado de abstinencia a opiáceos
cuando no se les proporciona la sustancia, pero que no tienen deseo de
continuar tomando la misma.
El Síndrome de dependencia puede presentarse a una sustancia especifica (por
ejemplo tabaco y Diazepam), para una clase de sustancias (por ejemplo,
opiáceos) o para un espectro más amplio de sustancias diferentes (como en el
caso de los individuos que sienten la compulsión a consumir por lo general,
cualquier tipo de sustancia disponible y en los que se presenta inquietud).
(Ministerio de la Protección Social. República de Colombia. 2004).
F1x.3 Síndrome de Abstinencia
Se trata de un conjunto de síntomas que se agrupan según diferentes modos y niveles
de gravedad que se presentan cuando hay una abstinencia absoluta o relativa de una
determinada sustancia, tras un consumo reiterado, generalmente prolongado o a dosis
elevadas. El comienzo y la evolución del estado de abstinencia están limitados en el
tiempo y están relacionados con el tipo de sustancia y la dosis consumida
inmediatamente antes de la abstinencia (Ministerio de la Protección Social. República
de Colombia. 2004).
Pautas para el diagnóstico:
El Síndrome de abstinencia es uno de los indicadores de la presencia del Síndrome de
dependencia (F1x.2), por lo cual este diagnóstico también debe ser tomado en
consideración. El diagnóstico de Síndrome de abstinencia debe tener prioridad si es el
motivo de la consulta y si tiene una gravedad suficiente como para requerir por sí
mismo atención médica (Ministerio de la Protección Social. República de Colombia.
2004).
Se ha visto que los síntomas somáticos varían de acuerdo con la sustancia consumida;
los trastornos psicológicos (por ejemplo ansiedad, depresión o trastornos del sueño)
son también rasgos frecuentes de la abstinencia. Es característico que los pacientes
refieran que los síntomas del Síndrome de abstinencia desaparecen cuando vuelven a
consumir la sustancia (Ministerio de la Protección Social. República de Colombia.
2004).
Diagnóstico diferencial:
Hay que tener en cuenta que muchos síntomas del Síndrome de abstinencia pueden
ser consecuencia de otros trastornos psiquiátricos, por ejemplo de Trastornos de
Ansiedad o Depresivos. Los Trastornos Orgánicos que producen ansiedad, temblor o
cefalea de otra etiología no deben confundirse con los síntomas de un Síndrome de
Abstinencia (Ministerio de la Protección Social. República de Colombia. 2004).
F1x.4 Síndrome de Abstinencia con Delirium
Se trata de un trastorno en el que el síndrome de abstinencia (F1x.3) se complica con
un delirium. Se codifica aquí el Delirium Tremens inducido por el alcohol, que es un
estado tóxico-confusional acompañado de trastornos somáticos, de corta duración y
que a veces pone en peligro la vida. Suele ser consecuencia de la abstinencia absoluta
o relativa de alcohol en personas con una grave y crónica dependencia. El Delirium
Tremens comienza, por lo general, después de interrumpir el consumo de alcohol,
aunque pueden ser provocados por otros factores (traumatismos o infecciones). En
algunos casos se presenta durante episodios de consumo muy elevado de alcohol
(Ministerio de la Protección Social. República de Colombia. 2004).
Los síntomas prodrómicos típicos son: insomnio, temblores y miedo. A veces el
comienzo está precedido por convulsiones de abstinencia. La triada clásica de los
síntomas consiste en obnubilación de la conciencia y estado confusional, alucinaciones
e ilusiones vividas en cualquier modalidad sensorial y temblor intenso. Pueden
aparecer también ideas delirantes, agitación, insomnio, inversión del ciclo sueño-vigilia
y síntomas de excitación del sistema nervioso vegetativo (Ministerio de la Protección
Social. República de Colombia. 2004).
F1x.5 Trastorno Psicótico
Se trata de un trastorno que por lo general se presenta acompañando al consumo de
una sustancia o inmediatamente después de él, caracterizado por alucinaciones vívidas
(por lo general auditivas, pero que afectan a menudo, más de una modalidad
sensorial), falsos reconocimientos, ideas delirantes (a menudo de persecución),
trastornos psicomotores (excitación, estupor) y estados emocionales anormales, que
van desde el miedo intenso hasta el éxtasis. Suele haber claridad del sensorio, aunque
puede estar presente un cierto grado de obnubilación de la conciencia, que no llega al
grado de un estado confusional grave. Lo característico es que el trastorno se resuelva
parcialmente en un mes y de un modo completo en seis meses (Ministerio de la
Protección Social. República de Colombia. 2004).
