Especulaciones Cosmológicas en búsqueda de la Verdad, Europa Renacentista en 1681: Carlos de Sigüenza y Góngora, Johannes Kepler y la Ciencia Moderna Ricardo Tapia Rodríguez, IV Medio, Colegio Adventista las Condes En todo momento del ser humano siempre se ha planteado grandes incógnitas, cuales como: ¿Cuál es el origen del todo? o ¿de dónde proviene nuestra existencia?, ¿qué hay más allá de nuestro hábitat total?, ¿realmente estamos solos en el Universo? “Si por casualidad hay [charlatanes] que, aun siendo ignorantes de todas las matemáticas, presumiendo de un juicio sobre ellas por algún pasaje de las Escrituras, malignamente distorsionado de su sentido, se atrevieran a rechazar y atacar esta estructuración mía, no hago en absoluto caso de ellos, hasta el punto de que condenaré su juicio como temerario”.1 Fue así como el gran observador polaco, más bien conocido como Nicolás Copérnico, se involucró al mundo de la reflexión astronómica durante la época final del Renacimiento en Europa, por las inquietudes generadas sobre el modelo ptolemaico. En ese entonces dominada la teoría geocéntrica, basada en el pensamiento ptolemaico y era caracterizada por la ética aristotélica en la sociedad. Ninguna persona podía oponerse a ello, debido a que era un tema muy restringido para la iglesia y la alta sociedad en Europa. Los que se oponían al pensamiento ptolemaico/aristotélico recibían graves castigos por la iglesia católica o eran exiliados del pueblo (desde una perspectiva macrosocial). Pero sin dudar de la situación en la que se hallaba, decidió guiar la concepción del Universo, dejando atrás los valores de Ptolomeo y Aristóteles a través de, su obra clave, De revolutionibus orbium coelestium. Dentro el proceso “el libro tuvo una génesis larga y tortuosa, el autor demoró más de 20 años en terminar sus manuscritos, y trascurrieron otros 10 años hasta que se decidió llevarlo a la imprenta”.2 Si bien, la obra tuvo una gran serie de procesos para ser publicada, debido a las hipótesis sobre su nueva teoría, refutando en parte al modelo Ptolemaico. A su vez, tuvo varias discusiones con su seguidor, Rheticus, sobre la polémica que generaría en la sociedad y los riesgos que tomaría para cambiar la perspectiva del Universo, basándose con pruebas empíricas de su modelo Heliocéntrico. “A teoría heliocêntrica copernicana se sustenta, segundo Bruno, em virtude de ser um matemático que elabora, mas também de um físico que a demonstra”.3 Esta es la gran diferencia entre el modelo aristotélico/ptolemaico: Pruebas deductivas contra Pruebas empíricas. “A estrutura do cosmo copernicano, segundo a interpretação bruniana, permitia a elaboração de críticas ao modelo aristotélico”,4 es decir que, con el modelo de pruebas certeras se puede refutar un modelo deductivo en su totalidad. No obstante, existe una relación clara entre ellos: “los científicos son como 1 Watchtower, El hombre que “puso la Tierra en movimiento”, ¡Despertad! (22 de julio, 2005), Informe breve analítico de Nicolás Copérnico, pp. 14-17. 2 Hugo Jara Goldenberg, Cuando un libro golpea la conciencia humana, diario El Sur, Ciencias (6 de nov, 2005). 3 Ideusa Celestino Lopes, Giordano Bruno: Entre o Geocentrismo e o…, 2014, Brasil, Rev. Filosofía UVA, p.18. 4 Ibid, p.18. 