Subido por Pablo Ottogalli

A.Vels-Lecciones-Magistrales

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Lecciones Magistrales de Augusto Vels.
ICG 2ª Ed. 2017
Instituto de Ciencias del Grafismo - AGC de España
Libro Homenaje al Prof. Augusto Vels con sus Lecciones
Magistrales, Ponencias y Clases inéditas
Dirección-Coordinación de la obra:
Francisco Viñals Carrera – Mariluz Puente Balsells
Ap. 89015 – 08080 Barcelona (Spain)
[email protected] www.grafoanalisis.com
D.L.: B-109-1986 (1ª Ed. Esp. 2009 - 2ª Ed. Esp. 2017)
Prohibida la reproducción total o parcial de la obra. Solo se
autoriza esta difusión para uso personal y docente; en ningún
caso para uso comercial o beneficio particular, empresarial o
de terceros.
Para reproducir partes de la obra: solicitar permiso a los
Directores ( [email protected] ) o directamente a la
familia del Prof. Augusto Vels.
ÍNDICE
Prólogo
7
Primera parte
Lecciones, clases magistrales y artículos del Prof. Augusto Vels
Psicología de los Gestos
13
El lenguaje no verbal y las emociones
39
Los colores y su interpretación
51
Interpretaciones de personalidad por el dibujo
53
Peligro de proyección en las interpretaciones
71
La ambivalencia
75
Mecanismos de defensa y escritura tipo “compensada”
81
La escritura de la juventud actual
97
Pedagogía grafopsicológica
103
Inicios de la futura grafología
111
La informática en su contribución al grafoanálisis
119
Las escuelas europeas de grafología
125
El todo es más importante que las partes
131
El enfrentamiento a la página en blanco
135
3
Los cuatro vectores en el método Vels de Grafoanálisis
159
Significado estructural de los vectores y factores
165
El sentido positivo y negativo en el método Vels de Grafoanálisis
169
El sentido vertical y horizontal en los “vectores”
175
Relación espacio-texto en Grafoanálisis
179
Las escrituras-tipo discordantes por aspectos
189
La inflación del gesto gráfico en Grafoanálisis
193
La escritura curvilínea
203
Diferencias entr “Lazo” y “Nudo” en Grafoanálisis
207
Las formas de coligamento
211
El coligamento mixto en Grafoanálisis
223
Mayúsculas en medio de las palabras
237
La escritura invertida
241
Los movimientos no materializados (gestos en el aire)
243
Teoría Vels sobre la psicología de las jambas
247
Algunas notas sobre los puntos de las ies
251
La polivalencia psicológica de un pequeño signo:
los puntos en circulito
259
Algunas notas sobre los óvalos pinchados
275
4
Anotaciones sobre el ritmo natural e inversión en el grafismo
281
Observaciones sobre las asimetrías en el grafismo
285
El predominio de la “Forma” bajo el punto de vista Grafoanalítico
301
Una síntesis de los tres grandes aspectos de la onda gráfica
307
Segunda parte
Testimonios en Homenaje y Memoria del Prof. Augusto Vels
311
Crónica de los Actos de Clausura y Homenaje al Prof. A.Vels en el
Master de Grafoanálisis Europeo de la Universitat Autònoma de
Barcelona
313
Reportaje de la familia Velasco (familia del profesor A. Vels)
327
Selección de testimonios
337
5
6
PRÓLOGO
Por Francisco Viñals Carrera – Mariluz Puente Balsells
La trascendencia de Augusto Vels viene determinada por la aportación
de su sistema de Grafoanálisis como símbolo de la escuela española
de Grafología.
Con una base de inquietud y sensibilidad por el conocimiento del ser
humano, descubre su vocación grafológica leyendo las obras de
Matilde Ras, ésta alumna directa de Crépieux-Jamin, de Solange
Pellat y del Dr. Streletski, había importado la grafología francesa a
España, un hecho importante y que influyó definitivamente en la
directriz de del Prof. Augusto Vels, que como todos saben es el
pseudónimo de Alfonso Augusto Velasco, quien adoptó tal
denominación por sugerencia del Director de “El Correo Catalán”,
periódico donde colaboraba encargándose del consultorio
grafológico, siendo a partir de entonces conocido popularmente como
Augusto Vels, simplificación de sus nombres y apellido, y
curiosamente era también la conjunción de letras con que firmaba.
El maestro, obligado por las circunstancias de la Guerra Civil
española, dentro de la desgracia podemos decir que tuvo la suerte de
ser destinado a los servicios de sanidad, recibiendo formación médica,
hasta realizar incluso la carrera de Practicante, también denominada
de Asistente Técnico Sanitario (ATS), y continuando estudios en
materia de psicología profunda (psicoanálisis) y tests proyectivos, en
unos años donde no existía todavía la carrera de psicología y en todo
caso los psicólogos se formaban en la facultad de medicina, por
ejemplo en la Cátedra del Dr. Ballús con dos años intensivos de
postgrado en psicología clínica, y fue precisamente allí, en el
departamento de psiquiatría, donde el Prof. Augusto Vels colaboró
con el Dr. Josep Miret i Monsó recién llegado de nuevo a Barcelona
tras haber sufrido el exilio y acogido en Venezuela donde desarrolló
un importante trabajo como catedrático universitario, una situación
7
similar a la acontecida con el Dr. Emilio Mira y López, uno de los
grandes validadores de las técnicas grafológicas, gracias también a la
labor actual de su hija Montserrat Mira que tan altruistamente ha
colaborado con nosotros.
Por otra parte, Vels en 1949 organizó un curso de Grafología en el
SEU de la Universidad de Barcelona y otros cursos en diversas
escuelas de directivos, y en cuanto nació la carrera de psicología, los
libros de A. Vels formaron parte de la bibliografía que aparecía en los
programas oficiales de la asignatura de Psicología Industrial de la
Universidad de Barcelona. Cabe recordar que el libro Escritura y
Personalidad en sus primeras ediciones de Editorial Miracle era uno
de los textos de la colección de Antropología dirigida por el Dr.
Ramón Sarró, quién también prologó su obra: El Lenguaje de la
Escritura.
Tal como tuvimos la oportunidad de expresar en el Homenaje que
realizamos al Prof. Augusto Vels el 16 de octubre de 2009, en la
Universitat Autònoma de Barcelona ante la entrañable presencia de su
familia, la familia Velasco (hijos y nietos), coincidiendo con los Actos
solemnes de Clausura de los cursos del Master en Grafoanálisis
Europeo, su sistema de Grafoanálisis ha significado un instrumento
muy beneficioso para las ciencias que tratan el comportamiento
humano, ya que mediante una taxonomía descriptiva derivada y
adaptada a España de los géneros y especies de la escuela francesa, se
valoran los parámetros dominantes y subdominantes, para aplicar la
fórmula actualmente informatizado con la ayuda de una hoja Excel,
por la que se obtiene el percentil de la predominante temperamental
(temperamentos hipocráticos actualizados por Vels y Periot con la
ayuda del Dr. Paul Brosson, actualmente revalidados por Cloninger y
Sven, que reivindican la teoría médica y clásica de los cuatro
temperamentos derivados de los cuatro elementos, ahora mediante las
investigaciones científicas que los corroboran mediante el estudio de
los neurotransmisores) y la combinación caracterológica basada en
Heymans-Le Senne (en 2009 ARIGRAF por mediación del Prof.
Rafaele Caselli organizaban un seminario sobre esta tipología tan
8
pedagógica para los Grafólogos como es la de los caracteres de
Heymans – Le Senne), añadiendo también en el cuadro la Actitud
Vital y las Funciones Psíquicas de Jung. El método fue integrando
paulativamente conceptos de la escuela italiana, suiza y alemana,
llegando a incorporar los Grados de tensión-dureza del Dr. Pophal y
contemplando también la Gestalt tal como se aprecia en su obra
Grafología Estructural y Dinámica, pero lógicamente sin perder el
orden y sentido epistemológico de los aspectos y subaspectos
gráficos, y actualmente nosotros hemos revisado la descripción de
parámetros para adaptarlo a una terminología más actual y añadido
los conceptos del Grafo-Análisis Transaccional (Viñals & Puente),
tipología grafológica derivada del innovador sistema psicoanalítico
integrativo y dinámico del Dr. Eric Berne, por lo que no cabe duda
que el Grafoanálisis es un sistema completo donde se recogen los
conceptos más prácticos y avanzados sobre la personalidad.
La fiabilidad del sistema viene garantizado no sólo por el éxito
contrastado en centenares de selecciones de personal por comparación
con baterías de tests de las que fueron testigos diversas
multinacionales y más tarde la Banca Mas Sardá donde el Prof.
Augusto Vels fue nombrado Director de Personal, sino a nivel
académico por la validación que se produjo de su sistema mediante la
tesis presentada en 1964 por la Dra. Mercedes Almela en el
Departamento de Psicopedagogía de la Universidad de Barcelona y
lógicamente por haber sido incorporado como materia dentro del
Master en Grafoanálisis Europeo de la UAB. Y desde la propia
grafología, dejando aparte el apoyo de la Escuela de Medicina Legal
de la Universidad Complutense con su amigo y discípulo Prof.
Mauricio Xandró, su obra fue enseguida respaldada por profesores de
la categoría del Dr. Jean Charles Gille, quien le valoró de forma
destacada en sus obras; por otra parte el Prof. Vels fue adquiriendo un
rápido reconocimiento internacional, siendo nombrado corresponsal
de la Société Française de Graphologie y del Goupement des
Graphologues Consells de France, miembro de la Academia de Artes
y Letras de Paestum en Italia, y seguidamente recibió un buen número
de premios y distinciones, miembro de honor de la Sociedad Belga de
9
Grafólogos y de la British Academy of Graphology, miembro de
honor y corresponsal del Instituto Internacional de Investigación
Grafológica Chino-Europeo en Bruselas, miembro de honor del
Centro Internacional de Grafología Médica de Roma y volviendo a
España, además de Presidente Fundador y de Honor de la AGC y
miembro de Honor de SOESPGRAF entre otras distinguidas
entidades, recibió la Medalla de Oro al Mérito Tecnológico, y como
colofón a su dilatada carrera, en 1999 el Excmo. Ayuntamiento de
Puerto Lumbreras, ciudad natal, dedica una calle y una sala-museo al
maestro Augusto Vels, hijo predilecto de la villa.
Es para nosotros una gran satisfacción el haber podido realizar este
monográfico a la memoria del Prof. Vels, seleccionando y
transcribiendo sus conferencias y artículos, con un apartado final de
testimonios sobre su figura. Este trabajo que tan gustosamente
hemos coordinado a modo de obra póstuma del maestro, viene a
constituir la ratificación de nuestro agradecimiento por su aportación
a la sociedad, homenaje al que se ha sumado su familia, Augusto y
Jorge Velasco con sus esposas e hijos, el Master en Grafoanálisis
Europeo de la UAB y una buena representación de colegas, a
quienes también les damos las Gracias en mayúsculas por contribuir
a la Memoria de ese gran hombre y maestro de la grafología española,
el Prof. Augusto Vels.
10
PRIMERA PARTE
LECCIONES, CLASES MAGISTRALES Y ARTÍCULOS
DEL PROF. AUGUSTO VELS
Para esta primera parte del libro hemos reunido las lecciones de
psicología que preparó el Prof. Augusto Vels, que aún sin ser
propiamente de grafología, se relacionan con la expresión gestual,
dibujo y colores, con su visión interdisciplinar y avanzada a su
tiempo, donde también se reflejan sus inquietudes por la informática
y la estadística ya en aquellos años.
Hemos preferido presentar en primer lugar sus lecciones de psicología
práctica y de base psicoanalítica para exponer seguidamente las
relacionadas con el sistema del Grafoanálisis, las cuales sirven de
forma pedagógica para comprender sus conceptos y metodología,
formando un complemento idóneo con la bibliografía del mismo, ya
que son explicaciones que iba realizando en relación a los libros
publicados, por ello pueden considerarse resúmenes de clarificación
de las obras del propio maestro Don Augusto Vels.
Francisco Viñals – Mariluz Puente
11
12
PSICOLOGÍA DE LOS GESTOS
Apuntes del Prof. A. Vels para los directivos de la Banca Mas Sardá.
Se trata de un pequeño manual que preparó el profesor Augusto Vels,
siendo Director de Personal de la Banca Mas Sardá, para la formación
de los directivos de la entidad.
Para elaborar dichos apuntes, el profesor Vels partió básicamente de
los trabajos de G. I. Nieremberg, A. Kostolany, Clement Blin, P.
Heinemann y Ch. Wolff.
Agradecemos al Prof. Jordi Morera Jansá su contribución facilitando
las mejores muestras que hemos finalmente seleccionado pues son las
que reunían mayor calidad para reproducir en este pequeño manual.
Francisco Viñals – Mariluz Puente
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EL LENGUAJE NO VERBAL Y LAS EMOCIONES
Todo el mundo sabe que los gestos y actitudes del cuerpo son
movimientos expresivos, generalmente inconscientes, que traducen
los contenidos emocionales que acompañan nuestras acciones y
reacciones. Exagerando la nota, podríamos decir que no hace falta
saber inglés para entender un celuloide rancio de Charlot. Por los
gestos y ademanes del gran actor cómico, sabemos lo que está
ocurriendo en cada momento de la película. Dicha expresividad es
también extensible al grafismo.
Los gestos y actitudes del cuerpo corresponden a un mecanismo
psicomotor muy complejo. Las partes móviles del cuerpo (rostro y
manos, sobre todo), son extremadamente sensibles a las alteraciones
emocionales y nerviosas. Por este motivo, es relativamente fácil
seguir los procesos emocionales de cada persona a través de sus
gestos y ademanes y muy especialmente estudiando el grafismo.
Los gestos y la posición del cuerpo para los que saben observar,
pueden ser una fuente directa de información de todo lo que está
ocurriendo en lo más profundo de nuestra personalidad, pues esta
cinemática está presente en todas nuestras actuaciones y muy
notablemente en nuestros contactos con los demás.
En nuestras acciones voluntarias, la atención no está puesta,
generalmente, en los gestos y actitudes de nuestro cuerpo, sino en el
fin que perseguimos. Los movimientos del cuerpo, en cambio, dejan
al descubierto las ansias, los miedos, el egoísmo, el placer o la
agresividad, etc., que acompañan nuestras actuaciones. La misma
escritura constituye un valioso ejemplo. Siempre que el sujeto domine
el acto de escribir, el pensamiento del que escribe está más ocupado
en la intención consciente que en el control del recorrido de la pluma.
39
Por eso, en el grafismo se cuelan pequeños o grandes gestos que
traducen nuestro modo auténtico de ser y de sentir, es decir, nuestro
carácter1.
Todo gesto y todo ademán es traductor de emoción. Pero ¿qué es la
EMOCIÓN?
La emoción es un cambio, más o menos brusco, de los procesos
fisiológicos y psíquicos, motivado por algo que excita nuestra
sensibilidad o reactividad. Este cambio modifica nuestra tonalidad
afectiva, produciendo una impresión agradable o desagradable. La
excitación es agradable cuando nos proporciona “placer” y
desagradable o frustrante cuando produce una excitación psíquica
dolorosa, repulsiva, ultrajante o peligrosa para nuestro Yo.
La emotividad, junto con la “actividad” y la actitud de “retención” o
“expansión” de la “resonancia afectiva”, son los principales factores
del carácter, según demostraron los investigadores holandeses
Heymans y Wiersma en su estadística sobre más de 3000 casos explorados.
A condición de que la emotividad no rebase ciertos límites, pues lo
que produce la desadaptación es el exceso de emotividad
(hiperemotividad), se la puede considerar como uno de los elementos
positivos de la conducta humana, ya que excita la actividad de todos
los procesos físicos, psíquicos y mentales, estimulando la
imaginación creadora, el entusiasmo, la curiosidad, el deseo de
superación y muchos otros factores favorables. La inemotividad
restringe el ardor y el interés. La mujer es, en general, más emotiva
que el varón.
Es interesante descubrir, en cada caso, el grado de emotividad de cada
individuo y su relación con el nivel de actividad, pues, cuando no se
equilibran ambos factores, se originan desadaptaciones de carácter,
acompañados casi siempre de trastornos en la esfera sexual.
1 Ver Augusto Vels, Escritura y Personalidad, séptima edición, Ed. Herder, S.A.
Barcelona, 1982.
40
Los “estereotipos” (modos de conducta impuestos por la educación)
enseñan al ser humano a controlar sus emociones y a desenvolverse
dentro de unas normas sociales convencionales.
Cuando una persona es incapaz de controlar las reacciones emotivas
que despiertan ciertos hechos corrientes de la vida, quiere decir esto
que fracasa su capacidad de adaptación, infundiéndole cierta
inestabilidad e inseguridad, por desajuste con la realidad2.
Por el contrario, los sujetos que se controlan en forma excesiva
(rigidez en la conducta) y no dejan ninguna válvula de expansión a sus
impulsos y necesidades “moralmente mal vistas”, se convierten en
tiranos de sí mismos. Estos son los escrupulosos, los puntuales, los
autoritarios, los exigentes consigo mismo y con los demás, que
organizan rigurosamente su vida de acuerdo con las “normas”.
Desde el punto de vista psicoanalítico, tanto los sujetos inestables
emocionalmente como los rígidos de conducta, traducen unas
necesidades sexuales insatisfechas. Allí donde hay desadaptaciones
de carácter, existen también necesidades orgánicas y psíquicas
molestas o dolorosamente insatisfechas (personalidades de tipo
histérico, obsesivo, angustioso, etc.). Muchos cardíacos deben su
enfermedad a una defectuosa o mala adaptación en la esfera sexual,
tal como han demostrado las estadísticas de Kinsey y otros
investigadores de la conducta sexual y emocional humana.
Según los principios conductistas, la mayor parte de los sentimientos
humanos derivan, por atenuación o matización, de estas cinco
emociones primarias siguientes: CÓLERA, PÁNICO, AFECTO,
ALEGRÍA y DESPLACER.
Así pues, de estas emociones primarias derivará todo nuestro
comportamiento afectivo. Por ejemplo, de la emoción primaria
AFECTO (instinto social), derivan todos los sentimientos de unión,
2 Ver término “adaptación” en el Diccionario de Grafología. Ed. Herder, Barcelona, 1983.
41
amor, convivencia, satisfacción y oblación. El afecto crea la amistad,
el compañerismo, los sentimientos humanitarios, la compasión, la
caridad, la ayuda, la sociabilidad, los sentimientos de comunidad, de
grupo, de camarillas, etc. y lo que en psicoanálisis se denomina
“oblación” (conducta altruista en que la persona sacrifica sus deseos
para satisfacer los de los demás).
La emoción primaria ALEGRÍA daría lugar a todos los sentimientos
de satisfacción, triunfo, éxito, euforia y optimismo. La alegría es el
júbilo que experimenta el ser humano cuando triunfa sobre la angustia
o el temor. Este estado de exaltación del ánimo aligera el cuerpo y le
confiere un movimiento de plenitud ascendente, de satisfacción
jovial. Los estados de ánimo eufóricos favorecen la simpatía, la
indulgencia, la bondad, la obsequiosidad, la fácil comprensión, la
facultad de comunicación, las buenas relaciones entre el Yo y el Tú.
Y de la emoción primaria DESPLACER o DESAGRADO nacerían
los sentimientos o sensaciones de repugnancia, aversión, disgusto,
pesimismo, frustración, desaliento, postergación, abandono, enfado,
enojo, etc. Cuando esta emoción primaria se hace crónica en un
individuo, éste va perdiendo gradualmente sus energías y gusto por la
vida, lo que se debe, en un número elevado de casos, a una
insuficiencia de vida sexual.
LAS EMOCIONES PRIMARIAS PUEDEN DESCUBRIRSE
POR LOS GESTOS O MOVIMIENTOS DEL CUERPO
Como hemos dicho antes, los gestos y actitudes del cuerpo traducen,
inconscientemente, el trasfondo de nuestros acontecimientos
psíquicos, es decir, nuestros estados emocionales interiores. Vamos a
ver ahora cómo pueden reconocerse, por los gestos, cada una de las
emociones básicas: CÓLERA, PÁNICO, AFECTO, ALEGRÍA,
DESPLACER o DESAGRADO.
La CÓLERA es una emoción que se origina mediante un conflicto
psiconervioso (frustración), producido por el choque entre el DESEO
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PERSONAL (pulsión egoísta) y el rechazo, por injusticia, engaño,
oposición o negación, que opone el entorno (obstáculos externos). La
cólera es propia de sujetos apasionados, nerviosos y egocéntricos.
De la emoción primaria CÓLERA deriva el instinto de agresión y
destrucción, de conquista, de lucha, de invasión, de poder y
superioridad. Cuando esta emoción se atenúa por efecto de la cultura,
la educación, el autocontrol o la sublimación de la energía psíquica
(libido), se convierte en intereses humanizados, desencadena el
espíritu crítico, la iniciativa, la combatividad, la acción modificadora
sobre las cosas, la innovación, el ataque a las injusticias o a todo lo
defectuoso y cuanto se derive de una acción “contra” las
imperfecciones del mundo que nos rodea. En sentido negativo
produce la crueldad, el odio, el sadismo, la mordacidad, la crítica
punzante y destructiva, la ironía malintencionada, la murmuración, el
despecho, el distanciamiento, etc.
a) Por tanto, los gestos que origina la CÓLERA son, por un lado,
enfáticos y centrífugos (agitación, gritos, protestas, gestos de
agresión, voz incontrolada y espasmódica, movimientos
desenfrenados, impulsivos y bruscos de las manos y de los pies,
intento de golpear, de pegar, de destruir, etc.) y, por otro,
centrípetos (la agresividad se centra sobre el propio cuerpo en
forma de gestos violentos de las manos, puños cerrados,
compresión de la boca y de los dientes, incluso mordeduras de los
labios o de las manos, golpes sobre las mejillas, etc.).
b) La cólera produce hiperemia (afluencia excesiva de la sangre al
cerebro) y esto hace que aumente la excitación nerviosa, que se
aceleren los movimientos y se produzcan reacciones intempestivas,
tales como los torrentes de insultos, los gestos agresivos, etc., a la
vez que se enciende la mirada y se enrojece el rostro.
c) En ciertas personas de carácter débil, es decir, con personalidad
insegura (sentimientos de minusvalía), las reacciones coléricas
constituyen un medio heroico de afirmación personal.
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d) Cuando existen desarreglos endocrinos, por ejemplo, la actividad
excesiva de la glándula tiroides y de las suprarrenales, o una
deficiencia del sistema nervioso central, como ocurre en algunos
epilépticos y en alcohólicos crónicos, los raptos de furor colérico
pueden producirse al menor pretexto.
La excitación propia de esta emoción primaria, que, a causa de la
hiperemia, enrojece el rostro, se expresa corporalmente por la tensión
muscular y nerviosa. El cerebro, al cargarse de sangre, comunica
vigor a los músculos, hace brillar de furor la mirada y afirma, al
propio tiempo, la voluntad. El cuerpo se mantiene erguido o
encorvado hacia el agresor, los miembros se ponen rígidos, la boca se
cierra en apretado gesto, los dientes rechinan o se frotan los unos con
los otros, las alas de la nariz se dilatan y levantan vibrátiles y la
respiración se acelera. En ocasiones, los brazos se levantan y se
cierran los puños como para atacar al agresor. Otras veces, el
enfurecimiento inclina al sujeto a dar golpes sobre los muebles, a tirar
objetos al suelo, al tiempo que el comportamiento motor se
caracteriza por expresiones frenéticas y arrebatadas que hacen que los
gestos de las manos y del cuerpo sean impulsivos, desordenados,
desproporcionados. En los sujetos autistas e introvertidos, los gestos
de las manos son violentos y se dirigen hacia el propio cuerpo.
La emoción primaria PÁNICO es una reacción de sobresalto, de
inquietud, de encogimiento o paralización, provocada por un peligro
imprevisto o inmediato, real o imaginario, que amenaza la existencia
del sujeto.
De la emoción primaria PÁNICO derivan, por instinto de defensa,
todas las emociones que producen encogimiento, paralización o
regresión (huida). Estas son: el miedo, el temor, las fobias, la angustia,
la ansiedad, la timidez, la avaricia, el ahorro, la previsión, la
prudencia, la desconfianza, la reserva, la actitud expectativa, etc.
a) El miedo o pánico produce opresión, lentitud y pobreza de
movimientos. Mientras que la cólera acelera y tensa el sistema
nervioso y muscular, el PÁNICO disminuye la tensión normal,
debilita o paraliza el riego sanguíneo del cerebro y produce el
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efecto de palidez del rostro propio de esta emoción, que puede
seguir hasta el desmayo o pérdida de conocimiento. Durante el
pánico, los ojos quedan fijos, se enturbian, se paralizan y quedan
absortos, angustiados y con tendencia a cerrarse.
b) El efecto paralizador del pánico actúa esencialmente sobre el
sistema nervioso parasimpático, sobre las vísceras y sobre la
motricidad, comprimiendo, reduciendo, acortando o paralizando
totalmente su actividad. Por este motivo, los sujetos miedosos o
tímidos suelen padecer estreñimiento, tal como ocurre con el tipo
“anal” de Freud.
c) El endurecimiento de los labios y de la lengua por la paralización
que produce el pánico, impide al sujeto hablar normalmente, o lo
hace tartamudeando o por medio de monosílabos. Por otro lado, es
frecuente también el temblor de los párpados, que, cuando queda
como signo permanente en una persona, refleja su tendencia
hipersensitiva (predisposición exagerada a las emociones),
acompañada de complejos de ansiedad, es decir, de inseguridad y
excesiva sensibilización al peligro para el Yo.
d) El pánico, o las emociones derivadas de éste, como el miedo,
timidez, inseguridad, etc., conduce al sujeto a la necesidad de
“esconderse”, de protegerse, de vivir las cosas “en secreto”, o a la
necesidad de “retirada”. Por tanto, los movimientos del cuerpo y de
las manos en los sujetos propensos al miedo son los de
encogimiento, retención, contención u ocultación: “Los gestos de
la mano -dice la Doctora Wolff- son particularmente expresivos en
el miedo. Gestos como entrecogerse las manos, retorcerlas,
tamborilear con los dedos sobre un mueble, apretarse una mano
contra la otra, agarrarse con la mano izquierda la muñeca derecha,
etc., constituyen gestos sintomáticos de miedo, de angustia y de
ansiedad. El niño angustiado suele taparse la boca con la mano, se
roe las uñas o se muerde los dedos”. Frotarse el pelo o la cara con
la mano, ponerse gafas oscuras para taparse los ojos, inclinar la
cabeza como si se estuviera fatigado, retroceder o cerrar los pies,
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colocarse en un rincón en los lugares públicos, tales como
restaurantes, salas de conferencias, etc., son señales evidentes de
miedo, timidez, angustia o inseguridad.
El sujeto en quien predomina la tendencia a los sentimientos y
emociones derivadas del PÁNICO refleja una mala objetivación del
sentido de la vida. Sólo espera de ésta caricias y no golpes. Quiere ser
tratado en todo momento como si fuera un niño de pecho, con euforia,
con mimo, con deferencias especiales y atenciones esmeradas. No
quiere envejecer. No quiere morir. Quiere que el mundo esté a su
servicio. En otras palabras: quiere de la vida sólo las ventajas. “Su
miedo a las decisiones -dice Szekely- es un miedo al riesgo, o sea, un
miedo a la inseguridad”. El miedo es una lucha interna del sujeto
frente a su conciencia de la propia fragilidad y debilidad13.
La emoción primaria AFECTO, el sentimiento de encontrarse, de
vincularse, de permanecer adherido al OBJETO4 por el placer que
produce, por la alegría y satisfacción de participar, de integrarse, de
formar una unión (alocentrismo, amor a los demás seres, a la
Naturaleza, a la patria, al terruño, a los animales y plantas, etc.) es
difícilmente analizable. Sin embargo, el “amor” puede ser estudiado a
través del comportamiento, es decir, de los gestos y de la conducta.
a) El AFECTO es una emoción agradable, ligada a la satisfacción de
una tendencia. Decía Aristóteles que “todos los hombres tienden
hacia el placer porque desean vivir”. “Esto quiere decir que el que
no ama no vive”. El mismo suicidio es un fracaso del sujeto de cara
a su encuentro con el placer, con el AMOR.
b) Es curioso que, a pesar de las enseñanzas contenidas en todas las
religiones, a pesar de que el cristianismo se base sobre todo en el
AMOR y sea éste la única fuente de placer moral, espiritual y
material que tenemos plenamente a nuestro alcance, sólo los animales
domésticos, pongamos por caso el perro, son capaces de mostrarnos,
3 Ver Caruso: Análisis Psíquico y síntesis existencial.
4 “Objeto”, ver en el Diccionario de Grafología este término. Ed. Herder, Barcelona 1983.
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sin excepción, el AMOR en toda su grandeza. Se ha dicho que el
hombre es el único ser viviente capaz de matar por motivos ajenos
a las necesidades primordiales de la vida. ¿De qué le sirve, pues,
proclamarse el ser más inteligente de la creación? Pero, en fin,
dejemos esta explicación a los moralistas y a los filósofos.
c) Los gestos de AFECTO están estrechamente ligados a los de la
alegría. Son gestos radiantes, dulces, curvilíneos, de contacto, de
inclinación hacia afuera; acelerados, extensos y rítmicos, elevan
el cuerpo del suelo y se dirigen hacia adelante y hacia los lados.
El cuerpo, cuando está animado por sentimientos de afecto y
alegría, parece ingrávido, danza en el espacio como si no le
pesaran los pies. El gesto del afecto es tierno, dulce, expresa
deseo de complacer, de acariciar, de besar, de ofrendar, de
comprender y conceder (es posible que, por este motivo, se
recurra generalmente a los banquetes o grandes comidas para
facilitar las ententes políticas y comerciales, entendiendo la mesa
como altar de placer).
LOS GESTOS DE ALEGRÍA: Si el pánico es una emoción de
retirada o de encogimiento, de contacto negativo son el medio, la
ALEGRÍA constituye una emoción radiante, expansiva, sugestiva y
contagiosa que, como el AFECTO -con el cual está estrechamente
ligada-, tiende al acercamiento, a la unión, a la comunicación
espontánea y a la afirmación de la personalidad en el medio en que se
desenvuelve.
a) Este goce interior está, generalmente, motivado por una reacción de
sorpresa agradable, por un sentimiento de triunfo, de victoria o de
liberación de una angustia, sea por el éxito de cualquier asunto, la
realización de un deseo, o el resultado de una acción.
b) No es raro, pues, que la ALEGRÍA despierte el optimismo, la
confianza en la vida, en las personas y en el ambiente, y que,
cuando el ánimo está poseído por esta emoción, todo parezca fácil,
alcanzable o realizable.
47
c) En algunos casos como, por ejemplo, en la última fase de ciertos
tuberculosos, se producen estados de euforia sorprendentes,
seguidos de necesidades sexuales apremiantes.
d) La ALEGRÍA produce un ensanchamiento y profundidad de la
respiración, un aumento de la circulación sanguínea y de la
vasodilatación periférica; exalta las funciones del metabolismo y
las secreciones glandulares, la prodigalidad de los gestos y la
sensación de volar (el vuelo en los sueños simboliza la erección).
“¿Qué significa para ti estar de buen humor?”, preguntó un día
Darwin a un niño. Este respondió: “Reír, hablar, abrazar, jugar...”.
El niño dio una definición exacta de la ALEGRÍA.
Por tanto, la ALEGRÍA se traduce, en el gesto, por la aceleración, por
la expansión y el ritmo de los movimientos. La cara se ensancha, las
comisuras de los labios y las cejas suben hacia arriba; los brazos se
extienden y se elevan en movimientos curvos; los pies no pesan y
parece que bailan o sienten el deseo de danzar; la mirada es brillante
y jovial, la palabra fácil y la actitud se ve a menudo exaltada por la
aceleración de los procesos psíquicos.
El DESPLACER es un movimiento de rechazo, una actitud de
alejamiento de la satisfacción de una necesidad. Esta necesidad puede
ser física (necesidad sexual, nutritiva, motora, etc.) o psíquica
(necesidad de seguridad, de estabilidad económica, de rango
profesional, de superioridad, etc.). Por tanto, confesado o no, el
desplacer es una frustración, una contrariedad, el obstáculo o
negación de un deseo, un sentimiento de inconclusión, un complejo
de inferioridad o un sentimiento interno de inseguridad.
a) El DESPLACER supone, pues, un deseo frustrado, una aspiración
no lograda, un fracaso del Yo ante la realidad. Supone un estado
conflictivo entre las necesidades personales y las exigencias del
entorno o de la propia conciencia moral del sujeto. Las
necesidades, pulsiones o deseos por satisfacer, encuentran
obstáculos que se oponen a su realización. Tales obstáculos pueden
48
estar representados por la familia, la sociedad, la religión, las
normas educativas o un cónyuge que frustra moralmente o
sexualmente al otro. Ya hemos dicho antes que allí donde se
producen desadaptaciones de carácter, suele ocultarse un problema
sexual latente.
b) El sujeto en quien predomina el DESPLACER está siempre de mal
humor, enojado, resentido, “quemado” o silencioso. Tiende a
enfurecerse o contrariarse por cualquier cosa. Todo le sienta mal y
está siempre presto a pensar mal o con desconfianza respecto a los
demás.
c) A este tipo de sujeto, el DESPLACER le inclina al recelo, a la
aprensión y a la incredulidad. Le afectan, en gran manera, las cosas
que se relacionan con su Yo y está siempre como “en estado de
sitio”, es decir, temiendo la hostilidad de los demás. No se da
cuenta de que es él mismo, con su actitud desconfiada, recelosa o
de “aguafiestas”, quien provoca las reacciones negativas de los
familiares o de las personas con las que convive.
d) Al sujeto en quien predomina el DESPLACER es fácil reconocerle
por sus aversiones, por sus críticas amargas y punzantes, por su
trato desagradable, por su pesimismo (es agorero, tiende a verlo
todo por los lados más desfavorables); está cargado de escrúpulos,
indecisiones y dudas; exige que le dejen tranquilo y que no le pidan
nada.
e) La persona en la que es habitual el DESPLACER tiene una
fisonomía seria, adusta y distante o indiferente; frunce
constantemente las cejas; tiene los extremos de la boca (comisuras)
hacia abajo; el lóbulo de la nariz cae, tapando los orificios, lo que
produce arrugas transversales en la caña de este órgano. El rostro
tiene una expresión de indiferencia o de dureza agresiva. Esta
dureza se la otorga la tendencia a cerrar, en forma apretada, los
labios, a fruncir o bajar las cejas adoptando una expresión amarga,
de disgusto, de desagrado, de repulsa. El culto a la fealdad, a la
49
suciedad y a los objetos repugnantes de ciertos artistas de la nueva
ola está en correlación con el desplacer, con el desagrado por los
métodos coactivos de la educación y de la sociedad, a la vez que
refleja en ellos un estado de regresión inconsciente a una etapa
infantil. La pasividad, el abandono de sí mismo y la suciedad, la
actitud contestataria, entre otras, son también las formas de
protesta, o de expresión de desagrado de algunos de nuestros
jóvenes.
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LOS COLORES Y SU INTERPRETACIÓN
1 - AZUL: Indica las cualidades psicológicas relacionadas con la
calma de espíritu, con el deseo de tranquilidad, con el gusto de las
cosas estables, claras y bien ordenadas. La elección de este color
como dominante indica la necesidad de expresión, de expansión, de
comunicación con el exterior y el predominio de juicios afectivos,
cualidades propias del tipo oral de Freud.
Este color influye positivamente en los siguientes órganos: en la
garganta, en la glándula tiroides, en los pulmones, en las cuerdas
vocales y en el aparato bronquial.
2 - VERDE: Refleja la tensión constante, la firmeza en las opiniones,
la resistencia a los cambios, la voluntad de perseverar en los objetos
deseados, la capacidad de amar y de darse a los demás y el deseo de
aumentar el propio valer. Influye en positivamente sobre el aparato
circulatorio, sobre el timo y sobre el sistema inmunológico y
endocrino.
3 - ROJO: Canaliza la energía en sentido activo (lucha por conseguir los
"objetivos deseados" y en vencer obstáculos y dificultades). Este color,
cuando es rechazado, representa la actitud de "huída", de repliegue o de
renuncia ante obstáculos, problemas o dificultades. Influye sobre la
base de la columna, los riñones y las glándulas supra-renales.
4 - AMARILLO: Desarrollo de la imaginación y la fantasía como
cámara de compensación de los problemas emocionales no resueltos
y de los "objetivos deseados" difíciles de alcanzar. Refleja la
personalidad expansiva, brillante y extravertida, la viveza intelectual,
la aspiración al goce en todas sus formas y el deseo de ser feliz.
Este color influye sobre el plexo solar y sobre la actividad del
estómago, del hígado (vesícula biliar), sobre el páncreas, el bazo y el
sistema nervioso vegetativo.
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5 - VIOLETA: Desarrollo de los sentimientos místicos o religiosos, de
las fantasías mágicas y de todo cuanto es de naturaleza fascinante o
espiritual. Tendencia a complacerse en lo irreal frecuentemente unida
al deseo de impresionar o de estar en posesión de méritos extraordinarios
para hacerse admirar, como si los deseos tuvieran que hacerse
realidad. Influye sobre las capas inferiores del cerebro, sobre los ojos
y los oídos y, a veces, sobre el olfato y las glándulas pituitaria y pineal.
6 - MARRÓN: Elegido, junto con el rojo, como color dominante,
expresa la necesidad de relación con el otro sexo, la necesidad de
satisfacciones sexuales apremiantes, de liberarse de problemas, de tener
hijos y encontrar un bienestar del que, actualmente, puede estar
desprovisto. Se ansía la comodidad y la seguridad, pero con un
poderoso impulso de sensualidad. La elección del marrón con el rojo
favorece la creatividad. El marrón, por sí solo, influye estimulando las
funciones sexuales en ambos sexos y el deseo de comodidad y
bienestar. Este color, rechazado (o ausente, en el caso de los pintores),
señala un fuerte individualismo y un rechazo riguroso de la
sexualidad y de la dependencia de un partenaire.
7 - NEGRO: Desarrolla la negación de la alegría de vivir, la no
participación, los conflictos e insatisfacciones de todo tipo. Influye
negativamente sobre todos los órganos controlados por el sistema
nervioso neurovegetativo (corazón, aparato digestivo, hígado,
páncreas, etc.) y sobre la sexualidad.
8 - GRIS: Expresa el deseo de encerrarse en sí mismo para sentirse
libre de ataduras, de compromisos o de las exigencias exteriores
impuestas por la sociedad. Posiblemente, algunas experiencias
desagradables, el exceso de timidez, cualquier estado de agotamiento
o de stress pueden inclinar al sujeto a la renuncia o desconexión de
toda clase de estímulos no gratos o incómodos. Puede defenderse de este
modo contra la depresión, contra el agotamiento o contra nuevas
frustraciones. Sea por la causa que fuere, el gris predominante representa
renuncia, deseo de protección y desconexión del mundo circundante.
El gris influye en forma de stress sobre el sistema nervioso y muscular
creando renuncia, desgana, deseo de soledad o de apartamiento.
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INTERPRETACIONES DE PERSONALIDAD
POR EL DIBUJO
EL TRAJE O VESTIDO Y LOS ORNAMENTOS EN EL TEST DEL
DIBUJO DE LA FIGURA HUMANA (DFH) DE MACHOVER
Un detalle importante en los DFH es el vestido o traje de las figuras.
Bajo el punto de vista práctico y social, el traje o vestido tiene dos
finalidades. Una es la de proteger al cuerpo contra los elementos
externos (frío, calor, rozaduras, pinchazos, etc.) y la otra consiste en
realzar la apariencia, destacar la propia figura, bien por vanidad o
narcisismo del cuerpo, bien por deseo de hacerse valer y respetar a
través de señales externas. Por esta razón, es relativamente poco
frecuente que, cuando se pide a un individuo que realice el dibujo de
una pareja humana, nos presente un desnudo. Generalmente, la
mayor parte de figuras tienen traje o llevan vestido más o menos
bien dibujado.
El modo cómo esté tratada la vestimenta puede resultar ampliamente
significativo, pero estudiemos, en primer lugar, los casos en que nos
presentan las figuras desnudas, sin ningún tipo de ropaje.
FIGURAS DESNUDAS
El problema de base que suelen tener muchos sujetos al comenzar la
prueba es si se les pide que dibujen la pareja humana vestida o
desnuda. Algunos suelen preguntarlo al examinador, reflejando con
esta pregunta, según la Dra. Romano, "una gran preocupación por su
propio cuerpo.
Nosotros hemos comprobado, en algunos casos, que la vacilación
inicial es propia de sujetos inseguros, faltos de confianza en sí mismos
y con gran sensibilización al fracaso.
53
Los desnudos, en general, tienen un carácter individualista, ausente de
prejuicios, enemigo de los convencionalismos sociales y con enormes
deseos de autenticidad, que pueden resultar excesivos, pues, al querer
evitar las formas artificiosas y represivas, que son válidas para la vida
social, la actitud puede resultar cínica, agresiva y peligrosamente
revolucionaria, es decir, puede tener la intención de atacar todos los
valores éticos sobre los que está montada la sociedad.
Esta interpretación, que era válida en los años en que yo la escribí,
ahora no es tan válida al haberse puesto de moda la exhibición del
cuerpo con la minifalda, el top-less, etc. Quizá la sociedad actual
intenta ser más libre, más auténtica y más sincera.
De todas maneras, según la armonía del dibujo y la descripción del
mismo en la historia sobre la pareja, se verá si se trata de un deseo
de autenticidad y de sinceridad moderado en el que se sublima el
cuerpo como expresión estética o mística, o si se trata de una
exhibición audaz de tipo narcisista, o de una actitud provocadora del
sujeto frente a la persona que analiza, principalmente si la analista
es mujer y el sujeto analizado intenta destacar los órganos sexuales
masculinos.
Los niños y los adolescentes casi nunca dibujan figuras desnudas,
quizá les falta ese apoyo social para definirse en el rol que les gustaría
desempeñar.
Los órganos genitales, especialmente los del varón, sólo aparecen en
sujetos con instintos primitivos o en esquizofrénicos. Rara vez los
vemos en adultos normales. Para algunos autores, no recientes, la
representación de los desnudos en los DFH está reñida con las normas
del decoro.
Nosotros hemos observado varios casos que contradicen esta afirmación.
Un desnudo estilizado, es decir, carente de exuberancias, de pliegues
por adiposidad o de posturas incitantes, no puede ser visto como
54
erotizante por personas normales. En cambio, determinadas ropas o la
manera de vestir a las figuras, pueden tener alto poder erotizante.
"Ciertos individuos con considerable tendencia "voyeurista" en su
inconsciente, pueden dibujar figuras desnudas idealizadas" (Machover).
Algunos niños pequeños con preocupaciones sexuales precoces
pueden dibujar figuras desnudas con los atributos genitales, o bien
dibujan sus monigotes con sombreros, anunciando la tensión de su
despertar fálico.
Los dibujos de figuras desnudas son frecuentes, dice la Dra. Romano,
en estudiantes de las Facultades de Bellas Artes. En este caso, se trata
de un grupo de individuos que se debe considerar aparte, desde el
punto de vista psicológico.
SIGNIFICADO DE LOS VESTIDOS Y ADORNOS EN LOS DFH
"Se ha discutido muchas veces -dice el Prof. Pellegrini- si los vestidos
tuvieron originariamente un carácter protector, sexual u ornamental".
El carácter protector habría sido un medio de defensa contra las
intemperie, los animales, las piedras, las púas o pinchos de las plantas,
etc. El carácter sexual obedecería a la necesidad de destacar
rotundamente al macho de la hembra. El carácter ornamental tendría,
como en la actualidad, la misión de "reclamo".
Como dice el Prof. Pellegrini, "para muchas mujeres el vestido no
esconde, sino que realza y magnifica los atractivos eróticos
femeninos, convirtiéndose en el más poderoso afrodisíaco".
Los vestidos femeninos tienen influencia excitante, si se insinúan
los senos, las nalgas y las piernas de una manera erotógena. Los
zapatos de tacón alto no sólo sobrealzan la figura, sino que dan
gracilidad y elegancia a las piernas y a los movimientos del cuerpo
al andar. Y no digamos lo que puede hacer un buen maquillaje y un
peinado atractivo del cabello. "Todo lo bueno es caro decía una
55
dama en una "boutique", hay vestidos más baratos, pero no son
bellos, no resaltan la figura".
En consecuencia: Todo adorno de la figura a través del vestido
expresa el gusto por la "representación social", el deseo de llamar la
atención, de atraer, de impresionar a los demás. Este deseo o
necesidad de "cultivar la fachada", de destacar el exterior del
cuerpo, de poner en relieve la personalidad externa, puede tener, y
sin duda tiene, un impacto favorable a la importancia personal, pero
detrás del escaparate externo puede esconderse, a veces, una actitud
poco noble, un deseo de "atrapar interés y dominar" y, a veces, un
gusano que se retuerce detrás de la "apariencia externa".
Hay muchas personas que necesitan compensar con adornos externos
del cuerpo, las lagunas que pueden tener en cualquier área social,
profesional o familiar. Y no hay duda que la imagen corporal se puede
transformar y mejorar recurriendo a la ropa, al maquillaje, a las joyas
u a otros adornos compensatorios, es decir, cambiando la imagen del
propio cuerpo.
Las personas que visten con mucho detalle o adornos los DFH
suelen tener tendencias narcísico-exhibicionistas más o menos
camufladas. El objetivo principal de algunas de estas personas,
tanto féminas como varones, es lograr, a través de la atracción del
cuerpo, del "sex-appeal", sea un gran tren de vida, sea satisfacer la
vanidad de sentirse importantes y destacar entre los demás y, a
veces, objetivos poco honestos. Este tipo de personas son
superficialmente sociables, pues su extraversión y sociabilidad está
únicamente motivada por un fuerte apetito de posesión y de
dominio de la voluntad de los demás y no por un verdadero interés
generoso.
El sujeto que cuida mucho de su cuerpo y de su imagen física rara vez
es altruista y generoso. Puede dar grandes propinas, interesarse
aparentemente por los otros, pero todo eso es una comedia para ganarse
el privilegio de ser atendido mejor que otros, dominar sobre su entorno
56
o, simplemente, para acallar complejos de culpabilidad a través de
obras sociales, como ocurre con algunas damas de la "alta sociedad".
RECARGAR LA ZONA MEDIA DE LAS FIGURAS
CON DETALLES O ADORNOS
Cuando se recarga la parte del tronco de las figuras, en sentido
vertical, añadiendo al vestido una hilera de botones, una corbata
llamativa, una cremallera o cualquier otro añadido, parece ser un
indicador de alguna preocupación por el propio cuerpo o por la
frecuente irrupción de sentimientos de insuficiencia relacionados con
esa zona. En algunos casos, dependencia materna.
La preocupación somática se evidencia aún más si la línea media
donde se colocan los adornos o detalles sobre el pecho y abdomen
presenta retoques. Algunos sujetos neuróticos de tipo obsesivo tienen
una preocupación excesiva por su vestimenta, la cual tiene que ser
perfectamente adecuada a la idea que ellos tienen de la misma, de otro
modo, se sienten sumamente incómodos o desdichados. "Lo que
realmente les preocupa a estos individuos -dice Fenichel-, no es su
vestimenta, sino su bienestar físico que lo proyectan sobre la
vestimenta. La vestimenta para estos individuos forma parte de su
imagen corporal".
Si las figuras están defectuosamente realizadas, desgarbadas, mal
equilibradas y con desproporciones u otras anomalías, será un
indicador de falta de madurez psicológica, entendiendo por inmadurez,
un posible retardo en el desarrollo intelectual y afectivo del sujeto,
generalmente debido a trastornos de tipo endocrino, como puede ser
una hipofunción de la hipófisis o de otras glándulas, por lo que los
patrones de conducta de estos individuos recuerdan la vida infantil.
UNA DE LAS FIGURAS MÁS TRABAJADA Y ADORNADA QUE LA OTRA
Cuando una de las figuras está mejor realizada, más cuidada en los
detalles que la otra, si se trata del DFH del mismo sexo que el autor o
autora del dibujo, es indicador que esta persona confía en su
57
capacidad de seducción y en la influencia que puede ejercer sobre el
sexo opuesto, en cuyo caso se sobrevalora frente a su partenaire, tanto
más si se trata de persona casada.
Puede ser también un indicador de la tendencia al narcisismo del
cuerpo, especie de psico infantilismo sexual donde el amor ha
quedado fijado en el propio sujeto.
A veces, ciertas personas miran con una especial ternura fotografías o
imágenes propias de tiempos pasados. En esta tendencia puede verse
la inclinación narcísica de tales personas que, como Narciso, viven
prendadas, enamoradas de su propia figura.
Cuando la figura que se cuida más es la del sexo contrario, puede
verse en ese signo la admiración que el sujeto siente por las personas
del sexo opuesto y tal vez el complejo de inferioridad que bloquea la
comunicación abierta con el sexo admirado. Si se trata de una mujer,
puede estar indicando lo mismo o que en su inconsciente desea ser
varón.
FIGURAS RECARGADAS CON TODA CLASE DE ADORNOS
O DETALLES
Hay sujetos que incluso hay que pedirles el dibujo porque no terminan
nunca en su excesivo afán de perfeccionamiento. Describen con gran
minuciosidad detalles del vestido, como pueden ser los botones, los
pliegues del vestido, los rasgos de la cara o de cualquier otra zona del
cuerpo que sea de su predilección. Este tipo de minuciosidad se da
frecuentemente en sujetos afectados por neurosis obsesivas que
tienden a una forma de ritual, especie de mecanismo mágico que
representa, para ellos, una defensa inconsciente de riesgos o peligros
para su Yo.
La reiteración de detalles en los DFH se presenta también en algunos
psicasténicos que temen dejar algo olvidado y se afanan por subsanar
ciertos detalles para que las figuras no queden incompletas. Hay otro
tipo de sujetos que hacen con amabilidad todo lo que se les pide y que
58
sienten placer por las tareas minuciosas y la repetición perfeccionista.
Son sujetos apegados a sus sentimientos, a sus deseos, a sus ideas,
como las garrapatas a un animal.
La técnica de la entrevista y la utilización de otras pruebas proyectivas
aclarará el sentido psicológico de estos DFH.
DIBUJOS DONDE SE VISTEN LAS FIGURAS CON ROPAS SENCILLAS
O SOBRIAS
Si las figuras tienen un tamaño reducido, suelen realizar este tipo de
dibujos los sujetos que reducen su campo de expansión o
comunicación social, es decir, los introvertidos, bien sea por tener un
impulso vital deficiente o contenido, o por sublimación de la libido en
intereses intelectuales, estéticos o espirituales. También puede ser un
indicador de que el sujeto se halla bajo la presión de sus lagunas
interiores o de algún complejo de inferioridad.
DIBUJO DE RAYAS EN LOS PANTALONES
Dentro de los detalles de la vestimenta, está el caso de aquellos
individuos que dibujan rayas, dobladillo o pretina a los pantalones.