Pautas para el diagnóstico:
Este diagnóstico está reservado para los Trastornos psicóticos que se presentan
durante el consumo de una droga o inmediatamente después de él (por lo general
dentro de las primeras 48 horas), siempre y cuando no sean una manifestación de un
Síndrome de abstinencia con Delirium (F1x.4) o de comienzo tardío. Los trastornos
psicóticos de comienzo tardío (comienzo después de dos semanas de consumo de la
sustancia) pueden aparecer, pero deben codificarse como F1x.75 (Ministerio de la
Protección Social. República de Colombia. 2004).
Los Trastornos psicóticos inducidos por sustancias psicotropas tienen síntomas
variados que están en función de la sustancia y de la personalidad del paciente. En el
caso de las sustancias estimulantes, como la cocaína y las anfetaminas, estos
trastornos psicóticos se presentan por lo general tras consumos prolongados o a dosis
altas de la sustancia (Ministerio de la Protección Social. República de Colombia. 2004).
No debe hacerse el diagnóstico de Trastorno psicótico cuando sólo exista la presencia
de distorsiones de la percepción o experiencias alucinatorias tras el consumo de
sustancias de efectos alucinógenos primarios (por ejemplo LSD, mezcalina o cannabis a
altas dosis). En estos casos y también en los estados confusionales, el diagnóstico
posible a considerar es el de intoxicación aguda (F1x.0) (Ministerio de la Protección
Social. República de Colombia. 2004).
Debe tenerse un cuidado especial en no confundir un trastorno psiquiátrico más grave
(por ejemplo, una Esquizofrenia) con un Trastorno psicótico inducido por sustancias
psicotropas. Muchos de los Trastornos psicóticos inducidos por sustancias psicotropas
son de corta duración, como sucede en las psicosis anfetamínicas y cocaínicas, a
menos que vuelvan a ingerirse nuevas cantidades de la sustancia. Los falsos
diagnósticos en estos casos tienen implicaciones desagradables y costosas tanto para
los pacientes como para los servicios sanitarios (Ministerio de la Protección Social.
República de Colombia. 2004).
Diagnóstico diferencial:
Hay que tener en cuenta la posibilidad de que el consumo de una sustancia pudiera
agravar o precipitar otro trastorno mental como una Esquizofrenia (F-20), un Trastorno
del humor (afectivo) (F30-F39), un Trastorno paranoide o Esquizoide de la
personalidad (F60.0- F60.1). En estos casos podría no ser adecuado el diagnóstico de
trastorno psicótico inducido por sustancias psicotropas (Ministerio de la Protección
Social. República de Colombia. 2004).
F1x.6 Síndrome Amnésico
Se trata de un síndrome en el cual hay un deterioro notable y persistente de la
memoria reciente y la memoria remota se afecta en algunas ocasiones, mientras que
la capacidad de evocar recuerdos inmediatos está conservada. También suelen estar
presentes un trastorno del sentido del tiempo, con dificultades para ordenar
cronológicamente acontecimientos del pasado y una disminución en la capacidad para
aprender nuevas cosas. Puede ser marcada la presencia de confabulaciones, aunque
no siempre están presentes. El resto de las funciones cognoscitivas suelen estar
relativamente bien conservadas y los defectos amnésicos son incomparablemente
mayores que los de otras funciones (Ministerio de la Protección Social. República de
Colombia. 2004).
Pautas para el diagnóstico:
El síndrome amnésico inducido por alcohol u otras sustancias psicotropas debe
satisfacer las pautas generales del síndrome amnésico orgánico (F04).
Los requisitos primarios para este diagnóstico son:
Trastorno de memoria para hechos recientes (aprendizaje de material nuevo),
trastorno del sentido del tiempo (alteración de la capacidad para ordenar
cronológicamente los acontecimientos del pasado, aglutinación de
acontecimientos repetidos en uno solo, etc.).