1 niños pequeños”.5 Esto es, claramente, porque grandes pensadores como Copérnico o Ptolomeo tratan de descubrir y comprender los intrigantes misterios del mundo en el que vivimos. Pero ¿quién tendrá la razón absoluta?, ¿será que la ideología Copernicana es el camino correcto hacia la Verdad? En el momento que fue publicada la obra clave de Copérnico, el mundo científico se encontraba dominado por la astrología aristotélica y la astronomía ptolemaica, priorizando el modelo Geocéntrico. La mayoría de los científicos en Europa se negaban a creer en la teoría Heliocéntrica de Nicolás Copérnico. Tanto en el lado científico como el lado religioso/astrológico se basan en encontrar la Verdad acerca del Universo y la formación, utilizando la deducción o la comprobación empírica para la investigación del entorno en el que vive el ser humano. Si bien, el modelo planetario de Ptolomeo estuvo bien estructurado, con explicaciones coherentes y creíbles, pero, por otro lado, las pruebas eran menos certeras que las del científico de la Teoría Heliocéntrica. Para dar a entender una perspectiva más completa acerca del Modelo Geocéntrico, en la ideología ptolemaica abundan dos pilares fundamentales: “i) la Tierra es inmóvil y ocupa el centro del Universo; ii) los cuerpos celestes, por poseer una naturaleza más perfecta que las cosas terrestres, deben estar dotados del más perfecto de los movimientos: el movimiento circular y uniforme”.6 Dicha concepción, aristotélica/ptolemaica, sustenta a la Tierra, que se hallaba inmóvil, como centro de un cosmos cerrado, en la cual, esferas concéntricas (demostrando los cuerpos celestes) cuyo centro coincide con el de la Tierra, giran alrededor de ella. “La mayor de estas esferas, la exterior, gira con velocidad angular invariable alrededor del eje del mundo, de Este a Oeste, y esto es suficiente para explicar el movimiento de las estrellas fijas adheridas a ella”,7 es decir, en la esfera mayor se encuentran ubicadas las estrellas, girando de Este a Oeste en torno a la Tierra. En las esferas concéntricas restantes, realizan una acción semejante a la esfera mayor. “Todas ellas giran con velocidad uniforme, pero cada una de ellas lo hace alrededor de un eje diferente, con distinta velocidad angular y a veces en sentido contrario al de la esfera más próxima”.8 Aun así, “con este sistema no se podían explicar todos los fenómenos que se observan en el firmamento”.9 El modelo generaba dudas sobre el cambio de posición de los planetas, mostrando que éstos “se mueven con relación a las estrellas fijas unas veces con movimiento progresivo y otras con movimiento retrógrado”.10 Ptolomeo, impulsor de la concepción astronómica de Aristóteles y Platón, intentó superar 5 Ángela Bernardo, 5 grandes frases célebres de la ciencia…, Rev. Hipertextual, Ciencia (26 de agosto, 2013). Fernández, Sáez, Inmaculada, Inconmensurabilidad y racionalidad científica, 1992, Tesis doctoral para optar al Grado de Doctor en Filosofía, Departamento de Lógica y Filosofía de la Ciencia, UCM, P. 142. 7 Ibid, PP. 143-144. 8 Ibid, PP. 143-144. “Todas ellas giran con velocidad uniforme, pero cada una de ellas lo hace alrededor de un eje diferente, con distinta velocidad angular y a veces en sentido contrario al de la esfera más próxima”. 9 Ibid, PP. 143-144. “con este sistema no se podían explicar todos los fenómenos que se observan en el firmamento”. 10 Ibid, PP. 144-145. “se mueven con relación a las estrellas fijas unas veces con movimiento progresivo y otras con movimiento retrógrado”. 