Cuestión social y obrera en los siglos XIX-XXI Siglo XIX A raíz de la revolución industrial (S.XVIII)) Surgen problemas en la sociedad que necesitan ser solucionados, surge un nuevo termino “Cuestión Social”, Esta idea suele emplearse con referencia a los efectos de determinados procesos o a las consecuencias de la aplicación de un cierto modelo económico que deben ser atendidos por los gobernantes ya que afectan la calidad de vida de la población. Entre ellos algunos de los problemas que engloban la “cuestión Social” fueron: 123456- Las migraciones de personas del campo la ciudad Crisis en la agricultura ya que grandes poblaciones sufrían de hambruna Surgen levantamientos La prostitución La delincuencia Conflicto ideológico entre capitalismo liberal y colectivismo marxista. Pero el problema principal de la época fue “La cuestión obrera”. En concreto se dieron una serie de circunstancias dentro de lo que era la clase trabajadora que dio lugar a que se comenzaran a hablar de la cuestión social obrera. Bajo ese termino se engloban todas las circunstancias que dificultaban el trabajo de esas personas y empeoraban su calidad de vida. La aparición del proletariado, su rápido crecimiento y constitución como clase son algunos de los aspectos esenciales en la sociedad del siglo XIX, la industrialización genero nuevas formas de relaciones sociales, en las que la desigualdad y la miseria del obrero dan paso a la conflictividad social; fue por ello que con la Revolución Industrial también crecieron los conflictos sociales, la necesidad de conseguir una gran acumulación de capital por parte de los empresarios, tubo como consecuencia el mantenimiento de unos salarios muy bajos y de pésimas condiciones de trabajo. Las jornadas laborales eran largas y agotadoras, en muchos casos superiores a las 15 horas de trabajo diarias. Además, el trabajo se hacia en lugares insalubres, ya que muchas fabricas eran oscuras y malsanas, en el caso de la industria textil muy húmedas. En cuanto a los salarios, estos eran tan bajos que solo permitían la estricta subsistencia. No existía algún tipo de legislación laboral, que regulase el trabajo o que garantizada alguna protección en caso de enfermedad o accidente. El estado no daba ninguna cobertura al obrero y tan solo intervenía cuando el orden publico se encontraba amenazado, es decir, en caso de huelgas o conflictos. Fue esta situación de injusticia la que llevo a la aparición de los primeros movimientos obreros en demanda de aumentos de sueldo y mejoras en las condiciones de trabajo. Nacieron así los sindicatos y las nuevas ideas sociales (anarquismo y Marxismo). El movimiento obrero en su conjunto, la unión de trabajadores posibilito la sanción de las primeras leyes protectoras de sus derechos y, en consecuencia, el mejoramiento progresivo de su calidad de vida. Siglo XX Las problemáticas en este siglo evolucionan, se modifican. De hecho, cuando en los primeros años noventa del siglo XX se investigaba sobre la cuestión tan relevante, preocupados entonces por lo que ya era evidente, la brecha social se empezaba a agrandar, ni siquiera se podía imaginar que en realidad estaban al inicio de lo que se ha definido como “el gran cambio”, como en otros momentos de la historia, vivieron de nuevo un cambio de época. Una nueva era que deja atrás modelos, relatos e incluso formas de entender el progreso de las sociedades. Un nuevo tiempo marcado por varias rupturas y cambios profundos que se irían gestando desde los años ochenta del siglo XX y que entrarían en una fase de vertiginosa aceleración histórica desde inicios de los años noventa, hasta llegar al siglo XXI donde el cambio se muestra en un carácter global. Siglo XXI La primera globalización tuvo como partida la Revolución Industrial debido a las mejoras en las comunicaciones y transición de la información, esto produjo aumento en la actividad comercial y permitió una verdadera economía global, una condición necesaria para que funcione eficazmente tanto el mercado como el estado, de ahí la necesidad de la “tercera instancia, la sociedad civil” cuya existencia generara la condiciones sociales necesarias para el surgimiento de empresas, en base a una economía solidaria, pero esta articulación, según Scannone, llevo a el deterioro y la división por una cierta ideología neoliberal; señalando ciertos rasgos que caracterizan a la "nueva cuestión social" y contraponiéndolos a la problemática previa: 1- El marco global no es más el conflicto ideológico entre capitalismo liberal y colectivismo marxista, sino el que se da entre la globalización enfocada según la ideología neoliberal y posibles formas alternativas de globalización. 2- No rige solamente la contradicción clásica: explotación-opresión/liberación, sino que ella se agrava por otra que a veces resulta peor: exclusión/inclusión, uno de cuyos mayores síntomas es el desempleo estructural. 3- Hoy se añade a la oposición tradicional capital-trabajo, la que se da entre finanzas y producción, es decir, entre economía virtual-economía real. 4- Seguimos moviéndonos en el economismo criticado por Juan Pablo II , que subordina la política a la economía y la pone al servicio de los intereses económicos, desprestigiándola. 5- En lugar de un Estado árbitro entre capital y trabajo, según el modelo anterior, nos enfrentamos a la crisis del Estado-nación moderno. 6- La nueva cuestión social no sólo contempla la relación Estado-mercado en contraposición al liberalismo y al socialismo de Estado, tiene especialmente en cuenta la nueva emergencia de la sociedad civil como distinta tanto del Estado como del mercado. 7- La DS se preocupó por la cultura y las culturas del hombre. Pero hoy la globalización implica el peligro de homogeneización cultural, no en último lugar, debido a los medios de comunicación social. 8- No se trata sólo de conocer y, luego, de aplicar los principios, criterios y directivas de la enseñanza social de la Iglesia, sino sobre todo de discernir a su luz las distintas situaciones históricas, para ir reelaborándolos y elaborando otros nuevos, en un proceso caracterizado por la "continuidad" y la "renovación". Tales son, ocho de los caracteres que definen descriptivamente la así llamada "nueva cuestión social"