Comportamiento de la sexualidad en la tercera

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Comportamiento de la sexualidad en la tercera edad. Consultorio médico El
Gallo, Estado Bolívar, Venezuela. Enero-Septiembre, 2005
FUENTE: PSICOLOGIA.COM. 2007; 11(2)
Arcilia María Artola Silva*; Arturo José Sánchez Hernández**.
* Especialista en Medicina General Integral, Master en Psiquiatría Social y en Longevidad Satisfactoria)
Policlínico Integral Comunitario Previsora, Camagüey, Cuba.
** Especialista en Medicina General Integral, Master en Longevidad Satisfactoria, Residente de Psiquiatría.
Hospital Psiquiátrico Provincial Docente “Cdte. René Vallejo Ortiz”, Camagüey; Cuba
PALABRAS CLAVE: Envejecimiento, Tercera edad, Sexualidad.
KEYWORDS: Aging, Third age, Sexuality.
Resumen
Se realizó un estudio descriptivo transversal de tipo cuantitativo en el consultorio el Gallo, municipio Caroní,
estado Bolívar, Venezuela, en el período comprendido entre el 1ro de Mayo al 31 de Noviembre del año 2006, con
el objetivo de evaluar el comportamiento de la sexualidad en la tercera edad.
Se trabajó con toda la población de 60 o más años pertenecientes a dicha comunidad que desearan participar en el
estudio, los cuales fueron 150. La fuente primaria de datos estuvo constituida por un cuestionario diseñado al
efecto y validado por criterio de expertos, el cual fue aplicado por la autora de la investigación.
El análisis estadístico se realizó mediante distribución de frecuencia y porcientos. Se obtuvo que un 84 % refiere
mantener relaciones sexuales, y sólo el 16 % refiere que no. La frecuencia de realización de relaciones sexuales
mayormente encontrada fue la semanal con 85 para un 56.7 %. El 33.3 % refirió que frecuentemente
experimentan placer en sus relaciones sexuales. Un 32 % refirió que presentaban un deseo sexual alto. El grado
de atracción sexual encontrado con mayor frecuencia fue la mediana con 27.3 %, seguido de la elevada con un 26
%. El grado de satisfacción más frecuentemente encontrado fue “muy satisfecho” con un 28.7 %, seguido de
medianamente satisfecho con un 20 %.
Abstract
It was made a cross-sectional descriptive study of quantitative type in the Gallo doctor's office, Caroní
municipality, state Bolivar, Venezuela, in the period between 1ro of May to the 31 of November of year 2006, with
the objective to evaluate the behavior of the sexuality in the third age.
One worked with all the population of 60 or more years pertaining to this community that wished to participate in
the study, which were 150. The primary source of data was constituted by a questionnaire designed to the effect
and validated by criterion of experts, which was applied by the author of the investigation.
The statistical analysis was made by means of frequency allocation and percent. It was obtained that 84 % refer to
maintain relations sexual, and only 16 % refers that no. The frequency of accomplishment of sexual relations
mainly found was weekly with 85 for 56,7 %. 33,3 % referred that frequently they experiment to please in his
sexual relations. 32 % referred that they presented/displayed high a sexual desire. The degree of found sexual
attraction most frequently was the medium one with 27,3 %, followed of elevated with 26 %. More the frequently
found degree of satisfaction "was very satisfied" with 28,7 %, followed of moderately satisfied with 20 %.
Introducción
En la antigüedad las condiciones del habitad hacían subsistir a los mas fuertes y la vejez era alcanzada por pocos.
Pero esta situación ha ido cambiando con el transcurso del tiempo y actualmente el grupo etáreo de la tercera
edad tiende a aumentar en muchos países.
Aunque el tema de la sexualidad generalmente se vincula con la juventud, esta existe en todas la edades incluso
en la tercera edad, para la cual ofrece desafíos debido a los cambios biológicos, psicológicos y sociales que se van
produciendo con el paso de los años.1
La sexualidad ha sido vista en muchas épocas como un tabú. Durante la Edad Media, con el predominio de la
concepción teológica cristiana, se afianza la idea de que el sexo era un medio para la procreación. Y estando el
geronte disminuido o incapacitado para procrear, la sexualidad era considerada como inapropiada en estas
edades.2,3
El sexo era visto además como algo a practicar solo dentro del marco del matrimonio, por lo que los ancianos, en
los cuales aparece viudez, quedaban excluidos.