Puede tratarse de un buen dibujante, si el resto de la figura ha sido
realizado con el mismo perfeccionamiento formal. El sujeto quiere
demostrar así su eficacia en su trabajo. Pero cuando el resto de la
figura no está en proporción con el perfeccionamiento que se quiere
dar a esta parte del traje, se puede deducir que el sujeto quiere destacar
sus cualidades masculinas en forma ostentosa (problemas profundos
en relación con su virilidad); o bien desea dar una buena imagen en el
amor, en el trabajo, en los deportes y en la vida social, si la figura no
es rígida y tiene movimiento.
DIBUJO DE CINTURONES EN LOS DFH
Los cinturones y el corte, mediante rayas, en la cintura, es la
expresión de una barrera fronteriza, de una división, que establece la
separación entre la zona digestiva y el emplazamiento de los órganos
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sexuales. Esta separación o "corte" puede deberse a muchas causas,
desde los simples pudores o represiones originados por principios
religiosos, hoy caducos, hasta la más cruel impotencia, o el deseo de
camuflar otras tendencias de tipo sexual que el sujeto piensa no serán
bien vistas. Lo cierto es que este signo representa un "corte", una
barrera, un impedimento y es necesario investigar, en cada caso, lo
que hay detrás del muro que oculta las causas conflictivas motivantes
de la escisión, del ocultamiento.
En los cinturones, aparecen a veces hebillas historiadas o de fantasía.
Estas hebillas representan elementos con significado social de tipo
convencional. Pero al ocupar la zona umbilical, pueden estar indicando
el deseo inconsciente de despegarse de la tutela de la madre.
DIBUJAR GUANTES EN LAS MANOS, ADORNOS EN EL PELO
O EN LOS ZAPATOS
Este tipo de adornos puede reflejar la tendencia al autocontrol, al
dominio de sí mismo, de los nervios y de los impactos emocionales de
cara al exterior. Los zapatos con lazos y, en general, toda especie de
aditamentos decorativos (guantes, horquillas, diademas, rosas en el
pelo, cabellos ondulados, etc.) son señales de control emocional o de
conducta elaborada.
Los guantes y los zapatos bien diseñados, por ejemplo, son un
indicador de que el sujeto es capaz de inhibir la agresividad de cara a
los ambientes sociales. Sin embargo, cuanto menos se controla el
encaje de las diversas partes de las figuras y su estructura es más
grotesca, más posibilidades hay que se rompa el autocontrol a la más
mínima contrariedad.
COLOCACIÓN DE SOMBREROS, BOLSOS, PENDIENTES, CORBATAS,
PIPAS Y OTROS ACCESORIOS EN LOS DFH
Cuando las mujeres dibujan en la figura de su propio sexo pendientes,
bolsos, peinetas y otros adornos, expresan con ello su femineidad, el
predominio del "ánima" en su comportamiento sexual y social. Si la
60
mujer coloca objetos masculinos en la figura del hombre y no coloca
elementos del "ánima" en su propia figura, puede evidenciar
predominio del "ánimus".
Si es el hombre el que viste a la mujer con elementos femeninos, o los
coloca en su propia figura, puede ser un reflejo de homosexualidad.
El narcisismo (fijación del amor en sí mismo) puede expresarse en
figuras desnudas o cuidadosamente vestidas y adornadas. Si la figura
correspondiente al concepto de sí mismo está desnuda y es objeto de
especial atención, el narcisismo coincidirá con un carácter
introvertido. Si la figura del propio sexo está cuidadosamente vestida
y adornada en el varón, este signo será indicador de un narcisismo
social o de indumentaria y el carácter tendrá una actitud vital
extravertida. Tanto un narcisismo como otro son peculiares en
individuos más o menos inmaduros e infantiles, egocéntricos y
exhibicionistas. "El exhibicionista -dice W. Reich- invita a otros a que
posean su cuerpo con la mirada. Es como un rodeo pasivo para llegar
a los mismos fines que el masoquismo".
DIBUJO DE LA CORBATA EN LOS DFH
La corbata es una de las prendas que, en la figura masculina, tiene un
acentuado significado sexual, del mismo modo que lo tiene el escote
en los DFH femeninos. En muchos casos, la corbata en los dibujos es
un medio para hacerse distinguir, para llamar la atención (coquetería
del macho), propio de algunos individuos que gustan hacer "su
reclamo". Por tanto, la corbata en los DFH no es sólo un adorno
expresivo de nivel social.
El dibujo de corbatas en las figuras suele presentarse con preferencia
en adolescentes como reflejo de su despertar sexual. Sin embargo se
puede presentar en todas las edades.
CORBATA PEQUEÑA
Puede ser un indicador de sentimientos reprimidos de inferioridad
orgánica. Es frecuente que en los individuos con preocupaciones
61
sexuales, éstas queden reflejadas en los DFH y con mayor
probabilidad en la corbata.
DIBUJO DE BOLSILLOS EN LOS DFH
Los bolsillos que se instalan en el área del vestido correspondiente al
tronco o próximos a la zona de los genitales, ya sea por su situación o
por su función de "guardar", de "ocultar", según algunos psicoanalistas,
es un claro simbolismo de la vagina femenina y presupone un indicio
de ciertas tendencias más o menos camufladas e inconscientes.
Como hemos dicho anteriormente, el tronco es, simbólicamente, el
receptorio o alojamiento que alberga las tendencias afectivas (región
del tórax) y el área de las caderas y los muslos el punto donde se
localiza el aparato genital. Por tanto, no nos debe extrañar que
diversos autores, empezando por la creadora del test, Dra. Karen
Machover, quieran ver en los bolsillos la tendencia a "esconder los
sentimientos" y ciertos complejos de culpabilidad, entre ellos, el
complejo de Edipo no liquidado, si los bolsillos se sitúan en el tórax
a la altura de los senos en la figura femenina.
Cuando los bolsillos van acompañados de una hilera de botones en
sentido vertical y en el centro del pecho, varios autores (Machover,
Andersen & Andersen, Hammer, Bell y otros) suelen ver un indicador
de vinculación y dependencia a la madre. Esta dependencia genera en
el adulto la inclinación a estar siempre buscando ayuda y apoyo de
otras personas para tomar decisiones, para llevar a cabo alguna acción
o para mantener su seguridad económica.
En ciertos casos extremos, la dependencia es oral, es decir, el sujeto
vive inconscientemente el deseo de volver a los brazos maternos con
la boca aferrada al pezón, no ya como fuente de satisfacción intensa,
sino como deseo de recuperar la seguridad, de sentirse protegido y
exento de todo peligro, daño o riesgo (tendencia a la regresión).
Cuando las figuras han sido realizadas por un sujeto que demuestra
mucha habilidad como dibujante, este signo puede adquirir un
62
significado especial. Algunos individuos intentan disimular su
torpeza saliendo del paso con bolsillos mal trazados, desnivelados,
en vez de dibujar los relieves correspondientes a los senos
femeninos.
LOS BOLSILLOS DIBUJADOS POR ADOLESCENTES VARONES
En la edad crítica, cuando los adolescentes pasan de niños a adultos y
los órganos reproductores son capaces de funcionar, habiéndose
desarrollado los caracteres secundarios, por ejemplo, el vello axilar,
acontecimiento biológico que suele producirse alrededor de los 14 años
en el varón y a los doce o trece en la mujer, aunque, en ciertos casos
hay desarrollos precoces y tardíos, normalmente, en esta "edad
crítica", se producen cambios mentales y emocionales muy sutiles.
Este es el período en que se liquida el complejo de Edipo y donde el
objeto de amor ya no es la madre, en el varón, ni el padre en la mujer.
El varón se desvincula de la madre y la fémina del padre, orientando,
su deseo de amor, su libido, en personas del otro sexo.
Este cambio, seguido de rarezas de carácter, rebeldía, atraso en los
estudios, etc. es tanto más acusado cuanta mayor es la función y
mayor el tamaño de la glándula pituitaria y de las glándulas sexuales.
Durante este período de pubescencia o "edad crítica", no son raros los
fenómenos de la ambivalencia, decir, la inclinación por un lado hacia
el antiguo "objeto" de amor (la madre o el padre) y, por otro, hacia
compañeros o "ídolos" del sexo opuesto. Es entonces cuando se
producen fenómenos de conducta que alarman a los padres, por
ejemplo, situaciones de rebeldía, malos resultados en los estudios,
rarezas de carácter, etc. Y es que los muchachos y muchachas se
hallan en estado de lucha entre impulsos de aceptación y rechazo, de
afirmación y negación, de amor y odio, etc. y en esta lucha interna se
gasta mucha energía.
Los anhelos de virilidad en el varón y las ansias de ser mujer en la
fémina, entran en conflicto con la dependencia materna o paterna, o
con las dos a la vez.
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Los padres se quejan de la rebeldía de sus hijos, especialmente la
madre. Y los hijos se quejan amargamente de las imposiciones y de la
intransigencia de los padres, que no admiten su deseo de "ser libres",
de ser "independientes" y regirse por sí mismos, entre otras cosas,
porque los hijos, a esa edad, no tienen la experiencia y los medios
suficientes para reclamar aquello que les va a permitir "crecer" y
sentirse adultos.
Estos "conflictos generacionales" suelen verse con mucha frecuencia
en el dibujo de los DFH de los adolescentes y en el dibujo de bolsillos,
entre otros detalles de las figuras.
Cuando los bolsillos son grandes, los problemas de desadaptación y
los conflictos sexuales pueden ser importantes, principalmente si los
bolsillos se ubican en los pantalones. Los bolsillos grandes, por el
hecho de ser un recipiente donde se puede esconder u ocultar algo y
su simbolismo sexual, son a menudo un indicador de grandes
sentimientos de culpabilidad, por ejemplo, de represión de deseos
incestuosos. Los complejos de culpabilidad inconscientes, se
manifiestan en el hecho de querer esconder u ocultar los
enfrentamientos de amor y de odio, de identificación y rechazo, de
atracción y repulsión hacia una misma persona. Esta persona, puede
ser el padre, el hermano mayor, el profesor o el jefe.
Este estado de ambivalencia en los afectos puede producir deterioros
en la personalidad o desintegración de tipo esquizoide, debido a los
fuertes gastos de energía en luchas interiores. La ocultación de estas
tensiones psíquicas no es nunca favorable para la salud de ningún
individuo.
BOLSILLOS UBICADOS EN EL ÁREA DE LOS SENOS
EN DFH FEMENINOS
Indican, según algunos autores, privación oral y afectiva. El sujeto
puede indicar en este signo la frustración infantil del "complejo de
destete" (retirada de la leche materna antes del tiempo normal), lo que
convierte el pecho femenino, como los bolsillos, en un órgano
receptor simbólico.
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Según sean tratados los bolsillos, éstos pueden ser un indicador de
una agresión inconsciente a la mujer o a la imago de la madre; o
puede indicar la identificación psico sexual con ella (complejo de
Edipo).
En algunos casos, los bolsillos pueden representar, simbólicamente,
la vagina, por lo que, si el dibujo de la figura femenina es de un varón,
las tendencias homosexuales pueden estar latentes.
LOS BOTONES EN EL TRAJE O EN EL VESTIDO
Los botones tienen la misión de "abrochar", de "cerrar" o "tapar" a la
vista algo que se quiere ocultar. No es extraño, pues, que se les dé
interpretaciones tales como: "inseguridad", "preocupación por algo
interno", "ocultación de conflictos o de complejos", etc.
BOTONES EN EL ÁREA DE LOS PEZONES O DEL OMBLIGO
Cuando los realiza un varón, son un indicador de cierta dependencia
de la madre o de necesidad de protección. El sujeto no sabe ir solo por
la vida, tiene necesidad de apoyos y de protección. Sin embargo, el
deseo de mendigar aprecio, el egoísmo y egocentrismo, puede inclinar
a estos sujetos a la idea de tener sólo triunfos en la vida, a beneficiarse
de todas las ventajas, pero sin ningún inconveniente.
Muchos de estos sujetos, acostumbrados a los sobresalientes y a las
matrículas de honor para merecer la aprobación y elogio de los
padres, se sienten humillados, derrotados y desvalidos, si en la lucha
por la vida no logran los mismos sobresalientes a que están
habituados. Y es que, dominar los libros, aprender teorías, es para
estos sujetos mucho más fácil que dominar la vida práctica y luchar
con obstáculos, dificultades y situaciones difíciles llegadas de nuestro
entorno.
Este tipo de individuos necesitan el apoyo y protección de las
personas de su entorno, pues se sienten inseguros fuera de su tarea y
ambiente habitual. Esperan en todo momento la ayuda de los demás y
65
se sienten amargamente decepcionados si esa ayuda no les llega a la
hora y en la forma deseada. Cualquier aparente rechazo o desaire
hiere en extremo su "delicada sensibilidad".
BOTONES EN DIBUJOS MAL LATERALIZADOS
Cuando los botones coinciden en figuras donde un lado es distinto
del otro, sea en tamaño o forma de estar dibujado (lateralizaciones),
casi siempre son un indicador de ajuste imperfecto o defectuoso a la
realidad. Posiblemente, este desajuste es debido a impulsos vitales
frustrados. Estos individuos, como diría el Prof. Mira y López,
"aparentando un anhelo de perfección, casi nunca alcanzable en la
práctica, se vuelven escrupulosos y su conducta lleva el sello
paralizante del miedo". El sentimiento de impotencia sexual o el
temor a dejar en entredicho la propia virilidad, les predispone a
estados frecuentes de ansiedad. Lo que asusta a tales sujetos, no es
hacer las cosas mal, sino quedar mal ante los demás. Este signo se
observa frecuentemente en sujetos zurdos contrariados.
BOTONES EN LA LÍNEA MEDIA DEL CUERPO
Varios autores han relacionado este signo con tendencias
hipocondríacas, es decir, con la tendencia neurótica a estar
observando constantemente el propio cuerpo en una preocupación
ansiosa por la salud. El sujeto quiere ser considerado como enfermo y
con este reclamo de atenciones, tanto de los médicos, como de los
familiares y amigos, intenta evadirse de sus responsabilidades sin
ningún sentimiento de culpabilidad y, como "persona enferma",
beneficiarse de los atentos cuidados e interés que deben dispensarle
los demás.
BOTONES DIBUJADOS EN EL PUÑO DE LA CAMISA
O EN OTRAS ÁREAS, NORMALMENTE POCO VISIBLES
Se ha relacionado este signo con tendencias obsesivo compulsivas,
principalmente si va seguido de arrugas o pliegues en la ropa, de
bolsillos, adornos y cordones en los zapatos. El sujeto obsesivo
66
compulsivo es víctima de pensamientos persistentes y periódicos,
ligados a preocupaciones ansiosas que acosan la conciencia, con ideas
absurdas, sin que ésta pueda hacer nada por impedirlo. Cuando la
obsesión se presenta, el sujeto se siente esclavizado por ella, a pesar
de reconocer, conscientemente, lo desacertado, despreciable o
incongruente de su presencia.
RESUMEN SOBRE EL SIGNIFICADO DEL VESTIDO EN LAS FIGURAS
Normalmente, el vestido dibujado en las figuras significa lo mismo
que en las personas reales. El vestido, no sólo sirve para cubrir el
cuerpo con decoro y resguardarlo de los accidentes externos y de las
inclemencias del tiempo, sino que se aprovecha también, en muchos
casos, para representar el "status" o importancia social que se tiene o
se desearía tener.
La mujer, y algunos hombres, emplean también el traje o vestido
para distinguirse, para destacar sobre los demás. La elegancia es un
buen medio de captación y seducción y, a la vez, suele ser también
un medio de "poder y de dominación, un reclamo a la importancia
personal.
El vestido, pues, es como la "fachada de la personalidad", como
la carta de presentación que jugamos en el exterior para hacernos
valorar y admirar (también el hombre tiene su vanidad y su
coquetería). El arropamiento del cuerpo con trajes o vestidos más
o menos lujosos, no sólo representa lo que cada persona "quiere
ser" ante los demás, la apariencia o modo cómo queremos ser
vistos, sino que oculta también muchas veces las cicatrices,
defectos y minusvalías del cuerpo, del mismo modo que los
maquillajes y la cirugía estética ocultan las arrugas y las edades
en la mujer.
Ciertos vestidos femeninos están destinados, y hoy más que nunca, a
ejercer una influencia erotizante (grandes escotes, minifaldas,
aberturas de las piernas por los laterales hasta las caderas, senos muy
67
ajustados y erectos, gracias a la cirugía estética o a sujetadores
especiales, etc.).
Citamos, a este propósito lo que dice el psicólogo norteamericano
Wirdwistell: «Algunas mujeres están siempre ocupadas en emitir
señales constantes que indican de manera insistente el mismo slogan:
"soy una mujer... soy una mujer... soy una mujer", que no exige nada
del hombre que está a su lado, excepto su total atención. Estas mujeres
están tan enfrascadas en el desempeño de su papel, que no tienen
ningún interés real en sus compañeros. Y los hombres que las rodean
están allí porque, en realidad, no les interesan las mujeres y
consideran que es el lugar más seguro de la reunión. En cambio, las
mujeres realmente sexuales pueden estar apartadas a un lado y con
aspecto poco interesante, pero cuando hablan con un hombre que les
gusta, su rostro se ilumina y hasta la postura de su cuerpo cambia y el
hombre que está con ella siente de alguna manera que él la ha hecho
hermosa».
El dibujo del traje o del vestido, cuando expresa el deseo de aparentar
socialmente, conviene fijar la atención, si el dibujo es de un varón, en
el modo de tratar la americana y en el adorno de las partes altas del
traje. Si se trata de una fémina, lo mismo, pues son estas zonas altas
del cuerpo las que reciben más atención cuando el sujeto quiere poner
su Yo en valor.
En cuanto a ciertas particularidades del ropaje, como pueden ser la
corbata, los botones, los bolsillos, los cinturones, etc., es algo
aventurado buscar interpretaciones a estos detalles siguiendo
únicamente su simbolismo psicoanalítico. Hay que tener en cuenta el
conjunto de signos, lo que expresa la figura completa y el resto de
pruebas aplicadas.
El perfil del ejemplo que incluimos a continuación es el siguiente:
Fémina, 21 años, valenciana. Estudiante F.P. 2º
C.I. (cociente de inteligencia): 92 (media: 98-102)
Prueba de cálculo: 7 (media: 12)
68
Escritura con poca presión y desigual en espesor y relieve, redonda,
con inclinación invertida y oscilante, desligada y con fragmentaciones
entre el óvalo y el hampa de las "d", descendente, extensa, vacilante
y con coligamento variable (mezcla de arcos, guirnaldas y
movimientos serpentinos). Altura media que va reduciéndose
progresivamente, etc.
Los DFH presentan variados adornos en la vestimenta de los
personajes, tales como el pliegue de la falda, el collar, el bolso, los
lazos de los zapatos, etc. en la figura femenina. En la figura
masculina, la corbata, el cinturón con hebilla, los lazos en los
zapatos y el forro de los bolsillos del pantalón saliendo al exterior
en forma de pene.
69
70
PELIGRO DE PROYECCION EN LAS
INTERPRETACIONES
Uno de los peligros más corrientes que tiene el grafoanalista es el de
proyectar, en sus interpretaciones, vivencias infantiles o procesos
inconscientes, al dejarse "impactar" por determinados grafismos. El
impacto puede provocar vivencias positivas o negativas que el
grafoanalista puede colocar sobre el autor del grafismo que analiza.
Este fenómeno de "transferencia" es mucho más frecuente en los
grafólogos que no utilizan un sistema de valoración objetiva, como la
grafometría y la grafoestadística de los auténticamente- llamados
"grafoanalistas" (sea utilizando el Método Vels o cualquier otro que
mida el grafismo con cifras objetivas). Por esta razón, es difícil que el
grafológo que se guía exclusivamente por "impactos" pueda escapar
al difícil problema de la "proyección" que, en muchos casos, deriva
hacia las interpretaciones de tipo "mágico".
A lo largo de mi experiencia y examinando estudios realizados por
algunos profesionales, y sobre todo por mis alumnos, he podido
comprobar que muchos conflictos infantiles, sin resolver, eran
proyectados sobre los autores de los grafismos analizados.
Toda interpretaci6n grafológica o grafoanalítica consiste en hacer
conscientes y pasar al lenguaje común los significados inconscientes
de los signos gráficos.
Para que una interpretaci6n sea objetiva y eficaz, se requiere lo
siguiente: disponer de los datos esencia- les de la persona a analizar
(edad, Sexo, estado civil, profesión, etc.), asegurarse que el escrito o
escritos son recientes y válidos para ese fin. En mi caso, utilizo un
cuestionario especialmente concebido para recoger el currículum de
cada sujeto y su historial profesional, pero, además, dentro de la
batería de tests, incluyo al menos dos pruebas proyectivas gráficas en
71
las que cada individuo testado deja "sueltos", sin excesivo control
regulador, los impulsos motores de la onda gráfica cuando relata las
historias sobre los dibujos realizados; De este modo, podemos
conocer su "imagen guía", el modo como el sujeto quiere que los
demás le vean (parte del texto más controlada), y la imagen auténtica,
sin controlo inhibiciones (en el texto de las historias o comentarios a
los dibujos).
Pero no basta con disponer de unos escritos adecuados, de unos datos
precisos sobre el sujeto a analizar y con utilizar un sistema de análisis
que someta los signos gráficos a mediciones objetivas y que nos
facilite unos porcentajes sobre su nivel de extraversión-introversión,
sus funciones psíquicas predominantes, su nivel de emotividad, de
actividad, etc. (porcentajes que facilita el Método Vels de
Grafoanálisis). Hay que evitar proyectar nuestros conflictos, sean
recientes, actuales o infantiles, sobre aquellos signos gráficos que
analizamos. Tenemos que evitar que el "paciente autor'" del grafismo
que estamos estudiando se quede con todo lo malo que nosotros nos
despojamos y que se lo arrojamos, mientras nosotros nos quedamos
tan tranquilos, por habernos descargado de un lastre, que no
deseamos.
¿Cómo podemos evitar el fenómeno de la "transferencia'" o
"proyección de nuestras propias vivencias" en las interpretaciones?
Haciéndonos un autoanálisis o psicoanalizándonos para evitar que
nuestros propios negativismos los "transfiramos" o proyectemos
sobre otros. En este sentido, me permito recomendar unas cuantas
obras de interés general: Ana-Freud "El yo y los mecanismos de
defensa", Rogers "El proceso de convertirse en persona", Karen
Horney "El autoanálisis".
Tanto FREUD como sus seguidores (Jung, Sullyvan, Fromm, Reich,
etc.), han publicado extensos trabajos sobre el fenómeno de la
proyección y la transferencia. Es recomendable que profundicemos
sobre este tema. Cuando tenemos que pasar a la interpretación de
cualquier grafismo, si verdaderamente somos conscientes del riesgo
72
que representa, por ejemplo, describir las cualidades caracterológicas
de otro en estado represivo, o cuando tenemos un conflicto emocional
sin resolver, es preferible no hacerlo, sobre todo si verdaderamente
nos sentimos responsables del daño que podemos hacer proyectando
lo "malo" que tenemos sobre la personalidad de un semejante. Es
injusto, y poco científico, proyectar, inconscientemente, nuestras
propias vivencias y conflictos, tanto más, cuanto que son "estados no
aceptados" que, normalmente, arrojamos de nosotros agresivamente.
Nuestro código deontológico y nuestra responsabilidad moral nos
debe guiar en todo momento, si no queremos caer en el riesgo de ser
injustos, destructivos o inhumanos, a la hora de hacer un
psicodiagnóstico. Estamos obligados a ser buenos profesionales y a
considerar que nuestra misión no debe ser nunca "destructiva", sino
de ayuda.
73
74
LA AMBIVALENCIA
Éste es un tema difícil, que no siempre han desarrollado los
psicólogos con suficiente extensión. En síntesis, la ambivalencia
supone la existencia, en la psique o en la mente, de dos afectos o
apreciaciones, generalmente contradictorios, que apuntan en
direcciones o fines contrarios o antagónicos.
Cuando una madre, ante la trastada de un hijo, le grita con
fiereza:"¡Te mataría!"... o la misma madre, ante la satisfacción que
siente por su bebé, expresa su contento con una exclamación como
"¡Te comería!"... estamos asistiendo a dos estados de ánimo y de
conciencia distintos. En el primer caso, la madre se siente presa de
una contrariedad que despierta, momentáneamente, un sentimiento de
odio hacia el hijo. No lo mataría, ni le haría nada porque quiere al hijo
y lo ama con pasión de madre. En el segundo caso, esta expresión
canibalesca es sólo una explosión de amor, de placer, de satisfacción,
derivada de la etapa oral de la madre, etapa en la que el neonato
devora todo lo que encuentra a su alcance para satisfacer el placer de
su instinto nutricio. El sujeto de tipo oral, como esta madre, tiende a
gozar de lo que le agrada y a abandonar o evadirse de lo que no le
agrada (necesidades de amor, de ternura, de consideraciones y de
estima). Lo contrario que en el tipo "anal", que resiste lo que le
desagrada y se coloca una especie de armadura o rigidez muscular
(Reich), para protegerse contra los estímulos externos o internos
desagradables. En ambos tipos de personalidad, la ambivalencia tiene
distinto origen y significado
Ambos casos son reacciones destructivas ambivalentes, una especie
de regreso del Yo al Ello, pero una de ellas, la primera, despierta un
instinto de agresión, de odio, y la otra un instinto de introyección o
incorporación al Yo (canibalismo psíquico) del bebé y de sus encantos
irresistibles.
75
Para comprender mejor la ambivalencia, haremos mención a la ley
descubierta por Jung, según la cual, cuando la conciencia se carga
energéticamente en una actitud excesiva, en el inconsciente aparece
otra sobrecarga en sentido opuesto. Esto aclara el porqué son tan
fieros el amor y los odios entre padres e hijos, entre los componentes
de la pareja o entre personas que han mantenido o mantienen
estrechas relaciones de amistad.
Los sentimientos de ambivalencia justifican en los matrimonios las
separaciones y divorcios, pero también justifican el por qué muchos
de estos matrimonios, una vez divorciados o separados, se tratan con
cierto afecto, mantienen la amistad o se vuelven a casar de nuevo.
Y es que, aunque el Yo haya sido en muchos de estos casos invadido
por el Ello (sentimientos de odio destructivos), cuando se atenúan
o desaparecen los motivos de frustración causantes de la rotura
de relaciones, el Yo recobra de nuevo parte de sus antiguos
sentimientos de amor hacia su ex-pareja.
Por ejemplo, cualquiera de los elementos de una pareja que se sienta
frustrado por el comportamiento, no esperado, de su "partenaire" sufre
los efectos de la frustración. Cuando un padre exige de su hijo una
disciplina, que para este último es inaceptable y vejatoria, se produce
una frustración que puede generar el odio y la rebeldía superpuestos
al respeto y al amor.
La ambivalencia, pues, gira siempre en torno a la frustración. Hay
tantos tipos de ambivalencia como tipos de frustración. Esta última
puede referirse, por ejemplo, a frustraciones biológicas (ser cojo,
tuerto, débil, enfermo, impotente sexual, etc.); a frustraciones
sociales (ser hijo de barrendero, gitano, negro, estar en paro, etc.);
a frustraciones personales (ver que otro ocupa un puesto de trabajo
que cree que le corresponde a él; saber que un nuevo empleado
tiene mejor remuneración haciendo el mismo trabajo; estar dolido
porque el Director no cumple determinadas promesas; tener como
Jefe a otro que sabe del trabajo mucho menos, pero cobra mucho
más; que se elija como presidente de una entidad al peor enemigo,
76
etc.); a frustraciones intelectuales, como pueden ser las del escritor
que le rechazan una obra; el suspenso inmerecido de una
asignatura; una crítica excesivamente injusta sobre cualquier
trabajo intelectual, etc.
Todos los casos anteriores producen sentimientos de ambivalencia.
Tomemos, por ejemplo, la frustración de un enfermo. La impotencia
que produce padecer una enfermedad, o la del anciano, cuya vejez le
margina de determinadas actividades placenteras, genera un
descontento en el que se alternan actitudes agresivas con otras de
amor o tolerancia, según los momentos y la manera como se presentan
las necesidades. La impotencia frente a los deseos y las necesidades
crea un estado de insatisfacción más o menos permanente que genera
agresividad. El viejo o el enfermo proyectan sobre las personas de su
entorno un tipo de agresividad que debiera ir dirigida hacia sí mismos
a causa de la frustración.
Otro tipo de ambivalencia es aquél de la muchacha que quiere
ingresar en la Guardia Civil. Sus padres lo consienten a regañadientes,
a causa del peligro que tiene esta profesión. Ella sabe que tiene
suficientes cualidades y estudios para aprobar el ingreso, pero no sabe
si debe o no debe intentarlo. Se siente indecisa a causa de que hay
unos aspectos de esta profesión que le atraen y otros que le disgustan.
Está ante un conflicto, ante una ambivalencia.
Ante el conflicto generado por la ambivalencia, podemos tomar según Rosenzweig, autor del test de las frustraciones- tres tipos de
actitud: al entrar en mi coche, mi pierna roza con el ángulo inferior
saliente de la chapa de la puerta y me hago una herida. Si
exclamo:"¡que estúpido soy, otra vez tendré más cuidado!", esta
reacción la llamaría Rosenzweig "vivencia del obstáculo".
Si a continuación de sentirme el daño, doy un portazo como descarga
a mi enfado, el mencionado autor considera esta reacción como
"ataque o agresión al obstáculo".
77
Si después del golpe lo que hago es llevar el coche al planchista para
que suavice el ánguo causante de la herida y pueda evitar que el
accidente se repita, la respuesta es de "adaptación".
Las respuestas de "vivencia del obstáculo" son propias de personas
algo atolondradas, más bien cobardes, poco decididas o poco
inteligentes. No hacen nada por arreglar las causas que motivan los
pequeños o grandes incidentes.
Las respuestas referidas al "ataque o agresión al obstáculo"
corresponden a personas que tampoco hacen nada por resolver los
incidentes, los obstáculos o problemas. Se enfadan ante cualquier
fallo o fracaso, pero no buscan ningún remedio para que ese algo no
vuelva a ocurrir.
Finalmente, las respuestas de "adaptación" revelan el equilibrio
emocional, la inteligencia madura, la sensatez y una relación
relativamente natural, fácil y elástica con el ambiente exterior. En este
caso, no hay ambivalencia, no hay frustración, pues existe una
armonía entre los contrarios de la psique, entre lo consciente e
inconsciente y entre los elementos masculino y femenino (animaanimus), el uno agrsivo (animus) y el otro complaciente y seductor
(anima).
Por esta razón, los sujetos extravertidos por el sentimiento y los de
"carácter oral" son más adaptativos a causa de su flexibilidad y de su
emotividad, menos intensiva, más panorámica, más sociable y
expansiva. Cuando en estos individuos se produce una verdadera
frustración, se produce en ellos una recesión o retroceso ante la
realidad, cuya salida es un refugio en la fantasía (estado maníaco) o
en la depresión.
En los sujetos masoquistas, muy sensibles al entorno, la frustración
genera un retiro hacia la "soledad melancólica" (Lowen), en la cual
viven sus estados de ansiedad y ambivalencia.
78
Los sujetos con coraza o armadura, los rígidos de carácter de Reich
y Lowen, son individuos que han constituido un compromiso entre
los impulsos instintivos y muy especialmente las exigencias
genitales y las fuerzas del Yo que pretenden dirigir, organizar,
postergar o bloquear estos impulsos. Este control o dominio rígido
de las pulsiones instintivas se organiza en defensa de los peligros
que ven estos sujetos en la satisfacción instintiva. La ambivalencia,
en estos casos, se produce de manera diferente a la de los tipos de
"carácter oral". Mientras que en los sujetos de sentimiento
extravertido o carácter oral, las frustraciones o estados de
ambivalencia les hace apartarse de las circunstancias, hechos o
personas que los provocan, los sujetos de carácter rígido mantienen
la relación o contacto con las personas, hechos o situaciones que
motivan la frustración. Este modo de reacción hace que estos sujetos
se pongan aún más tensos y reaccionen según el grado IVb y V de
tensión-dureza de Pophal.
Muchos otros casos de ambivalencia son descritos por el Dr. Otto
Fenichel en su obra Teoría psicoanalítica de las neurosis, como, por
ejemplo, la ambivalencia de la niña frente a la madre, la ambivalencia
y la necesidad de compañero, la ambivalencia y el aislamiento, la
ambivalencia en las neurosis obsesivas, en la ninfomanía, en el
altruismo, en la homosexualidad masculina, en la sumisión, en la
depresión y un largo etc.
¿Cómo se observa la ambivalencia en el grafismo? Sencillamente, por
los contrastes de la onda gráfica en todos los aspectos y subaspectos
del grafismo y, esencialmente, en los contrastes de la zona media. Las
escrituras-tipo "discordantes" son, en este sentido, muy significativas
Casos de ambivalencia, con mayor o menor intensidad, podemos
observarlos en las figuras 27, 29, 30, 31, 36, 37, 41, 42, 49, etc. de mi
Diccionario de Grafología y de términos psicológicos afines.
En la figura 27, la neurosis del sujeto se compensa con una actividad a
"tope". No hay mejor medio para curar los conflictos y las
preocupaciones que optar por una actividad intensiva que no deje tiempo
79
libre para ocupar el pensamiento en los propios complejos o problemas.
Un problema o preocupación que no se alimenta por medio de la "rumia
imaginativa" es algo que existe, pero que, normalmente, no crea malestar.
En el caso de la figura 29, el sujeto sublima sus conflictos internos a
través del ejercicio intelectual. Se trata de un guionista de cine muy
conocido en los medios del séptimo arte.
La figura 30 refleja un tipo de personalidad "oral" que, mediante ciertas
reacciones histeroides, logra evadir los conflictos y evitar la ansiedad que
toda frustración o ambivalencia produce.
La figura 31 es representativa de un tipo "anal" que responde a las
características del tipo, según Freud, tenacidad, escrupulosidad, orden,
avaricia (placer de poseer y de retener) etc. La rigidez, la incapacidad del
sujeto para renunciar a sus hábitos de percepción y pensamiento
(Eysenck) hace que el sujeto mantenga sus contactos con las situaciones
o las personas que motivan sus frustraciones o ambivalencias.
Podríamos seguir los ejemplos hasta la saciedad, pero creo que debo
dejar sitio en el Boletín para que otros colegas expongan otros temas de
interés general.
80
MECANISMOS DE DEFENSA Y ESCRITURA TIPO
“COMPENSADA”
Recuerdo haber oído que el Dr. Marañón decía a los estudiantes del
último curso de medicina, que había que tener en cuenta que, en
muchos casos,. determinadas enfermedades eran una defensa del
organismo frente a otras más peligrosas para la salud del paciente.
Lo mismo podría decirse en el grafismo con determinados signos
débiles y con la frecuencia de algunos signos de inhibición, que
muchas veces podemos interpretar inadecuadamente.
Por la forma como se canaliza la energía psíquica, sabemos,. por
ejemplo,- que el puñetazo que alguien dirigiría a la nariz del Jefe, se
descarga a posteriori sobre la propia mesa; que el temor a "sentirse
en ridículo", "postergado" o "desplazado", inclina al tímido (que al
fin y al cabo es un orgulloso interno) a rechazar las reuniones
sociales donde él "no pinta nada",. aunque sea insistentemente
invitado. Sabemos también que el mismo "afán de poder" de ciertos
políticos y de otros que no lo son,. no es más que una actitud de
defensa contra el miedo de la inferioridad, de no ser nadie, de no
sentirse nadie.
Ciertamente, los mecanismos compensatorios son sanos, si nuestras
actitudes no son excesivas,. pues si compensamos,. o queremos
compensar,. excesivamente nuestras lagunas, nuestros temores o
deficiencias personales, caemos en la neurosis.
Por eso es necesario vigilar con cuidado la forma como el sujeto, en
cada caso, compensa o intenta compensar o supercompensar sus
temores o deficiencias personales, su inferioridad, sus pulsiones o
instintos rechazados.
81
Es raro el grafismo que no presenta signos de compensación más o
menos armónicos o inarmónicos. Vamos a ver algunos casos:
La hipertrofia dimensional, o desarrollo excesivo de las dimensiones,
de la firma, desde la figura 1 a la 9, pone en relieve la "importancia
del Yo", el deseo de estas personas de mantener una superioridad, de
que el mundo gire a sus pies y de que las cosas sean únicamente como
ellas las ven. Esta hipertrofia o inflación de la propia opinión y del
propio valer no se ve por igual en todos estos grafismos. En unos
casos se acentúa más que en otros, según el volumen de los
inflamientos y sobrealzamientos de las letras. Y, en estos ejemplos,
todas las letras son significativas, pues corresponden a la imagen
interna que cada sujeto tiene de sí mismo, es decir, al nivel del
sentimiento autoestimativo y al lugar que cada sujeto desea ocupar.
Si consideramos que la compensación, bajo el punto de vista
psicoanalítico, es un mecanismo de defensa que tiene como objeto
una autorregulación psíquica, es decir, una búsqueda de equilibrio;
cuando se excede, el equilibrio desaparece y la compensación toma
vía neurótica. Esta vía conduce a esas inquietudes extremas, a ese
miedo irracional que oprime el ánimo y produce la angustia y da lugar
a reacciones desproporcionadas con el motivo que las provoca, ya que
estas personas se sienten extremada- mente sensibilizadas ante
cualquier pequeña cosa que las contraríe, respondiendo con una
brusca agresividad a todo cuanto obstaculiza o frustra sus deseos.
Para aclarar este aspecto psicológico sobre esas firmas, podríamos
decir que "cada palabra escrita es el representación mental de una idea
o de una cosa". Cuando alguien escribe, se limita a pasar a un espacio
libre (en este caso el papel) la imagen que él tiene de esa cosa o idea.
En el caso de la firma, la idea es la propia "autoimagen", la imagen de
sí mismo, trasladada al papel.
Sabemos por la teoría de la Grafología Emocional, que en Madrid
tiene uno de sus más preclaros cultivadores -me refiero a D. José
82
Permuy-, que cuanta más carga afectiva tiene una palabra, si esta
carga es positiva, tiende a aumentar la onda gráfica, el grafismo
crece de volumen. Si la carga es negativa -y es negativa cuando la
palabra escrita roza complejos o representa, inconscientemente, algo
dañino o perjudicial para el Yo-, entonces disminuye el volumen, se
altera la continuidad de la cohesión con inhibiciones e incluso se
pueden producir retoques, olvido de letras, tachaduras, descensos en
escalera, etc.
En los casos que presentamos, salvo raras excepciones en los que hay
algún equilibrio, por ejemplo en Gracia de Mónaco, en Sylvie Vartan
(fig. 6 Y 8), en las demás firmas la inflación del Yo es evidente. En todas
ellas hay una tendencia excesiva a la supercompensación, es decir, falla la
autorregulación, se produce un desequilibrio.
Si aplicamos en estos casos la ley descubierta por Jung según la cual
"cuando la conciencia toma una actitud excesiva en un sentido, en el
inconsciente presiona con la misma fuerza el signo contrario, la
actitud contraria"; veremos, entonces, que todas estas personas
viven bajo la angustia neurótica de una búsqueda constante de
superioridad. Y esta búsqueda constante no es más que el temor a
encontrarse de frente con los sentimientos latentes de inferioridad.
Esto justifica la forma como reaccionan cuando algo o alguien
intercepta u obstaculiza algún deseo en estas personas, alguna idea
o capricho.
Los mecanismos de defensa o de regulación de la energía psíquica muy bien estudiados por el Dr. Carlos Ramos- son modos con que el
Yo de cada persona procura defenderse o protegerse contra
ansiedades, culpabilidades, desagrados, desprestigios o peligros para
el Yo, que pueden provenir del ambiente.
Como sabemos, nuestra censura interna se encarga de rechazar al
inconsciente todos aquellos impulsos que, por diversas causas, no
debemos realizar o manifestar. Un impulso de este tipo podría ser
83
el puñetazo a la nariz del Jefe, o dejarse llevar por la atracción
sexual que ejerce una mujer que no debemos desear (que puede
ser, por ejemplo, la mujer de nuestro hermano). En estos casos la
censura rechaza inmediatamente esos impulsos o deseos por no
considerarlos realizables o permisibles.
Ahora bien, el hecho de "rechazar" o reprimir no siempre supone una
eliminación del problema. Generalmente muchos de los impulsos
rechazados quedan arrinconados y olvidados. En cambio,- hay otros
que son frecuentemente alimentados por nuevos estímulos. Por
ejemplo, el Jefe sigue siendo un déspota que no atiende a razones y
con el cual se entra fácilmente en conflicto; la mujer que nos atrae
sexualmente sigue excitando nuestra retina y despertando nuestros
deseos eróticos. ¿Qué ocurre entonces?
En el caso del miedo a la inferioridad, rechazado, que vemos en las
firmas que antes hemos comentado, la mayor parte de estas
personas, es decir, con la excepción de Gracia de Mónaco y Sylvie
Vartan, las. demás buscan la compensación a su miedo a través de
un mecanismo compensatorio de signo contrario: la búsqueda
desproporcionada de notoriedad, de superioridad. Observareis que
las excepciones mencionadas, Grace Kelly y Sylvie Vartan,
.presentan en sus firmas un cierto equilibrio regulador entre la
altura y la extensión, es decir, hay un equili- i brio entre el nivel
autoestimativo (altura) y el lugar que ocupan en el ambiente
(extensión). Por tanto, han logrado un acuerdo armónico entre el
Ello y el Yo, entre los deseos y la realidad. La verticalidad
(posición del Yo frente al mundo) y la horizontalidad (expansión
del Yo en el mundo). se compensan y regulan más o menos
armoniosamente. En los demás casos se observa el desequilibrio
que existe entre la altura (ambición) y la extensión sobre la línea de
base (logros reales).
Tomemos ahora otros dos ejemplos sobre el mecanismo de defensa
de la "compensación":
84
La zona inferior acortada,- dextrógira y simplificada de la fig. l0
aparece "compensada" (sublimación de tendencias) en la zona
superior por el desplazamiento de la energía psíquica y de la actividad
a la zona superior (en la zona superior la onda gráfica adquiere la
máxima amplitud: escritura-tipo "plena"). El autor del grafismo
compensa sus sentimientos de inferioridad (firma descendente y más
pequeña que el texto) en una actividad intelectual creativa. Se trata del
grafismo del maestro Jacinto Guerrero, autor de las inspiradas
zarzuelas populares: "El huésped del sevillano", "Las lagarteranas",
"La rosa del azafrán", "La montería", "Los gavilanes" y muchas otras.
Como hemos podido ver, el mecanismo de compensación de este
grafismo es la "sublimación".
Dentro de los mecanismos de defensa, la "Regresión" es un retorno a
estados anteriores de evolución, tanto en lo que se refiere al
pensamiento, como al instinto o pulsiones instintivas y a la
afectividad. Este retorno a un comportamiento más primitivo y
narcisista puede deberse a excesos de fatiga,- a "stress",- a
enfermedad, a fracasos o a deterioros de la personalidad en el plano
psíquico o mental (neurosis o esquizofrenia).
Normalmente, la Regresión se origina cuando la vida, los
acontecimientos y los demás no bastan para liberar al sujeto de las
dificultades y dar satisfacción a sus necesidades y el individuo en vez
de razonar debidamente, retorna a actitudes que, en su niñez,- le han
valido éxito, tales como adoptar un aire de fastidio, dramatizar las
cosas, simular hallarse enfermo, acusar a otros, etc.
El artista presenta con frecuencia estos modos de conductas infantiles
para evadirse de la realidad y de la angustia de la frustración.
Lo mismo ocurre con el neurótico.
Diversos tipos de regresión narcisista podemos ver en las figuras
101,102, 103, 104, 105, 106 y 107.
85
En la fig. 101, la regresión a un estadio anterior es general, se produce
en los tres planos o esferas de la personalidad. La líbido es
completamente "narcísica" en las pulsiones instintivas, en la vida
afectiva y en la forma como se vuelve o retorna el pensamiento hacia
el pasado.
En la fig. 102, el narcisismo es tan fuerte que el sujeto es incapaz de
salir de su egocentrismo,- si no es para poder atender sus exigencias
inexorables simulando un interés por los demás que no posee. ¿Cómo
va a tener interés por los demás una persona que no piensa más que
en sí mismo, en su propio placer y en la satisfacción de sus propias
necesidades? Todo está en contra de un des- prendimiento del afecto
hacia los demás: escritura gran- de, regresiva,- anillada o jointoyée,buclada, invertida, pastosa, lenta o creciente, y cerrada a todo
contacto abierto y espontáneo con el exterior.
La fig. 103 nos refleja otra forma de regresión que se acentúa sobre
los trazos finales de la palabra, en forma de arco hacia atrás y en el
movimiento concéntrico final de las "p". La zona inferior es larga y
desproporcionada en relación con las dimensiones de la zona media.
Ninguno de los bucles de ascenso de la zona inferior llega a enlazarse
con la letra siguiente (necesidades instintivas reprimidas). El arco
defensivo y en regresión de los finales -que muchos grafólogos
clásicos interpretaban como signo de acaparamiento, como signo de
egoísmo-, para mí es una regresión a estadios anteriores en que esta
persona no tenía tantas dificultades para satisfacer sus "deseos
prohibidos". Puede ser,- a la vez, una defensa contra los propios
complejos de culpabilidad. Ver también la fig. 105.
En otro sentido, presenta también una regresión de la vida afectiva el
grafismo de la fig. 104. Todo él son arcos regresivos en zona media y
con abertura hacia abajo y hacia atrás. En mi "Diccionario de
grafología" indico,- entre otras cosas,- que el "Arco" es un
movimiento regresivo de tipo narcisista que tiende a ocultar impulsos
rechazados por la actitud consciente. El sujeto dirige la líbido hacia el
86
Yo para salvaguardarse de objeto frente al cual elabora una conducta
fingida y de ceremonial.
Finalmente, las figuras 106 y 107 corresponden a tipos con complejo
anal (regresiones sadoanales o sádico-anales -rememoranzas de
resentimientos vengativos por cosas pasadas, en el primer caso,
fig. 106-) (ver la forma que tienen las regresiones en las "f" y en las
"q") Y la regresión de la fig. 107, que aún es más original, pues se
trata de una cleptómana (ver los finales largos como brazos
extendidos a punto de coger algo) en un grafismo realmente apretado
y estrechado, en arcos (tendencia al ocultamiento o a obrar oculto),
sinuosa (astucia, falsedad) combinada con la otra regresión que
presenta el grafismo en las "d" (penacho muy regresivo y amplificado,
en discordancia con el resto del grafismo, que señala las
características esquizoides de esta persona, su falta de sentido social,
su tendencia a la perversidad y una gran fantasía al servicio de esas
feas virtudes).
El rechazo o represión por debilidad instintual es también un
mecanismo de defensa del Yo. Lo podemos ver en las fig. 109 y 110,
en donde la falta de vigor vital, el bajo nivel vital de estas personas
(líbido débil) les impulsa a reprimir deseos o necesidad de
satisfacciones amorosas por miedo al fracaso. Podéis comprobarlo en
la forma como se interrumpen las jambas,- mejor dicho, el bucle de
ascenso, que es rechazado de nuevo hacia abajo en la fig. 109 y
rechazadas "hacia atrás" en la fig. 110.
Otro caso de compensación, mediante los mecanismos ~ defensa, es
la llamada "ambivalencia", que consiste en presencia simultánea en
la conciencia de sentimientos contradictorios con motivo de una
misma representación o deseo. Ceder en cualquiera de los dos
sentidos sería perjudicial para el Yo en el momento en que tal
conflicto surge. Por eso las fuerzas antagónicas representadas por
toda uno de los sentimientos contrarios tienen igual potencia y se
anulan, impidiendo que el sujeto tome la decisión o partido por una
87
u otra solución. Si esta lucha interna permanece mucho tiempo
acusando al sujeto, puede producirse el comportamiento neurótico.
Un caso muy claro ~ ambivalencia lo podemos observar en el
grafismo de la .g. 111.
Puede verse en ese grafismo que no solamente varía la inclinación de
la escritura dentro de las mismas palabras, sino que los movimientos
"en flexión", de arriba a abajo, tienen también doble signo, como
ocurre muy claramente en la palabra "hubiera" (tercera línea), donde
la t" inicial presenta concavidad hacia la derecha (la presión procede
de fuera, del exterior), mientras que la "b" presenta la concavidad
hacia la izquierda (indicando que la presión proviene de la esfera
íntima, familiar o conyugal)..
Finalmente, el "negativismo" es otro de los recursos que los
psicólogos colocan también dentro de los "mecanismos de defensa".
Citaré dos casos, dos ejemplos: el de fig. 102 -ya estudiado- y el de la
fig. 112, que vamos comentar ligeramente.
El negativismo consiste en la negación de hechos o la oposición a
todo cambio, a toda idea, plan o sugerencia procedente de otro o
de otros. De este modo, negando, oponiéndose, contradiciendo a
otros, el sujeto neurótico se defiende de su inseguridad, de un
posible acaso, de un sentimiento de minusvalía o de un
sentimiento o complejo de culpabilidad. El sujeto cree que, de tal
manera, no muestra su incapacidad, su sumisión, fracaso o su
culpabilidad.
Los movimientos en diagonal, desproporcionados y violentos, de
la fig. 112 en las barras de las "t", así como el trazo final de las "d"
y la escritura invertida (la inclinación invertida es también una
oposición al sentido normal de la marcha de la escritura), reflejan
en esta onda gráfica claros signos de negativismo. Hay en el sujeto
un impulso neurótico de oposición, de lucha, de rebeldía que se
expresa en forma de desacuerdo con toda opinión, idea, acto o
proyecto propuesto por los demás.
88
El tema de las ESCRITURAS-TIPO COMPENSADAS o de los
MECANISMOS DE DEFENSA es un tema que requiere, para tratarlo
en profundidad, una mayor extensión de la que en unos minutos
podemos darle. Por otro lado, como muy bien dice el Dr. Carlos
Ramos, son pocos los grafólogos que se han ocupado de este
importante tema psicológico, pues, aparte de Annia Teillard en su obra
"El alma y la escritura", de algunos grafólogos alemanes y de alguna
referencia que yo mismo he hecho en mi libro "Escritura y
Personalidad" y algo más en mi "Diccionario de Grafología",
solamente conocemos un estudio original y encomiable sobre los
"Mecanismos de defensa" en la escritura. Este trabajo fue presentado
en las VII Jornadas de Grafología de la Sociedad Española de
Grafología, de Mayo de 1983 por el Dr. Carlos Ramos.
Bajo el punto de vista psicoanalítico, los "mecanismos de defensa",
aparte de Freud, han sido tratados en profundidad por Anna Freud ("El
Yo y los mecanismos de defensa". Ed. Paidos) y por Melanie Klein
("Contribución al Psicoanálisis" "Desarrollos en Psicoanálisis"). Una
amplia referencia al tema puede encontrarse también en el
Diccionario Psicoanalítico de Laplanche y Pontalis, editado por
Labor.
