COSTUMBRES Y TRADICIONES DEL VELORIO UNA EXPLICACION DESDE LA PSICOLOGIA SOCIAL Curso: Seminario de Integración Estudiante: Marvin Murillo Bermúdez Profesores: Flor de María Hidalgo M. y Mario Schumacher O. Marzo, 2019 San Pedro de Montes de Oca Ilustraciones No hay duda de que todos debemos pasar por experiencias que nos acercan a la muerte de seres queridos o conocidos en alguna etapa de nuestra vida. Estas vivencias definitivamente se ven influenciadas por la cultura y son percibidas bajo el espectro de nuestras creencias y dejan muchas veces huellas profundas e inolvidables. En mi caso me tocó vivirlo con mi padre. Era un día normal y cerca de las diez de la mañana una llamada telefónica me avisaba que algo le había pasado. Rápidamente pregunte: ¿y qué le pasó? La respuesta fue que urgía que me fuera a Guadalupe. Pregunté de nuevo: ¿y qué le pasó? Me respondieron: …se murió… No lo podía creer... pero ¿cómo pasó? …pregunté de nuevo… Un paro cardiaco, fue la respuesta. Todo se detuvo por instante para mí. Pero apenas me pude recuperar un poco me dirigí al lugar con una mezcla de sentimientos y emociones, pero sobre todo un vacío profundo. Cuando llegué, vi a mi padre en el suelo sin vida. Ya los miembros de la Cruz Roja lo habían dictaminado fallecido en el sitio. Sólo se esperaba la llegada del OIJ para su traslado a la medicatura forense. Comenzaron a llegar familiares y con estos los comentarios que iban y venían. ¿Qué vamos a hacer? Decían unos… Otros lloraban… otros más controlados y serenos. Yo contemplando la escena con una mirada de ¿Qué pasó? ¿Por qué ya no está? Pero no hubo tiempo para reflexionar mucho. Debíamos pensar que teníamos que hacer todos los trámites para enterrarlo y así comenzaron los preparativos. ¿Y qué pasó después de ese día doloroso? Nada… la vida tenía que continuar. Resolver qué íbamos a hacer con mamá porque a ella la teníamos que apoyar más. En mi caso el sentimiento que sentía fue el de tomarlo como una circunstancia de la vida. Mi padre ya no estaba, se había ido. También en mi niñez me acuerdo de que ir a una vela era un acontecimiento divertido. Señoras rezando el rosario, nosotros corriendo, jugando y viéndonos con nuestros familiares que casi nunca nos veíamos. Café y pan a altas horas de la noche en las que normalmente estaba durmiendo con un acontecimiento diferente. Se contaban historias del fallecido, casi siempre buenas y como dice el dicho “no hay muerto malo”. Pero que más parece que estuviera pasando una alegría y se ve licor en los adultos que lo reparten entre ellos a escondidas. Hay una combinación entre ambiente de fiesta y ambiente de muerte. Suspenso a altas horas de la noche, entre familiares y conocidos del barrio en que se esperan reacciones diversas: unos riendo, otros llorando, otros pensando, otros comentando. Sigue la vela a la media noche… una, dos y tres de la mañana esperando el amanecer y yo experimentando cosas diferentes a altas horas de la noche, por medio del cafecito y el juego me sostengo despierto. Pero hay un punto donde ya no aguanto y me duermo en una de las bancas, entre velas, imágenes, rosarios y suspenso logré pasar la noche. Hasta que amanece y son pocos los que quedamos, la mayoría se fue. Tenemos que prepararnos para el entierro, sigue el café, pero ya los tomadores de licor clandestino no están. Se viene la misa y en la iglesia si hay mucho respeto y al salir el sacerdote todos de pie. Se inicia con música, oración lectura de textos de la biblia y comentarios acerca de la vida y la muerte que nos dan la esperanza de poder vernos en el más allá. Él descansa, nosotros seguimos aquí a la espera de nuestro turno a morir dice el sacerdote. Olores a incienso y agua bendita para el muerto. Podéis ir en paz pronuncia el cura y salimos para el cementerio, bajo ese sol todos detrás de la funeraria como una procesión. Unos a pie, otros en carro, por fin llegamos al cementerio y la última vista al cuerpo, todos quieren verlo por última vez y la fila se vuelve interminable hay suspenso y ¿ahora qué sigue? Rituales funerarios un abordaje Psicosocial Fundamentación Teórica Los ritos o rituales funerarios pueden concebirse como practicas propias de la especie humana de las cuales se pueden mencionar: velorios, rezos, entierros, cremaciones, momificaciones, monumentos entre otros, es importante mencionar que sea