Ausencia de alteración de la evocación de recuerdos inmediatos, menor
alteración de la conciencia y en general de las funciones cognoscitivas.
Antecedentes o la presencia objetiva de consumo crónico (y a dosis
particularmente altas) de alcohol u otras sustancias psicotropas.
Los cambios de la personalidad, que suelen consistir en apatía y pérdida de
iniciativa y tendencia a descuidar el aseo personal, no son condiciones
necesarias para el diagnóstico. Aunque la confabulación pueda ser marcada, no
es necesariamente un requisito para el diagnóstico.
Diagnóstico diferencial:
Hay que tener en cuenta el Síndrome amnésico u orgánico (no alcohólico-F04), otros
síndromes orgánicos con afectación importante de la memoria (Demencia o Delirium,
F00-F03; F05) y el Trastorno Depresivo (F31-F33) (Ministerio de la Protección Social.
República de Colombia. 2004).
F1x.7 Trastorno Psicótico Residual y de comienzo tardío inducido por Alcohol o por
otras sustancias psicotropas
Se trata de estados en los cuales ciertos trastornos cognoscitivos, afectivos, de la
personalidad o del comportamiento debidos al consumo de alcohol u otras sustancias
psicotropas, persisten más allá del tiempo de actuación de la sustancia.
Pautas para el diagnóstico:
La presencia de este trastorno debe estar directamente relacionada con el consumo de
alcohol u otra sustancia psicotropa. Los casos cuyo comienzo tiene lugar con
posterioridad a un episodio de consumo de sustancias, sólo deben ser diagnosticados
de Trastorno psicótico residual inducido por alcohol u otras sustancias psicotropas si
hay una evidencia clara y sólida para atribuir al trastorno psicótico residual el efecto de
la sustancia. Un trastorno psicótico residual implica un cambio o una exageración
marcada de las normas de comportamiento previas y normales (Ministerio de la
Protección Social. República de Colombia. 2004).
El Trastorno psicótico residual debe persistir más allá del período en el cual puede
asumirse razonablemente la presencia de los efectos directos de una sustancia en
particular (F1x.0. Intoxicación aguda). La demencia secundaria al consumo de alcohol u
otras sustancias psicotropas no es siempre irreversible, las funciones intelectuales y
amnésicas pueden mejorar tras un período de abstinencia total (Ministerio de la
Protección Social. República de Colombia. 2004).
Este Trastorno psicótico residual debe diferenciarse cuidadosamente del Síndrome de
abstinencia (F1x.3 y F1x.4). En algunos trastornos y para algunas sustancias, los
síntomas de un Síndrome de abstinencia pueden durar varios días o semanas, después
de la interrupción del consumo de la misma (Ministerio de la Protección Social.
República de Colombia. 2004).
Los Trastornos inducidos por sustancias psicotropas que persisten una vez
interrumpido el consumo y que satisfacen las pautas para el diagnóstico de Trastorno
psicótico, no deben ser diagnosticados aquí (recurrir a F1x.5, Trastorno psicótico). Los
pacientes que presentan el estado crónico final del Síndrome de Korsakoff deberían
codificarse en F1x.6 (Ministerio de la Protección Social. República de Colombia. 2004).
Diagnóstico diferencial:
Hay que tener en cuenta un trastorno mental preexistente enmascarado por el
consumo de una sustancia que reaparece una vez que los efectos del alcohol o las
sustancias psicotropas desaparecen (por ejemplo, Ansiedad Fóbica, Trastorno
Depresivo, Esquizofrenia o Trastorno Esquizotípico). En el caso de las reviviscencias,
hay que considerar también los Trastornos Psicóticos Agudos y Transitorios (F23). Hay
que tener también en cuenta una posible lesión orgánica cerebral y el Retraso Mental
leve o moderado que puede coexistir con el consumo patológico (F70-F71) (Ministerio
de la Protección Social. República de Colombia. 2004).
9.2 Criterios Diagnósticos DSM-IV-TR Trastornos relacionados con sustancias
Criterios para la dependencia de sustancias:
Un patrón desadaptativo de consumo de la sustancia que conlleva un deterioro o
malestar clínicamente significativos, expresado por tres (o más) de los ítems siguientes
en algún momento de un período continuado de 12 meses:
1. Tolerancia, definida por cualquiera de los siguientes ítems:
a) Una necesidad de cantidades marcadamente crecientes de la sustancia para
conseguir la intoxicación o el efecto deseado.
b) El efecto de las mismas cantidades de sustancia disminuye claramente con
su consumo continuado.
