Descartes 2da meditación Descartes comienza a reelaborar todo lo analizado deteniéndose en la hipótesis del genio maligno. A pesar del engaño y la duda, es imposible negar el hecho de que pienso, y si pienso es porque existo. Esta es la primera verdad, yo soy, yo existo; pienso, luego existo. Es una etapa constructiva, a esta verdad la mente llega mediante la intuición, no es un razonamiento ni una conclusión. A esta primera verdad se la llama cogito cartesiano, quiere fundamentar todas las ciencias que perdió producto de la duda. Ninguno de los argumentos anteriores caes con esta verdad, ya que por más que un genio maligno me engañe, que no sepa si estoy soñando o viviendo la realidad, o si estoy dudando de los sentidos, siempre estoy pensando, por lo tanto, existo. Descartes vuelve a ver sus creencias previas que están en la duda e intenta sostenerlas con la primera verdad, pero no lo logra porque sigue vigente el genio maligno y el argumento del sueño y la vigilia. Define al hombre como un animal racional, y hace una distinción entre cuerpo y alma. - Por un lado, el alma, concebida como sustancia pensante, expresa el carácter del pensamiento y la imagen de Dios, la sustancia espiritual, simple, indivisible y activa. Por otro lado, el cuerpo, materia finita, es espacial y mensurable. El cuerpo es un autómata dotado de puro movimiento mecánico, regido por las leyes de la mecánica. Este cuerpo es pasivo y movido, y se compara con cadáver. Es importante notar que es en el alma y no en el cuerpo donde Descartes localiza el principio de vida: luego la vida se reduce al puro movimiento mecánico. Duda metódica: consta en destruir todos los conocimientos que no sean verdaderos, para quedarse solo con aquel conocimiento que no se puede poner lugar a duda. Criterio de verdad: es un método, una forma de saber que el conocimiento demuestra su certeza, lo afirma, para que sea verdadero y claro. Es verdadero aquello que no puedo ponerse en duda. Hay que excluir lo falso para que aparezca lo verdadero. Segunda verdad: substanciación del yo, cuando dice que es una cosa que piensa. Define a la sustancia como aquello que no necesita de otra cosa para existir excepto Dios, que es la sustancia infinita. Descartes propone dualismo entre: sustancia extensa – ocupar un espacio; y sustancia pensante – individuo que piensa. Este dualismo le trae problemas, al intentar ve como esas dos sustancias de relacionan. Interpretación idealista: prevalece la racionalidad por sobre la realidad, producto del pensamiento, enfoca la cuestión del sujeto y del “yo”. Interpretación realista: prevalece la realidad por sobre la razón. 6ta meditación En la sexta meditación, Descartes va a examinar la existencia de las cosas materiales, así como también, va a diferenciar entre los dos elementos que definen al hombre: alma y cuerpo. Descartes hace una distinción entre la imaginación y la intelección o concepción. Imaginar para Descartes es aplicar un saber al ámbito corporal, de modo que está ligado al mundo de los sentidos. La imaginación está relacionada con nuestra capacidad de obtener imágenes a través de los sentidos En relación al alma-cuerpo, Descartes dice que el alma es lo que nos define, que es una unidad en si misma; y que el cuerpo puede despedazarse en porciones, pero que no se puede concebir lo mismo que con el alma. Dice que el alma es una sustancia que piensa. Ambos interactúan en una pequeña glándula situada en la base del cerebro, que se denomina la glándula pineal, desde la cual la mente rige el movimiento del cuerpo en su conjunto. Pensamiento = alma: activos (nutrirse, alimentarse, pensar), no ocupar un lugar en el espacio. Imaginación: requiere del objeto o cuerpo pensado, no es necesario a la existencia, ya que se necesita algo más. Intelección pura: es la comprensión de los rasgos corporales.