cual sea la práctica, esta se construye a partir de una realidad social la cual inclusive podría mencionarse que tiene mucho que ver con el aspecto cultural y la asimilación de tradiciones de otras sociedades o culturas la cual al final buscan aspectos que tienen que ver con la vida después de la muerte y la atenuación del dolor de una perdida y cerrar un ciclo de sanación. La muerte es un fenómeno natural, que ha estado presente desde que existe la humanidad, sin embargo, hoy en día en la sociedad presente, es un acontecimiento que no se termina de aceptar. Quizá el miedo de estar próximos a la muerte nos lleva al angustioso sentimiento de la perdida de la vida, el cual no se asimila como un final de un ciclo natural o por un acontecimiento en el que se ve arrebatada la vida. Con la muerte surgen una serie de acontecimientos, que se pueden mencionar, entre ellos desligar vínculos que se van creando a lo largo de la vida. Es importante tener claro que la muerte es algo que forma parte de la existencia, el cual es un proceso irreversible, y que detrás de todo este proceso se encierran una serie de costumbres, mitos, creencias y ritos, los cuales han sido diferentes en las distintas épocas y en las distintas sociedades. Autores como Louis Vincent Thomas (1989) y Philippe Ariès (2000) plantean que, dependiendo de las sociedades, así es el nivel de aceptación o negación de la muerte, tal diferencia se rectifica o se evidencia en los diferentes ritos funerarios o símbolos que suelen usarse. Los ritos Funerarios Según lo que se mención anteriormente en una primera instancia tenemos al autor Thomas quien acota que es en las sociedades tradicionales donde se da una mayor aceptación de la muerte, en un análisis podría decirse que esto es porque en estas sociedades, tienen presente que la muerte es un proceso de la vida, del cual nadie se puede escapar. Quizá para entender un poco mejor en que consiste eso, Thomas menciona lo siguiente: “el primitivo acepta morir porque para él la muerte no existe; no es más que un paso, un momento del ciclo vital y, por lo tanto, un hecho cultural” (Thomas, 1989, p. 244). El análisis de Thomas hace referencia que, en las sociedades modernas, la concepción de la muerte es un proceso al que no se le quiere aceptar, ya que esto conlleva al fin de la vida, al final de un ciclo y el cual como se había mencionado antes, un proceso irreversible. Los ritos hacen referencia a una serie de situaciones o accionar que tiene una sociedad o un grupo de personas, como reacción el proceso de muerte, sin embargo, esto tiene que ver también con antecedentes culturales, es decir con aspectos que se han venido realizando con el pasar del tiempo y que aún se mantienen o que se han construido sobre la vida y la muerte. Según Claude Lévi-Strauss afirma que “El ritual no es una reacción a la vida, es una reacción a lo que el pensamiento ha hecho de ella. No responde directamente ni al mundo ni siquiera a la experiencia del mundo; responde al modo como el hombre piensa el mundo” (1971, p. 615). Lo anterior se puede fundamentar adamas con lo planteado por Eugenia Villa, que también “el miedo a la muerte es cultural y, por lo tanto, aprendido socialmente. La intensidad del miedo varía con el sistema cultural, la creencia religiosa, el momento histórico […]” (1993, p. 39). De Acuerdo a lo expuesto por los autores es que se puede analizar y encontrar diferentes formas de asimilar la muerte en las sociedades, sean estas las llamadas tradicionales o modernas. Es importante también mencionar ante estas sociedades, un aspecto que encierran las primeras, que tiene que ver con una concepción más allá de la muerte, es decir ideas religiosas que tiene que ver con que existe una vida después de la muerte, mientras que en las sociedades modernas el rechazo a la muerte. Es importante mencionar que se describirán algunos de los rituales más representativos, se tratarán de abordar ritos de la cultura occidental, así como algunos de la cultura oriental. Siguiendo la línea anterior, es importante además abordar aspectos, como: psicológicos, sociológicos y simbólicas, a continuación, se mencionan estos aspectos. Psicológicos: Psicológicamente hablando los ritos funerarios podrían interpretarse como las terapias que podrían ayudar a canalizar algunos sentimientos, entre ellos el de la negación a la