1. Abstinencia, definida por cualquiera de los siguientes ítems:
a) El síndrome de abstinencia característico para la sustancia (v. Criterios A y B
de los criterios diagnósticos para la abstinencia de sustancias específicas).
b) Se toma la misma sustancia (o una muy parecida) para aliviar o evitar los
síntomas de abstinencia.
2. La sustancia es tomada con frecuencia en cantidades mayores o durante un
período más largo de lo que inicialmente se pretendía.
3. Existe un deseo persistente o esfuerzos infructuosos de controlar o interrumpir el
consumo de la sustancia.
4. Se emplea mucho tiempo en actividades relacionadas con la obtención de la
sustancia (p. ej., visitar a varios médicos o desplazarse largas distancias), en el
consumo de la sustancia (p. ej., fumar un pitillo tras otro) o en la recuperación de
los efectos de la sustancia.
5. Reducción de importantes actividades sociales, laborales o recreativas debido al
consumo de la sustancia.
6. Se continúa tomando la sustancia a pesar de tener conciencia de problemas
psicológicos o físicos recidivantes o persistentes, que parecen causados o
exacerbados por el consumo de la sustancia (p. ej., consumo de la cocaína a pesar
de saber que provoca depresión, o continuada ingesta de alcohol a pesar de que
empeora una úlcera).
Especificar sí:
Con dependencia fisiológica: signos de tolerancia o abstinencia (p. ej., si se cumplen
cualquiera de los puntos 1 o 2).
Sin dependencia fisiológica: no hay signos de tolerancia o abstinencia (p. ej.,
si no se cumplen los puntos 1 y 2).
Codificación del curso de la dependencia en el quinto dígito:
0 Remisión total temprana
0 Remisión parcial temprana
0 Remisión total sostenida
0 Remisión parcial sostenida
2 En terapéutica con agonistas
1 En entorno controlado
4 Leve/moderado/grave
Criterios para el abuso de sustancias:
A. Un patrón desadaptativo de consumo de sustancias que conlleva un deterioro o
malestar clínicamente significativos, expresado por uno (o más) de los ítems
siguientes durante un período de 12 meses:
1. Consumo recurrente de sustancias, que da lugar al incumplimiento de
obligaciones en el trabajo, la escuela o en casa (p. ej., ausencias repetidas o
rendimiento pobre relacionados con el consumo de sustancias; ausencias,
suspensiones o expulsiones de la escuela relacionadas con la sustancia;
descuido de los niños o de las obligaciones de la casa).
2. Consumo recurrente de la sustancia en situaciones en las que hacerlo es
físicamente peligroso (p. ej., conducir un automóvil o accionar una máquina
bajo los efectos de la sustancia).
3. Problemas legales repetidos relacionados con la sustancia (p.ej., arrestos por
comportamiento escandaloso debido a la sustancia).
4. Consumo continuado de la sustancia, a pesar de tener problemas sociales
continuos o recurrentes o problemas interpersonales causados o exacerbados
por los efectos de la sustancia (p. ej., discusiones con la esposa acerca de las
consecuencias de la intoxicación, o violencia física).
B. Los síntomas no han cumplido nunca los criterios para la dependencia de
sustancias de esta clase de sustancia.
Criterios para la intoxicación por sustancias:
A. Presencia de un síndrome reversible específico de una sustancia debido a su
ingestión reciente (o a su exposición). Nota: diferentes sustancias pueden producir
síndromes idénticos o similares.
B. Cambios psicológicos o comportamentales desadaptativos clínicamente
significativos debidos al efecto de la sustancia sobre el sistema nervioso central (p.
ej., irritabilidad, labilidad emocional, deterioro cognoscitivo, deterioro de la
capacidad de juicio, deterioro de la actividad laboral o social), que se presentan
durante el consumo de la sustancia o poco tiempo después.
C. Los síntomas no se deben a una enfermedad médica y no se explican mejor por la
presencia de otro trastorno mental.