El resurgimiento del humanismo y de las artes en la Europa de los siglos XVI y XVII llevó aparejada una distensión
de las restricciones sexuales. Se retoman ideas de la antigüedad como la práctica del sexo por placer. En estas
condiciones la sexualidad en el anciano es vista también con menos censura.
Pero a pesar de que a partir del renacimiento la censura a la sexualidad en la tercera edad ha sido menor, siempre
ha tenido mas presiones sociales que la sexualidad en la juventud.
A estas presiones sociales se suma el hecho de que muchas veces el propio geronte presenta actitudes
inadecuadas hacia los cambios biológicos, psicológicos y sociales que se producen con la edad, y hacia su propia
sexualidad, lo cual hace que la esta tenga características especiales en la tercera edad.4,5
Con la presente investigación nos proponemos caracterizar el comportamiento de la sexualidad en la población de
la tercera edad de la Comunidad El Gallo del municipio Caroní, del estado Bolívar.
Diseño metodológico
El trabajo que se presenta corresponde a un estudio descriptivo transversal de tipo cuantitativo y tuvo la intención
de caracterizar el comportamiento de la sexualidad de la población de la tercera edad de la Comunidad El Gallo,
del municipio Caroní, estado Bolívar, Venezuela, en el periodo 1ro de Mayo al 31 de Noviembre del año 2006
Se trabajó con toda la población de 60 o más años pertenecientes a dicha comunidad que desearan participar en el
estudio, los cuales fueron 150.
Criterio de inclusión: Voluntad de participar en la investigación:
Criterio de exclusión: Presencia de cualquier condición física o mental que no permitiera tener relaciones sexuales.
No encontrarse en la comunidad en el momento del estudio.
Como criterio de salida: Voluntariedad, fallecimiento.
La fuente primaria de datos estuvo constituida por un cuestionario que se aplicó por la autora de la investigación.
Este estuvo integrado por 11 preguntas cerradas. El propósito fue obtener información acerca de datos generales
de la población mayor de 60 años, aspectos relacionados con la sexualidad de este grupo poblacional tales como:
si mantiene relaciones sexuales, frecuencia en que las realiza presencia de placer en las relaciones sexuales,
satisfacción que le produce la actividad sexual y si cuenta con conocimientos sobre los cambios que ocurren en la
sexualidad del adulto mayor.
El cuestionario se precedió de un texto explicativo que caracterizó el consentimiento informado y el anonimato en
la información brindada, el mismo fue concebido por criterio experto, diseñado por dos Master en Psiquiatría social,
una especialista en Gerontología y Geriatría, un residente de Psiquiatría y una especialista en Medicina General
Integral. Se realizó previamente un estudio piloto para conocer la factibilidad del mismo, realizándosele
posteriormente las modificaciones pertinentes hasta adecuarlo al que fue aplicado finalmente.
Los datos obtenidos por los instrumentos fueron resumidos estadísticamente, con números absolutos y porcientos.
Objetivos
GENERAL:
Caracterizar el comportamiento de la sexualidad de la población de la tercera edad de la Comunidad El Gallo del
municipio Caroní, estado Bolívar.
ESPECÍFICOS:
1. Caracterizar la población de estudio según variables sociodemográficas como: sexo, edad, escolaridad y estado
civil.
2. Describir el comportamiento de la sexualidad en el grupo poblacional objeto de estudio en cuanto a:
mantenimiento o no de relaciones sexuales, frecuencia de las relaciones sexuales, presencia de placer en las
relaciones sexuales, grado de deseo sexual, grado de atracción sexual por su pareja, satisfacción sexual y
conocimientos sobre los cambios fisiológicos que se producen en la sexualidad del adulto mayor.
Resultados
El análisis de los datos demográficos reveló que de los 150 adultos mayores estudiados 70 fueron masculinos para
un 46.7 % y 80 fueron del sexo femenino para un 53.3 %. Los grupos de edades que aparecieron con más
frecuencia fueron los de 60 a 64 años en el sexo masculino con un total de 25 para un 16.7 %, y el de 65 a 69
años en el sexo femenino con un total de 27 para un 18 %.
Con relación a la escolaridad existió un predominio de la secundaria terminada en ambos sexos con 91 para un
60.7 %. Le siguió la primaria terminada con 14 para un 9.3 en el sexo masculino y 20 para un 13.3 % en el sexo
femenino.
En cuanto al estado conyugal predominó la unión estable con 101 para un 67.3 %. Le sigue en frecuencia los
divorciados con 21 para un 14 %, al tiempo que la diferencia entre los sexos no se observó tan marcada.