muerte, la ira, el dolor, la impotencia entre otras circunstancias. Sociológicas: Sociológicamente hablando, los rituales funerarios, son circunstancias que permiten el acercamiento, solidaridad de los deudos del difunto con sus allegados. Estos ritos vienen acompañados como se mencionaba antes permiten estrechar vínculos que se convierten en apoyo para las personas que pierden un ser querido, apoyo que busca minimizar el dolor por la perdida. Las funciones simbólicas: tienen que ver con aspectos de llevar a cabo los ritos o rituales, y se realizan de acuerdo a las creencias, que la cultura o la sociedad tengan, entre ellos podemos mencionar, partir de una vida terrenal a la vida divina, conseguir que el alma de la persona fallecida descanse, en algunas culturas quizá facilitar la reencarnación y al mismo tiempo minimizar el dolor de los allegados o familiares. Rituales funerarios como estrategias simbólicas que regulan las relaciones entre las personas y las culturas Dentro de una ceremonia ritual, vida y muerte son dos términos que se confrontan y se confirman al mismo tiempo, cuyos aspectos de mayor relevancia se ponen de manifiesto en objetos, palabras y gestos con un sentido simbólico a fin de reafirmar el deseo de vivir y de trascender a la muerte con la creencia en una vida más allá de lo terrenal.1 Con la finalidad de comprender la creación y uso de símbolos García expone que los símbolos se transforman en “ecos conscientes emitidos e inmediatamente reconocibles de objetos, acciones y conceptos del mundo interior, psicológico y espiritual” (García, 2000: 29) De lo anterior se puede analizar, que cuando los ritos y símbolos se ponen en practica en un proceso de muerte, tienen como objetivo lograr trascender hacia una nueva vida, una reencarnación u otro tipo de creencia que la sociedad o la cultura lleve a la práctica, y en segundo lugar buscan que el dolor de los allegados se minimice, además se puede concluir, que el uso de los símbolos y rituales dependerá de la cultura en la que se este y que se llevaran a cabo de acuerdo a variedad de ceremonias formales y participativas de la sociedad. 1 Sapiens. Revista Universitaria de Investigación, Año 7, No. 2, diciembre 2006 Con el fenómeno del a muerte, independientemente si de forma natural o circunstancial, al día de hoy existen muchas interrogantes entre ellas: la Muerte ¿es una puerta a otro mundo, a otra forma de vida, a un paraíso, a un infierno, a algo mejor o peor de lo que tenemos en la tierra?, o ¿es el fin de todo, el ingreso a la nada, la desaparición total?, realmente ¿hay una vida más allá de lo terrenal?, ¿se descansa eternamente cuando somos alcanzados por la muerte? En las sociedades occidentales, la muerte se considera como la separación del alma del cuerpo por lo que genera estados de rechazo2 Las ceremoniales fúnebres difieren de una cultura a otra, debido a la intervención de múltiples factores, de los cuales, el más destacable es la religión. A continuación, se mencionarán a algunos ritos que se llevan a cabo tanto en la civilización oriental como en la occidental, esto únicamente con la finalidad de apreciar como estos rituales se convierten en estrategias simbólicas y lo que puede significar para cada ser humano. Ritos Funerarios de la Civilización Oriental En muchos países de la sociedad oriental, por mencionar algunas, Egipto, China, India entre otros, se conocen hoy en día, por celebrar rituales funerarios con la ideología de que existe vida más allá de la muerte Los primeros seres humanos que practicaron rituales funerarios con la creencia en la idea de que la muerte no era el final de la existencia, sino más bien un tránsito del mundo de los vivos hacia un reino espiritual fueron los neandertales. Según la historia, un enterramiento neandertal en la cueva de Shanidar (Irán) estuvo rodeado de flores. Otro entierro infantil se halló en la cordillera del Himalaya en una fosa rodeada de seis pares de cuernos de cabra montesa3 De lo anterior podemos rescatar que los ritos funerarios datan de tiempos muy antiguos y que en estas sociedades la concepción de la muerte en las sociedades orientales, no se ven como 2 3 Sapiens. Revista Universitaria de Investigación, Año 7, No. 2, diciembre 2006 Sapiens. Revista Universitaria de Investigación, Año 7, No. 2, diciembre 2006 un fenómeno negativo, sino como un paso al