Criterios para la abstinencia de sustancias:
A. Presencia de un síndrome específico de una sustancia debido al cese o reducción
de su consumo prolongado y en grandes cantidades.
B. El síndrome específico de la sustancia causa un malestar clínicamente significativo
o un deterioro de la actividad laboral y social o en otras áreas importantes de la
actividad del individuo.
C. Los síntomas no se deben a una enfermedad médica y no se explican mejor por la
presencia de otro trastorno mental.
9.3 Test de dependencia a la Nicotina-Test de Fagerström (1991):
Población diana: Población general fumadora. Se trata de una escala
heteroadministrada de 6 ítems que valora el grado de dependencia de las personas a
la nicotina. Los puntos de corte son 4 y 7, donde menos de 4 es una dependencia baja,
entre 4 y 7 es una dependencia moderada y más de 7 es una dependencia alta, sin
embargo, las puntuaciones bajas no necesariamente indican un bajo grado de
dependencia.
Leer las preguntas del test y calcular su puntuación:
Pregunta
Respuesta
¿Cuánto tiempo pasa entre que se Menos de 5 minutos
levanta y fuma su primer cigarrillo? 6-30 minutos
31-60 minutos
Más de 60 minutos
¿Encuentra dificultad para no fumar Sí
en los sitios donde está prohibido No
(cine, biblioteca…)?
¿Qué cigarrillo le desagrada más El primero de la
dejar de fumar?
mañana
Cualquier otro
¿Cuántos cigarrillos fuma cada día? 31 o más
21-30
11-20
10 ó menos
¿Fuma con más frecuencia durante Sí
las primeras horas después de No
levantarse que durante el resto del
día?
¿Fuma aunque esté tan enfermo Sí
que tenga que guardar cama la No
mayor parte del día?
Puntuación
3
2
1
0
1
0
1
0
3
2
1
0
1
0
1
0
Extraido de la Guía APA.
Fagerstrom KO Measuring degree of physical dependence to tobacco smokin with
reference to individualization of treatment. Addict Behav 1978;3(3-4):235-41
9.4 Cuestionario para detectar patrón de consumo de Alcohol: Test de identificación
de Trastornos por Consumo de Alcohol (AUDIT) (Alcohol Use Disorders
Identification Test (AUDIT) questionnaire to detect pattern of consumption)
El AUDIT es un cuestionario de la Organiza
de dependencia de alcohol.
El AUDIT contiene siete preguntas indicativas de consumo de riesgo o perjudicial de
alcohol, y tres preguntas indicativas de dependencia de esta sustancia.
Extraído de: Babor TF, de la Fuente JR, Saunders J, Grant M: AUDIT: The Alcohol Use
Disorders Identification Test: Guidelines for Use in Primary Health Care. Geneva, World
Health Organization, 1992 [G].
AUDIT:
Clasifica:
No riesgo
Bebedor de riesgo
Dependencia
Después de administrar el AUDIT:
Brindar retroalimentación sobre los resultados.
Escuchar las inquietudes del paciente.
Educar e informar al paciente sobre el alcohol (características, efectos,
consecuencias del abuso).
Establecer y planear metas de tratamiento.
Discutir e implementar estrategias.
9.5 Cuestionario CAGE-medición del patrón de consumo de alcohol
CAGE:
C: ¿Ha sentido alguna vez que debe beber menos? Have you felt the need to Cut down
drinking?: Busca intentar reducir el consumo de alcohol y revela los problemas
individuales que surgen del abuso.
A: ¿Le ha molestado que la gente lo critique por su forma de beber? Have you ever felt
Annoyed by criticism of drinking?: Encubre las consecuencias sociales negativas del
consumo abusivo de alcohol y es el menos sensible y específico de los ítems.
G: ¿Alguna vez se ha sentido mal o culpable por su forma de beber? Have you had
Guilty feelings about drinking?: Los sentimientos de culpa pertenecen a la dimensión
psicopatológica del consumo excesivo de alcohol y son realmente frecuentes en estos
trastornos.
E: ¿Alguna vez ha necesitado beber por la mañana para calmar los nervios o eliminar
molestias por haber bebido la noche anterior? Do you ever take a morning Eye opener
(a drink first thing in the morning to steady your nerves or get rid of a hangover)?: Es
casi patognomónico de dependencia (especificidad alrededor del 100% y alto VPP, en
torno a 84% en algunos estudios). No tiene prácticamente falsos positivos.