Cuando se analiza el mantenimiento o no de relaciones sexuales se obtuvo que la mayor frecuencia corresponde a
la respuesta positiva con 126 para un 84 %, mientras que sólo 24 no mantenían relaciones sexuales. Esto habla de
que en la tercera edad se mantiene una vida sexual activa, al contrario de lo que preenjuiciadamente piensa la
población joven, por lo que coincidimos con Valdez Kosol.6
Con relación a la frecuencia con que practican las relaciones sexuales, la semanal resultó la de mayor frecuencia
en ambos sexos con 37 en el sexo masculino para un 24.6 % y 48 en el sexo femenino para un 32 %, seguida de
la quincenal 10 en el sexo masculino para un 6.6 % y 12 en el femenino para un 8 %. Esto corrobora lo que
plantean varios autores de que en la tercera edad se mantiene una vida sexual activa, ya que el individuo no
muere sino que solo envejece. La sexualidad no es solo genitalidad y la satisfacción de las necesidades afectivas y
espirituales se valoran más en esa edad, en la cual el orgasmo no es imprescindible todos los días ni en todos los
actos sexuales, y aún así el individuo se siente bien.7
Cuando se analiza la presencia de placer en las relaciones sexuales, se puede apreciar que la respuesta encontrada
con mayor porcentaje fue: “frecuentemente” con 42 para un 33.3 %, seguido de la respuesta: “en ocasiones” con
25 para un 19.8 %, sin resultar diferencias marcadas entre ambos sexos. Un elevado número presenta placer en
sus relaciones, lo que coincide con los hallazgos de algunos autores.8
En cuanto al grado de deseo sexual se obtuvo que el de mayor porciento fue el “alto”, con 48 para un 32 %,
seguido del deseo sexual “bajo” con 37 para un 24.7 %. Donde solamente el 22 % refirió no tener y una cantidad
similar, para un 21.3%, se ubicó en una posición intermedia, de “moderado”. Del análisis del comportamiento de
esta variable se puede plantear que se mantiene el deseo sexual en la mayoría de los pacientes del grupo de edad
estudiado. En la sexualidad geriátrica, el deseo o apetito sexual debe ser destacado. Es completamente falso que
el anciano sea un ente desprovisto de interés por la vida sexual. Master y Jhonson han reportado que el interés por
el sexo se mantiene hasta bien avanzada la edad, si no hay enfermedades graves asociadas. 1
En el análisis del grado de atracción sexual por la pareja la más frecuentemente encontrada fue la atracción sexual
mediana con 41 para un 27.3 %, seguida de la elevada con 39 para un 26 %.
El rechazo tanto discreto como elevado pudiera deberse a la perdida de los atractivos físicos que aparece con la
edad, sin embargo la mayoría manifestó una atracción sexual mediana por su pareja, lo que nos habla de que a
pesar de los cambios fisiológicos y físicos que aparecen, se mantiene la atracción sexual.
Al analizar la percepción del grado de satisfacción sexual, se aprecia que 43 para un 28.7 % manifestaron estar
muy satisfechos, de ellos 25 del sexo masculino para un 16.6 % y 18 del sexo femenino para un 12 %; 30, para
un 20 %, manifestaron estar medianamente satisfechos, de ellos 17 del sexo femenino para un 11.3 % y 13 del
sexo femenino para un 8.6 %. 26 Individuos refirieron que la vida sexual no les interesaba, para un 17.3 %, de
ellos 10 hombres para un 6,6 % y 16 mujeres para un 10.6 %; 23 individuos manifestaron estar medianamente
insatisfechos para un 15.3 %, de ellos 6 hombres para un 4 % y 17 mujeres para un 11.3 %, por último 28
individuos manifestaron estar muy insatisfechos en su vida sexual, para un 18.7 %, de ellos 12 del sexo masculino
para un 8 % y 16 del sexo femenino para un 10.6 %. Lo anterior nos da una idea de que aunque la sexualidad se
modifica con la edad y no resulta exactamente igual con el paso del tiempo, si continúa constituyendo una esfera
muy importante de la vida y en muchos casos se satisface a plenitud. La insatisfacción tanto mediana como
elevada pudiera deberse a falta de atracción sexual por la pareja aun con presencia de deseo sexual, a un elevado
deseo sexual pero con falta de atracción sexual por su pareja, por la existencia de imposibilidad de esta última
para poder satisfacer, a la practica de relaciones sexuales sin experimentar deseo, solo por satisfacer a la pareja, o
a la ausencia de pareja o imposibilidad de una de las partes para tener relaciones sexuales.