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LA ESCRITURA DE LA JUVENTUD ACTUAL
(Ensayo interpretativo)
En los últimos veinte años y a punto de finalizar el siglo XX, después
de un período inmensamente largo de la cultura humana, irrumpe un
cambio, extremadamente brusco y muy acelerado, en el que se
rompen los diques normativos tradicionales para dar paso a una
cultura radicalmente diferente.
Son cuatro las vertientes que han generado este cambio: en lo social y
laboral, el responsable es Carlos Marx; en el terreno de los
planteamientos científicos, Albert Einstein; en el campo de la
Psicología, Sigmund Freud y en el campo de la nueva Tecnología,
Norbert Wiener.
Esta evolución que rompe con la antigua cultura de modo acelerado
ha hecho que los términos "evolución" y "revolución" sean
sinónimos. Cualquiera que sea la postura que adoptemos con relación
a esta nueva sociedad, hemos de reconocer que la única moral y las
únicas leyes válidas, son hoy suministradas por la Tecnología. Esta
perspectiva de la nueva sociedad, regida por la Tecnología, puede
parecer aterradora, repulsiva y, con toda seguridad, para muchos,
increíble. Pero está ahí, es un hecho evidente.
Ortega y Gasset hablaba, en su tiempo, de la deshumanización del
Arte. Hoy podemos ampliar esta deshumanización a todos los
aspectos de la vida.
Lo importante de esta situación actual es que las nuevas generaciones
se encuentran inmersas en un laberinto de problemas, entre los que
podemos mencionar la contradicción entre los hábitos culturales de
los progenitores y los criterios y tendencias existentes en los jóvenes
actuales. Pero, aunque estos jóvenes de hoy se muevan en un
97
ambiente de aparente libertad educativa y sin restricciones, se
encuentran rodeados de un ambiente de consumismo que supera sus
disponibilidades, están sometidos a difíciles planes de estudios que,
una vez terminados éstos, las posibilidades de empleo no sólo son
mínimas, sino muy eventuales y no siempre dentro del campo de los
estudios realizados.
Con estas perspectivas, ¿cómo es la escritura de la juventud actual?
Hemos tomado una muestra de 18 grafismos representativos. Se ha
realizado una estadística de los aspectos más dominantes en estos
18 grafismos, todos ellos correspondientes a féminas solicitantes de
empleo. Los resultados son los siguientes:
Predominio de la curva..............................................18 = ... 100 %
Escritura grande (+ de 3 m/m)...................................17 = .... 94 %
Redonda o más redonda que redondeada...................16 = .... 89 %
Invertida.....................................................................12 = .... 67 %
Rúbrica tachando o defendiendo el nombre..............11 = .... 61 %
Espaciamiento desigual (márg. letr. palabras, líneas)10 = .... 56 %
Buclada................................................................. .....10 = .... 56 %
Predominio de la forma sobre el movimiento............ 9 = .... 50 %
Óvalos aplastados................................................. ...... 9 = .... 50 %
Letras adosadas........................................................... 9 = .... 50 %
Equilibrio espacio-texto.............................................. 7 = .... 39 %
98
Menos espacio del normal entre palabras.................. 6 = .... 33 %
Óvalos cerrados por abajo........................................... 6 = .... 33 %
Puntos girados o recurvados...................................... 5 = .... 28 %
Mayúsculas de altura oscilante................................... 5 = .... 28 %
Firma tensa, segura, sin rúbrica defensiva................. 4 = .... 22 %
Puntos en circulito...................................................... 4 = .... 22 %
Desigualdades de inclinación..................................... 4 = .... 22 %
Coligamento en arcos................................................. 6 = .... 22 %
No firman.................................................................... 3 = .... 17 %
El predomino de la curva en un 100 x 100 de los casos, indica las
necesidades de adaptación, pero sin renuncia a la necesidad de estas
jóvenes de sentirse importantes (esc. grande en la mayoría). Sin
embargo, las circunstancias, o el entorno, obliga a estas personas a
una cierta pasividad (grafismos más redondos que redondeados) y a
una defensa silenciosa y hábil de sus necesidades de valimiento, de
ternura y otras (esc. invertida, buclada, con predominio de la forma
sobre el movimiento).
La frecuencia de los óvalos aplastados, de las letras adosadas, de la
esc. invertida, de los elementos defensivos en la firma, etc., indican
que los jóvenes actuales, esencialmente las féminas en este caso, se
están moviendo en un ambiente poco favorecedor, más bien frustrante
y hostil.
Una gran parte de la juventud femenina tiene que recurrir a la
ocultación silenciosa, al disimulo, a la represión de las manifestaciones
espontáneas de ternura (esc. invertida, rúbrica defensiva, óvalos
99
cerrados por la base, etc), lo que demuestra una falta de identificación
entre su mundo personal y el mundo de sus progenitores y de las
personas de la anterior cultura.
Para la sensibilidad de los habituados a la cultura tradicional, la
evolución revolucionaria de la juventud actual señala un "mal
comportamiento". Y la forma cómo se comportan las nuevas
generaciones es inexplicable, insensata, destructiva y hasta perversa.
Por tanto, no es de extrañar que las jóvenes generaciones adopten, por
un lado, una actitud "pasota", una adaptación pasiva, vegetativa, en la
que ocultan, por conveniencia o por ahorrarse sufrimientos, las
verdaderas ideas y aspiraciones. Únicamente se expansionan en las
reuniones juveniles, en los grandes conciertos musicales, que llegan,
a veces, a verdaderas desahogos delirantes en donde se desata todo lo
reprimido.
Qué pasará cuando estas nuevas generaciones rijan la vida social?
Hay que ser optimistas. Yo quisiera creer que entraremos en una
sociedad más justa, mucho más equilibrada, más respetuosa con la
naturaleza y con los valores humanos y donde lo económico tal vez
pase a un segundo o tercer plano.
Estamos asistiendo a una mutación de las costumbres, a una nueva era
que, de momento, parece estar regida por la Tecnología, pero la
Tecnología, con el tiempo, y en manos de la juventud actual, puede
convertirse en un medio, no en un fin. No creo que las nuevas
generaciones cometan los mismos errores que las que le han
precedido. Si esto ocurriera, destruirían totalmente su hábitat y yo
tengo el convencimiento que no será así
En otras ocasiones he llamado la atención sobre la necesidad de
revisar las interpretaciones de los grafismos de las jóvenes
generaciones. El entorno en que se mueve la juventud actual, está en
plena mutación y requiere, por nuestra parte, un nuevo enfoque. No
podemos interpretar, sin riesgo a error, los grafismos de los
muchachos y muchachas menores de veinticinco años, tomando
100
como patrón de medida las cualidades morales vigentes en la
sociedad que vivieron Crépieux, Klages, Pulver, Moretti y otros
grandes maestros.
Se hace necesario ver la escritura de los jóvenes bajo otro prisma,
con una mentalidad nueva que se ajuste a sus problemas de hoy y
que nos pueda orientar de cómo será el futuro, cuando estas
jóvenes generaciones tengan en sus manos el destino de una nueva
sociedad.
101
102
PEDAGOGÍA GRAFOPSICOLÓGICA
La Grafología, en los momentos actuales, ha dado un avance
gigantesco. Ya no es lo que era en tiempos pasados. Después de
Michon, creador del término "Grafología" en 1871, la observación de
la onda gráfica, de la escritura manuscrita, como método de análisis
de la personalidad, ha ido tomando cada vez mayor relieve científico,
a partir de sus grandes maestros (Crépieux-Jamin, Klages, Pulver,
Saudek, Moretti y otros). Nuevos métodos de análisis permiten hoy
medir, cuantitativamente, cada una de las tendencias que forman la
estructura del carácter. Los avances científicos son hoy muy
importantes.
En Alemania, por ejemplo, después de la segunda guerra europea,
la grafología se aprendía en once universidades y es muy raro el
grafólogo que no es psiquiatra, psicólogo o licenciado en filosofía.
En Italia se estudia en la Universidad de Urbino. En España, la
Grafología se enseñó en la Cátedra de Medicina Legal de la
Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid y
actualmente en la Universidad Autónoma de Barcelona. En
Francia, en el año 1971 se la consideró de interés público. En
Suiza no se admite ningún estudiante de Grafología que no tenga
estudios superiores, y lo mismo en la mayor parte de países de
Europa.
Hace unos años, se creó una entidad a modo de federación europea de
grafólogos profesionales que agrupa a profesionales de todos los
países de la Comunidad dentro de un severo código deontológico. En
todos los países de la Comunidad Europea existen sociedades o
agrupaciones profesionales que garantizan la competencia científica
de sus miembros, aunque algunas de estas asociaciones o
agrupaciones no sean del todo serias.
103
La escritura manual, como todo lenguaje, sea hablado o escrito, tiene
dos contenidos: el contenido manifiesto y el contenido latente.
El contenido manifiesto es lo que decimos cuando hablamos o
escribimos. Es un acto abierto, sea para sacar a luz una idea, para
expresar un deseo, para dar a conocer o revelar algo a otros, para
atraer la atención de los demás o para ocultar algo que no queremos
confesar. El lenguaje manifiesto es siempre un acto o comunicación
consciente que obedece a una intención más o menos reflexiva o
controlada.
El contenido latente son los gestos o automatismos inconscientes que
acompañan la comunicación hablada o escrita. En este lenguaje
inconsciente de nuestros gestos podemos descubrir la verdadera
naturaleza del contenido manifiesto, es decir, si la comunicación se
corresponde con una intención afectiva noble y espontánea o si oculta
o encubre alguna actitud interna agresiva o de descontento, una
intención silenciada, una actitud de defensa o una doble intención más
o menos egoísta o maligna.
En algunos casos, el contenido latente, los gestos que acompañan al
lenguaje hablado o escrito, no son espontáneos o libres, pueden ser
manipulados, fingidos o excesivamente controlados por la actitud
consciente, como ocurre, por ejemplo, en las escrituras muy rígidas,
muy caligrafiadas, estereotipadas, disfrazadas, etc.
De todos modos, salvo en los grafismos que imitan los caracteres
de imprenta (escrituras tipografiadas), que tienden a camuflar
ciertas dimensiones de la "personalidad vertical", sea por
deformación profesional, como puede ocurrir, por ejemplo, en los
cartógrafos, rotulistas, delineantes, etc., sea por creer que con esta
escritura pueden ocultar aspectos negativos, deficiencias o
ineptitudes ante el grafólogo, que, por supuesto, no ocurre así, en
los demás casos, la escritura corriente o cursiva, se mueve en las
cuatro direcciones del espacio.
104
El acto de escribir se inicia en el margen izquierdo del papel, en el
"este", dejando tras de sí el pasado, lo que ha sido, lo que ha vivido el
sujeto hasta el presente. A partir de la zona inicial, la línea, más o
menos segura, flexible o rígida, nos va indicando el modo como
afronta y resuelve el sujeto los diversos problemas y dificultades que
va encontrando en su camino hacia el margen derecho, donde,
simbólicamente, se hallan los "objetivos deseados", las "metas a
lograr", el futuro, el devenir, los otros...
Por tanto, la marcha de izquierda a derecha de la onda gráfica nos
refleja en su recorrido el modo como ha vivenciado el sujeto "las
experiencias sufridas", su pasado personal y la manera como "está
siendo" o "está viviendo" su presente de cara a los "objetivos que
desea alcanzar".
Este "presente", lo que el sujeto "está viviendo" en el momento actual,
está representado en la forma como se define la onda gráfica en la
zona media del grafismo. Esta marcha de este a oeste, de margen
izquierdo a margen derecho del papel, está impulsada por
motivaciones (impulsos, tendencias, necesidades, etc.) de dos clases:
a) Motivaciones biológicas, como pueden ser la necesidad de
movimiento físico, el hambre y la sed, la necesidad de aire para
respirar, la sexualidad, las necesidades de cobijo, el amor a la prole, etc. y
b) Otras motivaciones de orden más sublimado, como son las
necesidades culturales y espirituales, el "Ideal del Yo".
La intensidad o predominio de las motivaciones biológicas se
descubre en el sur o zona inferior de la onda gráfica. Las motivaciones
del "Ideal del Yo" se localizan en el norte o zona superior de la
escritura. La forma como entran y se desarrollan, dentro de la zona
media, los movimientos procedentes de arriba ("Ideal del Yo") y de
abajo (necesidades biológicas y motrices), nos informa como está
viviendo el sujeto, en el presente, tanto sus necesidades como sus
aspiraciones y la facilidad o los obstáculos con que tropieza para
conseguirlos o satisfacerlos.
105
Aclarando más las zonas donde se desarrolla la onda gráfica, diremos
que toda prolongación o alargamiento de los movimientos en las zonas
iniciales, nos indica la influencia que ejercen en el sujeto las
experiencias pasadas, lo que ha vivido, sus recuerdos del pasado. Tales
vivencias suelen condicionar, muy frecuentemente, el comportamiento
actual, lo que el sujeto está viviendo en el presente. Y cuando los
movimientos, en vez de avanzar normalmente hacia el margen derecho,
se encogen, quedan suspendidos, se inhiben o retroceden tomando la
dirección del inicio de las letras, de las palabras o de las líneas, algo
ocurre en el presente que obstaculiza, sean las necesidades biológicas,
sean los objetivos deseados, sean las aspiraciones del "Ideal del Yo".
La zona media o centro de la onda gráfica, ocupado generalmente por
las letras interiores, por las vocales y consonantes bajas (n, m, v, x,
etc.) es como una vía de paso obligada para que, tanto las necesidades
biológicas, como las necesidades espirituales, tengan salida al exterior.
La zona media de las letras, de las palabras y de las líneas es, para los
efectos psicológicos, como el centro medular de la personalidad.
La zona media es a la escritura como los órganos del tórax son al
organismo humano o el tronco al árbol. Nos indica, como antes hemos
dicho, el modo como el sujeto "está siendo" (su comportamiento
actual) o "está viviendo" en el presente sus necesidades y sus
objetivos deseados. De aquí se deriva la importancia que tiene esta
zona para el descubrimiento de problemas afectivos y morales
relacionados con la conducta.
La base de la zona media es como el diafragma (músculo que separa
la cavidad torácica de la abdominal) o como el suelo que separa el
tronco del árbol de sus raíces. La línea de base de la zona media del
grafismo es como la barrera (Freud diría "la censura") donde asienta
el control crítico de los actos de cada persona, cuya función es elegir
entre los impulsos más diversos aquéllos que la conciencia puede
admitir, o rechazar aquellos que son peligrosos, inadecuados a la
situación presente o están en desacuerdo con la conciencia ética o con
las exigencias sociales o educacionales del propio sujeto.
106
La zona superior (parte de la onda gráfica que apunta al norte y que está
ocupada por la parte alta de las "l, t, d, f", etc. y de las mayúsculas)
corresponde, como hemos dicho, a las motivaciones del "Ideal del Yo".
El "Ideal del Yo" representa la parte sublimada de los "objetivos
deseados", lo que uno querría "ser" o "tener" y la conducta seguida
para alcanzar este "dominio" o "superioridad" moral, profesional,
cultural, social o religiosa a que aspira. El "Ideal del Yo" puede ser
negativo si incorpora los aspectos punitivos, severos y prohibitivos de
los padres y educadores (acción del "Super Yo") en cuyo caso, el Ideal
del Yo se convierte en una consciencia que bloquea los impulsos en
vez de canalizarlos y sublimarlos.
La zona sur o inferior de la onda gráfica (partes bajas de las "g, j, f, y",
etc.) corresponde a la esfera más biológica de la personalidad. Esta
zona está en conexión con el aparato locomotor (necesidad motriz o de
movimiento físico), pero también representa todas las motivaciones
inspiradas por las necesidades biológicas de conservación (comida,
bebida, confort corporal, etc.), las necesidades económicas (bienes
tangibles), así como las necesidades de satisfacción sexual.
La libido, que en el sentido psicoanalítico, es la avidez sexual, el
deseo de placer erótico o de cualquier manifestación instintiva que
tienda hacia la vida en lugar de hacia la muerte, puede elegir cuatro
vías principales para llegar a la satisfacción indirecta:
a) la "represión" (mecanismo de defensa frente a la ansiedad o la
culpa) es un bloqueo de la censura que impide la entrada en la
conciencia de los impulsos y deseos instintivos que podrían causar
"culpa" o ansiedad y que se revela en el grafismo por la interrupción
o desviación hacia la izquierda de los movimientos de ascenso de las
jambas antes de llegar a la base de la zona media del grafismo.
b) la "sublimación", especie de reorientación o canalización de la
energía de la libido hacia otros objetivos prácticos o ideales en los
cuales se descarga buena parte de la misma. Estos objetivos son muy
107
variables. Se observa en el grafismo por la simplificación dextrógira
de las jambas.
c) la "transformación" o sustitución de las pulsiones instintivas en su
manifestación opuesta, como ocurre en los moralistas rígidos que
persiguen en los demás sus propios "fantasmas inconscientes".
Jambas reseguidas o amputadas en escritura más o menos rígida.
d) la fijación de los deseos instintivos en sí mismo (narcisismo) que
conduce a una glorificación irrealista como consecuencia de la
detención neurótica del sujeto en una etapa temprana de su desarrollo.
Jambas con ornamentos. En todos estos casos, estos signos aislados
deben ser confirmados por la apreciación estructural de todo el
conjunto gráfico.
Finalmente, en el margen derecho del papel y en los finales de línea,
de palabra y de letra, podemos ver la forma como aceptamos y nos
creemos aceptados por nuestro entorno, sea en nuestras relaciones del
Yo con el Tú, del Yo con el Otro sexo, o del Yo con el Trabajo. En esa
zona del contacto con el exterior (finales de letra, de palabra y de
línea), la onda gráfica expresa si tenemos fe, confianza, seguridad y
optimismo en alcanzar nuestros "objetivos deseados", nuestras metas;
o si, por el contrario, nos falta fe, nos movemos con precaución o
desconfianza, con temor o inseguridad en nuestros contactos con
nuestro mundo circundante.
Hasta aquí, lo que podríamos llamar la parte poética, no nosológica,
de la Grafología. Sin embargo, como toda ciencia experimental, la
Grafología debe esforzarse en crear condiciones favorables para que
la observación, base de toda ciencia, se vea ayudada de medios
auxiliares especiales, como pueden ser instrumentos de medida y
aparatos registradores, no sólo para ofrecer la fiabilidad necesaria,
sino también para constituir una técnica que pueda aprenderse y no
todo dependa de la creatividad intuitiva, la mayor parte de veces,
difícil de enseñar.
108
Al pasar la Grafología a la Universidad, el grafólogo universitario se
ha visto obligado, para hacer de la Grafología una ciencia, a someter
sus observaciones a medida y cotejo con la realidad, a buscar, en el
suficiente número de casos, la coincidencia psicológica de los signos,
para hacer las clasificaciones estadísticas y comprobar las causas
motivacionales que le van a permitir establecer los consiguientes
postulados justificativos para su certidumbre en las interpretaciones.
No hay ciencia donde no hay medida, donde el conocimiento cierto de
las cosas, de sus principios y de sus causas, no está basado en un
número suficiente de comprobaciones.
El Grafoanálisis es un método que tiene la ventaja de poder ofrecer
una técnica, un medio de comprobación y análisis en el que no se deja
nada a merced de la impresión subjetiva. Los signos son medidos de
acuerdo con unos módulos y se combinan entre sí para dar en tantos
por ciento las cualidades psicológicas más estables o menos variables
de cada personalidad.
Partiendo de esta base, de estas cualidades más constantes o estables,
que el Grafoanálisis denomina "esqueleto" de la personalidad, el
grafoanalista puede revestir de carne ese "esqueleto" y darle vida
confeccionando el psicodiagnóstico o retrato psicológico.
El Grafoanálisis mide el grado en que intervienen en el
comportamiento cada uno de los 24 vectores y factores (instintos,
tendencias, motivaciones, etc.) que rigen y dirigen nuestro modo de
pensar, sentir y actuar.
109
110
INICIOS DE LA FUTURA GRAFOLOGÍA
Quizá por el hecho de que mi punto de partida fue la Psicología y no
la Grafología, desde que publiqué mi primer libro sobre este tema en
1945, mi preocupación principal fue siempre crear algún medio que
diese una mayor credibilidad científica a la Grafología. Me
molestaba mucho oír frases como esta: "Me ha adivinado por
completo mi carácter", o en mi empresa, cuando el Presidente de la
sociedad le decía a su Secretaria: dígale a "nuestro brujo particular"
que suba para que nos estudie un caso. El Presidente de la empresa
donde yo ejercía de Jefe de Personal se complacía en sentirse Jefe de
Tribu y presumir de tener "su brujo particular". En aquellas fechas los años cuarenta-, aún no se habían extendido mucho las empresas
de selección y sólo empezaba a conocerse un poco la organización
industrial iniciada por Taylor y la organización administrativa
capitaneada por Fayol. Eran los comienzos que dieron lugar al
nacimiento de las Ciencias Empresariales, tan en boga hoy.
Para sacar la Grafología de las mancias con las que venía mezclada,
en 1949 inicié un sistema de medición de los signos gráficos que
llamé Grafoanálisis. En su principio, este sistema de medida era un
poco rudimentario. Sólo aportaba los porcentajes existentes en cada
grafismo del sentido positivo y negativo, de los cuatro temperamentos
hipocráticos, en la versión del Dr. Maurice Periot, y los niveles de
emotividad, de actividad y del tipo de resonancia de los tipos de
Heymans-Le Senne.
Posteriormente, añadí al método la actitud vital introvertida y
extravertida y las funciones psíquicas, tal como figuran en mi obra
Escritura y Personalidad. Finalmente, en el año 1985, cuando el
método pasa a ser programa informático, le añadí los grados de
tensión-dureza de Pophal.
111
El problema que planteaba mi método era la cantdad de tiempo exigido
para valorar y luego para sumar columnas y hallar porcentajes.
Todo esto ha quedado reducido a escaso tiempo, ya que el ordenador
se encarga no sólo de sumar las valoraciones, sino también de combinar
unos signos gráficos con otros para dar los porcentajes de los 24 vectores
y factores de la personalidad que actualmente tiene mi "Método".
Estos 24 vectores y factores forman lo que yo llamo "el esqueleto de
la personalidad", es decir, constituyen, en razón de su procedencia de
datos matemáticos y estadísticos, una base mucho más sólida que la
que se puede obtener por simple observación y sin ningún tipo de
medida de la onda gráfica. Con mi "Método del Grafoanálisis",
elevado a programa informático, se puede disponer de unas bases muy
fiables, dentro de la relatividad existente en toda la ciencia de la
conducta humana.
El Grafoanálisis opera sobre unos 240 signos ya tipificados por la
mayor parte de grafólogos europeos. Estos 240 signos están
agrupados dentro de los aspectos y subaspectos que he definido en
Escritura y Personalidad. Forman parte también los principales
gestos-tipo y las principales características que pueden adoptar la
firma y la rúbrica.
Cada uno de los signos observados se valora, según su desviación
de los módulos, entre 1 y 10 grados y este valor se repercute
horizontalmente sobre cada uno de los 24 vectores y factores, sea en
sentido neutro, positivo o negativo en la medida que, estadísticamente,
corresponde.
De este modo, podemos conocer, por ejemplo, el tanto por ciento en
que se da el sentido positivo y negativo en cualquier grafismo, el
grado en que se manifiesta cada temperamento, el nivel de
introversión y de extraversión, la medida en que predomina cada una
de las funciones psíquicas, el nivel de emotividad, de actividad, de
resonancia y cuál es el grado de tensión-dureza del carácter, que nos
revelará el nivel de tendencias histeroides, obsesivo-compulsivas y
esquizoides.
112
Con este "esqueleto de la personalidad", tenemos unas bases, más
seguras y fiables, para poder realizar el psicodiagnóstico o retrato
psicológico con el menor riesgo de error. Pero, además, separamos la
Grafología de su posible contaminación con las artes mágicas, con los
echadores de cartas, con la bola de cristal, los juegos de salón y otras
mancias adivinatorias.
Con un sistema de medición de la onda gráfica, nos situamos a nivel
de cualquier otro método de investigación, pues no hay ciencia donde
no hay medida y cotejo constante con la realidad.
Sin duda, el ordenador no puede sustituir la labor interpretativa del
grafólogo, pero puede aportar bases sólidas en las que fundamentar el
psicodiagnóstico o retrato grafológico. Así lo veían también muchos de
los grafólogos más destacados, entre los que puedo citar al Dr.
Wittlich y a su discípulo israelita Rudy Danor, así como el Prof. Leterme
en Francia, varios miembros del Instituto Moretti en Italia y otros
grafólogos de formación europea en Israel (Odem, Popowski, Perry,
etc.). Cada día son más numerosos los grafólogos que utilizan las
computadoras para sus psicodiagnósticos.
Es de esperar que dentro de unos años, quizás pocos, tengamos
programas y ordenadores inteligentes que faciliten aún más la labor
del grafólogo, del mismo modo que ocurre en Medicina y en otras
Ciencias Naturales.
Seguidamente les expongo un ejemplo de la base estructural en la
aplicación del Grafoanálisis, sistema Vels:
MÉTODO VELS DE GRAFOANÁLISIS:
RESUMEN ESTADÍSTICO
Fecha: 3/5/1991
Nombre: Fémina inglesa. 68 a. Divorciada. Decoradora.
Solicitante: Estudio autorizado por la autora del grafismo.
113
Nivel de positividad
Positivo : 43% Signos caracterológicos de adaptación positivos. Nivel de
reacciones adecuadas. Comportamiento normal.
Negativo: 57% Signos caracterológicos de adaptación negativos. Nivel de
reacciones inadecuadas. Comportamiento bloqueado o
agresivo.
114
Fórmula temperamental
Bilioso
: 22% Tendencia al control emocional y afectivo (concentración,
eficacia, selectividad, organización y regularidad).
Nervioso
: 34% Tendencia a la inestabilidad afectiva y emocional. Movilidad,
improvisación, expectación, inquietud.
Sanguíneo : 34% Tendencia a la expansión afectiva y emocional (jovialidad,
sociabilidad, optimismo). Acción rápida, emprendedora.
Linfático
: 10% Tendencia a la pasividad y estabilidad emocional. Actitud
conservadora, perseverante. Método. Automatismo.
Actitud vital
Introversión : 42%Dominio de las ideas. Sintonía consigo mismo. Concibe mejor
que realiza. Previsión, ahorro, economía.
Extraversión: 58%Dominio de las situaciones externas. Sintonía con el mundo
exterior. Paso rápido de la idea a la acción.
Funciones psíquicas
Pensamiento: 17% Análisis racional de los hechos. Más atento a la obligación y
a la precisión que a la devoción. Rigor y claridad.
Intuición
: 31% Percepciones inconscientes inmediatas. Captación antes de
conocer datos. Inspiración, inventiva, especulación.
Sentimiento : 43% Juicios de agrado-desagrado. Se define en función de lo que
siente. Imaginación. Poca capacidad de abstracción
Percepción : 9% Juicios sobre datos sensoriales. Apreciaciones materiales y
concretas. Sentido de la realidad. Juicios categóricos.
115
Caracterología
Emotivo : 86% Conmoción, carga tensional, impresionabilidad. Reacción fuerte
a los estímulos con más o menos pérdida de control.
No-Emotivo: 14% Serenidad, calma, tranquilidad. Actitud objetiva y fría.
Contemplación pasiva de los hechos. Imparcialidad.
Activo
de
: 69% Diligencia, laboriosidad, eficacia, decisión, iniciativa. Renovación
la energía para luchar contra las dificultades.
No-Activo : 31% Pasividad, inercia, lentitud, apatía. Dependencia-sumisión. El
sujeto no ve en la acción la solución de sus problemas.
Primario
: 66% Capacidad de reacción a los hechos o estímulos presentes.
Reacciones vivas, e inmediatas. Decisión rápida y
táctica.
Secundario: 34% Reflexión antes de la acción. Capacidad para sacar conclusiones,
prever, proyectar y planificar el futuro.
Nivel de TENSIÓN-DUREZA, según la escala del Dr. Pophal:
Grado I
: 18% Actitud floja, agitada, imprecisa, desordenada.
Grado II : 11% Actitud flexible, adaptativa y fácil. Espontaneidad.
Grado III : 13% Actitud controlada, pero flexible, adaptada y dinámica.
Grado IVa : 13% Actitud algo rígida, contenida, cautelosa y escrupulosa.
Grado IVb: 16% Actitud rígida, tensa, ansiosa, obsesiva, inhibida, vacilante.
Grado V : 29% Actitud crispada, atormentada, perturbada por desorden interno.
NOTA: Estos "vectores" y "factores" son sólo el esqueleto de la personalidad.
Para sacar conclusiones se deben combinar unos con otros.
116
DOMINANTES Y SUBDOMINANTES
Dominantes
Desigual . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Sobrealzada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Desproporcionada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Desigualdades de extensión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Movida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Combinada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Rápida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Original . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Altura desigual . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Cohesión desigual . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Espontánea . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Invasora en extensión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Barras 't' largas y masivas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Inflada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Rítmica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
En relieve . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Coligamento desigual o proteiforme . . . . . . . . . . . . .
Fluida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Jambas impulsadas hacia abajo sin bucle . . . . . . . .
Profundidad desigual . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Masiva . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Nutrida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Desigualdades de espaciamiento. . . . . . . . . . . . . . . . . .
Desordenada. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Márgenes ausentes o rellenos de texto . . . . . . . . . . . .
8
8
8
8
8
8
8
8
8
8
8
7
7
7
7
7
7
7
7
7
7
7
7
7
7
Subdominantes
Discordante . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Hampas independientes con base acerada . . . . . . . .
Barras 't' altas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Coligamento en segmentos de círculo . . . . . . . . . . . .
Progresiva . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Líneas sinuosas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Cerrada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
6
6
6
6
6
6
6
117
Subdominantes
Discordante . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Atormentada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Redonda . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Ornada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Tensión firme-suave . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Trazos terminados en arpón . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Apoyada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Puntos girados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Descendente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Grande . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Coligamento serpentino . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Firme . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Velocidad desigual . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Inclinación oscilante . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Jambas cortas con base angulosa. . . . . . . . . . . . . . . . . .
Anomalías en la presión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Inclinada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Regresiva . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
118
6
6
6
6
6
6
6
6
6
6
6
5
5
5
5
5
5
4
LA INFORMÁTICA EN SU CONTRIBUCIÓN AL
GRAFOANÁLISIS
La informática se ha impuesto hoy en todas las ciencias, las técnicas
e incluso en el arte, como medio de "ganar tiempo" y "seguridad".
Esta necesidad de supercompensar nuestra inseguridad interior a
través de esos monstruos de inteligencia artificial (los ordenadores
electrónicos) creados por el hombre parece indicar que queremos
ganar al tiempo su implacable dominio sobre la vida y sobre la
muerte.
Hemos logrado volar superando con creces la velocidad del sonido. A
través de la televisión podemos ver con muy poca dilación de tiempo
lo que está ocurriendo en los más diversos rincones de nuestro
planeta.
Sin embargo, "el tiempo no perdona lo que se hace sin él". A pesar de
estas conquistas, a pesar de esta vertiginosa carrera contra el tiempo y
de las metas ganadas, nunca hemos estado tan faltos de tiempo como
ahora, pese a que hoy todo puede lograrse con una aceleración que
nunca han conocido las generaciones anteriores.
"Cuanto más nos apresuramos, dice Eick, menos tiempo nos queda".
De todas las bocas sale la misma expresión: "¡No tengo tiempo!"5
Quizá la falta de tiempo sea una enfermedad atribuible a los efectos
del crecimiento humano. La inquietud, el desasosiego, que
generalmente están ligados a sentimientos de inseguridad, a
incertidumbre o ansiedad que lleva al ánimo a la duda e intranquilidad
respecto al propio valer o a las propias posibilidades en el tiempo y el
espacio o al modo como pueden presentarse los acontecimientos, hace
5 Ver Erick & Ganger, "La falta de tiempo". Ed. Casanovas, Barcelona.
119
que intentemos llegar en un tiempo record cada vez más acelerado a
la consecución de un triunfo sobre la muerte6, o sobre la inferioridad.
Pero, ¿realmente logramos nuestro propósito?. Creo que no. Cuanto
más corremos, menos tiempo nos queda. Para nuestros antepasados,
el tren lo llevaba la máquina de vapor. Actualmente, somos nosotros
los que llevamos el tren.
Cuando Norbert Wiener, profesor de matemáticas en la Universidad
de Harvard, publicó en 1948 su obra Cybernetics, sentó las bases de
la Informática moderna. El término "Cibernética", empleado por
Wiener para designar la nueva ciencia, significa, en griego, el arte de
guiar, gobernar o pilotar una nave. Dentro de la política, el término
empleado por el famoso matemático norteamericano significa el arte
de manejar los medios para "gobernar", unido a la teoría del "poder".
Desde un punto de vista relacionado con la Psicología, la Cibernética
la define V.N. Pushkin como "la ciencia de los métodos de
percepción, transmisión, almacenamiento, tratamiento y utilización
de la información en las máquinas, organismos vivos y sus
conjuntos"7.
"El hombre -dice el Dr. Montserrat Esteve- no es sólo un sistema
abierto porque intercambie materia y energía con el medio
circundante, sino porque además intercambia información y
precisamente la Psicología es la ciencia que estudia este tipo de
intercambio".
6 Debe entenderse el término en un sentido figurado tal como este término es
explicado por Freud. En un sentido más amplio, podríamos referirlo a la muerte de un
negocio, de una empresa, de una oportunidad, de un plan, etc.
7 Ver Dr. Santiago Montserrat Esteve, "Psicología y psicopatología cibernéticas".
Ed. Herder, S.A., Barcelona (obra de gran interés para Psicólogos y Grafoanalistas).
120
Para muchos investigadores, la Psicología es sólo una rama de
la Cibernética, pero en la teoría de la información, agrega el
Dr. Montserrat Esteve, ésta se refiere a la probabilidad o
incertidumbre de un símbolo o conjunto de símbolos y no a su
significado".
Con esto queremos decir que aunque en todos los países se estén
utilizando los ordenadores para el estudio de la psicología humana, e
incluso en el último Congreso Internacional de Grafología los
profesores Odem, Popowsky y otros demostraron cómo podían
realizarse estudios de selección de personal, utilizando únicamente los
ordenadores, nosotros aún nos sentimos un poco escépticos, aunque
reconocemos la gran utilidad, facilidad y rapidez de estas máquinas de
inteligencia artificial, cuando nos interesa obtener en tiempo record
datos tales como:
- Niveles en tantos por ciento de signos positivos y negativos
- Porcentaje de signos de cada uno de los temperamentos
- Nivel de introversión y extraversión
- Porcentaje de signos de cada una de las funciones psíquicas
- Porcentaje de emotividad, actividad, primariedad y secundariedad
- Nivel de signos de los grados de Tensión-Dureza de Pophal, etc.
En este sentido, el ordenador es sumamente útil y aporta una base
bastante segura para la realización del estudio psicológico, siempre
que los datos que demos al ordenador sean fiables o correctos.
La ardua tarea de obtener a mano los distintos porcentajes de nuestro
Cuadro Sinóptico de Signos quedó prácticamente reducida al tiempo
empleado en pasar al ordenador los signos dominantes,
subdominantes y gestos-tipo con su correspondiente valor numérico.
Nuestra experiencia nos indica que cuando la clasificación y
valoración de los signos es la correcta, los porcentajes que se obtienen
son fiables y ayudan extraordinariamente al grafoanalista en la
confección de su psicodiagnóstico.
121
En cambio, cuando la clasificación de signos no es correcta, el
ordenador da resultados extraños como, por ejemplo, un 100 % de
signos positivos o negativos o un 95 % de "B" o de extraversión.
Nadie es positivo en un 100 %, ni bilioso en un 95 %, ni extravertido
en otro tanto por ciento igual. Por tanto, el ordenador es fiable en la
medida que los datos que se le dan sean fiables.
Además, hay que tener en cuenta, a la hora de la interpretación de los
porcentajes obtenidos, que todo ser humano es indivisible, es
"individuo" y no puede ser a la vez "blanco" y "negro", o igual a otro.
En casi todos los casos, la diferenciación de unos individuos a otros
impide que podamos encasillar en un "tipo", "prototipo", "módulo" o
"patrón" los rasgos caracterológicos obtenidos por ordenador. Es
necesario que el psicólogo emplee su talento y sensibilidad para dar a
cada individuo analizado el sentido y el matiz adecuado de su
personalidad.
Ciertamente, la función del ordenador es idéntica a la del cerebro:
recibe, clasifica, almacena, elabora y emite información, pero
debemos hacernos cargo de que el ordenador es una máquina
sofisticada, una inteligencia artificial que carece aún de medios para
poder captar sensiblemente las múltiples variedades, matices,
condiciones y cualidades de la idiosincracia humana. Nuestro cerebro
es capaz de una "multiprogramación" a la que todavía no han llegado
los ordenadores más avanzados.
En resumen: un grafoanalista con un buen programa en las manos
dispondrá de grandes ventajas de tiempo y de un apoyo seguro en sus
dictámenes, si los datos que da al ordenador son fiables. Pero la labor
de interpretación no la puede confiar plenamente a los datos recibidos,
debe elaborarlos y relacionarlos adecuadamente para hacer el
psicodiagnóstico.
Por lo que se refiere al empleo de los ordenadores para facilitar los
psicodiagnósticos, nosotros no queremos caer ni en la actitud mental
de los que basan su criterio solamente en mediciones estadísticas, en
clasificaciones de la realidad a base de escalas de valores
122
cuantificados numéricamente, ni tampoco en la postura de aquellos
que estiman que la realidad o la verdad no está en los números, en las
estadísticas o teorías cuantificadoras, sino en la forma como se
experimentan los hechos.
Tanto un extremo como el otro creemos que son defectuosos cuando
el objeto a juzgar es un ser humano. La naturaleza humana tiene un
proceso de cambio constante y, como la lotería, escapa la mayor parte
de las veces a las leyes de la posibilidad y de la frecuencia. Esto no
quiere decir que no se puedan prever algunas reacciones humanas en
presencia de un determinado número de estímulos.
El mejor camino, como decía Ovidio, es el elegido entre dos
extremos. Este es el camino que hemos elegido nosotros.
Partimos de unos módulos establecidos estadísticamente y valoramos
los signos gráficos de acuerdo con sus desviaciones de estos módulos
utilizando 10 grados de desviación posibles. Valoramos de 6 a 10 los
signos más dominantes, es decir, aquellas desviaciones que, con
respecto a los módulos, son más elevadas. Por debajo de 6 quedan las
escrituras-tipo y gestos-tipo subdominantes.
Una vez pasados los datos al ordenador, éste nos facilita los
porcentajes o niveles siguientes:
- Nivel de signos positivos
- Nivel de signos negativos
- Nivel de cada uno de los "vectores"
- Nivel de extraversión e introversión
- Grado de predominio de las funciones psíquicas
- Porcentaje de emotividad y no-emotividad
- Nivel de actividad y de no-actividad
- Porcentaje de primariedad y secundariedad
- Nivel de tensión-dureza de los movimientos
Tomando como base estos porcentajes o niveles que nos dan el
esqueleto de la personalidad, procedemos después a crear el retrato
psicológico.
123
124
LAS ESCUELAS EUROPEAS DE GRAFOLOGÍA
En pocos años han proliferado una gran cantidad de escuelas de
Grafología con poco rigor académico, sea por la insuficiente
formación de sus profesores, sea por considerar la Grafología sólo
como un medio comercial fácil.
En tal sentido, un grupo de entidades encabezadas por la SFDG, el
GGCF, el Instituto Moretti y otras entidades prestigiosas de Alemania,
Suiza, España, Inglaterra, etc., decidieron crear un “Código Deontológico
Europeo” que agrupara, únicamente, a los auténticos profesionales y a los
centros de enseñanza grafológica internacionalmente acreditados. La
entidad reguladora de esta selección de profesionales y de escuelas tiene
su sede en Bruselas y funciona con las siglas ADEG (Asociación
Deontológica Europea de Grafología), presidida anualmente por un
prestigioso profesional de cada país europeo.
Decía Aristóteles que toda información, todo conocimiento, entra a
través de los sentidos. Esta afirmación se puede aplicar también a la
enseñanza de la Grafología.
Cuando decimos, por ejemplo, que una barra de “t” larga, alta, en
diagonal ascendente, lanzada y puntiaguda, significa que el autor de
tal gesto tiene un carácter “impaciente”, “irritable”, “agresivo”,
“combativo” y “oposicionista”, a alguien puede parecerle una
interpretación gratuita y sin fundamento alguno.
Cualquier persona con criterio científico nos puede preguntar: ¿por qué?.
Nosotros mismos podemos hacernos la misma pregunta: ¿POR QUÉ?
No podemos contestar: “porque nos lo han enseñado así en la escuela”
o “porque lo dicen los libros de Grafología”. Sería una respuesta poco
convincente.
125
Ese porqué de esa interpretación tiene, como todas, un fundamento
psicológico que puede ser explicado y aclarado:
1. Ese gesto gráfico es un movimiento impulsivo dentro de un contexto
o ambiente gráfico agitado, desordenado y desproporcionado.
2. En ese ambiente gráfico predomina mucho más el movimiento (la
acción motriz) sobre la forma y sobre el orden (que expresan las
facultades de organización y control de la emotividad).
3. La escritura es grande, extensa, ascendente y desproporcionada
(señal de una actitud vital extravertida, excitable y poco dada a
respetar los semáforos sociales), es decir, pertenece a una persona de
conducta poco adaptada.
4. El gesto que se interpreta está ubicado en la zona superior del
grafismo, zona de expansión cerebral. El gesto es impulsivo,
desproporcionado y muy puntiagudo y describe la misma
dirección ascendente que la acción de dar un puñetazo a la cabeza
de otro.
Cualquier alumno de una escuela con alta formación grafológica y
psicológica podría seguir argumentando y sacando conclusiones
para alimentar el porqué. Un alumno insuficientemente formado,
o se encuentra “mudo” ante un ¿por qué? o dirá algo poco
convincente.
La ventaja que tiene la Grafología sobre otros tests o técnicas
empleadas en Psicología, es que se parte de una gráfica realizada por
el propio sujeto, una gráfica que siempre podemos analizar con plena
objetividad, que permite el registro de las variaciones que se operan
en el individuo según las circunstancias y cambios que va viviendo y
cuyas variaciones podemos medir y comprobar de acuerdo con las
desviaciones que se producen en cada momento sobre los módulos
establecidos estadísticamente.
126
Naturalmente, para dar una explicación científica y responder
adecuadamente el porqué de cada una de las interpretaciones, el
grafoanalista tiene que conocer bien los “módulos”, lo que
significa el “ambiente gráfico”, conocer bien las leyes de
expresión de los movimientos, el significado de las zonas y de los
aspectos gráficos, pero, además, necesita unas bases amplias y
profundas de Psicología, que rara vez se enseñan en las escuelas de
grafología comerciales.
Un grafólogo sin conocimientos profundos de Psicología es como un
cirujano que opera ignorando la Anatomía y la Fisiología: puede hacer
o decir verdaderos disparates.
Creo que no es científico, ni correcto, que el grafólogo actúe
interpretando los signos como si se tratara de un recetario de cocina.
Siempre pongo el ejemplo del plátano. Algunas pseudoescuelas, y
algunos libros de Grafología, explican los temas de esta materia como
si describieran que un plátano es una fruta de color amarillo que tiene
la forma de luna en cuarto menguante o en cuarto creciente, según
desde donde se mire.
Esta forma de enseñar es tan incompleta que el alumno sólo puede
recoger una idea muy abstracta, y frecuentemente deforme, de lo que
es el plátano, verbigracia la Grafología.
En las escuelas con rigor científico, se enseña como si se diera el
plátano a comer a los alumnos. De este modo, al intervenir la
mayor cantidad de percepciones (vista, tacto, olfato y gusto), no
hay duda que el conocimiento del fruto será concreto, completo y
mucho mejor comprendido y memorizado. ¡Ah!, y cada alumno
puede contestar y contestarse los porqués de todas las
interpretaciones.
Las escuelas que respetan el Código Deontológico de la ADEG suelen
comenzar por el principio:
127
- LOS GRAFEMAS
El niño, en su período de aprendizaje, empieza identificando los
grafemas, las letras, como imágenes sonoras y visuales. Se le enseña
la “a”, la “o”, la “i”, la “m”, etc., recurriendo a su oído y a su visión
de unas figuras representativas de las letras del alfabeto.
Luego intentará reproducir los grafemas con la mano haciendo
intervenir su motricidad.
Cuando logra con los grafemas formar palabras se conciencia de que
cada palabra escrita es la representación de un objeto.
El objeto ya va acompañado de una vivencia afectiva. Este objeto lo
magnifica el niño cuando le resulta agradable y lo empequeñece, le
agrega retoques o lo distorsiona cuando la vivencia es desagradable.
Esta reacción proyectiva se demuestra cuando aplicamos al niño
cualquier test proyectivo, como puede ser el test de “La familia”, el
test de “El árbol y la casa” y a los adultos el test de Machover, etc.
- LAS FRASES
uando, mediante el aprendizaje, se logra interrelacionar unos objetos
con otros, estamos ya dando un sentido, un significado a nuestra
actitud con relación a los objetos.
Cuando se automatiza el lenguaje escrito, cuando el pensamiento ya
no está en el dibujo de las letras, sino en lo que queremos anotar o
comunicar, los matices psicológicos son abundantes y el sujeto puede
expresar con libertad aquello que piensa y quiere dejar constancia.
En ese momento, tenemos ya en la escritura dos lenguajes:
UNO es el “lenguaje consciente”, lo que el sujeto quiere anotar o
comunicar.
128
OTRO es el “lenguaje inconsciente”, los gestos que acompañan al
lenguaje escrito.
El grafoanalista trabaja con esos dos lenguajes, aplicando al primero
los principios del Psicoanálisis y la teoría de Honrot sobre las
“palabras-reflejo”.
Sin embargo, es en el lenguaje inconsciente, en los gestos, donde
podemos actuar con más objetividad, pues al quedar los gestos
“registrados” en forma de gráfica, podemos medirlos, clasificarlos y
buscar su sentido psicológico aplicándoles las leyes de expresión de
los movimientos, el simbolismo de las zonas, y valorar todos los
signos de acuerdo con sus desviaciones sobre los “módulos”
establecidos estadísticamente en cuanto a la FORMA, al ESPACIO y
al MOVIMIENTO.
Y aquí interviene ya la técnica grafoanalítica, que en el Instituto
Moretti, en la SFDG, en la British Academy of Graphology, en otras
escuelas de Alemania, Suiza, etc., y en nuestra Agrupación de
Grafoanalistas Consultivos de España (AGC), estos estudios se
enlazan con un postgrado universitario.
129
130
EL TODO ES MÁS IMPORTANTE QUE LAS PARTES
Leí un interesante artículo del Dr. Corman en la "Revue de
Morphopsychologie", núm. 1, Enero 1991), referido a su "Método de las
sustituciones", iniciado en 1937 con la colaboración del dibujante Pazzi y
con motivo de la preparación de su famoso Manuel de morphopsychologie,
obra fundamental del creador de la escuela morfopsicológica.
Se refiere el Dr. Corman a los cambios importantes que se operan en
los retratos morfológicos cuando se les varía la boca y el mentón, por
ejemplo las comisuras de la boca arqueadas hacia arriba o hacia abajo
o el mentón reforzado o debilitado, sin cambiar nada del resto del
rostro. Los cambios que sufren estos retratos morfológicos son
extraordinariamente expresivos, pudiendo pasar de una expresión
sonriente a una tristeza aguda, o de una tensión activa y viril a una
atonía o debilidad física acentuadas.
Se refiere también el Dr. Corman a la "percepción global del efecto
Koulechov" al defender la primacía del todo sobre las partes. Relata,
en este caso, el experimento llevado a cabo por el cineasta ruso
Koulechov, que, sirviéndose de un primer plano (retrato de frente de
cabeza y mitad del tórax), siempre la misma foto del actor Ivan
Mosjoukine, logra, fusionándole al lado derecho tres escenas
diferentes, hacer que el espectador capte de modo distinto la
expresión del rostro. El espectador capta una expresión de ternura en
el rostro del actor, cuando tiene al lado un niño con cara sonriente;
capta una expresión facial de inclinación a saborear un buen menú,
cuando tiene al lado una mesa con manjares y vino. Y, finalmente,
cuando se le ha fusionado con una escena de un crimen (una mujer
asesinada), se capta en el rostro del actor Mosjoukine la expresión de
un asesino. Como hemos dicho antes, la foto del actor que Koulechov
usó para su experimento es siempre la misma en los tres casos.
Lo único que hizo variar fueron las tres escenas del entorno.
131
Con motivo del experimento de Koulechov, el Dr. Corman se refiere
a las dos maneras de apreciar la realidad, según los individuos tengan
una predominancia lógica o una predominancia intuitiva.
"Los sujetos con espíritu lógico -dice el Dr. Corman- descomponen la
realidad en elementos distintos para analizarla. Ellos aislarían el
rostro del actor de cada una de las escenas", respondiendo al criterio
cartesiano expresado en su Discurso del Método que, resumido,
podríamos traducirlo más o menos de esta manera: "Si se divide cada
una de las dificultades de un problema en tantas parcelas como sean
posibles, será más fácil llegar a comprenderlo y resolverlo". Este
postulado recuerda también el axioma militar de "divide y vencerás", al
que parece que está recurriendo el astuto Hussein en la crisis del Golfo.
Por el contrario -añade el Dr. Corman-, "los espíritus intuitivos ven
la realidad tal cual ella es en su globalidad. Mientras que los
espíritus lógicos dan toda su medida en las ciencias matemáticas y
físicas, cuando se trata de estudiar la naturaleza viva, los seres
vivientes, la experiencia nos muestra que si se procede a una
descomposición para el análisis, como recomienda Descartes,
resulta nula la capacidad para una síntesis con los diversos
fragmentos". Y es que, como ya hemos dicho en otras ocasiones, los
seres humanos no se pueden estudiar con un criterio anatómico o
matemático, como si se tratara de simples "fósiles". El ser viviente
se mueve en razón de sus necesidades internas y de su entorno,
evoluciona y cambia constantemente de acuerdo, no sólo con las
situaciones externas, que son cambiantes, sino también con las
necesidades internas, que no siempre son las mismas, lo cual escapa
a los principios rígidos de las mentes cartesianas y a los criterios
fijos de los anatomistas y matemáticos.
Cierto que nosotros los grafoanalistas utilizamos un programa
informático para extraer el esqueleto de la personalidad, lo que hay de
más constante, o relativamente poco variable, en la naturaleza de los
individuos analizados, pero al esqueleto resultante de nuestras
mediciones de la onda gráfica hay que revestirlo de carne y darle vida,
132
es decir, hay que darle "forma y movimiento, hay que saber cómo
piensa, cómo siente y cómo actúa", y esto no es una labor matemática
o anatómica, sino una interpretación derivada del conjunto de datos
que aporta el análisis y que sólo puede ser captada como síntesis
global, enlazando unos resultados con otros y viendo la forma como
se interrelacionan en su conjunto.