6 2 dichas inquietudes y postuló su nuevo sistema compuesto por esferas de dos tipos: las excéntricas, llamadas también círculos deferentes, que describen órbitas circulares cuyos centros no coinciden exactamente con el centro de la esfera de las estrellas fijas y, por consiguiente, tampoco con el centro de la Tierra que permanece inmóvil en el centro del Universo. Por otro lado, los epiciclos: círculos cuyos centros se desplazan sobre las órbitas excéntricas, basadas en su deducción astrológica de la teoría geocéntrica. Es aquí donde Nicolás Copérnico emplea su rol de la teoría empírica, explicado en su obra clave De revolutionibus orbium coelestium, y refuta la teoría ptolemaica, formulando una serie de postulados. “No existe un centro único de todos los círculos o esferas celestes.”11 En este postulado da a entender que las esferas giran en su propio eje, a través del centro de gravedad propio, ubicados en órbitas diferentes. “El centro de la Tierra no es el centro del mundo, sino tan sólo el centro de gravedad y el centro de la esfera lunar”.12 En esta fase, declara que, la Tierra gira en una órbita diferente establecida, pero que esta es el centro de la esfera lunar. “Todas las esferas giran en torno al Sol, que se encuentra en medio de todas ellas, razón por la cual el centro del mundo está situado en las proximidades del Sol”.13 En este punto, demuestra empíricamente los estudios de análisis de los planetas con sus respectivas distancias en torno al Sol, declarando que el mismo Sol es el centro del mundo y no la Tierra. “La razón entre la distancia del Sol a la Tierra y la distancia a la que está situada la esfera de las estrellas fijas es mucho menor que la razón entre el radio de la tierra y la distancia que separa a nuestro planeta del Sol, hasta el punto de que esta última resulta imperceptible en comparación con la altura del firmamento”.14 En esta etapa, da a encajar los fenómenos cosmológicos que pueden llegar a ocurrir en el Universo, refutando el último postulado que mostró Ptolomeo en su modelo geocéntrico. “Cualquier movimiento que parezca acontecer en la esfera de las estrellas fijas no se debe en realidad a ningún movimiento de ésta, sino más bien al movimiento de la Tierra. Sí, pues, la Tierra 11 Fernández, Sáez, Inmaculada, Inconmensurabilidad y racionalidad científica, 1992, Tesis doctoral para optar al Grado de Doctor en Filosofía, Departamento de Lógica y Filosofía de la Ciencia, USM, P.148. 12 Ibid, P.148, “El centro de la Tierra no es el centro del mundo, sino tan sólo el centro de gravedad y el centro de la esfera lunar”. 13 Ibid, P.148, “Todas las esferas giran en torno al Sol, que se encuentra en medio de todas ellas, razón por la cual el centro del mundo está situado en las proximidades del Sol”. 14 Ibid, P.148, “La razón entre la distancia del Sol a la Tierra y la distancia a la que está situada…”. 3 junto a los elementos circundantes lleva a cabo diariamente una revolución completa alrededor de sus polos fijos, mientras que la esfera de las estrellas y último cielo permanece inmóvil”.15 En el quinto postulado, demuestra con pruebas certeras más que la deducción misma, declarando que la Tierra gira traslativa y rotativamente con respecto al Sol, mientras que las estrellas y el espacio permanece inmóvil. Finalmente, de estos modelos, se pueden recalcar las dos objeciones clave, que ponen fin a la teoría Ptolemaica. Una de ellas: “es absurdo querer mover el locus (el lugar) y no el locatum (lo situado en el locus), de manera que el cielo de las estrellas fijas, que, según Aristóteles, es el locus del Universo, debe considerarse inmóvil”.16 La segunda objeción: “la Tierra no se distingue cualitativamente de los planetas, sino que es uno de ellos, y lo que vale para ellos vale también para la Tierra”. 