En cuanto a la tenencia de información que tiene el adulto mayor sobre los cambios fisiológicos que ocurren en su
sexualidad un total de 126 manifestaron que no tenia conocimiento para un 84 % y solamente 24 Manifestaron
que si tenia conocimiento para un 16 %.
Análisis y discusión de los resultados
Con relación a los resultados obtenidos en esta investigación en cuanto a la importancia que tiene para el adulto
mayor el sexo genital, puede decirse que la sexualidad es mucho más que genitalidad. En estas edades se han
producido y se van produciendo en ambos sexos cambios biológicos que afectan paulatinamente la sexualidad
genital con penetración,9,10 pero dado que las necesidades sexuales se mantienen, resulta muy importante la
comunicación y las caricias, tal y como plantean Master y Jonson. 11
La actividad sexual permite satisfacer un conjunto de necesidades que trascienden las puramente corporales o
físicas, como son las de contacto corporal, las comunicativas y las afectivas y emocionales, que dan sentido de
valía y enriquecen la identidad personal.12
En la tercera edad es más importante acariciarse, comprenderse, disfrutar espiritualmente de la otra parte de la
pareja, y el sexo genital puede pasar a una segunda etapa. Como el período de excitación sexual es más largo,
generalmente la pareja tiene que realizar otras prácticas más directas sobre los genitales y esto produce un mayor
disfrute y compenetración de la pareja si no se ve como una dificultad sexual.
Llama la atención que ambos sexo coincide en el planteamiento de que el deseo sexual sigue vivo a lo largo de la
vida. En estudios realizados Master y Jonson han reportado que el interés por el sexo se mantiene hasta bien
avanzada edad, si no hay enfermedades graves asociadas.13 Elda Bartolucci, plantea que algunas mujeres
menopausicas manifiestan sentir mayor placer o ver incrementada su libido a niveles superiores que antes de la
misma. En estos casos, suele ocurrir que habiendo desaparecido el miedo a un embarazo, las relaciones sexuales
son vividas con mayor libertad.14
Cuando se exploró la atracción por la pareja se encontraron contradicciones entre el grupo femenino y el grupo
masculino. El grupo femenino plantea que la atracción por la pareja sigue igual sobre todo si fue un matrimonio
por amor y este se ha mantenido vivo. El grupo masculino plantea que la atracción por la pareja en el adulto
mayor va disminuyendo, porque el atractivo físico desaparece, es otro tipo de relación basado en las vivencias que
han tenido juntos y en la compenetración.
Miguel Lugones Botell en su artículo: “El climaterio y el síndrome del nido vacío en el contexto sociocultural”,
expresa que el hombre, con frecuencia, se aparta y se aleja de la mujer, porque ante un sexo decadente necesita
excitarse con la juventud de una nueva pareja y con el encanto de lo desconocido e inaccesible.15
Es criterio de la autora que esto está en relación con factores culturales. Desde pequeño se invita al varón a
piropear a la muchacha bonita y esto va creando el reflejo incondicionado de la belleza femenina, cuando la mujer,
debido a las modificaciones físicas con se van produciendo con el pasar del tiempo, va perdiendo atractivo físico,
esto choca un poco en la pareja, pero si ha sido una relación de fortalecimiento espiritual, las modificaciones físicas
que se van produciendo en el sexo femenino no tienen por qué tener una repercusión tan negativa en el adulto
mayor masculino.
Con relación a los resultados obtenidos en este estudio con relación a la satisfacción sexual en donde se encontró
que la mayoría refieren sentirse satisfecho sexualmente. Se puede decir que si no existe ningún factor de tipo
biológico, psicológico o social que impida u obstaculice al individuo mantener una vida sexual adecuada, no tiene
por qué afectarse la satisfacción sexual.
En estudios realizados16 se corrobora que el placer sexual en la tercera edad se mantiene, ya que el individuo no
muere sino que solo envejece. La sexualidad no es solo genitalidad y la satisfacción de las necesidades afectivas y
espirituales se valoran más en esa edad, en la cual el orgasmo no es imprescindible todos los días ni en todos los
actos sexuales para que el individuo se sienta bien17. Pensamos que incluso el adulto mayor puede sentirse bien y
obtener satisfacción sexual solamente acariciándose, no es necesario el sexo genital en todas las ocasiones ni
llegar al orgasmo para sentir satisfecho sexualmente.