En grafoanálisis, el "todo" es siempre más importante que las
"partes", puesto que una deformación en las jambas, una manera de
cerrar los óvalos, de barrar las tes o de poner los puntos de las íes, no
son signos independientes o aislados del conjunto, sino "formas de
movimiento" enlazadas con el conjunto de los demás signos, del
mismo modo que un hígado estropeado o una cardiopatía no afectan
sólo al aparato digestivo y a la circulación, sino también a todo el
conjunto orgánico.
Sin medida, sin clasificación y ordenamiento, no hay ciencia. Por eso
el Grafoanálisis defiende los criterios de medida, estadística,
clasificación y ordenamiento de los signos de acuerdo con los
vectores y factores correspondientes en nuestro programa de
informática. Pero, como antes hemos dicho, el ser vivo, especialmente
el hombre, escapa individualmente a todo criterio matemático porque
no es estático, no es un "fósil". Por tanto, el Grafoanálisis requiere el
talento práctico, la experiencia, la capacidad de visión global del
psicólogo para realizar el psicodiagnóstico, sin caer en la descripción
de un "homúnculo" o ser artificial.
Este ha sido siempre nuestro criterio frente a esos amateurs de la
Grafología que operan por signos aislados, como si la Grafología
fuese igual que un recetario de cocina.
133
134
EL ENFRENTAMIENTO A LA PÁGINA EN BLANCO
A pesar de la simplificación que voy a manifestar y de que existen
también determinadas excepciones, todo acto gráfico tiene por objeto
una comunicación. Por lo tanto, un escrito es la comunicación a otro
o a otros de nuestros pensamientos o ideas, de nuestras intenciones, de
nuestras solicitudes o de nuestras quejas.
En cada registro de movimiento realizado sobre papel, cuando escribimos,
y en cada pausa o espacio en blanco que se produce, está representando
gráficamente nuestro modo de sentir y de vivir la relación social.
El acto de escribir lo realizamos sobre el papel siguiendo, de izquierda
a derecha, una línea de base sobre la cual avanzamos dejando la huella
de nuestros movimientos, de nuestros gestos, a través del tiempo y del
espacio. Siguiendo esta dirección de la línea base, vamos dejando
atrás el "pasado" y avanzamos hacia adelante tomando la dirección
"hacia lo alto" o "hacia lo bajo" de acuerdo con la exigencia de ciertas
letras. Evaluando la intensidad y la longitud de la onda gráfica en
estas cuatro direcciones, veremos con frecuencia que la acción puede
estar estimulada por necesidades y tendencias corporales, instintivas
o inconscientes, o por necesidades de valimiento, superioridad, éxito, etc.
Ahora bien, si cada línea es el camino seguido hacia un objetivo, ¿Cómo
sabemos la forma que tiene cada sujeto de dar satisfacción a sus
tendencias o necesidades y qué móvil estimula la acción?, o lo que es lo
mismo: ¿qué tipo de conducta desarrolla el sujeto para alcanzar su
objetivo, dar expansión a sus necesidades?
Cuando Albert Einstein tenía cinco años, le mostró su padre una brújula
de bolsillo, la misteriosa propiedad de este sencillo instrumento llamó
considerablemente la atención del futuro científico; le impresionó sobre
todo que, girando la caja del aparato en cualquier sentido, la aguja
135
siempre señalaba en una misma dirección. Sus conclusiones fueron que
existe algo en el "ESPACIO VACIO" que atrae y hace moverse la aguja
del aparato. Esta experiencia infantil influyó más tarde en sus reflexiones
sobre la teoría del espacio vacío.
Cuando nosotros nos encontramos ante el espacio vacío, ante el papel
que va a registrar nuestras oscilaciones interiores, nuestros gestos,
nuestros movimientos dentro de ese espacio, ¿hacia dónde apunta
preferentemente la aguja de nuestro aparato psíquico? No podemos
llamar a Einstein para que lo averigüe, ni utilizar el "girolaser", que es
la versión actualizada de la brújula, pero sí podemos utilizar algo de
la teoría sobre el sentido del espacio para penetrar en el conocimiento
de muchos de nuestros fenómenos psíquicos.
Primero, debemos examinar con atención la zona o zonas que el
sujeto invade con más énfasis y luego la actitud gestual o
comportamiento de la onda gráfica en el recorrido de las letras, de las
palabras y de las líneas.
De una manera muy simplificada, la actitud del gesto gráfico puede
ser:
a) De aproximación al objeto (que descubriremos en la escritura
Inclinada, Ligada, Progresiva.) Ver figuras 11 y 13.
b) De retroceso (equivalente a reflejos condicionados negativos y que
podemos descubrir en la escritura Invertida, Desligada, Regresiva y
sus derivados). Ver figura 10.
c) De expansión (reconocible en la escritura Grande, Inclinada,
Abierta, Extensa, Progresiva, Rápida, Lanzada, etc.). Ver fig. 16, 19 y 22.
d) De contracción (que podemos detectar en la escritura Pequeña,
Estrechada, Inhibida, Suspendida, Contenida, Trémula, etc.). Ver
ejemplo en la fig. 23 y 17.
Estas cuatro actitudes o formas de comportamiento se traducen y se
observan fácilmente en la escritura y pueden servirnos de base para el
estudio de la conducta, al menos en el sentido behaviorista.
136
Decía Victor Frank, grafólogo norteamericano, de origen suizo, que
"la manera como un escritor comienza una carta o una línea es
comparable a su forma de entrar en una habitación". Esta habitación
puede estar abarrotada de gente o puede estar ocupada por una sola
persona tras de una mesa de despacho. La habitación, en uno u otro
caso, puede representar para el sujeto una oportunidad, que puede
haber estado aguardando con esperanza o angustia.
Sea cual fuere lo que represente para el escritor, esa habitación la ha
de recorrer, con mayor o menor seguridad, aplomo, decisión o
valentía, de un extremo a otro, y esta operación es la misma que
efectúa simbólicamente en cada línea de su escritura.
Por tanto, la forma como aborda o inicia el sujeto cada línea nos
está indicando constantemente el estado de su espíritu, su situación
emocional, si está o no seguro de sí mismo, si es tímido u osado, o
si está preocupado por la idea que los demás pudieran tener de él,
si teme que no van a prestarle suficiente atención o que no le van
a reconocer su valía o los méritos adecuados, entre posibles
ejemplos.
Es muy distinta la forma de iniciar la línea, guardando distancias y
haciendo prevalecer la importancia personal, que tiene la autora del
grafismo número 21, dama de gran sociedad, de la forma en que lo
hace el autor del grafismo número 17, aquí, la “s” Ligera, Contenida
y Congestionada, así como la inflación de la mayúscula y el reinflado
de la presión, coinciden en la zona pasiva, inactiva, que, unida a la
pequeñez, apretamiento de las letras y algunos signos regresivos,
refleja una secreta codicia, un deseo inconfesado de posesión,
estrangulado por la pusilanimidad, por la timidez, pero persistente en
su interior, como lo demuestra la regularidad caligráfica.
Estos dos casos difieren también de la espontaneidad, soltura y
gracejo con que inicia la entrada en la línea el autor del grafismo
número 19, a pesar del complejo de inferioridad, más o menos
compensado, que refleja la disminución de la onda gráfica en la firma.
137
Y si bien la mayúscula inicial de una carta o de una línea, refleja de
alguna manera "el modo de entrar a una habitación", o lo que es lo
mismo, el modo de presentar la cara a los objetivos deseados; el fin
de la línea nos puede decir también mucho acerca del modo cómo
salimos de la habitación o acabamos la etapa iniciada. No olvidemos
tampoco que las líneas, en Grafología, reflejan las fluctuaciones del
ánimo, del humor y de la voluntad, siendo termómetro directa o
indirectamente relacionado con nuestros éxitos, fracasos o
frustraciones en la consecución de lo que queremos ser, de lo que
queremos tener, o de los objetivos deseados.
Está universalmente aceptado que la escritura manuscrita es, a la vez,
simbólica y gestual. Es simbólica porque sus signos gráficos tienen un
origen pictográfico o pictórico en el que se reproducían imágenes de
cosas existentes en la naturaleza y que con el tiempo se fueron
simplificando adquiriendo valor metafórico y combinándose para
reproducir los sonidos de las palabras hasta llegar al lenguaje escrito
que hoy empleamos y es gestual, porque todo movimiento de la mano,
intencional o inconsciente, es un gesto expresivo del cuerpo y a la vez
de la psique, es decir, es un medio de comunicación de los fenómenos
de la vida afectiva, volitiva y pensante de cada persona.
Aún más: si tenemos en cuenta que cada palabra, sea hablada o
escrita, es la representación mental de una idea, sea abstracta o
concreta, o lo que es lo mismo: es la representación simbólica de un
objeto, y que cada idea u objeto no tiene la misma significación y
resonancia afectiva para cada persona, el modo cómo colocamos en el
"espacio gráfico", en el papel, los objetos-símbolo pensados, es decir,
los signos gráficos; es toda una revelación de nuestra manera de
pensar, sentir y querer.
Por lo tanto, para justificar la interpretación de los signos gráficos
como gestos representativos, tenemos dos conceptos psicológicos y a
la vez filosóficos:
LA PALABRA HABLADA O ESCRITA, como imagen, como
representación simbólica de una idea o de un objeto, y EL ESPACIO
138
GRAFICO (el papel donde escribimos) lo podemos considerar como
una especie de "realidad vacía" dispuesta para ser ocupada. Este
espacio puede equipararse con el "territorio" donde el sujeto se instala
y vive, donde reproduce de manera simbólica sus ideas y sus
costumbres, sus deseos, sus afectos, sus voliciones y la manera como
satisface sus necesidades. Es su ámbito vital.
Para el grafoanalista experimentado, resulta una revelación de nuestra
manera de pensar, sentir y querer, ver el modo cómo ha colocado el
sujeto en su "ámbito vital", en su territorio, es decir, en el espacio
gráfico, esos objetos, esos símbolos, representativos de su conducta:
¿separa bien unos objetos de otros para que no se confundan?, ¿deja
suficiente espacio entre unos y otros para que no se amontonen?,
¿aprovecha mucho el espacio disponible, o deja excesivos "vacíos"
entre unos objetos y otros?, ¿coloca desordenadamente los objetos
como si los lanzara sobre el papel y los amontonara unos sobre otros?,
¿o se complace en buscar una distribución estética dando un aspecto
agradable a su modo de colocar los objetos?
Una página donde la distribución "lógica" de letras, palabras, líneas y
márgenes se realiza satisfaciendo la exigencia racional entre la forma
y el orden en detrimento del "ritmo", como reflejo del núcleo central
de la personalidad, de la verdadera manera de ser y de actuar, es
siempre sintomático de que la inteligencia, buscando una armonía
"obligada", somete la personalidad a una actitud fría, que suena a
falsa, ya que en la lógica o en el raciocinio puro no se halla apenas el
sentimiento liberado de ataduras y convencionalismos, de reglas y
principios. El sentimiento es más libre y auténtico en las playas o en
las montañas, que en las calles llenas de semáforos. Por eso soñamos
con las vacaciones y los fines de semana liberadores.
Por otro lado, un grafismo ordenado metódicamente, según las reglas
más estrictas de la simetría y de las formas, debería ser más bello que
otro más natural y espontáneo y la realidad no es así, comparemos las
figuras 5 y 29, pueden ser un ejemplo; la primera se mantiene dentro
de unas reglas más o menos rígidas de regularidad, la segunda, más
139
espontánea, más libre, deja ver el auténtico carácter afable y amistoso
de su autor, el escritor Víctor Andresco. La impresión de belleza
destaca más, por supuesto, en el grafismo de Andresco que en el
anterior, donde, en todo caso, la belleza es fría, calculada, no
espontánea.
Cuando se deteriora gravemente el sentido de orientación en el
espacio gráfico, como ocurre en el grafismo de la figura 1, las
palabras y las líneas giran en todas direcciones como queriendo
encontrar una salida, como si el sujeto fuera a tientas y
angustiosamente en el espacio. El escritor ha perdido el sentido de la
realidad, o la realidad se mezcla con sus contenidos inconscientes y
no encuentra "su rumbo".
Entendemos por "realidad" una serie de adaptaciones llevadas a cabo
por el aparato psíquico mediante el desarrollo de las funciones
conscientes, es decir, mediante la atención, la memoria, el juicio y el
razonamiento. Estas funciones están encaminadas a lograr una acción
concordante con el entorno del sujeto, beneficiosa para su Yo y para
su integración en formas de conducta de validez colectiva.
Cuando estas funciones psíquicas (atención, memoria, juicio y
razonamiento) se deterioran, el sujeto se desorienta en el tiempo y en
el espacio. El grafismo registra, de inmediato, esa anomalía, con los
consiguientes desarreglos de orden, dimensión y dirección.
Esta primera observación del ORDEN en la página, no sólo nos
informa sobre la calidad de las ideas de la persona que escribe, sino
también sobre sus facultades de organización y adaptación. La
importancia de este aspecto gráfico me inclinó a pasarlo al primer
lugar en el estudio del grafismo en mis obras y en mi método de
Grafoanálisis.
El reducido espacio de que se dispone en una conferencia de este tipo
no me permite extenderme mucho sobre este aspecto, pero trataré
algunos casos a título de ejemplo.
140
De un modo general, el orden de colocación de las palabrassímbolo, es decir, de las letras, las palabras, las líneas, los márgenes,
los alineamientos de los puntos y aparte y los signos de puntuación,
nos reflejan, como hemos dicho, las facultades de organización y
adaptación, tanto en el trabajo como en la vida social. No debemos
olvidar que la mayor parte de veces, la escritura es un mensaje, es
una comunicación al exterior, a los demás y, por tanto, es una acción
social.
En ese sentido, vemos, por ejemplo, que en las figuras 2, 4 y 5 estas
personas nos muestran un tipo de pensamiento y de conducta
convencional, repetitiva, en donde siempre están presentes las reglas
y normativas, los principios educacionales y sociales impuestos por el
medio ambiente. Sobre todo, los sujetos de las fig. 2 y 4 no pueden
despegarse de sus prejuicios, de sus posiciones previas, de sus rutinas,
de sus reglas de conducta, pues ello supondría una ruptura con la
seguridad, es decir, una situación de angustia. La adaptación, en este
caso, es un automatismo, es pasiva. En la fig. 5, pese a la regularidad,
la adaptación no es tan pasiva. Aquí juegan más los intereses y las
conveniencias personales, junto a una cierta rigidez en los principios,
que muchas veces compromete la adaptación expresada por el
movimiento en guirnalda.
En las fig. 6 y 7, el pensamiento ya no es rutinario, como hemos visto
en los tres casos anteriores (el rutinario no tiene otra seguridad que la
de sus hábitos y costumbres cotidianas). Por esa razón, cuando el
pensamiento es original y creativo, se aparta de las formas
convencionales, de la repetición y del hábito. La capacidad para sentir
y expresar de un modo personal, no imitativo, ni repetitivo, a la vez
que se busca un orden estético, supone la existencia en el sujeto de
una sensibilidad inédita, de una imaginación que combina y crea, de
una intuición que descubre más allá de lo que se ve y va más allá de
lo que se siente o se experimenta; éste es el caso de los personajes de
las figuras 6 y 7, el primero, un novelista y el segundo, un intelectual
ensayista muy conocido, José Mª Castellet, a la edad de 22 años,
cuando estudiaba Derecho en la Universidad de Barcelona.
141
Pero también hay en las figuras 7, 8, 11, 12 y 13 otra particularidad
muy interesante: la separación tan armoniosa entre palabras y entre
líneas. En todos estos casos, veremos que la separación entre palabras,
por ejemplo, en mayor o menor cuantía, excede al módulo.
Esta separación, bajo el punto de vista psicológico, es como una
distancia que se establece entre el Yo y el no-Yo, entre el sujeto y el
objeto. Es como una evasión de la realidad cotidiana, como "la
pulsión a la soledad", descrita por Zimmermann, que Freud la
llamaría "pulsión de muerte", aunque no totalmente en toda su
acepción.
La pulsión a la soledad es como una inclinación al reposo, a la
tranquilidad. El sujeto busca, mediante el alejamiento de todo aquello
que constituye para él una molestia, una carga o una excitación
negativa, evadirse, en la soledad, de todo lo que perturba su necesidad
de satisfacción íntima, de todo lo que le obliga a retener o desviar sus
pensamientos más gratos.
Refiriéndose a esta necesidad de reposo o de soledad, Pascal decía
que era "como un residuo del carácter sublime original del ser
humano, a través del cual se encontraba la auténtica felicidad". La
pareja amorosa también busca esta soledad para soñar.
Es en esta “soledad” donde se amplían, animan, agudizan y elevan al
máximo las fuerzas anímicas. Todo espíritu que aspira a elevarse y
busca apasionadamente la ciencia, el arte o la religión, ha procurado,
en todos los tiempos, la soledad y la ha loado”. Sólo un reposo que sea
capaz de aislar los estímulos y los pensamientos propios de la
cotidianeidad vulgar, es capaz de elevarse hacia el mundo creativo o
espiritual, hacia la auténtica felicidad.
Por esta razón, los sujetos creadores buscan la soledad (fig. 7, 8, 11,
12 y 13). Ahora bien, la soledad conduce también a la psicosis, pues,
si bien es cierto que sin soledad no se puede crear nada importante,
cuando ésta llega al "autismo", a la pérdida del sentido de la realidad,
el sujeto ha caído en lo patológico.
142
Decíamos al principio, que el espacio gráfico podríamos definirlo
como "una realidad vacía", como un territorio dispuesto a ser ocupado.
Este "territorio" (consideramos así la hoja de papel de la cual se va a servir
el escritor) tiene unos límites y también está integrado en unas direcciones
y en unos elementos posturales del cuerpo, cuando éste utiliza el espacio.
En este espacio son posibles las cuatro direcciones: "hacia arriba",
"hacia abajo", "hacia la derecha", "hacia la izquierda" y la
"profundidad", que puede observarse en el cauce que deja el
instrumento utilizado para marcar los trazos.
Por la propia naturaleza de la fuerza y dirección de los movimientos,
hay dos direcciones que se distancian, que se alejan de la persona que
escribe: "hacia la derecha" (fig. 22) y "hacia arriba" (fig. 19); y dos
direcciones que se aproximan al Yo: la dirección "hacia abajo" (fig.
18) Y la dirección "hacia la izquierda" (fig. 14 y 10). Estas direcciones
son indicativas, todas, de la orientación de las motivaciones y de la
dirección de los intereses.
Por esta razón, cuando hablamos de "territorio ocupado”
refiriéndonos al espacio gráfico utilizado, no sólo tiene importancia
verificar el espaciamiento entre palabras y entre líneas, para
orientarnos sobre el grado de alejamiento, soledad, reposo, etc. que se
puede descubrir en el grafismo, sino que interesa observar también las
zonas de la escritura más desarrolladas y, sobre todo, ver qué porción
o porciones de territorio ocupa la masa gráfica.
El sujeto puede invadir todo el territorio o espacio disponible en un
afán de exclusividad posesiva y de "dominio" (fig. 15, 18, 21 y 24);
puede utilizar tímidamente una pequeña porción del territorio; por
ejemplo, la superficie izquierda y alta, arrinconándose sobre el
margen izquierdo y el superior (zona de la pasividad y de la retirada,
del deseo y del temor); o, por el contrario, puede dejar un buen
margen a la izquierda y lanzarse sobre el margen derecho con grandes
zancadas del bolígrafo y avanzar con impulso fuerte y combativo
143
sobre la zona de los conflictos, de las contiendas, de los obstáculos que
hay que vencer (fig. 16); o bien poner el muro convencional, o la
desconfiada cerca, del que quiere aislarse en la pasividad rutinaria y
metódica, en la repetición de los mismos hábitos diarios, de las mismas
costumbres, pues, para alcanzar la seguridad, solamente le sirven las
imágenes de archivo, la experiencia cotidiana, lo que ha adquirido
fuerza de precepto y solamente la repetición de hábitos y costumbres
puede dar al rutinario una garantía contra la inseguridad. En las figuras
17, 2 y 26, podemos captar esa necesidad de repetición, de uniformidad
de vida. Estos sujetos escogen como bueno el modelo de perfección que
impone la sociedad y los principios tradicionales. No practican una
moral de evolución, sino una moral pasiva, estática, involucionada.
En el grafismo de la figura 8, se observa un tipo de adaptación más
bien restringido, es decir, bueno, pero limitado a ambientes íntimos o
habituales. En la escritura Pequeña, Clara, Regular y Simplificada
vemos los signos de introversión y la conservación de unos principios
morales más o menos severos, propios de un Super-Yo que actúa
vigilando la conducta e inhibiendo muchos impulsos que podrían
estar en discordancia con su rol social o profesional (se trata de una
religiosa muy culta, doctora en Psicopedagogía y directora de un
Colegio-Instituto de segunda enseñanza).
En la fig. 9, el sujeto concibe los objetos y elabora las ideas con una
rigidez lineal tal, que coloca sus signos en el espacio gráfico como si se
tratara de soldados en un desfile militar. La incapacidad del sujeto para
renunciar a sus actitudes, a sus hábitos de percepción y de pensamiento,
puede ser aquí sinónimo de un complejo de inseguridad (el sujeto
sacrifica la adaptabilidad para sentirse seguro en la inflexibilidad de sus
ideas, en las que encuentra una cierta estabilidad). Por otro lado, la
rigidez, en la mayoría de los casos, está originada por un Yo débil frente
a unas necesidades orgánicas y psíquicas molestas.
En la figura 10, el sujeto vive las ideas y ve los objetos en su
pensamiento a través de su sensualismo egocéntrico, narcisista y
egoísta. La presión desplazada, unida a signos gráficos tan negativos
144
como escritura Regresiva, "Jointoyée" (rellenada), Invertida, Buclada,
Cerrada, Grande, Apretada, etc., parecen coincidir en una conducta
cotidiana (predominio de la zona media) cercana a la perversión moral.
Obsérvese que no hay un solo movimiento que se dirija hacia el
exterior, hacia los demás, en una actitud ofertante. Todos los
movimientos convergen en el Yo y, por tanto, todos los intereses del
sujeto están centrados en sí mismo, en sus necesidades y deseos.
A la hora de valorar el equilibrio y ponderación en los juicios, el
sentido de la medida, la apreciación de una escala de valores, el
sentido equitativo, la conciencia de la responsabilidad moral, el
control de la imaginación, la armonía entre el Yo y el mundo,
conviene que observemos la relación existente entre las partes
esenciales y secundarias de las letras.
En la figura 7, se observa un claro predominio de las partes esenciales
que estructuran las letras y una distribución muy armónica de letras,
palabras y líneas. El autor del grafismo nos muestra con ello que tiene
una idea clara, sencilla, prudente y juiciosa de sí mismo y del mundo
que le rodea. Busca, ante todo, un equilibrio estético y una relación
agradable. Valora y juzga las cosas atendiendo sus aspectos esenciales
y sus cualidades dentro de una selectividad en que entra en juego tanto
el sentido de la armonía, como el orden y la agradabilidad.
El autor de la figura 18 ve los objetos supervalorando lo que
representan para él o exagerando ciertos aspectos secundarios que
encajan con su vanidad exhibicionista. Deforma la realidad para
adaptarla a sus deseos, hincha desproporcionalmente los detalles
insignificantes y la idea de sí mismo, en detrimento de lo que es
verdaderamente importante y esencial. Resulta fácil interpretar en la
gran ampulosidad de esos movimientos sobre la zona inferior, la
presunción impertinente y ostentosa, la actitud de pedantería
jactanciosa, el fantasioso engreimiento, la fatua egolatría
(endiosamiento) del sujeto. Estas exageraciones en la desproporción
de la escritura nos recuerdan el viejo axioma: "Dime de qué presumes
y te diré de qué careces". A través de esta supercompensación (toda
145
exageración es un intento de supercompensación), el sujeto nos
muestra su lado oculto, es decir, su intento de olvidar su fracaso
amoroso, social o profesional. Busca en la fantasía, en la irrealidad,
protagonizando escenas fabulosas y singularizándose ante los demás,
hallar los estímulos compensadores. Busca por vía ficticia la
superioridad.
El modo como avanza la onda gráfica cuando se adentra en el espacio
gráfico puede ser todo un poema, una guía reveladora del modo como
el sujeto se enfrenta con su mundo circundante.
El impulso motor mueve la onda gráfica de una manera serena o
agitada, de modo rápido o lento, retardando o acelerando el impulso
inicial, es decir, llevando un ritmo pausado, tranquilo o impulsivo. Por
ejemplo: en la figura 19 el sujeto avanza confiado, alegremente, con
espontaneidad, con recursos imaginativos, en actitud ofertante y con
cierta complacencia expansiva.
Una de mis alumnas, mujer de una intuición extraordinaria, llegó a ver
en este grafismo las notas musicales de una canción, sin saber que se
trataba de la escritura del famoso maestro Jacinto Guerrero, autor de
zarzuelas tan conocidas como "El huésped del sevillano", "Los
gavilanes", "La rosa del azafrán", "Las lagarteranas" y otras no menos
populares.
El sujeto puede avanzar en el espacio gráfico avasalladoramente, en
forma combativa, destruyendo obstáculos, invadiéndolo todo sin
miramientos, reduciendo a la nada las resistencias, como podemos ver
en la fig. 16 (Napoleón).
Puede avanzar en línea recta, inspirado por principios rígidos, de una
manera inflexible y cerrada a toda persuasión, chocando sin remisión
contra todo aquello que se opone a sus ideas, a sus deseos, a sus
principios políticos, morales o religiosos, como ocurre en la ya
comentada fig. 9, en donde una pasión ciega y resentida oculta la
debilidad del Yo.
146
Puede avanzar sobre el espacio gráfico con el temblor, la fatiga, el
cansancio físico y el gesto torturado o de sufrimiento del hombre
senil, pero sin renunciar a la vida, como nos lo muestra el grafismo de
la fig. 20.
Por el contrario, el autor del grafismo puede avanzar haciendo alarde
de vitalidad, invadiendo el ambiente que lo rodea de una forma
deslumbrante y lujuriosa, dejando poco sitio a los deseos y
sentimientos de los demás, es decir, tratando de ocupar todo el
espacio, toda la atención, todas las miradas y poner el mundo (los
demás) a su servicio, como ocurre en la fig. 21, que corresponde a una
opulenta dama de la alta sociedad acostumbrada al culto de sus
admiradores y admiradoras.
El sujeto puede avanzar con el dinamismo campechano, optimista y
audaz, con el aplomo y contento de sí mismo de la fig. 22, o con la
ansiedad esquizoide, tímida, reconcentrada y pusilánime de la fig. 23.
Se puede recrear en las formas caligráficas con la lentitud
insignificante del autor de la fig. 2, o avanzar sobre la página con el
movimiento en torbellino, acusando la agitada emotividad, la riqueza
esplendorosa de una imaginación ardiente, atormentada, creadora y
genial, compulsiva unas veces, acariciante otras, mostrando la
violencia o la dulzura del hombre insatisfecho, del hombre que se
consume en su propia obra, como nos lo refleja el grafismo de
Beethoven, fig. 24.
El modo de avanzar sobre el papel es siempre sintomático. Y voy a dar
dos ejemplos más del comportamiento de la onda gráfica en su
recorrido por el espacio gráfico:
Vemos cuan diferente es la agitación nerviosa, el recorrido
impresionable, desigual, influenciable, lleno de contrastes y de
"roturas" que representa el grafismo de Milagros Leal (la gran actriz
teatral), de la monotonía, la lentitud, la redondez sin ritmo del espíritu
de tortuga del grafismo que aparece como figura 26.
147
La CONTINUIDAD, que en sentido general es la unión de las partes
con el todo, es importante para conocer en qué medida desbarata o no
el inconsciente o la emotividad el decurso o la actividad consciente.
Cuando la onda gráfica está alterada en su continuidad, algo no
funciona bien en la psique del sujeto, es decir, algo perturba su
actividad consciente.
Dentro del marco de la CONTINUIDAD y del ORDEN (aspectos
indicadores del nivel de adaptación), juega un papel importante la
atención. Las teorías modernas no sólo reconocen en la atención una
focalización del interés hacia un objeto interno o externo, sino que
consideran también esta función como "una reacción de espera", en
virtud de la tensión muscular que se produce en los procesos
atencionales.
Dueña del tiempo y del espacio (tiempo es equivalente aquí a
"movimiento escritural"), la atención exige una absorción, una
concentración, un encadenamiento o fijación en su proceso activo.
Esta absorción, esta concentración la conocemos comúnmente por la
frase: "no perder el hilo de las ideas".
Por eso, cuando la atención se siente perturbada, cuando algún
estímulo, suceso o fenómeno emocional aparece rebasando el poder
de absorción, la actitud intencional consciente, el sujeto que escribe,
acorralado por la acción del impulso perturbador, llega a producir los
"actos fallidos", pues, su focalización sufre los efectos del
"cortacircuito", se desajusta. Surgen entonces ciertos márgenes de
indeterminación, de duda, de vacilación (retoque) o la onda gráfica
camina con tanteos, como si andara a tientas (cambios de ritmo, de
dimensión, de dirección, de inclinación, etc.), o bien se produce un
bloqueo, una paralización de la acción (cortes, "lapsus de cohesión",
inhibiciones en la continuidad).
Algunos de estos "actos fallidos" pueden ser considerados como
intentos fracasados de expansión de necesidades reprimidas, o
intentos del inconsciente por descargar tensiones emocionales
148
fuertemente incómodas, cargadas de ansiedad, otras veces, las
anomalías en la CONTINUIDAD pueden ser simples indicios de
dificultades funcionales, es decir, puede tratarse de anomalías
psicosomáticas.
Así, por ejemplo, en la figura 27, la continuidad de la onda gráfica, la
vemos interrumpida por roturas de cohesión (fragmentación de las
letras). Se trata, en este caso, de un asmático, es decir, de una persona
que tiene dificultades respiratorias y que presenta los síndromes de
ansiedad propios de esta enfermedad.
n cambio, en la figura 28, los bloqueos o inhibiciones de la onda
gráfica se presentan en medio de las palabras, dejando espacios
anormales entre las letras que componen algunas palabras. Estos
cortes o interrupciones han recibido el nombre de "lapsus de
cohesión" y son traductores do conflictos. Se trata, generalmente, de
experiencias frustrantes, de temores o ansiedades que inciden sobre la
actividad consciente bloqueando la comunicación, el mensaje escrito.
Podríamos extendernos mucho más sobre el interesante campo del
simbolismo del espacio y el texto en Grafología, pero tengo que dejar
también que otras iniciativas de mis compañeros de la Agrupación de
Grafoanalistas Consultivos completen y mejoren este modesto
trabajo.
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LOS CUATRO VECTORES EN EL METODO VELS DE
GRAFOANALISIS
La famosa escuela reflexológica iniciada por Paulov, Smolenski,
Bykov, etc., el famoso psicólogo norteamericano James Mckeen
Cattell, catedrático de Psicología de la Universidad de Pensylvania,
Eysenck, Muchielli, y muchos otros psicólogos modernos se sirven de
esta tipología hipocrática, más o menos revisada, de acuerdo con las
más recientes investigaciones.
El Doctor Maurice Periot, Profesor de Fisiología y Endocrinología de
la Facultad de Medicina de Marsella, que me honró con su amistad y
consejo, quiso saber cuánto había de cierto en la clasificación
vectorial hipocrática. Después de una investigación seria que duró
varios años, publicó los resultados en una obra cuyo título era
afirmativo: "Hipócrates tenía razón". La obra de referencia fue
traducida al castellano por Benjamín Jarnés, colaborador y amigo de
Ortega y Gasset, y publicada por la Editorial Esculapio de México.
Fue, precisamente, el Doctor Maurice Periot quien me aconsejó que
utilizara la tipología hipocrática, y no otra, en mi método de
Grafoanálisis, poniéndome en contacto con el grafólogo francés Paul
Brosson, que había trabajado con él y del cual tomé algunas
informaciones.
De acuerdo con la revisión efectuada por el Dr. Periot, sostengo con
él que, por mucho que evolucione la investigación fisiológica y
psicológica, los seres vivientes seguirán teniendo siempre cuatro
funciones primarias:
a) LA NUTRIVIDAD (las células necesitan alimentarse).
b) LA REPRODUCTIVIDAD (las células necesitan reproducirse).
c) LA EXCITABILIDAD (las células necesitan conocer el medio que
las rodea).
159
d) LA MOTILIDAD (las células necesitan moverse para alimentarse
y defenderse, para actuar sobre su medio externo).
Los dos primeros vectores o funciones corresponden en lenguaje
psicoanalítico, al EROS o principio del placer. Las otras dos
funciones (excitabilidad y motilidad) corresponden al principio de la
REALIDAD y se manifiestan como instinto de muerte o TANATOS.
-- Comprender que la NUTRIBILIDAD y la REPRODUCTIVIDAD
pueden incluirse dentro del "principio del placer" no presenta
dificultades. Placer es comer, besar, hacer el amor, etc. En cambio,
identificar con el "principio de la realidad" o principio destructor o de
muerte (TANATOS) a las funciones o vectores EXCITABILIDAD y
MOTILIDAD, presenta mayores dificultades de comprensión, sobre
todo para los no iniciados en la jerga o lenguaje psicoanalítico. Trataré
de explicar esto de modo sencillo.
Los instintos destructores, propios del TANATOS, instintos agresivos
o de muerte. son una consecuencia del atávico instinto de matar para
vivir. Aún hoy, el hombre se siente obligado -cuando no lo hace por
placer de cazar- a matar a otros animales para alimentarse. Siempre ha
sido así, aunque debido a la organización social, el hecho de matar a
otros animales esté reservado a ciertos profesionales, bajo control
oficial. Este instinto atávico subsiste en cada uno de nosotros, más o
menos desarrollado.
Pero la subsistencia del hombre no sólo está ligada a la necesidad de
alimentarse; está también presente su necesidad de "territorialidad"
para desarrollarse. Necesita un hábitat, un lugar destinado a vivir con
el grupo familiar que él crea. Y este háhitat lo defiende también en
forma agresiva, dando muerte, si es preciso, al intruso que intenta
arrebatarle algo de su "espacio vital”.
Estos instintos primitivos atávicos subsisten en el hombre y son
transmitidos genéticamente, aunque los cambios del ambiente
circundante los hayan arrinconado, transformado o suavizado por la
acción del constante aprendizaje del individuo dentro del ambiente
social y cultural en que se encuentra.
160
En principio, los instintos agresivos propios del TANATOS pueden
ser exteriorizados en forma primaria (cuando la agresión es motriz o
verbal: asesinar, herir físicamente, golpear, abofetear, etc.,- o
humillar, atormentar, hacer crítica perversa, molestar con frases
hirientes, murmurar, etc., es decir, recurriendo a un sadismo físico o
moral); pero lo normal es que estos instintos agresivos tengan una
expansión secundaria o sublimada, en cuyo caso, el impulso a herir
físicamente o a matar puede satisfacerse en profesiones que requieren
mucha iniciativa, combatividad, espíritu deportivo, audacia y
voluntad emprendedora, o en profesiones tales como las de cirujano,
escultor, dentista, etc. También hay que tener en cuenta que, en ciertos
casos, la agresión puede estar autodirigida, como es el caso de los
sujetos con tendencias masoquistas, que buscan ansiosamente el
sufrimiento.
En los casos de sublimación, que es cuando el instinto encuentra
trabas para su expansión, la energía con- tenida puede descargarse a
través de actividades "descorporeizadas" o intelectuales, como
pueden ser, por ejemplo, la curiosidad investigadora, la sed de saber,
la persecución de nuevas ideas o nuevos descubrimientos, el
desarrollo de las facultades de crítica, la ironía, el cultivo del arte, de
la literatura, de la ciencia, etc.
Dentro del campo artístico y literario, nos han mostrado el TANATOS
en sus distintas formas y matices agresivos autores tan relevantes
como Edgar Alan Poe, Alfred Hitchock, Agata Christie,- Ibáñez
Serrador, Gauguin, y una lista inacabable de grandes personajes de la
Historia, de la Política, del Arte y de todas profesiones humanas.
Basta con recordar las obras que han hecho populares a todos ellos.
Como puede verse, sobre las derivaciones de estos vectores o
instintos, tanto en su sentido normal, como psicoanalítico, podríamos
hacer todo un tratado de Psicología, pero sólo nos referiremos muy
brevemente a lo que afecta a estos cuatro instintos o vectores, que son
los que utilizo para medir estadísticamente los signos gráficos.
161
En mi sistema, que bauticé con el nombre de GRAFOANÁLISIS,
los signos gráficos están agrupados en cuatro "vectores", cada uno
de los cuales representa lo que el mismo término “vector" significa:
la dirección de las tendencias, instintos o necesidades en un
determinado sentido.
Al "vector" "L" (NUTRIVIDAD) y al "vector" "S" (REPRODUCTIVIDAD),
que representan al EROS, al principio del placer, corresponden,
respectivamente, las necesidades de nutrición y de reproducción, es
decir, todos los placeres del cuerpo en su sentido más amplio (comer,
beber, besar, acariciar, ser acariciado y todas las manifestaciones físicas
del amor, de la ternura, de la amistad y de la relación con los demás
objetos circundantes.)..
En este sentido, el "vector" "L" ejerce la función pasiva y "S" la
función activa de estos instintos, tendencias y necesidades.
Creemos que el TANATOS ha quedado suficientemente explicado en
el contexto anterior. Por tanto, nos vamos a referir a los dos "vectores"
que lo integran: a "N", que representa la "EXCITABILIDAD o
RECEF'TIVIDAD", y a "B", que determina la "MOTILIDAD o
ACCION HACIA EL EXTERIOR'; y es lógico, pues todo ser
viviente, no sólo necesita alimentarse y reproducirse, sino que
necesita "conocer” su mundo circundante, para seleccionar el
alimento que le interesa y para defenderse, sino también precisa para
actuar sobre su medio ambiente para procurarse la comida, para
defender su vida y espacio vital.
En ambos casos, tiene al "vector" "N" que le proporciona la
facultad de percibir (sensibilidad, receptividad) el mundo
circundante; y al "vector" "B" que le faculta para concentrar la
energía y ponerla al servicio de la acción sobre el medio externo
(MOTRICIDAD).
El "vector" "N" representará el aspecto pasivo del TANATOS
(recepción de impresiones); el "vector" "B" será la función activa, en
tanto que supone una acción sobre el medio.
162
En un sentido más amplio, "N" significará el índice de excitabilidad,
de vivacidad, de inestabilidad, de irritabilidad o de miedo, ansiedad,
temor, culpabilidad, etc. De todo este proceso "N" vendrán las
intrigas, las maquinaciones, las murmuraciones, las insidias, la
curiosidad maligna, el afán de sorprender con noticias
sobrecogedoras, las estratagemas y sutilezas, las fluctuaciones, los
sofisticados artilugios, las imitaciones por contraste y todo un abanico
de incertidumbres, dudas, sorpresas y cosas insólitas.
Por otro lado, sabemos todos que, cuando la agresividad no se
descarga de modo directo y adecuado, como es el caso del "vector"
"N", se acompaña casi siempre de cierto complejo de culpabilidad.
Este miedo puede generar un autocastigo en forma de neurosis o de
cualquier perturbación psicosomática, como pueden ser síntomas
cardíacos, respiratorios, gástricos, hepáticos, etc. Muchos miedos del
"N" adquieren significación corporal.
Las emociones dominadas, aquellas cuya energía se canaliza de
manera organizada hacia objetivos deseados por la voluntad, como es
el caso del "vector" "B", cuando no producen inhibiciones en el
trabajo o en la esfera sexual, es raro que generen en el organismo fases
de alarma, problemas de angustia, de agotamiento o de stress. Por esta
razón, los sujetos que presentan un buen índice de "B" desarrollan
bien su fuerza agresiva, avanzan sobre los obstáculos sin grandes
temores y pueden imponerse en sus ideas y dominar las situaciones
sin repercusiones cardiovasculares u otros síntomas orgánicos.
El grafoanálisis permite conocer en que medida se desarrolla en cada
sujeto cada uno de estos cuatro "vectores", los cuales creo que, una vez
aclarados bajo el punto de vista del psicoanálisis, no parecerán ya tan
obsoletos. En mi "Diccionario de Grafología" (1), páginas 51 a 58, figura
el "cuadro de signos gráficos", donde están clasificados por vectores.
Espero haber contribuido, con esta modesta aclaración, a la
comprensión de la importancia que, en el campo de la Psicología,
tiene aún la antigua clasificación hipocrática de los temperamentos.
163
164
SIGNIFICADO ESTRUCTURAL DE LOS VECTORES
Y FACTORES
Hacer una síntesis del significado psicológico de cada uno de los
vectores y factores no es cosa fácil. Espero que mi intento resulte
útil para que el grafoanalista tenga una orientación previa sobre la
que construir después el psicodiagnóstico o retrato psicológico.
A continuación se describe, muy brevemente, cada uno de los 24
vectores y factores que pueden dar el "esqueleto de la personalidad"
de las personas analizadas.
SENTIDO POSITIVO DEL CONJUNTO GRÁFICO (ambiente
gráfico). Este porcentaje concuerda, generalmente, con un grado
de adaptación positivo, tanto al mundo exterior, como al mundo
interior. Refleja el grado de equilibrio entre lo que el sujeto piensa,
siente y quiere y las condiciones presentes en su mundo
circundante.
SENTIDO NEGATIVO DEL CONJUNTO GRÁFICO (ambiente
gráfico). Tendencia a las reacciones inadecuadas que privan al
individuo de capacidad para la solución equilibrada de sus problemas,
sea por bloqueo o inhibición, sea por una agresividad que hace
presumir determinados complejos psicoafectivos, es decir, la
dificultad de adaptación.
VECTORES SIGNIFICADO PSICOLÓGICO
(Bilioso) Tendencia al control emocional y afectivo. Acumulación de
cargas afectivas al servicio de la voluntad: capacidad de
concentración, de organización y de regularidad. Selectividad.
Eficacia en el trabajo.
165
(Nervioso) Tendencia a la inestabilidad afectiva y emocional.
Movilidad en las ideas. Inquietud, expectación. Agilidad mental,
improvisación.
(Sanguíneo) Tendencia a la expansión afectiva y emocional
(sociabilidad, jovialidad, optimismo). Necesidad de horizontes
amplios. Acción rápida, emprendedora. Confianza en vencer
obstáculos.
(Linfático) Estabilidad emocional. Actitud pasiva, conservadora,
perseverante. Seguimiento de normas y métodos. Búsqueda de la
seguridad en cosas o situaciones estables, en acuerdos mutuos.
Tendencia al automatismo.
Actitud vital:
Dominio de las ideas. Concibe mejor que realiza. Conducta
controlada, seria, pensativa, inhibida. Atención concentrada,
vigilante. Observación cuidadosa, escrupulosa. Reflexión.
Extraversió Dominio de las situaciones externas. Conducta expansiva,
espontánea, optimista, bulliciosa. Atención panorámica, dispersa.
Observación superficial. Improvisación en los juicios. Corrige sus
errores sobre la marcha.
Funciones psíquicas:
Análisis racional de los hechos. Rigor, claridad y precisión en los
juicios. Resolución de problemas manejando ideas en vez de
percepciones o manipu lación de objetos. Abstraer y concebir, mejor
que realizar.
inconscientes inmediatas. Captación, sin reflexión previa, de
ideas, de hechos, de fenómenos o situaciones antes de conocer
datos concretos. Inspiración, inventiva, hipótesis, especulación,
creatividad.
166
basados en el agrado-desagrado que inspiran la acción de los
estímulos. El sujeto se define en función de lo que siente. Tendencia
a ver las cosas según sus matices expresivos y significativos (bellezafealdad, atracción-repulsión, simpatía-antipatía, etc.).
El sujeto se limita a registrar las sensaciones físicas que percibe
(forma, color, sonido, peso, textura, lugar que los objetos ocupan en
el espacio, etc.) sin tratar de explicarse el "qué" ni el "por qué", es
decir, procede por identificación y ofrece una imagen concreta y física
de las cosas, de la realidad.
Fórmula caracterológica
Capacidad de vibración ante los estímulos. Cuando pasa cierto
umbral, y se rompe el control de la función reguladora, la emotividad
se convierte en sobresalto, conmoción o turbación capaz de perturbar
el equilibrio psíquico y la actividad mental (pérdida del autocontrol).
La emotividad debe estar compensada por la actividad.
Actitud pasiva y fría. Contemplación serena, tranquila, objetiva e
imparcial de los hechos. Poca viveza de respuesta a los estímulos.
Inteligencia, laboriosidad, decisión e iniciativa (eficacia en la acción).
Renovación de la energía para luchar contra los obstáculos o
dificultades en pos de los objetivos deseados o de las metas a alcanzar.
Pasividad, inercia, lentitud, apatía. El sujeto no ve en la acción la
solución de sus problemas. Espera más de los demás que de sí mismo.
Dependencia-sumisión.
Reacciones vivas e inmediatas a los hechos o estímulos presentes.
Decisión rápida y táctica. Se corrigen los errores sobre la marcha.
Velocidad/Lentitud, profundidad y duración de las impresiones.
Sistematización de la vida mental y desarrollo del poder de inhibición.
Capacidad para prever, proyectar y planificar.
167
Los grados de tensión-dureza del Dr. Pophal
Actitud floja, agitada, imprecisa, desordenada. Sugestibilidad
(tendencias histeroides).
Actitud flexible, adaptativa, espontánea y fácil.
Actitud controlada, pero flexible, adaptada y dinámica.
Actitud algo rígida, contenida, cautelosa y escrupulosa.
Actitud rígida, tensa, ansiosa, obsesiva, inhibida, vacilante.
Actitud crispada, atormentada, que hace al sujeto muy irritable e
incapaz de controlarse y pierde con facilidad los estribos a causa de
su perturbación y desorden interno.
NOTA ACLARATORIA: Estos "vectores" y "factores" son sólo un "esqueleto"
de la personalidad. Para sacar conclusiones se deben combinar unos con otros.
168
EL SENTIDO POSITIVO Y NEGATIVO EN
EL MÉTODO VELS DE GRAFOANÁLISIS
El sentido positivo y negativo y la polivalencia de los signos gráficos
recoge el nivel de aprendizaje del sujeto en cuanto a la relación y
adaptación de las pulsiones internas a las exigencias del mundo
circundante. Dicho de otra manera, el nivel positivo nos indica en qué
grado el sujeto ha aprendido a conciliar, armonizar o ajustar sus
deseos, tendencias y necesidades de todo tipo frente a su mundo
exterior o a las exigencias del ambiente en que se mueve.
El sentido positivo se puede entender también como el grado de
evolución, de madurez y de adaptación de la personalidad y el modo
cómo influye y se deja influir el sujeto por el entorno.
En cierto modo, el nivel positivo y su contrario tienen un cierto
parentesco con el "formniveau" de Klages, con el "ritmo de base" de
Roda Wieser, la "estructura vital" de Knobloch y el concepto de
"armonía" e "inarmonía" de Crépieux-Jamin.
Aparte del sentido positivo o negativo, hay que tener en cuenta, a la
hora de interpretar los signos, el rol "reforzante", "atenuante",
"modificador" o "multiplicador" que cada signo puede ejercer dentro
del conjunto o ambiente gráfico en que se manifiesta.
Decía el Dr. J.J. Wittenberg, en su ponencia al Congreso de Lindau
(mayo de 1988), que ciertos grafólogos interpretan el grafismo por
signos aislados, en forma reduccionista, en vez de hacerlo en forma
"holística". Se olvidan que el todo es más importante que las partes.
Sin duda, interpretar los signos aisladamente es más sencillo, cómodo
y fácil que buscar la relación que puede haber de unos signos con
otros y dar las interpretaciones de los mismos, de acuerdo con el
ambiente gráfico o síntesis de conjunto.
169
El método Vels de Grafoanálisis ha intentado desde sus inicios en
1949 evitar el reduccionismo o sometimiento de los signos a un valor
psicológico "fijo". El autor no considera la personalidad como un
"fósil", ni tampoco escindida en partes aisladas o desconectadas entre
sí. Esto sería como describir un "homúnculo" o ser artificial dividido
en partes.
Las columnas 3 y 4 del "Cuadro sinóptico de signos gráficos, vectores
y factores" recogen, a través de los valores numéricos asignados, el
nivel positivo y negativo del conjunto de signos.
Bajo el punto de vista estadístico, deben interpretarse en sentido positivo
todos los grafismos que superen el 64% (media estadística 64,4%).
La media de puntos negativos aceptable es del 35,6%.
Deben interpretarse en sentido negativo todos los grafismos cuyo
nivel negativo (columna 4) supere el 52%.
Los grafismos que quedan en la zona intermedia entre el mínimo
positivo y el máximo negativo aceptable deben interpretarse en
"sentido general", es decir, como tendencias que ocupan un lugar
intermedio que podríamos definir como una adaptación relativa, ya
que pueden girar en cualquiera de los dos sentidos. Esta es el área
comprendida entre el 35,6 y el 52% de signos negativos; y entre el 52
y 64,4% de signos positivos (columna 3).
La importancia de esta medición grafométrica se explica en Escritura
y Personalidad, págs. 28, 29 y 30. No obstante, queremos dar aquí
una explicación que demuestre la importancia que tiene en
Grafoanálisis el porcentaje de signos positivos y negativos:
Hemos de tener en cuenta que la vida consiste en una producción y
gasto de energía constante. Para que las funciones físicas, psíquicas y
mentales se muevan y desarrollen su actividad de modo sinérgico, las
tensiones internas deben mantenerse dentro de ciertos límites, para
170
que sea posible "negociar" una adaptación de nuestras pulsiones
(impulsos, afectos, deseos, necesidades, etc.) a las condiciones
existentes en nuestro medio ambiente.
Nuestro sistema de regulación de la energía, de la tensión (equivalente
a la "homeoestasis" de Cannon, al "equilibrio" de Pavlov y al
"principio de constancia" de Freud) actúa de manera que toda
excitación emotiva, toda acumulación de energía, toda tensión, esté
normalmente regulada y se mantenga dentro de un promedio o nivel
óptimo. Muchos mecanismos de defensa tienen la misión de descargar
parte de la energía sobrante o acumulada en el organismo mediante
nuestras reacciones emotivas.
Sin embargo, en los casos en que el nivel de tensión aumenta por
encima del nivel óptimo de carga, o está por debajo de su nivel
necesario, se rompe el ritmo natural, se rompe el equilibrio, dando
lugar, en el primer caso, a los excesos, desproporciones y
desbordamientos, etc. en la conducta.
Del mismo modo, la insuficiente carga de tensión genera los fallos,
deficiencias del carácter, como pueden ser las depresiones, los stress,
la abulia, la pereza o desgana, o la falta de interés o ilusión de vivir.
Cuando el descenso de energía llega a ciertos extremos, el sujeto está
cercano a la muerte. La debilidad, por ejemplo, en estos casos, del
aparato circulatorio, cuando éste funciona con poca tensión, da lugar
a la palidez, a ese semblante color de muerte tan peculiar de los
estados asténicos.