mas allá, es decir una existe una concepción de que no es un evento trágico sino un paso hacia una nueva forma de ser o de descansar. El siguiente cuadro representa los ritos funerarios en algunos países de la civilización oriental. PAÍS RITO FUNERARIO CREENCIAS Egipto MOMIFICACIÓN: El cadáver era embalsamado. Se abría y se extraían las vísceras, excepto el corazón y los riñones. Luego de 70 días, se lavaba el cadáver y se envolvía. MASTABAS: Primeras tumbas reales con cámara sepulcral subterránea. PIRÁMIDES: Monumento funerario por excelencia. Se requerían para que el Faraón pudiera convertirse en dios. JUICIO DE OSIRIS: El mito de Osiris enseña muerte, resurrección o renacimiento en el más allá. Renacer luego de morir. El Tíbet EL BARDO THODOL o libro de los muertos: recoge los rituales funerarios que explican el arte del morir. El rito contempla un período llamado Bardo, que para los budistas significa el estado intermedio entre la muerte y la reencarnación siguiente, cuya duración es de 49 días. La muerte es un pasaje del alma por la divinidad. China ENTIERRO del cuerpo con los objetos de uso cotidiano del difunto, incluyendo el jade y las esculturas. CASTRACIÓN: Se ligaban el pene y el escroto, y se cortaban en forma semicircular el pubis. Los órganos eran conservados en alcohol por los eunucos. Continuidad de la vida después de la muerte y que la nueva existencia era igual a la anterior. India Indonesia SUMERGIR EL CADÁVER en las aguas del Ganges, rodeado de hierbas durante 7 días para que la carne se suavizara, luego se incineraba. La muerte es el mayor acontecimiento de la vida. El cuerpo del difunto era depositado provisionalmente en una sepultura inicial en espera de unas segundas exequias. La sepultura definitiva era de gran trascendencia en vista de que se exigía cortar una cabeza humana. La muerte no se consuma instantáneamente. Implica un largo proceso desde el momento en que ocurre hasta la disolución del cuerpo, tiempo en el cual se opera el renacimiento. Grecia Dramatismo, violencia, llanto intenso, desvanecimientos, rasgado de vestidos, gemidos, plañideras, juegos fúnebres y sacrificios humanos. Los difuntos fungen como mediadores entre las deidades y los mortales. Tomado de Los rituales funerarios como estrategias simbólicas que regulan las relaciones entre las personas y las culturas Sapiens. Revista Universitaria de Investigación, vol. 7, núm. 2, diciembre, 2006, pp. 107-118 Ritos Funerarios de la Civilización Occidental Es importante mencionar que, a nivel de Costa Rica y resto de países de la región, los ritos funerarios podrían verse desde una óptica de aspectos culturales y aspectos que tengan que ver con la religión. Ritual de exequias: Este ritual tiene como objetivo hacer entender que la muerte no es el fina. Como símbolo, el repique o sonar de las campanas de la iglesia San Francisco de Asís es la convocatoria del sacerdote a participar en la celebración de las exequias Ritual de velorio: El velorio es una reunión familiar de carácter privado que pasa a ser pública al llegar amigos, conocidos y desconocidos del difunto a expresar sus condolencias, a manifestar su solidaridad y acompañamiento en uno de los momentos más dolorosos que vive el ser humano, el de la pérdida de un familiar, un objetivo es reunir a la familia para orar frente a un ser que ha fallecido, por eso, se llama velorio, que significa velar, estar en la familia en medio del dolor. El velorio tiene ese carácter ontológico, entre otros, de mantener unida la familia. Ritual del cabo de año: Este ritual corresponde a la celebración del primer aniversario de la muerte de una persona en la cual se realiza un acto religioso en la iglesia del pueblo y, al finalizar, las personas se dirigen a la casa de los familiares del difunto donde se les hace una atención en agradecimiento por su compañía. Ritual del día de los muertos: En el mundo católico, el 1° de noviembre es el día de todos los santos, este día es designado por los habitantes de La Paz para que todas aquellas personas que hayan perdido un familiar que clasifique en la categoría de angelito, puedan llevarles flores, arreglar bóvedas y rezarles. El 2 de noviembre es el día de los difuntos, el día especialmente dedicado a recordarlos y a honrarlos, a visitarlos en el cementerio y pedir una vez más para que su alma se encuentre descansando