17 Copérnico contradecía que la Tierra no era un objeto inerte, como lo pensaban Aristóteles y Ptolomeo, si no que dicho cuerpo esférico también tiene las mismas cualidades que los otros planetas dentro del Universo de manera similar, es decir, que todos estaban situados en órbitas diferentes, la cual, esta sería el motor de cada planeta, y que, la fuerza de atracción que emplea el Sol, hacía que los cuerpos esféricos giren en torno a la gran esfera céntrica, mientras que, a su vez, los planetas realizaban un movimiento de rotación y traslación debido a su gravedad propia en el espacio. Debido a estas refutaciones, logra dar sus primeros pasos en la ciencia, adentrándose cada vez más al camino de la Verdad, gracias a sus estudios en los ejes matemáticos para obtener pruebas certeras en el cosmos. También el modelo copernicano queda establecido como la teoría primordial a seguir y a analizar a partir del año 1543, generando una gran revolución en la astronomía científica de la teología, es decir, dar inicio a una nueva etapa: La Ciencia Moderna. “Me gusta más la crítica aguda de un hombre inteligente que la aprobación irreflexiva de las masas”.18 Es aquí cuando Johannes Kepler, se inmiscuye dentro de la doctrina copernicana. Científico, astrónomo y matemático alemán religioso, hombre clave para la Ciencia Moderna. “Mi intención en esto es demostrar que la máquina celestial puede compararse no a un organismo divino sino más bien a un engranaje de relojería... Puesto que casi todos los múltiples movimientos son ejecutados por medio de una única fuerza magnética muy simple, como el caso de un reloj en el cual todos los movimientos son producidos por un simple peso”.19 El renacentista alemán, apasionado por lo empírico, comienza a estudiar la naturaleza exterior como la naturaleza interior. Utiliza los aportes a la Ciencia Moderna de Nicolás Copérnico para 15 Ibid, PP.148-149, “Cualquier movimiento que parezca acontecer en la esfera de las estrellas fijas no se debe…”. Fernández, Sáez, Inmaculada, Inconmensurabilidad y racionalidad científica, 1992, Tesis doctoral para optar al Grado de Doctor en Filosofía, Departamento de Lógica y Filosofía de la Ciencia, USM, PP.149-150. 17 Ibid, P. 150, “la Tierra no se distingue cualitativamente de los planetas, sino que…”. 18 Llaver, Mauricio, Las Columnas de el Sentinel, (15 de nov, 2014), Dunken, Bueno Aires, P. 285. 19 Suarez, Mariu, Más Allá del Homo Sapiens, Volumen I (Beyond the Homo Sapiens - Vol I), 1946, Canadá, P. 444. 16 4 emplearlos en sus estudios de ejes matemáticos con respecto a los movimientos planetarios. Para ello, empezó a utilizar poliedros perfectos, siendo todos sus lados proporcionales. “El cuadrado de los períodos de los planetas es proporcional al cubo de su distancia media al Sol”.20 Este resultado, es obtenido mediante el uso de los poliedros perfectos y sus proporciones perfectas, para formar el sistema cosmológico completo en la que se hallaba los planetas y el Sol. A ello, también se ve involucrado el uso de los números pitagóricos de la armonía, que componían un sistema perfecto. Pero los cálculos matemáticos en las distancias de los respectivos planetas no eran precisos ni proporcionales. “A teoria heliocêntrica copernicana “era mais harmoniosa na medida em que a maior parte dos fenômenos planetários podia então ser representada bastante bem por meio de uma série de círculos concéntricos em volta do Sol (...)”