Por esta razón, todo exceso o toda deficiencia en la onda gráfica tiene
su encuadre en el sentido "negativo".
El control consciente efectuado por un Yo sano no disminuye la
tensión y la espontaneidad de las funciones psíquicas y nerviosas, ya
que establece una buena coordinación entre las necesidades del Yo y
las condiciones del medio ambiente para poder satisfacerlas.
171
Por el contrario, un control rígido o represivo de la energía
("armadura" de Reich), o un modo de reaccionar inmediato e
impulsivo, sin el suficiente control regulador, supone siempre un
desequilibrio, mayor o menor, en la tensión emocional. En el primer
caso (rigidez o represión), toda fuerza expansiva o agresiva queda
inmovilizada, como consecuencia del bloqueo que el sujeto ejerce
sobre sus impulsos. Al frenar, reprimir o inhibir sus pulsiones, el
sujeto, falto de "vibración", queda acartonado en el Super-Yo.
En el segundo caso (modo de reaccionar impulsivo o desbordado), se
rompe la correspondencia armónica y no es posible un buen ajuste o
adapción entre los impulsos, deseos y necesidades (pulsiones) y las
condiciones que ofrece el medio ambiente para su satisfacción.
El sentido "positivo", en Grafoanálisis, trata de registrar en qué
medida el sujeto es capaz de mantenerse en un nivel óptimo de tensión
que le permita al Yo negociar un buen ajuste a la realidad circundante.
Esta filosofía del sentido positivo y negativo aún podríamos explicarla
de otro modo para completar su importancia y comprensión:
La vida, en todo ser viviente, no es más que un proceso de combustión
interna que produce energía para atender al gasto biológico y mental
(funciones nutritivas, motóricas, sensoriales y mentales). El nivel de
este proceso de combustión, distinto en cada individuo, no sólo
depende de los alimentos8, sino también de la cantidad de oxígeno que
somos capaces de absorver para regenerar los tejidos.
Normalmente, en nuestro organismo y nuestra psique, hay una
función encargada de regular la entrada y la salida de energía. Esta
función reguladora se cuida de mantener el equilibrio entre
producción y gasto. Esto supone la existencia de dos fases; una
positiva de actividad y otra negativa de reposo: los estados de vigilia
y sueño, por ejemplo.
8Alimento no sólo es comida y bebida, es también la satisfacción que aporta el medio
ambiente: vida amorosa, vida familiar, vida social, vida profesional, la calidad del clima y
del aire que se respira, etc.
172
Cualquier alteración de este ritmo natural supone un transtorno funcional,
tanto en el aspecto físico (funciones fisiológicas) como psíquico
(funciones medias y superiores: modo de sentir y modo de pensar).
Estas alteraciones, arritmias o falta de sincronismo, se descubren en el
grafismo por el desajuste o falta de concordancia en los tres grandes
aspectos de la onda gráfica: forma, espacio y movimiento.
Como ejemplo de un fallo en la función reguladora de la actividad,
podríamos referirnos al grafismo de la figura 52 de Escritura y
Personalidad. El exceso de excitación, de actividad física y psíquica
pone en marcha, de forma desmedida y descontrolada, las pulsiones
instintivas. Los espacios (reposo-reflexión) son desiguales e
insuficientes; las formas (variables y alteradas) indican la dependencia
de la emotividad en los modos de conducta; y, finalmente, el
movimiento (impulsivo, violento y desproporcionado) refleja la
imposibilidad de reflexionar y soportar con calma cualquier obstáculo,
contrariedad, oposición o resistencia sin reaccionar en forma agresiva y
combativa. Este grafismo es negativo por "exceso".
Otro ejemplo que podríamos considerar negativo por defecto, es decir,
por rigidez, es el de la figura 169 de Escritura y Personalidad. Los
signos de inhibición (escritura pequeña, invertida, desligada, masiva,
las letras desigualmente espaciadas y jambas amputadas, etc.) reflejan
la acumulación de energía interna por bloqueo, por dificultad de
expansión (sentimiento de impotencia) y por falta de sincronismo con
su medio ambiente.
El sujeto no concilia bien sus deseos y necesidades, sus apetencias,
sea por su complejo de Edipo, sea por su sentimiento de impotencia
con las condiciones del entorno. Intenta conservar su equilibrio
interno a base de sujetar sus reacciones y reprimir sus instintos
(complejo de Edipo no liquidado). Cuando se carga en exceso,
cualquier nimio motivo que le contraríe, es como la gota que desborda
el vaso, le sirve de estímulo para descargar, en forma
desproporcionada con la causa motivante, la acumulación de energía
reprimida (ver barras de las tes masivas y en diagonal).
173
Finalmente, la figura 24 de la misma obra se acerca bastante a un
equilibrio de forma-espacio-movimiento, a pesar de que el freno,
sobre todo en los finales de palabra, no permite totalmente la
espontaneidad (escritura semiangulosa, gladiolada y algo desigual en
la cohesión).
Un grafismo mucho más espontáneo, flexible y ágil, podemos verlo
en la figura 136 de la obra citada. Aquí, el movimiento es más
elástico, fluido y rítmico. Estos dos grafismos últimos pueden ser
considerados en sentido positivo.
174
EL SENTIDO VERTICAL Y HORIZONTAL
EN LOS "VECTORES"
Como ya hemos explicado en otras ocasiones, entendemos con el
término "vector" las fuerzas pulsionales que dirigen,
inconscientemente, nuestro comportamiento. Estas fuerzas pueden
manifestarse en sentido "vertical" o en sentido "horizontal".
Por ejemplo, la conducta temperamental o vectorial del Bilioso tiene
una dirección esencialmente "vertical" y un comportamiento
"autodirigido". El Bilioso es un tipo de sujeto que concentra su
energía para dirigirla, primordialmente, a los objetivos que se marca
a sí mismo.
El Bilioso (figs. 57, 58, 59, 90 y 172 de Escritura y Personalidad), en
cierto modo concordante con el tipo "anal" de Freud, posee una
conciencia y una actitud de afirmación fuerte dentro de una
autoimagen positiva, es decir, posee una buena autoaceptación. El
Bilioso está siempre bajo el control de un vigoroso y profundo sentido
del Yo (orgullo). No necesita el eco, el apoyo de los demás o el éxito
exterior, para tener fe y creer en sí mismo. Como en el tipo "anal", las
notas clave de la conducta del Bilioso son: la ambición, el orgullo, la
concentración y retención, la firmeza, el orden, la regularidad, el
sentido del ahorro, la concienciación racional en lo que dice y hace, el
deseo de eficacia y el desarrollo de la voluntad y de la disciplina en
sus ideas.
El lado negativo del vector "B" (bilioso), está representado por el
vector "N" (nervioso) (figs. 33, 125, 132, 135) que, en razón a su
vulnerabilidad interna, a su fuerte influenciabilidad e inestabilidad,
causadas por su vitalidad psíquica y nerviosa débil, dan un tipo de
actitud "vertical" oscilante, variable, imprecisa y una autodirección
polifacética, estimulada por la curiosidad, por el afán de sorprender o
175
descubrir lo insólito. El comportamiento es igualmente "anal", pero
insuficientemente mantenido dados los cambios, los contrastes y las
contradicciones del carácter. Por eso, los sujetos del vector "N" no
llegan a alcanzar nunca por completo la meta de sus deseos y
necesidades y viven casi un estado de insatisfacción permanente. Esto
explica su propensión a la envidia, los celos, las intrigas, las insidias
y maquinaciones de muchos de estos sujetos, cuya nota dominante es
la inquietud, la aprehensión, las dudas y diferentes estados de
ansiedad, tristeza, pesimismo o depresión.
Los sujetos del vector "S" (sanguíneo), tienen predominantemente un
tipo de expansión "horizontal", con fuerte tendencia "heterodirigida".
Son sujetos que para tener fe en sí mismos y para "crecer" y
"madurar", necesitan los apoyos externos, el éxito y la repercusión
favorable del impacto que produce su persona y sus actos y
manifestaciones en el medio exterior. Se aproximan bastante al
"carácter oral" de Freud.
Pero, así como en el vector "B", una nota importante del carácter es el
orgullo y la tenacidad de voluntad, en el vector "S" (figs. 27, 184, 232
y 105), domina la "vanidad" y los sujetos de este vector no suelen
hacer grandes esfuerzos para alcanzar lo que desean. Por esta razón,
para alcanzar objetivos, sin demasiados esfuerzos, cultivan la amistad,
las relaciones sociales, buscan el placer interesado que les produce
ocupar el pensamiento, la atención y admiración o el interés de los
demás. Les gusta ocupar puestos de resonancia social. En esta
búsqueda de "representación" y de estima social, los sujetos del vector
"S" intentan encontrar el apoyo emocional que sirva de soporte a sus
necesidades de vida, de expansión, de calor y de afecto.
Como hemos dicho antes, los sujetos del vector "S" coinciden
bastante con las tendencias señaladas por Freud en el tipo "oral".
Buscan los estímulos del amor (caricias, mimos, atenciones, halagos,
etc.), rinden culto, más o menos superficial, a la amistad y tienden a
ensanchar constantemente su esfera de relaciones. Sus sentimientos
agresivos son más bien débiles.
176
Finalmente, el vector "L" (figs. 32, 118, 162 y 176) representa el lado
pasivo del tipo de expansión "horizontal" y de las tendencias
"heterodirigidas". Al vector "L" le importa, esencialmente, asegurarse
el condumio y el bienestar propio y de los suyos. Para ello busca la
seguridad en los acuerdos mutuos, en las cooperativas, en los
convenios de trabajo, en los seguros y en mantener buenas relaciones
con su mundo circundante. Es utilitario y convencional. Se adapta a
lo que opina la mayoría. Huye de toda incomodidad y busca para su
vida y para su trabajo situaciones seguras y estables. Difícilmente se
mete en negocios o acepta cambios que puedan tener graves riesgos
para su economía o para su propia seguridad.
En el tipo "oral" pasivo, domina el instinto de conservación, tiene un
tono emocional estable y un carácter tranquilo, apacible y sosegado.
Nota aclaratoria: No todas las figuras indicadas son representativas de
tipos "puros". Tal como demuestra el grafoanálisis, nadie es 100 x 100
positivo o negativo, ni enteramente linfático, sanguíneo, nervioso o
bilioso. Todos llevamos, de origen, los cuatro vectores, en mayor o
menor proporción.
177
178
RELACIÓN ESPACIO-TEXTO EN GRAFOANÁLISIS
Desde que descubrí, hace más de 35 años, lo que llamé los "lapsus de
cohesión", o bloqueos del impulso dinámico en el interior de las
palabras, el estudio de la relación espacio-texto, o pausa-movimiento
(las pausas serían "contenidos latentes"; y el movimiento gráfico,
"contenidos manifiestos"), que, como sabemos, son detenciones del
impulso gráfico, sea para un momento de reflexión, sea por causa de
inhibición (represión de un impulso), por impedimento u obstrucción
de un afecto que bloquea la comunicación a causa de la gran carga
emocional que roza algún sentimiento contrariado (bloqueo), sea por
cambios de actitud, por miedo, ansiedad, defensividad frente a un
ambiente experimentado como hostil o por cualquier otro tipo de
reacción, etc., el espacio gráfico, las pausas entre palabras o en el
interior de las palabras, han constituido para mí un motivo especial
de interés.
Mis observaciones en este campo recibieron un fuerte apoyo cuando
descubrí ciertas investigaciones realizadas por los norteamericanos en
el campo de las comunicaciones no verbales. Lo que más llamó mi
atención fue la investigación sobre los 11 feronomas, especie de
mensajes químicos externos, emitidos por todos los seres vivientes y
cuya influencia puede determinar, en cierto modo, nuestro deseo de
proximidad (acercamiento) o nuestro impulso al rechazo
(distanciamiento). Estos mensajes químicos externos los percibimos
inconscientemente y también los emitimos nosotros hacia los demás.
Toda la Psicología reciente dedicada al estudio del infante está
destacando constantemente la importancia que tiene para el neonato,
incluso para los primeros años, el contacto directo, piel a piel, con la
madre, especialmente en lo 8 o 9 primeros meses. Estadísticamente se
demostró la importancia del contacto táctil. Una observación, citada
179
por el Profesor Battgay y efectuada por el Dr. Spitz en una inclusa
donde se atendían a 91 lactantes a los que prestaban asistencia cierto
número de personas, cada una de las cuales se cuidaba de unos diez
niños, demuestra la importancia que tiene el estímulo afectivo y el
contacto piel a piel con la madre. a pesar de estar estos niños bien
alimentados, en el transcurso de dos años habían muerto 34 de ellos
(el 37 %). (Raymond BATTEGAY (Profesor titular de la Universidad
de Basilea).- "El hambre como fenómeno patológico" (página 94). Ed.
Herder, 1986.
Nadie puede dudar que el lugar donde se hallaba mejor alimentado,
cuidado y protegido era en el vientre de la madre. Cuando el neonato
abandona el cuerpo materno, el primer impacto que recibe del mundo
es la falta de protecci6n. Según Portmann, "el hombre viene al mundo
en un parto fisio16gicamente prematuro" y, en comparación con otros'
animales, "necesita un útero social para desarrollarse". Si el entorno
no funciona adecuadamente a sus necesidades y no recibe el alimento
y los cuidados y estímulos táctiles y orales necesarios, su vida quedará
marcada, tanto si es en forma deficitaria, como si recibe en "exceso"
las atenciones.
El neonato, hasta que cumple los 8 ó 9 meses, necesita sentirse lo más
próximo a su anterior estado, es decir, tiene que ir entrando muy poco
a poco en el nuevo entorno. Y, por esta razón, en las primeras fases de
la infancia, la madre es la única persona que puede proporcionar al
bebé el placer que reclama, aunque le alimente con biberón. El calor
materno, piel a piel, y su voz acariciante serán los mejores estímulos
tranquilizadores que pueda recibir el bebé. He aquí por qué razón esta
relación inicial, extrauterina entre madre e hijo, según la madre retire
el pecho antes de tiempo o lo prolongue más de lo normal,
determinará después ciertos rasgos de conducta, como el famoso
complejo de destete y otras formas de comportamiento.
Algunos de los presentes estarán pensando si me habré olvidado del
tema. No, porque el tema empieza precisamente en el "trauma del
nacimiento", en la necesidad inicial de contacto, de "proximidad", de
180
"fusión del sujeto con el objeto", o de la introyección, empatía, etc. y
sus variantes.
Todos los autores, sean franceses, alemanes, suizos o de cualquier
otro país, parecen coincidir en que el espacio entre palabras, está
relacionado con la capacidad para pensar en abstracto o con la aptitud
para reflexionar y sacar conclusiones generales; también con la
habilidad para sintetizar y organizar el pensamiento de manera
inteligente, atendiendo el sentido global de las cuestiones y, en otros
aspectos, se relaciona también con la adopción de actitudes para
salvaguardar al Yo de riesgos innecesarios, adaptando el
comportamiento a las situaciones del entorno y a las necesidades
propias, de la colectividad o del grupo en el cual se siente integrado.
Naturalmente, todos estos significados tienen su aspecto positivo y
negativo, sus variaciones y matices, de acuerdo con el ritmo de base,
con la originalidad o vulgaridad de las formas, con la actitud vital, con
el predominio de las funciones psíquicas, el grado de rigidez, etc.
Por tanto, parece clara la coincidencia entre pausa o espacio libre
(pensamiento deliberante) y espacio ocupado por la onda gráfica
(pensamiento en acción). La pausa puede ser más o menos larga,
según la actitud pensante actúe memorizando, asociando datos o
seleccionando imágenes, ordenando conceptos, etc. antes de volver de
nuevo a la acción. En determinados casos, no se tratará de seleccionar
y de organizar, sino de "desbloquear", liberalizar o sustituir
algunos impulsos que intentaron "colarse" burlando la vigilancia de
la censura.
Las conclusiones a que se había llegado eran importantes. El solo hecho
de saber "cómo piensa", "cómo se organiza interiormente el sujeto",
"cómo adapta su ser íntimo al mundo que le rodea" es ya, por sí solo,
un tema importante. Pero yo he querido añadir algo más al ya trillado
estudio del movimiento y sus pausas, pues siempre me han llamado la
atención esos contrastes que vemos, a veces, en ciertos grafismos donde
palabras bien espaciadas se mezclan con otras excesivamente
181
espaciadas o deficientemente espaciadas, dándose a menudo los dos
casos en un mismo escrito. Es frecuente descubrir, a través de esas
anomalías de espaciamiento, ciertos traumas de nacimiento (madres
que no han querido tener a sus hijos, madres que no han dispensado el
calor adecuado a sus bebés, madres separadas, etc., etc.
Pero para comprender aún mejor la importancia de esta necesidad de
proximidad contrariada, que es el significado que le damos a estas
anomalías de espaciamiento, es necesario que meditemos un poco más
sobre otro fenómeno del cual, frecuentemente, no nos damos cuenta:
De los cinco sentidos físicos, recordemos que tres de ellos requieren
la proximidad de los objetos para entrar en funcionamiento; diríamos
más bien que requieren un contacto directo sujeto-objeto. Estos tres
sentidos son: el tacto, el gusto y el olfato, aunque en este último, la
proximidad, a veces, pueda ser relativa. La vista y el oído pueden
entrar en funcionamiento, es decir, pueden ejercer su función" cuando
el objeto que motiva la focalización del interés está a bastante
distancia del sujeto. En este sentido, recordaremos también la
frecuente coincidencia de la afición a la música y a la lectura de las
personas que cultivan poco las relaciones sociales, mientras que
aquellos individuos que buscan la proximidad con las personas y con
los objetos utilitarios, sienten predilección por los contactos físicos
(relaciones personales, aficiones culinarias, gusto por las bebidas y
por todos los placeres directos que pueden proporcionar al cuerpo las
personas y los objetos exteriores).
Se me dirá que también gozan del privilegio del tacto algunos
introvertidos y, no sólo de la música, la poesía o cualquier otra
manifestación intelectual. Efectivamente; el introvertido puede
desarrollar el placer táctil, no sólo coleccionando sellos, mariposas u
obras de arte, sino también manejando pinceles, haciendo bricolage o
cualquier otra manipulación, pero no buscará de una manera utilitaria
e instintiva socializada dar placer al cuerpo, hará previamente una
criba, seleccionará y pondrá únicamente en valor aquello que mejor
encaja con su propio criterio o su estilo de vida.
182
Los espacios vacíos entre palabras y entre líneas, a veces también
entre letras (que nosotros hemos denominado "lapsus de cohesión"),
pueden estar en correlación con tendencias esquizoides (ver figs. 147
y 197 de “La Selección de Personal y el Problema Humano en las
Empresas” (Ed. Herder) del mismo autor). El sujeto, cuando espacia
sus palabras y sus líneas más de lo normal, sobre todo con escritura
pequeña, angulosa o muy ordenada y precisa, vive en la abstracción,
analiza, comprueba, separa, observa lo formal, lo sólido o estable,
pero en estado de quietud, fosilizado. El movimiento, el sentido
expresivo, lo que significa para la vida afectiva, lo captable por
intuición, se le escapa. Piensa más de lo que siente. Segrega los
objetos de su significado para precisar mejor su forma, su
composición, su estructuración.
Este tipo de pensamiento opera por conceptos, evitando
aparentemente contaminar sus juicios con apreciaciones subjetivas
inspiradas en las sensaciones. Por eso, el grafismo de estos sujetos
presenta rasgos estructurales de las letras claros, bien definidos,
sobrios y poco o nada rápidos. Los márgenes, especialmente el de la
izquierda y el superior, son cuidados y los de la derecha no llegan
al borde de la hoja, notándose también aquí "espacios vacíos".
Por el contrario, los sujetos con tendencias afectivas preponderantes,
como los histeroides y epileptoides, presentan los signos gráficos
contrarios: el desplazamiento del impulso hacia la ocupación de todo
el espacio disponible. Las letras se amplifican, se ensanchan y alargan
y falta el sentido de la medida en los signos accesorios o partes
secundarias de las letras, barras de las "t", puntuación, márgenes, etc.
En las líneas, las palabras se aproximan las unas a las otras más de lo
normal, se desordenan con facilidad los márgenes y los
espaciamientos entre líneas y la masa gráfica acusa más el descontrol
y la espontaneidad del dinamismo gráfico. Como ejemplos, no
demasiado idóneos algunos de ellos, podríamos citar las figs. 54, 55,
90 y 106-b (del "Diccionario de Grafología" (Ed. Herder) del mismo
autor), aunque algunas de estas muestras conservan un grado de
control en que podrían clasificarse como ambivalentes.
183
Cuando el dinamismo gráfico desborda más o menos fuertemente los
controles y el sujeto invade el espacio disponible, es decir, no se
producen "vacíos de espacio", sino que el impulso arrollador del gesto
gráfico se salta los módulos entre palabras y entre líneas, incluso no
respeta márgenes, se puede colegir que el autor de tal grafismo ve el
mundo en "imágenes", no en "conceptos", es decir, utiliza muy poco
la abstracción. El pensamiento, pues, es predominantemente intuitivo
e inductivo, a menudo impreciso, pero lleno de vida y color, de
imaginación y de creatividad práctica, es decir, intenta solucionar de
inmediato, malo bien, eso es aparte, todos los problemas, dificultades
o situaciones embarazosas. Normalmente tiene una adaptación rápida
y capta con facilidad la parte aprovechable, útil, expresiva y
significativa de cualquier valor estético, afectivo o social.
Es cierto que, a veces, toma como esencial algo que es secundario,
pero su pensamiento y su acción es así: actúan sobre lo inmediato por
"corazonada", sin esperar la resolución lenta de un análisis teórico
profundo.
Según mis propias investigaciones (las estadísticas que lo confirman
las daré a conocer en una próxima publicación), el espaciamiento
entre palabras expresa la relación que existe entre las necesidades de
proximidad y el modo como el sujeto resuelve sus conflictos con el
entorno. Dicho de otro modo, la distancia entre palabras marca, con
sus pequeñas o grandes oscilaciones, el nivel de "proyección" y de
"introyección" existente en cada individuo.
Entendemos por "INTROYECCION", en sentido psicoanalítico, la
tendencia a absorber, ingerir, poseer o asimilar todo lo que es fuente
de placer para el Yo. Por el contrario, la "PROYECCION" es lanzar
sobre un "objeto" (1) externo todo lo que resulta una carga penosa,
una culpabilidad, una apetencia desaprobada por la conciencia, etc. y
que es fuente de displacer para el Yo.
Mediante la introyección se satisfacen pulsiones infantiles
insatisfechas, como puede ser la falta de calor o afecto en la primera
184
infancia, por parte de la madre o el padre; el hecho de haber
suspendido el pecho al bebé antes de tiempo, o de haberlo prolongado
excesivamente. Estos hechos condicionan en el adulto una
búsqueda insaciable de placer y de estima, que justifica su
"introyección".
La proyección, muy frecuente en los tipos paranoicos y paranoides,
supone una defensa de los propios deseos inconscientes rechazados.
Estas pulsiones o deseos se desplazan sobre el inconsciente de otros o
sobre un objeto exterior, es decir, el sujeto los desaloja de su
inconsciente y los ve fuera de él, en otras personas, en la forma de
presentarse las situaciones, en los hechos de los demás, etc.. De este
modo se libera de las cargas tensionales de angustia que sus deseos
inconscientes rechazados generan.
El grafismo registra, como ya hemos indicado, en el espaciamiento
entre palabras, las relaciones "yo-objeto" o "yo-placer", o lo que es lo
mismo, dicho en otros términos, el nivel de "introyecciónproyección", por un lado, y el modo como el sujeto resuelve sus
conflictos con el entorno, por el otro.
Para estudiar la relación espacio-texto, no podemos prescindir de
otros aspectos importantes que aporta la onda gráfica, como pueden
ser la presión del trazado, con sus diversos matices, el ritmo gráfico
y los movimientos "gestuales" y "posturales" del grafismo. El
movimiento "gestual" es aquel que hace referencia a las partes
móviles del cuerpo (cabeza, brazos y manos, piernas y pies); el
movimiento "postural" se refiere a la posición de todo el cuerpo,
indicado por la conjunción de todas las zonas. Por esta razón,
aquellos sujetos que escriben con letras tipográficas, pretendiendo
camuflarse en una zona único, toman la postura del que oculta sus
lagunas, sus minusvalías, su inseguridad o sus lados más
desfavorables bajo la "posa" del que quiere dar la mejor impresión
de sí mismo, jugando con lo inauténtico, porque a veces le produce
éxito.
185
En los movimientos "gestuales", la necesidad de proximidad puede
ser más sensual que sexual (acariciar, besar, tocar, etc.). En los
movimientos "posturales", la relación con el "objeto" es de fusión con
él, de absorción, de posesión y viene generada por deseos sexuales, es
decir, se trata de un acercamiento piel a piel que se extiende por todo
el cuerpo.
Debido a que estos trabajos se han realizado con baterías de tests
aplicadas en los últimos cinco años, ante el temor que pudieran ser
reconocidos los grafismos y los tests, evito intencionalmente poner
ejemplos.
Dejo a la imaginación de mis lectores, la mayor parte maestros ya en
el dominio de estos temas, que desarrolleis este trabajo con nuevas
investigaciones. En España no tenemos a un Crepieux-Jamin, a un
Klages, a un Pulver, a un Moretti o a un Saudek, pero sabemos
investigar. No fue Baldo, sino Huarte de San Juan quien primero
habló de Grafología. Si fuimos los primeros, no podemos ser los
últimos investigando.
ALGUNOS DATOS ESTADÍSTICOS SOBRE
EL ESPACIAMIENTO GRÁFICO
Estos datos, muy parciales, solamente hacen referencia a la
separación de palabras. Se partió de la hipótesis de una separación
normal de tres óvalos, tomados de las letras "a", "o", "g", "d"
minúsculas. Se hizo la prueba de muestreo sobre las líneas finales de
los curriculums y sobre las historias de los tests proyectivos
(Machover, Arbol y la casa, Desiderativo, etc.). El estudio se realizó
sobre 322 sujetos (196 varones y 126 féminas).
Con separación
superior a 3 óvalos de la propia escritura... 94
29'20 %
inferior a 3 óvalos de la propia escritura... 122
37'88 %
186
con desigualdades de espaciamiento - ... 56
17'39 %
normal, mantenida sin rigidez - ...
12'42 %
40
normal, con tendencia a menos espacio -... 8
2'48 %
normal, con tendencia a mayor separación. 2
0'62 %
Media de edad de este grupo de sujetos: 32'6 años.
187
188
LAS ESCRITURAS-TIPO DISCORDANTES POR ASPECTOS
En el "Cuadro sinóptico de signos gráficos" veremos con frecuencia
el término "discordante" por el hecho de que este signo se puede
referir a varios aspectos del grafismo. Entendemos por escritura-tipo
"discordante" aquella que, en uno o más aspectos, presenta
características que no concuerdan con un criterio de homogeneidad,
de conformidad o de equilibrio entre las partes y el conjunto de la
onda gráfica. La fig. 166 de Escritura y Personalidad presenta una
grave discordancia en el aspecto Inclinación. La fig. 153, de la misma
obra, es discordante en el aspecto Dirección, y la fig. 54, lo es en el
aspecto Orden y Dimensión.
La discordancia gráfica es propia de personas que metabolizan mal
sus emociones deteriorando su adaptación en casi todas las áreas de la
vida. Generalmente, se trata de sujetos con ciertos "fallos psíquicos u
orgánicos" en los que las anomalías sexuales suelen estar presentes y,
a veces, también la droga. Estos "fallos" suelen reducir el desarrollo
de los hábitos adecuados para utilizar la propia energía de forma
armónica, conciliando las pulsiones, (impulsos, deseos, necesidades,
etc.) con las exigencias del mundo circundante.
La "discordancia", cuando afecta a varios aspectos a la vez, puede
tener un significado nefasto. Veamos las consecuencias en cada uno
de los aspectos gráficos:
Discordancia en la FORMA, esencialmente en el coligamento. Tanto
el modo de sentir, como el modo de pensar, influyen sobre el
comportamiento distorsionando, en mayor o menor grado, los hábitos
de convivencia ambiental. El sujeto es dispar y contradictorio en
aquello que cree, sabe o piensa, recurriendo frecuentemente a la
mentira, al encubrimiento, al disimulo o la falsedad, como medio de
defensa contra la impotencia o la culpabilidad.
189
Discordancia en la DIMENSIÓN. Afectan a los fallos más o menos
graves en la apreciación de los juicios de valor, en las comparaciones,
en la medida o proporción de las cosas juzgadas y en el sentimiento
subjetivo del propio valer o del concepto autoestimativo.
Discordancia en el aspecto ORDEN. Desorden más o menos
importante en la organización de las ideas, del tiempo y de la
actividad. La discordancia en la distribución del texto, en la
disposición y en la simetría inclina al sujeto a una actividad
desordenada y a la dificultad para seguir los métodos, las disciplinas
de trabajo o el respeto a los semáforos sociales. Este desorden puede
tener un origen temperamental o educacional.
Discordancias en la PRESIÓN. Señala las alternativas entre la
violencia y la vulnerabilidad (fig. 33 del Diccionario. Ver también en
esta misma obra el término "Presión desigual"). Generalmente, las
discordancias en la PRESIÓN tienen cierta correlación con anomalías
en la esfera sexual.
Discordancias en la DIRECCIÓN DE LAS LÍNEAS. Puede pensarse
en una alternativa, más o menos patológica, de los estados de
exaltación y abatimiento (inestabilidad anormal del ánimo, del humor
y de la voluntad). Esta labilidad del ánimo (movilidad de emociones)
significa que las emociones son desordenadamente variables y no
tienen un control adecuado. Los cambios rápidos de una emoción a
otra son frecuentes en las distonías neurovegetativas y en las manías
depresivas. Este signo suele acompañar, a veces, transtornos
circulatorios y respiratorios, palpitaciones, stress, insomnio, dolores
de estómago y otros síntomas de perturbación en los órganos
controlados por el sistema nervioso neuro-vegetativo. También puede
producir síntomas psíquicos como, entre otros, la angustia flotante, el
miedo al fracaso, la ansiedad neurótica, etc.
Las discordancias en la RAPIDEZ. Suponen siempre estados de
inquietud y de agitación nerviosa, sea por inseguridad (presión de
dudas, vacilaciones) por freno o detención ante algún tipo de miedo
190
(las represiones sexuales pueden entrar en este cuadro), por complejos
de culpabilidad, por fallos más o menos graves de la confianza en sí
mismo por temor a poner en peligro el prestigio o la situación del yo,
por querer alcanzar un grado de perfección nunca alcanzado y un
largo etc. A veces, la presión de la duda sobre lo ya hecho hace que el
sujeto se detenga y vuelva hacia atrás sobre la decisión tomada o
sobre lo ya realizado para asegurarse que no hay fallos o errores, en
cuyo caso, al reanudar de nuevo la marcha gráfica, por efecto del
repicoteo de conciencia anterior, lo hace al principio más lentamente.
La angustia flotante, los complejos de castración, los sentimientos de
impotencia frente a la autoridad etc. suelen estar presentes en las
discordancias de la rapidez cuando este signo se capta de manera
notable.
Las discordancias en la INCLINACIÓN. En todos los casos
demuestra la existencia de ambivalencia afectiva. El sujeto se siente
impulsado en direcciones opuestas. Por ejemplo, entre la atracción
por el contacto directo con determinadas personas o ambientes y el
rechazo de este contacto; impulso a negar lo que está interiormente
deseando; el sujeto tiene una disposición a dominar pero duda entre la
actitud de dominar o someterse. Juego alternativo en la conciencia de
las emociones de amor-odio, afirmación-negación, simpatíarepulsión, etc. En sentido junguiano, las discordancias en la
INCLINACIÓN pueden señalar una lucha intrapsíquica entre el
"animus" (tendencias sexuales masculinas) y el "anima" (tendencias
sexuales femeninas), que en el terreno sexual puede ser un rechazo
consciente de la homosexualidad.
Las discordancias en la CONTINUIDAD. En el grafismo se
descubren fuertes irregularidades o distorsiones en la "cohesión", en
la "orientación" (escritura progresivo-regresiva), en la "abreacción"
(chocantes modalidades de abertura y cierre de las letras) y en la
"regularidad". Estos contrastes en la CONTINUIDAD son siempre
testigos de que algo funciona mal en la personalidad. Desde muy
antiguo, las discordancias en la abertura o cierre de las letras de óvalo
191
en la zona media, especialmente cuando el giro se hace en sentido
contrario a la marcha normal de la escritura y los movimientos se
abren o cierran en la base, se ha interpretado este signo como
tendencia a la deshonestidad, a la hipocresía, al pensar u obrar oculto.
Igualmente, las jambas con desviaciones anómalas, torsiones, formas
en las que se alternan el lazo y el triángulo en la misma letra (figs. 49
y 126a del Diccionario); las jambas inútilmente barradas, la
estereotipia gráfica, la escritura muy regresiva y con inclinación
dextrógira y otras muchas distorsiones o discordancias en la
CONTINUIDAD, deben poner en guardia al analista sobre la posible
falsedad, deshonestidad o inadaptación de aquellos sujetos que no dan
el mínimo estadístico en el nivel de signos positivos.
A la hora de catalogar la posible deshonestidad o la desadaptación de
un individuo a través del grafismo, conviene tener en cuenta que es
fácil confundir una escritura discordante con otra que sea sólo
"desconcertante". Estas últimas corresponden, a veces, a sujetos con
un historial laboral brillante, a pesar de que, bajo la estimación
grafológica o grafoanalítica, corresponderían a sujetos desadaptados.
En cuanto a la deshonestidad, hemos de tener siempre presente que
esta degradación moral depende de tres factores: las tendencias
innatas, el móvil y la oportunidad. De estos tres factores, uno puede
estar latente en el individuo. Los otros dos dependen del exterior y son
muy difíciles de deducir por el análisis de los gestos gráficos.
192
LA INFLACIÓN DEL GESTO GRÁFICO
EN GRAFOANÁLISIS
El gesto-tipo "inflación" corresponde, en principio, a un intento de
expansión o liberación de ciertas tensiones internas debidas al
rechazo, represión o negación de pulsiones, apetitos o deseos. La
presencia perturbadora de estas tensiones, bloqueadas en el
inconsciente, puede dar lugar a las llamadas "neurosis de angustia".
Mediante los denominados "mecanismos de defensa” se descargan
muchas tensiones psíquicas internas capaces de perturbar la
conciencia y producir angustia. A través de la fantasía, del disfraz, de
la deformación, del camuflaje o de la sublimación, entre otros de estos
"mecanismos defensivos", se suele EVITAR que la acumulación, en
el inconsciente, de estas sobrecargas o excesos de tensión
desagradables, que puedan producir angustia o puedan perturbar la
función de la conciencia, del Yo o del Super-Yo.
A través de estos "mecanismos de defensa", se reestablece
frecuentemente el equilibrio interno. También se compensan o
supercompensan fallos o insuficiencias personales.
Cuando la inflación se instala en el "polo pulsional de la personalidad"
(jambas muy infladas, fig. 25 de Escritura y Personalidad), este
gesto-tipo es la expresión gráfica de la existencia de fuertes pulsiones
inconscientes rechazadas, reprimidas o negadas, que buscan, de alguna
manera, su compensación o supercompensación a través de la fantasía
o de la motricidad.
Estas pulsiones, bloqueadas en el inconsciente, pueden ser hereditarias
(innatas), o adquiridas. La inflación, en la zona del ELLO,
corresponde, en este caso, a un dinamismo subterráneo de pulsiones,
deseos o apetencias en conflicto con la conciencia, el Yo o el Super-Yo.
193
Dicho de otra manera, los movimientos gráficos de inflación, en la
zona del ELLO, del inconsciente, suponen el intento de una expansión
camuflada de contenidos psíquicos, de pulsiones (instintos, apetitos,
deseos, etc.) que sostienen su revolución interior y buscan su válvula
de salida, a base de desfigurar, de camuflar o de sublimar la intención
de alcanzar objetivos, más o menos censurables, burlando, de alguna
manera, las exigencias de la conciencia, del Yo o del Super-Yo.
Estas pulsiones en la zona del ELLO están, generalmente,
relacionadas con tendencias histeroides exhibicionistas, con fallos,
deficiencias o perversiones en la esfera sexual, con apetitos
inconfesables relacionados con el sexo y su significado afectivo
(insatisfacción de los apetitos de ternura, de odio, de sadismo, etc.,
o con otros fuertes apetitos o deseos, difíciles de satisfacer, a causa
del rechazo de que son objeto. (Ver algunos ejemplos en las
figs. 25, 26, 27 y 184 de Escritura y Personalidad).
Las inflaciones en la zona del ELLO (zona inferior del grafismo)
pueden ser pasivas (figs. 25 y 26 de Esc. y Pers.), denotando una
fantasía expansiva fantasmagórica en la que el sujeto se inviste a sí
mismo de las "grandezas" más espectaculares. Se siente el héroe de su
novela y está revestido de poderes sobrenaturales y de cualidades
mágicas con las cuales querría asombrar a los demás mortales. Miente
y fantasea sobre sí mismo sin gran transcendencia, ya que su deseo no
pasa de ser un deseo pasivo compensador de sus fallos o
insuficiencias.
Por el contrario, cuando este gesto-tipo se instala en unas jambas más
activas, cuando los movimientos de ascenso no se interrumpen y los
movimientos de extensión se enlazan con la letra siguiente, cruzando,
sin dificultades, la base de la zona media (zona de la censura), el
sujeto suele expansionar sus tendencias exhibicionistas histeroides
invadiendo y contaminando la conciencia de la realidad con
contenidos del inconsciente, sin que la conciencia se aperciba. En est
caso, hay que sospechar que las tendencias del ELLO distorsionan la
vida normal del sujeto en forma de desfiguración, desproporción y
194
engaño, tal como suele ocurrir en ciertos casos de histerismo y
paranoia. (Ver las figs. 82 y 162 del Diccionario de Grafología).
Las inflaciones en la zona media, principalmente en las mayúsculas,
en los óvalos de las "o" y en otras letras interiores, corresponden a
compensaciones de fallos, deficiencias o insuficiencias en el
sentimiento del "Sí mismo" o del Ego, que pueden distorsionar,
desfigurar o deformar la realidad para adaptarla a las exigencias del
"querer ser", con la consiguiente influencia o repercusión sobre la
esfera cotidiana; su visión del mundo es: "Yo soy el mejor. Los demás
no me importan". El sujeto "tiene la necesidad de destacar sobre los
demás y ser el centro de atención", nos recuerda al tipo "Estrella" de
Kunkel, ávido de admiración, de superioridad, de popularidad y fama.
Esta tendencia al histrionismo la podemos ver en las figs. 43, 55, 103a
y en la "o" de la firma del general Douglas Mac Arthur (fig. 250),
famoso por su arrogancia y por la singularidad de sus gorras y
uniformes que se hacía hacer con un diseño especial. Salvo en el caso
de la fig. 250 de mi obra Escritura y Personalidad, en los demás
ejemplos el signo es poco acusado.
El gesto-tipo inflado en los óvalos, sobre todo en las "o", lo ha
encontrado nuestro colega y gran observador J. Tutusaus, en
grafismos de bajo nivel positivo correspondientes a sujetos muy
dados a "meter bolas", a mentir, a embaucar, a engañar. La "bola",
según el Diccionario de la lengua española, tiene un doble sentido
equivalente a trola, mentira, falacia, engaño, falsedad, etc.
Las inflaciones en la zona superior (figs. 37, 40, 46, 96, 99 y 132, por
ejemplo), corresponden a una hipertrofia o ensanchamiento del IDEAL
del YO. El sujeto intenta supercompensar sus fallos, insuficiencias o
minusvalías a través de una autoimagen falsa que le induce a creer que
"es superior a los demás" en algún aspecto. "Quiere ser" algo distinto
a la masa. Su ideal, como el "tipo estrella" de Kunkel, es sentirse
revestido de una personalidad mágica, brillante, espectacular que le
distinga de sus congéneres. Este gesto-tipo es un signo muy frecuente
entre los artistas y las personas que gozan de popularidad.
195
Figs. 37 (político), 40 (ver pie de la fig.), 96, 123 (ver pie), 253, etc.
de Esc. y Pers.
El gesto-tipo "inflado" puede instalarse también en las zonas iniciales
y finales, cuyo estudio se ha tratado en extensión en mi obra
Grafología estructural y dinámica (La interpretación psicológica de
los signos gráficos por zonas).
Cada una de estas inflaciones deben ser interpretadas en razón del
conjunto del grafismo, de acuerdo con el nivel positivo o negativo,
con el predominio del movimiento o de la forma y con el grado de
desviación que presente cada uno de estos gestos-tipo en relación con
los módulos.
Podemos establecer una relación interpretativa entre los movimientos
de inflación y las cuatro emociones básicas: cólera, pánico, ternura,
alegría, pero esto requiere un estudio aparte que haremos en otro
momento y en cuyo artículo relacionaremos las emociones básicas
con los colores básicos.
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202
LA ESCRITURA CURVILÍNEA
Llamamos escritura curva a aquella cuyos ángulos normales en las
letras adoptan una forma curvilínea, como ocurre en las figs. 14, 111b,
175 y 183A. (ver Diccionario de Grafología)
Si, como está comprobado, admitimos que la escritura es, en cierto
modo, una proyección gráfica del propio cuerpo, hemos de admitir
también que el cuerpo de la mujer y de ciertos tipos venusianos es, en
general, más curvilíneo y suave que aquél de los tipos puramente
viriles, cuya morfología corporal es más angulosa y plana.
Es por esta razón que el predominio de la curva en el grafismo se ha
venido interpretando como un signo "venusiano", es decir, como una
disposición innata al placer de agradar y seducir, de atraer, de
comunicar, de lanzar mensajes cautivantes a los demás.
Y, efectivamente, las actitudes complacientes y persuasivas, el
"savoir-faire", la habilidad de saber decir y de saber hacer, es más
propia del sujeto con morfología venusiana, que en otros tipos de
morfología corporal y psíquica más viriles.
La curva es un modo suave de adaptación, de comunicación atractiva,
de relación complaciente, de afabilidad y comprensión, de empatía, de
participación.
Sincera o no, la actitud del sujeto expresa el deseo, sentido o simulado,
del escritor de facilitar un buen entendimiento en un ambiente
agradable, armonioso y cordial de ternura socializada.
En general, el predominio de la curva puede ser un indicador de
gustos refinados y artísticos, de inclinación a los goces sentimentales
203
y espirituales. Pero también puede ser un indicador de inclinaciones
lúdicas y sensuales, de gusto por el lujo, por la comodidad y por el
goce del cuerpo (goces alimentarios, goces sensuales y sexuales, tales
como la inclinación tierna a acariciar, mimar, tocar y ser, a la vez,
acariciado y mimado).
El sibaritismo corporal, el narcisismo del cuerpo, puede estar
interiorizado cuando el sujeto se coloca durante tiempo excesivamente
largo ante el espejo para contemplarse y recrearse en sí mismo (fig.
217). Alcanza un nivel exhibicionista de tipo histeroide cuando
dominan los signos de extraversión (fig. 174). En este caso, el sujeto
utiliza como espejo a los demás y se contempla y recrea observando la
sorpresa, el asombro o la admiración que despierta en su entorno.
Bajo el punto de vista motor o de movimiento, la curva es un
movimiento fácil y deslizante, que sigue, en unos casos, la dirección
espontánea hacia el entorno, hacia el contacto con el "objeto", con los
demás (necesidad de ternura, de comunicación, de identificación
afectiva, de busca de afinidades, etc.). Pero también esta inclinación
puede ser egoísta, es decir, puede deberse, solamente, a una necesidad
del sujeto de sentirse centro universal de todo interés y atención, dando
significado a los términos psicológicos de: egoísmo, egocentrismo,
narcisismo, etc.
El ángulo, su contrario, es un gesto de freno, de inhibición o rechazo
de los impulsos espontáneos, es un gesto de resistencia o de defensa,
de oposición combativa o de intransigencia individualista frente al
entorno. Este cambio brusco de sentido en la dirección de los impulsos
espontáneos, se transforma fácilmente en afirmación personal, en
individualismo, en independencia y en deseo de autoridad.
La curva engendra calor, unión, amor, placer, afabilidad, empatía,
etc., aunque la intención sea acaparadora y egoísta.
El ángulo engendra frialdad, dureza, intransigencia, combatividad,
dominio, autoridad, individualidad, separación, independencia, etc.,
204
aunque la intención se revista de altruismo, de hermandad o de
asociación universal en defensa de algo.
En la curva, podemos ver la confraternidad, la indulgencia y la
dulzura, la gracia y la afabilidad indicadas por Michon, que se
hermanan con la armonía y sentido estético que le atribuye Crépieux,
con el esfuerzo sonriente, fácil y distendido de Saint Morand, con la
adaptabilidad de Teillard, con las aptitudes para las relaciones
humanas que indica Klages y con la disponibilidad a la comprensión
de Moretti.
Según nuestras conclusiones, la nota clave del carácter, en los sujetos
en quienes predomina la curva, es la "vanidad". La nota clave del
carácter, en los sujetos en quienes predomina la escritura angulosa, es
el "orgullo".
Ahora bien, tanto la "vanidad" como el "orgullo" tienen infinidad de
matices y derivados psicológicos, como lo demuestra la gran
cantidad de variaciones que presentan las escrituras curvilíneas y
angulosas. (Ver los términos "orgullo" y "vanidad" en mi
Diccionario).
Hay dos tipos de curva, la curva redonda y lenta (figs. 14, 69C, 109,
117A y 174) y la curva oval (figs. 55, 111, 114f y 115). Si
reproducimos con la mano los gestos circulares de la escritura
redonda y luego los gestos en óvalo de la escritura redondeada,
intentando dar la máxima velocidad a uno y otro movimiento,
veremos que la mano, la muñeca y el brazo, trabajan con mayor
elasticidad y facilidad y con mucho menos esfuerzo y mayor rapidez,
cuando reproducimos, en el papel o en el aire, las formas ovales.
En la escritura "redonda", el movimiento es de "rotación" y, en
similitud con la Tierra, el sujeto gira sobre su eje, en torno a "sí
mismo". En la escritura "redondeada" u oval, el movimiento es de
"traslación" y el sujeto gira en torno al "objeto", del mismo modo que
la Tierra gira en torno al Sol a través de un movimiento elíptico.
205
De esta conclusión simbólica, se pueden extraer multitud de
significados en torno a la vinculación afectiva y a la dirección de los
deseos: dirección "egocéntrica" en torno al propio cuerpo y a sus
necesidades y deseos, en el caso de la escritura redonda; y dirección
hacia el "objeto", si la escritura es redondeada u oval.
Tanto la escritura redonda como la redondeada, tienen sus aspectos
positivos y negativos. La escritura redonda es un fiel testimonio del
predominio de la forma sobre el movimiento, signo propio de una
emotividad tranquila, centrada en torno a sí mismo y a la
conservación de la materia. El sujeto de escritura redonda se alimenta
bien y no gasta más energía de la necesaria, es sibarita y comodón,
tiene un carácter estable en el que se repiten los hábitos de conducta
tanto en la vida familiar como social y profesional.
La escritura redondeada, al ser más dinámica, es también más
expresiva de las vibraciones de la vida afectiva, de donde un abanico
más amplio de matices en las formas de reacción de la sensibilidad.
La escritura redondeada, aporta una escala psicoestésica mucho más
rica en variaciones que la escritura redonda.
Tanto en los movimientos circulares (escritura redonda), como en los
movimientos ovales (escritura redondeada), debemos observar con
mucha atención el rol de la presión y la magnitud dimensional de la
zona inferior. Hay personas muy sensuales que hacen lo posible por
ocultar o disimular las apetencias del cuerpo (fig. 137 A), tratando de
compensar estas apetencias en otros campos, convirtiéndose, a veces,
en una especie de "verdugo de corazón de tórtola" para su partenaire,
sobre todo si el acortamiento dimensional de la zona inferior va
seguido de una presión desplazada. En otros casos, las jambas se
alargan y robustecen en la zona inferior y al sujeto le es difícil
prescindir de las excitaciones sensuales y sexuales que les provoca el
contacto con el entorno, esté o no presente el "objeto". Un caso
monstruoso es el del personaje de la figura 162. Este individuo ofrecía
ocuparse de los maridos encarcelados durante la guerra, a cambio que
las mujeres de estos presos accedieran a sus morbosos deseos
sexuales.
206
DIFERENCIAS ENTRE "LAZO" Y "NUDO" EN
GRAFOANÁLISIS
En puro castizo español, no es lo mismo "echar el lazo" que atar a
alguien con un nudo. La persona que se encuentra bajo la seducción y
atracción de los ardides de alguien que le ha "echado el lazo", se
puede desenlazar, si quiere, y quedar libre de la sujeción, de este
cautiverio seductor de quien le hubiera atrapado con sus encantos.
Este es el famoso caso de Ulises, que logró desprenderse de la
atractiva Circe. Con el lazo matrimonial, aunque simbólicamente ate
para toda la vida, se puede uno separar o divorciar.
En cambio, no ocurre lo mismo con las personas que se sienten
atadas por un nudo o por varios, sea a consecuencia de un robo, de
un secuestro, de un compromiso de sangre contraído con la mafia o
con cualquier otra organización de tipo terrorista. En este caso,
"desnudarse", salir del "nudo", no solamente es difícil, sino que
tiene un alto riesgo que, en la mayor parte de los casos, supone la
muerte.
El gran conquistador Alejandro Magno comprendió muy bien la
situación cuando se encontró en su camino el famoso "nudo
gordiano". Alejandro, hombre inteligente, no deshizo el nudo, lo
atravesó con su espada. De este modo se liberó de su maleficio
simbólico.
Por otro lado, el lazo atrae, seduce, embelesa, encanta, cautiva
mediante el arte de la coquetería, bajo el espejismo de un regalo de
placer. El nudo, por el contrario, supone un ardid malintencionado
que ata contranatura, contra la voluntad de quien lo sufre, es una
retención e inmovilización por la fuerza y bajo los auspicios de una
amenaza, y no por la pseudooferta de un placer, más o menos
engañoso.
207
El nudo, desde muy antiguo, lo utilizaron los verdugos para ahorcar o
estrangular a los reos castigados a muerte. Cuando alguien dice que
en cierta ocasión peligros se le puso "un nudo en la garganta", se
sobrentiende que en esa circunstancia, quien sufrió ese nudo no podía
articular palabra. El pánico puede generar ese tipo de nudos o de
sensación de asfixia, es decir, de angustia (el término "angustia" viene
de "angosto", estrecho, apretado).
Por tanto, y resumiendo a lo Pero Grullo, podríamos decir que el lazo
nos lleva a una situación imaginada de placer y es un estímulo dirigido
al Eros. Mientras que el nudo puede ser una sorpresa inesperada que
nos conduzca al pánico, a través de la sombra amenazante de Tánatos.