en paz y tenga vida eterna A continuación, se detalla un cuadro de algunos ritos que se practican en culturas occidentales. PAÍS México España RITO FUNERARIO CREMACIÓN: Destinada a los muertos comunes. ENTIERRO: Altos funcionarios y soberanos. USO DE PLAÑIDERAS Y MANIFESTACIÓN DE DUELO Roma ENTIERRO: Era un deber sagrado. CREMACIÓN: Para las familias nobles. CREENCIAS Búsqueda de la vida eterna. Continuidad de la vida. Creencia en una vida después de la muerte. Uruguay (indios Charrúas) SEPULTURA SACRIFICIOS CORPORALES Continuación de la vida. Venezuela VELORIO ENTIERRO NOVENARIO CREMACIÓN Descanso del alma del difunto. Tomado de Los rituales funerarios como estrategias simbólicas que regulan las relaciones entre las personas y las culturas Revista Universitaria de Investigación, vol. 7, núm. 2, diciembre, 2006, pp. 107-118 Como se menciona a lo largo de este trabajo, son muchos los ritos que hay entorno a la muerte y es importante mencionar que estos dependen de la cultura y de aspectos sociales. El duelo no es una etapa fácil, cuando se da por la pérdida de un ser querido, ya que de esto se deriva un sufrimiento, que quizá permite no nos permite reaccionar ante un suceso tan impactante como lo es la muerte. Ante esto es importante caer en razón o hacerle ver a la persona aun siendo doloroso, la situación que se ha presentado, ya que, desde el punto de vista psicológico, es importante reconocer y caer en razón de lo que esta sucediendo, para poder se capaces de afrontar dicha situación en ocasiones es importante abordarla desde el aspecto psicológico y patológico por medio de una intervención. Antes de describir cual es la importancia de la intervención, es importante definir desde el punto de vista teórico el proceso del duelo. EL duelo: El duelo es un proceso natural de “elaboración de una pérdida, tendiente a la adaptación y armonización de nuestra situación interna y externa frente a una nueva realidad” (Bucay: 2002:85), a esto lo podemos sumar la conceptualización según Rojas, “es la respuesta psicológica –sentimiento y pensamiento– que se presenta ante la pérdida de un ser querido” (Rojas 2005:33), Cuando se da la muerte de un ser querido, independientemente de la causa, sea esta natural o provocada, los familiares y allegados pasan por escenarios difíciles y desgarradores, lo cual podría traducirse en crisis. Antes estas crisis en ocasiones se hacen importante la intervención, según lo señala Güell: “El manejo de crisis, duelo, pérdida, toma de decisiones, así como redescubrir la esperanza y definir un nuevo proyecto de vida” (Güell 1999:14), el manejo de la temática de duelo es eje fundamental, transversal e interdisciplinario, porque permite intervenir en aspectos psicosociales con las personas, las familias y grupos. Objetivos de la intervención 1. Facilitar la aceptación de la realidad de la pérdida. 2. Facilitar la expresión y el manejo de los sentimientos ligados a ella. 3. Facilitar la resolución de los problemas prácticos suscitados por la falta de la persona 4. Facilitar una despedida y la posibilidad de volver a encontrar sentido y satisfacción en la vida. Principios de la intervención en el duelo Principio 1: Ayudar al superviviente a tomar consciencia de la muerte. Principio 2: Ayudar al superviviente a identificar y expresar sentimientos. Principio 3: Ayudar al superviviente a que sea capaz de resolver sus problemas cotidianos sin lo perdido. Principio 4: Favorecer la recolocación emocional de lo perdido. Principio 5: Facilitar tiempo para el duelo. Principio 6: Evitar los formulismos. Principio 7: Interpretar la conducta normal como normal. Principio 8: Ofrecer apoyo continuo. Principio 9: Examinar defensas y estilo de afrontamiento para prevenir complicaciones. Consideraciones finales Los duelos, son quizá una forma de crecimiento de las personas, siempre y cuando se asimilen de forma correcta y se enfrente y se integren de forma natural, aunque la muerte de un ser querido sea por causas naturales u ocasionada, debe existir un proceso de asimilarlo y de sanar. Aunque en ocasiones se opta por el olvido por represión, esto no es lo correcto, ya que estas pueden generar tensiones permanentes. El apoyo familiar y allegados para lograr una cohesión, es crucial para enfrentar el duelo y sanar correctamente. 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