.21 En un principio, Kepler estaba decepcionado por no lograr los resultados utilizando círculos como órbitas en su modelo, siendo que, en una circunferencia representa lo perfecto y lo completo. Pero a medida que lo analizaba, se dio cuenta de que reemplazando los círculos por óvalos los resultados de las distancias entre los planetas y el Sol eran precisos y proporcionales, dando así el postulado mencionado anteriormente, denominado órbitas elípticas y demostrado por cálculos científicos matemáticos. “He demostrado que la órbita de un planeta es elíptica, y que el Sol, la fuente del movimiento, está en uno de los focos de dicha elipse”.22 “Resulta así que cuando el planeta ha completado un cuarto de su circuito total, comenzando en el afelio, el punto más alejado del sistema planetario está a una distancia del Sol, que es exactamente igual al promedio entre la distancia máxima en el afelio y la distancia mínima en el perihelio, es decir, el punto de la órbita del planeta más cercano al Sol”.23 Convalidado esto, las formulaciones explicadas detalladamente en su obra más exitosa (resumidas en los cuatro breves párrafos), Mysterium Cosmographicum expuesto en 1596, dio origen a sus tres postulados, que posteriormente serán conocidos como las Leyes de Kepler. He aquí sus tres afirmaciones: “Los planetas se mueven describiendo órbitas elípticas, con el Sol situado en uno de sus focos”.24 20 El Intransigente, ¿Quiénes fueron Nicolás Copérnico, Galileo Galilei y Johannes Kepler?, 2013, Buenos Aires, Argentina, Sección Mundo. 21 Ideusa Celestino Lopes, Giordano Bruno: Entre o Geocentrismo e o Heliocentrismo, 2014, Brasil, Rev. Filosofía UVA, pp. 16-17. 22 Rei, Darío, La Revolución Científica, 1978, Icaria Editorial, p. 76. 23 El Intransigente, 27 de Diciembre de 1571: Nace el astrónomo y filósofo alemán Johannes Kepler, 2010, Buenos Aires, Argentina, Sección Últimas Noticias. 24 Paredes, Rosario y Rochín, Romero, Víctor, Las leyes de Kepler y la ley de la Gravitación Universal, 2014, Instituto de Física, UNAM, p. 1. 5 “El vector que une al sol con el planeta en cuestión barre áreas iguales en tiempos iguales”.25 “El cuadrado del periodo de la órbita es proporcional al cubo del semieje mayor de la órbita”.26 Johannes Kepler, un hombre muy argumentador y religioso, logró sacar provecho de las observaciones de Nicolás Copérnico y su Modelo Heliocéntrico establecido con cuerpo geométricos perfectos. También afirmó que existe un creador, creyendo en un dios arquitectónico. Esto fue debido a que, en sí, el Sistema Solar, es una concepción ordenada, en donde hay una cantidad límite estable de planetas, girando con una velocidad uniforme en torno al Sol, provocando fenómenos cósmicos contemplados por nosotros, como, por ejemplo: el día y la noche, las estaciones del año y la observación de estrellas. Todos estos fenómeno son considerados como fenómenos naturales del Universo. Cabe afirmar, que, tanto Nicolás Copérnico como Johannes Kepler, nos han guiado en gran cantidad en el camino de la concepción del Universo, hallándonos cada vez más cerca de encontrar o descubrir nuestra existencia. Eso sí, desde una perspectiva macro visual de nuestra existencia y el Cosmos, en la que no afirmo literalmente, que nos encontremos a nada de obtener la Verdad, aún nos queda mucho por avanzar. En consecuencia, las aportaciones de los Científicos Heliocéntricos han generado grandes repercusiones, de aspecto positivo, para la Sociedad en Europa. A pesar de los buenos resultados, la presencia de un gran Hallazgo Astronómico, el Cometa de 1680, provocará el resurgir de lo deductivo contra lo empírico. “La física ya no es ciencia de cosas, sino de aspectos que se puedan cuantificar o manejar matemáticamente”.27 Drásticamente tuvo que pasar, había que dar a entender a la Sociedad renacentista de lo que planteó Ptolomeo está incorrecto de cierta concepción cósmica. Pero, aun así, quedaron creyentes del pensamiento aristotélico/ptolemaico. Uno de los más sobresalientes es Eunesio Kino, jesuita astrónomo alemán, quien defendía fuertemente la teoría geocéntrica deductivamente respaldándose con la Biblia, explicando el