¿Cómo diferenciar en el grafismo los lazos de los nudos? Todo
depende del conjunto o ambiente gráfico en que encontremos estos
signos. Por supuesto, hemos de admitir que un lazo es un movimiento
que engloba dos o más bucles. El nudo también engloba o entrelaza
bucles, pero éstos participan de un ambiente gráfico negativo.
Un ejemplo de lazos lo podemos ver en la figura 105 de Escritura y
Personalidad, que corresponde a una dama que cuando le hice el
estudio, hace más o menos 35 años, ya había enviudado tres veces.
Los reinflados en la presión es posible que puedan explicar, de algún
modo, de qué murieron los afortunados cónyuges de esta "Circe"
moderna. Como nota curiosa, agreguemos que todos los maridos
elegidos eran ricos.
208
Un ejemplo de nudos lo podemos ver en la figura 146 de Escritura y
Personalidad, en los óvalos, especialmente en algunas "d". El nivel
negativo de este ambiente gráfico es bastante claro. La frecuencia de
esos regruesados espasmódicos de la presión nos hace pensar que
esta persona puede actuar en la sombra presionando a otros para
saciar sus perversos instintos (ver el extraño triángulo de la "p" de
"presentes").
También podemos ver nudos en los óvalos de las "d" y en otras letras
de la figura 188 de La Selección de Personal. Este grafismo pertenece
a una persona que comercializaba con productos de apariencia
atractiva, pero de resultados podo fiables. Su arte para vender era
excelente. Su dureza y negatividad, en el caso de las reclamaciones,
209
era sorprendentemente injusta. Nunca reconocía una evidencia en las
razones de protesta de los clientes.
Espero que, pese a la dificultad del tema, haya quedado clara la
diferencia entre "lazo" y "nudo".
210
LAS FORMAS DE COLIGAMENTO
El coligamento presenta dos "formas básicas" de enlace: el ángulo y
la curva. Estas formas de enlace producen varios derivados: la
guirnalda, el arco, el bucle, la serpentina, el movimiento filiforme,
etc., que son derivados de la curva. El triángulo, el "golpe de sable",
el "golpe de látigo", el arpón, la sacudida, la semiangulosidad, etc.,
derivan del ángulo. (Aclaramos que tanto el "golpe de sable" como el
"golpe de látigo", los consideramos como formas de enlace del hampa
con la barra de la "t").
COLIGAMENTO DESIGUAL O DISCORDANTE
Tipo de enlace en el que intervienen varios derivados de la curva o del
ángulo caprichosamente. En la fig. 130 se alternan la guirnalda y el
arco. En la fig. 140 hay ángulos y guirnaldas. En la fig. 145 se
observan arcos, y movimientos serpentinos y filiformes. En la fig. 148
se alternan los arcos, los ángulos y los movimientos filiformes.
Como se indica en Escritura y Personalidad, los cambios de forma o
desigualdades en el coligamento tienen gran importancia por ser la
zona media el punto de confluencia y la vía de expansión de las
pulsiones instintivas y del ideal del Yo, así como el punto donde
confluyen el pasado y el presente en su camino hacia un próximo
futuro.
Todos los problemas afectivos y de conducta tienen su representación
gráfica en la zona media, en forma de discordancias, de alteraciones o
anomalías en la forma, en la cohesión, en la dirección, la inclinación,
etc. De aquí la gran cantidad de interpretaciones negativas que suelen
darse a las discordancias en la zona media.
211
Para interpretar las discordancias o desigualdades en el coligamento,
indicaremos brevemente, y más bien en sentido negativo, lo que
indica cada una de las modalidades posibles en el coligamento:
a) en ángulo: freno o bloqueo de las necesidades de ternura, frialdad,
dureza, resistencia, intransigencia, resentimiento, rigidez, inflexibilidad,
terquedad, etc.
b) en arco: tendencia a sofocar, esconder, disimular o fingir los
propios sentimientos, cambiándolos por otros inauténticos o falsos.
c) en guirnalda: abertura a los estímulos externos, al modo de pensar,
sentir y actuar de otros, blandura de carácter, voluntad influenciable por
falta de resistencia a las presiones de los demás. Necesidad de entrega, de
calor ajeno, de intercambio de afectos placenteros. Función sentir pasiva.
Pereza, aversión a todo trabajo incómodo, negligencia, abandono, etc.
d) en bucle: habilidad para usar ardides o artilugios en la consecución
de fines camuflando las intenciones egoístas con palabras y
comportamientos expresivos del deseo de agradar. Según Dettweiler,
citado por Gille en su Psicología de la escritura, indica "agresividad
oral que se oculta detrás de una amabilidad calculada". El sujeto
presenta las cosas por su lado más favorable: engaño.
e) en movimiento filiforme: tendencia a buscar excusas o pretextos
para eludir todo aquello que compromete o puede generar riesgos u
obligaciones, actitud evasiva, flotante, inconcreta. Tendencia a
rehusar las responsabilidades.
f) en serpentina: la misma interpretación que el movimiento filiforme,
pero empleando la informalidad a través del sentido del humor, del
chiste, de la broma.
Con estas interpretaciones generales, será fácil deducir los cambios de
actitud propios del coligamento mixto, discordante o desigual. Estos
cambios irrazonados del carácter serán siempre motivo de
212
separaciones, divorcios o desavenencias en los matrimonios o en las
relaciones entre socios que llevan un mismo negocio.
El coligamento desigual rara vez puede ser positivo. Por ejemplo, en
la fig. 130 vemos un coligamento donde se alternan el arco y la
guirnalda en un grafismo vertical, lento, con jambas en ocho de
guarismo y líneas serpentinas. Si combinamos los significados de b) y c),
deduciremos que se trata de una personalidad inauténtica, blanda y
con tendencias homosexuales que ocultar (jambas en ocho).
La discordancia ángulo-guirnalda en la fig. 140 señala la clara
desadaptación de la autora de ese grafismo por exceso de
autoritarismo, de impulsividad e intransigencia.
Si combinamos los significados del arco, de los movimientos
serpentinos y filiformes de la fig. 145, encontraremos, igualmente, los
signos de inautenticidad en el sujeto. Y así sucesivamente, siempre
teniendo en cuenta el conjunto del grafismo para hallar la
interpretación justa.
COLIGAMENTO EN ÁNGULO
Predominio del ángulo en el coligamento (figs. 28, 37 y 96). De estos
tres ejemplos, el único a interpretar en sentido positivo es el de la
figura 96, por el alto nivel de ritmo, claridad, firmeza, relieve y
relativa flexibilidad del movimiento. El sujeto se adapta y cede por
convicción, no por presión.
<P> Entereza y firmeza de carácter, fuerza de resistencia a las
presiones externas. El sujeto sólo cede o se adapta por convicción, por
identificación. Cuando no está convencido o identificado con algo o
con alguien, mantiene su individualidad, su modo particular de
pensar, sentir o querer, es fiel a sí mismo, a sus principios, a las
obligaciones que él mismo se impone, y tenaz en las metas que se
propone conseguir. La fuerza de las ideas, de los principios y
convicciones, la manera de razonar, es siempre superior a la presión
213
del sentimiento, lo que puede dar la impresión de frialdad, aún siendo
una persona sensible, como ocurre en el caso de la fig. 96.
<N> Actitud cerrada, intransigente, autoritaria y rígida, si la escritura
es muy regular y con fuerte presión, barras de "t" fuertes y trazos
iniciales rígidos y en diagonal (fig. 28). Las puntas aceradas en barras
de las "t" y finales confirmarán la agresividad hacia el entorno, la
oposición, la inconformidad persistente y la tendencia a imponer las
propias ideas y deseos, descartando de la mente los deseos de los
demás aunque sean justos o de derecho (egoísmo individualista,
deshumanización esquizoide). El sujeto con tendencias esquizoides no
puede concebir el mundo, las personas y las cosas de otra manera que
como él las ve en su interior, no tal como se presentan en la realidad.
Esta discordancia entre las representaciones mentales y la realidad
externa, es lo que produce el oposicionismo, la negatividad, la
desadaptación a la realidad y el atropello frecuente a los sentimientos
y a las ideas de los demás. Por esta razón, tanto en la esfera familiar,
social o profesional, el sujeto es un "hueso difícil de roer", difícil de
aguantar por la incompatibilidad de su carácter (estrechez de
conciencia y sequedad de sentimientos).
Las interpretaciones clásicas de egoísmo, celos, desconfianza,
tendencia a pensar mal, escrúpulo exagerado, incapacidad para sentir
el dolor de la persona ajena, etc., son características psicológicas propias
de las personalidades esquizoides (ver este término en el Diccionario Vels).
El ángulo y el arco son a la esquizoidia lo que la guirnalda y el trazado
filiforme son a la ciclotimia. El ángulo representa mitológicamente las
características psicológicas de los tipos marcianos, es decir, la
agresividad, la masculinidad más ruda, mientras que la curva representa
las cualidades de afabilidad, ternura, buena disposición, etc. de los tipos
mitológicos venusianos.
COLIGAMENTO EN ARCOS
La forma de enlace en las letras "m" y "n", en las mayúsculas y a veces
en las hampas, se realiza mediante arcos (figs. 111b, 161, 174 y 202).
Son arqueados en extremo los movimientos de las figs. 111b y 161.
214
El arco, cuando afecta a la zona superior (mayúsculas y hampas de las
"d", por ejemplo), puede ser un indicador de deseo de gloria y
homenaje, de deseo de veneración, de consideración y superioridad.
Los arcos, desde muy antiguo, se construían para homenajear a los
héroes, para premiar el valor y el éxito, la victoria sobre el enemigo,
etc., de donde la denominación de "arcos del triunfo" a los
monumentos que, con ese fin, existen en varias ciudades del mundo.
El arco, en la zona media, es un movimiento que recuerda el acto de
"tapar", de "cubrir" algo, es como "ocultar", como "no dejar ver"
aquello que puede impresionar desagradablemente. Partiendo de este
simbolismo, en sentido negativo, es fácil deducir que los grafismos
111b y 161 correspondan a personas con capacidad para fingir y
disimular, con habilidad para elaborar actitudes y comportamientos
inauténticos.
<P> Reserva y discreción acentuadas, capacidad discriminativa entre
lo bueno y lo malo para el Yo y la propia estima, lo que supone una
evasión o huida de lo perjudicial y un seguimiento reflexivo de
aquello que favorece la autoimagen y el prestigio del Yo en el exterior.
El cultivo elegante de las apariencias dota al sujeto de distinción en su
lenguaje y maneras. Esta actitud evidencia un deseo, íntimamente
sentido, de ser respetado y admirado, de conservar un cierto prestigio
en lo social y profesional, procurando, a veces, rodear de misterio
ciertos aspectos de la vida privada, como podría ser el caso del autor
del grafismo de la fig. 111b, que corresponde a un famoso cirujano
catalán.
COLIGAMENTO EN CUADROS
Escritura-tipo donde la unión, en la bases de las letras, se hace
mediante líneas rectas, especialmente en las "n" y "m" minúsculas (fig. 70).
Suele tratarse de modelos de caligrafía femeninos enseñados en
algunos colegios religiosos. Estos modelos caligráficos son todavía el
recuerdo de la antigua moral educativa a base de la represión de la
libido.
215
Kurka y Vian sostienen que la curva es a la libido lo que el ángulo es
a la agresividad. La escritura con el coligamento en "cuadros" refleja
una mala disposición hacia el amor, hacia la ternura, hacia el
comportamiento amable (predominio del "animus" junguiano en el
alma de la mujer). El rechazo a la ternura y la supercompensación en
actitud tiránica de dominio e imposición agresiva, se puede apreciar
aún más en la fig. 126B, por la aspereza y agudeza escalofriante de
los triángulos en la zona inferior. ¡Y luego, que las mujeres hablen
del machismo masculino!
Completar estas interpretaciones con las dadas en el coligamento
anguloso.
COLIGAMENTO EN GUIRNALDA
La guirnalda es un movimiento de enlace curvo en la base de las letras
con abertura hacia arriba, visible especialmente en las "m" y "n" y en
la parte inferior de las hampas (figs. 14, 16, 89A y 175).
<P> Buena disposición hacia los demás, aceptación de los actos e
ideas de los otros, incluso sacrificando las propias, si son más
beneficiosas para las buenas relaciones o para el bien común. Con
escritura grande: sociabilidad, rápida adaptación al medio ambiente,
participación fácil en el grupo, en las reuniones, en la vida
profesional, generosidad. Predominio de la actitud de agrado,
tolerancia relativa (depende de la firmeza del grafismo y del
porcentaje del vector "B").
El sujeto tiene un carácter afable, conciliante, dispuesto al diálogo y a
los acuerdos mutuos, maneja y resuelve las cosas y las situaciones con
naturalidad, sin miedo a equivocarse, con la confianza que obra
certeramente y que su manera de actuar no provocar roces o
conflictos. La sociabilidad es tanto más acusada (sentimiento
extravertido) cuando la escritura es grande y la guirnalda se ensancha
más de lo normal.
216
Cuando la escritura es pequeña, contenida, poco inclinada y poco
dilatada (fig. 45), la adaptación al medio ambiente suele ser algo
parcial, el sujeto selecciona los ambientes y las personas con las que
tiene trato (sentimiento introvertido), es decir, selecciona por
afinidad, según sus pensamientos e ideales, según sus razonamientos,
su gusto estético, sus emociones de agrado-desagrado y sus
sentimientos íntimos, en general. Por tanto, su sociabilidad es más
selectiva, ya que, dada su manera de ver y sentir introvertida, busca
en su entorno las afinidades electivas. La receptividad, la
sensibilidad del sujeto, es una puerta abierta a toda manifestación
elevada del espíritu.
<N> Como hemos visto, la disposición y adaptación propia del
movimiento en guirnalda, varía de acuerdo con las funciones
psíquicas. Por ejemplo, una escritura en guirnalda amplia, redonda,
lenta, cilíndrica o recargada de presión en la base de la zona media
(figs. 117A y 137A) corresponde a sujetos con sensorialidad
extravertida que se adaptan a los placeres de la vida sensual y sexual,
sin regatear al cuerpo ningún goce físico. Suelen ser sujetos
comodones y sibaritas, poco dados a esfuerzos sostenidos para
alcanzar objetivos distantes de su epicureismo.
La guirnalda en una escritura blanda o floja, sin firmeza en la
presión, refleja una adaptación pasiva que cede a toda clase de
estímulos y presiones procedentes del entorno y, cuando la presión
externa no actúa, el sujeto se entrega a la pereza, a la indolencia, a la
laxitud, como necesidad de dar descanso a su astenia, a su falta de
fuerza y vigor físico y mental. El comportamiento moral del sujeto
depende de la clase de presiones e influencias que recibe del exterior.
La única resistencia que el individuo ofrece es la de todo ser débil: la
obstinación, la terquedad, la cabezonería pasivas, rasgos que son
visibles en algunos ángulos o triángulos esporádicos que aparecen en
el grafismo, generalmente en las barras de las "t" (fig. 73 de
Escritura y Personalidad).
217
COLIGAMENTO FILIFORME
El movimiento de las letras en la zona media toma la forma de un hilo
que se desenrolla; de aquí su nombre (figs. 81D, 106E, 139 y 162). La
filiformidad es una simplificación de la estructura de las letras las
cuales quedan inacabadas o insinuadas, pero sin que su forma sea
totalmente identificable.
Conviene distinguir si se trata de apuntes rápidos ocasionales o de
alguna comunicación o carta dirigida a otra persona. Cuando se trata
de apuntes rápidos, se ha de interpretar como escritura acelerada o
precipitada, según los casos. Si se trata de una comunicación a otra
persona, el sujeto pone más atención a lo que dice que a cómo lo dice.
Esta manera de expresarse, puede suponer una falta de formalidad y
de corrección, una falta de atención y respeto o un exceso de
confianza hacia el destinatario de la carta o documento, aunque se
pueda ver en esta simplificación una manera de ir rápido hacia los
objetivos, saltando el sujeto los semáforos y formalidades propios de
una buena educación o del respeto hacia la personalidad de otro.
Por tanto, el movimiento filiforme en las cartas o comunicaciones
puede equivaler a una falta de atención que puede llevar latente el
deseo de evadirse de compromisos, obligaciones o concreción de la
propia actitud con respecto a algo o hacia la persona a la que se envía
el mensaje. De aquí el significado frecuente de disimulo, fingimiento,
actitud evasiva, astucia, habilidad para escurrirse de compromisos o
de obligaciones, negligencia, falsedad, etc.
Es también propio de personas que tienen habilidad para insinuar,
pero sin declarar claramente cual es la intención y el riesgo en que se
coloca al sujeto receptor de la insinuación y el propósito de quien la
emite. El sujeto, con sus intenciones más o menos astutas y
maliciosas, sabe reservarse una puerta de escapatoria, de evasión o de
justificación para descartar cualquier responsabilidad o perjuicio que
se derive de la actuación de quien se deja seducir por la insinuación si
el resultado de la misma es una trampa.
218
El coligamento filiforme puede mezclarse con ángulos, arcos y
guirnaldas, en cuyo caso la vida afectiva del sujeto es problemática,
está llena de desadaptaciones y de trastornos morales, posee un Yo
acosado por problemas de diferente índole. Según el nivel positivo,
puede tratarse de un individuo culto con ingenio y talento para
diversas cosas supercompensando sus lagunas afectivas en diversos
campos, como puede ser la actividad política y la diplomacia, la
profesión de escritor o de psiquiatra o psicólogo.
En resumen: el trazado filiforme, cuando es habitual, es una de las
características del vector "N" (nervioso) y participa de las cualidades
más destacadas en este temperamento: vitalidad más bien débil y
fatigable, inestabilidad, curiosidad hija de una sensibilidad que vibra
al menor estímulo, actitudes contradictorias, astucia, ansiedad,
impresionabilidad viva y susceptible, etc. (Ver en Manual de
Grafoanálisis la descripción del vector "N").
COLIGAMENTO SERPENTINO
Llamamos coligamento serpentino cuando las letras, especialmente
las "m" y "n" minúsculas, adoptan la forma de un trazo ondulado
(figs. 58, 84 y la firma del actor cómico Jimmy Durante, fig. 114d).
Tiene cierto parecido con la escritura filiforme, aunque en esta última
las letras pierden con frecuencia su legibilidad y en el coligamento
serpentino se pueden distinguir aun la forma de las letras y leer las
palabras sin dificultad. Aparte de su instalación en la zona media, los
movimientos serpentinos pueden coincidir también en las barras de
las "t", y en las mayúsculas, en la zona superior, por ejemplo, el
penacho de la "H" de "Hernández" en la fig. 171.
<P> Flexibilidad de adaptación. Habilidad para saber estar, saber
decir y saber actuar ante los demás, sin comprometer la postura o
actitud a tomar. El sujeto posee una gran habilidad en el
comportamiento, tiene capacidad para adaptar el sentimiento, o el
pensamiento, a los momentos presentes, sin prescindir de las propias
conveniencias o criterios personales. No plantea oposiciones,
219
ni inconformidad y deja las cosas "flotando" hasta que los resultados
de las decisiones se hacen patentes y puede manifestar, sin miedo o
sin perjuicios, su actitud o rechazo. Este comportamiento va seguido
de cordialidad, simpatía o buen humor, es decir, el sujeto usa la
diplomacia, la agradabilidad o el humor, para evitar tomar "una
posición" o concretar de qué parte está.
<N> Astucia para evadirse de las responsabilidades. Insinceridad,
falsedad, hipocresía. Estos movimientos forman parte de los
comportamientos desleales, generalmente propios de las personas
débiles, incapaces de tomar un partido claro, concreto y contundente,
de cara a decisiones, acciones o proyectos cuyos resultados pueden
ser dudosos. Para la interpretación en sentido negativo, debe revisarse
la presión del trazado cuidadosamente, así como la continuidad, el
orden y otros aspectos estructurales del movimiento. En muchos
humoristas y actores cómicos se observan los movimientos ondulantes.
En resumen: El coligamento serpentino, en una escritura rápida,
extensa y fluida, refleja la evasión hábil o humorística de todo
compromiso o posición formal, la escapatoria frente a realidades
comprometedoras, la diplomacia en el hacer y en el decir y la mentira
histeroide, si el nivel positivo es bajo. Con escritura floja, lenta y con
formas vulgares y signos discordantes, la tendencia a la evasión y a la
mentira puede alcanzar niveles de conducta poco conformes con la
honestidad.
COLIGAMENTO SINUOSO
El coligamento es sinuoso cuando las letras, en la zona media,
presentan una estructura generalmente angulosa y a sacudidas,
oscilando sobre la base sin mantenerse en la línea horizontal. Se la
llama también escritura saltarina (figs. 27, 64, 96 y 203A, en
oposición, por ejemplo, a la fig. 18, cuyas líneas son horizontales y las
letras descansan sobre una misma base. La escritura-tipo sinuosa
afecta tanto al aspecto forma como al aspecto movimiento (dirección
de las líneas).
220
Esta inestabilidad del movimiento suele ser propia de los
temperamentos nerviosos y excitables, cuya hipersensibilidad les
inclina, por exceso de vibración emotiva, a pequeñas oscilaciones o
sacudidas nerviosas que impiden mantener el impulso gráfico en una
dirección horizontal estable.
(P) La escritura sinuosa o saltarina refleja, según Marchesan, la
"capacidad para modificar la propia iniciativa, según la oportunidad
y según la fuerza o debilidad de la iniciativa ajena". La elevada
cualidad receptiva de los sujetos con el coligamento sinuoso les
capacita para sentir e intuir vivamente las cosas y ver en ellas
multitud de matices.
Esta alta sensibilidad e hiperemotividad obliga al sujeto a mantener
unas relaciones suaves con los demás, a tener tacto en el trato,
atenciones delicadas y servicialidad. De este modo, evita los choques
dolorosos con la gente, especialmente cuando el sujeto desea algún
favor o beneficio de los demás e intenta quedar bien. Talento político
y diplomático, adaptación flexible y momentánea a las personas y
situaciones: "savoir-faire", saber decir, ser oportuno. Este tipo de
comportamiento es el único recurso activo y defensivo que tienen las
personas débiles o poco dotadas de fuerza vital.
(N) Predisposición a una emotividad excesiva, versátil e inconstante.
Habilidad para escoger las situaciones propicias para tergiversar las
cosas y sorprender (picardía, habilidad para engañar y para sacar
beneficios empleando la astucia, las maquinaciones, las intrigas o los
subterfugios. Los sujetos nerviosos son débiles de carácter y la
debilidad no tiene otro medio de acción y defensa que la mentira, el
fingimiento, la ocultación y la insinuación maliciosa, para mantener
vivas las necesidades propias de las "constantes vitales".
221
222
EL COLIGAMENTO MIXTO EN GRAFOANALISIS
Para comprender el "coligamento mixto", debemos partir del
postulado que la zona media del grafismo es la esfera del Yo y de la
conciencia que tenemos de nuestro propio ser y de las motivaciones
que condicionan nuestra actitud frente a la realidad, es decir, es la
esfera del presente en la que tomamos conciencia de nuestras
necesidades de todo tipo y donde se concilian los conflictos nacidos
de deseos o ideas incompatibles, sea con nuestro Super-Yo, sea con
los condicionamientos que impone nuestro entorno.
La base de la zona media, se corresponde, simbólicamente, con el
diafragma (músculo que separa la caja torácica del abdomen) y con la
superficie de la tierra (1). Por tanto, todo movimiento que se
desarrolla por encima de esta base, está relacionado con los estados de
conciencia y, por ende, las situaciones que se producen al enfrentarse
los estímulos internos y externos.
Los estados de conciencia pueden reflejar una adaptación más o
menos armoniosa entre los contrarios, o una lucha o estado de
ambivalencia en que los contrarios se disocian o entran en conflicto.
En este sentido, podríamos poner un ejemplo, no muy ortodoxo, pero
que nos (1) La fuerza propulsora del instinto de conservación,- se
manifiesta, sobre todo en los órganos digestivos (recordemos que el
estómago y el resto de órganos donde se desarrolla la digestión,.está
debajo del diafragma). En cambio, las funciones respiratorias y
circulatorias (relacionadas con la afectividad) y las funciones
cerebrales (relacionadas con el pensamiento) se encuentran situados
por encima del diafragma. Lo mismo podríamos decir de las plantas:
las raíces (que en los vegetales tienen la misma misión que las
funciones digestivas en el hombre) están situadas debajo de la
superficie. El grado de plenitud o de desecación refleja en las plantas,
la forma cómo influye en el medio ambiente.
223
Permitirá comprender la acción de las dos fuerzas principales que
intervienen en la vida de los seres vivientes: la fuerza conservadora y
la fuerza de expansión. La fuerza conservadora lleva al sujeto a
mantener su individualidad. La fuerza expansiva le lleva a su
crecimiento biológico, psíquico y espiritual.
Cuando el medio ambiente es favorable al crecimiento, la onda
gráfica se expansiona libremente, fluye sobre el espacio gráfico sin
tropiezos ni dificultades, sin cambios bruscos, sin interrupciones
anormales ni rigidez (figs. 1 y 2).
Cuando el medio ambiente es hostil o desfavorable, la onda gráfica
acusa detenciones, se retrae, presenta cambios bruscos (fig. 3), se
ampara tras una regularidad rígida defensiva (fig. 4), marcha indecisa
en la línea o contracorriente (escritura invertida y regresiva) (fig.5) o
bien presenta los cambios de forma que dan lugar al "coligamento
mixto" (mezcla de arcos y ángulos, de guirnaldas y, a veces, de trazos
filiformes) (fig. 6).
Bajo el punto de vista de la onda gráfica, el coligamento mixto es una
anomalía dentro del concepto dinámico y de estructuración del
movimiento gráfico. Por su emplazamiento en la zona media del
grafismo (esfera de la conciencia, del Yo y del presente cotidiano),
esta anomalía o desigualdad en las formas tiene gran importancia
porque afecta a las cuatro direcciones del impulso gráfico:
a) la de los músculos flexores (que generan los gestos de afirmación
y seguridad)
b) la de los músculos extensores (que canalizan el gesto hacia su
expansión sublimada o elevación, hacia arriba)
c) la de los movimientos en abducción (que testimonian el "avance de
los impulsos hacia el exterior"), y
d) la de los movimientos en aducción (que son indicadores de "retroceso").
224
Todos los accidentes de la forma en el coligamento suponen una
alteración del tren o marcha de la escritura, pues toda alteración en las
formas es también alteración del movimiento. Estos cambios de forma
y movimiento (desigualdades) en la zona media del grafismo, suelen
reflejar la existencia de perturbaciones, de conflictos o luchas en esa esfera.
Para comprender mejor la importancia psicológica de los cambios de
forma y de tren de marcha en el coligamento, recordamos que el
aspecto FORMA, no sólo expresa lo que hay de más constante e
invariable en la conducta, sino que expresa también los "modos" de
conducta.
El individuo "persona", aquél que se deja llevar únicamente por su
"imagen guía", por lo que él debe ser o aparentar ante los demás;
aquél que siempre va vestido con la dignidad y etiqueta que requiere
su rol social o profesional; aquél que tiene que dar la impresión
de madurez, de. serenidad, de ponderación, de justeza en las
apreciaciones, que tiene que comportarse de manera
Extraordinariamente comedida y racional, que respeta todos los
semáforos, todos los convencionalismos y tradiciones, todas las reglas
establecidas, todas las consignas que recibe de sus superiores y cuya
disciplina en el cumplimiento del deber le lleva a hacer de sí mismo
un esclavo de sus compromisos, que atiende con puntualísimo rigor;
aquél que es así, que es un individuo "persona" (en el sentido
junguiano) , mantiene la regularidad de las formas en la escritura y se
repite en su grafismo del mismo modo que se repite en sus hábitos y
en su conducta. Ver figs. 4 y 7.
Si la fidelidad a las formas nos refleja una cierta estanqueidad o
estacionamiento del sujeto en sus hábitos, ideas y costumbres, en sus
modales de conducta, un cambio irregular, una variación continua de
las formas, parece lógico que esté en relación con la inestabilidad
afectiva, incluso con los cambios irrazonados en la conducta.
Estos son los dos extremos que puede presentar la FORMA: la
regularidad, la igualdad o la monotonía, en un extremo, y la
225
irregularidad, los cambios y fluctuaciones del coligamento en otro.
(Ver figs. 8 y 6)
Una homogeneidad espontánea y libre dentro de un ritmo no
perturbado (fig. 2) será el mejor indicio de la existencia de un
equilibrio en la personalidad interna del sujeto. Por tanto, las
perturbaciones del MOVIMIENTO son también, junto con las del
aspecto FORMA, sintomáticas de la alteración probable que provocan
las fuerzas perturbadoras en la conciencia de cualquier individuo.
Como hemos visto, el predominio de la FORMA sobre el movimiento
es expresivo de la tendencia a mantener la conducta elaborando la
misma de acuerdo con la "imagen guía", con lo que el individuo desea
comunicar de si mismo al exterior. Esta comunicación se hace sobre
la base de "patrones" a seguir inspirados por el Super-Yo. Por el
contrario, cuando predomina el MOVIMIENTO sobre la FORMA,
cada estímulo parece un incentivo para la acción. El sujeto en quien
predomina la FORMA se aferra a las circunstancias para justificar su
actitud pasiva. Por el contrario, aquellos sujetos en cuyo grafismo
predomina el MOVIMIENTO, parece que cada estímulo les invita a
justificar con la acción su temperamento. (Figs. 9 y 10).
El MOVIMIENTO, pues, está en relación con los factores dinámicos
de la personalidad (temperamento, afectividad, rapidez de respuesta a
los estímulos, fuerza de los impulsos, continuidad en la acción, etc.).
Por tanto, las alteraciones de la FORMA en el coligamento son
alteraciones en los hábitos, en la "imagen guía", en los "patrones" que
el sujeto sigue para adaptarse al exterior. Las alteraciones en el
M0VIMIENTO son más profundas, calan en la afectividad, en las
resonancias íntimas, en la fuerza de los deseos, en la continuidad del
sentimiento en relación con personas y objetos, etc.
Como hemos dicho antes, las desigualdades de FORMA en el
coligamento van siempre unidas a desigualdades de MOVIMIENTO.
No se realiza de la misma manera ni en el mismo tiempo un ángulo y
226
una guirnalda, ni un arco y un gesto en serpentina. Cada cambio de
forma supone un cambio de tren y de gestos de la mano (sugiero hacer
la prueba con la propia escritura para comprobarlo, por ejemplo con
la palabra "mamá").
En mi obra "Escritura y Personalidad", hablo con cierta extensión
(pág. 169) de los accidentes en el Coligamento (Coligamento mixto
y sus variedades). Los "lapsus de cohesión" no son ajenos a estos
accidentes (ver pág. 265 de la misma obra). Si planteo de nuevo el
tema, es por el incremento que en estos últimos años vengo
observando sobre las anomalías en el coligamento.
Para centrar de nuevo la interpretación, diremos que los conf1ictos,
las luchas, los problemas en la esfera del Yo, se manifiestan con
preferencia en los accidentes que presenta el grafismo en la zona
media de la escritura.
Todo conflicto dentro del Yo supone un gasto de energía intrapsíquica
entre impulsos activados, de un lado, por la conciencia o por el
Super-Yo; y del otro, por presiones externas o por fuerzas impulsadas
desde el inconsciente.
Los conflictos pueden estar motivados por infinidad de causas.
Citaremos algunas. Por ejemplo, un complejo de Edipo no resuelto
en la infancia puede más tarde convertirse en conflicto a la hora de
seguir la vocación del padre. Un Yo despreciado (un despido de
trabajo o el abandono del "partenaire", por ejemplo), al lastimar el
orgullo personal, puede generar conflictos neuróticos. Un descalabro
sentimental en que han quedado frustrados los sentimientos de amor
ante el aumento de la incompatibilidad de ideas, deseos, caprichos,
etc (provoquen o no la rotura de relaciones amorosas o
matrimoniales), pueden generar luchas internas de una intensidad
muy variada, según los casos. Un fracaso en los negocios, en los
estudios, o en otros aspectos relacionados con la vida cotidiana,
puede crear conflictos más o menos angustiosos.
227
Otro conflicto que observamos muy frecuentemente es el del
adolescente, casi adulto, que desea ser independiente, pero que se
siente aún sometido a las exigencias paternales. A veces, el Yo se
encuentra en una situación en que aquello que le atrae y lo que desea
evitar está ubicados en el mismo lugar, en su mismo espacio vital, y
le resulta muy difícil o imposible optar por una solución. Este sería el
caso, por ejemplo, del sujeto enamorado vivamente de la mujer de su
Jefe, dándose la circunstancia que los tres trabajan en el mismo local.
Es fácil imaginarse las luchas internas que, en ese caso, sostiene el
sujeto entre el deseo y el temor (la angustia que puede producir le
enamorarse apasionadamente de una mujer, que para él es tabú, puede
hacer que se conduzca como si la desgracia que imagina le hubiese
sucedido realmente o fatalmente fuese a sucederle).
Otro tipo de conflicto muy frecuente es el de la convivencia de sujetos
(lugares de trabajo, cárceles, etc.) que tienen distintas ideas, cultura,
sentimientos artísticos o religiosos, etc, "indigeribles" de uno a otro.
Cuando las funciones psíquicas operan separadamente porque hay
disociación entre el Yo y el inconsciente, entre el pensamiento y la
afectividad o entre la actividad de la conciencia y las exigencias del
Super-Yo, o cuando por enfrentamiento entran en conflicto, se
produce una neurosis o psiconeurosis. La coordinación normal de las
funciones psíquicas sufre entonces alteraciones más o menos
importantes, bien sea por su división o antagonismo. Estas
alteraciones van seguidas de cierta ruina en el aparato psíquico.
Podríamos comparar este estado interno como el estado de una nación
que mantiene una guerra civil, sin el triunfo de ninguno de los bandos.
Veamos algunos Casos:
En la fig. 4 (primeras 11 líneas, las tres últimas líneas no
corresponden a la misma persona), podemos apreciar la regularidad
de las formas y la rigidez del grafismo. El peligro de la rigidez es que
el "valor de los principios", de las reglas, del dogma, etc., no lo tienen
por sí mismo, sino por la fuerza subjetiva que el sujeto les otorga. Es
así como la confianza ilimitada que algunos sujetos ponen en sus
228
principios, normas, etc., camufla, ocultándola, la falta de seguridad y
de confianza en sí mismos. Naturalmente, este ejemplo no es el caso,
ya que esta regularidad y rigidez se presentan en un grafismo cuyo
autor ha sublimado, a través de la religión, sus posibles cualidades
negativas.
El grafismo de la fig. 11 presenta claramente los signos de lucha o
conflicto, visibles, sobre todo, en los cambios de tren, de inclinación,
de dimensión, forma, etc., centrados en la zona media. Un sector muy
importante del Yo se manifiesta en esas estructuras de orden regresivo
brusco. Esto significa que una buena parte del Yo ha permanecido
extraña a 19S progresos evolutivos del sujeto en el terreno intelectual.
Esa parte del Yo a que nos referimos, al quedar marginada, al no
evolucionar paralelamente al avance intelectual, ha quedado infantil
y, por tanto, no sólo no participa en la esfera intelectual, sino que la
combate (la derrota de su realismo afectivo parece ser el pago de la
victoria lograda en el terreno intelectual). El grafismo pertenece a un
intelectual con problemas afectivos.
Otro caso muy particular es el de la fig. 8, que corresponde al autor de
"La rebelión de las masas" y de "La deshumanización del Arte", entre
otras grandes obras de nuestro tiempo. Me refiero, naturalmente, a ese
genial escritor y filósofo que se llamó José Ortega y Gasset. El
grafismo que aquí reproducimos acusa, en su inseguridad motriz,
temblores, congestiones, imbricados en descenso, olvido de
puntuación, regresión del margen izquierdo, etc., el estado interno de
este hombre después de las injusticias, desengaños y frustraciones
sufridas a partir de los 50 años, aproximadamente. No es éste el lugar
para hacer historia, pero el envejecimiento prematuro de Ortega está
claramente expresado en este atormentado grafismo. Hay que tener en
cuenta que Ortega murió a los 72 años, en 1955, y el grafismo que
reproducimos es bastante anterior a esta fecha.
Las luchas entre el pensamiento y la afectividad se ven claramente de
manifiesto en el coligamento (mezcla de guirnaldas, ángulos y arcos)
y en el deterioro motriz que presenta la onda gráfica.
229
A pesar de este envejecimiento prematuro del grafismo, Ortega
mantiene su capacidad de concentración en la actividad mental
(grafismo concentrado), da muestras de una perfecta orientación del
pensamiento en el tiempo y en el espacio (relación armónica espaciotexto) y, a pesar de los problemas que pudiera tener en sus relaciones
afectivas con el entorno (coligamento mixto), el pensamiento fluye
con una claridad diáfana y con la sencillez de exposición y honestidad
que siempre le caracterizó (escritura clara, sencilla, sobria). El margen
de la izquierda en retorno podría ser una actitud de defensa o de
desconfianza frente al entorno, pero también, bajo el punto de vista
psicoanalítico, este deseo de protección puede estar enlazado,
inconscientemente, con el apego a la madre. Todo margen izquierdo
irregular es traumático, por tanto, es reflejo de acontecimientos
dolorosos para el Yo. Ortega era un hombre sensible, muy sensible, a
todo cuanto afectaba a su Yo. La misma importancia con que se
desarrolla la onda gráfica en la zona media del grafismo (predominio
de la zona media), pone en evidencia el cuidado constante con que
Ortega vigilaba su Yo, su "autoimagen", y la honestidad con que lo
hacía (no hay un solo signo de confusión o intriga en su grafismo), la
sencillez y la veracidad de expresión, la autenticidad, la búsqueda de
una relación armónica entre el Yo y la realidad, ocupan, por entero, su
pensamiento. Otra cosa es la relación entre pensamiento y afectos. En
esta esfera pueden presentarse algunas disociaciones (coligamento
mixto).
Alteraciones en el coligamento podemos apreciar también en el
grafismo correspondiente a la fig. 6, cuyo autor es Antonio García
Rubio, excelente violinista y compositor, a la edad aproximada de 25
años. Los cambios de forma en el coligamento y los cambios de tren
(de rapidez) son, en este caso (escritura ligera), reflejo de la gran
sensibilidad de este gran músico (discípulo de Enesco de Tibaud,
como violinista) y después gran compositor español, ya fallecido. Las
variaciones de forma en el coligamento son aquí la expresión de
ciertas dificultades de adaptación y los pronunciados arcos de los
movimientos iniciales de las “m”, la aspiración del entonces joven
artista, al homenaje.
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MAYÚSCULAS EN MEDIO DE LAS PALABRAS
En ciertos grafismos encontramos a veces la costumbre de intercalar
letras mayúsculas en el interior de las palabras. Algunos de nuestros
colegas, principalmente nuestro vicepresidente, han pedido mi opinión
sobre esta particular "discordancia". Efectivamente, según mi criterio,
se trata de una "discordancia" que afecta al aspecto FORMA.
El número de casos que personalmente he visto, entre ellos el de
Brigitte Bardot, no es cuantitativamente lo suficientemente elevado
para poder hacer una estadística que nos pueda permitir unificar el
significado psicológico de lo que, en términos jaminianos, podríamos
definir como un "idiotismo gráfico" (término que nada tiene que ver
con la oligofrenia).
En los casos observados, para interpretar esta anomalía gráfica, he
tenido en cuenta lo siguiente:
1.-El ambiente gráfico general y el nivel positivo-negativo.
2.-El simbolismo psicológico de las letras mayúsculas intercaladas en
medio de las palabras.
3.-El grado de frecuencia y de discordancia del signo.
No recuerdo si fue Michón, la baronesa de Von Unger-Sternberg o
Albert de Rochetal quien dijo primero que las mayúsculas
representaban el concepto que el sujeto tiene de su propio valer dentro
del entorno en que se mueve y las minúsculas el modo como el sujeto
que escribe se representa a los demás. Partiendo de este ingenioso
simbolismo, y teniendo en cuenta el ambiente gráfico (positivo o
negativo), el simbolismo de la letra o letras mayúsculas intercaladas
237
en el interior de las palabras, el volumen de las mismas, la sencillez o
complicación de la forma, el grado de enlace a las letras anteriores y
posteriores, etc. resulta relativamente fácil darle una interpretación a
este signo.
Así, por ejemplo, si el grafismo presenta deficiencias en la presión,
con signos de angustia o depresión, es probable que las mayúsculas
intercaladas entre minúsculas pueda tener como motivación la
búsqueda de una seguridad o protección que alivie al sujeto de sus
problemas o sentimientos de inseguridad, inquietud, agobio,
incompletud, etc., es decir, el sujeto emplea a los demás como refugio
de sus problemas existenciales. Uno de los casos estudiados por mí
correspondía a una joven que había hallado refugio a sus problemas
generacionales integrándose en un grupo de drogadictos cultivadores
del amor libre y del cambio de pareja. Integrada en este ambiente y de
un modo secreto, es decir, a espaldas de la familia, intentaba huir de
sus problemas en vez de darles una solución aceptable. La familia
sospechó algo extraño en sus cartas y me envió un par de ellas para
analizar. Descubrí su artificial refugio y fue rescatada y puesta en
tratamiento.
Otro caso, que podríamos considerar parecido al de Brigitte Bardot,
es el de un sujeto muy conocido dentro del ramo de las artes
plásticas, que intercalaba grandes "E" mayúsculas en épsilon en las
palabras. El ambiente gráfico fuertemente positivo, con gran
armonía de espacio, rapidez de movimiento y fuerte relieve, dejaba
entender una personalidad original, dotada de gran sentido estético,
pasión por el color y por las formas, pero también dotada de un
narcisismo y de una necesidad fuera de lo normal de sentir elogios
admirativos. Las "E" en épsilon intercaladas de su grafismo las
interpretamos como necesidad de estar rodeado de admiradores que
le sirvieran de "espejo reflector" de su amplia y ambiciosa vanidad
egocéntrica, extraordinariamente susceptible a toda observación o
comentario crítico.
238
Letra "e" en épsilon (imitación mayúsculas) en un
sujeto con tendencias narcísicas de un artista pintor.
La misma o parecida interpretación podríamos aplicar al caso de
Brigitte Bardot, en cuyo grafismo observamos "R" mayúsculas
intercaladas en el interior de las palabras. La célebre "B.B." expresaba
de este modo su necesidad de sentir la propia superioridad y hacerla
patente a los demás como si quisiera decirles: "Yo soy más importante
que vosotros, debéis rendirme admiración y cumplir mis deseos".
Por otro lado, es necesario tener en cuenta que toda mayúscula que
ocupa en medio de las palabras el puesto de una minúscula es una
"discordancia" que afecta al aspecto FORMA, es como una intrusión
del Yo intentando ocupar un lugar inadecuado dentro de un grupo de
signos.
Como tal discordancia, supone una anomalía que puede afectar al
equilibrio psíquico de la persona que escribe, salvo en los casos en
que la falta de cultura quite importancia a este fenómeno.
El Dr. Gille-Maisani, en su obra Psicología de la Escritura, describe
ampliamente el sentido psicológico de los signos discordantes. En
cuanto al simbolismo de las mayúsculas, sugerimos también la lectura
del tomo segundo de L'interprétation des lettres de l'alphabet dans
l'écriture de la grafóloga psicoanalista Roseline Crepy.
239
Teniendo en cuenta el ambiente gráfico, el simbolismo de cada letra
mayúscula y la importancia del volumen y de la forma que tenga el
signo, será relativamente fácil hallar la motivación, en cada caso, de
las mayúsculas que ocupan lugares que no les corresponde en el
interior de las palabras, es decir, de las mayúsculas intercaladas.
En los casos en que he podido hacer, directamente, la pregunta: "¿Por
qué escribe letras mayúsculas donde corresponde minúsculas?", la
contestación, generalmente, es que el sujeto no sabe decir por qué lo
hace. Por tanto, sirve de poco, en la mayor parte de casos, tratar de
obtener el significado mediante la exploración directa.
240
LA ESCRITURA INVERTIDA
Decía el grafólogo alemán Meyer que la escritura "Invertida" es
debida a "un reflejo condicionado negativo". Expliquemos bien esto:
un reflejo condicionado no es un modo de reacción innato a un
estímulo, sino un modo de reacción que tiene como origen la
experiencia adquirida. Al perro de Pavlov le bastaba oir el sonido de
la campanilla para que la glándula parótida del animal entrara en
acción, como si tuviera la comida delante. Cuando algo o alguien
ofrece un estímulo desencadenante de asociaciones inconscientes con
hechos o experiencias dolorosas sufridas, principalmente en la
infancia, el Yo, mediante los mecanismos cerebrales, genera una
actitud de "defensa", es decir, se producen los llamados "mecanismos
de defensa", ampliamente descritos por Freud y posteriormente por
Ana Freud y Melanie Klein, entre otros.
Los mecanismos de defensa actúan para reducir la angustia. A causa
de la excitación nerviosa producida por la asociación de hechos
actuales con experiencias dolorosas antiguas, los mecanismos de
defensa entran en acción, aunque la relación de los estímulos
presentes desencadenantes no sea directa ni similar a las experiencias
antiguas. De este modo, el Yo del sujeto actúa con el hábito
inconsciente de evitar golpes a sus heridas.
La escritura "Invertida" entra dentro de lo que el Dr. Gille-Maisani
describe como "escritura al revés" y es una clara representación del
gesto de "echarse hacia atrás", es decir, se pone el cuerpo en la actitud
de repeler o evitar una agresión o rechazar el contacto abierto con
otros. La actitud de "acercamiento", de contacto, de ternura, inclina el
cuerpo hacia el "objeto" que provoca el afecto. En el caso de la
escritura Invertida, el sujeto puede participar en la vida y en los
hechos de los demás por "empatía", es decir, por compresión
241
intelectual más o menos simpática, pero no por una actitud de
"identificación afectiva", pues "retiene" la sensibilidad como defensa
preventiva ante la posibilidad de verse decepcionado o herido. Por
otro lado, esta actitud de "despegue afectivo" puede ser también una
reacción inconsciente de despecho frente a amargas decepciones o
frustraciones sufridas.
En determinados adolescentes, la escritura Invertida unida a escritura
muy Espaciada puede ser el signo de un mecanismo de defensa frente
a unos placeres demasiado turbadores (me refiero a la sexualidad).
En otros casos, los signos de rigidez o de tensión dura de la onda
gráfica en la escritura Invertida (Fig. 204 de S.P.) será generadora de
la actitud tiesa, inflexible, orgullosa y de ciertas maneras de
expresión, tales como una sonrisa estereotipada o un comportamiento
burlón, irónico y arrogante.
En resumen: salvo en los casos de disfraz del propio grafismo, la
escritura Invertida es un signo de defensa del Yo frente a vivencias del
Ello más o menos dolorosas y frecuentemente olvidadas. El Yo actúa
evitando todo "golpe" que pueda hacer más dolorosa la herida, del
mismo modo que lo haría en el caso de una herida física en un brazo
o en cualquier otro lugar expuesto a "golpes".
242
LOS MOVIMIENTOS NO MATERIALIZADOS
(GESTOS EN EL AIRE)
Todo contacto de la pluma, lápiz o bolígrafo sobre el papel supone una
conexión de nuestro mundo interno con un objeto de tipo exterior.
Esta conexión con el entorno, con la realidad material (comunicación)
es la acción de transmitir algo a alguien a través de los símbolos gráficos.
Ahora bien, la onda gráfica no es sólo lo que apreciamos "grafiado" o
como gesto impreso. Hay también movimientos o gestos trazados en
el aire entre los finales de los trazos de una letra o de una palabra y el
comienzo de otra letra o de otra palabra siguientes. También hay
movimientos en el aire sobre una misma letra o palabra cuando se
interrumpe el contacto con el papel para poner un punto o barrar una
"t". Otras veces, mientras el pensamiento determina la forma de
comunicar algo o busca en la memoria algún dato en relación con la
idea a exponer, la mano está gesticulando, inconscientemente, por
encima del papel. Estos gestos en el aire tienen su importancia,
aunque no siempre es fácil descubrirlos.
Fue Magdalene Ivanovic uno de los primeros en el estudio del gesto no
materializado o gestos en el aire, hecho al que la mayor parte de los
grafólogos clásicos no habían dado importancia, aparte de mis
observaciones sobre Cohesión en "Escritura y Personalidad", en donde
se recoge el significado psicológico que después se ha dado a este signo.
Tal como se indica en "Escritura y Personalidad", la gráfica visible,
los movimientos grafiados, constituyen un acto de contacto en la línea
Yo-Tú o Yo-Objeto. En cambio, los gestos invisibles o en el aire se
relacionan con la actividad interior no manifestada que, unas veces
será la reflexión consciente para adecuar la comunicación a las
exigencias internas y externas, otras para impedir que ciertos
impulsos escapen al control de la censura. Por tanto, los movimientos
243
no grafiados suponen siempre una inhibición debida al espíiritu
"reflexivo" o "represivo"en relación con los recuerdos, ideas,
emociones, etc., cuya exteriorización podría no ser adecuada o
conveniente para la "seguridad" del Yo, para el prestigio que se desea
mantener o la imagen que se desea dar. Puede entrar, pues, en los
gestos no grafiados o invisibles, tanto el deseo de un contacto noble y
no conflictivo, como la intención de maniobrar u organizar la
conducta en beneficio exclusivo del propio Yo (elaboración egoista e
incluso falsedad en el comportamiento). De aquí la importancia de
prestar la debida atención a los movimientos no grafiados o gestos en
el aire.
Normalmente, las pausas o espacios abiertos entre las letras, las
palabras y las líneas equivalen a "silencios" para pensar, para poner en
orden las propias ideas, emociones o recuerdos en un intento
consciente de dar una buena imagen del Yo al exterior. Por esta razón,
la escritura ligada, abierta, rápida y progresiva, con líneas y palabras
poco espaciadas, es decir, con pocos "silencios", con pocas
inhibiciones, corresponde a personas fácilmente participativas, de
charla fluida y buena adaptación al entorno. Por el contrario, una
escritura pequeña, invertida, muy espaciada entre líneas y palabras,
regresiva, cerrada y pausada o lenta, refleja a personas poco
expansivas, llenas de silencios y de ocultaciones y poco
participativas.
Los gestos no grafiados o gestos por encima del papel, no visibles,
tienen una interpretación distinta en uno y otro caso.
En la interpretación de los gestos en el aire debemos relacionarlos
siempre con el ambiente gráfico en el cual se producen. La rapidez, la
presión, la continuidad, la dimensión del trazado, etc., así como el
nivel de espaciamiento entre letras, palabras y líneas y el orden del
conjunto, se deberán tener en cuenta para precisar cada interpretación.
La separación entre las letras en las palabras (escritura desligada o con
frecuentes lapsus de cohesión) será el testimonio de una actividad
244
interior predominantemente inhibida en sus manifestaciones al
exterior. Las palabras distanciadas entre si por encima de los
módulos reflejarán ciertas dificultades de aproximación a la manera
de pensar, sentir y actuar de los demás. Las grandes distancias entre
líneas expresarán la tendencia del sujeto a prever consecuencias
a largo plazo, del mismo modo que los espaciamientos entre
palabras superiores a los módulos expresan el temor o previsión
de acontecimientos a corto plazo cuando la dimensión del grafismo
es reducida (escritura pequeña). De todos modos, estas
interpretaciones, muy generalizadas, servirán sólo de base para
interpretaciones más matizadas y adecuadas a cada ambiente gráfico.