Con relación a los resultados obtenidos sobre el papel de la satisfacción sexual en la satisfacción general por la
vida en donde se encontró que la mayoría refiere que si es importante, puede decirse que la satisfacción sexual
influye en la satisfacción general por la vida en dependencia del lugar que ocupen las necesidades sexuales en
nivel jerárquico de la personalidad del individuo. En estas edades aunque estas necesidades cambian en matices
con relación a los adultos jóvenes, mantienen en la mayoría de los adultos mayores un nivel jerárquico alto, por lo
que tiene una gran repercusión en la satisfacción general por la vida.
El incentivo proporcionado por la sexualidad ayuda a mantener una actitud más positiva ante la vida. En el adulto
mayor que se encuentra ya alejado del trabajo, el cese de la tutela de los hijos, el placer que proporciona sentirse
querido, comprendido y tener una pareja que lo ayude y lo proteja en un momento determinado tiene una
repercusión positiva en la satisfacción general por la vida.18
En esta investigación se pudo ver que el adulto mayor no tiene conocimiento de los cambios fisiológicos que
ocurren en su sexualidad, desde la infancia se preparan a los hijos para la vida sexual, para la prevención de
enfermedades y como evitar el embarazo, pero no los educamos para el momento del envejecimiento como se va
a comportar en su vejez.
Conclusiones
En esta investigación existió una frecuencia del sexo femenino así como de los grupos de edades 60 a 64 para el
sexo masculino y 65 a 69 en el sexo femenino. Existió un predominio del grado de escolaridad: “secundaria
terminada” y del estado conyugal: “unión estable” para ambos sexos.
En los pacientes explorados puede afirmarse que un elevado porcentaje mantiene relaciones sexuales a pesar de
su edad. La frecuencia de las relaciones sexuales mayormente encontrada fue la semanal. Un elevado número
refiere que “frecuentemente” experimenta placer sexual en sus relaciones, mantienen deseo y atracción sexual por
su pareja y manifiestan que se siente muy satisfechos en su vida sexual. Un elevado número carece de
conocimientos sobre los cambios fisiológicos que se producen en la sexualidad del adulto mayor.
Referencias bibliográficas
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adulto mayor. Area Cruce de los Baños, 2001-2002” MEDISAN 2002; 6(3):49-53
2 Álvarez Sinties Roberto, et al “Temas de medicina general integral”.Vol. I salud y Medicina. Editorial Ciencias
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5 Urrutia García Lidia R, Milián Vidal Miriam, Sacre González María del R, et al “la sexualidad en la tercera edad.
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6 Valdez Kosol S, Vega López I, García Mesa G, Prus Bravet p, Macías I, Sexualidad en la tercera edad, Revista
sexología y sociedad, 1994. P. 45
7 López Feliz, Fuentes Antonio, Para comprender la sexualidad, Editorial Verbo Divino, 1993. P. 147
8 López Feliz, Fuentes Antonio, Para comprender la sexualidad, Editorial Verbo Divino, 1993. P. 147
9 Agramonte Machado Adriana, Navarro Despaigne Daysi, Domínguez Alonso Enma, et al “Respuesta sexual de la
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10 Martínez Camilo Valentín, Paz Aranda Patricia “Estudio de la sexualidad en la mujer en el período climatérico”
Rev. Cubana Obstet Ginecol 2005;31(3)
11 Master W H, Jonson V E, Kolodny r. c, La sexualidad humana, Editorial Científico técnico, la Habana, 1987. P
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12 Agramonte Machado Adriana, Navarro Despaigne Daysi, Domínguez Alonso Enma, et al “Respuesta sexual de la
mujer de edad mediana con diabetes mellitas” Rev. Cubana Endocrinol 2002; 13(3):
13 Master W H, Jonson V E, Kolodny r. c, OP. Cit, p. 292.
14
Bartolucci
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“Sexualidad
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www.enplenitud.com/nota.asp?notaId=4491 Revisado 6/2/07
enplenítud.com,2004
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15 Lugones Botell Miguel “El climaterio y el síndrome del nido vacío en el contexto sociocultural”Rev Cubana Med
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16 López Feliz, Fuentes Antonio, Para comprender la sexualidad, Editorial Verbo Divino, 1993. P 147.
17 Regueira Naranjo Jesús, Cervera Estrada Lex, Pérez Rivero Jorge L., et al “Sexualidad en la tercera edad”, Rev.
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18 Orihuela de la Cal Jorge, Gómez Vital Miguel, Fumero Naranjo Marlen “Sexualidad en el anciano: un elemento
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