acontecimiento astronómico visto en 1680 como una obra divina, en la que manifiesta: “Estoy persuadido que Dios abrirá las puertas del cielo y derramará las cataratas de su ira”.28 Ahora es cuando entra Carlos de Sigüenza y Góngora a refutar la afirmación del jesuita alemán. El científico novohispano refutó la idea divina considerando el acontecimiento como: un fenómeno natural por la interacción de la gravedad de la Tierra con el espacio. “Fue un espectáculo terrible de verdad”,29 debido a que, durante el debate contra Francisco Kino, era atacado por una serie de deducciones bíblicas y astrológicas. Para ello, postuló su obra clave titulada: Libra astronómica y filosófica de Sigüenza y Góngora, en donde “se extiende en sus primeros capítulos dando cuenta de los diversos argumentos y teorías que circulaban 25 Ibid, p. 1, “El vector que une al sol con el planeta en cuestión barre áreas iguales en tiempos iguales”. Ibid, p. 1, “El cuadrado del periodo de la órbita es proporcional al cubo del semieje mayor de la órbita”. 27 Calderón, Chávez, Pedro, Historia de Las Doctrinas Filosóficas, Ciencias Sociales, México, 2004, p. 114. 28 Bauer, Ralph, Los Grandes Cometas de 1680/1681 y La Política del Saber Criollo en la Nueva España y la Nueva Inglaterra, 2009, University of Maryland, p. 698. 29 Ibid, p. 697. 26 6 sobre los cometas, y sigue, en sus últimas tres partes, presentando medidas, cálculos e ilustraciones matemáticas sobre los cometas que se habían observado”,30 en Europa Renacentista, demostrando que no era un suceso sobrenatural, sino que un fenómeno natural. El primer descarte de Sigüenza es sobre que “los cometas eran monstruosos y no partían de la creación inicial de Dios. Evidentemente no podían tener razón, porque [un cometa] no degenera de su especie Cometa”,31 siendo afirmado por Francisco Kino. Dentro de dos años le tomó a Carlos de Sigüenza y Góngora a finalizar con el pensamiento arcaico; publicó su obra que será más exitosa, explicó los puntos en los que erraba Francisco Kino, y así, finalmente descartaron la doctrina cosmológica aristotélica del Renacimiento y la Revolución Científica. “Una manera de entender la inspiración sostiene que si algo es inspirado no puede carecer de exactitud”.32 Este es un punto importante para los científicos astronómicos como Nicolás Copérnico, Johannes Kepler y Carlos de Sigüenza y Góngora. ¿Por qué lo es? Simplemente por la razón de investigar y analizar lo desconocido, en este caso, de la concepción cósmica. “Por lo tanto, si exactitud es lo que caracteriza la inspiración y la ciencia proporciona una descripción exacta o precisa de la realidad, entonces la ciencia y la inspiración deberían estar en completo acuerdo”.33 Desde esta perspectiva analizada entre esto científicos, mencionados recientemente, se puede concluir que, para adentrarnos en el camino de La Verdad, uno debe involucrarse en lo desconocido e investigarlo mientras que, nos apoyamos en la exactitud o lo preciso de los que nos puede entregar la ciencia moderna. “Si Biblia = Inspiración e Inspiración ≠ exactitud y Ciencia = tentativa, entonces Biblia ≈ ciencia”.34 De este modo, tanto en Johannes Kepler como Carlos de Sigüenza y Góngora lograros resultados sólidos en el descubrimiento de la composición cósmica. Ambos creen en un dios arquitectónico, debido a la simetría, concordancia e exactitud que contemplaron acerca de la composición del Universo, un cosmos armónico y jerarquizado. “Percibimos e interpretamos el mundo real a través una rejilla mental natural y preexistente o a priori. Esta rejilla trabaja en el nivel profundo del sentido humano y se exhibe en el del mundo real en muchas maneras, como la estructura de la gramática, lingüística y a nuestra comprensión del papel de lengua en la creación de todo el conocimiento”.35 La verdad es difícil de encontrar, pero no es imposible. Pero tarde o temprano llegaremos a ello. 30 Ibid, p. 701. Ibid, p. 701, “los cometas eran monstruosos y no partían de la creación inicial de Dios. Evidentemente no podían tener razón, porque [un cometa] no degenera de su especie Cometa”. 