El ambiente gráfico es siempre el que condiciona el tipo de
interpretación a realizar.
Por ejemplo, una escritura rápida, abierta, progresiva, redondeada,
inclinada y bien alimentada de tinta (presión nutrida) nos indicará
posiblemente que la necesidad de afecto va unida al deseo de una
relación humana cálida, simpática e íntima con las personas de su
entorno, sobre todo si las palabras se acercan entre si. Esta relación
puede tener un origen erótico-sentimental, si la presión en la zona
media e inferior se recrea en los movimientos en curva. Pero si el
grafismo es anguloso en zona media e inferior (el ángulo es siempre
una tensión brusca y tirante), el deseo de participar con los demás, de
estar en relación con los otros, puede estar marcado por la tendencia
a combatir las ideas, los sentimientos o deseos del prójimo para
descargar de este modo la propia insatisfacción, el propio malestar o
resentimiento interior.
A partir de ejemplos como estos, debe inferirse el significado que en
cada grafismo pueden tener los gestos no grafiados o gestos en el aire.
No aporto ejemplos de escrituras para invitar a los lectores a que
realicen sus propias observaciones y determinen por si mismos dónde
se encuentran gestos en el aire interesantes inevitables en todos los
grafismos. Basta con observar los cortes de continuidad y ver dónde
terminan habitualmente ciertas letras y en qué zona se inician las
siguientes.
245
246
TEORÍA VELS SOBRE LA PSICOLOGÍA DE LAS JAMBAS
El gran psicoanalista húngaro Franz Alexander, uno de los defensores
más ardientes de la medicina psicosomática, en su estudio del
"análisis vectorial" mantiene el criterio de que toda la actividad
orgánica y de las funciones psíquicas, se puede englobar dentro de la
combinación e interrelación de los tres estadios o etapas siguientes:
"ingestión", "retención" y "eliminación".
Si aplicamos este postulado al estudio de las jambas, podemos
distinguir tres estadios o etapas en sus movimientos inconscientes:
a) una etapa inicial procedente de un "estímulo", la cual representa,
bajo el punto de vista orgánico y psíquico, una "carga tensional" o
nivel de excitación.
b) una etapa de "retención" o asimilación, que se origina cuando el
movimiento gráfico cambia su sentido direccional (base de las
jambas). La operación de "retención" es suave, si el movimiento de la
base es curvo. La "retención" es brusca, si la base es angulosa.
c) La tensión o "carga de excitación" se expansiona o se elimina de
modo natural, sin rechazos ni bloqueos, si los movimientos procedentes
de la base recorren su trayecto de expansión sin presentar ninguna traba,
como pueden ser ángulos, triángulos, adornos innecesarios,
interrupciones, desviaciones, o cualquier clase de anomalía.
La teoría Vels sobre las jambas, no sólo se basa en el postulado del
psicoanalista Alexander, sino que recoge también la idea de un
sistema de regulación de energía, equivalente al concepto de
"homeostasis" de Cannon, a la teoría de "equilibrio" de Paulov y al
"principio de constancia" de Freud. (Ver en las páginas 32 y 33 del
247
"Manual de Grafoanálisis" (A.G.C. 1991) una mayor extensión sobre
este tema).
LAS JAMBAS o partes bajas de la "g", "j", "f", "y", etc. son los
elementos gráficos más importantes a considerar en la zona inferior.
Toda jamba consta de tres movimientos esenciales:
a) el movimiento de flexión o de descenso, que toma la dirección
hacia el propio cuerpo, en cuya presión y dimensión podremos ver el
grado de tensión o carga de excitación que tienen los "estímulos"
relacionados con las pulsiones instintivas.
b) el movimiento de "retención" para efectuar el cambio de sentido,
que se origina en la base de las jambas, el cual nos indica si la carga
de excitación es asimilada, rechazada o se descarga normalmente para
llegar a un equilibrio regulador o satisfacción gratificante.
c) el movimiento de ascenso y extensión, dirigido hacia afuera, hacia
los otros, en cuyo tramo descubrimos lo que ocurre con las cargas de
energía pulsional, especialmente con la libido. Las pulsiones
instintivas se descargan normalmente y se alcanza la regulación de las
tensiones, si el movimiento de ascenso no se interrumpe y se liga, sin
detenciones o tropiezos a la letra siguiente.
Cuando los bucles, movimientos de extensión y ascenso de las
jambas, presentan interrupciones, desviaciones, adornos innecesarios,
complicaciones o anomalías que traban o impiden la entrada en la
zona media y la unión a la letra siguiente, las cargas tensionales no
llegan a tener su adecuada expansión debido a bloqueos o rechazos
impuestos por la "censura", por la conciencia, el Yo o el Super-Yo.
Para el estudio de la libido y demás pulsiones instintivas, se toma
siempre la letra"g" minúscula como letra-reflejo más representativa.
No hay que confundir las jambas con ciertos movimientos que pueden
invadir anormalmente la zona inferior como expresión de fatiga, de
248
surmenage, de abatimiento o enfermedad (ver fig. 164 de Esc. y
Pers.). Es sobradamente conocido que los estados de fatiga,
depresión, tristeza, etc. generan la caída del cuerpo hacia abajo, del
mismo modo que los estados de euforia, contento y excitación elevan
el gesto y los movimientos hacia arriba.
La euforia puede producir también trazos que descienden sobre la
zona inferior, como es el caso de la figura 27 de Esc. y Pers., que
pertenece a un sacerdote muy dinámico que organizaba bailes y
fiestas para tener a la juventud de su pueblo contenta y, a la vez,
controlada. Esos trazos en curva dextrógira, fuera de su lugar
correspondiente, reflejan también la satisfacción vanidosa de sentirse
importante y apreciado, ligando el placer pagano con su misión
religiosa.
En otros casos, los trazos pueden invadir indebidamente la zona
inferior buscando con avaricia los bienes materiales o el dinero, como
ocurre con la damita de la fig. 182 de Esc y Pers.
249
250
ALGUNAS NOTAS SOBRE LOS PUNTOS DE LAS lES
Si en geometría el punto es un ente invisible e inmaterial, en lo que se
refiere a la escritura, el punto se materializa, toma forma y expresa
dos conceptos distintos, según su colocación:
- Es una señal de "stop", de silencio, de parada, cuando se sitúa al final
de una frase escrita.
- Es un signo de concreción, de precisión, de exactitud, en el tiempo
y en el espacio, situado encima de la letra "i".
Poner un punto sobre la "i" con precisión equivale, en el terreno de la
atención, al cuidado y diligencia que pone el sujeto en ejecutar las cosas
bien y a su tiempo. Poner los puntos sobre las "íes", "puntualizar", en el
lenguaje común es referirse a algo con exactitud, es afirmar un hecho
o determinar una acción con clara precisión en los detalles.
La atención es una actividad vigilante de la conciencia, consistente en
poner un especial cuidado en aquello que se va a decir o hacer. Por
tanto, se puede considerar que el punto de las "íes" refleja la actitud
del sujeto frente a la focalización del interés y de la concreción.
Cuando la atención está enfocada a un "objeto de pensamiento", el
sujeto elimina todo estímulo externo o representación parásita que
constituye un estorbo o perturbación a su tarea.
Del tono fuerte o débil -constante o variable- de la atención, depende,
en general, la precisión de los puntos de las "íes" en la escritura.
También de las sacudidas inusitadas del ánimo por efecto de estímulos
perturbadores externos o internos, depende la forma y colocación de
los puntos. En este sentido se puede decir que el punto de la "i" es
también el termómetro de la inquietud.
251
Las sacudidas con carga emotiva procedentes del exterior
(enfermedades, desgracias, aflicciones, frustraciones afectivas,
pérdida de la seguridad económica, etc.) llevan consigo la
intranquilidad y el desasosiego es, para el punto de la "i", como la
marejada, para el pequeño barco. La turbulencia del oleaje psíquico
actúa sobre la atención haciendo que el punto gire sin suficiente
control. Es bien sabido lo que los puntos girados expresan, que no es,
precisamente, la calma y el sosiego psíquico.
Pero, si bien el punto girado es el anuncio de la inquietud, el frecuente
punto en forma de circulito se puede decir que es el termómetro de la
obsesión narcísica, del deseo de contemplarse y de ser contemplado.
Este tipo de punto reclama atención. Simboliza la insatisfacción del
ser incomprendido a la vez que la obsesión se convierte en una
especie de tendencia a dar vueltas en la imaginación en torno a alguna
preocupación. Esta preocupación puede ser generada por la lucha,
más o menos contínua, entre determinadas "creencias" y "dudas",
entre necesidades y "tabúes", entre deseos y represiones, etc.
Cabe, dentro de esta interpretación, la significación de tendencia a la
homosexualidad con que algunos autores han querido distinguir este
signo, tan frecuente en la juventud de hoy.
Como se ha indicado, del tono fuerte o débil, constante o inconstante,
de la atención, depende la precisión de los puntos. La atención
voluntaria depende, según Luria y otros, de los lóbulos frontales.
Cuando estos lóbulos se ven afectados por enfermedad, debilidad o
accidentes se producen, con mayor o menor intensidad, las
distracciones. Efectivamente, una tensión o tono fuerte de la atención
coloca al sujeto en actitud de aplicar su entendimiento y su voluntad
a la observación, consideración y acción más adecuada para llevar a
cabo un objetivo o cumplimentar una obligación.
Atender con precisión es fijarse, poner cuidado, estar alerta, medir,
comparar, clasificar y estimar los hechos y las cosas en sus justos
252
valores. Es también actuar de manera honesta, ajustar el pensamiento
a la realidad, hacer las cosas de modo que se adapten exactamente a
las necesidades o normas de validez colectiva o universal.
Lo contrario también es cierto. Una atención despistada o débil se
registra gráficamente por la ausencia de puntos, por la colocación
demasiado alta o descentrada, por la falta de vigor en la puntuación o
por la caída de los puntos sobre el área de la zona media, fuera del
emplazamiento adecuado.
El punto puede quedar retrasado sobre el eje vertical de la letra a
causa de la perplejidad del ánimo, a causa de la duda y la
incertidumbre, o por la misma indecisión en presencia de
sentimientos, ideas o juicios contradictorios que le impiden definirse.
El sujeto puede también adelantarse a los hechos, vivir el futuro,
anticiparse, tratar de coger el atajo para llegar antes, quizás en un afán
de iniciativa y vanguardismo, o también por no poder frenar la
impaciencia. Tenemos en estos casos los puntos adelantados el eje
vertical de la letra.
Aquellos que puntúan a posteriori de haber escrito toda la palabra y,
para hacerlo, vuelven hacia atrás sobre el camino recorrido
("puntuación bloqueada"), suelen ser sujetos con una evolución
retardada, tanto en sus ideas como en su trabajo. El sentimiento de
incompletud, de inseguridad y de desvalorización, no les permite
concebir la propia autonomía más que en oposición a la heteronomía,
pues no llegan a concebirla en su propio valor. La dependencia frente
a la autoridad de tales sujetos, su temor a ser responsables o a ser
acusados de '"incapacidad les obliga a volver sobre lo hecho para
comprobar, a posteriori, lo que puede faltar o puede ser "causa de
descuido". El deseo de hacer las cosas bien les hace conducirse en la
vida y en el trabajo con la incertidumbre pegada a la piel.
Por el contrario, cuando la puntuación se realiza por sílabas o los
puntos se combinan ligándose anormalmente a la letra siguiente
253
(escritura "combinada"), parece coincidir con un nivel elevado de
cultura e independencia en las ideas, las cuales fluyen sin trabas o
complejos perturbadores, al menos, en aquellos temas que el sujeto
domina habitualmente.
Aparte de la precisión en la colocación de los puntos, hay que
observar también la fuerza o firmeza, el espesor de la puntuación. No
es lo mismo un punto firme y preciso que un punto "congestionado"
(cargado de tinta), aunque estén ambos colocados con precisión.
Tampoco expresa lo mismo la posible obsesión o coquetería de un
punto en circulito, que un punto en forma de "vírgula", que puede
expresar una inquietante pérdida de equilibrio.
Mi infortunado colega y amigo el Profesor Raymond Trillat, fallecido
en Valencia cuando impartía un Curso de Grafología, decía que:
"algunos individuos precisan y afirman los puntos más que el cuerpo
central de la letra, lo que, según él, quiere significar que, para tales
sujetos, las obligaciones contraídas son más importantes que los actos
mismos. Trillat lo compara con el viajero del autobús que, ante todo,
se preocupa por sacar su billete. El que olvida poner los puntos sobre
las "íes" es como el viajero que se olvida comprar el billete del
autobús".
Enfocado el punto bajo un criterio científico, no se puede interpretar
aisladamente. Es necesario cotejar el ambiente gráfico que le rodea y
estudiar, caso por caso, su rol dentro de las dominantes gráficas.
254
Véanse algunos ejemplos:
255
256
Los ejemplos podrían continuarse indefinidamente. Cada punto
constituye un poema y cada manera de trazarlo es un modo de
expresión que refleja lo que está ocurriendo en el psiquismo del que
escribe y el modo como le place o inquieta, en cada momento, su
relación con el mundo exterior.
257
258
LA POLIVALENCIA PSICOLÓGICA DE UN PEQUEÑO
SIGNO: LOS PUNTOS EN CIRCULITO
La frecuencia con que se observa en los grafismos de la juventud
actual el PUNTO EN CIRCULITO nos llevó, hace algunos años, al
estudio de este curioso signo gráfico.
Este singular "gesto-tipo" lo empezamos a estudiar en forma
estadística en el año 1971, con ayuda de los entonces profesores del
Instituto Emperador Carlos de Barcelona D. Tomás Gumi y D. José
Luis Cortés.
Nuestra investigación estadística, se realizó sobre 115 alumnas de
Bachillerato diurno y 113 alumnas de Bachillerato nocturno.
Posteriormente, se realizó también con muchachos del mismo Instituto.
El "punto en circulito" lo observamos en el 22,6 % de las muchachas
en edades comprendidas entre los 14 y los 17 años que estudiaban
bachillerato diurno.
Entre las alumnas de Bachillerato nocturno, de edades mayores
comprendidas entre los 16 y 24 años, sólo encontramos el "punto en
circulito" en el 8,8 %.
En aquellas fechas, considerábamos muy significativo que el
porcentaje de "puntos en circulito" disminuyera tanto en las alumnas
de Bachillerato nocturno, pero había dos razones importantes:
1. La diferencia de edades. El punto en forma de circulito se da,
preferentemente, en edades inferiores a los 30 años.
2. Las muchachas de Bachillerato diurno pertenecían a familias de
cierta holgura económica y disponían de más tiempo libre para su
259
esparcimiento. En cambio, las muchachas de Bachillerato nocturno
estudiaban y trabajaban al mismo tiempo, teniendo menos tiempo
disponible para el ocio.
Este estudio nos sirvió de tema para el Congreso Internacional de
Grafología que se celebró en Buenos Aires en 1972. Pero las
conclusiones a que habíamos llegado entonces, no satisfacían por
entero nuestra curiosidad acerca del "punto en circulito" y, por eso,
decidimos continuar la investigación.
De los 6.723 exámenes completos realizados desde 1973 a
candidatos de ambos sexos y en edades comprendidas entre los 16
y 45 años, el porcentaje de "puntos en circulito" hallado es del
orden del 17,2%, siendo del 23,1% en los adolescentes o en
personas que no han cumplido aún los 20 años. De estos
adolescentes o jóvenes, el 57%, aproximadamente, son varones y
el 42% féminas.
Lo alarmante del caso es que, de un promedio general del 14% de
“puntos en circulito" de los años 1971, 72 y 73, hemos pasado al 19,3 %
en la actualidad (1998).
¿POR QUÉ ESTE AUMENTO DEL PUNTO EN CIRCULITO
EN LA JUVENTUD ACTUAL?
Veamos nuestras investigaciones:
Para hallar el posible significado de éste GESTO-TIPO, lo primero
que hemos hecho es localizar, estadísticamente, los signos gráficos
comunes en los grafismos que presentan "puntos en forma de
circulito".
Hemos realizado nuestra investigación sobre los 220 grafismos más
representativos de los 1.156 con "puntos en circulito" que tenemos en
nuestros archivos.
260
Examinando estos grafismos, hemos comprobado en el 83,33% de los
mismos el predominio de los movimientos en curva. La escritura tipo
REDONDA destacaba en el 45% de los casos, y la escritura
REDONDEADA, en el 38,33%. En cambio, la escritura claramente
ANGULOSA sólo aparecía en un 11,7 % de los grafismos estudiados.
Este predominio de la curva parece reflejar la predisposición de estos
sujetos a "ser penetrados" o "dominados" por impresiones físicas,
morales o espirituales. (Así, como el ÁNGULO es, según KURKA,
una forma típicamente masculina, viril, enérgica, machista y
combativa; la curva es de naturaleza femenina). Por tanto, en los
grafismos estudiados, podemos deducir una predominancia del
"ánima", del "alma femenina" de Jung.
Por otro lado, los circulitos, generalmente cerrados o abiertos por
atrás, reflejan bien sea las reminiscencias de los recuerdos maternales
infantiles o, lo que es lo mismo, una regresión del pensamiento hacia
contenidos emocionales de la infancia, y, por lo tanto, una cierta
predisposición hacia la "no actividad", en el sentido de Heymans Le
Senne. Pero sigamos con la estadística:
Otro signo muy frecuente en los grafismos con "punto en circulito" es
la escritura-tipo CRECIENTE, que la hemos observado en un 80% de
los casos. Este signo lo interpretamos como tendencia al refugio en el
"pensamiento mágico", es decir, como tendencia a dejarse llevar por
factores subjetivos y emocionales. La mente, en este caso, se alimenta
más de imágenes que de conceptos y choca, frecuentemente, con los
criterios racionalistas y prácticos o con las opiniones convencionales
de los demás.
En el 78,4% de los casos, los grafismos analizados presentaban
desigualdades de altura, de extensión y cohesión, signos que
interpretamos como propios de la emotividad, de la inseguridad
autoestimativa, de la facilidad para la frustración. El contraste que existe
entre lo que el sujeto quiere, sueña o desea, y el modo como se producen
exteriormente los hechos reales, traumatiza, generalmente, su ánimo.
261
Otro signo muy importante que vimos muy repetido en los grafismos
con "puntos en circulito" fueron: las JAMBAS DÉBILES 0
BLOQUEADAS, que las observamos en un 75,3%.
Como sabemos, la JAMBA, en su trazo descendente, es como el
termómetro indicador de la fuerza de los instintos, de los deseos y de
las necesidades vitales, es decir, refleja la potencialidad de la libido,
la fuerza vital.
Por tanto, en las JAMBAS DÉBILES o BLOQUEADAS, estos
sujetos con el "punto en circulito", nos están denunciando debilidades
o bloqueos de la fuerza vital, del Eros, de los impulsos y deseos que
el sujeto pone en juego para imponerse y dominar lo realidad. Como
consecuencia de esta debilidad o bloqueo, el sujeto se pasiviza y
busca compensaciones a través del pensamiento mágico o de una
actitud sumamente "empática", es decir, el sujeto elabora una
conducta amable y seductora que sustituye a la imposición y al
enfrentamiento. Esta forma de reacción vendrá confirmada después
por la escritura-tipo ANILLADA.
En el 73,3% de los casos, los movimientos gráficos eran
CERRADOS, sobre todo en los óvalos (zona media), y en el 56,5%
los óvalos eran "anillados". Esta observación parece expresar la
dificultad de estos muchachos y muchachas para expansionar sus
vivencias afectivas, sobre todo, en el entorno familiar. De ahí estos
signos de ocultación de problemas y conflictos surgidos de los
contactos con los demás, incluidos, naturalmente, los conflictos
generacionales.
Añadiremos también a esta ocultación, el significado de egocentrismo y
narcisismo propio de la escritura ANILLADA y de la escritura de
"Coligamento en bucle", que también la hallamos en un porcentaje del 43,3%.
En un 53,4%, los grafismos estudiados sobrepasaban los 3 mm. de
altura en la zona media y, en un 35%, las hampas presentaban
inflamientos. El culto a sí mismo a través del pensamiento mágico y
262
la necesidad de estos jóvenes de ser valorados parece confirmarse por
estos signos y por la totalidad del ambiente gráfico.
Hallamos otras "escrituras-tipo" y "gestos-tipo" de menor interés
estadístico tales como:
Escritura en guirnalda
53,0 %
Escritura buclada
43,3 %
Ñ Escritura invertida
40,0 %
Ñ Escritura en arcos
33,4 %
Ñ Inclinada
35,0 %
Ñ Retocada
33,4 %
Ñ Vertical
28,8 %
Ñ Poco nutrida
26,4 %
Ñ Ascendente
20,0 %
y, en fin, otros signos que no citamos por su poco valor estadístico.
Ñ
Ñ
CONCLUSIONES
Se ha dicho humorísticamente que las estadísticas son como las
minifaldas: enseñan mucho, pero ocultan lo principal. Posiblemente
esto sea verdad, y así lo parece en el caso de los PUNTOS EN
CIRCULITO.
No obstante, si queremos movernos en un terreno científico, la
estadística es el único lenguaje positivo y convincente.
De todos modos, antes de estas estadísticas, se había interpretado
intuitivamente el "punto en circulito", llegándose a interpretaciones
muy acertadas. Veamos algunas de éstas, tomadas de Crépieux,
Klages, Pulver, R.Crepy y Roda Wieser:
- Narcisismo, egocentrismo, preciosismo.
- Fantasía, pensamiento mágico.
- Preocupaciones eróticas o estéticas.
- Tendencias homosexuales.
- Tendencia a dar vueltas obsesivas en la imaginación a preocupaciones
o problemas internos.
- Deseo de liberarse de conflictos interiores.
263
- Retardo o dificultades de adaptación.
- Sentimiento secreto de opresión, de reclusión, que atrapa al sujeto en
el desaliento.
- Expresión de viejos conflictos infantiles.
- Deseo ávido de originalidad, muchas veces, engendrado por
sentimientos de protesta o por movimientos de oposición.
- Alternativas entre una reactividad afectivo-explosiva (con jambas
en triángulo) y un comportamiento dulce, silencioso y tranquilo,
propio de la racionalización intelectual.
- Instinto corrompido y vicioso que dificulta la canalización de los
impulsos hacia la vida intelectual.
Hay otras muchas interpretaciones, pero hemos mencionado las más
importantes.
En nuestra comunicación de 1971 en el Congreso Internacional de
Buenos Aires, decíamos que:"El punto en circulito, según nuestra
hipótesis de entonces, parecía evidenciar el paso a la conciencia de
contenidos psíquicos o impulsos inconscientes con carga emocional
que colocan al sujeto en situación conflictiva consigo mismo o con el
ambiente que le rodea".
"Estos conflictos podían estar provocados por: caprichos, angustias,
afectos contrariados, representaciones obsesivas, debilidades, vicios u
otros estados de animo".
Por otro lado, al ir desapareciendo en las nuevas generaciones los
principios básicos "represivos", impuestos por la religión y la
educación paternal y cívica (tiranía educadora de los padres, de los
maestros, de los sacerdotes y de las reglas y convencionalismos
sociales), la antigua "censura" freudiana se comenzó a debilitar,
pasando a ser conscientes o a formar parte del pensamiento de la
juventud actual muchas tendencias inconscientes largo tiempo
reprimidas, bloqueadas o rechazadas en el “Ello”, en el inconsciente.
Por eso observamos que, a medida que baja la tensión del “Super-Yo”,
visto como "persona", aumenta la inseguridad, la insatisfacción, la
angustia y el afeminamiento en la conducta del hombre y crece la
virilidad en la mujer.
264
También es cierto que, a medida que se incrementa la tecnología y los
bienes de consumo, el hombre es cada vez más esclavo, menos libre.
Pasa con la libertad lo mismo que con el "tiempo": que cuanto más se
inventa para ganarlo, menos tiempo se tiene.
Es también muy coincidente, según nuestras propias observaciones,
que los "puntos en circulito", que eran escasísimos en las
generaciones anteriores a los años cuarenta, hayan tenido un
incremento tan importante y progresivo a medida que la educación es
menos "represiva" y que el nivel de vida, la holgura económica y la
necesidad de libertad del adolescente han ido aumentando.
En apariencia, el adolescente de hoy goza una vida más fácil, más
libre, más feliz. Sin embargo, los que estudiamos a los muchachos y
conocemos sus problemas estamos lejos de pensar así. El joven de
hoy - y me refiero más que nada al adolescente - se encuentra
anonadado por la falta de apoyo, por el abismo que le separa de los
hábitos y criterios de sus progenitores y por la dificultad que
encuentra para realizarse a sí mismo y alcanzar el nivel social,
profesional y económico adecuado para sostener el "status" en el que
viven sus padres y sus amigos.
Parece justo que el joven de hoy, el muchacho de 16 ó 17 años, quiera
vivir en un "status" económico parecido al de sus padres. Si su padre
tiene coche, ¿por qué no él?; si sus amigos van a la discoteca, ¿por qué
no puede ir él?; si sus compañeros de estudios hacen un viaje a París
o Londres, ¿por qué no puede ir él también?; si los compañeros de
Instituto o de Universidad van a la moda, ¿por qué no seguir la
moda?; si sus compañeros de clase llegan a casa a las seis de la
mañana, ¿por qué no ha de llegar a la misma hora?.
Naturalmente, lograr esto, le crea conflictos generacionales, pero a
base de discusiones y de protestas, el muchacho de hoy logra buena
parte de libertad. Lo que ocurre es que, cuanta más libertad logra,
más crece su necesidad de apoyo, de valoración y de estima. Por eso,
en la medida que estos jóvenes van descubriendo las realidades
265
vitales, las insatisfacciones, la inseguridad y la conciencia de su
inferioridad, se van produciendo también los dramas íntimos, la
desorientación, los estados de angustia y ansiedad, es decir, la
angustia vital. Muchos de los significados que recogemos en nuestro
estudio sobre los "puntos en circulito" son una consecuencia de todo
esto.
Digamos como fin, que el "punto en circulito" es la expresión de la
“angustia vital" en la juventud y, dentro de este significado y de
acuerdo con el ambiente gráfico, pueden darse infinidad de
interpretaciones a este signo, desde de la obsesividad circunstancial,
pasando por la idealización de la “huida psicodélica”, hasta el
exhibicionismo narcisista.
EJEMPLOS
A título de ilustración he elegido tres ejemplos.
“Caso A”
El primero de estos tres casos corresponde a una fémina de 18 años,
soltera, de profesión administrativa. Trabaja desde los 14 años. Dice
sentirse bien y contenta en su ambiente de trabajo. Nos solicita el
empleo de “perforista”. Sus aficiones son la música (estudia piano) y
dar clases particulares.
Si pudiera cambiar de profesión elegiría la enseñanza, porque
siempre le han gustado los niños y le agrada enseñarles sus
conocimientos.
En la entrevista nos dice que es la menor de cuatro hermanos. El padre
está enfermo e inhabilitado para el trabajo. Ella tiene que ayudar con
su sueldo al mantenimiento de la casa.
266
Veamos lo que nos dice el grafismo:
La escritura INVERTIDA nos refiere una situación (sea familiar,
social, profesional o amorosa) que produce angustia y reflejos
condicionados negativos en la conducta. La vida afectiva e instintiva
267
están en posición defensiva, incluso podríamos decir que se producen
estados de regresión a épocas anteriores más felices (retorno a la
infancia) y, en determinados momentos, el retorno al claustro materno
(jambas en posición embrionario).
La escritura DESLIGADA nos confirma la tendencia a la
interiorización de muchos impulsos y deseos. Expresa también el
aislamiento moral, la dificultad para establecer contactos y sintonizar
sus sentimientos con los de los demás. Como consecuencia, se
produce un cierto retardo en la adaptación, tanto a las personas como
a las nuevas situaciones.
Las DESIGUALDADES DE ESPACIO Y MOVIMIENTO ponen de
relieve las alternativas entre la claridad del pensamiento reflexivo y el
bloqueo de la función "pensar" a causa de sus perturbaciones
emotivas. También vemos en este signo las luchas entre impulsos
egocéntricos y alocéntricos, entre la presión de los hechos o
situaciones y su necesidad de individualidad e independencia. Sin
duda, la muchacha desearía desligarse o estar libre de su cargo
anormal de preocupaciones.
La escritura REGRESIVA nos indica su egocentrismo, su tendencia a
preocuparse más de lo normal de sus propios problemas y, a la vez, el
deseo de que los demás también se ocupen de ellos. La facilidad para
resentirse en presencia de obstáculos, negativas u oposiciones de los
demás es evidente. Y, tal vez, esa avidez de dinero y de bienes
materiales que se observa en el grafismo, esté más inspirado en un
deseo de liberación de sus problemas y de independencia, que en un
deseo de ayuda más eficaz a sus familiares.
EL COLIGAMENTO EN ARCO Y LA ESCRITURA CERRADA son
signos de desconfianza y reserva en la forma de iniciar sus contactos
con los demás, de ahí la necesidad de elaborar la conducta para evitar
al "pobre Yo" nuevas situaciones de dependencia, esclavitud,
compromisos u obligaciones que lesionen su egocentrismo, su
narcisismo y egoísmo (aptitud para la simulación y el fingimiento).
No dice todo lo que siente y piensa.
268
La escritura CRECIENTE nos traduce su necesidad compensadora de
refugio en el "pensamiento mágico". De este modo, se evade de una
realidad que le resulta poco propicia a sus deseos, tendencias y
necesidades.
Las JAMBAS BLOQUEADAS Y EN POSICIÓN EMBRIONARIA
expresan el bloqueo afectivo-instintivo y la tendencia inconsciente a
retornar al claustro materno. También reflejan "mojigatería”,
“gazmoñería" y no saber cómo responder a sus impulsos sexuales.
Finalmente, LOS PUNTOS EN CIRCULITO, son aquí, en este
ambiente gráfico, expresión de defensividad, angustia vital y
tendencia a darle vueltas en la imaginación a problemas agobiantes,
sin esperanza visible de solución.
Escrituras-tipo: Invertida, desligada, inhibida, nutrida, regresiva,
redonda; cerrada, creciente, coligada en arcos, descendente y con
desigualdades de espacio y movimiento.
Gestos-tipo: Puntos en circulito, jambas regresivas en forma
embrionaria y amputadas, barras de “t” bajas.
Caso “B”
El caso “B” corresponde a un varón de 29 años, casado,
administrativo. Nos solicita el puesto de Gestor de Banca. Cree estar
capacitado para realizar la función. Su aspiración profesional es la de
alcanzar el puesto de Director Comercial o de Marketing en alguna
gran empresa. Sus aficiones preferidas son la música y el esquí.
Empieza su curriculum indicándonos no haber conocido a su padre y
lo termina lamentando la pérdida de algunos amigos, pues él da un
valor primordial a la amistad.
Tal vez recordar aquí el principio psicológico de Jung, según el cual,
"todo niño huérfano tiene un inconsciente sádico", nos aclare un poco
las razones de la pérdida de sus amigos, tanto más si prestamos
atención a esa forma de "cuchillos simbólicos" que adoptan algunas
de las jambas y que, incluso, aparecen a veces manchados de tinta,
269
como si fueran cuchillos sangrantes (líneas 6, 9 y 10). Pero dejemos
estos simbolismos peligrosos e interpretemos algunas de las
dominantes gráficas.
La escritura PEOUEÑA nos refleja la reducción de la capacidad
expansiva por angustia y opresión de tendencias, así como la fijación
del interés en sí mismo.
270
La escritura VERTICAL expresa aquí, junto con las letras
comprimidas entre ellas y los espacios anormales entre palabras, la
tendencia a dominar los impulsos y subordinarlos a una actitud
interior, lo que da al sujeto un aspecto externo de frialdad.
Escrituras-tipo: pequeña, vertical, comprimida (apretada), cerrada,
creciente, monótona, ascendente, nutrida, cohesión desigual,
coligamento desigual (guirnaldas, arcos, ángulos), redonda, pausada.
Gestos-tipo: puntos en circulito, letra "d" fragmentada, jambas
bloqueadas, barras de las "t" de altura desigual, firma sobrealzada y
distanciada del texto.
Zona predominante: zona inferior.
El predominio dimensional de la ZONA INFERIOR nos indica la raíz
instintiva de sus impulsos. El materialismo y sadismo inconscientes
presionan las actitudes del “Yo”. En el fondo de esta persona, en su
manera de pensar, sentir y querer, tiene que haber instintos, tendencias
e impulsos violentamente reprimidos, en razón de los ángulos de base
y los bloqueos de los trazos finales de las jambas que, como hemos
dicho, adoptan a veces la forma de cuchillos, es decir, son triangulares.
Las escrituras CERRADA y CRECIENTE nos indican que el
"pensamiento mágico" recoge y transforma, en otro tipo de
expansiones, las cargas tensionales procedentes de la vida instintiva.
Dicho de otro modo, muchos de sus impulsos sádicos inconscientes se
descargan en ideales y aspiraciones elevadas. Estas aspiraciones son
silenciosamente guardadas, aunque algunas no toman, ciertamente, el
camino de la sublimación para expansionarse.
Los cambios en el COLIGAMENTO (coligamento en guirnalda,
arcos y ángulos) nos muestra la aguda sensibilidad a las
frustraciones, acentuada por el egocentrismo paranoide indicado por
los PUNTOS EN CIRCULITO y por la FIRMA SOBREALZADA y
distanciada del texto.
271
Caso “C”
272
El caso "C" se trata de una fémina de 32 años, casada y con dos hijos.
Fue azafata durante doce años. Está casada con un hombre 6 años más
joven que ella, de carácter muy extravertido. En los primeros años de
matrimonio, parece que no había mucha avenencia de caracteres.
Últimamente las cosas han cambiado; se compenetra más con su
esposo, pero el aspecto económico no debe marchar bien y ella quiere
trabajar.
La escritura GRANDE y con predominio de la ZONA MEDIA nos
refleja la importancia que esta persona da al papel social. El
sentimiento de sí misma, la sed de socializarse y de admiración están
siempre presentes en su vida cotidiana. La escritura-tipo GRANDE
refleja también una buena vitalidad.
Escrituras-tipo: grande, regresiva, anillada, ligada, creciente
coligamento en guirnalda buclada, pero con algunas bases angulosas,
extensa, nutrida, rápida, aunque "retardada" por las regresiones,
redonda, inflada; predominio zona media, desigual de inclinación.
Gestos-tipo: puntos en circulito, hampas con torsiones de sufrimiento
físico, barras de las "t" triangulares anudadas en la base, hampas y
jambas infladas, jambas bloqueadas, hampas de cima angulosa,
nudos.
NOTA: El punto en circulito adopta la forma de "c” ó de "e", abierta
o cerrada abajo.
La escritura REGRESIVA, ANILLADA, con NUDOS y muy
BUCLADA, expresa en esta persona la habilidad de trato, la
“mundología”, el arte para obtener las cosas con el mínimo de
esfuerzo y riesgo para ella. Sin duda, sabe embellecer e insinuar las
cosas y presentarlas con unos encantos y apariencias seductoras,
irreales, es decir, sobrevalorándolas y ocultando el lado negativo. El
afán de "interesar", de dar satisfacción a su vanidad y a su egoísmo y
el afán de hacerse admirar (coquetería) quedan bien patentes en esos
ornamentos y complicaciones del grafismo.
273
La escritura LIGADA y CRECIENTE pone de relieve su facilidad de
contacto, su fácil verbalización, su tendencia a exagerar y dramatizar
las cosas en virtud de su deseo de provocar emoción, de causar
sorpresa y lograr admiración, es decir, de cautivar.
El PREDOMINIO DE LA ZONA MEDIA con DESIGUALDADES
DE ALTURA Y EXTENSION confirma la necesidad de socializar su
vida, de ostentar, de llenar un puesto donde ella se sienta importante,
imprescindible y amada por todos (ambición de estar presente en lo
social y en lo representativo). Las desigualdades de dimensión en esta
zona señalan su sensibilidad a las desatenciones, al olvido de los demás.
Los PUNTOS EN CIRCULITO tienen aquí una variante a considerar:
están hechos en forma de "e" ó de "c" y se abren o se cierran por abajo
y a la derecha. Este signo nos expresa el narcisismo y egocentrismo
socializados. Las necesidades del tipo "Estrella" de Kunkel, que en
cierto modo estarían emparentados con las del tipo "S" de JAENSCH
y con las del " Hy" de Szondi, nos traducen, por un lado, el
exhibicionismo y, por otro, la angustia ante el temor a ser olvidada o
marginada.
RESUMIENDO:
Hemos visto tres tipos de puntos en circulito.
En el caso "A", el ambiente gráfico que sirve de entorno al punto en
circulito, nos muestra la frustración y angustia vital motivada por la
lucha interna que sostiene la sujeto entre las obligaciones morales
(atender a su familia) y el deseo inconfesado de emancipación, de
liberación.
En el caso "B", el sujeto da vueltas en su imaginación a una angustia
vital relacionada con tendencias sádico-paranoides.
En el caso "C", se refleja la preocupación narcisista y el deseo
exhibicionista de “estar en vedette", de ser el centro donde confluyan
todas las miradas. La angustia de ser olvidada o marginada es su
principal preocupación.
274
ALGUNAS NOTAS SOBRE ÓVALOS PINCHADOS
Desde hace unos años venimos observando en los grafismos de
personas de ambos sexos, especialmente en edades comprendidas
entre los 15 y 25 años, la tendencia a los óvalos "pinchados". La
frecuencia del signo nos obligó a prestar atención al significado de
este "gesto-tipo", del mismo modo que lo hemos hecho con los
"puntos en circulito" y los "lapsus de cohesión", tres gestos-tipo
emparentados en sentido psicológico.
Para buscar una interpretación adecuada de los óvalos pinchados, nos
hemos servido, a lo largo de estos años, de nuestros tests proyectivos
(el test de Machover y el test del dibujo del árbol y la casa), así como
de ciertas preguntas en las entrevistas a fin de aclarar el sentido
psicológico de este signo.
Hemos llegado a la conclusión que, del mismo modo que los "óvalos
inflados" marcan la tendencia a una inflación de los contenidos
anímicos relacionados con el Yo (expresión de "orgullo", según
Crépieux-Jamin, y de "generosidad de corazón", según Pulver), los
"óvalos pinchados" señalan, igualmente, pequeños desequilibrios
relacionados con frustraciones afectivas o con una mortificación o
rechazo de sentimientos o contenidos afectivos en desacuerdo con el
Ideal del Yo o con la propia conciencia.
El "óvalo pinchado" se expresa, simbólicamente, como una
autoagresión, en razón de su final sinistrógiro y acerado que, como
cola de escorpión, clava el aguijón en si mismo, mortificándose.
Esta autoagresión o autocastigo no siempre nace del descontento o
rechazo de sentimientos o impulsos afectivos en desacuerdo con el Ideal
del Yo o con la propia conciencia. Puede ser también la expresión de una
situación de pasividad, sumisión o dependencia no deseada, como
hemos comprobado en varios casos de jóvenes sin empleo, dependiendo
275
de los padres o de adolescentes que sufrían las exigencias disciplinarias
de padres autoritarios y frente a los cuales, como defensa, se generaban
sentimientos muy agresivos desaprobados por la conciencia.
Por tanto, podemos separar este tipo de autoagresión en dos formas:
la agresión que nace de sentimientos o impulsos afectivos generados
en el propio individuo, como puede ocurrir con los impulsos edípicos
rechazados; y el desarrollo de sentimientos agresivos provocados por
circunstancias externas a las cuales el sujeto se acomoda y las vive
como una especie de masoquismo moral en donde el sufrimiento se
acepta como un mecanismo de defensa.
De todos modos, la interpretación de los óvalos pinchados dependerá
siempre del ambiente gráfico en que se encuentre. Con una escritura
"redonda" o en segmentos de círculo, caso "A", expresará la
resignación pasiva, sin lucha, sin protesta del sujeto que se acomoda
a su situación de dependencia-sumisión. Si al grafismo "redondo"
(predominio de la forma sobre el movimiento) le añadimos un cierto
predominio de óvalos "aplastados o en elipse acostada", barras de "t"
altas y robustas y buena presión, en general la dependencia-sumisión
puede ser más simulada que sincera.
Si el grafismo es atormentado, como es el caso de las figs. "B" y "G",
los óvalos pinchados pueden indicar el desorden interior generado por
la angustia de perderlo todo. Los sacrificios y sufrimientos que el
sujeto se inflige no son otra cosa que un masoquismo inconsciente,
como si con el sufrimiento el sujeto intentara salvar un mínimo de si
mismo (complejo de castración). El sufrimiento es utilizado por el
super-Yo, en el caso del grafismo atormentado, como medio de
autocastigo destinado a neutralizar los complejos de culpa para poder,
de este modo, dar salida a ciertas necesidades libidinales prohibidas.
Es frecuente, en muchos casos, la existencia simultánea de los óvalos
aplastados, de los óvalos inflados y de los óvalos con base angulosa,
entremezclándose con los óvalos pinchados. He aquí algunas
estadísticas en grafismos donde sobre una muestra de cien óvalos
contabilizamos estos porcentajes:
276
Grafismo "A": óvalos pinchados
óvalos inflados
óvalos aplastados
38 %
81 %
42 %
Grafismo "B": óvalos pinchados
óvalos con base angulosa
43 %
33 %
Grafismo "C": óvalos pinchados
óvalos rellenos
óvalos inflados
óvalos con base angular
41 %
54 %
40 %
16 %
Grafismo "D": óvalos pinchados
óvalos con base angulosa
32 %
19 %
Grafismo "E": óvalos pinchados
óvalos inflados
óvalos con base angulosa
óvalos aplastados
19 %
42 %
22 %
10 %
Como hemos visto, los ambientes en los que se producen los óvalos
pinchados son diferentes en todos los casos. Por ejemplo, no tienen el
mismo significado los óvalos pinchados de la fig. "B" (escritura
atormentada, muy espaciada y pequeña, inhibida, contorsionada, etc.)
del que tienen en la fig. "E" (escritura grande, rápida, impulsada,
lanzada, desigual de forma, de espacio y movimiento, etc.). En el caso
"B" el sujeto oscila entre la angustia y la irritabilidad. En el caso "E"
el sujeto oscila entre la agresión al exterior y la agresión esporádica a
si mismo. Predomina el sadismo sobre el masoquismo.
Nos habría gustado hacer un estudio más exhaustivo sobre el tema de
los óvalos pinchados haciendo referencia a los datos biográficos de
estas y otras personas y a sus resultados en los tests psicotécnicos y
proyectivos que les fueron aplicados, especialmente los tests de la
pareja humana y del árbol y la casa, pero, por razones de discreción,
omitimos estos datos y comprobaciones.
277
Podemos señalar que, en el caso de óvalos pinchados en abundancia
numérica, en un gran porcentaje, el tronco de los árboles presentaba
"cicatrices", "ramas cortadas", sombreados y a menudo copas
puntiagudas. En cuanto al dibujo de la pareja humana, vimos con
frecuencia las piernas amputadas (caso "E"), las distorsiones de todo
tipo y las figuras ridículamente esquematizadas o muy infantiles.
Uno de los casos más extraños de óvalos pinchados es el de la fig.
"C", en que el óvalo es pinchado desde la base y de manera muy
complicada. Muchas letras toman la apariencia de un "culo
penetrado" (ver la palabra "casa"). Me direis que es ver las cosas con
excesiva imaginación, pero el martirio del "empalado" no es ningún
cuento chino. La agresividad del autor no sólo se hizo patente en
frecuentes signos de finales en forma de "cola de escorpión", sino que
en los dibujos quedó igualmente plasmada, aunque disfrazada de
diplomacia en los comentarios que realizó sobre las figuras.
Termino resumiendo el tema de los óvalos pinchados: en la mayor
parte de casos, el óvalo pinchado es un signo de masoquismo psíquico
o moral. Cuando se complica en un ambiente donde los óvalos
aparecen "rellenos", en doble anillo o con óvalos aplastados, puede
tratarse de personas humildes, de apariencia insignificante, con un
amor propio insatisfecho, con un desarrollo físico, psíquico o cultural
deficiente que genera impotencia frente a la vida o de ciertos
complejos derivados de la falta de atractivo o de satisfacciones
amorosas, etc. También puede tratarse de sujetos que intentan
compensar con el sufrimiento ciertos complejos de culpabilidad,
como puede ser el complejo de Edipo y otros.
En ciertos casos, los óvalos pinchados pueden ser el signo de sufrimiento
resignado de aquellos que por comodidad o estrechez de horizontes,
tienen que someterse a una dependencia-sumisión que no desean.
El óvalo pinchado, como cualquier otro "gesto-tipo", debe ser
relacionado con el ambiente gráfico en el cual se encuentra para darle
la significación o interpretación adecuada. Está universalmente
admitido que "el todo es más importante que una parte". Del mismo
278
modo que para estudiar a cualquier individuo es necesario tener en
cuenta el ambiente socio-cultural en el que se mueve (influencia de
los padres, de los hermanos, de los maestros, de los amigos, del medio
económico, de los hobbies, etc.), el gesto-tipo, para ser interpretado
adecuadamente, requiere que se le relacione con el ambiente gráfico
en el cual se manifiesta. Y si se dispone de otros tests de exploración,
tanto mejor.
279
280
ANOTACIONES SOBRE RITMO NATURAL E INVERSION
EN EL GRAFISMO
La noción de ritmo klagesiano supone, fundamentalmente, la
espontaneidad, el flujo sin trabas o tropiezos del movimiento gráfico.
Todo transtorno emocional supone un bloqueo, una interrupción o
inhibición de los movimientos del cuerpo, pues toda perturbación
emocional genera una dificultad para salir de si mismo e ir hacia los
otros, hacia el mundo exterior.
En el grafismo podemos reconocer con relativa facilidad los
conflictos emocionales por los cortes, interrupciones (lapsus de
cohesión), letras suspendidas, retoques, sacudidas, olvido de letras,
desigualdades de dirección, de la inclinación, de dimensión, del
coligamento, etc., que se producen en la onda gráfica. Toda señal de
inhibición señala conflicto latente en el sujeto.
Cuando un individuo se siente normalmente adaptado a su medio
ambiente y sin importantes conflictos internos, la onda gráfica lo
traduce por la espontaneidad del movimiento. Esto no quiere decir que
la expansión de los impulsos, deseos, sentimientos, etc., se realice fuera
de control o cauce, es decir, desordenadamente, pues la adaptación
(señal de que no hay choques bruscos, ni falta de consideración a la
libertad y a la personalidad de los demás, ni tampoco lesión a las
normas de convivencia) supone una conducta libre dentro de un orden.
Por esta razón, hablamos de sentido positivo y de buen ajuste a la
realidad, cuando dentro del conjunto gráfico observamos una buena
presión, rapidez, dirección, continuidad, etc., es decir, cuando todos
los aspectos del grafismo están en armonía y en buena coordinación.
Tanto la "rigidez" de los movimientos gráficos como la desproporción, la
impulsividad y las desigualdades en los aspectos, son testimonio de una
defectuosa adaptación. La rigidez, por ejemplo, es propia de aquellos
281
sujetos que contienen sus sentimientos y que son incapaces de una
vibración armónica y equilibrada en su modo de expansión. Las
desproporciones señalan un desajuste entre los impulsos y vivencias del
sujeto y la realidad exterior (exageraciones y falsedad en los juicios). La
impulsividad es un descontrol emotivo que incita a los cambios
repentinos, a la excitabilidad, a la movilidad imaginativa y corporal
excesiva (desasosiego molesto) y a una susceptibilidad acentuada a los
estímulos externos que lleva a ejecutar actos o a emitir juicios sin demora
ni reflexión. Las desigualdades, cuando son muy acentuadas, traducen las
luchas internas y los desbarajustes emocionales propios de sujetos que no
llegan a encontrar en si mismos y el mundo que les rodea un sistema o
cauce para conducirse en la vida de manera adecuada a las propias
necesidades y a las de la colectividad en la cual se encuentra.
Uno de los múltiples signos de adaptación defectuosa es la escritura
INVERTIDA que, como dice Mayer, "es un reflejo condicionado
negativo" frente a determinadas situaciones desfavorables. La escritura
invertida, como el hecho de hacer determinadas letras al revés ("à
rebours"), expresa, como dice el Dr. Gille, "el inconformismo y la
rebeldía del que no quiere, en despecho de haberse sentido marginado por
alguna causa, hacer nada como los demás". En el fondo, esta clase de
sujetos desean pertenecer a algo o a alguien, pero no pueden o no quieren
admitirlo. Es la actitud, en el adulto, del niño que siente celos del
hermanito e intenta hacerse valer negándose a hacer todo cuanto se le
pide o se le dice. Su actitud de oposición o de protesta se produce como
un intento de compensación al robo de unas caricias, mimos y atenciones
que antes había gozado en exclusiva y que le duele compartir con otro,
sintiéndose frustrado en su derecho de amar y ser amado.
El miedo al rechazo o al ostracismo, tan frecuente en sujetos con escritura
invertida y al revés, suele tener su origen en las actitudes de los padres,
especialmente de la madre, cuando no vacilan en retirar el afecto o actuar
de manera represiva ante el comportamiento rebelde o negativo del niño,
sea en la etapa anal o como consecuencia de los celos que provoca la
llegada de un hermanito. Esta forma de proceder de los padres no sólo
agrava el sufrimiento del niño, sino que hace que se sienta como un
282
intruso en la esfera familiar. Los rechazos sufridos en la infancia generan
en el adulto muchos sentimientos de rebeldía y una resistencia activa y
persistente a la aceptación de "imperativos", bien sea frente a las normas
y reglamentos o frente a personas de significado carácter autoritario. El
masoquismo (rechazo de si mismo, autoacusaciones, aceptación de
fracasos, resignación ante las injusticias o humillaciones, etc.) es la
consecuencia de una infancia represiva, de una madre que trató con
dureza al sujeto, negándole afecto y comprensión.
283
284
OBSERVACIONES SOBRE LAS ASIMETRÍAS EN EL
GRAFISMO
La teoría de las zonas o "estratos de la personalidad" fue descrita por
Klages y Hoffman en forma clara y minuciosa hace más de medio
siglo. El mismo Klages, y después Pulver, la aplicaron a la
Grafología, este último fusionando el simbolismo de las zonas con el
Psicoanálisis.
Según la teoría de Klages y de Hoffman, la psique humana está
estratificada por una doble corriente energética que opera en sentido
inverso la una de la otra.
Las funciones correspondientes al estrato inferior aportan el
dinamismo y brío de las tendencias profundas, de los impulsos,
instintos, emociones y necesidades. El estrato superior, representativo
de las funciones de la inteligencia, de la voluntad y de los principios
y normas que rigen la conducta, actúan sobre el estrato inferior
frenando, regulando, encauzando, reprimiendo o sublimando las
fuerzas pulsionales.