El Cuestionario:
El cuestionario CAGE fue originalmente desarrollado por Ewing y Rouse en 1968 para
detectar bebedores rutinarios. En 1974, Mayfield
...) y poblaciones.
hol.
.
tarios con
los criterios de abuso y dependencia del DSM-IV-TR
,
a pesar del punto de corte considerado.
. De este modo:
0-1: Bebedor social
2: Consumo de riesgo. Sensibilidad >85% y especificidad alrededor del 90%
/dependencia
3: Consumo perjudicial
4:
se aplica. Por eso,
probabilidad de abuso es alta, como servi
para estudiantes.
y centros de salud
Una respuesta positiva para al menos dos de las
e los
pacientes con alcoholismo
, alrededor del 80% de los sujetos no
alcohólicos tiene una respuesta negativa a las cuatro preguntas y ninguno responde de
forma afirmativa a más de dos de las mismas.
Como inconveniente principal se señala que es relativamente insensible para detectar
consumos de alto riesgo en poblaciones como las mujeres, con más susceptibilidad
para el daño hepático pero que no han desarrollado los estigmas sociales ni
psicológicos que incluye el CAGE. Tampoco distingue entre consumo actual y pasado.
9.6 Escala de clasificación de la severidad de la abstinencia a alcohol-CIWAR-Ar
9.7 Escala objetiva de la Abstinencia de Opioides (Objetive Opiate Withdrawal Scale
OOWS)
(FUENTE Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito-UNODC)
Frecuencia cardiaca (pulso) en reposo:
pulsaciones/minuto
Medida después de que el usuario ha estado sentado o recostado durante un minuto.
0 - 80 o menos latidos por minuto (l/m).
1 - 81-100 l/m.
2 - 101-120 l/m.
4 - Más de 120 l/m.
Sudoración: En la última media hora, no debida a la temperatura ambiente o a la
actividad del usuario.
0 - No reporta escalofríos o sofocos.
1 - Reporte subjetivo de escalofríos o sofocos.
2 - Piel de la cara húmeda o enrojecida.
3 - Gotas de sudor en la frente o la cara.
4 - Sudoración copiosa en la cara.
Inquietud: Observación durante la evaluación.
0 - Puede permanecer sentado en reposo.
1 - Dificultad para permanecer sentado, pero lo logra.
3 - Cambio frecuente de posición o movimientos de brazos/piernas.
5 – Incapaz de quedarse quieto por más de unos segundos.
Tamaño de la pupila.
0 - Pupilas normales para la luz de la habitación.
1 - Pupilas posiblemente dilatadas para la luz de la habitación.
2 - Pupilas moderadamente dilatadas.
5 - Pupilas tan dilatadas que sólo se ve el borde del iris.
Dolor en los huesos o las articulaciones: Si el usuario tuvo dolor anteriormente, sólo se
califica el componente adicional atribuible a la abstinencia de opiáceos.
0 - No hay dolor.
1 - Malestar leve, difuso.
2 - El usuario reporta dolor severo de articulaciones/músculos
4 - El usuario se frota las articulaciones o los músculos y no puede permanecer sentado
a causa del malestar.
Goteo nasal o lagrimeo: No corresponde a los síntomas de un resfriado o alergias.
0 - No se presenta.
1 - Congestión nasal u ojos inusualmente húmedos.
2 - Nariz acuosa y ojos llorosos.
4 - Secreción líquida constante de la nariz y lágrimas que corren por las mejillas.
Malestar estomacal: En la última media hora.
0 - Sin malestar estomacal.
1 - Contracciones estomacales.
2 - Nausea o daño de estómago (‘soltura’).
3 - Vómito o diarrea.
5 - Múltiples episodios de diarrea o vómito.
Temblor: Observación de las manos extendidas.
0 - No hay temblor.
1 - Siente temblor, pero no se observa.
2 - Ligero temblor observable.
4 - Temblor fuerte o tics musculares.
Bostezos: Observación durante la evaluación.
0 - No bosteza.
1 - Bosteza una o dos veces durante la evaluación.