32 Standish, Timothy, Afirmaciones Científicas en la Biblia, 2012, Religión y Ciencia, p. 1. 33 Ibid, p. 1, “Por lo tanto, si exactitud es lo que caracteriza la inspiración y la ciencia proporciona…”. 34 Ibid, p. 2. 35 Díaz, Bárcena, Leticia, La Objetividad en la Historia, 2011, Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, Historia, p. 2. 31 7 Para cerrar este tema abordado con gran interpretación y análisis, se logra concluir que han sido eliminado gran cantidad de obstáculos en el conocimiento total, abordado principalmente por lo astrológico y lo astrónomo, gracias a los científicos destacados en la doctrina copernicana, obteniendo aportes para nuestra orientación en el camino del descubrimiento de lo desconocido y la búsqueda de la Verdad. No obstante, para el futuro: ¿Surgirá una nueva doctrina aún más completa?, ¿estaremos equivocados sobre el Universo? “El estudioso es el que lleva a los demás a lo que él ha comprendido: la Verdad”.36 36 Santos de Anda, Esther, C.P.C. y M.F. MA, Rectora de la Universidad de Estudios Profesionales de Ciencias y Artes, 2016, p. 1. 8 Bibliografía: 1) Título: Las leyes de Kepler y la ley de la Gravitación Universal Autor: Rosario Paredes y Víctor Romero Rochín. Lugar y fecha: Universidad Autónoma Nacional de México, 16 de septiembre de 2014 Link: http://www.fisica.unam.mx/personales/romero/FC2014/Kepler-RP-VRR.pdf 2) Título: Cuando un libro golpea la conciencia humana Autor: Hugo Jara Goldenberg. Lugar y fecha: Diario El Sur, 6 de noviembre, 2005. Link: http://hugojarag.blogspot.cl/2006/09/cuando-un-libro-golpea-la-conciencia.html 3) Título: Giordano Bruno: Entre o Geocentrismo e o Heliocentrismo Autor: Ideusa Celestino Lopes. Lugar y fecha: Universidad Veiga de Almeida, 2014. Link: https://www2.ufrb.edu.br/griot/images/vol9-n1/1.GIORDANO_BRUNO__ENTRE_O_GEOCENTRISMO_E_O_HELIOCENTRISMO_-_Ideusa_Celestino_Lopes_UVA.pdf 4) Título: Inconmensurabilidad y racionalidad científica Autor: Inmaculada Sáez Fernández. Lugar y fecha: Universidad Complutense de Madrid, 1992. Link: http://eprints.ucm.es/2289/1/AH2010001.pdf 5) Título: Columnas de el Sentinel Autor: Mauricio Llaver. Lugar y fecha: Buenos Aires, Argentina, 15 de noviembre, 2014. Link: https://books.google.cl/books?id=dpagBAAAQBAJ&pg=PA41&lpg=PA41&dq=columnas+de+el+senti nel&source=bl&ots=K4conlF3ef&sig=VJEHyB1jndDjcX7tjUPHf9xO0jY&hl=es-419&sa=X&v 6) Título: Más Allá del Homo Sapiens, Volumen I (Beyond the Homo Sapiens - Vol I) Autor: Mariu Suarez. Lugar y fecha: Ciencias astronómicas, Canadá, 1946. Link: https://books.google.com.pe/books?id=HxUGCQAAQBAJ&printsec=frontcover&hl=fr#v=onepage& q&f=false 7) Título: Historia de Las Doctrinas Filosóficas Autor: Pedro Chávez Calderón. Lugar y fecha: Ciencias Sociales, México, 2004. Link: https://books.google.cl/books?id=wRk237tfPG4C&printsec=frontcover&source=gbs_atb#v=onepag e&q&f=false 9 8) Título: Los Grandes Cometas de 1680/1681 y La Política del Saber Criollo en la Nueva España y la Nueva Inglaterra Autor: Ralph Bauer. Lugar y fecha: University of Maryland, Unites States, 2009. Link: https://revistaiberoamericana.pitt.edu/ojs/index.php/Iberoamericana/article/download/6603/6779 10