Entre ambos estratos o capas hay una zona central, que obra como
amortiguador unas veces, y otras como refuerzo o modificación,
según las circunstancias de una u otra corriente y según la forma como
actúan las influencias procedentes del exterior. Esta zona media es el
"presente" en la vida cotidiana.
La actividad inferior (instintos, impulsos, emociones, necesidades,
etc.) es por si misma amoral, desconoce los principios éticos o reglas
que rigen la conducta social. Lo que le confiere un valor ético de
rectitud, bondad, fiabilidad, etc., en el sentido social o "moral", es la
forma como la actividad superior controla y dirige las fuerzas
animales del ser.
285
Si tenemos en cuenta que ha de haber un cierto equilibrio sinergético o
compensación armónica entre el área izquierda y derecha de la página
escrita de las líneas, de las palabras y de las letras para que el sujeto se
manifieste normalmente en sus funciones psíquicas, en sus tendencias,
instintos, necesidades, etc., todo cuanto sea un signo de desproporción
o de discordancia entre un hemisferio y otro, nos traducirá la
propensión en el autor del grafismo a que se escapen a su control
determinadas tensiones e impulsos instintivos, afectivos o mentales.
Para localizar el área psicológica donde pueden producirse estas
pérdidas de control, que pueden llegar a graves problemas de
desadaptación o disociación de la personalidad, debemos recordar el
sentido simbólico de cada una de las dos mitades gráficas:
LA MITAD IZQUIERDA
Traduce lo que inconscientemente es pasivo y femenino en el ser. El
deseo de adquisición, de ganancia, de beneficio. Las intenciones o
apetencias de lucro, de erotismo, el egoísmo, egocentrismo,
narcisismo y los ideales del Yo.
Es la esfera del pasado infantil y de la imago de la madre. Esfera de
las necesidades de afecto, de ternura, de cariñosidad y de entrega.
Introyección.
El sentido apreciativo de la belleza; los deseos de armonía y de paz.
El eclecticismo, el sentido de las proporciones, de la perspectiva, de
las formas y de los matices claro-obscuros (contrastes de luz-sombra).
Los dramas de la afectividad.
CONSERVACIÓN. REFLEXIÓN.
LA MITAD DERECHA
Señala inconscientemente el lado activo y masculino del ser el
instinto activo de posesión, de propiedad, de acaparamiento, de lucha
por alcanzar unos objetivos.
286
La realización de las apetencias físicas, afectivas o mentales. El afán
de conquista y de dominio sobre otros (incluido el dominio sexual
sobre el partenaire). La autoridad. El alocentrismo, los sentimientos
comunitarios o de grupo, etc. La imago del Padre.
Corresponde esta esfera a la proyección del sujeto en el futuro, al
devenir. La tendencia a realizar, a innovar, a luchar por construir (o
destruir) algo nuevo.
Apreciación dinámica del color y del movimiento.
ACCIÓN. EXPRESIÓN.
En el terreno del intelecto, y tal como queda expresado, la parte
izquierda o hemisferio izquierdo de letras, palabras y líneas
corresponde a la aptitud para apreciar, para apercibir, para reflexionar
y prever, para cotejar, clasificar y concluir un juicio de valor.
La parte derecha corresponde a la puesta en marcha, a la realización,
al cambio, modificación o creación de nuevas cosas. Y en el terreno
artístico, en el lado izquierdo se observa la aptitud para compaginar
las formas con los matices de luz sombra. En el lado derecho está la
aptitud para aplicar el color y el movimiento.
Veamos ahora, en las páginas siguientes, algunos ejemplos prácticos de
"asimetrías en el grafismo", cuyas ilustraciones han sido tomadas de mi
obra Escritura y Personalidad (Ed. Herder, S.A. Provença, 388. Barcelona).
Klages representaba a los estratos inferiores (zona inferior) como "un
caballo a galope" y la actividad superior en forma de un jinete que
sujeta fuertemente las riendas.
El camino único para dar salida a las fuerzas energéticas y alcanzar los
objetivos internos o externos (dar satisfacción a las tendencias,
instintos, necesidades, deseos, ideales, etc.) es, como puede suponerse,
la zona media o cuerpo central del grafismo. La zona media es, pues,
el área de entrada de los estímulos procedentes del exterior y la puerta
287
de salida de nuestras respuestas y modos de contacto con el mundo
que nos rodea. Esto explica por qué damos tanta importancia en esta
área del grafismo a la cohesión de las letras, a los accidentes de la
presión y de la dimensión, a las formas de abreacción y, sobre todo, a
las modalidades del coligamento.
Desde Klages y Pulver se ha escrito mucho sobre el simbolismo de las
zonas. Si insisto sobre este tema, es por el rol que desempeñan las
zonas en el caso de las asimetrías. El estudio que hoy presento sobre
el tema asimetrías en el grafismo, dormía desde hace más de veinte
años en un rincón de mi despacho a la espera de una oportunidad para
salir a la luz, aunque más bien diría que olvidado.
La importancia de las asimetrías en el grafismo
Si observamos las letras, las palabras, las líneas y la misma
distribución del texto en la página trazando un eje vertical imaginario
que separe cada uno de estos elementos en dos mitades o áreas,
veremos que, en la mayor parte de los casos, una de las dos mitades,
en algunos aspectos, es diferente de la otra en mayor o menor grado.
La diferencia puede manifestarse en alguno de los tres aspectos
fundamentales del grafismo (forma, espacio y movimiento). A estas
diferencias entre el hemisferio derecho e izquierdo del grafismo le
llamamos asimetrías.
En general, es raro el grafismo que no presente alguna asimetría, bien
sea en el área izquierda o derecha de las letras, de las palabras, de las
líneas o de la página escrita. Sin embargo, en algunos casos, estas
asimetrías son extraordinariamente acusadas y sintomáticas.
Caso de la figura 8
Se observará en este grafismo un incremento del desorden y de la
asimetría de espacio en el área izquierda de la página. La opresión de
las apetencias en este plano de las necesidades hace que se ensanchen
compensatoriamente las necesidades alocéntricas (necesidades de
288
expansión, de comunicación) deterioradas por el alto grado de
exageración y confusión de ideas (escritura creciente y confusa). Esta
muchacha exagera sus dificultades complicando y desnaturalizando
los elementos reales de sus conflictos, especialmente los de rivalidad
y de competencia. De este modo intenta poner a los demás al servicio
de sus deseos egoístas y de su egocentrismo. Se trata de una
adolescente de dieciséis años que, compensando a sus compañeras
con chocolatines y otras golosinas y dramatizando su "horror por los
estudios", consigue con artilugios que los demás le resuelvan sus problemas.
Caso de la figura 71
Aumento de las tendencias agresivas en el lado derecho de la página
(ver cómo las líneas suben a partir de la mitad de la página con
evidente aumento de la presión de los trazos y de la dimensión. Las
letras se comprimen más en la zona izquierda). Los finales de palabra,
algunos en diagonal, otros en maza, son menos inhibidos que en el
área izquierda. El volumen de las jambas es también importante,
sobre todo en la palabra "giovinezza". Obsérvese, en compensación,
los tremendos arcos iniciales de la "M" de la firma y la fuerte presión
de los trazos. "Los arcos se han hecho para homenajear a los héroes".
La vanidad del "condottiero" y el "culto a la personalidad", tan
característico de los líderes políticos de todas las tendencias, parece
reflejarse en ese mimetismo gráfico de la "M", cuyo reclamo de
homenaje es evidente. Por otro lado, la convergencia de la mayor
289
fuerza de los trazos sobre el área izquierda de la letra -y seguimos
refiriéndonos a la "M"- parece reflejar también lo que siempre ha sido
un rasgo común en todos los grandes líderes políticos (De Gaulle,
Hitler, Franco, Perón, Adenauer, etc.): su vinculación históricopsicológica a etapas anteriores y su capacidad de teatralidad.
Caso de la figura 121
A observar aquí que las mayúsculas del área izquierda de la página
tienen mayor volumen que las del área derecha. La autora de este
grafismo debe su importancia personal al rango de su familia, a su
pasado familiar e histórico, muy manipulado por los medios
publicitarios. Es evidente que esta dama se siente muy satisfecha con
un apellido que adorna y ensalza su vanidad y que le sirve de vehículo
para abrirse paso en todos los círculos sociales. Si a ello añadimos la
habilidad seductora de su trato, su gran belleza, su arte para la "pose"
más adecuada a cada persona y circunstancia y la elegancia y hábitos
adquiridos a través de una amplia mundología, fácilmente podemos
imaginarnos que no hay persona que se resista al atractivo de su
personalidad.
290
Caso de la figura 119
Podemos observar que el área derecha está más equilibrada (forma,
espacio y movimiento) que el área izquierda. Ver, sobre todo, el
margen izquierdo y la dirección de las líneas. Se trata de un fragmento
de un ensayo filosófico de Ortega y Gasset. Los que han conocido a
Ortega saben con que cuidado y esmero cuidaba el famoso autor de
La rebelión de las masas y de La España invertebrada (y citar ahora
esta obra no es una ironía), el prestigio personal en el mundo
intelectual de su época. Si, como hemos indicado antes, la zona media
del grafismo es el camino único para dar entrada y salida a las
necesidades y a "los instintos del Yo" (autoconservación, autoafirmación
y autovaloración) esa zona en Ortega es predominante. Y supone
también una forma de concienciación del Yo, incluso un buen reflejo
de orgullo de la propia individuación, en el sentido junguiano del
término.
291
Caso de la figura 156
Las letras muestran la asimetría en el lado izquierdo, tanto en la zona
superior como en la inferior. Se ve aquí como una especie de
tendencia a los "reflejos condicionados negativos". El sujeto se
organiza defensivamente, tal vez como consecuencia de su
sentimiento de culpabilidad, no ya por su egoísmo e inclinación
al acaparamiento, sino también por querer gozar "en exclusiva"
ciertas ventajas, beneficios y placeres, tanto sensuales como sexuales.
292
El instinto de nutrición, como se sabe, está íntimamente relacionado
con valoraciones estéticas (el autor del grafismo es un pintor) y el
instinto sexual -y en este campo el sujeto presenta algunos problemasse relaciona con el principio adleriano de poder y de dominio. En las
asimetrías que pueden apreciarse en la zona inferior descubre el sujeto
la esfera de sus problemas, es decir, corresponden al campo de la
sexualidad.
Caso de la figura 161
Las asimetrías de espacio y movimiento se producen en el área
derecha de la página (ver estrechamiento de las líneas, reducción de
las dimensiones y de la presión, descenso de las líneas y aumento de
la ilegibilidad). Siempre es aventurado juzgar a los grandes genios
partiendo de módulos establecidos para juzgar a una población normal
o patológica. Sin pretender ahondar en estos signos ya estudiados por
grafólogos tan eminentes como Pulver, Magnat, J.-Ch. Gille, Hegar y
por el mismo Klages, es lógico deducir que la disminución del
impulso expansivo en el área de la derecha, el área de contacto del Yo
con el Tú, es comprensible en una persona cuya sordera, que es total
a los 28 años, le obligaba a rechazar muchos contactos sociales.
293
Caso de la figura 183
Las asimetrías de esta figura, en ciertas letras, expresan el narcisismo
egocéntrico del autor que rinde culto al cuerpo, a la fachada y a los
intereses personales. El sensualismo de esta persona y su hábito de
alargar los goces físicos para satisfacer al propio cuerpo, puede verse
en el aumento de la presión en la base de la zona media y en las
jambas (escritura muy reducida).
294
Caso de la figura 184
Las fantasías eróticas y la vanidad de pavo real intentan imponerse de
modo exhibicionista en las asimetrías de la dimensión y de la presión.
El autor de este grafismo intenta forzar la realidad con su imaginación
"voyeurística" y con su violencia dominadora y explosiva (ver las
potentes mazas de los finales y de las barras de las “t
En el campo de la Neuropsicología, los rusos Luria, Klimkowsky,
Livanov; los norteamericanos Goldstein, Lindsey, Woolsey y otros;
y entre los españoles, los doctores Mena, Subirana y Ajuriaguerra,
han estudiado a fondo las asimetrías de espacio, forma y movimiento
de la escritura, en el caso de lesiones o trastornos cerebrales.
Reproducimos aquí un grafismo de la obra del Dr. Luria, El cerebro en
acción (El Dr. Luria es uno de los más famosos neuropsicólogos rusos).
295
Puede apreciarse en este grafismo la atrofia de espacio y movimiento
como consecuencia de la "pérdida de la mitad izquierda del campo
visual en una paciente con agnosia especial izquierda"9.
El neurólogo sevillano Dr. Mena ha presentado en las III Jornadas de
Grafología curiosos estudios sobre los zurdos contrariados.
Caso de la figura 26
El grafismo de la figura 26 señala una asimetría sobre el área izquierda
de las letras. El descontrol está en la zona de las apetencias físicas. Es
indudable que hay una gran desproporción entre lo que la persona abarca
(coge, agarra o sustrae: finales largos y en arpón) y lo que desea (jambas
muy infladas, desproporcionadas en su hemisferio izquierdo en relación
con el cuerpo de la escritura). Este desnivel entre el deseo y la realidad,
9 Dr.
296
Luria, El cerebro en acción, pág. 159. Ed. Fontanella, S.A., 1974.
entre los impulsos y apetencias y lo que alcanza a poseer, pone de relieve una
fuerte insatisfacción que la autora compensa desbordando la imaginación.
Caso de la figura 27
En cambio, el autor del grafismo a quien corresponde la figura 27,
muestra las desproporciones o asimetrías en la mitad derecha del eje de
las letras. Se ve aquí la necesidad de forzar la realidad, por simpatía,
mejor dicho, por necesidad empática, porque la iniciativa, el deseo de
dominio personal y de liderazgo le impulsan a vencer dificultades, a
comunicar entusiasmo y a combatir los obstáculos para alcanzar los
deseos propios o colectivos y ganar adeptos. Este es el grafismo de un
sacerdote de pueblo, muy activo y emprendedor, iniciador de diversas
manifestaciones culturales, deportivas y artísticas.
297
Caso de la figura 158
Las asimetrías de las "d" y de los finales en gancho, así como el
ambiente gráfico negativo de este grafismo se corresponden con una
conducta de tendencia delictiva (escritura muy apretada, sinuosa,
arqueada, abierta por abajo y muy regresiva). Se trata de una persona
amiga de lo ajeno. A observar en el simbolismo de los trazos finales,
como una especie de brazos que se extiende como queriendo
apoderarse de algo.
Caso de la figura 162
Doy fin a esta breve comunicación con un caso seguido muy de cerca.
La persona a quien corresponde el grafismo que se encuadra en este
texto me solicitó un estudio de orientación profesional en el año 1943.
Su intención era confirmar sus aptitudes para la escultura y la pintura.
El estudio fue positivo en este aspecto y posteriormente desarrolló con
éxito los estudios de estas carreras en la Escuela Superior de Bellas
Artes de Barcelona. Sin embargo, no es éste el dato curioso que
ofrece este grafismo, sino que, a la vista de esas jambas débiles y
como amputadas, sospeché -y así lo expresé en mi estudio- alguna
dificultad en el aparato locomotor. En la entrevista posterior al
estudio, confesó tener pequeñas molestias en los pies, tales como
298
"duricias" que, más o menos mensualmente, le obligaban a ponerse
en manos de una callista. En los demás aspectos y por aquellas fechas
su locomoción parecía normal. Doce años más tarde, empezó a sentir
molestias y en 1976 se tuvo que operar por tener en estado muy
avanzado una artrosis con atrofia de la cabeza del fémur y cadera.
Actualmente anda con articulación ortopédica.
El grafismo que aquí reproducimos fue realizado en marzo de 1946,
es decir, treinta años antes de la operación y doce antes de que
empezaran los síntomas físicos. Sin embargo, la grafología se anticipó
más de 15 años al diagnóstico médico con radiografías. He vivido
bastantes casos como este, principalmente cardiopatías, enfermedades
pulmonares, renales, hepáticas, etc. En cuanto a las asimetrías
también son muy interesantes los trabajos que se están realizando
actualmente y que pueden dar mucha luz sobre determinadas
enfermedades cerebrales.
299
300
EL PREDOMINIO DE LA "FORMA" BAJO EL PUNTO
DE VISTA GRAFOANALÍTICO
En varios de mis artículos anteriores he hablado del aspecto
"Espacio" en el grafismo, tema muy importante, que también lo ha
tratado extensamente el Dr. Gille-Maisani en las páginas 42, 43 y 44
de su obra Psicología de la Escritura, con motivo de la escritura
"aireada"10.
En este artículo querría tratar el aspecto "Forma", de cuyo tema
existen muchos refritos, pero que, en español, hay pocos estudios
serios y profundos relacionados con este aspecto de la onda gráfica.
Para conducirnos en la vida, para clasificar, ordenar y definir hechos,
conceptos u objetos abstractos o concretos, distinguimos
normalmente dos sistemas de pensamiento:
a) Uno, más espontáneo y libre, en donde el pensamiento llega a una
síntesis global del conocimiento de los hechos, a base de percibir,
intuitivamente, lo que hay de significativo, valioso e importante en
cada cosa o situación.
b) Otro sería la necesidad de analizar y estructurar, de acuerdo con la
experiencia y con una escala de valores conocida, el grado de
"realidad" o "veracidad" existente en cada hecho o cosa.
En el primer caso, se llega fácilmente a una síntesis global, a una
comprensión rápida de los objetos, de los fenómenos o de las
situaciones.
10 J.-Ch.
Gille-Maisani, Psicología de la Escritura, Ed. Herder, 1991.
301
En el segundo caso, el pensamiento es cauto y elige la vía de la
observación, de la comparación, de la clasificación racional de esos
objetos, de esos fenómenos o situaciones. Procede por análisis, no por
síntesis.
De acuerdo con el psicoanálisis, Freud nos diría que la "síntesis" es
propia de los sujetos con una libido en progresión. Mientras que los
sujetos que operan por "análisis" tendrían una libido más bien en
regresión.
En los primeros, en aquellos que captan la realidad de modo rápido y
global, podríamos ver a sujetos en los que predomina el
"Movimiento" sobre la "Forma".
En los segundos, en aquellos que sienten la necesidad de estructurar,
de buscar antecedentes en la experiencia, en las normas y en las
escalas de valores conocidas, podríamos situar a los sujetos en cuyo
grafismo predomina la "Forma" sobre el "Movimiento".
El predominio del "Movimiento" en la onda gráfica favorece la
actividad creativa y realizadora, incluso la rotura de los moldes
convencionales o de las limitaciones impuestas por las normas y por el
inmovilismo de ciertos principios que se utilizan como dogmas de fe.
El predominio de la "Forma" sobre el "Movimiento" favorece la
fidelidad a los principios, a esos "moldes" impuestos por la educación,
por las leyes, por los criterios y normas vigentes en el ambiente social,
profesional, familiar o religioso. El sujeto no puede sobrepasar los
límites establecidos, los tabúes imperantes, sin sentirse invadido por
la inseguridad, o por la culpabilidad o sensación de haber hecho algo
malo o impropio.
Cuando la "Forma" es muy predominante, el sujeto vive acartonado
por un Super-Yo rígido e intransigente que le priva de la libertad de
acción y de expresión natural. Vive acosado por el temor a obrar mal
y a ser castigado.
302
Cuando el niño aprende a escribir, se le enseña a diferenciar las letras
por la forma de las mismas para que no pueda confundir unas con
otras. Se le enseña también a diferenciar lo "bueno" de lo "malo", a
reconocer los valores éticos de su acción. La repetición insistente de
esos valores, por parte de los padres y educadores, hace que el niño
aprenda que "lo bueno" es sinónimo de "factible" y "lo malo" es
sinónimo de "no factible", de algo que se debe hacer", o "no se debe
tocar", por sus ulteriores consecuencias desagradables. Esto le crea
secuelas de inseguridad, de culpabilidad y de temor al castigo, cuando
se sale de los "tabúes" exigidos.
Claro que el niño como tal puede adoptar dos posturas reaccionales:
a) La del niño "dócil" (dependencia-sumisión), y
b) La del niño "rebelde" (independencia, dominio, inconformismo,
versatilidad, etc.)
El adulto que ha vivenciado interiormente los hábitos de reacción del
niño "dócil", tenderá a una conducta estable, regular, perseverante,
conformista, respetuosa con todas las "normas" y "tabúes"
establecidos socialmente. Será el empleado modelo, puntual,
disciplinado, prudente, meticuloso, conocedor de toda política
normativa de la empresa. Si es artista, será una especie de Ingres que
respetará los procedimientos más académicos. Si es un científico,
aplicará las leyes y métodos conocidos y, a lo sumo, perfeccionará el
sistema utilizado, pero no aportará grandes innovaciones. Si se trata
de un profesor de Instituto o de Universidad, difícilmente explicará o
enseñará los temas de su especialidad de una manera original,
imaginativa, sugestiva y versátil. Planificará sus clases de manera
sistemática, detallista, repetitiva y, posiblemente, monótona.
¿Cómo puede ser original, por ejemplo, el autor de la fig. 63 del
Diccionario? El predominio estereotipado de la "Forma" en la onda
gráfica, indica que este sujeto tiene más presente en su mente la
noción de "lo prohibido" y de "lo obligado", como base de su
"conciencia del deber" y del "sentimiento de responsabilidad", que la
303
posibilidad de mejorar su vida y su rendimiento buscando nuevas
formas de pensamiento y de acción.
Individuos como este tienden a integrar los valores conocidos, los
modos de pensamiento y de conducta socialmente aceptados. Se
convierten en esclavos del "deber" y de las "obligaciones", en
personas "de orden" y, a veces, en verdaderos "fariseos". En una de las
obras del famoso psiquiatra Emilio Mira y López, recuerdo haber
leído que "se venden más armas a las llamadas personas de orden, que
a los delincuentes".
Cierto que, a través de esta adaptación "formal", estos sujetos intentan
escudarse tras las "reglas", "principios" y "normativas", convencidos
de que su pensamiento y su conducta están a salvo de cualquier
culpabilidad.
Pero esta búsqueda de la "claridad de conducta" les hace incapaces de
ver y pensar más allá de las limitaciones de su rutina. Repitiendo una
y otra vez el mismo modo de percibir la vida, el trabajo y la relación
con los demás, no sólo economizan tiempo y automatizan una serie de
procesos psíquicos, sino que también alcanzan una cierta seguridad en
los resultados. De este modo, evitan la ansiedad, los complejos de
culpabilidad o de fracaso y los consiguientes riesgos para el Yo. A los
políticos les gustaría que todo el mundo fuese así.
Las leyes y tradiciones que han creado "el hábito del orden social" son
erigidas por los políticos (muy especialmente por los dictadores)
como arcano inmutable de toda vida comunitaria. De este modo, los
gobernantes pueden conservar el poder y todas las prebendas y
ventajas que éste les otorga.
Desde los faraones a nuestros días, se tiende a desempolvar e invocar
cosas del pasado (conmemoraciones, nombres de héroes o de grandes
figuras, acontecimientos, reliquias, etc.) para reafirmar las
tradiciones, para distraer la atención popular con estas ceremonias.
Estos actos rememorativos permiten a los mandatarios exhibir la
fuerza pública y recordar a la población el respeto que debe a las
304
autoridades que, en estos casos, se visten de gala para representar su
papel y dar más realce a las normas y tradiciones, al poder y a la ley.
El sujeto que "conserva" o rinde culto a la "forma" en su grafismo
actúa como el político, intenta sentirse respaldado y a cubierto de toda
culpa, de todo error e inseguridad. Representa su papel social,
profesional o familiar buscando, en el respeto a las normas, sentirse
protegido contra cualquier censura o amenaza exterior. Le parece que,
siguiendo el camino de la vida, según "los indicadores sociales", se
porta "bien" y está más "seguro".
Naturalmente, el nivel del sentido positivo o negativo matizará el tipo
de conducta y la mayor o menor "rigidez" en la compostura y en
el pensamiento de los sujetos de grafismo con la "Forma"
predominante.
Con esta aclaración sobre el significado del predominio de la "Forma"
en la onda gráfica, creo que estamos ya en condiciones de comprender las
interpretaciones que se dan a las escrituras "caligráfica" y "tipográfica" en
la octava edición de Escritura y Personalidad.
305
Escritura 1 y 2: Predominio de la FORMA sobre el MOVIMIENTO.
Escritura 3: Predominio del MOVIMIENTO sobre la FORMA.
306
UNA SÍNTESIS DE LOS TRES GRANDES ASPECTOS
DE LA ONDA GRÁFICA
Podemos simplificar los ocho aspectos y dieciséis subaspectos
gráficos que normalmente venimos utilizando en Grafoanálisis,
recurriendo a los tres grandes aspectos (Espacio - Forma - Movimiento),
descritos por Carl Gross en Alemania y posteriormente desarrollados
por Robert Heiss, Hans Knobloch y por el matrimonio alemán
Wilhem Mueller y Alice Enskat, entre otros.
Así, por ejemplo, para la observación de los tres factores que suelen
romper el equilibrio o normalidad, el ajuste a la realidad en las personas
(culpabilidad, angustia-ansiedad y agresividad, tan magistralmente
descritos por el Dr. Martínez Vila), basta, como veremos, tener en cuenta
estos tres grandes aspectos de la onda gráfica.
Para comprender, por ejemplo, la importancia del espacio en la
escritura, debemos partir del hecho que la palabra es la representación
mental de un objeto, sea concreto o abstracto.
El espacio entre palabras, tal como indica el Dr. Gille-Maisani en
Psicología de la Escritura, es equivalente a los silencios, pausas
reflexivas, detención o contemplación pasiva, durante nuestros
intercambios de conversación en la comunicación oral.
Los grandes espacios entre líneas suelen expresar la tendencia a ver
las cosas según su presente, su pasado y su futuro, es decir, ahora, a
corto, medio y largo plazo. Según el Dr. Gille-Maisani, el amplio
espaciamiento entre líneas corresponde a sujetos que seleccionan
mucho el tipo de personas con las cuales desean intercambio,
"manifiestan su deseo de contacto en un ambiente de confianza,
permaneciendo silenciosos o reservados con los extraños o en público
(Ver Psicología de la Escritura, págs. 42, 43 y 44.)
307
Por el contrario, el espaciamiento insuficiente entre las líneas, en una
escritura, representaría la dificultad del sujeto para ver y apreciar los
hechos y las cosas en sentido global o panorámico, para ver más allá
espíritu poco selectivo en las relaciones con los demás.
La página, en su totalidad, nos indica el modo como concilia el sujeto
su mundo interior (tendencia, deseos, motivaciones, etc.) con las
circunstancias y exigencias de su entorno. En esta apreciación,
interviene también el gusto estético, el sentido ético y el nivel cultural
y evolutivo alcanzado por el sujeto.
Por la forma como cada sujeto distribuye y ordena las letras, las palabras
y las líneas en la página, sacamos la conclusión de su nivel de orden, de
organización y adaptación en las ideas, su precisión en los juicios, su
claridad de concepto, su objetividad y su ajuste a la realidad.
La manera como compagina la masa gráfica (encabezamiento,
márgenes, puntos y aparte, separación de las líneas, de las palabras y
de las letras) es toda una revelación en cuanto a su respeto a las
normas y a los demás, en cuanto a su adaptación, más o menos rígida
o espontánea, al entorno que le rodea.
Por tanto, los desequilibrios que presenta, a veces, la onda gráfica en
el modo como es utilizado el espacio (desigualdades en la ubicación
de las letras, en la distribución del espacio entre palabras, en el
espaciamiento entre líneas, en la compaginación de los márgenes y de
los puntos y aparte, etc.) suelen corresponder a un desajuste del sujeto
que gravita sobre su realidad interna y sobre la órbita de su relación
con su mundo externo.
La forma de la onda gráfica, en relación con el movimiento, nos
revela los modales del comportamiento, es decir cómo es la relación
Yo-Objeto (convencional, espontánea, abierta, cautelosa, suave o
flexible, dura, enigmática, sincera, insincera, etc.).
Los desequilibrios o anomalías en la forma son la expresión de que
existen frustraciones y anomalías en la conducta. Generalmente,
308
la mayor parte de las anomalías en el aspecto forma, especialmente
en el coligamento, no sólo afectan a la relación del Yo con el Tú, sino
también a la relación del Yo con el otro sexo a causa de posibles
trastornos en la esfera sexual.
Finalmente, el movimiento es un indicador del grado de energía,
del grado de tensión, flojedad, blandura, vivacidad, impulsividad,
control, agitación y continuidad de nuestros impulsos, cuando
manifestamos nuestras ideas, nuestros deseos y motivaciones,
nuestros sentimientos o nuestros caprichos. El movimiento en la
escritura expresa el modo como desarrollamos nuestra acción y el
empuje o coartividad que tenemos de cara a la consecución de los
deseos u objetivos deseados.
Un desequilibrio en el movimiento afecta a las tres grandes esferas de
la personalidad: el soma, la psique y el intelecto.
Basta considerar estos tres grandes aspectos para tener una visión
global o panorámica sobre el grado de energía, equilibrio y adaptación
que ofrece el grafismo de cada sujeto.
El Grafoanálisis tiene la ventaja que nos ofrece, a través de 24 vectores
y factores, no sólo "un esqueleto" de nuestras tendencias y
motivaciones, más estables, menos variables, sino también el
porcentaje en que se dan cada uno de esos 24 vectores y factores de
nuestra personalidad y el grado en que nos aproximamos o nos
separamos de la media normal en nuestro comportamiento, es decir,
el programa informático* nos da un informe fiable del grado de ajuste
de cada persona a la realidad.
* Hoja Excel incorporada en el Seminario de Grafoanálisis de la AGC
309
310
SEGUNDA PARTE
TESTIMONIOS EN HOMENAJE Y MEMORIA DEL
PROF. AUGUSTO VELS
En esta segunda parte incorporamos la crónica que hemos
confeccionado sobre el Homenaje al Prof. Augusto Vels, organizado
desde el Master en Grafoanálisis Europeo de la Universitat
Autònoma de Barcelona. Y a continuación un reportaje realizado
por la propia familia del Prof. Augusto Vels (familia Velasco), así
como una recopilación de testimonios por escrito que hemos ido
recibiendo durante el año, agradeciendo a todos, tanto los asistentes
al Acto Universitario y especialmente a la familia Velasco, como a
todos y cada uno de quienes han contribuido al “Homenaje 2009 a
Augusto Vels”.
Por Francisco Viñals – Mariluz Puente
311
Universitat Autònoma de Barcelona
Universidad Autónoma de Barcelona
MASTER EN GRAFOANÁLISIS EUROPEO
Dirección
www.grafologiauniversitaria.com
Campus de la UAB en Barcelona: Recinto en el Hospital de la Santa Cruz y San Pablo,
“Casa de Convalescència” c. San Antonio Ma Claret, 171 (esq. c. San Quintín) 08041 Barcelona
Información: Tel. 93 321.57.48 e-mail: [email protected]
COMITÉ ORGANIZADOR DEL HOMENAJE AL PROF. A. VELS
Directores: Francisco Viñals, Mariluz Puente, Josep Llobet
Con la colaboración especial:
Como participantes del acto: Familia del Prof. Augusto Vels (Augusto y Jorge Velasco
Benavent, Mª Jesús Padilla Goñi, Mercedes Fillat Polo, Ignacio Velasco Padilla
y Marta Velasco Fillat), Excmo. Ayuntamiento de Puerto Lumbreras (Murcia),
ICG-AGC y Equipo de UAB “Casa de Convalescència”, Santiago Estaún (ponente),
Dor Gauthier (ponente), Jordi Morera (ponente), Elena Soler García de Soria
(ponente), Dolors Mora (ponente), Lynn Pèrez–Calvo (ayudante), Pilar Mèlich
(traductora-intérprete), Mónica Gallerani (ayudante traductora-intérprete),
Marisa Ibertti (ayudante traductora-intérprete), Marco Antonio Robles (ayudante),
Jordi Vives (ayudante), Nuria Sánchez Lazcano - Esteve (reportaje fotográfico),
312
CRÓNICA DE LOS ACTOS DE CLAUSURA 2009
CON
HOMENAJE AL PROF. AUGUSTO VELS
Por Mariluz Puente y Francisco Viñals
El 16 de octubre de 2009, celebrábamos en el campus
Barcelona, edificio histórico UAB “Casa de Convalescència”
dentro de los Actos de Clausura de los cursos de Perito
Calígrafo Judicial, Peritaje Grafopsicológico, y
Grafopsicólogo en Orientación Familiar y Profesional, los
cuales componen el Master en Grafoanálisis Europeo, un
importante Homenaje en memoria del Prof. Augusto Vels
coincidiendo con el XXV Aniversario de la Agrupación de
Grafoanalistas Consultivos de España, entidad fundada por
él mismo y colaboradora de estos programas a través del
Instituto de Ciencias del Grafismo.
313
El evento se iniciaba a las 5 h. de la tarde a cargo del Director Francisco
Viñals Carrera, el cual dio la bienvenida a los invitados y presentó a los
miembros de la tribuna presidencial: Prof. Santiago Estaún, Catedrático de
314
Psicología básica que a pesar de que está a punto de jubilarse, no quiso
dejar de decir unas palabras para corresponder a la invitación que se le
hizo con el fin de glosar la figura del Prof. Augusto Vels.
Seguidamente el Ilmo. Sr. Don Josep Llobet
Aguado, Magistrado-Juez, destacado
profesor-doctor de la Facultad de Derecho de
la UAB y Director en representación de la
autoridades de la UAB, felicitó a los recién
titulados en las tres Diplomaturas de
Postgrado que componen las dos especialidades del Master en
Grafoanálisis Europeo y les animó tanto como Juez en la vertiente
profesional jurídica donde se hace patente la importancia de nuestros
titulados en la intervención procesal, como en la vertiente académica donde
se congratuló de que obtuvieran dicha titulación tan prestigiosa y por las
que han alcanzado un nivel superior claramente diferenciable, al tiempo
que les exhortó a no dormirse en los laureles sino seguir reciclándose para
mantenerse en la práctica dentro de este privilegiado status.
A continuación el Director Francisco Viñals
daba paso a las exposiciones y testimonios en
relación directa al Homenajeado Prof. Augusto
Vels que siguiendo el orden de intervención
fueron los siguientes: el Prof. Dor Alfred
Gauthier de Canadá, las palabras del Sr. Alcalde
Don Pedro Antonio Sánchez, de Puerto Lumbreras, el Prof. Jordi Morera
Jansà, la Prof. Elena Soler García de Soria, y la Profª Mª Dolors Mora
Domingo, Con la entrañable participación de la familia del Prof. Augusto
Vels (los hermanos Augusto y Jorge Velasco con sus esposas respectivas e
hijos) en estos Actos Académicos de la UAB.
El Prof. Dor Alfred Gauthier, Miembro de
Honor de la AGC y profesor honorario del
ICG y profesor visitante de este programa
de la UAB quien se desplazó expresamente
desde Canadá para asistir a este homenaje,
tuvo la indispensable ayuda de la Prof. Pilar
315
Mèlich, Vocal de la Junta de la AGC de España, quien efectuó la
traducción simultánea del discurso original inglés.
La Prof. Pilar Mèlich,
ya tiene práctica en
estas lides, pues el año
pasado (10/10/08) ya
efectuó este tipo de
labores con motivo del
Congreso Europeo de
Directores de Entidades
Grafológicas (con los
Actos de Graduación de
la actual promoción de
Grafopsicólogos, Peritos Calígrafos Judiciales y Peritos Judiciales en
Propiedad Intelectual e Industrial y la Reunión de los representantes
de la ADEG) en el edificio histórico UAB Casa de Convalescencia.
Asimismo la Prof. Pilar Mèlich ha traducido a la lengua inglesa el
artículo sobre Vels, “Augusto Vels e i 25 anni dell’ AGC” que aparece
colgado en la web de la AGC en la sección << Artículos y
Ponencias>> y que fue escrito por Mónica Gallerani en original
italiano y publicado en la revista Scritura nº 148, pp: 63-65.
Podeis consultarlo aquí: http://www.grafoanalisis.com/VELS-YEAR.htm
Precisamente este año Mónica Gallerani ha sido la representante
española en la reunión de la ADEG (10/10709) celebrada este año
en París y de la visita realizada
al Museo de la Letras, ha
obsequiado a la biblioteca de la
AGC un ejemplar de la obra de
Autografos y Manuscritos de la
colección Pedro Corrêa Do Lago
Cinq Siècles sur Papier, Ed. De
La Martinière.
316
DISCURSO DEL PROFESOR DOR GAUTHIER EN UAB
EDIFICIO HISTÓRICO “CASA COVALESCÈNCIA”
HOMENAJE A AUGUSTO VELS, 16 OCTUBRE 2009
Traducción Pilar Mèlich
Apreciados todos: amigos de la
grafología, amigos de Augusto
Vels, familiares de Augusto Vels.
Es un verdadero placer y un gran
honor para mí estar aquí hoy en
Barcelona en la UAB para rendir
homenaje al Prof. Augusto Vels y
al 25 aniversario de la AGC.
Como experto en historia de la
Grafología, empecé hace dos
años un peregrinaje grafológico
para visiar los lugares de interés de todos los pioneros y maestros de la
grafología. Estuve en Bolonia por Baldi y en Mondolfo y Urbino por el
italiano Moretti. Estuve también en Francia para visitar el castillo de
Montausier donde Michon escribió su primer libro y en donde se hizo el
primer congreso internacional en 1880. Y visité Chadurie donde el
trabajó originalmente con Abbot Flandrin en un pequeño seminario en
1832. Más adelante, visité los archivos de Crepieux- Jamin en Arras y
encontré la casa donde nació, y también visité Rouen en donde vivió la
mayor parte de su carrera grafológica.
En Paris, encontré los aposentos de Moreau de la Sarthe quien reeditó
el trabajo de Lavater en 1806 y del belga Hocquart, muy cerca, quien
escribió su primer libro en 1811.
También visité en Suiza la casa de Lavater y los aposentos de Pulver en
Zurich así como el alojamiento de Klages en Kilchberg, cerca de Zurich.
Debo también decir que tuve el privilegio de reunirme con el Padre
Seiler en Berna muy querido por algunos miembros de su asociación.
Esto fue unas pocas semanas antes de su prematura muerte. En Londres,
visité los archivos de Saudek en la Universidad de Londres y también en
Praga i Kolin donde nació.
317
Y ahora, estoy en Barcelona para visitar el país del Prof. Vels y de sus
amigos. Esperaba poder consultar sus archivos en Puerto Lumbreras
pero no pude hacerlo por razones técnicas. Supongo que será un buen
pretexto para volver a su hermoso país alguna vez en el futuro...
El pasado Mayo, yo estaba en Roma en la sede de la ARIGRAF para
consultar los archivos de mi amigo Gille- Maisani y encontré
correspondencia entre él y el Prof. Vels, además de algunas cartas de
Gille a editores franceses para obtener la publicación de los libros de
Vels en Francia. Leí lo que ya Gille me había dicho previamente, que
consideraba en alta estima el trabajo general del Prof. Vels. En su
opinión (y yo coincido con él), su libro traducido “L’écriture, refret
de la personalité” fue uno de los mejores libros de grafología en
Francia. Fue una lástima que el editor Mont Blanc cerrase sus
puertas y no pudiese re-publicar una nueva edición revisada.
Casualmente, este libro fue el primero que compré en 1966 cuando
empecé mi estudio de la grafología y esta semana, durante la feria
del libro de Madrid, tuve la suerte de encontrar la primera edición
de 1945. Siempre es interesante comparar las diferentes ediciones de
un libro y, en el caso de Vels, es mucho más obvio ver el progreso de
sus investigaciones a lo largo de los años. El estaba constantemente
intentando mejorar su propio método de grafoanálisis, teniendo en
cuenta los métodos de autores franceses, alemanes e italianos.
Esta apertura representa un mérito de su gran sentido de la síntesis.
Estoy seguro de que el Prof. Vels estaría orgulloso del reciente
desarrollo de la Grafología en España y especialmente de los cursos
impartidos en la UAB. Entiendo que hoy es un día especial para
algunos estudiantes que terminan sus cursos. Necesitamos sangre
nueva en la Grafología y ustedes tienen la obligación de la
excelencia en estos tiempos difíciles. Por favor, tengan en cuenta las
investigaciones de todos los pioneros mientras desarrollen sus
propios métodos, sus propias herramientas. Como el Prof. Vels, estén
al tanto de lo que sucede en el mundo de la grafología a su alrededor
y¡ desarrollen sus propios métodos!
Muchas gracias y ¡¡Viva la Grafología!!
318
También el Excmo. Ayuntamiento de Puerto Lumbreras ciudad natal
de Don Augusto Vels enviaba su solidaridad con el evento y aún ante
la imposibilidad de lograr venir a tiempo el Sr. Alcalde Don Pedro
Antonio Sánchez, nos trasmitía la alegría del consistorio en
representación del pueblo, mediante unas palabras que fueron leídas
por el Director Francisco Viñals y que junto a cada una de las
intervenciones fueron muy aplaudidas.
HOMENAJE A AUGUSTO VELS DESDE EL
AYUNTAMIENTO DE PUERTO LUMBRERAS
Cada vez que se homenajea a un ciudadano de cualquier villa o
pueblo, se hace también a ese pueblo que le dio la luz primera. Y si al
propio tiempo éste ha sido ya reconocido entre los distinguidos,
podríamos aplicarle aquel adagio tan sabido por todos “miel sobre
hojuelas “. Este el caso de D. Alfonso Velasco Andréu cuyo seudónimo
Augusto Vels traspasó nuestras fronteras físicas y culturales.
Puerto Lumbreras, su pueblo natal, le nombró Hijo Predilecto en
sesión del 23 de septiembre de 1996, y a continuación dedicó una de
las calles principales a la memoria de Augusto Vels. La obra del
insigne maestro será expuesta de nuevo en un nuevo espacio cultural
que recoja toda su obra, legado y patrimonio cientíico.
Augusto Vels proundizó como humano sus estudios en la personalidad
del individuo y como científico compaginó estos para ofrecernos la
íntima relación que existe entre el individuo, su carácter y la
escritura. Por ello, a la hora de considerar y de estimar la valoración
de su trabajo, sirve de consuelo a su pueblo saberse heredero de un
legado que engrosa como ningún otro su patrimonio cultural.
Por tanto, al tributársele el merecido homenaje con que Barcelona
quiere rememorar su aportación a la ciencia, el pueblo de Puerto
lumbreras, se adhiere al mismo y se hace partícipe con su más sincero
a inquebrantable agradecimiento.
Pedro Antonio Sánchez
Alcalde de Puerto Lumbreras.
319
El Prof. Jordi Morera Jansà, Delegado de
la AGC en Levante y Comisionado para el
Museo Augusto Vels, relató su encuentro
con el Maestro Vels, y posteriormente
trazó una semblanza grafológica del
personaje, así como de sus obras.
Conocí personalmente a Augusto Vels,
hace más de 25 años, -explicó el Prof.
Morera- en un congreso de Grafología que
organizó con Mauricio Xandró y se realizó
en un aula de formación de la Banca
March, entidad de la que Vels era Jefe de Personal en aquel entonces.
En aquellos tiempos yo era discípulo de Carles Muñoz Espinalt, genial
grafólogo. Me sorprendió de Vels su espíritu científico y la modestia en
su comportamiento personal.
Y al actuar – señaló Morera sobre Vels - de acuerdo con unos principios
éticos, a la modestia y espíritu científico que evidencia su
comportamiento en las tres veces que hablé con él, se le deben añadir
la tenacidad, elegancia espiritual, la sublimación instintiva hacia el
campo de las ideas, la capacidad creadora con una inteligencia
privilegiada de nivel superior, el humanismo, entre otras muchas
cualidades que su letra armónica, en relieve, con enlaces originales,
angulosa, “r” que recuerda la “v”, pequeña, simplificada, firma sin
rúbrica enlazando el nombre con el apellido, “g” cuya jamba se abre
hacia el enlace con la letra siguiente, “i” cuyo trazo vertical se convierte
en un punto. Son rasgos grafológicos que determinan sin lugar a dudas
las cualidades que enumero.
He leído, estudiado y consulto frecuentemente todas sus obras, pero
principalmente “Escritura y Personalidad”, “Grafología Estructural y
Dinámica”, “La Selección de Personal y el Problema Humano en las
Empresas” y los dos diccionarios “Diccionario de Grafología y
términos Psicológicos Afines“ y su último libro diccionario de
“ La A a la Z “ constituyen un tratado extenso de su célebre
Grafoanálisis, rigurosamente científico, exhaustivo, que ha propulsado
en España la Grafología a la categoría de Ciencia.
La ciencia Grafológica, en España, le debe a Augusto Vels, mucho.
Nunca los Grafólogos y Grafoanalistas le estaremos suficientemente
agradecidos, concluyó el Prof. Jordi Morera.
320
Después la Prof. Elena Soler
García de Soria, fundadora
de la AGC de España como
su hija la Profª Lynn PérezCalvo Soler hizo una breve
exposición sobre su propia
infancia, el encuentro con
el Maestro Vels y sus
enseñanzas.
La Prof. Elena Soler evocó su afición por la grafología desde que era
una niña, tanto es así que a los 9 años, los Reyes Magos le regalaron
sus primeros libros de grafología, de la
autora Matilde Ras, y desde ese
momento ella de manera autodidacta
iba aprendiendo e informándose.
También entre risas, Elena Soler,
rememoró su primer encuentro con el
libro “Escritura y personalidad” de
Augusto Vels, estando ella ya en
Barcelona, y sus esfuerzos para
localizar al autor con el fin de que le diera clases de grafología, una
tarea ardúa teniendo en cuenta que buscaba a un autor extranjero, en el
convencimiento de que el seudónimo era su nombre original, cuando
finalmente pudo hablar con él, obtuvo un inicial “no” por respuesta,
debido a la timidez natural, modestia y humildad del personaje, y sus
muchas ocupaciones pues en ese momento trabajaba en la Banca Mas
Sardá. Pero ella no se arredró y continuó insistiendo hasta que finalmente
se organizó un pequeño grupo de seis personas que recibían clases directas
de Augusto Vels.
La Prof. Elena tras un alto en su discurso porque la emoción le
embargaba, continuó diciendo a los alumnos y asistentes al acto:
Aprender de él, es el mejor profesor, a nosotros nos inculcó el sentido
del autoconocimiento, nos instaba a que aprendieramos a conocernos
y a gustarnos a nosotros mismos –algo que para mí fue toda una
novedad- para ello nos pasaba tests para llegar a este conocimiento
personal y también saber reconocernos entre nosotros, alcanzando
todo el grupo un alto nivel de autoestima.
321
También nos enseñó a trabajar de una manera positiva y científica,
porque todo lo comprobaba con la realidad, todo cuanto hacía era
constatable. Fue una excelente persona, a la cual yo he admirado
profundamente de corazón como profesor, como Maestro.
A continuación la Profª Mª Dolors Mora Domingo, Vicepresidenta 2ª
de la AGC de España como ayudante de Vels en sus últimos tiempos,
rememoró conmovida la figura del Maestro en su ambiente de trabajo,
en un despacho rodeado de papeles, libros y documentos, sin ningún
espacio libre, en el que él sorprendentemente se manejaba con gran
soltura, ubicando fácilmente cada uno de ellos, incluso con su visión
mermada por los años y el esfuerzo continuado. La estancia –continuó
la prof. Mora- se completaba con un enorme sofá granate en el que
años atrás había hecho psicoanálisis, y donde él finalmente se
recostaba, se dejaba arropar por él, perdiéndose en sus pensamientos,
reflexiones, y elaborando la información para proyectarla en la acción
porque su curiosidad y energía no le permitían ningún momento de
ocio. La Prof. Dolors Mora destacó de Vels, su gran energía,
entusiasmo y la dedicación que dirigía en una sola dirección, así como
sus herramientas de trabajo, el rigor, la inteligencia y una ilusión
inacabable por la grafología y el psicoanálisis. A veces él mismo se
lamentaba que no era una persona intuitiva, por tanto se apoyaba en la
lógica, el razonamiento y la constatación. Y abundando en el análisis de
la escritura manuscrita del Maestro, ya efectuado por el Prof. Jordi
Morera, la Prof. Dolors Mora describió su letra y personalidad como:
dinámica, progresiva, ligada y muy inflada,
también gladiolada lo que daba mucha
profundidad en sus consideraciones,
también era muy vehemente, y muy
pasional en sus afirmaciones, las barras de
las “t” eran ligeramente más engrosadas
pero estaban bien sujetas por su
inteligencia, voluntad, bien enmarcadas
dentro de un conjunto gráfico escritural de calidad y armónico, supongo
–acotó Dolors- que como buen psicoanalista había trabajado todas sus
problemáticas y aprendió a captar a los demás con mucha más
generosidad y comprensión. Era una persona de forma natural, muy
positiva, para él todo el mundo era bueno, consideraba que todas las
personas tenían una parte positiva que había que potenciar.
322
Si él estuviera aquí – continuó la prof. Dolors Mora- estaría muy
emocionado por vuestra ilusión y por lo que sus sucesores han conseguido,
Mariluz y Francisco, por el nivel que ha alcanzado la grafología en la
universidad, ya que para él era muy importante que la grafología fuera
científica, y sus palabras hacia vosotros serían que avanzarais con rigor,
con estudio, con ética y con comprobación, reiterandos la necesidad de
conoceros a vosotros mismos, evitando las proyecciones en los trabajos.
Y con especial emoción se vivió el acto de entrega de una Placa
Conmemorativa a la familia de este ilustre profesor que nos precedió,
artífice de la Escuela Española de Grafología, Don Augusto Vels.
Los testimonios fueron también coronados por las intervenciones a
cargo de los Directores del Master, Prof. Francisco Viñals y Profª
Mariluz Puente, motivando a todos a seguir en la línea del
Grafoanálisis del Prof. Augusto Vels, como las diversas tesis que han
confirmado dichas investigaciones,
dejando ratificada la validez científica
de las técnicas grafológicas y su
importancia en el contexto no solo
académico sino también profesional
(parte de sus intervenciones se han
incluido en el prólogo de este libro).
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Finalmente se dio paso a la entrega de credenciales a los recién
graduados y a las 8 h. de la tarde los asistentes pasaron al Salón donde
se había preparado un cocktail culminando la celebración con un
brindis por la familia Velasco y profesores, en esta conmemoración de
quien fue nuestro eminente fundador y Decano Prof. Augusto Vels.
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Algunos alumnos y profesores de los programas del Master en
Grafoanálisis Europeo, qusieron también dejar una dedicatoria
personal en este Homenaje
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REPORTAJE DE LA FAMILIA VELASCO
Augusto Velasco Benavent, Jorge Velasco Benavent,
Merecedes Fillat Polo, Marta Velasco Fillat, Mª Jesús Padilla Goñi
e Ignacio Velasco Padilla
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Frases escritas por el Prof. Augusto Vels, recopiladas por su familia
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SELECCIÓN DE TESTIMONIOS
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AGRUPACIÓN DE GRAFOANALISTAS CONSULTIVOS DE ESPAÑA
Miembro de Association Déontologique Européenne de Graphologues
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