2 - Bosteza tres o más veces durante la evaluación.
4 - Bosteza varias veces por minuto.
Ansiedad o irritabilidad.
0 - Ninguna.
1 - El usuario reporta irritabilidad o ansiedad crecientes.
2 - El usuario está visiblemente irritable o ansioso.
4 - El usuario está tan irritado o ansioso que es difícil su participación en la evaluación.
Piel erizada (“piel de gallina”).
0 - Piel suave, normal.
3 - Piloerección de la piel que se puede sentir (vello erizado en los brazos).
5 - Piel notoriamente erizada (piloerección notable).
Puntuación total
El puntaje total es la suma de los 11 items
Iniciales de la persona que realiza la evaluación
9.8 Valoración del riesgo suicida
1.
Preguntar si tiene:
Pensamientos de muerte o de suicidio ó ideas de desesperanza; por ejemplo si
siente que la vida no vale la pena vivirla.
Si ha tenido intentos suicidas previamente.
2.
Si la respuesta es “Sí” pregunte:
¿Hace cuanto tiempo ha pensado sobre el suicidio?
¿Ha pensado en algún método?
¿Tiene acceso al material requerido para suicidarse?
¿Se ha despedido de alguien o ha pedido disculpas escribiendo una nota ó le ha dejado
sus pertenencias a alguien?
¿Qué condiciones específicas precipitarían el suicidio?
¿Qué detendría el suicidio?
3.
Identifique factores de riesgo para suicidio:
Hombres
Mayores de 60 años
Ser soltero o vivir solo
Intentos de suicidio previos
Historia familiar de suicidio
Historia familiar y personal de abuso de sustancias (alcohol principalmente)
Desesperanza
Psicosis
Enfermedades crónicas, terminales, invalidantes y dolorosas
Impulsividad
Pobre capacidad para manejo del estrés
4.
Considerar urgencia psiquiátrica si hay:
Intento de suicidio actual
Ideas persistentes de suicidio
Historia previa de intento de suicidio
Plan suicida actual
Varios factores de riesgo para suicidio
9.9 Escala SAD-Persons
Instrucciones:
La Escala de Indicadores de Riesgo de Suicidio tiene que ser heteroaplicada.
Los ítems tienen que ser complementados por el psiquiatra durante una entrevista
semiestructurada.
Elija y ponga una cruz en la alternativa de respuesta que mejor describa la
situación y experiencia del paciente.
SI
S: Sexo masculino
A: Edad (Age) < 20 o > 45 años
D: Depresión
P: Tentativa suicida previa
E: Abuso de alcohol
R: Falta de pensamiento racional (psicosis o trastornos cognitivos)
S: Carencia de apoyo social
O: Plan organizado de suicidio
N. No pareja o cónyuge
S: Enfermedad somática
Puntuación
(Patterson, W.M.; Dohn, H.H. y otros (1983). Evaluation of suicidal patients.
Psychosomatics).
Puntuación:
De 0 a 2: Alta médica al domicilio con seguimiento ambulatorio.
De 3 a 4: Seguimiento ambulatorio intensivo, considerar ingreso hospitalario.
De 5 a 6: Recomendada hospitalización, sobre todo si hay ausencia de apoyo social.
De 7 a 10: Ingreso hospitalario obligado, incluso en contra de su voluntad.
NO
9.10
Percepción de la función familiar - Cuestionario APGAR Familiar
1. ¿ Está satisfecho
con la ayuda que
recibe de su familia
cuando tiene un
problema ?
2. ¿Conversan entre
ustedes
los
problemas
que
tienen en casa?
3. ¿Las decisiones
importantes
se
toman en conjunto
en la casa?
4. ¿Está satisfecho
con el tiempo que
usted y su familia
pasan juntos?
5. ¿Siente que su
familia lo quiere?
Casi nunca
A veces
Casi siempre
0
1
2
0
1
2
0
1
2
0
1
2
0
1
2
Extraído de: Smilkstein G, Ashworth C, Montano D. Validity and reliability of the Family
APGAR as a test of family function. J Fam Pract 1982; 15: 303-11.
Resultados:
Normofuncionales de 7 - 10 puntos
Disfuncionales de 0 – 6
Graves de 0 – 2
Leves de 3 - 6
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